Situaciones Crítica en Medicina de Urgencias CAPITULO 1. VALORACION INICIAL DEL PACIENTE NO TRAUMATIZADO EN URGENCIAS Una valoración del paciente precisa y confiable es una de las herramientas más valiosas e importantes para el abordaje inicial en urgencias. El personal de emergencias debe basarse inicialmente en la información obtenida de la historia clínica del paciente y los hallazgos al examen físico, identificar prioridades y establecer un plan de manejo. El desarrollo de una rutina de evaluación sistemática para cada paciente le permitirá incrementar su confianza en sus destrezas de evaluación y asegurará que las condiciones que amenazan la vida serán manejadas prontamente y evitar desenlaces fatales. Llega a la escena y es recibido por la hija del paciente. Ingresa a la casa buscando peligros potenciales. Encuentra a un paciente de 86 años de edad, no parece alerta y se encuentra en posición supina en el sofá. Su hija refiere que el paciente se está quejando desde hace una semana de dificultad para respirar. “Tuvo un resfriado, y yo pensé que no era nada grave, pero ha empeorado en los últimos días, él no me permitiría llevarlo al medico o al servicio de urgencias”. Usted al observar la escena encuentra un tanque de oxigeno en una esquina de la habitación. CONTENIDO: Cuando hace contacto con el paciente lo nota cianótico, no se mueve y no responde al estímulo verbal. Componentes de la evaluación medica Criterios de estabilidad o inestabilidad fisiológica Valoración inicial Historia clínica y examen físico focalizados Valoración continua. CASO CLINICO Usted es enviado a atender a un anciano que se queja de dificultad respiratoria de varios días de evolución. ¿Cómo procedería con la valoración y manejo de este paciente? INTRODUCCIÓN ¿Cuál es el problema con el paciente? ¿Qué tratamiento necesita, qué tan rápido y en qué secuencia? Esas son las preguntas que el personal de emergencias debe responder en cada escenario y las respuestas no son siempre obvias. Es necesario realizar algo de “labor detectivesca” para asegurarse que ninguna pista sea perdida o un manejo inapropiado sea instaurado. La clave es el abordaje sistemático del paciente!. Usted debe categorizar el paciente no solo por el mecanismo de la lesión o la naturaleza de la enfermedad, sino también por algunos indicadores clínicos que determinan si el paciente se encuentra fisiológicamente estable (normal) o inestable (anormal). El paciente inestable requerirá intervención inmediata y un plan de manejo mucho más rápido y agresivo. Dicha categorización permitirá manejar inmediatamente las condiciones que amenazan la vida antes de proceder a un diagnostico etiológico preciso. Una vez esas condiciones sean manejadas efectivamente se procederá con el resto de la evaluación para intentar determinar la causa actual de la condición del paciente. La valoración de un paciente con patología médica es un poco diferente a la valoración de un paciente traumatizado. El paciente con trauma se presenta típicamente con signos observables de lesión. Así cuando se valora a un paciente en quien sospecha trauma, se inspecciona y se palpa buscando signos de lesión. Los signos son generalmente objetivos y pueden ser bien documentados; de tal manera, la información proviene mas del examen físico que de la queja principal o de la historia clínica. Por el contrario, en el paciente con patología médica, la evidencia generalmente no es tan obvia. La condición se puede correlacionar más con la queja del paciente que con los signos de la condición. Por esta razón, en el paciente con patología no traumática, el interrogatorio y la historia clínica generalmente tienen prevalencia sobre el examen físico. Sin embargo, signos físicos objetivos pueden revelar la severidad de la condición. Así, se debe observar la queja del paciente y los hallazgos al examen físico como un todo (como componentes interrelacionados) para desarrollar una efectiva impresión general y un plan de manejo de urgencias. Un paciente con patología medica que no responde o presenta estado mental alterado y