Los axiomas de la comunicación humana Comentarios de varios autores que permiten comprenderlos mejor. Los Axiomas de la comunicción humana han sido tomados de: Paul Watzlawick, Janet Bavelas y Don D. Jackson, TEORÍA DE LA COMUNICACIÓN HUMANA Editorial Herder, 199 Axioma 1: NO ES POSIBLE NO COMUNICARSE. OTERO Y LÓPEZ El primero de los axiomas debe ser entendido literalmente: en la relación social es imposible no comunicarse. Dicho a la inversa, esto significa que la comunicación se produce siempre. Para que esto sea claro, es preciso entender que comunicación es sinónimo de comportamiento, en la medida que todo lo que hacen las personas en presencia de otros tiene el valor de un mensaje. Cada comportamiento, consciente o no, intencional o no, puede ser interpretado y es, por tanto, un mensaje[1]. GONZALO MUSITU y otros Watzlawick y sus colaboradores (1968) afirman que, del mismo modo que uno no puede permanecer sin comportarse, y dado que toda situación de interacción tiene un valor de mensaje, por mucho que uno lo intente, no puede dejar de comunicarse. Siempre que esté presente otra persona en el mismo campo perceptual, cualquier actividad e, incluso, la inactividad, las palabras o el silencio, tienen valor de mensaje; influyen en los demás, quiénes, a su vez, no pueden dejar de responder a tales comunicaciones y, por tanto, también comunican. Las condiciones mínimas necesarias para que se dé la comunicación son, por una parte, la presencia de dos individuos que actúen ambos como transmisores y receptores y, por otra, la existencia de un mensaje percibido por lo dos[2].Trabajo práctico: “Ningún producto de diseño (gráfico) puede no comunicar”. Coméntelo en un trabajo de una página. Encontrar selecciones de la literatura en que se muestra esta situación en acción. [1] Otero & López, Manual de Teoría de las Comunicaciones, Ed. CPU. Pág.74 Gonzalo Musitu y otros, PSICOLOGÍA DE LA COMUNICACIÓN HUMANA, Lumen 1993, Pág. 52 [2] Axioma 2: TODA COMUNICACIÓN TIENE UN ASPECTO DE CONTENIDO Y UN ASPECTO RELACIONAL, TALES QUE EL SEGUNDO CLASIFICA AL PRIMERO Y ES, POR ENDE, UNA METACOMUNICACIÓN. 1. OTERO Y LÓPEZ. El siguiente axioma nos lleva a considerar que toda comunicación se realiza en dos niveles simultáneamente: un nivel de contenido (comunicación) y un nivel de relación (meta-comunicación). El primero de estos niveles está incluido y determinado por el segundo. Esto significa que las personas que se comunican, junto con intercambiar información, establecen algún tipo de relación, y es esa relación la que otorga a la información y a la comunicación misma su sentido. El nivel meta-comunicacional se establece generalmente mediante indicadores contextuales y comportamientos no verbales, y actúa como indicación respecto al modo como debe entenderse el contenido que se transmite. Es decir, permite calificar el mensaje y definir la relación en que se encuentran las personas implicadas, situación que ocurre aún cuando éstas no lo hagan en forma deliberada o plenamente consciente. El énfasis no está puesto, por tanto, en el mero intercambio de información objetiva sino por el contrario en la naturaleza formal del proceso de comunicación y en sus efectos pragmáticos. Es la forma que adopta la comunicación y no su contenido, el factor más decisivo para provocar consecuencias en el comportamiento de las personas[1]. 2. BORDENAVE & CARVALHO Según Watzlawick en toda comunicación existen dos elementos básicos: un elemento de contenido, que se refiere a lo que queremos decir sobre algún objeto, y un elemento de relacionamiento, que se refiere a la relación existente entre los interlocutores. Lo importante es que el contenido en general es transmitido mediante un código digital, tal como el lenguaje, en cuanto la índole del relacionamiento es indicado mediante un código analógico o no verbal. Según Watzlawick, “lo que falta a la comunicación digital es un vocabulario adecuado para las contingencias del relacionamiento”[2] 3. GONZALO MUSITU y otros Una de las principales características