Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil Libros de conc Entrevista con Daniel Pennac Cine y literatura: Pocahontas [O ras cómo te diviertes 1 ,os,ibros de Gloria Fuertes Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil 5 EDITORIAL El teorema de Clinton 1 EN TEORÍA Libros de conocimientos: evolucionar o morir Mónica Baró 20 83 SUMARIO CLIJ LA COLECCIÓN DEL MES Epotxak eta Erraldoiak Javier Gogeaskoetxea 37 TINTA FRESCA Zaldia eta zezena Felipe Juaristi (versión en castellano pp. 44-45) 41 AUTORRETRATO Rocío Martínez 46 CINE Y LITERATURA Pocahontas Marta Selva y Anna Sola 57 ENTREVISTA Daniel Pennac Josep Maria Cuenca 61 BIBLIOTECAS ESCOLARES Experiencia piloto en Zamora Autores Varios 27 34 COLABORACIONES Bibliotecas escolares: la asignatura pendiente José Luis Polanco Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil EN TEORÍA Pero, ¿existe la literatura juvenil? Alejandro Delgado Gómez LA PRACTICA A la manera de Juan de Mairena Alfons Garrigós 51 Libros de conocimientos Entrevista con Daniel Pennac Cine y literatura: Pocahontas 66 DOCUMENTOS Día Internacional del Libro Infantil 1996 NUESTRA PORTADA Rocío Martínez (Madrid, 1966) hace tan solo seis años que se dedica a la ilustración de libros infantiles y juveniles. Estudió Bellas Artes y, como ella misma explica en el Autorretrato, cuando suspendió la asignatura de Pintura, decidió cambiar lienzos y carboncillos por dibujos -para- libros. Esto nos ha permitido conocer el trabajo de esta prometedora ilustradora a la que descubrimos cuando ganó el concurso de carteles de la Semana del Libro de Infantil y Juvenil de 1994. Todo un hallazgo, que ella se empeña en agradecer a unas gallinas. 68 LIBROS 78 REPORTAJE Bolonia 96 Victoria Fernández 80 AGENDA 82 EL ENANO SALTARÍN Trastornos CLIJ Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil Directora Victoria Fernández Coordinador Fabricio Caivano Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil Redactora Maite Ricart Diseño gráfico Mercedes Ruiz-Larrea Autoedición Marta Casóliva Ilustración portada Rocío Martínez Han colaborado en este número: Gabriel Abril, Carmen Álvarez Rodríguez, Pilar Álvarez Rodríguez, Inmaculada Barbero Andrés, Mónica Baró,Centro de Documentación de la Biblioteca Infantil Santa Creu (Barcelona), Josep Maria Cuenca, Alejandro Delgado Gómez, Xabier Etxaniz, José Francisco Figal Carrascal, Alfons Garrigós, Javier Gogeaskoetxea, Concha González Díaz de Garayo, Daciana Jano Prieto, Felipe Juaristi, José Luis Polanco, Cristina Sahelices Fernández, Marta Selva, Anna Sola, Xián Xaneiro. Edita Editorial Torre de Papel, S.L. Amigó 38, 6o 3a 08021 Barcelona Tel. (93)414 11 66 Fax. (93)414 46 65 Administración y suscripciones Olga Cabezas Gabriel Abril A LA VENTA LAS TAPAS Deseo que me envíen: C las TAPAS 1.000 pías*. Efectuaré el pago mediante: D contrarrembolso, más 275 ptas. gastos de envío. ÍZ talón adjunto. Nombre Con sistema especial de varillas metálicas que le permite encuadernar usted mismo. Mantenga en orden y debidamente protegida su revista de cada mes. Cada ejemplar puede extraerse del volumen cuando le convenga, sin sufrir deterioro. Copie o recorte este cupón y envíelo a: Editorial Tone de Papel, S.L. Amigó 38. 6" 3a 08021 Barcelona (España) Profesión CLIJ no hace necesariamente suyas las opiniones y criterios expresados por sus colaboradores. No devolverá los originales que no solicite previamente, ni mantendrá correspondencia sobre los mismos. Tel Domicilio Población C.P. Provincia Firma '''Precio válido sólo para España Impresión Grafimarc, S.L. Carretera del Mig 193-Nave 10 L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) Depósito legal B-38943-1988 ISSN: 0214-4123 Editorial Torre de Papel, S.L., 1996. Impreso en España/Printcd in Spain El precio para Canarias es el mismo de portada incluida sobretasa aérea. Premio Atlántida 1995 del Gremi