Revista Digital de Educación Sinapia, ISSN: Vol. 1, Art. 2 pp: (5-­‐11), Julio-­‐Septiembre 2015, disponible en: www.rdsinapia.es El niño como constructor de su propio aprendizaje. Las Estructuras Modulares de Juego, otra forma de trabajar en el primer ciclo de educación infantil. Yolanda García Amigo, Belén Gutiérrez Gómez y Beatriz Ruiz Monter Escuela Infantil Pública El Trébol, Madrid, Comunidad de Madrid, España escuelainfantil.eltrebol@grupo5.net RESUMEN: En la experiencia que sigue deseamos presentar nuestro proyecto de trabajo con los niños y niñas de 0-­‐3 años desde el planteamiento de actividades en forma de estructuras modulares de juego, en las que los pequeños encuentran una maravillosa oportunidad para jugar, experimentar, disfrutar, interactuar todo ello desde la actividad libre y espontánea, pensada, diseñada y planificada escrupulosamente por el equipo educativo con la finalidad de ofrecerles oportunidades de acción. Creemos, sinceramente, que este es el camino correcto para trabajar una gran parte de la experimentación, la observación, la manipulación y el descubrimiento espontáneo en el entorno de una Escuela Infantil de primer ciclo. PALABRAS CLAVE: Experimentación, juego, estructuras, aprendizaje por descubrimiento. I. INTRODUCCIÓN Como personas y como profesionales de contrastada vocación por nuestro trabajo, desde la Escuela Infantil El Trébol, escuela pública gestionada por Servicios Educativos y Familiares – Grupo 5, situada en el barrio madrileño de Vallecas, nos gustaría mostrar un modelo actividades, denominadas Estructuras Modulares de Juego y Experimentación que hemos llevado a cabo con nuestros pequeños y pequeñas. Detrás de esta propuesta hay horas trabajo en equipo, hora de reflexión, debate, diseño, programación. Horas de búsqueda de objetos, de materiales con los que lograr aquello que deseamos en cada caso, en cada Estructura, en cada escenario. Queremos ofreceros un breve recorrido por esta experiencia que con seguridad será de vuestro interés. Sabemos que nos hace falta continuar, sabemos que estamos comenzando, sabemos que nuestra labor de documentar pedagógicamente los procesos, lo que acontece en cada momento, los microescenarios presentes en cada actividad, es algo que tenemos que continuar de manera permanente para comprender la naturaleza de la acción de los niños y niñas, y para así plantear nuestra propuesta con un gran fundamento pedagógico. En ese camino estamos, de ese camino disfrutamos al igual que esperamos que lo hagan otros. II. DESARROLLO DE LA EXPERIENCIA Desde hace años EL equipo de profesionales de la Escuela Infantil El Trébol estamos en permanente situación de formación, reflexión e innovación sobre nuestro planteamiento y quehacer educativo. El proyecto pedagógico que estamos llevando a cabo tiene básicamente tres ejes fundamentales. El cuidado y la atención permanente a las necesidades formativas, de desarrollo y cuidado de los niños y niñas; el fomento de las líneas de colaboración y acción con el entorno familiar de los pequeños; y la potenciación de nuestro quehacer como Revista Digital de Educación Sinapia, ISSN: Vol. 1, Art. 2 pp: (5-­‐10), Julio-­‐Septiembre 2015 5 Revista Digital de Educación Sinapia, ISSN: Vol. 1, Art. 2 pp: (5-­‐11), Julio-­‐Septiembre 2015, disponible en: www.rdsinapia.es equipo educativo cohesionado en torno a unos mismos principios educativos y a una metodología compartida por todos. En primer lugar, recordaremos ciertas reseñas legales que tenemos en cuenta a la hora de programar diferentes actividades en el primer ciclo de Educación Infantil. La Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, establece la Educación Infantil como la primera etapa el sistema educativo, distinguiendo dos ciclos, el primero hasta los tres años de edad y el segundo desde los tres a los seis años de edad. En virtud de lo dispuesto en los artículos 14.7 y 92.1 de dicha Ley, la Comunidad de Madrid determina en el Decreto 18/2008, de 6 de marzo, los requisitos mínimos que deben cumplir los centros que imparten el primer ciclo de Educación Infantil. Por último, se ha de citar la Orden ECI/3960/2007, de 19 de diciembre, por la que se establece el currículo y se regula la ordenación de la educación infantil. En dicha