del proceso comunicativo es que obedece a un doble propósito. La mayoría de las proposiciones respecto de las funciones de la comunicación se han descrito en términos que pueden denominarse “función orientada a la actividad” y “Función orientada a la relación”. La función orientada a la actividad se centra en la tarea que se ha de realizar, los intereses de los participantes. De manera similar, la función orientada a la relación se centra en la definición, el mantenimiento y la redefinición de la relación resultante. Esta concepción general de la doble función de la comunicación basada en la información y la relación se refleja en la distinción formal entre el aspecto informativo y el aspecto relacional de un mensaje. El aspecto informativo de un mensaje es sinónimo del contenido del mensaje y puede referirse a todo aquello que sea comunicable al margen de que la información sea verdadera o falsa, válida o inválida; mientras, el aspecto relacional se refiere a cómo debe entenderse el mensaje. Estos conceptos de información y relación especifican que un mensaje no sólo ofrece información sino que, al mismo tiempo, define la relación entre los comunicantes. En este sentido, cuando un espectador atiende al noticiario que en este instante emiten por televisión, está por una parte, recibiendo información sobre sucesos que han pasado, pasan o pasarán en un futuro y, por otra, adquiere constancia de cómo debe ser su relación con quien emite el mensaje. Es decir, paralelamente a los contenidos informativos se le está diciendo cómo debe ser un espectador: qué hacer y qué esperar de esa “relación”. Estos dos aspectos representan diferentes órdenes de abstracción respecto del mensaje, y mientras que uno u otro pueden tener mayor relevancia en una comunicación concreta, un mensaje compuesto de un solo aspecto es imposible[3]. DANIEL BOUGNOUX “Entrar en la Orquesta” Descifrar un mensaje, o comprender un comportamiento, presupone que se sepa en qué marco entra, es decir, en qué tipo de relaciones se inscribe. Si una mujer se desviste delante de un hombre, el sentido no es el mismo entre amantes, en un escenario de un teatro de revistas o en el consultorio del ginecólogo. Comprender una broma, el humor, el juego en general, supone que, cada vez, se produce un cambio de marco o un cambio de plan de los mensajes comunes. La vida mundana, que multiplica nuestras relaciones, es rica en efectos de marco, que son tanto trampas o momentos de error para el profano (como lo muestra, por ejemplo, la obra de Proust). Planteamos que el reconocimiento del marco es la condición elemental de la percepción de un mensaje. Buena parte de lo que se llama arte en la época contemporánea puede analizarse como una salida del marco o un cambio de marco, un juego irónico sobre los marcos de nuestras percepciones. Por lo tanto, la semántica de la relación o del marco precede a la semántica de los contenidos de nuestras representaciones en general y las dirige. O, para decirlo de otro modo, comunicarse supone, siempre, dos niveles de emisión y de recepción de los mensajes: primero: mensajes marco y sobre esta base, mensajes de contenido o de información propiamente dicha. De esta manera se comportan nuestras oraciones que tienen palabras y están acompañadas de señales “suprasegmentales” (postura, mímica, entonación) para decir cómo tomar o interpretar el enunciado: como una sugerencia, una orden, una broma, una amenaza, etc. Lo que se denomina la parte meta del mensaje, su marco o su modo de empleo, que es necesario aprehender sise quiere comunicarse apropiadamente. En un contexto lingüístico (en el que se consideran solamente los mensajes verbales) se habla de metalenguaje y como Roman Jakobson (1963), de función metalingüística para designar todas las palabras u oraciones que desde el enunciado designan y dominan la enunciación. En resumen, comunicarse supone, siempre, una metacomunicación que indique a los otros en qué caso, en qué nivel o dirección ordenar tal mensaje (verbal, visual o comportamental). Estas