Las Diez Preguntas Más Frecuentes De Alumnos De Medicina Con relación al Encuentros con Pacientes Cohen Cole1 ha resumido una serie de recomendaciones para los alumnos que se inician en la entrevista clínica. Según este autor, muchos médicos recuerdan sus primeros contactos con pacientes, porque suelen marcar de forma emocionante el inicio de la carrera de médico. Sin embargo los primeros encuentros van muchas veces cargadas de ansiedad. El alumno se preocupa por la reacción que el paciente pueda tener frente a él y teme invadir el mundo privado y la dignidad del paciente. El examen físico agrega el exponer al paciente y someterlo a prácticas molestas o incluso dolorosas, en parte debido a que no se tiene completo dominio del examen físico. Los alumnos suelen tener la siguiente pregunta de forma insistente en su mente ¿Por qué el paciente tiene que pasar por esto, sólo para que yo aprenda a ser médico? Si el paciente está grave o cercano a la muerte, estas preguntas se hacen mucho más acuciantes. Aprender a entrevistar no consiste solo en adquirir complejas habilidades clínicas, sino también asumir de alguna forma un nuevo rol social. Este cambio que implica “ponerse el delantal” y aparecer automáticamente como doctor, puede ser dramático. En este brusco cambio, de un momento a otro al alumno se le exigen tareas como preguntar detalles íntimas a los pacientes, pedirles que se desvistan y examinarlos. Incluso puede resultar más extraño para los alumnos el comprobar que los pacientes les obedecen y les tratan con enorme respeto. Aprender a funcionar dentro de este nuevo rol social tan poderoso, produce ansiedad. A continuación se resumen las recomendaciones de Cohen Cole para resolver las diez inquietudes más frecuentes en los alumnos de medicina a la hora de entrevistar y examinar a los pacientes. 1. ¿Por qué habría de querer un paciente que lo entreviste o lo examine un estudiante? Al alumno le resulta difícil comprenderlo. ¿Qué podría ganar el paciente? De hecho, muchos pacientes acceden de buen grado a ser entrevistados y examinados por alumnos, porque comprenden que estos necesitan aprender con pacientes reales. Esto de ayudarlos les produce incluso cierta satisfacción en algunos casos. Los pacientes que se sienten “conejillos de indias” son más bien la excepción. El hecho de participar en la formación de futuros médicos les produce a los pacientes con frecuencia una sensación de ser útil que les ayuda a su recuperación sicológica. Así, aunque el paciente no obtenga nada concreto de la entrevista, esta puede ser beneficiosa para él. En este caso el que da es el paciente, y el que recibe, el alumno. Este es un punto interesante de reflexionar, porque de alguna forma rompe cierto esquema sobre como es la relación entre profesional y paciente. Muchos alumnos entregan una ayuda al paciente que puede ser muy importante. La preocupación, el interés, y la atención que le prestan puede traducirse en un apoyo emocional muy importante. Aunque es una ayuda en cierta forma intangible o difícil de medir, puede significar un impacto importante. Incluso el examen físico cuidadoso puede ser recibido por el paciente como un “regalo” a nivel emocional. Por todo esto, es bueno para el alumno darse cuenta de que la mayor parte de los pacientes aceptan ser entrevistados y examinados, e incluso algunos lo esperan como parte del cuidado diario. Existen por el contrario otros pacientes que no desean ser entrevistados ni examinados, por lo que es conveniente que los alumnos pregunten siempre, antes de empezar, si no tienen inconvenientes en ser entrevistados. Si el paciente no quiere, su deseo debe ser respetado. El alumno debe agradecer cortésmente, y abandonar la sala. El tutor le dirá los pasos a seguir. 2. ¿No es humillante, o indigno para el paciente que lo examine un estudiante? Este temor del alumno a que el paciente se sienta humillado tiene relación al poder implícito del rol del médico. Los alumnos tienen temor de usar este poder sin sentir “que se lo merecen” o “que es real”, ya que no están en condiciones de otorgar una ayuda médica eficaz. Como se señaló más arriba, pocos paciente se sienten avergonzados o humillados. 3. El hecho de usar delantal, ¿no es en cierta forma querer aparecer como médico , incluso engañar al paciente? En general, los alumnos deben usar el mismo tipo de delantal que los médicos. Esto es señal de respeto para el paciente. El delantal distingue a los médicos de los pacientes, y les permitirá realizar ciertas tareas, como hacer preguntas de orden personal, examinar, etc., que son parte de la relación médico paciente y así suele ser entendida. El punto importante es que al presentarse, debe dejar claro que es un estudiante. Esto ayudará a que el paciente no se sienta engañado. 