La vía trigeminal para abordar la cara ventral del tronco cerebral, región selar y paraselar. (Modelo experimental en el perro). B. Zurita, R. Ramírez, S. Pompermayer*, J. Molet, P. Parés, F. Bartumeus Departamento de Neurocirugía del Hospital de la Santa ereu y Sant Pau. Barcelona. *Facultad de veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona. Resumen Material y métodos Describimos una técnica para abordar la cara venCinco perros de raza mestiza de 20 Kg de peso fueron tral del tronco cerebral, la región selar y paraselar, anestesiados utilizando una dosis de propionilpromacina a utilizando la disección microscópica de las tres ramas 0,05 mg/Kg, atropina a 0,05 mglKglI.M., tiopental sódico del nervio trigémino en el perro. Esta técnica es de uti- el 18/11/2016. Documento descargado de http://www.revistaneurocirugia.com Copia para se prohíbe se la transmisión este documento utipor cualquier m 9 mg/Kg poruso víapersonal, endovenosa; mantuvodela anestesia lidad para el entrenamiento microneuroquirúrgico lizando halotano al 2%, bromuro de pancuronio a 0,04 avanzado. mg/Kg/e. v. y O2 a 2 litros por minuto por vía endotraquePALABRAS CLAVE: Nervio trigémino, c1ivus, trompa de Eustaquio, seno cavernoso. Summary A surgical technique to approach the ventral surface of the whole brain-stem, sellar and parasellar area in the dog, using microsurgical disection of the three branches of the trigeminal nerve is described. This technique is useful for advanced microsurgical training. KEY WüRDS: Trigeminal nerve, Clivus, Eustachian tube, cavernous sinus. Introducción El abordaje de la cara ventral del tronco cerebral ha sido desde hace muchos años motivo de estudio por parte de neurocirujanos, otorrinolaringólogo_s y cirujanos de cabeza y cuello 8. 31.43. Numerosos abordajes han sido utilizados, como la vía transoral, transesfenoidal, técnicas transfaciales, suboccipitales, subtemporales transtentoriales y últimamente las vías infratemporales 3.7.15.16.19.29. Todos estos abordajes tienen la desventaja de producir daños permanentes a nivel de los pares craneales o problemas de meningitis por fístulas de líquido cefalorraquídeo (1. c. r.). La vía trigeminal aprovecha el espacio existente entre las ramas del trigérnino después de su disección microscópica, evitando la morbilidad posoperatoria de pares óculomotores, edema cerebral y trastornos sensitivos hemifaciales. Este artículo describe la técnica microquirúrgica y destaca las diferencias anatómicas entre el hombre y el modelo experimental animªl. al. Se coloca al animal en posición supina con la cabeza girada hacia el lado contrario de la craniectornía a realizarse; la incisión comienza en la región frontorbitaria siguiendo hacia atrás la línea temporal superior bajando por la región preauricular e infrauricular y terminando en la región cervical media bordeando el músculo esternocefálico en su parte medial. Se utiliza la técnica de disección interfascial de la región temporal, se identifica y se moviliza la rama frontorbitaria del nervio facial. Se secciona el arco cigomático del hueso temporal a nivel de la fosa mandibu- " lar (cavidad glenoidea del temporal) con sierra de Gigli. Se continúa con la sección del ligamento orbitario a nivel del proceso frontal del hueso cigomático. Esto nos permite pasar la sierra más adelante hasta la parte medial del suelo orbitario a nivel de la unión cigomático-maxilar y realizar la sección de la parte anterior del proceso cigomático, el cual se rechaza hacia abajo junto con el músculo masetero I (Fig. 1-2) 34,35. Se realizan agujeros en el hueso para su posterior reconstrucción. Se corta el cón"dilo del maxilar inferior y el proceso coronoideo, que