ISSN: 1688–5198 CARTA VOLUMEN 3 NÚMERO 1 AÑO 2010 Carta geriátr. gerontol. (Montev.) Geriátrico Gerontológica PUBLICACIÓN OFICIAL DE LA SOCIEDAD URUGUAYA DE GERONTOLOGÍA Y GERIATRÍA Contenido | Educación Geriático Gerontológica Continua | | artículo de revisión | Reflexiones y aportes | Conceptos prácticos | enlaces y eventos | 1. 2. 3. Valoración clínica del anciano. EXAMEN FÍSICO (3) O. López Locanto 4 Las transformaciones familiares y sus12 repercusiones en la vejez T. Dornell El anciano en el Servicio de Urgencia 15 O. López Locanto Enlaces en Geriatría 22 Eventos de Interés 22 Autoridades de la SUGG Presidenta Honorífica: Dra. Hilda Martínez Camusso. COMISIÓN DIRECTIVA. Presidente: Dr. Fernando Botta. Vicepresidenta: Dra. Doris Baccino. Secretaria General: Dra. Graciela Acosta. Prosecretaría: Dr. Gustavo Arioli. Tesorera: Dra. Myriam Barreto. Vocales: Dra. Rosalía Panza, Dra. Rossana Quintán, Dr. Fernando Trianón. Delegada Gerontólogos: Psic. Ana Charamelo. Delegada de Postgrados: Dra. Lydia Griskevicius. COMISIÓN FISCAL. Dr. Luis Broquetas, Dr. Clever Nieto, Dr. Alberto Sosa. Carta Geriátrico Gerontológica. Director: Dr. Oscar López Locanto. Carta Comité Geriátrico de Revisión: Gerontológica Dr. Luis Broquetas, 2010; Dr.4(1): Fernando 1–24 Botta 3 ARTÍCULO / REVISIÓN PARTE III. Valoración clínica del anciano. Examen físico (3) O. López Locanto Dr. Oscar López Locanto Ex Asistente de Medicina Interna Asistente del Departamento de Geriatría PARTE IV. Valoración de la movilidad en el adulto mayor. Estática, equilibrio y marcha Cada vez toma mayor importancia la movilidad como elemento clave que permite la realización exitosa de las actividades de la vida diaria. El movimiento es un componente esencial en la vida del adulto mayor, pues todos sus sistemas corporales funcionan con mayor eficacia cuando está activo. La pérdida de la capacidad de marcha y equilibrio es indicador de alto riesgo para la salud del individuo. La detección temprana de incapacidades en el área motriz posibilita la intervención rehabilitadora. Es claro que el examen neuromuscular estándar es insuficiente para valorar movilidad y se requiere una evaluación directa para identificar problemas de marcha, equilibrio, capacidad de traslado y función articular. Por esta razón, surgieron hace algunos años las medidas de evaluación basadas en la ejecución (performance–based–meassures); como complemento de las escalas tradicionales de las actividades básicas de la vida diaria para la valoración funcional del anciano. Las medidas de evaluación basadas en la ejecución constituyen un excelente complemento a las pruebas de autopercepción de capacidad funcional (ABVD, AIVD) 4 que se realizan en medios clínicos. No pretenden sustituirlas sino complementarlas y brindar mayor información sobre el estado general del adulto mayor. Las medidas de evaluación basadas en la ejecución (MEBE) de función física, se definen como pruebas en las cuales a un individuo se le pide que realice una tarea específica y se evalúa de manera objetiva, sistematizada y uniforme, mediante criterios predeterminados, como el número de repeticiones o el tiempo de duración de la actividad. Estas escalas buscan detectar, por lo general, en medios clínicos, la presencia objetiva de alteraciones en alguno de los componentes de la capacidad física (traslado, movilidad, equilibrio, fuerza muscular, marcha) que son claves para ejecutar diversas tareas que componen las actividades básicas de la vida diaria. No existe una clasificación estandarizada de las medidas de evaluación basadas en la ejecución; se han propuesto más de 30 pruebas diferentes. Una clasificación práctica de las MEBE las divide en: medidas de equilibrio o balance, de marcha, de traslados y las compuestas o baterías de evaluación. Carta Geriátrico Gerontológica 2010; 4(1): 1–24 Medidas de balance o equilibrio Son las más antiguas que se conocen, muchas de ellas forman parte del examen físico convencional (prueba de Romberg, equilibrio estático y dinámico). Evalúan el balance sentado y en posición de pie. Actualmente las más utilizadas son: la prueba de Romberg modificada, el alcance funcional y el tiempo de estancia en una pierna. Medidas de marcha Son las menos numerosas de las MEBE, puesto que la valoración de la velocidad de la marcha ha sido la prueba utilizada por excelencia; es una de las MEBE más simple, de fácil realización e interpretación y es un excelente factor de predicción de deambulación y movilidad que podría llegar a ser, en un futuro próximo, el patrón de oro de la capacidad funcional. Medidas de traslado Estas medidas evalúan fundamentalmente la capacidad de incorporarse de la cama o la silla para iniciar la marcha; la más utilizada es la incorporación de la silla. PARTE III. Valoración clínica del anciano. Examen físico (3) ARTÍCULO / REVISIÓN O. López Locanto Medidas compuestas Se han propuesto alrededor de una docena de baterías de MEBE que incluyen varias de las tareas simples ya mencionadas. Las dos más populares son la escala de equilibrio y marcha de Tinetti (POMA) y la prueba de Mathías (Get Up and Go). Medidas de balance o equilibrio El test de Romberg progresivo o modificado (Romberg, semitandem y tándem durante 10 segundos, con los ojos abiertos y cerrados) ha mostrado una buena correlación con el riesgo de caídas. Sólo se realiza si el sujeto puede mantener la bipedestación. Se evalúan cuatro posiciones con los ojos abiertos y cerrados de menor a mayor dificultad: pies separados, pies tan juntos como pueda, la punta del pie dominante al lado del talón del pie no dominante (semi–tándem) y un pie tras otro en línea recta. Con el pie dominante detrás (tándem) se valora la capacidad de mantener cada posición durante 10 segundos. Se hace con los ojos abiertos. No se permiten personas que ayuden o colaboren y los brazos pueden estar en cualquier posición. Se debe hacer demostración. Se evalúa la capacidad de mantener cada posición durante 10 segundos. En caso de fallar una posición en cualquier momento (inestabilidad considerable), se suspende la prueba. Se da un punto por asumir y mantener al menos 10 segundos cada posición, para un total de 4 puntos. El OR para 2 o más caídas es de 1.6, 3.4 y 4.4 para quienes mantienen con los ojos abiertos solo el semitandem, solo el Romberg o ninguno, respectivamente, y 2.6, 4.8 y 7.5 para quienes lo hacen con los ojos cerrados. Carta Geriátrico Gerontológica 2010; 4(1): 1–24 5 ARTÍCULO / REVISIÓN PARTE III. Valoración clínica del anciano. Examen físico (3) O. López Locanto Alcance funcional Antes de iniciar la prueba es necesario fijar el metro en la pared, a la altura del hombro del examinado y en sentido horizontal. Se le pide que estire el brazo dominante hacia delante (no arriba) que se incline tanto como pueda con el puño cerrado y sin mover los pies. Si