no puede proveer la información necesaria para orientar su valoración y tratamiento es un problema que se puede prestar para confusión. En este paciente usted se debe basar en los hallazgos al examen físico más la información brindada por la familia o testigos para recoger evidencia de la condición sospechada y de su severidad. Es imperativo que inicialmente, se focalice en identificar y manejar las amenazas inmediatas para la vida sin tener en cuenta las posibles causas de estas condiciones. Por ejemplo, si se presenta apnea en un paciente asmático exhausto o uno que ha presentado un evento cerebrovascular (ECV), usted debe identificar rápidamente la apnea y comenzar a ventilar al paciente. No es necesario identificar el asma, ECV u otra causa antes de intervenir. En resumen, inicialmente realiza un procedimiento basado en la valoración del paciente (identifica y corrige condiciones que amenacen la vida), contrario a un abordaje basado en el diagnostico (identificando y tratando la causa desencadenante). Una vez las condiciones que amenazan la vida están bajo control, la historia medica y los hallazgos al examen físico aportarán claves para formular una impresión diagnostica según el motivo de consulta. Si no se maneja la vía aérea o la ventilación del paciente desde el inicio de la valoración, pero se administran medicamentos para corregir la condición de base del paciente, se puede incurrir en omisiones graves que tal vez sean fatales. MEDIDAS DE PROTECCIÓN UNIVERSAL El personal que labora en los servicios de urgencias debe proceder frente a cada paciente como si se tratara de una fuente potencial de contaminación. Sin lesionar la dignidad ni asumir actitudes despectivas la valoración y contacto del paciente con patología médica no traumática y el contacto con él deben ir precedidos del uso disciplinado de medidas universales de protección. El vómito, la saliva, la materia fecal, la orina, el sudor, las lágrimas, el líquido sinovial, el líquido pleural, el líquido amniótico, el líquido cefalorraquídeo son sustancias corporales potencialmente infecciosas. No deben escatimarse esfuerzos para que la disciplina de protección sea una realidad permanente en los servicios de emergencia. Recomendamos en general: Guantes. Protección ocular. Mascarilla convencional. Mascarillas de alta eficiencia en caso de manejar pacientes con posible tuberculosis. Bata impermeable: cuando exista riesgo de contaminación de las ropas. COMPONENTES DE LA VALORACION MÉDICA La valoración médica comprende varios componentes que están integrados dentro del abordaje sistemático del paciente. Los componentes son: Valoración inicial Historia clínica y examen físico focalizados Examen físico detallado Valoración continua Cada contacto con un paciente requiere una valoración inicial, historia clínica y examen físico focalizado, un examen físico detallado y una valoración continua. Por otro lado, como será discutido más adelante, el examen físico detallado es de uso limitado en muchos pacientes con patología médica y debe ser realizado solo si el tiempo y la condición del paciente lo permiten. Cada componente tiene un propósito especifico para obtener información del paciente y dirigir el cuidado medico de urgencias. En general los propósitos de la valoración del paciente son: Categorizar el paciente como lesionado o enfermo: Esta información es obtenida por la impresión general que usted realiza durante la observación inicial. Es trauma o no es trauma. Identificar y manejar amenazas inmediatas: Condiciones médicas amenazantes para la vía aérea, ventilación o circulación pueden llevar un paciente a la muerte. La valoración inicial esta diseñada para identificar esas amenazas. Determinar el estado prioritario del paciente: Al finalizar la valoración inicial debe determinar el estado prioritario del paciente (altamente prioritario o si puede emplear más tiempo con el paciente). La valoración y el cuidado de urgencia deben continuar en cualquiera de las dos condiciones. Obtener la historia del paciente: Vital para la valoración de un paciente