d'Editors de Catalunya Esta revista es miembro de ARCE. Asociación de Revistas Culturales de España. EDITORIAL El teorema de Clinton ronto se celebrarán elecciones en Norteamérica. Según diversos sondeos —se supone que acertados— la educación es la principal preocupación del electorado de ese país. Y para atenderla el presidente Clinton ha decidido financiar un costosísimo proyecto llamado «Desafío a la Alfabetización Tecnológica». Se trata de conseguir que, en cinco años, haya un ordenador en cada una de las 85.000 escuelas públicas norteamericanas. Informatizando la educación se asegura, dicen, el futuro cultural. Para Clinton, como para muchos aprendices de profeta, el ordenador es el vector tecnológico que garantiza tanto los aprendizajes como la misma equidad social. Ha llegado a afirmar que «el ordenador es el gran igualador» de la población escolar. Cada época, por lo visto, se inventa el remedio milagroso que corresponde a su espíritu. Hoy la técnica es hegemónica. Nada habría que oponer a una modernización razonable de las estructuras escolares, incluida su informatización. Pero ante simplificaciones tan bastas cabe destacar alguna de sus paradojas. La primera, de orden filosófico, consiste en que, conviene recordarlo una vez más, la educación es una tarea teleológica cuyo calado moral parece fuera de duda. La tecnología, cualquiera que sea, puede ser un instrumento facilitador de los fines, pero no es un fin en sí misma. La segunda es menos compleja, más cotidiana. Los mismos profesores de Victoria Fernández VfcU¿«.i^\ Estados Unidos, tanto de enseñanza primaria como de secundaria, la han puesto de manifiesto quejándose de que tienen pocos libros escolares y de texto, y que casi la mitad de ellos no están actualizados y son didácticamente obsoletos. El gran pedagogo progresista norteamericano John Dewey habría puesto el grito en el cielo. ¿Será preciso volver a mostrar la decisiva importancia de un buen aprendizaje de la lectura y la escritura como fundamento de todos los aprendizajes posteriores? ¿Para qué sirven tantos ordenadores si en la escuela no hay libros en cantidad y calidad? ¿A qué obedece ese empeño en informatizar las aulas a costa de recursos más acordes con una concepción humanista e integral de la educación?. No defendemos el libro en sí mismo, sino su presencia significativa en un tejido intencionalmente educativo, que va desde la familia y la escuela hasta la sociedad en su conjunto. Los profesores norteamericanos han empezado a debatir estas paradojas y a poner en solfa este simplista «teorema de Clinton». Corremos el riesgo de que se ponga de moda también entre nosotros tanta modernidad tecnológica. U O V £ D A ^ í S ? H I M A V Í Ü A 1 9 9 6 »"" la fuga d e l Río Lobo Ámbar e n cuarto y sin su amigo PAULA DANZIGER La fuga del Río Lobo JUAN MARSÉ Piratas en la casa de al lado PETERTABERN El verano francés JESÚS CARAZO El niño q u e vivía e n las estrellas JORDI SIERRA I FABRA Los armarios negros JOAN MANUEL GISBERT Cuidado con el c ó n d o r DAVID N. BLAIR La aventura inmortal de Max Urkhaus JOAN MANUEL GISBERT EDICIÓN REVISADA POR EL AUTOR EN TEORÍA Libros de conocimientos: evolucionar o morir por M ó n i c a Baró* Ante el empuje del audiovisual y del libro electrónico>, léase CD-ROM, los libros de conocimientos han sufrido, en los últimos años, espectaculares transformaciones: dominio de la imagen, inclusión de mecanismos que permiten la interactividad, mejor presentación etc. Todo ello se analiza en este artículo, en el que también se cuestiona sí estas obras, por su concepción y presentación, resultan adecuadas para el público al que van dirigidas, es decir, niños y jóvenes. BIOPUNT. A M E S D'EN DCDO A EUROPA LA GALERA 2LIJ83 :S95 EN TEORÍA n el mundo del libro infantil y juvenil, se utiliza a menudo la L » denominación «libros de conocimientos» para identificar a una producción