2 AL DÍA Lunes 20.09.10 EL DIARIO VASCO ADICCIÓN AL JUEGO El juego, prohibido para 1.400 vascos Un registro permite autoimpedirse la entrada en bingos y casinos para combatir la adicción Ambos tipos de negocios mueven el 13% de los casi 1.400 millones de euros que se jugaron en Euskadi el año pasado :: GORKA ASCORBEBEITIA El póquer, un juego que tiene cada vez más seguidores. SAN SEBASTIÁN. Euskadi se jugó 1.400 millones de euros el pasado año en loterías, máquinas tragaperras, casinos y bingos. La cifra, aunque voluminosa, representa una caída del 6,16% respecto al ejercicio anterior por los efectos de la crisis. En el conjunto de España llegó a 30.110 millones –un 6,94% menos–, de los que dos tercios fueron devueltos mediante premios. Los juegos de azar no son dañinos de por sí, aunque llevados a una situación de extrema dependencia pueden convertirse en una pesada losa que revienta economías –los ingresos propios, los ahorros y, una vez agotados estos, genera una carga en forma de deudas– y, de paso, destruye la salud personal, familias y amistades. La ludopatía es «una enfermedad que puede llegar a afectar en torno a un 2,5% de la población», según estima el Gobierno Vasco. Las personas ‘enganchadas’ tienen una herramienta para hacer frente a su devastadora adicción: el registro de autoprohibición en locales de juego. En él figuran actualmente 1.396 residentes en el País Vasco, que han decidido inscribirse de forma voluntaria para que se les impida la entrada en los bingos y casinos de la comunidad autónoma, que concentran el 13% de la facturación del sector. De ellos, 315 han ido más allá y han ampliado la prohibición a todos los negocios de ese tipo existentes en España, en los que se pide la documentación a los clientes y que están obligados a cumplir a rajatabla esa decisión. Éste es el último recurso para intentar salir de un infierno que mina día a día la vida de los afectos y de su entorno. Hasta al ser más insensible le duele –y le acaba por desestabilizar psicológicamente– no tener dinero para dar de comer a sus hijos porque se ha gastado el sueldo en la ruleta o en cartones. Y más cuando intenta parar y no puede. El gran imán para la mayoría de los ludópatas, las tragaperras, queda excluido de esta iniciativa. El 44% del dinero gastado en el juego en Euskadi el pasado año tuvo como destino las máquinas de tipo B. Aproximadamente el 95% de los jugadores compulsivos tiene un problema con ellas, según un estudio del Gobierno Vasco. Aunque el registro de vetados se ampliara a los salones de juego, seguiría sin abarcar a todos los adictos. Los bares y otros locales de hostelería concentran gran parte de las 11.429 máquinas tragaperras que hay en Euskadi. Esta actividad sufre los efectos de la crisis, pero en menor medida que otras. El dinero ‘invertido’ en esas máquinas de premio se redujo un 8% el pasado año, frente al 15% que cayeron las facturaciones de casinos y bingos. En el País Vasco existen 120 salones de juego, dos casinos –los de San Sebastián y Bilbao– y 20 bingos que, junto a las máquinas repartidas por otros establecimientos, concentran la mitad del gasto de los vascos en el juego. De entre todas las opciones que ofrece este negocio, la mayor generosidad corresponde a los casinos, que devuelven en premios el 79% del dinero. Le siguen las máquinas B, con un 75%, y los bingos con el 63%. La Lotería Nacional está ligeramente por debajo de esta última cifra. El mismo perfil Al margen de las estadísticas oficiales quedan las nuevas variedades de juego a través de internet y las casas de apuestas, con una creciente im- LA CIFRA 30.110 millones de euros fue la cantidad gastada en juegos de azar en España en 2009. Lunes 20.09.10 EL DIARIO VASCO plantación en Euskadi y muy volcadas en las competiciones deportivas. El Gobierno Vasco, a través de la Dirección de Juegos y Espectáculos, ya ha dado la voz de alarma sobre las apuestas ‘online’, que el Gobierno central quiere regular y gravar mediante impuestos. «Se constata que su práctica, alejada en gran medida del control riguroso que existe sobre el juego en locales ‘físicos’, puede repercutir de forma negativa e incrementar la actual tasa de patologías», señalan fuentes del departamento vasco. A pesar de que el sector ha cambiado de forma apreciable en los últimos años, el perfil habitual del ludópata se mantiene: un hombre, de entre 30 y 40 años, con un nivel socioeconómico medio-bajo, casado y que trabaja a tiempo completo, según un informe del Ejecutivo autónomo. El 40% de las personas que padece esta enfermedad tiene entre 18 y 30 años, aunque la media de quienes solicitan tratamiento está entre los 30 y los 50. Menos del 15% son mujeres, pero el número de jugadoras patológicas es mucho mayor. La directora de Juegos y Espectáculos, Sonia Fernández, tiene gran confianza en que este estudio y las acciones que de él se deriven resulten beneficiosos para fomentar el «juego responsable». «Nos ayudará a desarrollar con mayor rigor la función reguladora que tenemos asignada y a reducir los efectos negativos del juego», explica. Los datos que se recogen en él han sido proporcionados por el personal