orden se define la Educación Infantil “como una etapa con identidad propia [...] El currículo pretende lograr un desarrollo integral y armónico de la persona en los distintos planos: físico, motórico, emocional, afectivo, social y cognitivo […] Partiendo de las referidas premisas que nos marca la normativa vigente, en nuestra escuela decidimos basarnos en una metodología en la que los niños y niñas sean los protagonistas y descubridores de sus propios aprendizajes. Aprendizajes globalizados, tal como marca nuestro marco normativo y cuyos contenidos se desarrollan en los siete ámbitos de experiencia: el lenguaje como centro de aprendizaje; conocimiento progresivo de su propio cuerpo; el juego y el movimiento; descubrimiento del entorno; la convivencia con los demás; equilibrio y desarrollo de su afectividad; y adquisición de hábitos saludables. Bajo estos siete ámbitos se apoya nuestra propuesta educativa, destacando como eje central el juego, movimiento y el desarrollo sensorial, motores indispensables en estas edades para descubrir y desarrollar el resto de ámbitos mencionados. Las actividades que se realizan son pensadas, diseñadas y programadas por un equipo educativo que trabaja de manera colaborativa, marcando unos objetivos y teniendo en cuenta siempre el momento evolutivo de los niños y niñas, y los diferentes ritmos de aprendizaje. Durante la realización de la actividad la función de la educadora es, simplemente, la de guía y facilitadora del aprendizaje, que potencia y propone desafíos, cambios, novedades… Sin olvidar establecer unos límites referidos a la seguridad y bienestar de los niños y niñas, pero sin influir en la manera de desarrollar las actividades o en el juego que quiera llevar a cabo cada uno de ellos y ellas. De esta forma siempre intentamos que el material sea lo más variado posible y que haya número suficientemente amplio de elementos, para que no surjan posibles conflictos y para que puedan aparecer diferentes experiencias de juego y experimentación, dándoles a los materiales disponibles distintas utilidades y usos. Una de las vías que empleamos en el desarrollo de nuestra propuesta de actividades son las llamadas ”Estructuras Modulares de Juego”. Las Estructuras Modulares de Juego y Experimentación son actividades pensadas para que los niños y las niñas interactúen con los materiales y con el espacio de una manera libre y espontánea. En el diseño y la planificación de las Estructuras Modulares los factores primordiales a tener en cuenta son: -­‐ Las habilidades, destreza y procesos sociopsicológicos que nosotros como educadores queremos propiciar que se desaten en los niños y niñas durante la realización de la actividad. -­‐ Los materiales y recursos más adecuados con los que podemos lograr que los niños y niñas desarrollen dichas habilidades, destrezas y procesos sociopsicológicos en un ámbito de actividad libre y espontánea. Revista Digital de Educación Sinapia, ISSN: Vol. 1, Art. 2 pp: (5-­‐10), Julio-­‐Septiembre 2015 6 Revista Digital de Educación Sinapia, ISSN: Vol. 1, Art. 2 pp: (5-­‐11), Julio-­‐Septiembre 2015, disponible en: www.rdsinapia.es -­‐ Los materiales procuramos que sean de uso corriente, propios de la vida cotidiana y que posibiliten el mayor número posible de interacciones y manipulaciones por parte de los pequeños. El espacio en el que se desarrolla la actividad y la disposición más adecuada de los materiales en dicho espacio para generar en los pequeños sorpresa, espectación , dispersión y curiosidad por actuar. Pretendemos que sea algo sencillo y a la vez de una gran utilidad. Podemos comenzar por presentar uno o varios materiales basados en estructuras artísticas de arte moderno, adecuándolos a los espacios del centro de manera atractiva para los niños y niñas, incitándoles a interactuar, experimentar, jugar, crear y descubrir las posibilidades de los diferentes materiales Estos materiales serán generalmente elementos naturales y/o del entorno más cercano a los niños y niñas, así como también materiales reciclados y reutilizados. Materiales que ofrezcan posibilidades diversas como insertarse, incluirse, superponerse, alinearse, etc. En la mayoría de los casos son objetos no estructurados, los cuales permiten a los pequeños desarrollar