1.revisiones 7/2/11 09:19 Página 27 REVISIONES La psicología de los constructos personales en el ámbito de la Rehabilitación Psicosocial Jorge Marredo1 y Martín L. Vargas2 RESUMEN Mediante una revisión narrativa se exponen algunos potenciales problemas teóricos y prácticos derivados de la conceptualización de la rehabilitación psicosocial en términos de enfermedad y discapacidad. Como alternativa al modelo biomédico en rehabilitación psicosocial se propone el marco teórico de la epistemología constructivista. Dentro de ésta, la psicología de constructos personales se muestra como un modelo recomendable tanto por su nivel de abstracción, como por su propuesta de funcionamiento óptimo. Se exponen su filosofía, su postulado básico y los once corolarios derivados del mismo. A continuación se hace una propuesta de aplicación al ámbito de la rehabilitación psicosocial, incluyendo tanto a los usuarios como a los profesionales. Se propone el término de «hostilidad terapéutica» para definir prácticas profesionales rígidas producto de sistemas de constructos profesionales no permeables a la experiencia; asimismo se plantea una alternativa a la coexistencia de modelos técnicos de distinta naturaleza. Por último se exponen las ventajas de adoptar el marco constructivista y la congruencia del mismo con los actuales modelos de competencia. PALABRAS CLAVE Rehabilitación psicosocial, constructivismo, epistemología. The Personal Construct Psychology in the ambit of Psychosocial Rehabilitation ABSTRACT Through one narrative review it is exposed some potential theoretical and practical problems derived from one view of psychosocial rehabilitation in terms of disease and disability. As one alternative to the biomedical model in psychosocial rehabilitation, it is proposed the theoretical frame of the constructivist epistemology. In it, the personal construct psychology appears as one recommended model, both for its level of abstraction, as its proposal for optimum performance. It is outlined its philosophy, its basic postulate and eleven derived corollaries. Below, it is proposed its application to the ambit of psychosocial rehabilitation, including users as well as professionals. It is proposed the term «therapeutic hostility» to define rigid professional practices which are the product of professional construct systems which are impermeable to the experience; also it is proposed one alternative to the coexistence of technical models from different nature. Finally, the advantages of adopting the constructivist frame are exposed, and its congruence with the actual models of competence. KEY WORDS Psychosocial rehabilitation, constructivism, epistemology. 1. Introducción La práctica profesional de la Rehabilitación Psicosocial (en adelante RPS) cuenta en su conceptualización como disciplina con numerosos vacíos teóricos, la resolución de los cuales requiere de una reflexión sobre la raíz teórica de la práctica clínica en RPS1-4. La primera dificultad estriba en la debilidad del constructo de Enfermedad Mental (frente a una supuesta Salud Mental), origen en parte de la disciplina, pero aspecto polémico por la carga moral que habitualmente conlleva5-7. En segundo lugar, la necesaria interdisciplinariedad de la RPS conduce con frecuencia a ambivalencias conceptuales en las que se mezclan confusamente los modelos epistemológicos propios de la neuropsiquiatría, la psicología y las ciencias sociales8-11. Por último, cabe añadir la problemática de una práctica clínica idóneamente fundamentada en el respeto a la libertad de la persona, entendida tal libertad en un sentido amplio12-13. Tal práctica clínica, debería evitar el encorsetamiento en programas con implicaciones morales (basados en conceptos tan arbitrarios como el de normalidad)2, los cuales podrían arrastrar a la persona a cambiar sus valores, o su modo o estilo de vida, por 1 Director Técnico/Psicólogo. Centro Residencial de Rehabilitación y Pisos Supervisados de Cáceres. FEAFES-Cáceres. Centro Concertado con el Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la dependencia (SEPAD). 2 Servicio de Psiquiatría. Complejo Asistencial de Segovia. Correspondencia: Jorge Marredo Rosa. C/ Ana Mariscal, n.º 4 10004-Cáceres. E-mail: residenciasi@feafescaceres.com Rehabilitación Psicosocial 2010; 7 (1 y 2): 27-34 27 1.revisiones 7/2/11 09:19 Página 28 Jorge Marredo y Martín L. Vargas otros más «saludables» para su supuesta rehabilitación. Por lo tanto, los desarrollos teóricos que impliquen unos objetivos desvinculados de los valores morales del terapeuta y del sistema asistencial, así como una mayor libertad individual, podrían revertir no sólo en la efectividad de los programas, sino también en un enriquecimiento de su fondo ético. Más allá del empoderamiento, se trata no ya solamente de colocar el control del proceso rehabilitador en el propio usuario, sino de asumir como objetivo terapéutico el proyecto personal que éste proponga14. La epistemología constructivista9, 15-24 