especificaciones del arco de nuestros intercambios no necesita explicitarse todo el tiempo: en la mayoría de los casos nuestras relaciones son obvias y no se originan, por lo tanto, en ningún metamensaje particular. El marco platea un problema cuando la comunicación se vuelve patológica y los participantes no se entienden acerca de la “puntuación” jerárquica de sus intercambios: en el caso, por ejemplo, de la escena doméstica en la que cada uno quiere tener la última palabra, el intercambio llega a referirse, rápidamente, al marco mismo del intercambio (“Quién crees que eres para hablarme con ese tono?”); en el caso de las negociaciones diplomáticas o sindicales, los futuros socios pueden dedicar mucho tiempo previo a ponerse de acuerdo sobre la composición de las delegaciones y sobre la forma de la mesa; también en la enseñanza en regiones desfavorecidas en ocasiones, antes de proporcionar el contenido de los cursos es necesario negociar la forma y el lugar de los mismos; y se ven enfermos mentales que rechazan el tratamiento psiquiátrico y pretenden curar a su médico (este conflicto de relación o esta jerarquía intercambiada se ve burlonamente ilustrada en la película de Woody Allen Zelig). Cuanto más patológica se vuelve una relación, más las cuestiones del marco y de la forma tienden a invadir el plano de la argumentación y el contenido del mensaje[4]. Actividades Prácticas: ¿De qué manera se entiende el aspecto relacional en el Diseño Gráfico? Encontrar 5 ejemplos en Diarios y Revistas. Indicar 5 situaciones en que ésto ha ocurrido en una empresa u organización que Ud. conoce. Analizar el significado práctico de este axioma en ambientes: de formación, organizacionales y de la vida en familia [1] Otero & López, Manual de Teoría de las Comunicaciones, Ed. CPU 1994 Bordenave & Carvalho, Pág. 60 [3] Gonzalo Musitu y otros, PSICOLOGÍA DE LA COMUNICACIÓN HUMANA, Lumen 1993, Pág. 57-8 [4] Daniel Bougnoux, INTRODUCCIÓN A LAS CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN, Nueva Visión, Bs. As., 1999, Pág. 25-27. [2] Axioma 3: LA NATURALEZA DE UNA RELACIÓN DEPENDE DE LA PUNTUACIÓN DE LAS SECUENCIAS DE COMUNICACIÓN ENTRE LOS COMUNICANTES. 1. OTERO Y LÓPEZ La puntuación de la secuencia de hechos apunta a la idea de que las personas interpretan lo que ocurre, básicamente ordenando los hechos en secuencias coherentes, pero necesariamente arbitrarias, porque expresan una perspectiva personal. Resulta evidente que no hay una sola manera de puntuar la realidad y que puede haber tantas puntuaciones como personas. La puntuación de la secuencia tiene vital importancia debido a que de ella depende que las interacciones se produzcan sobre la base de una realidad compartida, facilitando el acuerdo y el encuentro humano. Los grupos tienden a compartir una serie de puntuaciones convencionales que favorecen su estabilidad y hacen más expeditos los procesos de influencia[1]. GONZALO MUSITU y otros La naturaleza de una relación depende de la puntuación de la secuencia de comunicación entre los participantes; por ello, la cuestión de si hay una “realidad objetiva”, de la que algunas personas pueden ser más o menos conscientes, es de menor importancia que el significado de los diferentes puntos de vista de la “realidad” que surgen de las puntuaciones W&B, 1967). Así, por ejemplo, dos cónyuges perciben y organizan su interacción en diversas secuencias, y cada uno percibe subjetivamente diferentes esquemas de causa y efecto o diferentes estructuras de interacción. (...) Al conceptualizar el proceso de la comunicación en sistemas diádicos hay, al menos, tres perspectivas alternativas posibles: la de cada uno de los participantes y la del observador del sistema[2]. Actividades Prácticas ¿De qué forma podría entenderse la puntuación entre el diseñador y los receptores de sus mensajes? Encontrar 3 ejemplos en la literatura o el teatro indicando los efectos desarrollados/creados en la puntuación de la comunicación. Observar y desarrollar la puntuación en una telenovela o programa en vivo de TV, indicando los efectos producidos por este aspecto de la comunicación. Crear un diálogo en que se destaca la puntuación entre los comunicantes. v Indicar la puntuación en tres (3) piezas de publicidad. [1] Otero & López, Manual... 