Reflexión a Calzón Quitado Muy pocas personas nacen siendo emprendedoras. Ser emprendedor es el resultado de una evolución, en muchos casos por experiencias difíciles siendo dependiente o asalariado. Las personas por lo general se inician como asalariados, debido a que nuestra cultura y nuestro sistema educativo están diseñados para sacar egresados al mercado laboral, mas no está diseñado para crear empresarios. Es por eso que la gran mayoría de personas se inician como empleados y son muy pocas las que pasan a ser emprendedores. Para poder dar el salto de asalariado a emprendedor, se requiere estar inconforme con el hecho de ser asalariado. En ocasiones la resistencia es tan fuerte, que ni siquiera es suficiente estar inconforme con la vida de asalariado, sino que no se piensa en ser emprendedor hasta no ser echado del trabajo, y lo que es aún más preocupantes es que existen muchas personas que no ven el emprendimiento como una alternativa de superación ni después de ser despedidos y estar desempleados. Para muchos, el emprendimiento es la última alternativa posible que podrían considerar, y solo la consideraran cuando estén absolutamente inconformes con la forma de ganarse la vida. Si la persona está conforme donde está, seguramente que ahí se queda. ¿Porque habría de moverse de donde está si ahí está cómoda? Esto nos lleva a otro factor importante que es el conformismo, que es contrario a la inconformidad. En nuestro medio, las personas suelen conformarse con un sueldo aunque este no sea alto y deba trabajar mucho por él. El conformismo es quizás el principal obstáculo para ser emprendedor. Mientras estemos a gusto no habrá un motivo para querer algo más, para llegar más lejos, para iniciar nuevos retos. Debemos aspirar a más de lo que hemos conseguido ya que de no ser así la humanidad jamás hubiera alcanzado el nivel desarrollo actual. Y si usted no lo hace seguirá siendo lo que es y quizás menos. La inconformidad debe ser una fiel compañera en todas las actividades desarrolladas por toda persona. Será el combustible que lo impulse a iniciar nuevas actividades, a explorar nuevos horizontes. Cuando el asalariado esté inconforme con el cumplimiento de horarios, con la obligación de recibir órdenes y llamados de atención, con el hecho de tener que pedir permiso para todo, entonces tal vez considera la posibilidad de ser un emprendedor. Lo mismo aquel que ya es emprendedor, deberá estar inconforme con lo que ya ha logrado, pues será esa inconformidad la que lo impulse a expandir su negocio, a llegar a nuevos clientes, etc.