se levanta junto con el músculo temporal hacia el vertex del animal 1.5.6. En este momento observamos el globo ocular con su fascia periorbitaria, la glándula lagrimal en la parte superolateral (Fig. 2-3) Y el canal óptico. Luego se resecan los bordes anteriores y laterales de los agujeros redondo mayor, canal alar (canal situado en la base del cráneo canino para el paso de la arteria maxilar interna y segunda rama del trigémino) y el agujero oval 4. Dividimos esta técnica en tres tipos, dependiendo de la región que se desee abordar, pudiéndose utilizar individualmente o en combinación: Tipo A. Esta vía trigeminal comienza con la incisión de la hendidura de la duramadre que existe entre la base 299 La vía trigeminal para abordar la cara ventral del tronco cerebral, región selar y paraselar. (Modelo experimental en el perro). Neurocirugía Fig. 3. Visión intraoperatoria mostrando la incisión a nivel de la pared dural del seno cavernoso para liberar las tres ramas del trigémino (Vi,usoV2, V3). se Las flechas indican de la este dirección depor loscualquier m Documento descargado de http://www.revistaneurocirugia.com el 18/11/2016. Copia para personal, prohíbe la transmisión documento abordajes. Duramadre de la base del lóbulo temporal (dt), globo ocular (GO), glándula lagrimal (gl), nervio óptico (lI). Fig. 1. Osteotomías realizadas con sierra Gigli a nivel de la parpendicular a la primera, dirigiéndonos hasta la parte mete posterior del proceso cigomático (C) y a nivel de la unión cidial, llegando a cortar el diafragma selar. Se colocan gogomático-maxilar (M). Sección del ligamento orbitario (LO). del lóbulo temporal y el borde superior de VI (Fig. 3). Se identifica la entrada del tercer par en el seno cavernoso y se libera el N par craneal de la capa superficial dural del techo del mismo. Se realiza una segunda incisión a nivel de VI, liberándolo en su parte medial de la capa profunda del seno cavernoso. Después realizamos una incisión per- Fig. 2. Separación de los colgajos de músculos temporal (t) y masetero (mst) y exposición de la región infratemporal, fascia periorbitaria, glándula lagrimal (GO), segunda y tercera ramas trigeminales (V2, V3), cigoma (C), rama ascendente del maxilar inferior (M). 300 mas de tracción alrededor de VI y V2 para retraerlos hacia abajo junto con el techo del seno cavernoso. De esta manera se expone la cara ventral del mesencéfalo con la fosa interpenduncular y la región mamilar (Fig. 3-4). Tipo B. Esta vía se realiza separando las fibras de V2 y V3, exponiendo la cara inferior del seno cavernoso. Se fresa el piso selar, el dorso de la silla turca y el c1ivus superior y medio. Se debe respetar la mucosa de la nasofaringe al momento que se fresa la apófisis pterigoides, para evitar fístulas postoperatorias de 1. c. r. Se expone toda la cara ventral de la protuberancia inferior hasta la unión bulbo pontina. Se observa el tronco basilar con las arterias auditivas, y la salida de los sextos pares craneales del tronco cerebral (Fig. 6-7). Tipo C. Por último, para la vía trigeminal tipo e se trabaja por detrás de V3 y por debajo del ganglio de Gasser y tronco principal del nervio trigémino. Nos sirve para exponer las mismas estructuras que la vía anterior y permite además la exploración de la porción ipsilateral del clivus medio e inferior. Se necesita fresar la punta del peñasco e identificar la trompa de Eustaquio y la carótida intrapetrosa. La conservación anatómica de la trompa de Eustaquio se logra cortando el cartílago tímpano-hioideo (cartílago que une el hueso hiodes a la base del cráneo a nivel del proceso mastoideo;l' y desplazando la mandíbula hacia adelante y el nervio facial hacia