se presenta como un marco conceptual de futuro en el que desarrollar programas de rehabilitación centrados en los valores de la persona en rehabilitación. Dentro de la metateoría constructivista, la Psicología de los Constructos Personales (PCP, en adelante) se presenta como un marco teórico en el que la evaluación y el tratamiento son inseparables y en los que la persona no es concebida como un sujeto o un organismo, sino como alguien que responde a su propia visión del mundo, la cual puede, y en nuestro caso debe, ser conocida para comprender el porqué del comportamiento etiquetado como patológico9, 17, 19, 25-29. Y así, dentro del marco constructivista, sirve de orientación la afirmación de Ortega y Gasset cuando recuerda que «el hombre no tiene naturaleza, sino que tiene historia». A lo anterior cabe añadir el alto nivel de abstracción en el que la PCP está enunciada y que permite una rehabilitación basada en los procesos psicológicos orientadores de la acción más que en entidades psicopatológicas6, 17, las cuales pierden su validez conceptual fuera del modelo epistemológico neuropsiquiátrico. La conceptuación de la persona rehabilitada en términos de enfermedad se aleja del actual modelo de funcionamiento propuesto por la OMS (y detallado en la Clasificación Internacional del Funcionamiento de la Discapacidad y de la Salud), que propone describir los determinantes de salud en términos positivos. Por ello, fijar el foco de atención en la enfermedad y la discapacidad no parece un punto de partida que pueda ser fecundo en RPS. La finalidad de la presente revisión narrativa es doble, por un lado presentar la teoría de los constructos personales a los profesionales de la rehabilitación psicosocial, la cual desde la publicación por George A. Kelly en 1955 de su obra The Psychology of Personal Constructs, no ha gozado de una gran difusión. La literatura derivada de la PCP se ha traducido escasamente al castellano19 y aún se aprovechan insuficientemente sus hallazgos, como la evaluación mediante la Técnica de la Rejilla30-31. Por otra parte, el artículo propone a la PCP, y por extensión al constructivismo, como marco teórico y práctico en el que desarrollar la rehabilitación psicosocial2, 4. Tal marco constructivista, como intentaremos mostrar, puede propiciar una práctica rehabilitadora más ética y menos moralista, que esté guiada por el logro de la máxima autonomía posible de la persona en rehabilitación, y por el respeto a sus valores. La revi28 Rehabilitación Psicosocial 2010; 7 (1 y 2): 27-34 sión transcurrirá en tres apartados, los dos primeros revisarán los conceptos básicos de la PCP y en el tercero se propondrán algunas aplicaciones en RPS. 2. Postura filosófica de la PCP, postulado básico y corolarios La PCP nace de una postura filosófica explícita, el Alternativismo Constructivo. Al contrario que otras teorías psicológicas, asume unos supuestos de partida incomprobables sobre el hombre y el mundo, que por lo tanto tienen categoría lógica de postulados. Kelly describe un supuesto básico y once corolarios derivados del mismo9, 17, 19, 29, cuyo orden clásico seguiremos a fin de facilitar futuras incursiones del lector en la teoría. a. Postura filosófica Algunos de los antecedentes constructivistas del siglo XX, como Piaget32-34 o Vitgotsky35, derivaron sus conclusiones del estudio psicológico del desarrollo infantil. Otras fuentes derivadas de la filosofía de la ciencia, la biología, la química y la cibernética siguieron los autores representativos de lo que podríamos denominar como constructivismo histórico: el budismo, Kant, Vico, Vainhiger y otros17, 24. Pero si bien ya se puede hablar de constructivismo en la obra de Alfred Adler36, George Kelly fue pionero al derivar una teoría constructivista desde la práctica clínica16, 19. La postura filosófica asumida por Kelly fue denominada por él mismo «Alternativismo Constructivo»17, 27, 28, 37. El supuesto básico del Alternativismo Constructivo propone que los hechos siempre están sujetos a reconstrucción, es decir, que los acontecimientos siempre pueden ser definidos en otros términos. En otras palabras, que la naturaleza en sí no muestra nada o ningún secreto, sino que los científicos al igual que todas las personas desarrollan modelos que sirven para anticipar los acontecimientos. La forma en la que se tiende a atribuir las características predichas o enunciadas tiene relación con la estructura de las lenguas indoeuro-peas17, 19, las cuales suelen asignar al objeto lo que del mismo se ha dicho, confundiendo así sujeto y objeto. Téngase en cuenta que las cosas en sí no dependen de la etiqueta verbal que se les ponga y que la naturaleza ignora lo que las personas digan de ella. Lo anterior introduce otra idea importante de la teoría, la metáfora del hombre como científico9, 16-17, 19, el cual anticipa los acontecimientos, se implica en ellos y al encontrarse con los mismos, valida o invalida las anticipaciones, lo cual le lleva a revisar su sistema de anticipaciones. Esto no implica que la teoría exponga el comportamiento humano como equivalente a los cánones de la ciencia de corte racionalista16-17, 19, sino más bien que la actividad científica es una muestra del funcionamiento psicológico, el cual es regido por abstracciones de la realidad, las teorías, que son puestas a prueba, y en función de su confirmación o refutación son revisadas. 