Recursos en la zona de residencia para realizar actividad física y comprar comida saludable e incidencia de diabetes mellitus tipo 2. The Multi-Ethnic Study of Atherosclerosis Neighborhood Resources for Physical Activity and Healthy Foods and Incidence of Type 2 Diabetes Mellitus. The Multi-Ethnic Study of Atherosclerosis Arch Intern Med. 2009;169(18):1698-1704 La etiología de la diabetes mellitus tipo 2 es multifactorial, incluyendo factores ambientales y genéticos. Como médicos nuestro interés se focaliza en aquellos factores modificables que puedan contribuir al desarrollo de esta enfermedad, dado que de momento no podemos influir en los genéticos. Hasta ahora múltiples ensayos clínicos se han realizado modificando los “estilos de vida” en personas con alto riesgo de desarrollar diabetes. Sin embargo trasladar los beneficios obtenidos en estos estudios a la población general es un reto importante para la salud pública. Se requiere identificar a personas de alto riesgo, realizar una serie de intervenciones sanitarias escalonadas que modifiquen los hábitos de una gran parte de la población, además de adaptar estas recomendaciones a diferentes necesidades culturales de las comunidades afectas. El estudio MESA (Multi-ethnic study of atheosclerosis), es un estudio poblacional, en adultos de edades 45-80 años, realizado en diferentes áreas de EEUU. En este articulo se analiza la incidencia de nuevos diagnósticos de diabetes durante un periodo de 5 años relacionándola con los recursos, en el lugar de residencia, para el ejerció de actividad física y la facilidad de acceso a comida saludable (verduras y frutas frescas y productos con bajo contenido en grasas). Se realizo una puntuación compuesta por la suma de los items de la tabla 1 y se comparo el percentil 90 frente al percentil 10. De los 2285 participantes 233 desarrollaron una diabetes tipo 2 (10,2%). El tener mejores recursos en el barrio se asocio con una incidencia mas baja de diabetes del 38%, después de ajustar, por edad, sexo, antecedentes de diabetes, raza, ingresos económicos, nivel educacional, hábitos tabáquito y enólico. La asociación se mantenía significativa después de ajustar por factores dietéticos individuales, nivel de actividad física e índice de masa corporal. Este estudio es sorprendente y atractivo teniendo en cuenta la relación tan alejada entre la calidad de los servicios de una comunidad y las manifestaciones biológicas de la enfermedad. Tabla1.- Items utilizados en la encuesta para la valorar los recursos de Barrio Recursos en el Barrio Items del cuestionario 1.-Mi barrio ofrece oportunidades para hacer ejercicio físico 2.-Polideportivos y otros centros ofrecen muchas oportunidades de hacer Ambiente muy adecuado deporte. para el ejercicio físico 3.-Es agradable caminar por el barrio. 5.- Yo veo a menudo caminar a gente por mi barrio. 6.- Yo veo a menudo hacer ejercicio a gente de mi barrio (correr, cilclismo,etc). 1.- Hay una gran variedad de frutas y vegetales frescos en las tiendas Gran disponibilidad 2.- Las frutas y vegetales frescos son de una gran calidad. de comida saludable 3.- Hay una importante cantidad de productos bajos en grasa 1 Efectos de la fluticasona sola a con salmeterol sobre la función pulmonar en la EPOC. Un estudio aleatorizado. Effect of Fluticasone With and Without Salmeterol on Pulmonary Outcomes in Chronic Obstructive Pulmonary Disease. A Randomized Trial Ann Intern Med. 2009;151:517-527. La EPOC se caracteriza por una disminución progresiva en la función pulmonar acompañado de un empeoramiento de los síntomas respiratorios. Esto se ha visto relacionado con la inflamación en la vía aérea y alteraciones en el epitelio bronquial Las guías actuales recomiendan para la EPOC severa y con exacerbaciones frecuentes el tratamiento con corticoides inhalados y añadir agonistas beta de acción prolongada en pacientes con EPOC moderado a severo. Se conoce que los corticoides inhalados mejoran la sintomatología e inicialmente mejora el FEV1, pero la situación se deteriora nuevamente al dejar de tomarlos. Últimos resultados del estudio TORCH sugirieren a que un tratamiento con corticoide y agonista beta inhalado es capaz de atenuar el declinar del FEV1 en la EPOC. Este estudio analiza en pacientes adultos con EPOC moderado-severo que nunca habían recibido tratamiento con