abajo. Luego se desperiostiza la bulla timpánica (análogo de la caja del tímpano en el hombre) y se desinsertan los músculos longus capitis y rectus capitis ventralis de la superficie ventral del c1ivus, obteniéndose una visión inferolateral de la porción cartilaginosa de la trompa de Eustaquio y del clivus medio e inferior hasta el borde La vía trigeminal para abordar la cara ventral del tronco cerebral, región selar y paraselar. (Modelo experimental en el perro). Neurocirugía Fig. 4. Izquierda: retracción hacia abajo de la pared superior del seno cavernoso (flecha), abordaje de la región mesencefálica (mcf) por arriba del nervio motor ocular común (Il/). Derecha: Visión ampliada deizrflJSzrinterpenduncular mostrando las arterias perforantes (FIP). Arteria cerebral posterior (Aep), duramadre del lóbulo temporal (dt). Documento descargado de http://www.revistaneurocirugia.com el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier m ventral del foramen magnum34 (Fig. 8). Se trabaja por debajo y por dentro de la bulla timpánica y se fresa la sutura petroclival; el sangrado del seno petroso inferior se controla con Surgicel. Se continúa el fresado hasta llegar al borde anterior del foramen magnum y se abre la duramadre del troncocerebral en la parte lateral en dirección longitudinal. Se debe tener cuidado de no lesionar el VI par que cursa por el canal de Dorello. Se obtiene una visión de la cara ventrolateral de la parte inferior de la protuberancia hasta la unión bulbo medular. Por último, se rota un colgajo medial de músculo masetero y se coloca sobre cualquier defecto duralo nasofaringeo que existiera. Se reconstruye el bloque óseo cigomático malar y mandibular y se cierra por planos con técnica habitual, dejando un drenaje sin vacío en la parte posterior de la herida. Fig. 5. Al separar la segunda y tercera rama del trigémino (V2, V3), se observa la hipófisis (Pi) y la pared medial del seno cavernoso contralateral (se). Trompa de Eustaquio que cruza a V3, Globo ocular (GO), duramadr:.e de la base del lóbulo temporal. Resultados Todos los animales toleraron bien la cirugía. Los dos primeros animales desarrollaron úlceras de córnea que se evitaron en los casos posteriores, realizando tarsorrafia transoperatoria. Los animales comenzaron la deglución aproximadamente a las 24 horas de la operación. No se observaron fístulas de líquido cefalorraquídeo ni alteraciones en los pares óculomotores. Discusión La cara ventral del tronco cerebral puede ser abordada por varias vías. Las vías superiores supratentoriales requieren resección del tentorio, retracción e interrupción del drenaje venoso del lóbulo temporal, que pueden producir hematomas intraparenquimatosos y edema postoperatorios 29. 33. Las vías infratentoriales requieren retracción Fig. 6. Exposición de la cara ventrolateral de la protuberancia (pu) entre la segunda y tercera ramas trigeininales (V2, V3). Rama oftálmica del trigémino (VI). 301 La vía trigelIÚnal para abordar la cara ventral del tronco cerebral, región selar y paraselar. (Modelo experimental en el perro). Neurocirugía Fig. 8. La vía trigeminal tipO C (por detrás de V3), permite la visión de la cara ventral de la protuberancia y bulbo (b). Clivus Fig. 7. La vía trigeminal tipo B (entre V2 y V3), permite el abor(el), trompa de Eustaquio (te), Tronco cerebral (TC). daje a la cara ventral de la protuberancia (pu) hasta la salida de los nervios motores oculares externos (VI). Documento descargado de http://www.revistaneurocirugia.com el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier m del cerebelo y manipulación de VII, VIII, Y pares bajos 19; las vías mediales anteriores obligan a trabajar en un campo séptico, profundo y estrecho, sin poder dominar la carótida interna ni el seno cavernoso 3,9,13,17,18,20-22,24.37,41,42,44. Las vías transfaciales tienen las mismas desventajas que las anteriores, agregando la cicatriz facial 7.25-28.30.32. Por último, las vías infratemporales permiten exponer el tronco cerebral sin retracción del lóbulo temporal, pero sacrifican la sensibilidad de la cara al cortar el V par 2, 15. 