con patología no traumática. La historia debe ser obtenida tan pronto como sea posible. Es imperativo recordar que la mayor parte de la información recabada para de la valoración y la atención inicial de urgencias es obtenida de la historia clínica. Realizar examen físico y toma de signos vitales: El examen físico y los signos vitales ayudarán a establecer la severidad de la condición del paciente. Los hallazgos en cada uno de estos parámetros pueden ser las únicas pistas de la condición en que se encuentra un paciente que no responde. Valorar otras condiciones que amenazan la vida: Use la información obtenida de la historia clínica y el examen físico para identificar cualquier amenaza para la vida adicional. Proveer cuidado medico avanzado y continúo: Su objetivo inicial es eliminar las condiciones amenazantes para la vida inmediatas. Sin embargo, a medida que progresa la valoración, se debe ir realizando un diagnostico diferencial (buscando pistas que lo ayuden a encontrar la causa desencadenante de la condición del paciente de otras etiologías con presentaciones similares). Basado en su impresión diferencial usted puede brindar cuidado avanzado de emergencias tales como farmacoterapia. Dicha impresión diferencial inicialmente estará cimentada en la información obtenida en la historia y el examen físico focalizados y el examen físico detallado. Monitorización continúa de la condición del paciente y valoración de la efectividad de sus intervenciones: La valoración continua esta diseñada para detectar los cambios en la condición del paciente y evaluar la efectividad del cuidado medico de urgencias que ha sido establecido. Comunicar y documentar información: La información obtenida en la valoración, de ser necesario, debe ser comunicada al personal de un hospital de mayor complejidad y precisamente documentada. NATURALEZA DE LA ENFERMEDAD La prioridad es categorizar al paciente como enfermo o como lesionado. Como se anotó anteriormente, el paciente con trauma usualmente exhibe signos objetivos de lesión, mientras que en el paciente médico estos signos pueden estar ausentes o ser muy sutiles. La diferencia dependerá en mayor medida del motivo de consulta y la historia del paciente. CRITERIOS DE ESTABILIDAD Y DE INESTABILIDAD Una vez se ha clasificado al paciente como traumatizado o médico, el siguiente paso en la valoración, será determinar si el paciente se encuentra fisiológicamente estable o inestable. El paciente fisiológicamente inestable, sin la intervención adecuada se deteriorará rápidamente. Por otra parte el estable no tiene amenazas para la vida inmediatas y se puede dedicar más tiempo a la valoración y al manejo. Por este motivo, al categorizar un paciente como estable o inestable hemodinámicamente brindará las bases para determinar los pasos venideros en la valoración y manejo. Dicha categorización ya esta establecida y se acepta la necesidad de valorar criterios críticos específicos que ya existen. La mayoría de ellos pueden ser hallados durante el abordaje inicial del paciente mientras se valora la vía aérea, la ventilación, la circulación y el sistema nervioso central. Cada criterio es un indicador de la pobre condición del paciente. Los indicadores de inestabilidad fisiológica son: Vía Aérea Sonidos obstructivos como ronquido, gorgoteo o estridor Obstrucción por vomito, secreciones, sangre o cuerpos extraños. Ventilación Apnea Frecuencia respiratoria menor a 8 respiraciones por minuto. Frecuencia respiratoria mayor a 30 respiraciones por minuto Patrón respiratorio irregular Ruidos respiratorios disminuidos o ausentes Movimiento de aire mínimo o no detectable Retracciones de los espacios intercostales, fosa supraesternal, espacios supraclaviculares y área subcostal. Circulación Pulsos centrales ausentes Pulsos periféricos ausentes Pulsos centrales o periféricos disminuidos Bradicardia Taquicardia Pulso irregular Color cianótico o pálido de las palmas, de la piel o las uñas. Piel fría y diaforética o moteada Sistema Nervioso Central No apertura ocular espontánea No orientado en el año Incapacidad