corticoides inhalados el efecto de:1) la fluticasona durante 6 meses seguida de placebo durante 24 meses; 2) fluticasona inhalada durante 30 meses; 3) futicasona+sameterol durante 30 meses y 4) placebo inhalado durante 30 meses. El objetivo fundamental fue analizarla presencia de células inflamatorias en esputo inducido y tras boncoscopia al inicio a los 6 y 30 meses. Otros objetivos fueron medición de síntomas, estado de salud y valoración de la función pulmonar mediante una espirometría cada 3 meses. El número de pacientes fue de 114 y de estos mas de un 70% tuvieron una alta adherencia a la medicación administrada al finalizar el estudio. Los resultados son concluyentes sobre el efecto de los corticoides inhalados en la disminución de las células inflamatorias en la mucosa bronquial (CD3, CD4, CD8 y mastocitos). La disminución en la inflamación bronquial se correlacionaba con la mejoría de la sintomatología clínica y con mejor puntuación en el estado de salud. Los corticoides inhalados reducían la respuesta a los estímulos broncoobstructivos y atenuaban la caída del FEV1. Estos resultados se mantuvieron durante el tratamiento con el corticoide inhalado y desaparecieron al abandonar este fármaco. El añadir el agonista beta resulta en una mejoría en el FEV1 pero no modifica en este estudio la disminución progresiva del mismo. Las principales limitciones de este estudio fueron el escaso numero de sujetos incluido en cada uno de los cuatro grupos que se examinaron y que el resultado principal a los 30 meses no estaba disponible en el 24% de los sujetos aunque esta perdida fue similar en los 4 grupos estudiados. Utilización de glucocorticoides y riesgo de fibrilación o flutter auricular. Estudio de casos y controles. Glucocorticoid Use and Risk of Atrial Fibrillation or Flutter. A Population-Based, Case-Control Study Arch Intern Med. 2009;169(18):1677-1683 2 Los glucocorticoides son un grupo de fármacos utilizados ampliamente para el tratamiento de enfermedades inflamatorias, autoinmunes, algunas enfermedades tumorales además de en pacientes con órganos trasplantados. Se les conocen múltiples efectos adversos algunos de ellos relacionados con los factores de riesgo para el desarrollo de ateroesclerosis (hipertensión arterial, alteración metabolismo de la glucosa, retención de sodio y agua y dislipemia entre otros). El tratamiento con altas dosis de corticoides se ha relacionado con un aumento en la incidencia de infarto agudo de miocardio, enfermedad cerebrovascular y fallo cardiaco. La fibrilación auricular (FA) es la arrítmia cardiaca más frecuente con una prevalencia superior al 10% en personas de 80 o más años. Su presencia condiciona un aumento en la mortalidad entre 3-4 veces fundamentalmente debido a su asociación con la isquemia cerebral. Las publicaciones que relacionan los corticoides y estas arritmias son escasas e involucran a casos aislados y dos estudios caso-control con un número pequeño de paciente en su mayoría con enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Este estudio de base poblacional, en una región de Dinamarca con una población de1,7 millones, se analizaron los nuevos diagnósticos de FA o flutter durante 6 años (1.9992.005). A cada paciente diagnosticado se le asignaron diez controles. Hubo un total de 20.221 nuevos diagnósticos de FA. De estos 1.288 (6,4%) tomaban glucocorticoides durante menos de 60 días y a 2.375 (11,7%) se les había prescrito el tratamiento desde hacia mas de dos meses. Entre los 202.130 sujetos que formaban parte del grupo control tomaban dicha medicación un 2,7% en los últimos dos meses y un 9,9% de una forma mas crónica. En el grupo de casos, como era de esperar, era mas frecuente los diagnósticos de otras enfermedades cardiológicas, así como el uso de fármacos cardiovasculares, EPOC y otras enfermedades inflamatorias. En este estudio el uso de glucocorticoides multiplicaba por dos el riesgo de padecer FA o flutter. Este riesgo se incrementaba por 4 al comparar los sujetos con un inicio de tratamiento con corticoide en los 60 días previos cuando se comparaban con los nunca habían tomado glucocorticoides. Este riesgo no se modificaba por la presencia de enfermedad cardiovascular o pulmonar. Poco se conoce sobre el mecanismo por el que estos fármacos pueden inducir de forma precoz estas arritmias, dado