1.revisiones 7/2/11 09:19 Página 29 La psicología de los constructos personales en el ámbito de la Rehabilitación Psicosocial Es importante destacar que el hecho de citar a los acontecimientos hace que Kelly proponga un constructivismo epistemológico, pero no ontológico16-17. No quiere decirse que todas las interpretaciones sean igual de buenas o eficaces y mucho menos que «todo vale», de hecho Kelly asumía que si bien podría llegar el día en que se accediese a una construcción de la realidad bastante aproximada, esa fecha todavía está lejana19. Al igual que en Popper, con cuyo sistema epistemológico existen similitudes en Kelly, no podemos hablar en ningún caso de un relativismo ontológico. Muy al contrario, Kelly propuso llamar a su postura filosófica Responsabilidad Epistemológica17, 19. La persona no sólo está limitada por sus teorías sobre los acontecimientos16, 19, las cuales le sirven para dar significado a la experiencia y evitar así el verse desbordado, sino que además cada persona puede cambiar sus construcciones de la realidad por otras más adaptativas o prácticas. De igual modo, distintas personas tienen construcciones diferentes sobre una misma realidad, incluyendo por supuesto a los profesionales de la rehabilitación psicosocial, que manejan constructos teóricos y personales sobre el comportamiento de los usuarios. De lo anterior no es difícil deducir que los objetivos de una rehabilitación psicosocial de tipo constructivista deberían estar dentro del sistema de constructos del usuario para que éste les pueda dar significado, pero muchas veces tales objetivos se diseñan solamente desde el sistema del profesional entre cuyo arsenal figuran conceptos como el de «mala adherencia al tratamiento» o «baja conciencia de enfermedad», como ejemplos prototípicos de perspectivas clínicas elaboradas desde fuera de la persona en rehabilitación. b. Postulado básico En el marco del alternativismo constructivo, Kelly formuló su postulado básico9, 19, 29: «Los procesos de una persona se canalizan psicológicamente por la forma en que anticipa los acontecimientos». Dicho postulado es relevante para los profesionales de la RPS, puesto que se habla de personas y no de sujetos u organismos. Y es que Kelly entiende que las personas no necesitan de fuerzas, contingencias ambientales, impulsos o motivaciones que expliquen su comportamiento. Las personas no son objetos inertes o inanimados movidos por causas externas, sino que, según su postulado básico, es la anticipación de eventos la que permite explicar su comportamiento9, 19. Las personas no son reactivas, ya sea ante pulsiones, estímulos o dinámicas interpersonales, sino que se comportan de manera proactiva o predictora, realizando anticipaciones según las regularidades percibidas. Cada persona construye su propia teoría personal cimentada en un conjunto de constructos que se comportan como ejes personales, los cuales sirven para la canalización psicológica del individuo anticipando los acontecimientos en su relación con el mundo. Tal realidad percibida será modificada en función de su validación o refutación, con más o menos facilidad según el peso que tenga cada constructo en la organización teórica de la persona. Kelly destaca explícitamente38-39 que el alternativismo constructivo es una teoría formulada en términos psicológicos y puesto que, como se ha señalado, las ciencias y la filosofía son meras construcciones humanas y no la realidad misma, no será necesario apelar a términos fisiológicos, químicos o físicos para explicar la psicología y la conducta humana, sino que el modelo psicológico es suficiente en sí mismo para hacerlo. c. Corolarios En su deseo de hacer una teoría lo más sistemática posible, Kelly enunció once corolarios a modo de proposiciones deducidas del postulado básico9, 17, 19, 29, los cuales se resumen a continuación. • Corolario de construcción: una persona anticipa los acontecimientos construyendo sus réplicas9, 17, 19. Como para la TCP la realidad es abstraída en teorías, tanto científicas como personales, no cabe atribuir a los acontecimientos determinadas características, como las similitudes o las diferencias, sino que estás se encuentran en la teoría que los abstrae. La persona, por tanto, encuentra similitudes entre acontecimientos y diferencias o contrastes y estos son de tipo personal. El mismo Kelly19 afirma con respecto a las posibilidades del sistema o subsistemas: «Un sistema que se basa sólo en identificar los parecidos se funde en la homogeneidad; uno que observa sólo la diferenciación se fragmenta en pedazos irremisiblemente