2. descripción de los pasivos ambientales

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LA EVALUACION AMBIENTAL TERRITORIAL DE LOS PASIVOS
AMBIENTALES EN EL PERU
1.0 INTRODUCCIÓN
De acuerdo con la Constitución Política del Perú, es obligación del
Estado Peruano prevenir y controlar la contaminación ambiental, porque
todos sus ciudadanos tienen el derecho de gozar de un ambiente
equilibrado y adecuado para el desarrollo de su vida.
El Ministerio de Energía y Minas, con el objetivo de prevenir y
controlar la contaminación ambiental, y de acuerdo al Código de Medio
Ambiente que la faculto como autoridad en esta materia, ha implementado
las siguientes políticas:
i.
Para evitar la contaminación causada por el desarrollo de nuevas
actividades, se exige un “Estudio de Impacto Ambiental”(EIA), que
garantice el desarrollo de operaciones con efluentes de características
debajo de los límites máximos permisibles (LMP) y construcciones
estables físicamente.
ii.
Para las operaciones mineras que se encontraban en marcha en 1993,
se les otorgó un plazo de cinco años para adecuarse a las nuevas
normas ambientales, reduciendo los contenidos peligrosos de sus
efluentes a niveles debajo de los LMP, así como también tuvieron que
asegurar la estabilidad física y química de sus depósitos de residuos
(relaves, desmonte). Para tal fin debieron presentar un “Programa de
Adecuación y Manejo Ambiental” (PAMA).
iii.
Las operaciones que fueron abandonadas antes de la entrada en
vigencia de éstas normas ambientales, y que estaban generando
contaminación, fueron denominadas “Pasivos Ambientales”, y están
siendo estudiadas, a nivel de cuencas y distritos, para identificar la
solución de los problemas que presentan y priorizar la ejecución de los
proyectos de remediación, en función de los efectos negativos que están
ocasionando.
2. DESCRIPCIÓN DE LOS PASIVOS AMBIENTALES
Un diagnóstico de los “Pasivos Ambientales” generados por las
operaciones abandonadas mineras, fue ordenado por el Ministerio de
Energía y Minas en el periodo 1996-1999, que concluyeron en una serie de
estudios de “Evaluación Ambiental Territorial” (EVAT) de las principales
cuencas y zonas del país. Asimismo, desde el 2000 a la fecha se están
realizando inventarios de minas inactivas de varios departamentos.
Estos estudios comprenden un inventario de las fuentes de
contaminación al nivel de toda la cuenca y de los riesgos potenciales que
conllevan. En los casos de minas abandonadas en las que no pueda
atribuirse la responsabilidad ambiental a una persona natural o jurídica, se
ha planteado los proyectos de mitigación al nivel de ingeniería conceptual.
Han sido concluidos los EVATs mineros de 16 cuencas, asimismo, se
ha elaborado un EVAT de las cuencas petrolíferas de los ríos Tigre y
Pastaza.
En la cuenca del Rio Santa se realizaron los estudios de ingeniería
básica de ocho proyectos de rehabilitación ambiental. Uno de ellos, por el
grado de contaminación que genera hacia una ciudad cercana fue
elaborado a nivel de ingeniería de detalle. Estos estudios contaron con
financiamiento de la Cooperación Andina de Fomento (CAF).
Las conclusiones generales de los EVATs fueron:
-
Todas las zonas investigadas en los EVATs están impactadas por
los efectos ambientales causados por la minería y actividades
conexas, en diferentes grados de intensidad y magnitud.
-
La actividad minera ha generado grandes volúmenes de residuos
(desmonte, escorias y relaves).
-
Se observa una marcada inestabilidad geotécnica en los
depósitos de relaves y desmonte abandonados, con el riesgo
potencial de colapso ante un evento sísmico, que impactaría
centrales hidroeléctricas, vías de transporte, sistemas de riego y
abastecimiento de agua.
-
Erosión de la superficie de estos depósitos por acción pluvial y
eólica.
-
Fisuración de estructuras geológicas por las características
propias de las rocas y movimientos sísmicos.
-
Alteración del nivel freático del distrito minero.
-
Drenaje ácido con metales en solución, derivado de la presencia
de abundante pirita expuesta al aire y la humedad.
-
Reacciones físico-químicas no deseadas en procesos
hidrometalúrgicos que incrementan la contaminación de los
efluentes por iones disueltos e inestables que alteran la calidad
de las aguas superficiales con la presencia de As, Cu, Zn, Fe y
cianuro, y en algunos casos, Hg, sin embargo, las características
geológicas del lecho y las condiciones ambientales de algunos
ríos favorecen la precipitación de metales en forma de hidróxidos
y oxi-hidróxidos, los que reduce las cargas de metales disueltos
en las aguas.
-
Afectación de la vida acuática en los ríos, causando su
desaparición en muchos de ellos.
-
Contaminación de suelos por descarga de desechos industriales
(aceite, grasas, combustibles y otros productos químicos). En
algunos casos hay acidificacion de suelos.
-
Contaminación de cuerpos de agua por descarga de residuos
sólidos y aguas servidas de campamentos y poblados.
Frecuentemente, hay una combinación de pasivos ambientales de
origen geotécnico y geoquímico, como la inestabilidad de los depósitos de
desmonte y de relaves, la que se agrava porque la mayoría de centros
mineros se encuentran ubicados en zonas de alta sismicidad. Los pasivos
geoquímicos están referidos al drenaje ácido de roca de desmonte, de
relaves y de bocaminas, así como a la erosión y descargas de relaves a los
cursos de agua.
Las cuencas más seriamente afectadas son las de los ríos Rímac,
Mantaro, Pisco, Madre de Dios, Llaucano, Santa y Alto Huallaga.
Se considera a la cuenca del río Rímac, como una de la prioritarias
a solucionarse, debido al gran número de minas inactivas sin obras de
remediación construidas, la alta densidad de población en la parte baja de
la cuenca, la importancia de esta en el suministro de agua y energía a Lima
y la infraestructura de transporte que comunica la capital con el interior del
pais, ante el eventual riesgo de deslizamiento de los depósitos de relaves
ubicados a lo largo de las principales carreteras.
El impacto ambiental en la cuenca del río Mantaro es de magnitud
similar a la del Rímac, con la diferencia de que las mas importantes fuentes
de contaminación cuentan con programas de remediación, aunque también
el número de minas inactivas es importante, once de las cuales requieren
medidas de rehabilitación.
La topografía abrupta que caracteriza esta cuenca se manifiesta en
la escasez de áreas adecuadas para la construcción de depósitos de
relaves lo que ha conducido en la práctica a descargar relaves directamente
a los ríos, como en el caso de la mina Cobriza que lo hace al río Mantaro.
La inadecuada ubicación de los depósitos de relaves y de desmonte,
los taludes empinados y el deficiente manejo de agua de escorrentía son
las principales causas de la erosión de los suelos en esta cuenca, que se
traduce en una descarga contaminante de sólidos en los cuerpos de agua.
Asimismo la deficiente práctica de manejo de agua sumado a la
presencia de sulfuros en los relaves y roca de desmonte contribuyen a la
generación de drenaje ácido de roca (DAR), fenómeno que es común en los
asientos mineros de esta cuenca.
En la cuenca del río Moche, la zona con mayor impacto ambiental
corresponde al antiguo distrito minero de Quiruvilca, que con la ejecución
del PAMA por la actual empresa propietaria se ha alcanzado una mejora
sustancial en la calidad de las aguas.
La situación es similar en la cuenca del río Parcoy, en la que no hay
minas inactivas y las empresas mineras de la zona que conducen
operaciones auríferas están han culminado sus PAMAs.
El mayor pasivo ambiental individual corresponde a la destrucción de
la selva amazonica ocasionada por la explotación mecanizada, en gran
parte informal, en las operaciones auríferas aluviales en los ríos Caychive y
Huepetuhe, en la cuenca del río Madre de Dios. Los principales
problemas ambientales aquí son la deforestación, la descarga de sólidos en
suspensión a los ríos y el inadecuado manejo del mercurio.
La rehabilitación de las áreas afectadas en la cuenca del río Madre
de Dios, ha sido planificada sobre la base de consultas publicas con los
dueños de las tierras, los pobladores de la zona y los gobiernos locales.
Estos trabajos han conducido a fomentar nuevos usos de los suelos, que
puede comprender una nueva topografía del terreno para adecuarlo al uso
forestal y agropecuario o como área de recreo.
Esta recuperación de tierras ha comenzado con una reforestación a
escala piloto con especies nativas capaces de desarrollarse en terrenos
pobres en nutrientes y materia orgánica, para lo cual se ha diseñado y se
está conduciendo un vivero en Huepetuhe, en el marco del convenio de
cooperación con la Agencia Brasileña de Cooperación – ABC. Esta
reforestación piloto servirá para optimizar el diseño del proyecto y tener un
efecto demostrativo de sus beneficios para la población local.
3.0 INVERSIÓN NECESARIA PARA REHABILITACIÓN
Las principales medidas de mitigación comprenden principalmente:

Estabilización de taludes y control de la erosión en depósitos
de relaves y desmontes.

Taponeo de bocaminas, y

Tratamiento de drenaje ácido.
El monto estimado a la fecha, según los EVATs elaborados, de los
proyectos de remediación para resolver los pasivos ambientales asciende a
US$185 millones de dolares.
4.0 FINANCIAMIENTO PARA LA REHABILITACIÓN
Los recursos económicos para emprender las tareas de remediación
son ingentes, y supera las posibilidades presupuestales del Ministerio de
Energia y Minas. Por otro lado, los titulares de la mayoría de las
concesiones mineras no estarían en condiciones de afrontar los costos de
los estudios y obras necesarios, porque no tienen ingresos debido a la
paralización de sus operaciones desde hace muchos años.
Se requiere entonces un apoyo técnico y económico externo para
emprender los proyectos de rehabilitación y puesta en valor de su
patrimonio que permitirán recuperar la calidad de las aguas y suelos
afectados y evitar que sigan acentuándose los efectos negativos, asi como
tambien aprovechar los recursos patrimoniales geomineros.
Para la rehabilitación de las áreas afectadas por minas abandonadas
se esta estudiando utilizar los fondos internacionales de canje de deuda por
medio ambiente, donaciones de organizaciones internacionales de
cooperación y fondos administrativos propios del FONAM (Fondo del
Ambiente).
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