editorial muy vasta y sometida a una permanente renovación de estética y de contenido. El término se acuñó en los grupos y seminarios aparecidos a finales de los 70 que se dedicaban, básicamente, al estudio y divulgación de libros de ficción con el fin de promocionar la lectura. En aquellos años y hasta la década de los 80, el mercado ofrecía una producción muy limitada y con una relación muy estrecha con el ámbito escolar —en Cataluña, por ejemplo, incentivada por el movimiento de recuperación de la escuela activa catalana—. Estos libros de conocimientos servían «para saber cosas» y, por los temas que trataban y por la manera cómo los trataban, eran esencialmente distintos de los libros de texto que en aquella época servían para dar a conocer «determinadas cosas». Más recientemente, y por influencia del término anglosajón informational books, utilizado como sinónimo del tradicional non-fiction, se ha generalizado el uso de la denominación «libros de información o informativos». Del ámbito francófono proviene la etiqueta «libros documentales», traducción literal de livres documentaires aunque también se utiliza, simplemente, el término documentaires.' Pero, ¿de qué estamos hablando exactamente?, ¿qué tipo de libros responden a esta denominación?. En ocasiones se han descrito estos libros por exclusión y, así, se considera que son libros de conocimientos aquellos que se distinguen de los demás porque ofrecen descripciones objetivas de la realidad, sin especificar cuales son los límites de esta realidad: ¿son libros de conocimientos los que tratan, por ejemplo, de las mitologías de distintas culturas?, ¿dónde situar aquellos libros que no se limitan a describir, sino que proponen y provocan actuaciones por parte de los usuarios? y ,en cuanto a la objetividad que se les supone, ¿cómo evitar la ineludible subjetividad en el enfoque de ciertos temas? La diversidad de las propuestas editoriales que pueden encontrarse actualmente en el mercado, nos obliga a revisar las definiciones más tradicionales y puede que, en un sentido más amplio, debamos considerar como «libros de conocimientos» aquellos que tienen como finalidad la de aproximar a los lectores a un conocimiento y a la vez, estimular en ellos la curiosidad por saber más. El recurso a un libro de estas características puede responder a motivaciones muy distintas: en ocasiones, se trata simplemente de solventar una pregunta muy concreta —¿qué come un hámster?—, pero en otros casos lo que el lector requiere es una aproximación a un tema general —¿cómo se vivía en la Edad Media?—. El mercado ofrece libros distintos para cada una de estas necesidades; desde obras de referencia, como enciclopedias y diccionarios, a monografías. Estos libros presentan la información de manera distinta y .cada uno de ellos ,implica unos mecanismos de búsqueda y consulta particulares y, a menudo, complejos. Clasicismo e innovación El incremento de la demanda que se ha producido en los últimos años, propiciado en parte por la reforma de una enseñanza que deja de apoyarse únicamente en el libro de texto y requiere materiales informativos, ha dinamizado el mercado. Ello ha coincidido con la aparición de nuevos soportes que ,en un futuro inmediato, competirán ineludiblemente en el mismo terreno. Para situar al libro en una buena posición de partida, los editores han empezado ya a plantear innovaciones en el libro de conocimientos tradicional. Nuevos temas, cuidada presentación, o aproximación al conocimiento por medio de la Foto de Einstein y Oppenhaimer, publicada en Gigantes de la Ciencia, (Celeste, 1995). experimentación definen las novedades 8 f I 118.'? , : • . : . . - — II 1 1 INTERIOR DE .A TIERRA ñápales, 1;! IMhlUOK 11-1 \ lll-R A i ¡ene cual rct capa-, pr a con iiii.i ¡ el t o encima. . Je nica 1:1 .-.'