que el riesgo es mayor en los sujetos que toman el medicamento en los dos meses previos. Se ha señalado como factores que podrían incrementar el riesgo de la FA o flutter el desencadenamiento de la hipertensión arterial, alteración en los canales del potasio o a la propia enfermedad inflamatoria que hace preciso el tratamiento con estos fármacos. El evolución clínica de la demencia avanzada The Clinical Course of Advanced Dementia N Engl J Med 2009;361:1529-38 3 El diagnostico de demencia es cada vez mas frecuente en los países desarrollados. Estudios previos sugieren que la demencia avanzada no es suficientemente reconocida en su pobre evolución vital lo que conlleva a un tratamiento subóptimo en las fases finales de la vida. El curso clínico de la demencia avanzada no ha sido descrito con rigor y de manera prospectiva. La incidencia de complicaciones, la prolongación del sufrimiento físico, los costes de ciertos procedimientos no han sido suficientemente estudiados ni evaluados. Este estudio analiza de forma prospectiva la evolución clínica y de los cuidados en pacientes con demencia avanzada en 22 residencia de ancianos del área de Boston. Se analizo la evolución de 323 pacientes con demencia avanzada (no reconocían a la familia, mínima comunicación verbal, dependencia funcional total, incontinencia de esfínteres e imposibilidad para caminar). La duración del estudio fue de 18 meses. El 54,8% de los pacientes murió a lo largo del estudio. La probabilidad de morir en los primeros 6 meses era 25%. EL 93,8 de las muertes ocurrieron en la residencia de ancianos. Durante la duración del estudio el 41%, 53% y 86% presentaron neumonía, un proceso febril o problemas de alimentación. Estas complicaciones aumentaban la probabilidad de morir en los siguientes meses en un 47%, 44% y 38% respectivamente. Síntomas angustiosos como disnea, dolor, ulceras de decúbito, broncoaspiraciones fueron muy frecuentes a lo largo del estudio y sobre todo en las semanas previas al exitus. En los tres últimos meses de vida a un 40,7% se le indicó una intervención gravosa (hospitalización, visita a urgencias, terapia parenteral o colación de sonda nasogastrica para su alimentación). El 96% de los responsables legales de los pacientes declararon que el confort era el objetivo más importante para sus representados, solamente el 20% creían que su familiar fallecería en los próximos 6 meses y el 18% que habían sido informado sobre el pronóstico de la enfermedad. Cuando el responsable legal habían sido informado sobre el pronóstico se realizaron de forma significativa muchas menos intervenciones médicas. Este estudio demuestra que la demencia avanzada se comporta como una enfermedad con una alta mortalidad (similar al cáncer de mama con metástasis o a la insuficiencia cardiaca grado IV). La idea de que en estas fases la demencia se comporta como una enfermedad terminal es además sugerida por el hecho de que los pacientes mayoritariamente no fallecieron por un evento agudo (infarto de miocárdico, ictus, etc.), por otras enfermedades terminales ni por descompensación cardiaca aguda. Este estudio también apoya la idea de que si responsables legales conocen el pronóstico de la enfermedad tienden a solicitar medidas de confort y no tratamientos agresivos que han demostrado beneficios muy limitados en este tipo de pacientes. Los beneficios de los esteroides frente a esteroides y antivirales en el tratamiento de la parálisis de Bell: un metanálisis. The benefits of steroids versus steroids plus antivirals for treatment of Bell’s palsy: a meta-analysis BMJ 2009;339:b3354 4 La afectación periférica del nervio facial provoca una incapacidad en la contracción de los músculos de la cara inervados por el nervio del lado afecto. Su incidencia es de 11-40 casos por 100.000 personas. Hasta en un 30% de los pacientes no se obtiene una recuperación total en la musculatura facial quedando la cara asimétrica, en ocasiones dolor facial y/o problemas psicológicos. Hasta ahora se han hecho dos aproximaciones terapéuticas pensando en su fisiopatología -la inflamación y/o la infección vírica- por lo que los tratamientos administrados han sido corticoides o antivíricos. En esta enfermedad se ha detectado la presencia del virus herpex simple en el liquido endoneurinal por lo que los fármacos utilizados ha sido