la persona mueve los pies o intenta dar un paso, la prueba se descarta y se realiza de nuevo, se realzan dos intentos y se registran. La medida se toma teniendo en cuenta los nudillos y no las interfalángicas. Se establece la diferencia entre la medida final y la inicial y el resultado es el alcance del paciente. Los ancianos con menos de 20 cm de alcance funcional tienen mayor probabilidad de haber sufrido una caída recidivante (dos o más) en el año anterior. El tiempo de estancia en una pierna mide los segundos que un sujeto es capaz de mantener el equilibrio en una sola pierna con la otra flexionada. Una estancia menor de 5 segundos es un factor de riesgo para caídas con lesiones. Es más, los sujetos con ese bajo rendimiento, tienen mas probabilidades de presentar un mal estado de salud física. Medidas de marcha Velocidad de la marcha Se ejecuta un solo intento. Se le pide al paciente que camine a paso normal un distancia de 7 metros. Se registra el tiempo utilizado en caminar 6 metros en segundos y el número de pasos dados en la misma distancia; se realiza un solo intento y se observa si requiere ayuda (bastón, andador, muleta) o asistencia (por una o dos personas). Se recorren 7 metros pero se registran el tiempo en recorrer 6, para evitar distorsiones provocadas por 6 Carta Geriátrico Gerontológica 2010; 4(1): 1–24 PARTE III. Valoración clínica del anciano. Examen físico (3) ARTÍCULO / REVISIÓN O. López Locanto los cambios al iniciar y terminar el recorrido. Además se debe registrar si la marcha fue suspendida, a qué distancia y la razón para la suspensión. El valor de corte si bien sigue siendo motivo de debate se fija en 0.65 metros/seg; por debajo del mismo es un excelente valor predictivo negativo para deterioro de la movilidad. Medidas de traslado Incorporarse de una silla Se registra el tiempo requerido para alcanzar la posición de pie desde la posición sentado, con los brazos cruzados. Se toma el tiempo desde el momento que se inicia la acción de incorporarse con los brazos cruzados o si no puede mantener los brazos cruzados puede utilizar alguna ayuda como bastón, andador, muleta u otra persona, hasta que se levanta y queda en posición estable. Se hacen dos intentos y se registran. Antes de realizar la prueba hay que hacer una demostración para asegurarse que el sujeto entendió qué debe hacer. La silla debe ser firme, con espaldar recto y en lo posible con apoyabrazos. El anciano debe estar sentado, recostado (en lo posible) y con los pies bien apoyados en el piso. El promedio de tiempo utilizado en incorporase de una silla es de dos segundos. Medidas compuestas Test del Get Up and Go (Mathías) En este test se pide al sujeto, previamente sentado en una silla, que se ponga de pie sin utilizar las manos, camine, gire, vuelva y permanezca de pie. Por último se le solicita que se siente en la silla sin utilizar las manos. Valora la rapidez de la marcha, Carta Geriátrico Gerontológica 2010; 4(1): 1–24 7 ARTÍCULO / REVISIÓN PARTE III. Valoración clínica del anciano. Examen físico (3) O. López Locanto la longitud del paso, base de sustentación, regularidad de los pasos y relación entre el tiempo que apoya los dos pies y el que apoya uno. La escala se divide en 5 puntos: 1, normal; 2, muy poco alterada; 3, medianamente alterada, 4, moderadamente alterada y 5, gravemente alterada. Un individuo que obtenga 5 puntos es aquel que presenta riesgo de caídas durante la prueba. Un puntaje mayor o igual a 3 implica riesgo de caídas, el cual debe ser informado al cuidador. El test Get Up and Go es una modificación del test de Mathias. El paciente se levanta de una silla con brazos camina 3 metros y se sienta de nuevo. El (la) paciente puede utilizar sus ayudas habituales, pero no recibir ayuda física. Emplea como escala de valoración el tiempo en segundos que tarda el sujeto en realizar las diversas fases de la prueba. Menos de 20 segundos sería normal; 20 a 29 segundos alto riesgo de declinación funcional y más de 30 segundos caída inminente. El test de la escala de Tinetti es una escala observacional que valora el equilibrio y la marcha; de cómo un sujeto mantiene la postura sentado, se levanta, camina, gira 360º y se sienta así como la calidad de su marcha. Se correlaciona bien con otras medidas más sofisticadas de equilibrio y marcha. La puntuación total es de 28. Las tres cuartas partes de los sujetos con una puntuación menor de 19, podrían caer de manera repetida en un año. 8 Carta Geriátrico Gerontológica 2010; 4(1): 1–24 PARTE III. Valoración clínica del anciano. Examen físico (3) ARTÍCULO / REVISIÓN O. López Locanto Carta Geriátrico Gerontológica 2010; 4(1): 1–24 9 ARTÍCULO / REVISIÓN PARTE III. Valoración clínica del anciano. Examen físico (3) O. López Locanto Bibliografía 1. y reproducibilidad de las medidas de evaluación basadas en la ejecución. Revista española de Geriatría y Gerontologia. 2000; 35: 82–88 2. Flemin KC, Evans JM, Weber EC, Chutka DS. Practical fuctional assesment of eldery persons: A primary care approach. Mayo Clin Proc 70; 890–910,1995. 3. Guralnik JM, Branch LG, Cummings SR, et al. Phisical performance meassures in aging research. J Gerontol Med Sci 1989; 44;141–146. 4. Escala de Tinetti Curcio CL, Gómez JF, Galeano C. Validez Ward G, Jagger C, Harper W. A review of instrumental IADL. Assesment for use with elderly people. Reviews in clinical gerontology.1998:8(1):65–72. 1. MARCHA Instrucciones: El paciente permanece de pie con el examinador, camina por el pasillo o por la habitación (unos 8 metros) a “paso normal” luego regresa a “paso ligero pero seguro”. 1. Iniciación de la marcha (inmediatamente después de decir que ande). - Algunas vacilaciones o múltiples para empezar 0 - No vacila 1 2. Longitud y altura de peso a) Movimiento del pie derecho - No sobrepasa el pie izquierdo con el paso 0 - Sobrepasa el pie izquierdo 1 - El pie derecho no se separa completamente del suelo con el peso 0 - El pie derecho se separa completamente del suelo 1 b) Movimiento del pie izquierdo - No sobrepasa el pie derecho con el paso 0 - Sobrepasa al pie derecho 1 - El pie izquierdo no se separa completamente del suelo con el peso 0 - El pie izquierdo se separa completamente del suelo 1 3. Simetría del paso - La longitud de los pasos con los pies derecho e izquierdo no es igual 0 - La longitud parece igual 1 4. Fluidez del paso - Paradas entre los pasos 0 - Los pasos parecen continuos 1 5. Trayectoria (observar el trazado que realiza uno de los pies durante unos 3 metros) - Desviación grave de la trayectoria 0 - Leve/moderada desviación o uso de ayudas para mantener la trayectoria 1 - Sin desviación o ayudas 2 6. Tronco - Balanceo marcado o uso de ayudas 0 - No se balancea pero flexiona las rodillas ola espalda o separa los brazos al caminar1 - No se balancea, no se reflexiona, ni otras ayudas 2 7. Postura