Un modelo para el cálculo de la pérdida esperada en una cartera de préstamos hipotecarios Juan Bazerque a Jorge Sander b BCU – SSF – Depto. Estudios BCU – SSF – Depto. Estudios Resumen En este trabajo se analiza un aspecto dejado de lado en la determinación de las pérdidas esperadas de carteras de crédito de largo plazo, a saber el horizonte temporal de los mismos. Ante la ausencia de series de default tomadas a partir de incumplimientos en plazos largos surge la necesidad de determinar como se acumula la probabilidad de incumplimiento anual cuando el vencimiento de un préstamo excede los doce meses. En el caso particular de la cartera hipotecaria al habitual largo plazo del crédito se unen dos características particulares que complican el modelo, la fijación de porcentajes de garantía iniciales y el pago en cuotas del préstamo, lo que tiene como efecto que a partir de determinado período la pérdida derivada del incumplimiento se anule. Se desarrolló una fórmula cerrada para el cálculo de la pérdida esperada total a partir de la derivación de un límite de integración que define el momento en que las garantías exceden los saldos adeudados y se anula la pérdida esperada del período. Adicionalmente se simularon escenarios de las variables principales encontrándose que para una cartera a 20 años la pérdida esperada total acumula cerca de cuatro veces y media el valor de la pérdida esperada anual, dada una garantía del 70% al inicio del préstamo y una tasa de interés de entre 6% y 8% anual. JEL: G21, G33 _______________________ Las opiniones vertidas en este artículo son responsabilidad exclusiva de sus autores, y no comprometen la posición institucional del Banco Central del Uruguay. a bazerque@bcu.gub.uy b jjsander@bcu.gub.uy Introducción Cuando se hace referencia a la pérdida esperada de una cartera de créditos generalmente se utilizan conceptos tales como “probabilidad de default” y “loss given default” sin demasiado análisis de los fundamentos de tales explicaciones. Así, los requisitos de capital de Basilea II permiten a los bancos utilizar modelos para determinar su capital por riesgo de crédito que en principio surgen de estimar la probabilidad de default (probabilidad de que el deudor impague) y la pérdida condicionada en el evento anterior, es decir, cuánto deja de cobrar la institución una vez que el deudor incumple sus obligaciones, cantidad que dependerá entre otras cosas de las garantías que el deudor haya presentado al contratar el préstamo. Al estimarse dichos requisitos, las pérdidas inesperadas (calculadas en función de la dispersión de la Probabilidad de Default –PD- en torno a su media y más precisamente la estimación de las pérdidas hasta un determinado umbral de probabilidad1) conllevan la necesidad con contar con una distribución de la probabilidad de default además de su valor medio. Un extremo que no parece haber sido revisado es que el requisito de capital y las probabilidades de default se calculan básicamente con un horizonte de un año, período elegido tan arbitrariamente como cualquier otro. Esta decisión conlleva que para calcular la media y la dispersión o desviación estándar de esta última variable (de la que 1 Ver Acuerdo de capitales de Basilea II generalmente se asume distribución normal) se construya una variable aleatoria que se aplica sobre los datos de forma que asume un valor de 1 cuando un deudor2 , al observarse nuevamente al año de haber entrado en la base de datos aparece en cesación de pagos o con un atraso estándar, mientras que asume el valor 0 si está pagando sus deudas o desapareció de la base por haberlas cancelado en su totalidad. De esa manera el cálculo de la probabilidad media de default, por ejemplo se