.li o w n - i d a s . B . i r . l l . n1, -1 i )a l ' umnaj lnj a ii K T Ú H u inii L .i ,!',' la 1 U'll.l puMA'(.IOÜ pilIU'^ I1IV.1 • apa cxicl ¡a Je cspt'Mts [luid. •- v tin n i V k ' i i de los 90, sin que la producción más tradicional haya desaparecido. Desde siempre, los libros de conocimientos han constituido un sistema complejo que combina distintos elementos, esencialmente, texto e imagen. Esta unión se lleva a cabo, generalmente, partiendo de la doble página encarada de manera que se utiliza la máxima superficie que el ojo puede explorar y se dispone de mayor libertad para la distribución de dichos elementos. En esta relación, y hasta hace escasos años, el texto se ha visto claramente favorecido puesto que —en sus distintas modalidades— constituye la mayor parte del libro. Las relaciones entre los distintos elementos del libro de conocimientos pueden ser más o menos explícitas y normalmente se utilizan para ello los mismos sistemas que se utilizan en las obras para adultos, es decir, las notas a pie de página, los pies de ilustración o fotografía e, incluso, el color que, normalmente usado como fondo, puede contribuir a una mejor relación de los distintos elementos. Lógicamente, un sistema tan complejo no facilita la lectura ni la comprensión, puesto que presupone en el lector un dominio del espacio y cierta capacidad de abstracción. En el libro de conocimientos existe un texto principal que incorpora los conceptos de manera gradual. Con frecuencia, este texto principal tiene la misión de dirigir el itinerario de lectura remitiendo a otros elementos del libro para aclarar, ejemplificar o completar ,según sea el caso. El recurso á textos complementarios puede responder al interés en reforzar una información —mediante resúmenes, bajo el epígrafe «Recuerda»— pero también puede particularizarla —uso de cronologías—, o presentar textos relacionados que puedan ampliar dicha información, y para ello se recurre a la inclusión de documentos, citas de personajes célebres, datos factuales y anecdotarios —frecuentemente, bajo el epígrafe «¿Sabías que?»—. Todo este despliegue textual se encuentra en la misma superficie y, necesariamente, habrá que distinguir el texto principal de los demás ya sea tipológicamente —otro familia de letra, otra modalidad— ,o por el tamaño tipográfico. Estos textos complementarios pueden ser utilizados muchas veces independientemente del texto principal ,y se constituyen así en una lectura de distinto nivel ,ya sea en función de una busqueda concreta (obtención de datos factuales o cronológicos), ya sea en función de las capacidades del lector (un niño de 8 años difícilmente podrá leer un texto principal de 30 líneas, cargado de términos desconocidos para él, pero si podrá comprender sin esfuerzo un resumen de 10 líneas que contenga lo esencial del discurso). Hacia un dominio de la imagen En la mayoría de los libros de conocimientos puede decirse que la imagen se ecuentra supeditada al texto, incluso en aquellos libros destinados a primeros lectores. La imagen tiene como función PASTEL DE CHOCOLATE Receta para 6 a 8 personas. Preparación: 20 min. Cocción en el horno: 25 min a 150 °C. Utensilios: una taza, una sartén, un cazo, dos ensaladeras, un batidor, una batidora eléctrica, una espátula de madera, un molde bajo de 24 cm de diámetro, una fuente, un colador fino. Wí Ingredientes: 200 g de chocolate con 70 % de cacao 200 g de mantequilla 5 huevos 200 g de azúcar 140 g de harina tamizada 1 pizca de sal fina Precalentar 20 g de mantequilla (para el molde) el horno 2 cuch. soperas de azúcar para glaseado a 150 °C. ftiBERi JDESZC LOS PASTELES FAVORITOS DE OSEUX, IIUUN MAS. G»L?C CEAC. EN TEORÍA principal aclarar o ejemplarizar el contenido textual y, con menor frecuencia, aportar nuevas informaciones en relación al texto principal. Dibujo y fotografía se combinan en un mismo libro, en función de las necesidades del texto y de las posibilidades expresivas de cada modalidad. Así, cuando se trata de presentar una imagen real —un animal con sus cachorros o un rascacielos— se prefiere la fotografía. El dibujo se reserva para mostrar aquello que no puede ser fotografiado en condiciones normales —el corte longitudinal de una casa de pisos o el ecosis- ! ' <• wpoMi tuclcn lem-r o b e l o meíineot ei titila» Las ieit coba de au eapede (¡ieíteopti cupido) . ' • • i b t pred .' Ei coto rojo «curo de ecta maripota i ÍCymotlUK mdiuujj c* p(i>l\ihkíi!