16.36. La disección de las ramas del V par ha sido utilizada para tratar lesiones dentro del seno cavernoso y rara vez para abordar el tronco cerebral 14.38. La vía trigeminal tipo A o del «hundimiento» del techo del seno cavernoso es la más simple. Es necesario rea- Fig. 9. Visión esquemática que resume los tres abordajes al tronco cerebral (flechas). Por arriba de la rama oftálmica del trigémino (VI), a la fosa interpenduncular; entre las ramas maxilar y mandibular (V2, V3) a la cara ventral de la protuberancia, y por debajo de V3 a la región bulbar. Globo ocular (GO), nervio óptico (1I), nervio motor ocular común (IlI), nervio patético (IV), nervio motor ocular externo (VI), Carótida interna desplazada hacia atrás para exponer la cara ventral del bulbo. 302 lizar una osteotomía órbito-cigomático-maxilar, pero no requiere exponer la carótÍCa interna cervical. La clave de este abordaje es la identificación del III y IV pares craneales para no lesionarlos al cortar la pared superior del seno cavernoso. Este abordaje es extracavernoso (Fig. 3-4). La vía trigeminal tipo B se realiza entre las ramas V2 y V3. Requiere resección del bloque órbito-cigomáticomaxilar y fresado del piso selar, dorso de la silla y del clivus medio y superior. Es una vía extra y subcavernosa porque se trabaja por debajo del seno cavernoso. Puede precisar o no el control de la carótida extracraneal. La ventaja de este abordaje se basa en la exposición del tronco cerebral sin resección de V3 y en que no arriesga la audición y la función del VII par al no necesitar fresado de la punta del peñasco. La clave de este abordaje reside en reclinar el globo ocular, las ramas VI y V2 hacia arriba y V3 hacia afuera y hacia atrás resecando el maxilar lo más adelante posible del piso de la órbita, dándonos una visión ántero-ínfero-lateral de la cara ventral de la protuberancia hasta la unión bulbo-pontina, no pudiéndose observar la cara ventral del bulbo raquídeo ni la salida del XII par. Por último, la vía trigeminal tipo e o retromandibular infratimpánica precisa fresado de la punta del peñasco conservando anatómicamente la trompa de Eustaquio. Es útil para abordar la cara lateral del tronco cerebral, desde la parte inferior de la protuberancia hasta la unión bulbo medular a nivel del foramen magnum, la cual no se puede controlar con el abordaje anterior. Las regiones más difíciles de abordar son la fosa interpenduncular y la unión bulbo pontina. U¡ primera está oculta por los lóbulos temporales y requiere retracción intensa de los mismos para ser observada; por vía infratemporal tampoco es posible abordarla, ya que está oculta por el seno cavernoso y el nervio trigémino, que bloquean la visión desde abajo. Por las vías anteriores mediales tampoco puede ser abordada, ya que está oculta por la hipófisis y ambos senos cavernosos. Se concluye entonces que La vía trigeminal para abordar la cara ventral del tronco cerebral, región selar y paraselar. (Modelo experimental en el perro). Neurocirugía 4. Asarl, S.; Ohara, S.; Fujisawa, H.; Kageyama, T.; Matsu· el seno cavernoso, y sobre todo el V par y sus ramas, son moto, K: Experimental model for maxillary artery to middle cereel máximo impedimentQpara abordar dicha zona. La vía bral artery anastomosis in