al caminar - Talones separados 0 - Talones casi juntos al caminar 1 PUNTUACIÓN MARCHA: 12 PUNTUACIÓN TOTAL: 28 10 Carta Geriátrico Gerontológica 2010; 4(1): 1–24 ARTÍCULO / REVISIÓN PARTE III. Valoración clínica del anciano. Examen físico (3) O. López Locanto Lectura sugerida Escala de Tinetti (cont.) 2. EQUILIBRIO Instrucciones: El paciente está sentado en una silla dura sin apoyabrazos. Se realizan las siguientes maniobras: 1. Equilibrio sentado - Se inclina o se desliza en la silla 0 - Se mantiene seguro 1 2. Levantarse - Imposible sin ayuda 0 - Capaz, pero usa los brazos para ayudarse 1 - Capaz de levantarse de un solo intento 2 3. Intentos para levantarse - Incapaz sin ayuda 0 - Capaz pero necesita mas de un intento 1 - Capaz de levantarse de un solo intento 2 4. Equilibrio en bipedestación inmediata (los primeros 5 segundos) - Inestable (se tambalea, mueve los pies), marcado balanceo del tronco 0 - Estable pero usa el andador, bastón o se agarra u otro objeto para mantenerse 1 - Estable sin andador, bastón u otros soporte 2 5. Equilibrio en bipedestación -Inestable 0 - Estable, pero con apoyo amplio (talones separados más de 10 cm) o usa bastón u otro soporte 1 - Apoyo estrecho sin soporte 2 6. Empujar (el paciente en bipedestación con el tronco erecto y los pies tan juntos como sea posible). El examinador empuja suavemente en el esternón del paciente con la palma de la mano, tres veces. - Empieza a caerse 0 - Se tambalea, se agarra pero se mantiene 1 - Estable 2 7. Ojos cerrados (en la posición 6) - Inestable 0 - Estable 1 8. Vuelta de 360 grados - Pasos discontinuos 0 - Continuos 1 - Inestable (se tambalea, se agarra) 0 - Estable 1 9. Sentarse - Inseguro, calcula mal la distancia, cae en la silla 0 - Usa los brazos o el movimiento es brusco 1 - Seguro, movimiento suave 2 PUNTUACIÓN EQUILIBRIO: 16 ... «En los últimos años han tomado creciente importancia las drogas de acción lenta en el tratamiento de la artrosis. Fueron clasificadas primero como drogas modificadoras de los síntomas (SYSADOA = SYmptomatic Slow Acting Drugs for OsteoArthritis) y sólo algunas de ellas se demostraron como potenciales modificadoras de la enfermedad, pudiendo retardar o detener la degradación de la estructura articular (CTSMA = Connective Tissue Structure Modifying Agents). El principal criterio para la evaluación de la utilidad de estas últimas fue, en los diferentes estudios clínicos, el alivio persistente del dolor y el ahorro de antiinflamatorios no esteroideos. La evaluación prospectiva de cambios radiológicos en diferentes articulaciones afectadas (p.ej.: cadera y rodilla) utilizada en otros estudios permite obtener datos objetivos que confirman que es posible enlentecer, en etapas tempranas, la progresión de las lesiones. Sobre el papel del condroitin sulfato en la progresión radiológica de la artrosis de rodilla es que versa el artículo de A. Kahan et al (en cuya autoría participan también los reconocidos P. D. Delmás y J. Y. Reginster), publicado recientemente en Arthritis & Rheumatism (A&R 2009 February; 60 (2):524–33) y que se adjunta (traducido) en este volumen. Este estudio es precedido (me permito decir, brillantemente) por dos artículos del Prof. Dr. Rafael Radi, invitado para esta ocasión, quien con su habitual claridad nos introduce en los conceptos básicos sobre la composición del cartílago y su capacidad de respuesta frente a la injuria mecánica y bioquímica (Bioquímica del cartílago y Farmacología molecular del condroitin sulfato y la glucosamina).» Prof. Dr. Juan Carlos Bagattini Director Médico de Gramón Bagó de Uruguay Carta Geriátrico Gerontológica 2010; 4(1): 1–24 11 REFLEXIONES / APORTES Las transformaciones familiares y sus repercusiones en la vejez teresa dornell Prof. Lic. TS Teresa Dornell Las reflexiones aquí volcadas son parte del proceso de estudio del Área de Vejez y Trabajo Social (AVYTS), de la Facultad de Ciencias Sociales de la UdelaR Reflexiones y aportes al tema Las transformaciones familiares y sus repercusiones en la vejez 20091 F. E. Nallim La familia como red social primaria es esencial en cualquier etapa de la vida. La familia como grupo de intermediación entre el individuo y la sociedad es importante, también en la vejez. En la mayoría de los lugares ha perdido vigor la antigua familia extendida, la familia de la casa grande, en la que compartían naturalmente abuelos, padres e hijos, y a veces tíos y primos. Es casi obvio que las distintas generaciones compartieran vivienda, alimentación, recreación, y conversación. Donde el viejo era figura importante, en esa transmisión cultural y él se sentía importante, en la familia extendida había un sitio para él y en ese sitio cumplía un rol que era irremplazable. En la sociedad actual no hay espacios para ese tipo de familia, éste se ha reducido al número mínimo. Con el proceso de industrialización que vivió la sociedad no sólo cambió toda la organización del tra- 1 Las reflexiones aquí volcadas son parte del proceso de estudio del Área de Vejez y Trabajo Social (AVYTS), de la Facultad de Ciencias Sociales de la UdelaR. 12 bajo; también cambió la organización de la familia, que dejó de ser la familia extensiva, para ser la familia nuclear que vive en un apartamento o en una casita en el barrio obrero cerca de la fábrica, donde incluso desde el punto de vista arquitectónico no hay lugar para el abuelo. Durante un período de más o menos doscientos años se hace del viejo, un desecho. Un concepto que estaba pensado para la producción industrial, donde lo que importaba era la cantidad de productos y se tiraba lo que no funcionaba bien, se fue trasladando a las personas. Si alguien estaba enfermo, era mayor o ya no contaba con la plenitud de su fuerza física, se le dejaba de lado y se creaban instituciones especiales para estas situaciones. Las residencias de ancianos surgidas en el período de la sociedad industrial, creyeron resolver el problema al dejar libre la capacidad de trabajo de los adultos jóvenes para el proceso productivo. Se encargaban de esos adultos–mayores otros jóvenes cuyo empleo era ése. Se pensaba que ello era más económico que atender a cada persona mayor integrada en su medio. La disolución de los grupos familiares tradicionales, con migración de las clases jóvenes y separación de Carta Geriátrico Gerontológica 2010; 4(1): 1–24 los más viejos, y un mayor nivel de capacitación escolar de los hijos con relación a los de sus padres lo cual implica asimetría educativa entre generaciones, hacen a la expulsión de los ancianos en el ámbito del contexto social y familiar. De Martino, M. (1996)2 nos señala: “... que el modelo típico de familia va cambiando donde surgen nuevos arreglos familiares que se están legitimando social y culturalmente. Esto es producto de la modernidad donde se agotan los parámetros de los que se basan la