para mover los dedos de los pies a la orden Ningún movimiento espontáneo o ninguna respuesta al dolor VALORACION INICIAL Diseñada para identificar y manejar lesiones que puedan amenazar la vida en la vía aérea, en la ventilación o en la circulación. Una lesión que puede amenazar la vida se define como aquella que puede llevar al paciente rápidamente al deterioro o la muerte dentro de un periodo de tiempo breve. IMPRESIÓN GENERAL Considere la condición general del paciente, la forma de hablar y la postura. La forma de hablar del paciente puede indicar el grado de compromiso cognoscitivo o la severidad de la dificultad respiratoria. Puede que lo que diga un paciente que tiene el estado mental alterado no tenga mucho sentido o puede que no hable para nada. Un paciente con dificultad respiratoria severa hablara con oraciones breves y fraccionadas con boqueo frecuente. La posición puede ser también un indicador de la severidad de la enfermedad. Si se identifica un paciente que esta sufriendo de dificultad respiratoria y se encuentra acostado, se pueden inferir varias posibilidades, una de ellas es que el paciente esta tan cansado de respirar forzadamente que ya no puede sostenerse en pie, probablemente requerirá ventilación inmediata a presión positiva; otra de ellas es que la dificultad respiratoria del paciente no es muy severa pues es capaz de tolerar el estar acostado. Además, posturas no propositivas tales como la flexión (decorticación) o la extensión (descerebración), pueden indicar un aumento de la presión intracraneana significativo secundario a un ECV o a otra lesión estructural. También puede notar olores anormales, color de la piel, vestimenta desarreglada y otras claves en la impresión general. Por ejemplo, el olor a bebidas alcohólicas puede explicar el estado mental alterado. De la misma forma un aliento con olor a acetona o a frutas lo harán sospechar de cetoacidosis diabética. Olores fétidos pueden indicar infección. La cianosis severa usualmente indica un compromiso pulmonar o cardiaco significativo, mientras que la palidez es típica de la hipoperfusión asociada a la perdida sanguínea y la depleción de volumen. La piel enrojecida indica una emergencia térmica u otra condición relacionada a vasodilatación significativa. CAUSA DE CONSULTA La causa de consulta es usualmente un síntoma (dolor torácico), un signo (diarrea con sangre), una función anormal (disartria), o una observación que se percibe (función mental alterada). En el paciente médico inconsciente, la causa de consulta es difícil de determinar, usualmente se debe confiar en la información de otros; es necesario preguntar de que se estaba quejando el paciente o como se estaba comportando antes de quedar inconsciente. La familia, los amigos y los testigos pueden proporcionar claves pertinentes acerca de la naturaleza de la enfermedad; Por ejemplo, testigos pueden indicar que el paciente se estaba quejando del "peor dolor de cabeza que ha tenido en su vida" antes de caer el piso. Información importante que de otra forma no estaría disponible, y enmarca el camino a seguir. IDENTIFICANDO QUE LAS AMENAZAS INMEDIATAS Es imperativo manejar prontamente cualquier alteración que se encuentre en el ABCD inicial, tal y como se describió previamente. Algunas amenazas comunes para el paciente médico que necesitan atención inmediata y manejo son: Una vía aérea comprometida con vómito, sangre, secreciones, la lengua y otros objetos o sustancias. Apnea o ventilación inadecuada. Ausencia de pulsos. Estado mental alterado RECAUDAR OTRA INFORMACIÓN Otra información que se recoge de rutina durante la impresión general incluye la edad del paciente, el género, y la raza aparente. Recordar que en algunas condiciones como en la anemia de células falciformes, hemofilia, o embarazo ectópico es importante considerarlas por su alto grado de relevancia. ESTABLECER PRIORIDADES Mientras se continúa con la historia y examen físico focalizado, examen físico detallado y valoración continua, los siguientes hallazgos deben hacerlo reconocer un paciente médico prioritario