4. ¿Debería presentarme como “doctor”? ¿No es esto un engaño? Como se dejó claro en el punto anterior, es aconsejable presentarse claramente, con el nivel que se ocupa dentro de la carrera (alumno, interno, becado, etc). Es frecuente que el paciente se pregunte cómo tratar al estudiante ¿por su nombre? ¿de doctor? Está descrito que en la mayoría de los casos la relación alumno-paciente se asemeja a la médico-paciente, pero no hay una forma específica de trato que caracterice esta relación. Por esto no es raro comprobar que una gran mayoría de pacientes terminan tratando al alumno de “doctor”. Esto es adecuado, si el paciente comprende adecuadamente que el alumno aún no es un egresado. Otras veces el mismo paciente les pregunta cómo quieren ser tratados. No hay ningún problema si el alumno prefiere ser tratado por su nombre, esta es una posibilidad muy frecuente. Otras veces, les dejan la opción al paciente. En ciertos casos, el alumno puede querer dejar claro que prefiere ser tratado como “doctor” y no de tú a tú, especialmente internos a punto de egresar. Puede expresarle su preferencia al paciente, sin problemas. 5. Si el paciente está con dolor, o con stress emocional ¿debería continuar con la entrevista? En estos casos el deseo del paciente deber ser respetado. Lo primero y más importante es que el alumno reconozca verbalmente el estado del paciente. (ej: “Veo que el dolor le ha vuelto fuerte…”). Deben preguntarle al paciente si pueden ayudarlo de alguna forma. Con frecuencia pedirán un vaso de agua, un cambio de posición o cualquier otro gesto. Después de reconocer su situación y ofrecerle ayuda, el alumno puede preguntar si puede realizar la entrevista o esta se debería posponer. Para sorpresa de los alumnos, en una gran mayoría de los casos el paciente accederá, ya que se siente confortado con el interés del alumno. En caso contrario, el deseo del paciente de no ser entrevistado debe respetarse con delicadeza y suspender la entrevista. 6. ¿Debería darle la mano al paciente? ¿cuándo sería correcto tocarlo? Los alumnos que temen ser demasiado directos o invasores al ofrecer la mano, pueden esperar que el paciente haga un gesto primero. De igual forma, si para él no es natural el tocar a los pacientes, es mejor que no fuerce una conducta contraria pensando en que “será bueno para el paciente”. La autenticidad y naturalidad son más importantes. El tocar al otro puede ser una forma de apoyo eficaz. Es frecuente que el médico, en situaciones de mucho stress, tome la mano de su paciente, o le exprese su apoyo poniendo su brazo sobre los hombros del paciente. Los médicos con experiencia suelen expresar apoyo a sus pacientes con alguno de estos gestos, y la mayoría de los pacientes así lo entienden y lo aceptan. Sin embargo, algunos pacientes no desean ser tocados, y a algunos médicos cualquier contacto que no sea el examen físico les produce ansiedad. El contacto no debe ser forzado, porque ese gesto, hecho con la intención de ayudar pero sin autenticidad, produciría a su vez ansiedad, tanto para el médico como para el paciente. A veces, cuando se llega a un grado de confianza importante con el paciente, existe el riesgo de pasarlo a llevar, por esto es tan importante que el alumno observe cuidadosamente las reacciones del paciente. El paciente que está molesto dará señales a nivel no verbal: se echará para atrás, se pondrá más rígido, se callará…El alumno debe estar atento para reaccionar respetuosamente. También es importante recordar que el contacto físico puede tener un significado de manipulación emocional o de seducción. Los médicos deben estar muy conscientes del tremendo poder que ejercen sobre sus pacientes. La enfermedad además puede producir regresión a nivel psicológico o físico, elevando así el status del médico al interior de su mente. La dependencia emocional que puede derivarse en estos casos puede ser algo que sobrepase al médico. Con cierta frecuencia los pacientes no son capaces de pensar racional y fríamente como un adulto, y pueden comportarse como niños frente a sus padres. El contacto físico puede ser parte de una relación médicopaciente inapropiada (con elementos de manipulación emocional, dañina para los pacientes porque les bloquea su propia capacidad de afrontar los problemas). La seducción de orden sexual también puede transmitirse a través de un gesto de contacto físico inapropiado. En casos muy extremos esto puede derivar a contactos sexuales entre médico y paciente. Debido a la tremenda desigualdad de poder existente entre ambos, y a la dependencia psicológica que implica la situación de enfermedad, los pacientes no son libres en esta relación. Una relación con connotaciones sexuales entre médico y paciente es un abuso de poder. Se trata de un comportamiento no ético. 