1994:74 Gonzalo Musitu y otros, PSICOLOGÍA DE LA COMUNICACIÓN HUMANA, Lumen 1993, Pág. 56 [2] Axioma 4: LOS SERES HUMANOS SE COMUNICAN TANTO DIGITAL COMO ANALÓGICAMENTE. El lenguaje digital cuenta con una sintaxis lógica sumamente compleja y poderosa, pero carece de una semántica adecuada en el campo de la relación, mientras que el lenguaje analógico posee la semántica pero no una sintaxis adecuada para la definición inequívoca de la naturaleza de las relaciones. OTERO Y LÓPEZ La distinción entre comunicación digital y analógica resume los dos modos básicos de la comunicación humana. La digital se refiere a signos que representan arbitrariamente objetos o eventos. El ejemplo más característico de esto es el lenguaje verbal, en el cual las palabras poseen una relación convencional con los objetos. Lo analógico, en cambio, está constituido por símiles que reflejan parte de las características de lo que quieren representar. Esto es lo que ocurre en un dibujo, una fotografía o un gesto. todo el comportamiento no verbal es analógico.[1] BORDENAVE & CARVALHO La comunicación analógica difiere de la digital en que existe alguna semejanza entre la cosa que se quiere transmitir y el signo usado para hacerlo. aunque no podamos entender lo que nos dice un extranjero en su idioma, fácilmente comprendemos lo que nos quiere decir cuando nos mira con rabia y nos muestra un puño cerrado. según Watzlawick, “La comunicación analógica tiene sus raíces en períodos mucho más arcaicos de la evolución y posee, por consiguiente, una validez mucho más general que el modo de comunicación digital, que es más bien abstracto” [2]. Virtualmente, es comunicación analógica toda nuestra comunicación verbal, incluyendo en este término tanto los movimientos del cuerpo (expresión corporal) --gestos, posturas, expresión facial, inflexión de la voz, secuencia, ritmo y cadencia de las propias palabras- como también todas las indicaciones informativas que surgen del contexto en que se efectúa la interacción humana. Ejemplos: la ropa y el perfume que usamos, el lugar de la mesa donde nos sentamos, la hora en que llegamos a un encuentro, etc. comunican cosas de manara analógica. Ahora bien, según Watzlawick en toda comunicación existen dos elementos básicos: un elemento de contenido , que se refiere a lo que queremos decir sobre algún objeto, y un elemento de relacionamiento, que se refiere a la relación existente entre los interlocutores. Lo importante es que el contenido en general es transmitido mediante un código digital, tal como el lenguaje, en cuanto la índole del relacionamiento es indicado mediante un código analógico o no verbal. Según Watzlawick, “lo que falta a la comunicación digital es un vocabulario adecuado para las contingencias del relacionamiento”. Por su parte, los códigos analógicos padecen de una terrible imprecisión. Por ejemplo, ¿cómo sabemos si una lágrimas son de dolor o de alegría?. ¿aquella sonrisa, significa simpatía o ironía?. ¿este silencio, debo interpretarlo como tacto o indiferencia de mi interlocutor?. En cambio, debido a su flexibilidad y versatilidad (como la del alfabeto, por ejemplo), los códigos digitales son capaces de describir muy exactamente cualquier fenómeno. En resumen, según Watzlawick, aunque los códigos digitales son muy limitados en vocabulario para las contingencias del relacionamiento, los códigos analógicos son tan ambiguos e imprecisos que es necesario traducirlos a un código digital para hablar del relacionamiento con cierta precisión: alguien tiene que explicar en palabras (digital) qué significan realmente esas lágrimas, esa sonrisa y ese silencio.