calculará como: Nro veces PD 1 Nro total casos estimando la probabilidad de default de un individuo a partir del número de casos que hacen default en la población analizada. Cabe notar que los parámetros estimados dependerán no solamente de las condiciones primarias utilizadas en la definición del evento de default, es decir los elementos objetivos que debe presentar un deudor para considerarse en cesación de pagos (días de atraso, porcentaje de deuda atrasada, etc.) sino también, siendo este el punto central del trabajo, del horizonte que se utilice para esta definición. Es evidente que cuanto mayor sea el plazo de un préstamo, existen mayores 2 Cabe señalar que en principio se trata de operaciones y no de deudores, aunque esto nos traerá la necesidad de definir la continuidad de operaciones que se renuevan. probabilidades de ocurrencia de shocks que afecten la capacidad de pago del deudor por lo que la PD media de un crédito debería aumentar con el plazo. El hecho que el mecanismo de fijación de capital por riesgo de crédito conocido como “Basilea II” utilice un horizonte de un año para requerir capital a los bancos, no implica que deba seguirse igual definición en la valuación de créditos, en la medida que dicho requerimiento de capital se calibró para que generara un número que se supone básicamente previsto de antemano como punto de partida. Adicionalmente, la fijación de un horizonte de default como parte de un requerimiento de capital, parte de la base de que un banco deberá resistir un tiempo determinado de pérdidas sin condiciones de mercado que le permitan emitir nuevo capital para seguir operando y desde ese punto de vista, sin entrar a juzgar si el plazo de un año es el más razonable, la fijación de un horizonte cualquiera dependerá del grado de holgura de capital que el regulador pretenda tener en función de su conocimiento de la liquidez de los mercados. Sin embargo, cuando lo que se calcula es el valor de un crédito y su pérdida esperada (que surgirá también de la probabilidad de default y la pérdida en caso de default), es necesario definir un horizonte teóricamente correcto para el cálculo. Así, un deudor hipotecario con un préstamo a 15 años, podrá entrar en default en cualquiera de los 15 años en que mantenga deuda con el banco, mientras que un deudor comercial, con un préstamo a un año tendrá solamente en ese período probabilidad de incumplir sus obligaciones con la institución. Entonces, independientemente de aspectos contables de devengamiento de la pérdida esperada que un préstamo implique, el precio de un bono equivalente debería tomar en cuenta la pérdida esperada del mismo en el horizonte del contrato (quedando por definir el horizonte en el caso de préstamos comerciales que se renuevan automáticamente3). En la medida que no se cuenta con bases de datos con períodos suficientemente prolongados como para poder estimar probabilidades de default para préstamos hipotecarios o de largo plazo se presenta un modelo inicial que puede permitir entender la forma en que debiera acumularse la probabilidad anual de default en caso de préstamos o bonos con este tipo de vencimiento, incluyendo la existencia de garantías. Cabe señalar, que más allá de la derivación de fórmulas definitivas que permitan el cálculo, se trata de un punto poco explorado y del que no se tienen referencias, particularmente respecto a la no linealidad introducida por las características de estos préstamos, cuyos saldos disminuyen en el tiempo frente a la existencia de garantías fijadas al inicio del contrato. 