dogs. J. Neurosurg 52: 591-594; 1980. trigeminal permite el abordaje al retirar el trigémino del 5. BALAGERA, S.; CARTER, J. B.; GASSET, D. C.: Surgical apángulo de visión. proach to high subcranial internal carotid artery. Neurosurg 16: La cara lateral de la unión bulbo pontina únicamente 402-405; 1985. podía ser abordada realizando un fresado total del peñas6. BATZDORF, D.; GREGORIUS, F. K: Surgical exposure of the co, destruyendo la audición 23. La retracción de V3 hacia high cervical carotid artery: Experimental study and review. adelante o hacia atrás permite llegar a esta región sin morNeurosurg 13: 657-661; 1983. "bilidad permanente. La cara ántero-Iateral del bulbo raquí7. BERKELBACH, J. W.; TULLEKEN, C. A F.: The transorbital approach to the middle cerebral artery in cats. Stroke 19: 503deo puede ser controlada trabajando por detrás de V3 y 506; 1988. por debajo y por dentro del peñasco 39.40. 8. BILLER, H.; SHUGAR, J. M. A; KRESPI, Y. P.: A new techPor último, las regiones selar y paraselar, ipsi y contranique for wide-field exposure of the base of the skull. Arch Otolateral, pueden ser abordadas, entre V2 y V3, luego de halaryngol107: 698-702; 1981. ber fresado el dorso de la silla, pudiéndose observar inclu9. BONKOWSKI, J. A; GIBSON; R. D.; SNAPE, L.: Foramen so la pared medial del seno cavernoso contralateral y el VI magnum meningioma: Transoral resection with bone baffle to par del canal de Dorello. Requiere control de las dos caróprevent C. S. F.leakage. J. Neurosurg 72: 493-496; 1990. tidas a nivel del cuello. 10. COCKE, E. W.; ROBERTsoN, J. H.; ROBERTsoN, J. F.; CROOK, Documento descargado de http://www.revistaneurocirugia.com el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier m En resumen, las desventajas de esta técnica consisten J. P.: The extended maxillotomy and subtotal maxillectomy for excision of skull base tumors. Arch Otolaryngol116: 92-104; 1990. en: 11. CROCKARD, H. A.; KOKSEL, T. AND WATKIN, N.: Transo1. Problemas transitorios en la oclusión de la mandíbural transclival clipping of anterior inferior cerebellar artery la por la resección del cóndilo del maxilar. aneurysm using new rotating applier. Technical note. J. NeuroYen cambio, sus ventajas son las siguientes: surg 75: 483-485; 1991. 1. No provoca alteraciones de la función del VII par 12. CROCKARD, H. A. AND SEN, C. N.: The transoral approcraneal. ach for the management of intradural lesion at the cranioverte2. Evita el edema y las hemorragias intraparenquimabraljunction: review of7 cases. Neurosurg 28:88-98; 1991. tosas al no precisar retracción cerebral. 13. DE LOS REYES, R. A.; BEHM, F. 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Conclusión Describimos la vía trigeminal como abordaje experimental en el perro. Se requieren estudios y ensayos posteriores para conocer su aplicación práctica en el hombre. Recomendamos esta técnica como entrenamiento microquirúrgico en los abordajes de la base craneal. Bibliografía 1. AL-METIY, V. K: Anand. Zygomatic approach to skullbase lessions. J. Neurosurg 73: 668-673; 1990. 2. ANDREWS; FISCH, V.; VALAVANIS, A.; AEPLI; MAKEK, M. S.: The surgical management of extensive nasopharyngeal angiofibromas within the infratemporal fossa. Laryngoscope 99: 429437; 1989. 3. ARCHER, D. J.; YOUNG, G., AND DTLEY D. Basilar aneurysms: New transclival approach via maxilectomy. J. Neurosurg 67: 54-58; 1987. 17. GUITY, A; YOUNG, P. H. : A new technique for closure of the dura following transphenoidal oral transclival operations. Technical note. J. Neurosurg 72: 824-828; 1990. 18. HADLEY, M. V.; MARTIN, M. A.; SPETZLER, R. F.; SONNTAG, V. K H. AND JOHNSON, P. 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