inconexos». • Corolario de individualidad: Las personas difieren entre sí en su construcción de los acontecimientos9, 17, 19. A los largo de su historia los teóricos de la PCP y del constructivismo en general se han preocupado por destacar este hecho, no sólo en cuanto a que los acontecimientos sean construidos de formas distintas, sino que las implicaciones y relaciones lógicas para cada persona también pueden ser distintas. • Corolario de organización: Cada persona desarrolla de manera característica, para su conveniencia en la anticipación de los acontecimientos, un sistema de construcción que incluye relaciones ordinales entre constructos9, 17, 19. La concepción que Kelly tiene del sistema de constructos es jerárquica y por tanto no todos los constructos tienen el mismo «peso» para la persona. La distinción básica al respecto está en constructos nucleares, que regulan los procesos de la persona y sus valores más profundos, y que por razones de mantenimiento del sistema son modificados o revisados con dificultad, y los periféricos, más modificables a la luz de la experiencia. Por analogía de tipo legislativo, los constructos nucleares serían la «Constitución» de la persona y los periféricos las «leyes» que la desarrollan. Como se puede observar, la intervención psicológica o la creación de relaciones pro- Rehabilitación Psicosocial 2010; 7 (1 y 2): 27-34 29 1.revisiones 7/2/11 09:19 Página 30 Jorge Marredo y Martín L. Vargas fesionales debe tener en cuenta este aspecto, ya que el atentado contra los constructos nucleares es vivido como una amenaza a nivel psicológico; asimismo las conductas persistentes pueden estar reguladas por construcciones de este tipo y por tanto cumplir una importante función reguladora en el sistema de la persona. • Corolario de dicotomía: El sistema de construcción de una persona se compone de un número finito de constructos dicotómicos9, 17, 19. Los constructos tienen dos polos17, 19, el polo emergente, que es el usado preferentemente; y el de contraste. Recuérdese que el constructo abstrae semejanzas y diferencias. Es importante tener en cuenta que es el constructo, y no los elementos por él abstraídos, el que es dicotómico. Por ejemplo, el constructo tranquilo-nervioso presenta una distinción, un contraste básico en función del carácter percibido en otras personas o en nosotros mismos. Si tomamos a tres personas podríamos decir cuáles son más tranquilas y cuáles más nerviosas, sin embargo, si tomamos a las percibidas como más tranquilas y les aplicamos de nuevo la misma distinción, el constructo será el mismo y situará a una en el polo «tranquilo» y a otra en el «nervioso». Es de destacar entonces que el cambio de un elemento con respecto a un polo del constructo no significa un cambio en el constructo (recuérdese lo expuesto en el apartado del Alternativismo Constructivo). • Corolario de elección: Una persona escoge para sí misma aquella alternativa en un constructo dicotómico con la que anticipa más posibilidades de elaborar su sistema9, 17, 19. La elección de un constructo, es decir la toma de decisiones según la PCP, sigue lo que Kelly llamó el ciclo C-A-P, o C-P-E según algunas traducciones17, 19, 40, que representa la sucesión de las siguientes fases: 1) Circunspección, en la que la persona busca en su sistema el constructo más adecuado; 2) Apropiación (o Preempción), en la que la persona elige el constructo y valora las dos alternativas que éste presenta; y 3) Control (o Elección), en la que la persona elige el polo del constructo con el que tiene más posibilidades de dar definición y/o extensión a su sistema, es decir realiza una elección elaborativa. • Corolario de rango: Un constructo sólo es conveniente para la anticipación de un ámbito limitado de acontecimientos9, 17, 19. Es decir, que un constructo o un conjunto de ellos o un sistema, ya sea personal o científico, no puede ser aplicado a un número infinito de elementos, sino que está limitado. Por ejemplo, el constructo introvertido-extrovertido, puede ser aplicado a personas, pero difícilmente a alimentos. • Corolario de experiencia: El sistema de construcción de una persona varía a medida que construye sucesivamente réplicas de los acontecimientos9, 17, 19. Para comprender mejor este corolario conviene introducir el ciclo de la experiencia, que consiste en cinco fases: 1) Anticipación del acontecimiento; 2) Implicación con el resultado; 3) Encuentro con el acontecimiento; 4) Validación o Invalidación de la anticipación; y 5) Revisión 30 Rehabilitación Psicosocial 2010; 7 (1 y 2): 27-34 Constructiva a la luz del resultado. No es difícil deducir en la anticipación y la implicación, los componentes prospectivos (más «cognitivos»), el conductual en el encuentro y el emocional en la validación o invalidación y la posterior revisión17. Este ciclo tiene implicaciones para la práctica de la RPS ya que el usuario puede estar detenido en una de las fases y al no culminar el ciclo no puede revisar su sistema en