y considerar intervenciones agresivas: Dolor, sensibilidad, distensión o defensa abdominal. Dolor agudo en los flancos o en la región lumbar que no es músculo esquelético en un paciente mayor de 60 años. Sangrado gastrointestinal. Hematuria profusa. Hemoptisis abundante. Sibilancias. Estertores. Dolor torácico agudo en un paciente mayor a 35 años. Diaforesis inapropiada. Mareo en un paciente mayor a 65 años. Dolor de cabeza severo y algunos. Déficit motor agudo como disfagia, disfasia, parálisis o paresia en las extremidades o en la cara. Convulsiones. Sincope. Ahogamiento. Electrocución. Ingestión de cáusticos. Intoxicaciones. Sobredosis de medicamentos. Ausencia de pulsos en las extremidades. Ictericia. Edema agudo y severo en miembros inferiores. Rigidez de nunca ni otros signos meníngeos agudo. Trabajo de parto y parto inminente. Embarazo complicado. Sangrado vaginal propuso. Dolor escrotal agudo. Hematemesis. El estado de prioridad puede ser determinado en cualquier momento a través de la valoración. También, se puede categorizar un paciente como prioritario, y después determinar que la condición no ameritaba el estado de prioridad. Tenga en mente que la valoración es una aproximación continua y dinámica de la condición del paciente; puede cambiar en cualquier momento. Un ejemplo de un cambio drástico sería el paciente que solamente se queja de náuseas y debilidad y aparentemente no tiene ningún signo de inestabilidad fisiológica, pero repentinamente se vuelve apneico y sin pulsos. Este es un ejemplo extremo. Se debe estar preparado para reconocer y manejar los cambios en cualquier paciente, no importa qué tan severo o sutil sea. HISTORIA CLINICA Y EXAMEN FÍSICO FOCALIZADOS Una vez se haya completado la valoración inicial, el siguiente paso es llevar a cabo una historia clínica y un examen físico focalizado. Los tres principales componentes son: Recoger una historia. Realizar un examen físico. Tomar signos vitales. El orden en el cual estos pasos serán llevados a cabo será determinado por el estado mental del paciente. El paciente consciente, la historia será tomada como primera medida, seguido de un examen físico y de la toma de los signos vitales. En el paciente inconsciente o en aquel con estado mental alterado, el examen físico se realizará primero, seguido de la toma de signos vitales, y finalmente la recolección de una historia clínica. ENFERMEDAD ACTUAL La enfermedad actual es donde se explora la causa de consulta con más detalle. La nemotecnia OPQRST es una sugerencia que le ayudará a recordar las preguntas a seguir. Preguntas OPQRST Onset: Inicio Palliation/Provocation: Paliación/Provocación Quality: Calidad Radiation: Radiación Severity: Severidad Time: Tiempo Onset/Setting (Inicio/Origen): Determinar el tiempo de inicio síntomas. Pregunte por la fecha, el día y la hora, si el inicio fue gradual o repentino. Solamente con estos hallazgos puede descartar algunas condiciones. Como se mencionó anteriormente, también es importante saber que estaba haciendo el paciente, cuando iniciaron los síntomas. Hubo algún evento específico asociado con el inicio de los síntomas? Por ejemplo, "¿Qué se encontraba realizando cuando le apareció el dolor en el pecho?" El paciente puede responder "sentado en viendo las noticias" o "estaba jugando básquetbol". Cualquiera de las dos tendría significado importante. Establecer si este síntoma es un ataque agudo único o si ha pasado antes. Si a pasado antes, determinar si pasan diariamente, periódicamente o crónicamente, también preguntar si la vez que le dio en el pasado fue diagnosticado; Si el síntoma aún está presente, preguntar acerca de la progresión. Si el síntoma es peor, mejor o no ha cambiado. Palliation/Provocation (Paliación/Provocación): También llamado atenuantes/agravantes. Establecer que condiciones mejoran o empeoran la queja del paciente. Quality (Calidad): Para algunos, “Características”. La calidad es la percepción del dolor del paciente. Algunas descripciones frecuentes son, opresivos, desgarrantes, cólicos, punzantes, sordos, cortantes, aplastantes