familia tradicional, por la ruptura de lo público a lo privado, la separación entre sexo y reproducción, la extensión de haberes especializados, la discusión en torno a la ciudadanía, la participación social por parte de los movimientos feministas y otros actores sociales y los procesos asociados a la modernidad tardía, actualmente radicados en el espacio y en las transformaciones de las estructuras del mundo del trabajo y de la cultura”. Los actuales procesos que se vi- 2 De Martino, M. (1996). Notas Preliminares para un debate: Familia y Género en el fin de siglo. Revista Frontera. DTS, FCS, UdelaR. Las transformaciones familiares y sus repercusiones en la vejez REFLEXIONES / APORTES teresa dornell Cambios en la estructura de la población Esto se da por los cambios de los patrones de reproducción, donde el país se encuentra en una fase de “pos transición demográfica”, esto lleva a que exista un incremento en la esperanza de vida, cambio en las estructuras de edades, un envejecimiento relativo de la población todo lo cual incidió directamente sobre las transformaciones de la estructura de las familias3. Como ya se mencionó, los cambios en la fecundidad, la mortalidad y las migraciones, principalmente la primera, inciden en el envejecimiento de la población uruguaya. El aumento de la proporción de adultos mayores (población de 60 o 65 y más años) es el indicador más utilizado para medir el grado de envejecimiento y en ese sentido Uruguay posee el porcentaje más alto de América Latina (un 13% de población de 65 y más), cifra que se cuadruplicó en 100 años a partir de 1908. Pero el proceso de envejecimiento no se expresa solamente en el aumento de personas de edad, sino que 3 Filgueira, Carlos. (1996) “Sobre Revoluciones Ocultas: La Familia en el Uruguay”, Ed. CEPAL, Naciones Unidas, Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Pag.11 compromete toda la estructura por edades. Así, la contrapartida del aumento porcentual de los mayores de 64 años, es la declinación del porcentaje de niños que, por efecto principalmente de la fecundidad, en los mismos 100 años pasa de 41 a 24 por ciento. Cambios económicos En esta categoría es importante mencionar la creciente participación de la mujer en el mercado laboral, donde la relación trabajo–familia genera cambios de roles y, en el plano psico– social, genera conflictos en la socialización del rol sexual, ya que la educación tradicional enseña que es el hombre quien debe sustentar económicamente a la familia. Los abuelos pasan a ser un soporte necesario para la familia, donde los padres tiene que salir a trabajar y el cuidado de los niños y adolescentes recae sobre los abuelos que aún tienen mucho que dar, sobre todo una filosofía de vida sin la angustiante premura de la responsabilidad de mantener una familia, y la serenidad espiritual y la confianza necesarias para afrontar los avatares de una sociedad cada vez más complicada y competitiva. Cambios socio–culturales Las relaciones sexuales pre–matrimoniales, se volvieron más frecuentes y desprovistas de estigmatización social, descendió la edad de iniciación sexual, mejoró el procedimiento de control de embarazos y se afianzó una cultura donde hay una clara diferencia entre sexualidad, matrimonio y procreación. El sector de mujeres que accedió al nivel educativo, se incorporó al mercado laboral, casándose y teniendo hijos más tarde. Sin embargo, Mioto4 plantea que la familia de hoy se adecua a lo social, ha ido evolucionando con las épocas históricas, no puede ser definida como un lugar de felicidad, pues está atravesada por líneas de conflictos. Es la entidad social que tiene la responsabilidad de producción y reproducción de la sociedad de la cual se trate. No se puede hablar de un modelo de familia, sino de familias en sentido plural porque existen diversos arreglos familiares que responden a necesidades diferentes según los diferentes individuos. La familia se encuentra marcada por especificidades históricas, culturales y sociales. En este análisis de la familia es importante destacar el aporte de las Políticas Sociales dirigidas a las familias. Estas no incluyen la idea de familia como totalidad, sino que están implementadas en función de individuos. Ellos no incluyen ninguna previsión sobre los impactos obtenidos en las familias. La sectorización de las Políticas Sociales y la inexistencia de canales de integración entre ellas han generado una inoperancia en relación a las familias. Dentro de ellas la familia no es vista como foco de atención. El Estado también es visto como un recurso de la familia para no depender de la comunidad y para que el individuo no dependa de la familia. Promueve derechos individuales, pero no se encarga de las familias como totalidad. Cuando no funciona el mercado se dan desigualdades y debe intervenir el Estado, debería ser cuestionado por su ausencia. Hay nuevos arreglos familiares, estos se aceptan pero se sigue una 4 F. E. Nallim ven en la sociedad conllevan a una desnaturalización de la familia como modelo preconcebido a partir de cuestionamientos, de procesos y desafíos que le atraviesan. Según la perspectiva de Carlos Filgueira, existen transformaciones en el mundo de las familias uruguayas que explican los cambios en su estructura y su diversidad. Esto tiene que ver con tres planos: (a) Demográfico, (b) Económico y (c) Socio–cultural. Mioto, Regina (2002). Familia e Servicio Social: contribucoes para o debate. In Servicio Social e Sociedade”. Año XVIII, Nº55, Ed. Cortez. Sao Paulo. Carta Geriátrico Gerontológica 2010; 4(1): 1–24 13 REFLEXIONES / APORTES Las transformaciones familiares y sus repercusiones en la vejez teresa dornell F. E. Nallim concepción de familia nuclear, donde se sigue cumpliendo los mismos roles. Cuando los problemas se dan en la esfera privada, las Políticas Sociales no los toman en cuenta, pero cuando estos problemas pasan a la esfera pública y amenazan la seguridad social, surgen las Políticas Sociales. La vida de las familias se desarrolla en el mundo de la vida cotidiana, para Heller Agnés5, “es la totalidad de las actividades que caracterizan las reproducciones singulares productoras de la posibilidad permanente de la reproducción social.” “Es la vida de todo hombre. La vive cada cual sin excepción alguna, cualquiera que sea el lugar que le asigne”. “La vida del individuo. El individuo es siempre al mismo tiempo ser particular y ser específico...”