6.1 LA CONTAMINACIÓN DE LOS OCÉANOS

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LA CONTAMINACIÓN DE LOS OCÉANOS
El 70% de la población mundial vive en zonas costeras, y aunque las aguas cercanas a la costa
representan sólo un 0,5% del volumen de agua de todos los océanos, constituyen el hábitat de la
mitad de los bancos de pesca mundiales. A medida que aumenta el número de personas que
reside en zonas costeras, aumenta también la posibilidad de dañar este hábitat.
Las causas del deterioro del hábitat costero son la deforestación, los vertidos químicos
industriales, fertilizantes y pesticidas, vertidos de petróleo, aguas residuales y la
sobrexplotación pesquera. Gran parte de los manglares costeros de todo el mundo, que
proporcionan zonas críticas de desove y contribuyen a prevenir la erosión, se han talado para la
obtención de leña o para la cría de camarones. Los arrecifes de coral situados en las costas de
numerosos países están disminuyendo debido a la erosión del suelo provocada por la
deforestación, el vertido de aguas residuales y la contaminación de productos químicos
agrícolas e industriales.
Muchos países realizan vertidos de residuos industriales en las aguas costeras de forma
intencionada y como consecuencia de prácticas rutinarias. De hecho, sólo un 12% del petróleo
que se vierte en el mar se debe a accidentes de petroleros. El resto proviene de fuentes naturales
y vertidos "normales" asociados con la carga del petróleo en los petroleros y la limpieza en el
mar de los tanques de almacenamiento. Los vertidos de petróleo en el Mar Mediterráneo
equivalen a 17 vertidos del Exxon Valdez cada año (el Valdez es un petrolero que naufragó en la
Prince William Sound de Alaska en 1989, vertiendo más de 39 millones de litros en el mar y el
litoral).
En el invierno de 1987-1988, cuando el mar arrojó 700 delfines mulares muertos en las playas
de la costa este de los Estados Unidos, estaban tan contaminados con PCBs (policlorobifenilos)
que tuvieron que hacer frente a las directrices del gobierno federal sobre riesgos de residuos
tóxicos. Un ejemplo de otra región del mundo: en 1993 Rusia admitió que el gobierno de la
antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas había arrojado 18 reactores nucleares al Mar
de Kara, emitiendo 2,5 millones de curios de radioactividad.
El vertido de aguas residuales también supone una importante amenaza para las aguas costeras.
Más de 2.600 playas se cerraron en Estados Unidos en 1992 debido a la contaminación
producida por las aguas residuales. Atenas, capital de Grecia, con una población urbana de 3,10
millones de personas, es una más de las numerosas ciudades que vierten aguas residuales
municipales no tratadas en el mar. Estos residuos son perjudiciales ya que "fertilizan" el agua y
favorecen el crecimiento de gigantescas algas que agotan el oxígeno del agua y destruyen la
mayor parte de la vida marina. La marea roja, un fenómeno tóxico causado por la proliferación
de algas en este rico medio ambiente, mata regularmente peces, mamíferos marinos y, en
ocasiones, personas que consumen mariscos contaminados. Entre 1985 y 1990, Massachusetts
perdió la mitad de sus bancos de almejas debido a la contaminación relacionada con las aguas
fecales.
En la actualidad, las naciones de todo el mundo están trabajando para disminuir el deterioro de
los hábitats marinos costeros. La mayoría de las ciudades de Estados Unidos, por ejemplo, han
dejado de arrojar desperdicios al mar. Por otra parte las naciones pesqueras han llegado a un
acuerdo provisional para establecer un santuario polar para ballenas alrededor de la Antártida,
un refugio permanente para este mamífero marino que se ha visto particularmente afectado por
la contaminación marina.
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