o tipo corrientazo. Tratar que el paciente describa la calidad del dolor y dejarlo anotado en la historia clínica. Radiation (Irradiación): Cuando se evalúe la localización, es necesario determinar si el dolor se irradia o permanece en un mismo sitio. Solicitarle al paciente, de ser posible, que señale con un dedo el sitio del dolor. El paciente puede quejarse de dolor referido. Severity (Severidad): También llamada intensidad. Se refiere a la severidad o que tanto le duele al paciente. Al ser el dolor una sensación netamente subjetiva, es necesario utilizar una escala con el fin de hacerlo lo mas objetivo posible. La más conocida es la Escala Visual Análoga (EVA), que califica el dolor de 1 a 10 siendo 10 el peor dolor. Si el paciente ha tenido este dolor en el pasado solicite que lo compare con ese episodio. Time/tiempo: La duración significa el período de tiempo que ha tenido el dolor. Preguntar, "desde hace cuánto tienen dolor?" y "cuánto duró cuando tuvo". También es importante determinar si el dolor es constante o es intermitente. Otra cosa que es importante preguntar junto con las preguntas del OPQRST son las siguientes: Síntomas asociados: los síntomas asociados usualmente se establecen haciendo preguntas directas. Puede intentar determinar que otros síntomas ha tenido el paciente que están directamente relacionadas con su condición actual. Para el paciente que se queja de dolor torácico, se indagará por síntomas como disnea, náuseas, mareo, debilidad, palpitaciones, entre otras. Si por el contrario, el paciente niega el síntoma, es bueno registrarlo como una respuesta negativa escribiendo "el paciente niega disnea y náuseas". HISTORIA MÉDICA PASADA Los antecedentes son muy importantes en la historia clínica y en ocasiones son la pista necesaria para llegar a un diagnostico asertivo. Buscar y documentar la información que sea pertinente a la condición actual. La sugerencia es utilizar la nemotecnia SAMPLE: Preguntas SAMPLE Signos y síntomas. Alergias. Medicamentos. Past (historia médica pasada) Last oral intake (última ingesta) Eventos previos a la enfermedad Signos y Síntomas: preguntar acerca de los signos y los síntomas que el paciente está experimentando en este momento o que experimentó antes de llegar a urgencias. Alergias: preguntar acerca de las alergias que el paciente tiene. Especialmente alergias a medicamentos, sin olvidar alimentos. Medicamentos: Identificar los medicamentos que toma el paciente sin importar si son o no ordenados por el médico; preguntar también si el paciente toma suplementos naturales. Imperativo averiguar por la adherencia al tratamiento. Por ejemplo, se trata de un paciente que está convulsionado activamente y quien tiene una prescripción de Carbamazepina, es importante investigar si el paciente toma el medicamento como se lo prescribieron, de no ser así, esta puede ser la etiología de la convulsión. De otro lado, el medicamento por sí mismo, o la interacción con otros medicamentos puede ser la causa de la condición. Past (Historia médica pasada): esta categoría incluye: Problemas médicos preexistentes o cirugías. Preguntar por enfermedades tales como enfermedad cardiaca, hipertensión, alteraciones respiratorias, diabetes o enfermedad cerebrovascular. Last oral intake (Última ingesta): Saber qué fue lo que comió o tomó el paciente puede ayudar a explicar el problema actual, por ejemplo un paciente diabético quien se olvidó de comer después de haber aplicado insulina. Además, es substancial conocer esta información si se requiere cirugía. Eventos previos a la enfermedad. Preguntar que estaba haciendo el paciente o que estaba sintiendo antes de enfermarse, por ejemplo si el paciente sufrió un dolor de cabeza severo repentino o si estaba realizando algún ejercicio. ESTADO DE SALUD ACTUAL Es trascendental tener en cuenta los hábitos personales del paciente y dilucidar si están directamente relacionados con la sintomatología actual. Los componentes a considerar cuando se valora el estado de salud actual del paciente son: Consumo de tabaco. Consumo de alcohol o