3 3 Es difícil obtener de datos contables información acerca de la capacidad de repago total de créditos que un deudor pueda tener, en la medida que pocas veces esté evento es observable, debiéndose entrar en un análisis detallado de carpetas deudor a deudor. De ésta manera no se está en condiciones de proponer un tratamiento definitivo para fijar el horizonte de default en caso de préstamos renovables en forma automática, en la medida que los supuestos a realizar harían diferir los resultados en forma importante. El modelo En primera instancia derivaremos la forma de cálculo de la pérdida esperada para un crédito a más de un año, garantizado parcialmente al inicio, como es el caso de los créditos hipotecarios. Un crédito hipotecario a cuota fija presenta como característica que el saldo del mismo en un período t surge de la siguiente fórmula: St 1 y t S0 CV t 1 1 y V y (1) t siendo t 1 la sumatoria del factor de descuento a la tasa y hasta el período t, y C 1 y j S 0 la cuota del préstamo. Vn Asumiendo que no existieran comportamientos estratégicos, es decir que el deudor hará default solo como causa de eventos ajenos a su voluntad, y que la probabilidad de default anual es independiente4, existirán pérdidas para el prestamista cuando el saldo del deudor exceda las garantías5. 4 En este primer modelo se trabaja con una probabilidad invariante que se derivaría como la media anual estimada a lo largo del ciclo económico. 5 También en este caso se optó por mantener el valor de la garantía en el tiempo, a efectos de la simplicidad y en la medida que se trata de una primera aproximación. De esa manera se llega a que el impago esperado anual del período t (que luego se sumará a lo largo de la vida del préstamo) sea en términos de valor actual: MaxSt Gt ;0 PDt 1 y t donde Gt (2) indica el valor de la garantía en el período t, PDt la probabilidad de default o incumplimiento en el mismo período e y la tasa de descuento. La fórmula permite entonces ver que existirá un impago anual positivo cuando en el momento de incumplimiento el saldo adeudado sea mayor que el valor de la garantía. A efectos de realizar un primer cálculo simplificado consideremos que la probabilidad de impago es invariante de un año a otro, eso es: PDt PD y el valor de la garantía es asimismo invariante: Gt G Así, solo resta definir el período t t en que la disminución del saldo hace que el banco, de ejecutar la garantía, no sufra pérdidas. De ese modo, esto sucederá para el primer t tal que: que es lo mismo, habrá impago positivo cuando: St G 0 St G 0 , o lo , pudiendo demostrarse que habrá impagos positivos para todo t tal que6: S 0 G 1 y n G ln S0 t t Int ln 1 y siendo Int () el operador que da como resultado el número entero que corresponde al resultado de la expresión contenida entre paréntesis. El impago total descontado vendrá dado entonces por (podemos omitir el operador de máximo al sumar hasta t* sustituyendo (1) en (2): j 1 y S0 CV j G E(I ) PD 1 y j j 0 t* (3) t t t G j E ( I ) PD S0 C V j 1 y j 0 j 0 j 0 * * S E ( I ) PD S 0 t 1 0n V 6 Ver Anexo. * t* V j 0 j G V t 1 t* descomponiendo V j V o V 1 V 2 .... V t * (4) j 0 1 1 y y 0 sacando y 1 1 y 1 1 y y y 1 2 1 1 y ........ y t * hacia fuera, viendo que el primer sumando se anula, y agrupando nos queda: j 11 t* t 1 1 1 ... t* 1 y 1 y 2 1 y t V t y 1 1 1 ... t* 1 y 1 y 2 1 y * sustituyendo (4) en la última expresión definitivamente la pérdida total esperada: de (3) nos queda V n t 1 y t V t E ( I ) PD S0 Vny G V t 1 (5) A partir de la pérdida esperada que surge de la fórmula anterior se simularon los valores del pérdida esperada anual que ratio normalmente entre se siendo la pérdida dado el incumplimiento o calculándose el referido ratio para dicha expresa LGD pérdida la como PDanual LGD computada diferentes y como (1 G) , valores de plazo, garantía y tasa de interés. El resultado del ratio