[3] GONZALO MUSITU y otros El modo digital es denotativo de la forma y es utilizado para compartir información nominal, mientras que el modo analógico es esencialmente icónico y se utiliza para representar directamente el significado. (...) Sin embargo, se ha señalado que los conceptos analógicos y digital son más generales que los de verbal y no verbal, siendo estos últimos un subconjunto de aquellos. En particular, el modo analógico incorpora no sólo las conductas no-verbales y extralingüísticas, sino también otros indicadores comunicacionales presentes en el contexto desde el proceso comunicativo tiene lugar.[4] Actividades prácticas ¿Cómo puede aprovechar estos dos fenómenos un diseñador grafico, para optimizar su eficacia comunicativa? Jugar a adivinar la película y luego analizar la forma en que se cumple el axioma en estudio. Mostrar/registrar piezas de publicidad en que están ambos fenómenos presentes (digital/analógico). Encontrar pasajes de literatura con ambas formas de comunicación, analizando y destacando las diferencias. [1] Otero & López, Manual de Teoría de las Comunicaciones, Ed. CPU , Pág. 75 Watzlawick, Beavin, Jackson, Pragmatics of Human Communications, NY, Norton 1967 [3] Bordenave & Carvalho, Pág. 60 [4] Gonzalo Musitu y otros, PSICOLOGÍA DE LA COMUNICACIÓN HUMANA, Lumen 1993, Pág. 59 [2] Axioma 5: “TODOS LOS INTERCAMBIOS COMUNICACIONALES SON SIMÉTRICOS O COMPLEMENTARIOS, SEGÚN QUE ESTÉN EN LA IGUALDAD O EN LA DIFERENCIA”. OTERO Y LÓPEZ Finalmente, el último axioma plantea que todo intercambio comunicativo queda incluido en la categoría de interacción simétrica o complementaria, según esté basado en la igualdad o en la diferencia. La simetría ocurre cuando las personas intercambian el mismo tipo de comportamiento, de modo que existen idénticos deberes y derechos como ocurre en un grupo de pares. La complementariedad es la característica de aquellas relaciones en que se intercambian diferentes tipos de comportamiento, como ocurre entre sargento y soldado, o jefe y subalterno.[1] BORDENAVE & CARVALHO ...se refleja...una situación real de nuestra sociedad, en cuyas instituciones siempre existe un dominio de ciertos papeles o estratos sobre otros: En la familia en la escuela en la iglesia en el gobierno en la agricultura en la industria en el ejército en general los padres el profesor el sacerdote el tecnócrata el extensionista el patrón el militar el hombre sobre los hijos los alumnos los fieles los ciudadanos los agricultores los empleados los soldados la mujer. Según Paulo Freire, no debería haber “educadores “ y “educandos” sin que todos somos “aprendices”; es decir, profesores y alumnos no deberían entenderse en una relación complementaria, sino simétrica. El enfoque interaccional ha abierto una nueva manera de comprender la comunicación interpersonal y ha tenido aplicaciones específicas en el plano de la terapia psicológica. Estamos a la espera de que constituya también un aporte en la comprensión de la comunicación de los medios. Suponemos que posee elementos teóricos especialmente aplicables a la comunicación multisensorial de la televisión. Por otra parte, en el marco conceptual de una audiencia activa, este enfoque puede contribuir bastante para identificar los procesos de grupo que intervienen para producir el efecto de los medios.[2] Actividades Prácticas ¿De qué forma podría interpretarse lo complementario/simetría en la práctica del Diseñador Gráfico? Mostrar ejemplos de este axioma en acción en pasajes de la literatura. Establecer 5 ejemplos de la vida cotidiana indicando el tipo de simetría/asimetría y las razones probables para ello. Encontrar 5 ejemplos de simetría/asimetría en piezas de publicidad. Bibliografía: Bordenave y Carvalho, PLANIFICACIÓN Y COMUNICACIÓN. Sin más datos. Otero, Edison & López, Ricardo, Manual de Teoría de las Comunicaciones, Ed. CPU, 1994. Paul Watzlapwick, J. H. Beavin y D. D. Jackson, PRAGMATICS OF HUMAN COMMUNICATION, New York, W.W. Norton 1967 (Hay traducción al castellano) Gonzalo Musitu y otros, PSICOLOGÍA DE LA COMUNICACIÓN HUMANA, Lumen 1993 Bougnoux, Daniel, INTRODUCCIÓN A LAS CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN, Nueva Visión, Bs. As., 1999