drogas «legales o ilegales». Historia sexual o ginecológica. Dieta. Exámenes de tamizaje. Inmunizaciones. El ejercicio y actividades recreativas. Aspecto del paciente. VALORACIÓN MÉDICA FOCALIZADA En el paciente médico que responde, el siguiente paso después de la historia será la valoración médica focalizada también conocida como examen físico focalizado. Obviamente será orientado según información recogida de la historia. Si la causa de consulta del paciente es dolor abdominal, debe enfocarse en identificar signos de abdomen agudo u otra condición médica que puede estar relacionada con el dolor. Lo anterior no significa que se deba desarrollar visión en túnel y valorar solamente el abdomen. También se debe valorar otros sistemas corporales relacionados. Recordemos que existen condiciones respiratorias y cardiacas que se pueden presentar como dolor abdominal. Las técnicas utilizadas en el examen físico focalizado son las correspondientes a la semiología propedéutica, el arte del examen físico. De todas formas, sólo serán utilizados algunos componentes del examen, aquellos que son relevantes para la queja de paciente. EXAMEN NEUROLÓGICO Cuando se atienden pacientes con sospecha de lesión neurológica sea un paciente consciente, con alteración del estado mental o inconsciente, es necesario realizar un examen neurológico más detallado. Para el personal de urgencias más experimentado la valoración no debe tomar más de 60 segundos. Determinar el estado mental del paciente utilizando la escala de coma de Glasgow. También es importante valorar la orientación del paciente, la memoria a corto plazo, la atención, el lenguaje y el cálculo. Sin embargo, en ocasiones no es práctico hacer todo esto, pero algunos parámetros pueden brindar información importante acerca del estado mental del paciente: Está orientado en tiempo y lugar? Puede entender por qué fue llevado a urgencias? Puede entender su interés por su condición médica? Puede explicar los riesgos si se rehúsa al tratamiento? Hacer que el paciente responda o demuestre entendimiento de estas preguntas proporcionará información gruesa acerca del estado mental del y demostrara el déficit potencial. Mientras el paciente está contestando, evalúe su habla en busca de disartria, gramática y vocabulario. El habla le indica la función cerebral y de los nervios craneales. SIGNOS VITALES Los signos vitales básales deben ser evaluados luego de la valoración médica rápida o el examen físico focalizado. Respiración Pulso Presión arterial Temperatura Pupilas Características de la piel Si el paciente es considerado como estable, valore los signos vitales cada 15 minutos. En el paciente inestable, debe hacerse cada 5 minutos. MANEJO DE EMERGENCIA Gracias a la información que se acopió de la causa de consulta, la historia, el examen físico y los signos vitales se debe proporcionar un manejo de emergencia. Esto puede incluir terapia farmacológica y no farmacológica. Intervenir en el momento apropiado depende de su habilidad como clínico para establecer prioridades y reconocer condiciones que requieren al tratamiento. EXAMEN FÍSICO DETALLADO El propósito es identificar las lesiones o condiciones que no amenazan la vida y manejarlas adecuadamente. Este examen permite enfocarse en los hallazgos que contribuirán a desarrollar un diagnóstico diferencial. Sin embargo ya que la mayoría de las valoraciones de los pacientes son basadas en la queja principal y la historia y no en los signos que se presentan, un examen físico detallado en el paciente médico es de utilidad limitada. En el paciente con trauma, donde la mayoría de la información necesitada para formar una impresión diagnostica y para el manejo es obtenida por el examen físico, el examen físico detallado se convierte en la herramienta más importante. Así, el examen físico detallado es realizado generalmente en el paciente que ha sufrido trauma y no en el paciente que presenta una condición médica. En cualquier caso un examen físico detallado debe ser realizado solamente cuando hay tiempo disponible y la condición del paciente lo