depende de la tasa de interés del préstamo y evidentemente del plazo (pues a más años se acumulan más probabilidades de default) así como también al valor de la garantía en términos del valor presente del préstamo o bono. Se obtuvo el resultado esperable de que el ratio en cuestión es invariante frente al valor de la probabilidad de default anual. Se presentan tablas del ratio referido para tasas de interés del 0% al 10% anual, plazos de 1 a 25 años, y ratio de garantías a valor presente de 0% a 100%. TABLAS 1 a 6 CONVERSIÓN DE PÉRDIDA ESPERADA ANUAL A PÉRDIDA ESPERADA TASAS DE INTERÉS de 0% a 10% 0% 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 2% 1 5 10 15 20 25 1 3,00 5,50 8,00 10,50 13,00 1 2,78 5,00 7,26 9,50 11,76 1 1 1 1 1 1 1 1 1 2,50 2,29 2,00 1,80 1,50 1,33 1 1 1 4,50 4,00 3,50 3,00 2,50 2,00 1,50 1 1 6,50 5,76 5,00 4,27 3,50 2,78 2,00 1,33 1 8,50 7,50 6,50 5,50 4,50 3,50 2,50 1,50 1 10,50 9,26 8,00 6,76 5,50 4,27 3,00 1,80 1 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 1 5 10 15 20 25 1 2,96 5,34 7,63 9,84 11,97 1 2,76 4,91 7,04 9,11 11,13 1 1 1 1 1 1 1 1 1 2,50 2,29 2,02 1,82 1,54 1,35 1 1 1 4,48 4,03 3,57 3,10 2,61 2,12 1,61 1 1 6,43 5,78 5,13 4,43 3,72 2,95 2,21 1,41 1 8,35 7,54 6,69 5,80 4,86 3,87 2,83 1,74 1 10,23 9,28 8,28 7,19 6,05 4,82 3,49 2,07 1 4% 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 6% 1 5 10 15 20 25 1 2,92 5,18 7,27 9,21 10,99 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 2,73 2,49 2,29 2,04 1,83 1,57 1,37 1 1 1 4,82 4,43 4,03 3,61 3,17 2,70 2,21 1,70 1 1 6,80 6,30 5,77 5,18 4,57 3,89 3,17 2,37 1,48 1 8,68 8,09 7,46 6,77 6,00 5,15 4,21 3,15 1,93 1 10,43 9,80 9,10 8,33 7,46 6,46 5,33 4,01 2,42 1 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 1 5 10 15 20 25 1 2,88 5,02 6,93 8,61 10,07 1 2,71 4,71 6,55 8,22 9,69 1 1 1 1 1 1 1 1 1 2,49 2,29 2,06 1,85 1,60 1,39 1 1 1 4,38 4,02 3,64 3,22 2,77 2,29 1,78 1 1 6,15 5,70 5,21 4,65 4,04 3,33 2,55 1,64 1 7,78 7,29 6,74 6,11 5,37 4,51 3,46 2,19 1 9,26 8,77 8,20 7,52 6,72 5,73 4,49 2,84 1 8% 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 10% 1 5 10 15 20 25 1 2,85 4,87 6,59 8,04 9,23 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 2,68 2,48 2,29 2,08 1,86 1,63 1,40 1 1 1 4,61 4,32 4,00 3,64 3,25 2,83 2,36 1,85 1 1 6,30 5,97 5,60 5,19 4,71 4,15 3,51 2,73 1,79 1 7,75 7,43 7,06 6,63 6,12 5,50 4,74 3,76 2,43 1 8,97 8,68 8,33 7,93 7,43 6,81 6,00 4,90 3,27 1 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 1 5 10 15 20 25 1 2,81 4,73 6,28 7,51 8,46 1 2,66 4,50 6,05 7,30 8,29 1 1 1 1 1 1 1 1 1 2,47 2,29 2,09 1,87 1,65 1,41 1 1 1 4,24 3,96 3,64 3,29 2,89 2,43 1,91 1 1 5,78 5,48 5,13 4,72 4,24 3,63 2,89 1,90 1 7,06 6,78 6,45 6,05 5,55 4,90 4,01 2,72 1 8,09 7,85 7,57 7,21 6,75 6,12 5,20 3,70 1 GRÁFICO 1 – RATIO DE CONVERSIÓN PARA TASA DE INTERÉS DEL 6% Adicionalmente pueden calcularse para cada tabla (tasa de interés) los ratios de garantía a valor presente que igualan pérdida esperada anual y pérdida esperada para los préstamos a plazos de 15, 20 y 25 años, los que se presentan a continuación: TABLA 7 NIVELES DE GARANTÍA QUE IGUALAN PÉRDIDA ESPERADA ANUAL Y TOTAL a 15, 20, 25 años TASA PLAZO Como puede apreciarse, 15 20 25 0% 93,33 95,00 96,00 2% 94,22 95,88 96,88 4% 95,00 96,64 97,60 6% 95,70 97,28 98,18 8% 96,32 97,81 98,63 10% 96,85 98,25 98,98 para el ejercicio realizado, la pérdida esperada total es igual a la pérdida anual esperada para los plazos generalmente observados de préstamos hipotecarios, sólo en caso de niveles de garantía extremadamente altos donde ya en el segundo período la deuda quedaría cubierta totalmente, resultado que valida la necesidad del cálculo propuesto. Conclusiones El modelo presentado permite calcular