5 ENTRENAMIENTO DE RESISTENCIA EN NIÑOS Y NIÑAS 1y2 Prof. Gerardo A. Araya Vargas, M.Sc. y 1Prof. Cinthya Campos Salazar, M.Sc. 1 Escuela de Educación Física y Deportes, Facultad de Educación, Universidad de Costa Rica 2 Escuela de Ciencias del Deporte, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Nacional garavi@racsa.co.cr Cuando se habla de entrenamiento deportivo hay que tomar en cuenta distintos factores. Se entrena al cuerpo y a la mente, para que logren mantener un buen ritmo de actividad física durante una competencia. Cuando hablamos de entrenar al cuerpo, nos referimos a la preparación física. La preparación física consiste en el entrenamiento de distintas cualidades, que son básicas para que una persona pueda rendir bien físicamente. Entre las cualidades físicas más importantes están la resistencia, la fuerza, la potencia y la velocidad. La resistencia y la fuerza son cualidades muy importantes, ya que son la base para el desarrollo de las demás cualidades físicas y técnicas que un deportista requiere para rendir bien. Pero, ¿qué tan bueno puede ser entrenar a un jovencito, de menos de 17 años en aspectos de fuerza o resistencia? La resistencia es la capacidad que tiene una persona para mantener un esfuerzo físico durante cierto tiempo. Hay dos tipos de resistencia, desde el punto de vista fisiológico. La resistencia aeróbica y la anaeróbica. La resistencia aeróbica es la que ocupa una persona para poder aguantar un esfuerzo cíclico, como correr a cierto ritmo, por más de seis minutos. O sea que, si usted sale a trotar y antes de seis minutos ya está jadeando. Cuidado!!! Hay problemas con su resistencia aeróbica. La resistencia anaeróbica, es la capacidad que ocupa una persona para mantener un esfuerzo físico muy fuerte, durante el mayor tiempo posible. Por ejemplo, cuando alguien anda en bicicleta y pedalea lo más rápido que puede hasta que las piernas no le dan más. La resistencia es vital para desarrollar otras cualidades físicas. Pero cuando se entrena a un niño, ¿cómo se debe entrenar? En todo el mundo, incluyendo a nuestro país, se ha seguido la costumbre de entrenar a los niños como si fueran adultos. El organismo infantil no tiene la madurez requerida para que el entrenamiento físico sea efectivo en un 100%. Su sistema nervioso aún está en desarrollo al igual que su sistema circulatorio. Pero se pueden alcanzar ciertos beneficios si se entrena adecuadamente a temprana edad. La base del futuro deportista de alto rendimiento está en la infancia y también la de un futuro adulto más sano. Por eso es importante realizar un cuidadoso proceso de preparación desde la niñez. Muchos investigadores se han dado a la tarea de buscar la mejor forma de orientar la preparación física a edades tempranas, para que sea beneficiosa y no cause trastornos físicos y mentales. En 1993, se publicó un meta análisis que reunió a las mejores investigaciones sobre entrenamiento de resistencia infantil que se habían hecho hasta ese momento. Las conclusiones del meta análisis fueron que los niños y adolescentes han estado reportando respuestas al entrenamiento aeróbico, muy similares a las de los adultos. O sea que el entrenamiento sí funciona a estas edades. Pero, el entrenamiento aeróbico es menos efectivo en la primera década de vida. Es decir, que solo cuando se empieza a entrenar después de los 10 años de edad se pueden lograr cambios en la resistencia. Un niño menor de diez años que esté entrenando, no mejorará su resistencia por causa del entrenamiento, porque antes de los 10 años ocurre un aumento natural de la capacidad aeróbica infantil, que llega hasta un tope máximo en esta edad. Otro resultado del meta análisis fue que las niñas tienen una tendencia a ser más fáciles de entrenar que los varones, porque mejoran 17 más su resistencia que ellos. Pero falta hacer más estudios para confirmarlo. Quizá el resultado más importante, fue que se demostró que la aplicación de los métodos de entrenamiento en niños ha seguido más el principio de la especificidad. Esto es un error, como vamos a ver más adelante. La especificidad es un principio del entrenamiento, sobre todo en el alto rendimiento. La especificidad consiste en que el deportista debe tener una especialidad. Como cuando a un chiquillo se le dice que tiene que entrenar solo para portero o solo para ser corredor de velocidad. Pero, lo más recomendable es que se aplique el principio de la multifuncionalidad en estas edades. La multifuncionalidad busca conseguir una preparación multifacética. O sea que los niños entrenen más de un deporte y más de un estilo. Por ejemplo, hacer que un niño entrene solo natación, para que llegue a ser un buen nadador, es un error, pues se le está quitando la posibilidad de moverse de otras formas y desarrollarse integralmente. Un niño necesita rodar, saltar, brincar, correr, trepar, atrapar objetos, manipular balones, entre otras cosas. Así se logra desarrollar capacidades motrices como la coordinación o el equilibrio, que son fundamentales para que toda persona tenga un funcionamiento normal. Los entrenadores infantiles, por lo general, especializan a sus atletas desde puequeños y se olvidan de todo lo demás que necesitan saber y explorar para desarrollarse integralmente. La especificidad debería darse para deportistas ya formados, que se supone que han entrenado distintos deportes desde la infancia. Un niño y aún un adolescente, tienen derecho a explorar distintas formas de moverse y de jugar, para que tengan un desarrollo físico y mental más integral. Entre más posibilidades de moverse, más posibilidades de tener un desarrollo integral. Y también más posibilidades de ser un talento deportivo, cuando se llega a ser adulto. Existen muchos ejemplos de grandes deportistas que antes practicaron otros deportes. En nuestro país por ejemplo, tenemos el caso de futbolistas que han llegado a formar parte de la selección nacional y que en su infancia practicaron el atletismo, el baloncesto o la natación. Pero tristemente, a muchos jóvenes, se les niega la posibilidad de elegir otras opciones, debido a la presión de sus padres o entrenadores. El papá o la mamá o ambos, muchas veces se convierten en los factores de estrés más fuertes que debe enfrentar un niño o joven deportista. Un padre o un entrenador de jóvenes deportistas, puede verse impulsado por el deseo de que sus pupilos logren lo que él o ella no pudieron lograr en el campo deportivo en su juventud. Por eso nos encontramos con padres que se preocupan muchísimo de que sus hijos no entrenen en una sola disciplina y quieran hacer varios deportes a la vez o quieran cambiarse de una disciplina deportiva a otra. Desde el punto de vista del deporte, es muy deseable que se practiquen varias disciplinas y no solo una, desde la infancia. La mayor parte de los estudios donde se han encontrado mejoras en la resistencia de niños y adolescentes son los que han aplicado distintos tipos de entrenamiento, como bicicleta, carrera y uso de máquinas para fuerza, en vez de aplicar solo uno. Es decir, que en las mismas investigaciones se puede ver cómo aplicar solo un tipo de entrenamiento, a edades tempranas no es tan efectivo como aplicar varios a la vez. Otro punto a favor de aplicar el principio de multifuncionalidad en deportistas jóvenes. 18