. Es la vida del individuo particular y concreto, único e irrepetible pero representante del hombre universal en la medida en que tiene conciencia de un nosotros. Es el centro del acaecer histórico, la verdadera esencia de la sustancia social. En síntesis, antes: los mayores tenían “la palabra” en la familia extendida, hoy no solo la perdieron sino que las nuevas generaciones disponen de ellos, los mandan a una casa de salud, hasta sin consultarlos Ahora, el tema la vejez es quizás más complejo, porque existe la tendencia a los hogares unipersonales, y frente a esto nos preguntamos: ¿Qué hace ese joven o de mediana edad de hoy, cuando llegue a ser un viejo? ¿Quizás ni siquiera tenga quien lo lleve al asilo o a la casa de salud? ¿En mapeo actual, la familia y los soportes comunitarios, redales y sociales no se hacen imprescindibles? 5 Referencias bibliográficas • De Martino, Mónica (1996). Para una Genealogía de Familia Uruguaya. Familia e Modernizao Na Passagem do século (1890–1930). DTS– FCS– UdelaR; Tesis de Maestría Nº 1. • De Martino, Mónica (1996). Notas preliminares para un debate: Familia y genero no fim do século. Revista Frontera. Departamento de Trabajo Social, Facultad de Ciencias Sociales, UdelaR. • Filgueira, Carlos. (1996). Sobre Revoluciones Ocultas: La Familia en el Uruguay. Editorial CEPAL, Naciones Unidas, Comisión Económica para América Latina y el Caribe • Heller, Agnés. (1985) “Historia y vida cotidia- • Mioto, Regina, Tamaso (1997). Familia e servi- na”. Editorial Grijalbo, México. co social: contribucoes para o debate. Servicio Social e Sociedade, Año XVIII, Nº 55, Noviembre 97, Editorial Cortez, Sao Paulo. • Parsons, Talcott (1970). La estructura social de • Sunkel, Guillermo (2006). El papel de la familia la Familia. Editorial Península, Barcelona. en la protección social en América Latina. Serie Políticas Sociales No 120. CEPAL, Serie Seminarios y Conferencias Nº 46, Chile. Heller, Agnés (1985). Historia y vida cotidiana. Editorial Grijalbo, México. 14 Carta Geriátrico Gerontológica 2010; 4(1): 1–24 CONCEPTOS PRÁCTICOS El anciano en el Servicio de Urgencia o. lópez locanto Dr. Oscar López Locanto Ex Asistente de Medicina Interna Asistente del Departamento de Geriatría Conceptos prácticos El anciano en el Servicio de Urgencia Los ancianos, los mayores de 65 años, representan el segmento de mayor crecimiento en la población y en consecuencia es notorio que acuden cada vez más a la consulta de urgencias. En Uruguay, el país más envejecido de América Latina, constituyen el 13.5% con un crecimiento estimado hacia 2010 del 17%. Representan más del 15% de todas las consultas a urgencias y casi el 50% de todos los ingresos a unidades de cuidado intensivo. De hecho, se dice que “las unidades de urgencia están envejeciendo”. En Estados Unidos, el Centro para Control y Prevención de la Enfermedad (CDC), reporta que entre 1993 y 2003, observó un aumento en el número absoluto de consultas a urgencias, siendo el grupo de mayores de 65 años, el que tenía la más alta frecuencia de visitas (aumento del 26%). Si esta tendencia se mantiene se espera que la frecuencia de consultas a urgencias en ancianos se duplique de 6,4 millones a 11,7 millones en 2013. Los ancianos presentan características que los diferencian de otros grupos de edades e ingresan a urgencias con cuadros agudos o exacerbaciones de patologías crónicas, muchas veces con presentaciones atípicas; co- mo consecuencia se constituyen en un auténtico reto para el clínico, que lo llevan a reducir la alta tasa de diagnósticos errados y retardados y las reconsultas. No obstante, es notorio el desconocimiento de los médicos encargados de su atención, respecto a las pecularidades de este grupo. Como si fuera poco, el ingreso a un servicio de urgencias, es uno de los marcadores de mortalidad en la población longeva y la sitúa en alto riesgo de deterioro físico, funcional, mental y social. • Cambios fisiológicos que afectan la respuesta aguda La respuesta orgánica al estrés fisiológico está alterada en algunos ancianos, sobre todo los frágiles, lo que los hace más vulnerables. Se mencionan: • Alteración en la homeostasis de las uniones intercelulares, lo que hace que algunos receptores adrenérgicos se internalicen disminuyendo las respuestas cronotrópicas cardíacas. • Aumento de la rigidez cardíaca que genera una capacidad dismi- • • • nuída para tolerar el aumento de volumen extravascular, con mayor dependencia de la contracción auricular para obtener un volumen telediastólico adecuado, lo que disminuye la tolerancia a las taquiarritmias. Hay cambios que hacen más difícil la adaptación pulmonar ante las enfermedades. Entre ellos, un aumento en la rigidez de la caja torácica, pérdida de la retracción elástica y declive de la fuerza de los músculos respiratorios. Como efecto se observa atrapamiento de aire con aumento del volumen residual, disminución del volumen corriente, disminución gradual del VEF1. También se altera la efectividad de la tos y el aclaramiento mucociliar. Hay una disminución de la capacidad renal para manejar las cargas hídricas, tanto en situaciones de exceso de líquidos como en casos de deshidratación, así como difícil regulación de la osmolaridad plasmática. Disregulación del sistema inmune con menor capacidad de generar respuesta efectiva. Desensibilización de los mecanorreceptores vasculares con al- Carta Geriátrico Gerontológica 2010; 4(1): 1–24 15 CONCEPTOS PRÁCTICOS El anciano en el Servicio de Urgencia o. lópez locanto las cifras de creatinina sérica se insiste siempre en calcular la tasa de filtración glomerular y adecuar a ésta la formulación de medicamentos. Respuesta farmacológica teración de las respuestas vasoconstrictoras ante los estados de hipotensión. • Alteración en la glicemia en ayunas y en los niveles de cortisol plasmáticos. • Características de la enfermedad al envejecer La forma general de presentación de la enfermedad en el anciano, dificulta su abordaje, debido a situaciones tales como: • Pluripatología. • Polifarmacia. • Presentación atípica. • Iatrogenia frecuente. • Múltiples consultas. • • Laboratorio Aunque los exámenes complementarios (paraclínicos) son una ayuda invaluable al enfrentar las diferentes patologías, en el anciano pueden no alterarse o tener variaciones que corresponden a cambios fisiológicos y no a enfermedad. • Los valores de hemoglobina y hematocrito son los mismos que la población adulta. Sus alteracio16 • nes siempre corresponden a enfermedad. La velocidad de sedimentación globular no es confiable como indicador de respuesta inflamatoria. Algunos autores sugieren dividir la edad entre 2, en hombres, y la edad entre 2 más 10 en mujeres, para encontrar un valor de referencia. Esta fórmula no ha sido debidamente validada. Alrededor de 20% a 50% de las mujeres mayores de 75 años y 10% a 40% de los hombres, dependiendo de si están en la comunidad o institucionalizados, cursan con bacteriuria asintomática. Se debe ser cauteloso al interpretar un parcial de orina como patológico. Los valores de los electrolitos séricos son iguales a población en rango de edad más joven. Es erróneo creer que en el anciano se pueden tolerar como seguros valores de sodio plasmático por encima de 125 mosm/Lt: diferentes estudios han expuesto un aumento de las alteraciones cognoscitivas, caídas y mortalidad coronaria aguda, con valores menores a 135 mosm/Lt. Por más normales que parezcan Carta Geriátrico Gerontológica 2010; 4(1): 1–24 Al utilizar medicamentos en el anciano es necesario conocer algunos cambios que pueden afectar el metabolismo de los diferentes fármacos. • En términos generales, no hay alteraciones en la absorción de los medicamentos condicionada por el envejecimiento, por eso la vía oral es la de elección y la vía intramuscular es errática. • Hay disminución en las enzimas microsomales hepáticas encargadas del metabolismo de fase I (óxido–reducción, hidrólisis). No se altera el metabolismo de fase II, (conjugación, glucuronidación). En consecuencia, se debe vigilar las interacciones de los medicamentos que utilizan los citocromos para su metabolismo. • Por el mayor porcentaje de grasa corporal y la disminución del agua total, en el anciano hay aumento del volumen de distribución de los medicamentos liposolubles. • Es frecuente la disminución de los valores de la albúmina o alfa 2 microglobulina, lo que puede aumentar los niveles libres del fármaco, aproximándolos a los niveles tóxicos. • Disminución de la excreción plasmática de los fármacos por alteración de la función renal. • Alteraciones farmacodinámicas específicas para algunas moléculas por alteración en la cantidad y sensibilidad de los receptores a nivel celular o la generación de segundos mensajeros. CONCEPTOS PRÁCTICOS El anciano en el Servicio de Urgencia o. lópez locanto Toma de decisiones Es frecuente observar que muchas intervenciones son sistemáticamente negadas a los ancianos, a lo cual se arguye como única razón, la edad. Esto propicia un craso error, ya que la edad cronológica por sí sola, no brinda suficiente información para elegir la mejor opción. Son los parámetros de funcionalidad, comorbilidad, emocional–cognitivo y adaptación social, que en conjunto constituyen el envejecimiento biológico, los que informan qué tanto beneficia el anciano y resiste el tratamiento de elección. Se han hecho múltiples intentos por encontrar índices pronósticos que permitan prever, de forma acertada, los resultados finales de los pacientes ancianos que ingresan a un servicio de cuidado agudo, sin que hasta el momento se haya encontrado uno adecuado. El estudio SAFES, cuyos resultados fueron publicados en diciembre de 2008, utilizó la “valoración geriátrica integral” aplicada a cohortes de ancianos frágiles que ingresan a cuidado agudo, para elaborar un índice de riesgo que permita reconocer agentes predictivos de mortalidad a 2 años. Se identificaron 5 factores: edad de 85 años o más (1 punto), dependencia para las actividades de la vida diaria (1 punto – Katz), delirium (2 puntos), riesgo de desnutrición (2 puntos – mininutricional assessment) y nivel de comorbilidad (2 puntos para el nivel medio, 3 puntos para el nivel alto – Índice de comorbilidad de Charlson). Se identifican 3 grupos de riesgo por tasa de mortalidad: menos de 3 puntos o bajo riesgo (20,8% mortalidad a 2 años), 3 a 5 puntos o riesgo mediano (49,6%, mortalidad a 2 años) y 6 puntos o más o alto riesgo (62,1%, mortalidad a 2 años) (6). Patologías más frecuentes A continuación se hace énfasis en las entidades, más frecuentes que se diagnostican en un servicio de urgencias y sus características especiales en el anciano. Hipertensión en urgencias en el paciente geriátrico En el pasado fue controversial la definición de las cifras de tensión arterial normal en el anciano y cuándo tratarla. Hoy es claro que los límites considerados como normales son los mismos que para la población adulta y el beneficio de instaurar un tratamiento adecuado. Se defienden los siguientes conceptos: 1. Emergencia hipertensiva: tensión arterial elevada con daño de órgano blanco. Patologías a descartar: infarto agudo al miocardio, disección aórtica, edema pulmonar, encefalopatía, falla renal aguda. 2. Urgencia hipertensiva: tensión arterial alta, sin daño de órgano blanco; si el paciente tiene antecedente de daño de órgano blanco en una crisis anterior, el manejo del evento actual se hará como una emergencia, así no se haya evidencia de daño de órgano blanco actual (7). Puntos clave – En ancianos, descartar pseudo hipertensión. Aplicar la maniobra de Osler. – El paciente debe estar en un ambiente controlado, sentado y sin estrés, antes de tomar decisiones. – Evaluar comorbilidad de base (falla cardíaca, EPOC, cardiopatía dilatada, diabetes mellitas, enfermedad cerebrovascular, etc.). – Tener en cuenta que pueden estar alertados los factores de autorregulación neurovegetativos. – No se deben bajar cifras tensionales de manera abrupta, genera más morbilidad y mortalidad. –Como meta adecuada en el paciente anciano se recomienda mantener la presión de pulso entre 50–60 mm Hg. – Utilizar medicación vía oral en urgencias hipertensivas. No usar la vía sublingual. No hay beneficio al disminuir apresuradamente las cifras de tensión arterial en las urgencias o hipertensión mal controlada. –No son de primera elección en el anciano medicamentos con efecto bloqueante adrenérgico como clonidina o prazocin, por sus efectos anticolinérgicos, sedantes o hipotensores excesivos. – En emergencias hipertensivas y según el órgano blanco afectado, utilizar medicamentos intravenosos, con perfil adecuado y titulado según parámetros hemodinámicos. Síndromes coronarios agudos en ancianos Se estima que 60–65% de todos los infartos cardíacos ocurren en mayores de 65 años y 80% de las muertes por esta causa afectan a esta población. Constituyen una de las causas Carta Geriátrico Gerontológica 2010; 4(1): 1–24 17 CONCEPTOS PRÁCTICOS El anciano en el Servicio de Urgencia o. lópez locanto más frecuentes de consulta a urgencias y en donde más errores se cometen, tanto en su diagnóstico como en la toma de decisiones terapéuticas. esta también muestra beneficios mayores que riesgos. Lo importante es escoger bien los pacientes. – Siempre rehabilitación cardíaca y funcional. Aunque no es claro si la edad avanzada es un factor de riesgo independiente para tromboembolia, los pacientes ancianos tienen una alta incidencia de factores de risgo para la formación de coágulos. La estasis venosa, comúnmente causada por inmovilidad, ha sido encontrada como el factor de riesgo más común. La enfermedad neurovascular es la mayor causa de discapacidad y muerte en el anciano. El cerebro envejecido es menos resistente al estrés fisiológico: el flujo sanguíneo cerebral disminuye gradualmente con la edad, la circulación colateral está disminuida, la barrera cerebrovascular es menos eficiente, se altera la autorregulación cerebral y disminuye el metabolismo oxidativo neuronal. Todo esto hace que un evento isquémico sea más pronunciado y que el umbral de tiempo para