función del encuentro con el (los) acontecimiento (s). • Corolario de modulación: La variación en el sistema de construcción de una persona está limitada por la permeabilidad de los constructos en cuyo ámbito de conveniencia se encuentran las variantes9, 17, 19. Es decir, la modulación del sistema de construcción depende de la admisión de nuevos elementos dentro de los constructos ya existentes. De ello dependerá el grado de adaptación al cambio psicológico que tendrá la persona. Por ejemplo, en un constructo del tipo feliz-infeliz una persona puede no admitir más acontecimientos en el polo feliz, por entender que el resto de su vida será infeliz. De esta manera elegirá el polo «infeliz» del constructo como emergente y, mediante elección elaborativa (ver corolario de elección), basará en él la mayoría de las anticipaciones de este subsistema. • Corolario de fragmentación: Una persona puede emplear sucesivamente varios subsistemas de construcción inferencialmente incompatibles entre sí 9, 17, 19. Por ejemplo, una persona puede ser muy cercana y cariñosa con sus amigos y familiares, con todas las implicaciones para los constructos subordinados; y luego ser tremendamente desconsiderado y frío en sus relaciones laborales. • Corolario de comunalidad: En la medida en que dos personas emplean una construcción similar de la experiencia, sus procesos son psicológicamente similares9, 17, 19. Nótese que se habla de una construcción similar, es decir de contrastes percibidos, relaciones entre ellos y de la ordenación jerárquica de los mismos. No quiere decirse que se utilice la misma etiqueta verbal, ni que se piense igual. Por otro lado, este corolario sirve para enlazar la teoría con las relaciones interpersonales, la cultura, la vida social, etc.; así por ejemplo en las parejas y en las familias es común tener construcciones similares, así como las personas de la misma cultura o de aquellas similares, pueden discriminar de forma similar. Una relación terapéutica o un equipo de profesionales con construcciones similares de la experiencia dará lugar a anticipaciones cercanas. • Corolario de socialidad: Una persona puede desempeñar un rol en un proceso social que implica a otra en la medida que construya los procesos de construcción de aquélla9, 17, 19. El concepto de rol es muy importante dentro de la PCP, ya que Kelly se preocupó por dar una definición psicológica17, 19 y no una social, como es habitual. Dentro de los constructos nucleares, los constructos de rol son fundamentales, y se refieren a lo que la persona piensa que los demás piensan de ella, en función de lo cual puede anti- 1.revisiones 7/2/11 09:19 Página 31 La psicología de los constructos personales en el ámbito de la Rehabilitación Psicosocial cipar acontecimientos a nivel interpersonal. En la medida en que una persona es capaz de influir en la construcción de los procesos de otra, está jugando un rol para aquella. Esto interesa en el establecimiento de relaciones terapéuticas para los profesionales de la RPS, pues influyen en la conformación de los constructos de rol de la persona en rehabilitación. 3. Constructos personales Para Kelly, un constructo personal es un eje dicotómico y bipolar en el cual la persona va situando los acontecimientos en función de similitudes y diferencias9, 19; dicho eje es una abstracción, es decir, no es el acontecimiento, sino la ubicación de éste en una dimensión, la cual a su vez es un contraste. El constructo no necesariamente se simboliza verbalmente, de hecho gran parte de las discriminaciones se producen de manera preverbal o no verbal17. Así, por ejemplo, una dilatación pupilar, un aumento en el ritmo cardiaco, etc.; son entendidos como discriminaciones desde la teoría, aunque la persona no pueda explicar el porqué de dicha activación o dilatación. Podríamos decir que la diferencia percibida en el flujo de la experiencia, el contraste resultante, es la unidad psicológica mínima con la que opera la persona para dar sentido a dicha experiencia. En la Tabla 1, basada en el texto de Botella et ál.17, se detallan algunos aspectos formales y aplicados de la teoría de constructos personales. Los constructos nucleares representan los axiomas de la teoría personal del individuo, mientras que los constructos periféricos son objetivo prioritario de los procesos terapéuticos. Dado el carácter holístico otorgado a la experiencia psicológica, dentro de la PCP no se distingue entre razón y emoción, o entre elementos emocionales y cognitivos16-17. Para la PCP la experiencia emocional es el resultado de la validación o invalidación de diferentes porciones más o menos nucleares del sistema de constructos, en función de la cual éste debe ser revisado. Las emociones son condiciones del sistema, presentes en todas las personas. Considerando los cuatro tipos de estados emociones relevantes para la práctica clínica definidos por Kelly (Tabla 1), el tratamiento rehabilitador puede ser amenazante para una persona que se define a sí misma en términos de enfermedad o déficit. 