El Clarí-n de Chile TELESCOPIO: De templo a supermercado del saber autor Sergio Martínez (Desde Montreal, Canadá) 2009-10-12 20:20:16  En Chile ya se aproxima el perÃ-odo de postulaciones a las universidades y de rendición de la Prueba de Selección Universitaria, el obstáculo final (y a veces fatal) que los muchachos y muchachas que egresan de la secundaria deben salvar para ver cumplido su anhelo de ingresar a la enseñanza universitaria. La PSU entiendo que vino a reemplazar a la Prueba de Aptitud Académica (PAA) la que a su vez vino a reemplazar al arcaico bachillerato contra el cual dimos la batalla allá por los años 60. Un largo perÃ-odo de movilizaciones estudiantiles tuvo lugar en todos esos años, primero por la supresión del detestado examen de bachillerato y luego por asegurar que todo joven con aptitudes y con deseos de estudiar pudiera ingresar a las aulas universitarias. La consigna de entonces era “Universidad para todos―, una meta que por cierto no llegó a cumplirse en ese tiempo, aunque – irónicamente – de algún modo un tanto perverso se ha cumplido hoy en dÃ-a cuando las universidades han brotado con una rapidez comparable a la cual con la que surgen McDonald’s. El hecho que de la “Universidad para todos― se haya llegado a “Universidades para todos― es uno de los legados dejados p paso del neoliberalismo por Chile, de la universidad como templo del saber a la universidad como supermercado del saber, como también pudiera decirse. La verdad de las cosas es que por otro lado esa mistificación y hasta cursilerÃ-a cuando se hablaba de la universidad como institución nunca me convenció ni me gustó. Incluso muchos en la Izquierda de esos años cayeron en esa tendencia a transformar la universidad en una suerte de templo laico ¡si hasta la escribÃ-an con mayúsculas, “Universidad― como si se tratara de Dios! HabÃ-a mucha “ñoñerÃ-a― de parte del establishment universitario respecto de la llamada “Misión de la Universida poco de compromiso real con el paÃ-s y su pueblo, me atreverÃ-a a decir. “Esto no es ningún paraÃ-so― dijo una vez en una asamblea en el Departamento de FilosofÃ-a ese gran universitario que fuera el ilustre profesor de filosofÃ-a de las ciencias Félix Schwartzman. Lo que sucede es que habÃ-a en muchos casos un intento de sacralizar la institución universitaria a un punto que lejos de acercarla al mundo trabajador (que era aparentemente la intención de la Izquierda de ese tiempo) la aislaba más en una suerte de burbuja elitista. Por supuesto el despertar brutal a toda esa ensoñación con la “Universidad― la vino a dar con toda su groserÃ-a la dictadura militar al poner todas las casas de estudios superiores, incluyendo las católicas, bajo el mando de militares. ¡Hasta un ex director de la Escuela de CaballerÃ-a terminó siendo rector de una universidad en esos años! (“Yo he sido director de una escuela, tengo experiencia…― habrÃ-a dicho el oficial en cuestión…) Por cierto no era necesario tan duro remecer para sacar de su burbuja a los universitarios, pero por lo menos sirvió para darse cuenta que lo hecho hasta entonces habÃ-a sido básicamente jugar a hacer una construcción ideológica de la universidad que pese a todos nuestros honestos esfuerzos no habÃ-a logrado acercarla al pueblo realmente. Vino el trauma de la intervención militar de las universidades y de la expulsión de los académicos y demás personal que no conjugaba con las ideas de la dictadura (yo mismo salÃ- de una ayudantÃ-a que tenÃ-a en el antiguo Centro de Estudios Socio-Económicos, CESO, allÃ- en la Avenida España, uno de los focos de la reforma iniciada en 1968) y con ella una completa re-configuración (o quizás desfiguración) de lo que habÃ-a sido la universidad hasta entonces. VÃ-ctimas de esto fueron en especial las universidades del estado, aunque más que todo las de la Región Metropolitana. En cierto modo las universidades regionales vieron completar su proceso de autonomización que nosotros habÃ-amos iniciado con la reforma de fines de los 60. Las universidades que ahora orgullosamente llevan el nombre de su región o ciudad como la Universidad de ValparaÃ-so, de Talca o de Antofagasta, eran en esos años sedes de la Universidad de Chile o la Universidad Técnica del Estado (hoy Universidad de Santiago de Chile, USACH) y en verdad eran parientes pobres de sus sedes centrales santiaguinas, sujetas a tal rigidez burocrática, que si faltaba tiza en las sedes de Arica o Temuco habÃ-a que hacerla comprar desde Santiago… Pero si bien ese proceso de independencia, convirtiendo las sedes en universidades propiamente tales, fue concretado durante la dictadura, lo cierto es que ello era parte de la plataforma de lucha de la reforma y por cierto cabe alegrarse de que se haya logrado plenamente. Lamentablemente eso nunca llegó a concretarse completamente en Santiago, donde la Universidad de Chile aun está parcelada en sedes que no se hablan entre ellas, pero que por otro lado no responden a racionalidad alguna. Eso sin contar que en su afán de castigar al combativo Pedagógico, se separó a toda esa área en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) en circunstancia que harÃ-a mucho más sentido que tal universidad se fusionara en una con la actual Sede Oriente de la Universidad de Chile. Las llamadas universidades tradicionales, en esto incluyendo a la propia Universidad Católica, por lo demás han tenido que competir por recursos y estudiantes con la multitud de universidades privadas surgidas con la dictadura y en los hechos muchas de ellas negocios de antiguos prohombres del régimen militar. http://www.elclarin.cl _PDF_POWERED _PDF_GENERATED 17 November, 2016, 13:41 El Clarí-n de Chile Los antiguos templos del saber han quedado hoy en dÃ-a en mal pie y perdido gran parte de su prestigio, al punto que si por ejemplo algún joven se enterara desde lejos sobre el panorama universitario chileno en base a la exposición mediática, creerÃ-a que la Universidad Católica es en realidad de propiedad de un canal televisivo, y hasta podrÃ-a sorprenderse al descubrir que en realidad existe una Universidad de Chile y que no se trata solamente de un equipo de fútbol… Hoy en Chile entrar a la universidad no es el problema que era antes, cupos hay de sobra, lo que no siempre hay es dinero para pagar la matrÃ-cula. Claro está la universidad de esos tiempos, la universidad previa a los dÃ-as cuando el saber era una oferta de mercado más, era gratuita. ¿Algún candidato nos dice algo sobre esto? http://www.elclarin.cl _PDF_POWERED _PDF_GENERATED 17 November, 2016, 13:41