la pérdida esperada en el horizonte de largo plazo de préstamos hipotecarios tomando en cuenta la no linealidad garantías de introducida este tipo de por las contrato, características mostrando una de flujos y divergencia significativa entre el cálculo así realizado y la pérdida esperada calculada en el horizonte de un año. Como ya se dijo existen dos principales supuestos a levantar, el primero de ellos referido a la utilización de una PD constante y el segundo que es la utilización de un valor de garantía constante. Ambos supuestos fueron utilizados a los efectos de poder desarrollar una fórmula cerrada sencilla y su levantamiento supone en principio algunos cambios al resultado. En primer lugar una PD variable cuyo nivel subiera hacia el final de presentar resultados del ratio la vida del préstamo tendería a calculado incrementaría la probabilidad de default menores, puesto que en momentos en que el saldo fuera menor y reduciría dicha probabilidad con saldos impagos mayores. Del mismo modo, si se introduce correlación negativa (razonable) entre las probabilidades de default y el valor de la garantía a partir de estimaciones de variables macro como ser el precio de la vivienda y la morosidad bancaria los resultados del ratio que convierte la pérdida esperada anual en pérdida esperada también se reducirían7. Sin perjuicio de dicha disminución y de la volatilidad del ratio calculado, generada por la no linealidad de las fórmulas involucradas, se entiende que este modelo reducido permite pensar en una forma de estimar el valor de una cartera de préstamos hipotecarios y las variables que se deben tener en cuenta para la determinación de un modelo más completo. Las deducciones del modelo surgen del apalancamiento del préstamo tipo que introduce no linealidad en la medida que la garantía exceda o no al saldo adeudado en cada fecha y permiten delinear un instrumento para valuar créditos ilíquidos de plazos largos ante la ausencia de datos de incumplimientos en horizontes de varios años. Por último, se señala una vez más la falta de estudio del tema a nivel general, y en particular acerca de la no linealidad introducida por las características contractuales de los préstamos hipotecarios, resaltando la necesidad de seguir el trabajo con el levantamiento de de los supuestos utilizados de probabilidad de incumplimiento y garantías invariantes en el tiempo y su reemplazo por un modelo para estas dos variables que permita simular escenarios más ajustados para utilizar en la práctica. 7 No se tienen relevados datos en la actualidad sobre los ratios de garantías exigidos por las instituciones bancarias en distintos momentos del ciclo, que podrían ser parte relevante de un modelo más ajustado. ANEXO DERIVACIÓN DEL LÍMITE DE INTEGRACIÓN DE LA SUMA DE IMPAGOS ANUALES S t t S t G 0 1 y S 0 CV t G 0 1 y S 0 0n V t G 0 V V n V 1 y S 0 Vn t t G 0 t 1 1 y n 1 1 y y y t 1 y S 0 n 1 1 y y 1 y t 1 y n t 1 y S 0 n 1 1 y 1 1 y t n S 0 n 1 1 y S 0 1 y t n G 0 1 1 y t n G 0 S0 1 1 y n G 0 S 0 1 1 y t n G 1 1 y n 0 S 0 G G1 y n 0 S S 0 1 y 1 y n t 1 y t S 0 0 G G 1 y t 1 y n 1 y n S0 G G 1 y 1 y n S0 n n S 0 G 1 y n G G 1 y G t ln 1 y ln S0 S 0 S 0 G 1 y t ln 1 y ln S0 G 0 n S 0 G 1 y n G ln S G 0 t ln 1 y S 0 G 1 y n G ln S 0 t Int t ln 1 y Bibliografía Basel II: International Convergence of Capital Measurement and Capital Standards: A Revised Framework. Benston J.B. and Wall L.D. (2005) How should banks account for loan losses, Journal of Accounting and Public Policy 24, 81-100. Hlawatsch Stefan, Ostrowski S. (2009): Economic Loan Loss Provision and Expected Loss, FEMM Working Paper Nº 13. Perez D., Salas V., and Saurina J. 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