¿!i . i! ' •'• . i la Italroj ' ,' n i n l iori -•' / i, tema de una charca con toda su fauna, por ejemplo— y, naturamente, los gráficos. La innovación que mencionábamos anteriormente se ha manifestado especialmente en el campo de la imagen y, así, ya a finales de los 80 asistimos a la aparición de libros de conocimientos que presentan un aspecto notoriamente distinto. En ellos, la distribución de los espacios destinados al texto y a la imagen se ha modificado: en muchos casos —especialmente en los llamados «libros visuales»— el texto ha dejado de tener preeminencia y ésta se ha atribuido a la btmbai a una <k la> mayiirev manpotat \ dd mundo, y te para la mayor | rl . ! a iida en las copas de loi ariml . i ! ' • ¡ >: muchacespecio le ve am. i ' yaq ¿faduatmenU' • ' ' .' • IAURENCE VOUND LOS NSECTOS -JE- iv?0 imagen. A menudo, la importancia de la imagen se traduce en una multiplicación de ésta, hasta el punto de resultar excesiva, puesto que cada imagen suele acompañarse de las pertinentes denominaciones de cada una de las partes o aspectos que pueden ser visualizados. Así podremos saber cual es el nombre técnico de cada una de las velas, de todos los palos y de todos los cabos que podían encontrarse en una carabela. La profusión de tecnicismos y la dimensión necesariamente reducida de la tipografía utilizada para las indicaciones, no parecen muy adecuados para los lectores a quienes, en principio, van destinados estos libros. Por otra parte, el fotomontaje y la macrofotografía han facilitado combinaciones que afectan, incluso, a la veracidad de las imágenes mostradas. ¿Cómo saber cual es el tamaño real de una avispa que aparece con unas dimensiones cinco veces superiores a las normales?, ¿qué es más grande, una ballena o una sardina, cuando en una imagen ambas son similares? Algunas colecciones han previsto esta circunstancia e incorporan indicaciones que permiten restituir las dimensiones a lo que es correcto, bien sea indicando cuantos aumentos o disminuciones ha sufrido la imagen final en relación a la original, bien dibujando aquello que aparece en la fotografía relacionándolo con el tamaño de un niño, para poder establecer las oportunas proporciones. A partir de este breve análisis de las dificultades que puede establecer este tipo de presentación de la información, podríamos plantear si se trata realmente de un producto destinado a niños y jóvenes que quieren saber o, más bien, a unos adultos que ya saben, pero que también quieren mirar. Además de texto e ilustración ,que contienen información, los libros de conocimientos suelen incorporar herramientas para facilitar la consulta. En este caso, los instrumentos periféricos de búsqueda de la información constituidos, esencialmente, por los consabidos sumarios y los índices, siguen el mismo modelo que en los libros para adultos. Los sumarios o enumeraciones de los títulos de los capítulos —que pueden o sutiliza tñsicntnenL. oi mnteiÁ LA GR/'.N AVENARA DE RECOAR CRXLA 1995 no indicar la página en que dan comienzo éstos— deberían constituir una aproximación significativa al contenido de la obra , y aportar mayor información que el de una mera enunciación, a menudo, poco clara. Sin embargo, es habitual encontrar títulos de capítulo poco explícitos aunque muy sugerentes o enigmáticos, pensados para suscitar el interés del lector —¿qué podremos encontrar bajo el epígrafe «Criaturas extrañas»?