7. Si el paciente me hace preguntas sobre su enfermedad ¿debería contestarlas si yo se la respuesta? ¿Que debo hacer si no se la respuesta? Un alumno en práctica, que examina a un paciente debería resistir siempre la tentación de entregar información nueva al paciente, incluso alumnos adelantados en la carrera. Puede ocurrir que tenga una información parcial, o que no conozca el significado personal que tienen para el paciente estos nuevos datos. Además, debido a que el alumno cambia de rotaciones o lugares, no siempre tendrá la posibilidad de observar el impacto que tienen las malas noticias en el paciente, aspecto que solo es posible cuando existe una continuidad en el cuidado. Algunos datos que parecen menores o sin importancia pueden tener un tremendo impacto en el paciente, de consecuencias imprevisibles. Todas las preguntas médicas deberán referirse al médico tratante. Esto no es así para los residentes o becados. Ellos suelen ser la principal fuente de información de los pacientes. En este caso deben hacerse cargo del impacto emocional que producen las malas noticias. En caso de incertidumbre, siempre deben actuar con supervisión. 8. ¿Qué hacer si el paciente empieza a llorar? ¿qué hacer si el paciente se enoja conmigo? Una de las situaciones más difíciles para alumnos –y algunas veces para los médicos- es aquella en que el paciente expresa emociones fuertes. El llanto de los pacientes es muy frecuente, por lo tanto es muy necesario para el alumno aprender a reaccionar de una forma que sea de ayuda y apoyo. En general una actitud de respeto e interés, que facilite la expresión de preocupaciones y emociones del paciente será muy aliviadora para él. El alumno puede comunicar respeto y cuidado de forma no verbal casi inconscientemente, cuando existen las actitudes adecuadas. Los gestos “externos” sin este fondo actitudinal no producen el mismo impacto. Muchos pacientes se sienten apoyados cuando el médico puede aceptar lo que está sucediendo y responder adecuadamente facilitando la expresión de emociones y preocupaciones. Algunos alumnos y médicos se sienten tan incómodos frente a la expresión de tristeza que transmiten su propia ansiedad a los pacientes. El paciente suele interpretar este malestar como que el médico no desea que el paciente continúe una libre expresión de emociones. El paciente acata este deseo figurado, y “colabora” con su médico suprimiendo la expresión de las mismas. Cuando los alumnos tienen en mente alguna estrategia verbal para estos casos, sienten menor ansiedad y pueden ser capaces de ayudar a los pacientes. Las siguientes reglas generales han sido útiles: Cuando se sientan dudas de cómo responder a las emociones del paciente, utilice el reflejo. (Ej: me doy cuenta de que esta situación le hace muy triste). Estas técnicas de reflejo permiten que el paciente profundice y continúe dando mayores detalles de lo que es significativo para él y pueda acercarse al núcleo del asunto. La legitimación puede venir a continuación (Ej: es muy comprensible sentir pena en su situación). ¿Pero qué pasa cuando el paciente se enoja? Esta situación puede ser más difícil. Las dos reacciones espontáneas en el profesional son las de ataque o huida. Pero ninguna de estas dos respuestas es útil para el vínculo de confianza que se está construyendo con el paciente. Una técnica de reflexión cuidadosa puede ser de mayor utilidad (ej: este tema parece que le irrita), seguido de comentarios de legitimación. (Ej: es muy comprensible sentirse así….) 9. ¿Que hacer si el paciente me cuenta cosas que su médico no sabe? Por ejemplo, si me cuenta ideas suicidas… Debido a que con frecuencia los estudiantes están profundamente interesados en las vidas de sus pacientes, y tienen mayor tiempo y disponibilidad para escucharlos, estos les confían algunas preocupaciones o temas más íntimos que no son capaces de compartir con sus médicos tratantes. El estudiante debe comunicarle al médico tratante toda aquella información de orden personal que el paciente le ha confiado y que sea relevante para el cuidado médico. El alumno le puede sugerir al paciente que se lo cuente él mismo al médico tratante. Pero esto no es suficiente. La única forma de asegurarse de que el médico tratante está al tanto es contárselo además personalmente. 10. ¿Qué hacer si el paciente me cuenta algún asunto confidencial y yo accedo a guardar la confidencialidad? Puede ocurrir también, relacionado al punto anterior, que el paciente quiera compartir un secreto con el alumno. Este debe aclararle que su condición de estudiante no se lo permite, ya que deberá compartirlo con su médico o con el equipo tratante. Puede garantizarle que intentará hacer un juicio lo más correcto posible para discernir si esta nueva información tiene relevancia para el cuidado médico. Si este es el caso, deberá informarle a sus supervisores. El alumno jamás deberá prometer al paciente el guardar una confidencialidad absoluta en asuntos médicos.