4. Directrices para la Rehabilitación Psicosocial Por último, propondremos algunas directrices para el aprovechamiento de la PCP en RPS, señalando también algunos riesgos de la utilización de los conceptos médicos fuera de su rango de aplicación. Consideramos importante resaltar los potenciales efectos perjudiciales de la RPS tal y como se practica habitualmente pues, si bien el modelo médico es idóneo para el diagnóstico e intervención neuropsiquiátrica40, su uso puede ser inadecuado en otros ámbitos de la salud mental como es el caso de la RPS. a. La persona en rehabilitación es a la vez el sujeto y el objeto de la RPS En RPS entran en juego al menos dos sistemas de constructos que es necesario delimitar claramente, ya que suponen dos alternativas epistemológicas para la interpretación de una misma realidad. Por motivos de claridad denominaremos de manera neutra a esta realidad como «R», siendo R la situación que el clínico entenderá como enfermedad y que a la vez la persona en rehabilitación construirá como sufrimiento, inseguridad, miedo, o de otras formas. El actor del cambio es la propia persona en rehabilitación, y el objeto a modificar es su propio sistema de interpretación de R. La labor del profesional de RPS será meramente el facilitar la adaptación a R del sistema de constructos de la persona en rehabilitación. Un riesgo que puede invalidar la RPS, desde el punto de vista de la PCP, o incluso perjudicar a la persona en rehabilitación, es el constreñimiento del proceso rehabilitador dentro del sistema de constructos del profesional, es decir que el sistema de constructos profesionales (en este caso el sistema teórico, diagnóstico o psicopatológico de referencia) no sea permeable a la experiencia y no se revise a la luz de ésta, dejando así los elementos invalidadores (conductas no congruentes con el diagnóstico o el modelo de referencia) fuera del sistema, distorsionando así el sistema del usuario para hacerlo congruente con el sistema de constructos del técnico. Denominaremos a este riesgo como «hostilidad terapéutica» y lo definimos como una reacción disfuncional del terapeuta frente a las emociones que le induce la labor en RPS. Consideramos ejemplos de potencial hostilidad terapéutica algunas formas de psicoeducación, la preponderancia del diagnóstico psiquiátrico en el diseño de programas de rehabilitación o la imposición por parte del terapeuta de «objetivos terapéuticos» explícitos. Para prevenir la hostilidad terapéutica conviene tener presente que es la persona en rehabilitación quien elaborará sus propios constructos para un funcionamiento óptimo, sin encorsetarse en los objetivos y constructos del terapeuta. En otras palabras y según la PCP se deberían evitar las dinámicas de agresividad (recuérdese la definición expuesta en la tabla 1), con respecto a la validación y expansión del sistema profesional. Tales dinámicas de agresividad podrían derivar en hostilidad terapéutica para mantener el sistema de constructos del profesional en detrimento del sistema de constructos de la persona en rehabilitación. Un segundo riesgo, similar al anterior, es el que denominamos de «hostilidad moral». En este caso son los valores imperantes en el sistema social los que pretenden imponerse a la persona en rehabilitación (recuérdese el corolario de comunalidad). Queremos señalar que el riesgo no consiste en el contenido con- Rehabilitación Psicosocial 2010; 7 (1 y 2): 27-34 31 1.revisiones 7/2/11 09:19 Página 32 Jorge Marredo y Martín L. Vargas TABLA 1. Aspectos formales y aplicados de la teoría de constructos personales (Basada en Botella et ál., 1998) Aspectos formales de los constructos personales • Rango de conveniencia: conjunto limitado de elementos al que es aplicable el constructo personal. • Foco de conveniencia: conjunto de elementos en el que el constructo es especialmente pertinente. • Elementos: objetos, personas o situaciones abstraídos en el contraste que implica el constructo. • Polo: extremo de la dicotomía que discrimina el constructo en función de la similitud (polo de similitud) y de las diferencias (polo de contraste). • Permeabilidad: grado en el que un constructo admite nuevos elementos en su rango de conveniencia. Constructos relevantes en la exploración de un sistema • Constructo comprensivo: es el que se aplica a una gran variedad de acontecimientos, frente al constructo incidental, que se aplica a un número limitado. • Constructo supraordenado: es el que incluye a otros constructos como elementos en su rango de conveniencia, frente al constructo subordinado, que está incluido como elemento en el rango de conveniencia de otro. • Constructo nuclear: es el que gobierna los procesos de mantenimiento de la persona, frente al constructo periférico, que se puede modificar sin grandes cambios en la estructura nuclear de la persona. Emociones y sus comportamientos derivados • Amenaza: conciencia de un cambio inminente y amplio en la estructura