de los locales de hostelería, de juego y por las tres asociaciones de ayuda a las personas con ludopatías –una por territorio histórico– que hay en Euskadi. Desde el Gobierno Vasco también se presta apoyo a las personas para que no «caigan en una adicción incontrolada». Tiene habilitado un servicio de ayuda a través del teléfono gratuito 900 84 04 33. En Vitoria existe un área especializada de Osakidetza destinado al tratamiento de jugadores. En Vizcaya y Gipuzkoa, por su parte, los afectados pueden recurrir a las asociaciones de ayuda al ludópata de cada territorio. ALQUILE NAVE de 700m2 en polígono de LEZO 500 m2 planta+200 m2 en entreplanta Agua. Luz. Excelente estado. Muy buena ubicación. ADICCIÓN AL JUEGO «Veía que lo perdía todo» La ludopatía no se puede traducir sólo a cifras y porcentajes. Detrás de cada caso existe una persona con una historia, una familia. Alberto, un guipuzcoano que fue adicto al juego pero que lleva dos años «recuperado y feliz», cuenta la suya. Dice que es «al mismo tiempo sencilla y complicada». Alberto fue jugador, «desde niño. Incluso jugando a las canicas me apostaba 50, las perdía y al día siguiente me había comprado otras 50 para volver a perder». Según cumplía años, se volvió adicto. A las máquinas primero, y a la Lotería después. «Te vuelves mentiroso compulsivo… muy listo para engañar pero muy tonto para otras cosas», como darse cuenta de su enfermedad. Al principio «te engañas a ti mismo». Reconoce que «en casa me veían raro», pero quienes le descubrieron fueron sus jefes. «No me hicieron el ingreso de la nómina y la familia se dio cuenta». Él mismo decidió entrar en la asociación guipuzcoana Ekintza Dasalud «porque veía que lo perdía todo, sobre todo a mi mujer». Agradece «enormemente» la labor de unas personas «que hacen que vuelvas a sentirte persona». Asegura que «queriendo, se sale». Él es el ejemplo: Alberto es hoy en día un hombre normal, feliz. «Voy incluso a las regatas, a los caballos o al fútbol, pero ya no apuesto. Ahora puedo disfrutar del espectáculo de verdad». SU WEB GRATIS 636 840 277 AL DÍA 3 «Internet y las apuestas deportivas nos van a traer muchos pacientes» Siete de cada diez pacientes que atienden en la asociación Ekintza Dasalud son adictos a las tragaperras :: JOKIN ELIZARAN SAN SEBASTIÁN. Garbiñe Jaureguialzo Santa Cruz es psicóloga y responsable de Ekintza Dasalud, una asociación de Errenteria que trabaja a diario para prestar ayuda a las personas que tienen problemas con el juego y a sus familias. Comenzó como voluntaria y ahora es parte de la organización que lleva ayudando con terapia, prevención y asistencia a ludópatas guipuzcoanos desde 1994. – El juego, ¿es malo? – El juego en sí, no. Se trata de una actividad lúdica y social, y en las primeras etapas de la vida, es incluso necesario. Hay personas que juegan, como ocio, jugadores sociales… pero aquí tratamos a personas que no pueden dejar de jugar a pesar de todos los inconvenientes que ello les crea, a enfermos. –¿Cuál es la línea que separa al jugador del ludópata? –Cuando el juego pasa a interferir en la vida de la persona. En ese momento estamos en la antesala a la ludopatía. Ese vicio va a empezar a mover toda su vida, a ser el epicentro. Cuando se despierte pensará en el juego y así hasta que se acueste. Cuando se descuidan relaciones, trabajo y otros aspectos de su vida por culpa del juego, podemos hablar de ludopatía. –¿El registro de autoprohibidos puede ser una buena ayuda? – Para las personas que vienen con problemas relacionados con el bingo o el casino, es lo primero que nosotros recomendamos. Pero hay Garbiñe Jaureguialzo ayuda a adictos al juego. :: ARIZMENDI «Internet te da la posibilidad de apostar 24 horas los 365 días del año sin salir de casa» que recordar que esto es un control externo, y nosotros queremos que el paciente pueda llegar a controlarse a sí mismo. Los que se nos acercan por problemas con máquinas dicen que sienten envidia. – ¿Cómo se actúa? Las tragaperras están en todas partes… – A los pacientes con problemas de adicción a las máquinas tragaperras se les recomienda siempre que otra persona controle su dinero. Las máquinas están en su entorno cada vez que salen de casa… – ¿Y las máquinas de apuestas? – Están haciendo mucho daño. Hace un año tuvimos el primer caso de adicción a las apuestas de- portivas, y cada vez hay más. Estos damnificados son más jóvenes. Van a traernos muchos pacientes. –Las casas de apuestas online también, imagino… –Indudablemente. En casos de adictos al juego online estamos notando un gran incremento. Internet te da la posibilidad de apostar 24 horas al día los 365 días del año. No tienes que salir de casa, y además, nadie puede controlarte. –¿Hay un cambio de tendencia? –Las tragaperras siguen siendo las indiscutibles reinas, y aglutinan un 70% de nuestros pacientes. Sin embargo, sí que se ve cierto incremento en los jugadores online. –¿Se recuperan los ludópatas? –Tajantemente sí. Además, los recuperados quieren ayudar con su experiencia y suelen dar sus propios testimonios en Ekintza Dasalud con la intención de apoyar a los pacientes que sufren hoy lo que ellos sufrieron antes.