realizar intervenciones efectivas sea menor. Puntos clave Puntos clave – El diagnóstico es notoriamente difícil en todas las edades. En 70% de los casos en que el paciente muere de un embolismo pulmonar, no existió una sospecha antemortem del diagnóstico. – La regla en el anciano es que el embolismo pulmonar se presente en forma sutil y atípica. Son menos frecuentes la disnea aguda, dolor torácico tipo pleurítico, taquipnea, taquicardia y la hemoptisis. Aumentan en frecuencia el síncope y la inestabilidad hemodinámica. – El dímero D disminuye su utilidad con el avance de la edad porque los valores raramente son inferiores al umbral predictivo negativo. –Como el envejecimiento se relaciona con una disminución de la presión parcial de oxígeno y aumento del gradiente alvéolo–arterial, los cambios gasimétricos pueden ser difíciles de interpretar en el anciano. – El 21% de los pacientes ancianos con isquemia cerebral cursa con examen físico normal. – Buscar siempre factores de riesgo comunes: fibrilación auricular, aterosclerosis carotídea, infarto del miocardio, enfermedad valvular, dislipemia. – Atención por un grupo interdisciplinario. – La trombolisis en enfermedad cerebrovascular ha mostrado plenos beneficios hasta los 75 años. En pacientes de mayor edad hay evidencia de beneficio, proveniente de ensayos clínicos con escaso número de pacientes o reportes de casos. Por lo tanto no hay contraindicación por la edad. La clave está en elegir bien el paciente con base en parámetros de funcionalidad, comorbilidad y aplicación estricta de los protocolos. – El uso de ASA más clopidogrel NO ha mejorado los resultados finales pero sí aumenta el riesgo de sangrado intracraneal. Puntos clave – Sólo el 57% de los mayores de 80 años presenta dolor torácico. En octogenarios el síntoma principal de presentación es la disnea. También son frecuentes síncopes, mareo, delirium y caídas. Esto lleva a frecuentes demoras en el diagnóstico y peor aún, en el tratamiento. – En relación con la edad, se encuentra más incidencia de taquiarritmias. – Es más probable que un anciano se presente con un infarto sin elevación del ST (IAMSEST) que con infarto con elevación del ST (IAMST). – Se aumenta la mortalidad y morbilidad a largo plazo en comparación a pacientes más jóvenes, ya sea con manejo médico o intervencionista. Es más frecuente la falla cardíaca, los sangrados y las tasas de reinfartos. No obstante, se mantiene el beneficio del tratamiento. – En parte, los malos resultados en ancianos se explican por la disminución en la utilización de los tratamientos por temor a la toxicidad. Se deben aplicar los protocolos de forma estricta y no discriminar por la edad. Tomar en cuenta el estado general de salud, la expectativa de vida, estado funcional y estado cognitivo. – La estrategia intervencionista ha mostrado mayores beneficios en ancianos, comparada con la trombolisis. – A pesar del aumento de la frecuencia de hemorragia intracerebral con relación a la trombolisis, 18 Paciente geriátrico con enfermedad cerebrovascular en urgencias Tromboembolismo pulmonar en ancianos Carta Geriátrico Gerontológica 2010; 4(1): 1–24 CONCEPTOS PRÁCTICOS El anciano en el Servicio de Urgencia o. lópez locanto – Terapia física y rehabilitación una vez se estabilice el paciente. – Terapia ocupacional. – Evitar a toda costa postración o inmovilidad. Síndrome de respuesta inflamatoria sistémica Los criterios usuales pueden no aplicarse en ancianos frágiles o institucionalizados. – – Infecciones en el anciano en el servicio de urgencias Los ancianos contribuyen con el 65% de los casos de sepsis en una unidad de urgencias, pero la fiebre está presente sólo en el 10%. La mortalidad aumenta considerablemente con relación a población más joven, 3 veces más para neumonia y de 5 a 10 veces más para infecciones del tracto urinario. Esto se explica por el efecto sumatorio de la inmunosenescencia más la fragilidad. Puntos clave – El criterio de fiebre más aceptado en anciano es aumento de 1,2 grados centígrados basándose en la temperatura basal o mayor a 37.2 (sensibilidad 83%). Varios estudios han documentado la ausencia de fiebre, como tradicionalmente se ha definido, en presencia de infecciones serias. El punto de corte de 38.2 grados centígrados pierde sensibilidad (40%). – Es frecuente que no presenten – – leucocitosis. El punto de corte de mayor sensibilidad para infección es un conteo absoluto de 14000. La taquicardia puede no presentarse. Se conserva la frecuencia respiratoria mayor a 24 como parte de la respuesta inflamatoria. En casos de bacteriemia es más difícil identificar la fuente. El único predictor independiente de la bacteriemia en ancianos es el estado mental alterado (odds ratio [OR], 2.88; 95% CI, 1.52– 5.50), cómito (OR 2.63, 95% CI, 1.16–6.15) y presencia de bandas en el leucograma mayor del 6% (OR, 3.50; 95% CI, 1.58–5.27). La etiología es polimicrobiana en 5 a 17% de los pacientes. Carta Geriátrico Gerontológica 2010; 4(1): 1–24 19 CONCEPTOS PRÁCTICOS El anciano en el Servicio de Urgencia o. lópez locanto Infección del tracto urinario Puntos clave – Tendencia al sobre–diagnóstico por alta prevalencia de bacteriuria asintomática. El 52.2% de las infecciones urinarias se diagnostican mal. –No atribuya un cuadro séptico en un anciano a una infección urinaria, en primer lugar, hasta no descartar juiciosamente otras causas. – Tratar las bacteriurias asintomáticas no mejora la mortalidad, pero aumenta los efectos colaterales de los antibióticos y las tasas de infección por gérmenes resistentes. – La presencia de síntomas es menos clara en el anciano con deterioro cognitivo o uso de sondas a permanencia en quienes priman las presentaciones atípicas (delirium, caídas, declinación funcional, etc.). – Si tiene duda apóyese en el cuadro hemático o PCR. y anaerobios, en consecuencia, también cambian los gérmenes etiológicos de la neumonia, esto se relaciona también con el estado de la dentadura. – El diagnóstico es complicado por la ausencia de síntomas clásicos, fiebre sólo en el 26% de los casos al comparar con jóvenes, el 44% tiene tos, fiebre y disnea por historia clínica. En pacientes institu- – – – – Neumonía en el anciano Es la quinta causa de muerte en Estados unidos entre los mayores de 65 años. Resulta en 600.000 hospitalizaciones y casi 60.000 muertes. – Puntos clave – Existe un riesgo aumentado de neumonia dado por trastorno deglutorio, enfermedad neurológica, declinación funcional, desnutrición, uso de sedantes, comorbilidad, neuropatías crónicas, tabaquismo, falla cardíaca, institucionalización. –Con el envejecimiento los microorganismos que colonizan la orofaringe cambian, con mayor predominio de gramnegativos 20 – cionalizados son más frecuentes las alteraciones del estado mental. El CURB–65 es un índice que ha sido validado de forma adecuada en