nuclear. • Miedo: conciencia de un cambio inminente pero no masivo en la estructura nuclear. • Culpa: percepción de haber actuado de manera no congruente con el rol, entendiendo rol como «lo que la persona piensa que los demás piensan de él». • Ansiedad: percepción de que los acontecimientos se encuentran fuera del rango de conveniencia del sistema de constructos. • Agresividad: elaboración activa del campo perceptual. Según la TCP, es agresiva aquella persona que está experimentando activamente la validez de su construcción, ampliando su ámbito de conveniencia, explorando sus límites, etc. • Hostilidad: ajuste forzado de los hechos según un constructo que ha fracasado repetidamente en la anticipación de los acontecimientos. creto de tales valores, sino en la pretensión de que la persona en rehabilitación los asuma sin haber recorrido el camino que le permita construirlos como propios e integrarlos armónicamente en su propio sistema personal. Un ejemplo de hostilidad moral podría ser la realización de terapia ocupacional no significativa para la persona en rehabilitación. b. El objetivo de la RPS es la restauración funcional de la persona Mediante el Ciclo de la Experiencia, la persona contrasta su sistema de constructos con la realidad. Según la PCP, es funcional todo aquel sistema que anticipa la realidad de forma suficientemente precisa y que, considerando el resultado de cada ciclo de experiencia, es 32 Rehabilitación Psicosocial 2010; 7 (1 y 2): 27-34 capaz de ajustarse para minimizar nuevos errores de predicción. De esta manera, un sistema funcional es cada vez más complejo y diferenciado y tiene mayor rango de conveniencia. El sistema de constructos de la persona en rehabilitación resultará funcional si: 1) se ajusta tras cada ciclo de experiencia, 2) aumenta su complejidad y 3) aumenta su rango de conveniencia. La enfermedad en sí misma es un evento de R que el sujeto debe integrar en un ciclo de experiencia. Tras este ciclo, los constructos premórbidos nucleares se habrán adaptado a la situación de enfermedad y se habrán creado otros, periféricos, específicamente relacionados con la enfermedad y la discapacidad. El sistema de constructos funcional ahora tendrá mayor rango, pues servirá tanto para manejarse en condiciones de salud como en las de 1.revisiones 7/2/11 09:19 Página 33 La psicología de los constructos personales en el ámbito de la Rehabilitación Psicosocial enfermedad. Lo anterior también debe ser aplicado al equipo de profesionales, de manera que su sistema de constructos debería seguir el mismo proceso de ajuste, complejización y aumento del rango de conveniencia para no caer en la hostilidad terapéutica. Frente a los sistemas funcionales encontramos los constructos rígidos, que son aquellos que conducen a anticipaciones inflexibles, no adaptables tras la experiencia. Son ejemplo de constructos rígidos formulaciones del tipo: «todos las personas con trastorno límite son violentos», «los enfermos esquizofrénicos son incapaces de trabajar», etc. El malestar psicológico puede ser definido como el uso continuado de constructos o subsistemas rígidos, que han resultado ineficaces para realizar predicciones ajustadas de R. De la misma forma un mal sistema de constructos profesionales será rígido y no se adaptará a la experiencia del usuario. La PCP es una psicología del funcionamiento humano41, y por lo tanto ve el sufrimiento psicológico como una posibilidad humana, al igual que hacen algunas formulaciones filosóficas de corte fenomenológico. La PCP puede enmarcarse en lo que se ha venido a llamar «modelos de recuperación», los cuales marcan el futuro de la RPS, frente a los modelos tradicionales. Aquellos frente a éstos destacan: la experiencia de angustia frente a la psicopatología; el interés en la persona frente al interés en el trastorno; la maestría fruto de la experiencia frente a la relación médico-paciente; la fuerza frente al tratamiento; el significado personal frente al diagnóstico; el entendimiento frente al reconocimiento; el automantenimiento, el autocontrol y el manejo del riesgo frente al cuidado de expertos y la evitación del riesgo; y la responsabilidad personal frente al cuidado profesional. El conseguir modelos de RPS basados en el funcionamiento psicológico humano y no tanto en la distinción entre psicopatológico y psicológico se muestra, además, como una posibilidad para dotar a la RPS de coherencia teórica, así como para ampliar el conocimiento de la psicología humana en todas sus expresiones. El nuevo sistema funcional conservará la identidad histórica de la persona, de tal manera que se conserven los constructos más nucleares y sobre él se integren los nuevos relacionados con la enfermedad. Al utilizar el término restauración, queremos señalar la importancia de conservar el esqueleto matriz de la persona y de armonizar según este esqueleto identitario los nuevos constructos surgidos a partir del momento de enfermar. La intervención en RPS buscará facilitar