aciclovir, famciclovir o valaciclovir. El tratamiento con antivirales ha tenido resultados dispares aunque la Academia americana de neurologia en sus últimas guías sugiere que el añadir aciclovir al tratamiento con corticoides puede resultar de un beneficio añadido en de esta enfermedad. El presente metanálisis analiza los ensayos clínicos de la literatura desde 1984 a enero 2009 que comparan los tratamientos descritos anteriormente. Estos estudios deberían tener un seguimiento al menos de un mes y el objetivo principal tendría que tener la valoración del grado de recuperación de la parálisis facial. Se analizan 6 ensayos clínicos que incluyen a 1145 pacientes, de los cuales 574 recibieron tratamiento con corticoides. El corticoide utilizado fue prednisolona oral a dosis de 60 mgr o 1 mgr/kd al día durante 5 días con una reducción rápida hasta retirarla entre una semana o diez días. El grupo de antivirales fue aciclovir, vanciclovir o famciclovir según los ensayos clínicos con dosis estándar y una duración media de entre 5 y 7 días. De los datos analizados se concluye que un 90% se recupera total o de forma importante de la parálisis facial. El añadir antivirales no aporta un beneficio medible al obtenido con el tratamiento con corticoides solos. En el subgrupo de pacientes en los que el tratamiento se iniciaba dentro de los tres primeros días persistían las anteriores conclusiones. No obstante, hay diferencias sutiles que convendrían confirmar en próximos estudios. En el único ensayo clínico que se obtiene mejoría al añadir antivíricos (valaciclovir), el score de gravedad de la parálisis fue mayor. En otro estudio de los incluidos en el metanálisis al realizar un subanálisis según gravedad de la parálisis el añadir famciclovir representaba mejores resultados – pero solo había 18 y 17 pacientes en cada grupo-. Recientemente se ha publicado que el virus varicella zoster estaría implicado entre el 10-28% de las parálisis faciales y se conoce que este virus responde peor a los tratamientos antivirales descritos. En conclusión en el momento actual no se ha demostrado que añadir al tratamiento convencional fármacos antivíricos mejore el pronóstico de la parálisis de Bell. No obstante, queda por dilucidar en siguientes estudios si la severidad de la enfermedad medida por scores objetivos y la etiología con la implicación de diferentes virus condiciona la respuesta a los tratamientos antivíricos. Beneficios en la esperanza de vida y factores de riesgo cardiovascular: 30 años de seguimiento de 19.000 varones en el estudio Whitehall. Life expectancy in relation to cardiovascular risk factors: 38 year follow-up of 19 000 men in the Whitehall study BMJ 2009;339:b3513 5 La mortalidad de causa cardiovascular ha disminuido de forma sostenida en el Reino Unido desde su pico máximo en la década de los 70, lo cual ha resultado en una aumento en la esperanza de vida. La mejoría se ha atribuido principalmente a un mejor control de tres factores de riesgo cardiovascular: tabaquismo, hipercolesterolemia e hipertensión arterial, además de una mejoría en los tratamientos de los pacientes con enfermedad cardiovascular ya establecida. El estudio Whitehal se inicio en 1967-70 entre 19.019 funcionarios de Londres, de edades comprendidas entre 40-69 años. Tras casi 40 años de seguimiento este estudio nos da la oportunidad de conocer las causas de mortalidad específica y de analizar el impacto de los factores de riesgo cardiovascular medidos al inicio del estudio sobre la esperanza de vida. En el Reino Unido desde 1970 la mortalidad cardiovascular ha disminuido en un 2% anual en ambos sexos. Las tasas de mortalidad absoluta eran en los grupos de edad mas avanzada 5 veces superior comparado con los de edad media. En el grupo de edad mas longevo la mortalidad cardiovascular se ha reducido en 2/3 tanto en hombres como en mujeres, sin embargo la reducción en la mortalidad de causa no cardiovascular ha sido mucho menor. Las tasas de reducción en la mortalidad del estudio Whitehall fueron similares a las objetivadas para el Reino Unido en general. En este estudio la disminución en la mortalidad de causa vascular fue el doble que la lograda por causas no vasculares. La mortalidad por cáncer se redujo sobre un 23% cada 10 años, no obstante no se modifico en aquellos cánceres no relacionados con el tabaco, lo