ancianos y permite decidir el nivel asistencial adecuado para administrar el tratamiento. La falta de fiebre, ausencia de hipoxia y estado mental alterado, se asocian con retardo terapéutico. Los estudios han demostrado una disminución de la mortalidad en ancianos, relacionada con la rápida administración del tratamiento antibiótico adecuado. Los gérmenes causales de la neumonía adquirida en comunidad son los mismos que en jóvenes (Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Moraxella catarrhalis). La neumonia en pacientes institucionalizados y la neumonia asociada al cuidado de la salud se relaciona con mayor comorbilidad, pobre estado funcional y mayor mortalidad. S. pneumoniae es aun el organismo más frecuente, aunque gramnegativos entéricos, anaerobios y Staphylococcus aureus son mucho más comunes en estos pacientes. Pacientes con factores de riesgo como institucionalización en hogares de ancianos, hospitalización por más de 2 días en los últimos 90 días, cuidado de heridas Carta Geriátrico Gerontológica 2010; 4(1): 1–24 en los últimos 30 días, alta frecuencia de resistencia a antibióticos en la comunidad, infusión de medicamentos domiciliarios, diálisis, un miembro de la familia con gérmenes resistentes y enfermedades o terapia inmunosupresora, deben ser cubiertos para gérmenes resistentes (Pseudomonas, Klebsiella, Acinetobacter y Staphilococcus resistentes a meticilina). – Recordar la importancia de la profilaxis para influenza y neumococo, para impactar sobre la mortalidad y las hospitalizaciones en UCI, respectivamente. Enfoque del dolor abdominal en el paciente anciano Si en el joven el abdomen agudo se convierte en un reto diagnóstico, en el anciano es un auténtico misterio. Es frecuente que un dolor inespecífico y un abdomen blando sin muchos signos, encubran una verdadera catástrofe abdominal. La mortalidad total para un anciano que ingresa con queja de dolor abdominal excede el 10% similar al infarto agudo del miocardio. Puntos clave – Hay dificultad en el interrogatorio (demencias, patología de base, pérdida de los sentidos). – La fiebre y leucocitosis no son constantes. –No hay reporte del dolor, lo que causa falsos negativos. – La toma de AINES enmascara las peritonitis y aumenta el riesgo de úlcera péptica. –Normo–tensiones son sinónimo de hipotensión en pacientes con infección abdominal y que son hipertensos crónicamente. CONCEPTOS PRÁCTICOS El anciano en el Servicio de Urgencia o. lópez locanto – Tiempo de presentación prolongado, normotermia o hipotermia y leucopenia son SINÓNIMOS de infecciones severas intraabdominales. Urgencias psiquiátricas en el anciano Los médicos de urgencias fallan frecuentemente en identificar y enfocar los trastornos psiquiátricos a su presentación, a pesar de que afectan de forma adversa e independiente el pronóstico de otra comorbilidad. Puntos clave – Es esencial, ante la aparición de nuevos cuadros psiquiátricos en ancianos, descartar organicidad: infecciones, trastornos metabólicos, tumores del SNC, reacciones a fármacos, etc. – Descartar abuso de sustancias. – Indagar maltrato al anciano. – La depresión es el trastorno psiquiátrico más frecuente en ancianos, siendo la depresión subsindromal la más común. Hay que aclarar que la depresión no es una consecuencia natural del envejecimiento y siempre hay que tratarla. – Las entidades más comunes dentro de las “psicosis de inicio tardío” (mayores de 60 años) son en su orden: las demencias, el delirium, trastornos afectivos, esquizofrenia y desórdenes esquizofreniformes. – Delirium: alteración aguda del estado de conciencia, fluctuante, con dificultad para mantener la atención, alteración del patrón de sueño–vigilia, alteración de la percepción; precipitado por enfermedad médica o ambiental. – Demencia: trastorno cognoscitivo de larga duración sin alteración de la conciencia. Contribuye al 16–23% de los cuadros psicóticos en el envejecimiento. – Los ancianos tienen la más alta tasa de muerte por suicidio comparada con todos los grupos de edad. – Fundamental: buena historia clínica, funcional y examen neurológico. Tratamiento • En caso de agitación o trastornos comportamentales utilizar neurolépticos atípicos a bajas dosis y aumento gradual. • Tener en cuenta la presentación atípica de síndromes neurolépticos. • Tratamiento de la depresión con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. Los más recomendados en ancianos: sertralina, citalopram, escitalopram. • No se recomienda antidepresivos tricíclicos. • Las benzodiacepinas prácticamente están proscriptas en ancianos. Uso por corto tiempo de benzodiacepinas de vida media corta, en casos de agitación que amenacen la seguridad del paciente. • En caso de delirium el principal tratamiento es el de los factores precipitantes. Conclusiones La aproximación diagnóstica y el abordaje terapéutico del anciano, en el servicio de urgencias, debe estar enmarcado en un conocimiento profundo de sus alteraciones fisiológicas, una anamnesis cuidadosa y la prudencia terapéutica. Por la disminuída reserva homeostática del anciano, el tiempo para instaurar un tratamiento adecuado es más corto. Carta Geriátrico Gerontológica 2010; 4(1): 1–24 21 Recomendamos en agosto • 2010 Enlaces • Curso virtual educación para el envejecimiento http://www.psiconet.com/tiempo/educacion/index.htm • Fundación Alzheimer España http://www.fundacionalzheimeresp.org/ • Base de Imágenes de medicina geriátrica http://www.fotogeriatria.net/enfermedades.htm • Programa Nacional del Adulto mayor http://www.msp.gub.uy/ categoria_43_1_1.html • Área de las personas Adultas mayores del Ministerio de Desarrollo Social http://inmayores.mides.gub.uy/ mides/index.jsp Eventos de interés • Destacado: Patología infecciosa del adulto mayor Coordinadores: Profesores Adj. Dra. Susana Cabrera y Dr. Oscar López • V Congreso Latinoamericano de Cuidados Paliativos, VIII Congreso Argentino de Medicina y Cuidados Paliativos Marzo 15–18, 2010 Buenos Aires, Argentina. Este Congreso tiene como lema “Educar para cuidar, Cuidar para aprender” comprendiendo a los Cuidados Paliativos como un continuo proceso de enseñanza–aprendizaje entre los que cuidan y quienes son cuidados. www.vcongresoalcp.org ISSN: 1688–5198 Formas de contacto Dirección electrónica: sugg@sugg.com.uy Presidencia: Dra. Virginia García. Página web: www.sugg.com.uy Título–clave abreviado: Carta geriátr. gerontol. (Montev.) Dirección: Lalleman 1666. Listas de Correo Edición: D. Pereira. dpereira.uy@gmail.com Teléfono: (598–2) 619 9834 http://ar.groups.yahoo.com/group/gerur Impresión: Iconoprint. Montevideo, Uruguay. gerur@gruposyahoo.com.ar Depósito legal: 345.537/10 Título–clave: Carta geriátrico gerontológica (Montevideo) Impreso en Montevideo, Uruguay Distribución gratuita. Material sin valor comercial. 22 Carta Geriátrico Gerontológica 2010; 4(1): 1–24