el respeto hacia el medio ambiente, la creatividad, el descubrimiento de posibilidades, habilidades lógico matemáticas, aumento en las posibilidades en el uso del lenguaje, exploración y descubrimiento de las características sensoriales de los objetos,… es una manera globalizadora de que el niño o niña construyan su aprendizaje por sí mismos ya que el aspecto más importante es la libertad de acción a través del juego con el material presentado y las interacciones espontáneas con sus iguales. Sin embargo, lo más importante de dichas Estructuras no son únicamente los materiales, sino la forma de presentarlos haciendo una clara invitación a que “quieran jugar y actuar” con ellos. Esta manera de presentar el material, es esencial para que los niños interactúen con los elementos dispuestos. Destacando que en ocasiones no todos los materiales están a la vista, sino que se ocultan dentro o debajos de otros elementos de la estructura, provocando un fascinante factor sorpresa cuando los pequeños los descubren. A continuación exponemos lo que podríamos definir como las fases en las que se desarrolla el proceso de una sesión con estructuras modulares de juego: 1. Fase de acogida: En primer lugar, los niños y niñas no presencian el montaje y disposición de la estructura, ya que esto restaría misterio, espontaneidad y sorpresa a la actividad. Una vez que está colocado el material, siempre de una forma atractiva y artística se explica a los niños y niñas que vamos a pasar a la sala, marcando unas normas de seguridad y respeto tanto al material como a los compañeros, motivando a los niños y niñas a través del misterio y la sorpresa que les espera. Revista Digital de Educación Sinapia, ISSN: Vol. 1, Art. 2 pp: (5-­‐10), Julio-­‐Septiembre 2015 7 Revista Digital de Educación Sinapia, ISSN: Vol. 1, Art. 2 pp: (5-­‐11), Julio-­‐Septiembre 2015, disponible en: www.rdsinapia.es 2. Fase de descarga y descubrimiento: Una vez que los pequeños descubren la composición formada con los materiales en el espacio, comienzan a interactuar con ellos de manera libre y espontánea. Por ejemplo, observamos que la estructura tiene una torre y lo primero que suelen hacer es correr a derribarla y en ese momento descubren todo lo que estaba escondido dentro de ella. Además, podemos ver como otros materiales están tapados o encubiertos, incitando al niño a buscar bajo el pañuelo y descubrir lo qué hay. Tras descubrir el material llega el momento de jugar, de explorar, de tantear, de experimentar. Es entonces cuando se producen diferentes actuaciones de forma libre, en las que la educadora observa y los niños y niñas experimentan a su voluntad para descubrir todas las posibilidades que los elementos les ofrecen. Es el tiempo de la interacción libre de unos pequeños con otros, es el espacio Revista Digital de Educación Sinapia, ISSN: Vol. 1, Art. 2 pp: (5-­‐10), Julio-­‐Septiembre 2015 8 Revista Digital de Educación Sinapia, ISSN: Vol. 1, Art. 2 pp: (5-­‐11), Julio-­‐Septiembre 2015, disponible en: www.rdsinapia.es para la observación de la acción del que está al lado, del niño o niña que que ha descubierto una nueva posibilidad de acción con los materiales. Es el tiempo del aprendizaje directo, de la inferencia, del aprendizaje indirecto y vicario. Otro ejemplo de estructuras modulares de juego, en este caso con cajas de cartón. 3. Fase de recogida: Al finalizar cada actividad, los niños y niñas realizan la ordenación y recogida de los materiales, bien clasificándolos o bien trasladándolos a su lugar de almacenamiento como puede verse en la imagen. De esta forma logramos que a la vez que se sienten libres de poder experimentar a sus anchas, también aprenden que existen unas normas que se deben respetar, así como el valor del orden y el cuidado de los objetos. Revista Digital de Educación Sinapia, ISSN: Vol. 1, Art. 2 pp: (5-­‐10), Julio-­‐Septiembre 2015 9 Revista Digital de Educación Sinapia, ISSN: Vol. 1, Art. 2 pp: (5-­‐11), Julio-­‐Septiembre 2015, disponible en: www.rdsinapia.es Por ello creemos que esta propuesta de actividades es una forma muy adecuada, variada y rica para desarrollar actividades de juego y experimentación en el primer ciclo de Educación Infantil ya que observamos diariamente los beneficios que tiene en