el resurgir de la identidad. El corolario de elección señala que una persona elegirá aquel polo de un constructo dicotómico con el cual pueda dar mayor definición y/o extensión a su sistema, es decir hace una elección elaborativa. Por ello el rol de enfermo puede ser también preferido por la persona en rehabilitación. Una persona definida en términos de enfermedad puede estar eligiendo aquella posibilidad dentro de su sistema pues así anticipa con mayor facilidad. El estancamiento en el rol de enfermo puede resultar inexplicable para el equipo profesional si se olvida que tal resistencia es una forma que puede utilizar la persona en rehabilitación para mantener coherencia dentro de su propia teoría. c. Los sistemas de constructos funcionales son equivalentes Considerando el alternativismo constructivo, diversos sistemas de constructos pueden ser igualmente válidos para el conocimiento de R. Esto posibilita el trabajo multidisciplinar en RPS siguiendo simultáneamente modelos diversos por parte de las distintas personas implicadas. Así, pueden ser de utilidad igualmente legítima los modelos epistemológicos procedentes de las ciencias sociales, psicológicas o biomédicas, al igual que el modelo vivencial que desarrolla la persona en rehabilitación. En realidad existirán tantos modelos epistemológicos como personas implicadas en el proceso rehabilitador y por tanto será la capacidad de anticipar y revisar el sistema la que vaya definiendo el propio rango de conveniencia de cada uno. La PCP ha desarrollado modelos matemáticos con un alto nivel de abstracción mediante el uso de la técnica de la rejilla que podrían facilitan la representación formal del proceso rehabilitador y el uso más provechoso de modelos estadísticos multivariantes en RPS. Otras posibilidades de equivalencia podrían encontrarse con nuevos modelos neurobiológicos propuestos para la rehabilitación neurocognitiva, basados en el desarrollo de redes neuronales mediante la reverberancia de «ciclos de percepción-acción», como es el caso de la Rehabilitación Orientada a Cógnitos42. La PCP es aplicable tanto a profesionales como a usuarios al entender que ambos son personas y por tanto son activos y en desarrollo constante. Como personas ambos tienen objetivos similares, que son ampliar y definir su sistema de constructos, aunque estos estén formulados en términos distintos. La relación desigual que se pueda establecer entre ambos no tiene que ver con el supuesto trastorno o enfermedad, sino más bien con guiones sociales basados en argumentos de autoridad. Es importante destacar que para la PCP tanto el profesional como el usuario realizan ciclos de experiencia, por lo que como se ha señalado se debe tener en cuenta lo que el profesional está anticipando con respecto al usuario y si es capaz de revisar su sistema a la luz de los resultados de sus propias anticipaciones. Conclusiones A lo largo de este artículo se ha intentado exponer lo problemático del concepto de enfermedad mental como núcleo de una RPS encaminada a una acomodación social real, tanto de la persona diagnosticada, como de los profesionales implicados y de la propia sociedad. Los términos en los que se sigue operando en dicho ámbito dificultan no sólo tal acomodación, sino la del desarrollo por Rehabilitación Psicosocial 2010; 7 (1 y 2): 27-34 33 1.revisiones 7/2/11 09:19 Página 34 Jorge Marredo y Martín L. Vargas parte de la persona diagnosticada de una identidad no basada en la enfermedad o déficit. La PCP desde su formulación original se muestra como un modelo teórico holístico del funcionamiento psicológico y conductual humano en el cual se prescinde de constructos teóricos redundantes y se destaca el papel activo y no reactivo del ser humano43; por otro lado destaca la importancia que tiene para los profesionales el conocer el «mapa» por el que se guían los usuarios, el cual puede ser muy distinto del manejado por aquellos, al mismo tiempo que aprenden a revisar el suyo. Sin embargo, uno de los aspectos más importantes para la práctica profesional de la RPS es el hecho de contar con una teoría formulada en términos psicológicos y con un alto nivel de abstracción, además de contar con un sistema diagnóstico basado en procesos psicológicos y no psicopatológicos. Esto facilitará una práctica no moralizante en términos sanitarios y que distinga mejor entre ayudar a los usuarios a conseguir sus objetivos en sus propios términos, y dentro de sus posibilidades, y no a predicar roles sociales en base a un concepto tan problemático como es el de normalidad. Por último se ha intentado mostrar cómo la PCP es coherente con las tendencias futuras en RPS. Bibliografía 1. Liberman R. La rehabilitación del enfermo mental crónico. Barcelona: Martínez Roca; 1993. 2. Ruiz S. Esquizofrenia (enfermedad del cerebro y reto social). Barcelona: Masson; 1999. 3. Florit Robles A. La rehabilitación psicosocial de pacientes con esquizofrenia crónica. 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