42 DEL 27 DE MAYO XXI ANIVERSARIO AL 2 DE JUNIO DE 2013 CIENCIA Y SALUD ESPECIAL MICROFLORA PREVENTIVA LA MICROBIOTA ESTÁ EN EL PUNTO DE MIRA DE PATOLOGÍAS CRÓNICAS MARÍA SANCHEZ-MONGE maria.sanchez@diariomedico.com Las aplicaciones clínicas derivadas del conocimiento de la microbiota podrían convertirse en una de las puntas de lanza de la medicina preventiva. El objetivo: combatir las enfermedades desde la raíz, de forma poco agresiva y con un menor coste. Patologías crónicas como la obesidad o la diabetes tipo 2 podrían encontrar algo parecido a una solución definitiva. ¿Cómo? Logrando que la microbiota tenga la composición idónea. Algo que, de momento, todavía no está al alcance de la mano, aunque en los últimos años se han producido algunos hitos médicos en este campo dignos de mención. El gran avance ha sido, en opinión de Francisco Guarner, investigador del Hospital Valle de Hebrón, de Barcelona, y presidente de la Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos, la generación de nuevas tecnologías para investigar la microbiota, que se tradujeron en el Proyecto Microbioma Humano en Estados Unidos y el MetaHIT en Europa. "Ahora tenemos una visión de todo el espectro de lo que hay dentro de este ecosistema". Además, añade, "desde 2011-2012, estas tecnologías se están aplicando también al estudio de enfermedades concretas". Sin embargo, aclara que se trata, en casi todos los casos, de estudios observacionales, en los que "se asocian alteraciones en el ecosistema con patologías, pero sin que haya clara relación causa efecto". Colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn o diabetes tipo 2 son algunas de las enfermedades en las que se ha visto que la microbiota intestinal está alterada, pero aún existen, en palabras de Guarner, "dudas grandísimas". El método más rápido para despejar las incógnitas –y, de paso, revertir estas enfermedades- es el trasplante de microbiota intestinal. De momento, este procedimiento sólo ha tenido éxito en una situación muy concreta: la diarrea recidivante por Clostridium difficile. Guarner apostilla que se trata de un problema poco frecuente en España. TRATAMIENTO ESTÁNDAR El tratamiento estándar se basa en la administración de antibióticos, que provocan la desaparición de muchas especies de bacterias y tienen un efecto rebote sobre C. difficile, que se caracteriza por su gran capacidad de esporular. Esto hace que, cuando desaparece el tratamiento antibiótico, pueda volver a predominar y reaparezca la diarrea. La idea de hacer un trasplante de heces de otro individuo surgió hace unos 10 años y se ha alcanzado una tasa de éxito de más del 90 por ciento. En enero de este año llegó la prueba definitiva: The New England Journal of Medicine publicaba lo que Guarner considera "el primer estudio con un cierto control". El ensayo, encabezado por Els Van Nood, de la Universidad de Amsterdam, se llevó a cabo con 16 pacientes con infección recurrente por C. difficile, en El proyecto Microbioma Humano realizado en Estados Unidos ha ofrecido una perspectiva general de todo el espectro del ecosistema que existe en la flora intestinal NÚMERO DE ESPECIES MICROBIANAS EN EL ORGANISMO Orificios nasales 900 Mucosa oral 800 Piel 180 Intestino 2.000 Vagina 300 Fuente: NIH DM El desarrollo de estrategias basadas en la microbiota puede convertirse en una nueva medicina preventiva Un sistema único en cada persona Un pequeño estudio presentado en el congreso sobre Biología Experimental, en Boston, indica que la complejidad de la microbiota es, seguramente, mucho mayor de lo que se pensaba. Nanette Steinle y Emmanuel Mongodin, de la Universidad de Maryland, averiguaron si la dieta mediterránea provoca cambios en este ecosistema. Ocho mujeres y un hombre de entre 50 y 65 años siguieron una alimentación mediterránea durante dos semanas, tras las cuales se les extrajeron muestras de sangre y heces para determinar sus niveles de lípidos y el tipo de microorganismos presentes en su microbiota. Los resultados mostraron un descenso generalizado de los niveles de colesterol total y LDL. Los investigadores esperaban encontrar cambios concretos en las especies presentes en la flora intestinal, pero no fue así. En vez de rasgos generales, descubrieron que cada individuo “parecía tener una única firma de microbioma, perfiles únicos, como una huella dactilar". Francisco Guarner, del Valle de Hebrón, de Barcelona. Los primeros ensayos con trasplante fecal de donantes por sonda nasoduodenal se han llevado a cabo en pacientes con infección recurrente por 'Clostridium difficile' La infusión fecal es capaz de transformar la microbiota, al menos en modelo animal. No obstante, en este abordaje se impone actualmente la prudencia los que se realizó una infusión fecal de donante por sonda nasoduodenal. Se comprobó que los resultados superaban a los obtenidos con el antibiótico habitual. MÁS DIVERSIDAD Aunque se han hecho trasplantes de microbiota fecal en pacientes con otras patologías, los beneficios no han sido tan espectaculares, pero sí razonablemente esperanzadores. Por ejemplo, en 2012 se publicó en Gastroenterology un estudio, cuya primera firmante es Anne Vrieze, del Centro Médico Académico de Amsterdam, Holanda, en el que se daba cuenta de los resultados de la transferencia de microbiota intestinal de individuos delgados a sujetos con síndrome metabólico. Los participantes fueron divididos en dos grupos, que recibieron, o bien infusiones de microbióta alogénica, o bien autóloga (grupo control). Seis semanas después de la infusión, quienes recibieron el trasplante de microbiota de individuos delgados mostraron un incremento de la sensibilidad a la insulina. También mejoraron otros índices relacionados con el síndrome metabólico. En resumen, según Guarner, "esto tiene un gran interés como concepto; cuando se incrementa la diversidad de la microbiota, se logra una cierta corrección. Pero no se resuelve la enfermedad y no es un tratamiento". Por otro lado, el gastroenterólogo recalca que, hoy por hoy, no está justificado el uso generalizado de los trasplantes de microbiota, ya que "desconocemos mucho de lo que hay en una muestra de heces. No podemos correr riegos". Se ignora, incluso, a qué especies pertenece un buen porcentaje del ADN que se encuentra en las muestras de heces. Ante esta situación, se impone la prudencia. Por esta razón, no es de extrañar que en hospitales como el Valle de Hebrón no se haya realizado ningún trasplante de este tipo en humanos. "En 2010 sí lo hicimos en ratas y vimos que una sola instilación de microbiota fecal producía cambios que permanecían mucho más que cuando se administraba un probiótico", comenta el experto. Con el probiótico, el efecto desaparecía cuando se suspendía el tratamiento. Sin embargo, en las ratas que recibieron una infusión fecal la transformación de la microbiota permanecía tres meses después.