el desarrollo de los más pequeños. Cada día constatamos, como al mismo tiempo que damos respuesta a una desbordante curiosidad innata, conseguimos que se desarrollen diferentes habilidades, destrezas y procesos cognitivas que dan respuesta a todos y cada uno de los ámbitos del desarrollo. Una muestra de ello podríamos tenerla presentando una Estructura formada por cajas de diferentes tamaños, pelotas y telas. - Por ejemplo, al meterse dentro de una caja, los niños y niñas ejercitan su motricidad a la vez que aprenden conceptos lógico matemáticos, como si caben o no caben dentro de ella, si están dentro o se quedan fuera. - Metiendo las pelotas dentro de las cajas según su color, desarrollan la visión espacial y la coordinación óculo manual al mismo tiempo que aprenden a clasificar los objetos por azar al actuar con ellos. - Con las telas pueden dar rienda suelta a su imaginación, ya sea utilizándolas para disfrazarse, como poniéndolas sobre una caja a modo de mantel en una mesa o incluso para hacer desaparecer las cosas o las personas. Y muchos otros aprendizajes que surgen espontáneamente en el quehacer de los niños y niñas sin necesidad de que nosotros les digamos continuamente lo que tienen que hacer mediante una orden, sino simplemente dejándoles actuar. No queremos dejar pasar la oportunidad de comentar que nuestro papel como educadoras En definitiva, podemos decir que los resultados de todas estas vivencias se traducen en niños y niñas más respetuosos, críticos, con capacidad de elección, con una autoestima elevada y sobre todo FELICES aprendiendo mediante su actividad principal, el juego. Como educadoras estamos convencidas que éste debe ser el eje de aprendizaje y por ello disfrutamos con estas Estructuras Modulares de Juego y Experimentación sabiéndoles libres, haciendo que crezcan en autonomía y acompañándoles en este camino que será la base de su desarrollo posterior. Revista Digital de Educación Sinapia, ISSN: Vol. 1, Art. 2 pp: (5-­‐10), Julio-­‐Septiembre 2015 10 Revista Digital de Educación Sinapia, ISSN: Vol. 1, Art. 2 pp: (5-­‐11), Julio-­‐Septiembre 2015, disponible en: www.rdsinapia.es De cara al futuro, esperamos seguir formándonos y desarrollándonos profesionalmente para así poder ofrecer un entorno rico en experiencias siempre desde el cariño, el afecto y la magia que requiere el trabajo con los niños y niñas de estas edades. III. CONCLUSIÓN Decía María Montessori que el niño y la niña lo que realmente precisa para desarrollarse adecuadamente es un ambiente libre y espontáneo en el que pueda desenvolver sus potenciales en contacto con los elementos que en el se encuentran. Un ambiente “adecuado” en el que el niño pueda desenvolver su actividad de manera libre, de manera espontánea. Eso es precisamente lo que nosotros buscamos a través del diseño, programación y desarrollo de nuestras Estructuras Modulares. Perseguimos generar una oportunidad pensada y diseñada desde nuestro conocimiento pedagógico en la que los objetos, los materiales, el espacio y la interacción de los niños y niñas con todo ello y con sus iguales genera un universo de oportunidades de descubrimiento, de inferencias espontáneas, de aprendizajes por observación del otro, de tanteos experimentales que generan un escenario fantástico de aprendizaje para los pequeños. Estamos convencidos que los niños y niñas necesitan escenarios en los que encontrar retos, en los que se haga preciso pensar, probar, fallar y acertar. En los que sea preciso pensar y emplear las manos para hacer aquellos que desean y hacer aquello que desean para averiguar lo que ha ocurrido al hacerlo. Crear espacios y oportunidades a los pequeños para disfrutar y aprender de manera inconsciente, de forma natural por el hecho de estar en ese espacio, con esos materiales, con esos compañeros y compañeras, con esas interacciones. Probar y experimentar es necesario para los pequeños, pero sin duda también es preciso que los adultos nos arriesguemos para mejorar. IV. REFERENCIAS Edo i Basté, M. (2012): Ahí empieza todo. Las matemáticas de cero a tres años. Números. Revista de Didáctica de las Matemáticas. Vol. 80, julio 2012, páginas 71-­‐84. Revista Digital de Educación Sinapia, ISSN: Vol. 1, Art. 2 pp: (5-­‐10), Julio-­‐Septiembre 2015 11