que resalta la importancia del abandono del hábito tabaquito en la población. Al inicio del estudio el porcentaje de fumadores era del 40% frente al 13% en 1997. Los niveles medios de presión arterial sistólica, presión arterial diastólita y colesterolemia disminuyeron en este periodo de tiempo. Al excluir personas con enfermedad vascular previa o que tomaban fármacos para disminuir los anteriores factores de riesgo no alteraba substancialmente los resultados. El ser fumador al inicio del estudio comparado con los no fumadores se asociaba con un acortamiento en la esperanza de vida de 6,3 años. Si se compara el quintil superior frente al inferior para las cifras de presión arterial sistólica o de los niveles de colesterol la reducción de la esperanza de vida era de 5,2 y 1,9 años respectivamente. Si comparamos la presencia de los tres factores de riesgo al inicio del estudio frente a los que no tenían ninguna la reducción en la esperanza de vida era de 10 años. A pesar de que muchos pacientes en el seguimiento del estudio dejaron de fumar y mejoraron sus factores de riesgo, la presencia de los tres factores de riesgo analizados en una única ocasión en las edad media de la vida predice una mortalidad 3 y 2 veces superior cardiovascular y no cardiovascular frente a los que tienen ausencia de los mismos, así como un acortamiento de 10 años en su esperanza de vida desde los 50 años. Utilización de antagonistas de la aldosterona en la insuficiencia cardiaca. Use of Aldosterone Antagonists in Heart Failure. JAMA 2009;302: 1658-1665. Ensayos clínicos aleatorizados han demostrado los beneficios clínicos del uso de antagonistas de la aldosterona (AA) en pacientes con insuficiencia cardiaca y fracción de 6 eyección reducida. Por lo anterior se han incluido como una recomendación de clase 1 en las guías de práctica médica de la “American College of Cardiology y American Heart Association” para su utilización en este tipo de enfermos siempre que estén indicados y no exista contraindicación. La adopción de estas recomendaciones en los EEUU y Canadá ha tenido una aceptación modesta y desigual encontrando incluso utilización inadecuada en pacientes con hipercaliemia. EL Get With The Guidelines-HF (GWTG-HF) es un programa nacional norteamericano que promueve y evalúa la adherencia a las recomendaciones de las guías clínicas. Hasta este momento no se conocía la participación de los hospitales en la implantación de programas de calidad podría haber conducido a un uso mas frecuente de los AA cuando éstos estén indicados. Las indicaciones de su uso son: insuficiencia cardiaca con fracción de eyección <35%; niveles de potasio inferiores a 5 mE/l y una creatinina sérica inferior a 2,5 mgr/dl y 2 mgr/dl en hombres y mujeres respectivamente. Durante tres años (2005-2007), 241 hospitales adheridos a los programas de calidad y que participaron en el estudio informaron sobre los diagnósticos de insuficiencia cardiaca. No tenían contraindicación para recibir tratamiento con AA 43.625 pacientes y cumplían las indicaciones de tratamiento 12.565, de éstos a 4.087 (32,5%) se les prescribieron AA al alta hospitalaria. Este porcentaje se incremento modestamente durante el periodo del estudio (28% a 34%). Hubo una gran variabilidad en el uso de estos fármacos entre diferentes hospitales (0%-90%). Entre los pacientes que cumplían los criterios de tratamiento según la guías era más probable el uso de AA en los pacientes más jóvenes, afroamericanos, con niveles de presión sistólica mas bajos, pacientes con un desfibrilador implatado, depresión, y tomadores de alcohol. No hubo diferencias en la utilización de AA según las características de los diferentes hospitales una vez ajustado por los factores clínicos. También se analizó en este estudio un uso inapropiado de los AA que se detectó en un 3,1% de los casos y en un 0,5 había una contraindicación documentada para su utilización. Este trabajo es el primero que evalúa el uso de AA desde su aceptación por parte de la guias de práctica clínica en los EEUU y Canadá ( 2005). Solamente un tercio de los pacientes dados de alta de los hospitales que se adhirieron a los programas de calidad, que cumplían criterios de tratamiento con AA recibieron esta medicación. El uso de AA en paciente en los que había algún criterio de contraindicación era bajo. 7