permite. VALORACIÓN CONTINUA Los propósitos de la valoración continua son determinar cualquier cambio en la condición del paciente y valorar la efectividad de sus intervenciones. Debe revalorar continuamente al paciente, sin importar el nivel de respuesta o lo crítico que se encuentre. Es necesario si el manejo brindado ha sido efectivo o no y obtener evidencias de deterioro o mejoramiento de la condición general del paciente. La clave en el manejo del paciente con patología médica es valorar, intervenir, revalorar, intervenir, y así sucesivamente. Las intervenciones deben ser seguidas por una revaloración, la cual es la valoración continua. En el paciente estable, debe ser realizada cada quince minutos, mientras que en el paciente inestable debe ser realizada cada cinco minutos. Los pasos en la valoración continua son: Repetir la valoración inicial Revalorar y registrar signos vitales Repetir la valoración focalizada para quejas adicionales Verificar las intervenciones RESUMEN La información obtenida de la valoración del paciente es el bastón principal en proveer un cuidado de emergencia temprano y efectivo. En el paciente con patología médica, la información obtenida por la queja principal y la historia clínica es generalmente más útil para guiar el abordaje que la información obtenida con el examen físico. El objetivo en la valoración es identificar y manejar todas las condiciones que amenazan la vida inmediatamente durante el abordaje primario y el examen físico focalizados, sin importar la causa exacta del problema, buscando indicadores de inestabilidad fisiológica. También debe obtener información adicional para realizar juicios sobre la etiología de la condición que sirvan como base para un tratamiento de emergencia más especifico. Igualmente el clínico se desplaza entre un formato basado en la valoración focalizada, en la identificación y manejo de condiciones que amenazan la vida inmediatamente, en vez de realizar procedimientos tendientes hacia el diagnóstico específico. La revaloración es vital e involucra monitorización continua de los cambios en la condición del paciente, identificando cualquier desarrollo de alguna condición amenazante para la vida y monitorizando el equipo y verificando intervenciones en el manejo del paciente. También durante la revaloración, cambios en la condición del paciente, vistos como mejoría o deterioro son determinantes y deben ser registrados. BIBLIOGRAFÍA 1. Semiología Medica,. Celsus. Ricardo Cediel Ángel. Cuarto Edición. 1996. 2. Semiología medica y técnica exploratoria, Masson S.A . Juan Suros Batllo, Antonio Suros Batllo. 7ª. Edición. 1987. 3. Advanced Medical Life Support. A practical approach to adults medical emergencies. Dalton; Limmer y otros. New Jersey: Prentice Hall. Tercera edición. 2006. 4. Respiratory Phisiology. West, Jhon. Washington: Lippincott Williams and Wilkins. Séptima edición. 2004. 5. Emergencias y urgencias en medicina interna. Mizrachi, Matilde; Moreno, Carlos. Colombia: Catorce. 2002. 6. Advanced Cardiovascular Life Support. Manual Para proveedores. Cummins, Richard; Field, Jhon; y otros. American Heart Association. 2002. 7. Sabiston Textbook of Surgery. Evers, Mark; Townsend, Courtney; Beauchamp, Daniel. Philadelphia: Elsevier. 17 edición. 2004. 8. Textbook of Medical Physiology. 11 edición. Guyton, Arthur; Hall, Jhon. Philadelphia: Elsevier. 2006. 9. Principles of Internal Medicine, Harrison, Tinseley Randolph. Dennis L; Kasper y otros. 16a Ed. New York: Mc Graw Hill. 2005. 10. Trauma, Abordaje inicial en los servicios de urgencias. Laureano Quintero Barrera, MD, 4a Ed, 2008. 11. Reanimación Cerebrocardiopulmonar Asuntos Críticos, Laureano Quintero, MD. 2005. 12. Medicina Prehospitalaria, terrorismo y medicina de desastres, Laureano Quintero Barrera. MD, 2005. 13. Circulation Guías AHA Guidelines for CPR and ECC. 2005. 14. Quintero Laureano. Aproximación inicial al paciente no traumatizado en el servicio de urgencia In: Quintero Laureano. Situaciones criticas en medicina de urgencias. Cali: Publicaciones Salamandra; 2006. pág. 17-24.