— pero que no cumplen en absoluto su función. Mucho más difíciles de utilizar resultan unos índices que, con intención de ser exhaustivos, incluyen términos escasamente significativos en el conjunto de la obra o que, siguiendo las pautas habituales, indican con variaciones tipográficas apenas perceptibles a qué tipo de información remite la entrada: texto. imagen o pie de imagen, sin mencionar siquiera qué código se utiliza. De acuerdo con Eleanor von Schweiniz, «los educadores ponen ahora un énfasis considerable en la necesidad que tienen los niños de adquirir herramientas para la recuperación de la información, tanto si se trata de un sistema de información electrónico como si el soporte es un libro»- y, no obstante, es de destacar el desconocimiento que los niños tienen sobre su existencia, sobre cómo se utilizan y para qué pueden usarse. La edición Ya hemos mencionado anteriormente la estrecha relación que ha venido exis- tiendo entre el sector editorial y el mundo de la educación, relación que se ve reforzada cuando la mayoría de las editoriales españolas que publican libros de conocimientos editan, a la vez, libros de texto. Es probable que el modelo editorial para libros de texto, que favorece el trabajo en equipo y en el que la autoría viene determinada por la propia empresa, haya influido en la producción de libros de conocimientos. Este modelo, además, facilita la colaboración entre editoriales distintas y de diferentes países en proyectos comunes que contribuyen a disminuir los costes, necesariamente elevados, de unos libros que incorporan gran número de ilustraciones a todo color. Nada hay que objetar a esta práctica, siempre y cuando la colaboración no se EN TEORÍA transforme en simple traducción ,y la disminución de costes se materialice en una disminución del precio final de un producto, que acaba resultando excesivamente caro. Pero la mayoría de casas editoriales españolas han preferido el camino de la traducción. En éste ámbito, como en tantos otros, la innovación proviene del extranjero y, más concretamente, de las activas empresas británicas que apostaron en su momento por una total renovación de los contenidos y de la presentación gráfica en los libros de conocimientos. En un estudio realizado sobre 357 títulos publicados entre los años 1990 y 1993*', seleccionados aleatoriamente, se pone de manifiesto que de éstos, un 48% tiene como lengua original el inglés, un 21%, el francés un 14% el catalán y sólo un 9% el castellano. El resto, un 8%. queda distribuido entre otras lenguas (italiano, alemán, e t c . ) . Estos datos en sí no harían más que con firmar la tendencia que apuntábamos anteriormente, pero adquieren especial relevancia cuando los asociamos al índice de adaptación de las traducciones, es decir, a la posibilidad real de utilización de estos libros por unos lectores con un entorno —cultural, geográfico y natural— distinto al del país de donde proviene la obra. El mencionado estudio pone de relieve que el 31 % de los libros estudiados no resultan adecuados en este sentido. Esta inadecuación puede no resultar obvia a un sector de compradores de libros, especialmente a los adultos no profesionales, pero no es pasada por alto en bibliotecas y escuelas donde numerosos especialistas analizan los libros más detenidamente y donde, además, se puede detectar en la práctica su utilidad. La renovación temática Ya hemos mencionado la estrecha relación entre edición y escuela lo que explicaría la elevada desproporción que, hasta el momento, presenta el mercado a favor de las materias más tradicionalmente académicas, como puedan ser las Ciencias Naturales o la Historia ,en detrimento de temas que se correspondan más con las preferencias de un público que, como veremos, raramente influye en éstas decisiones más que de manera muy tangencial. El estudio anteriormente citado muestra que esta desproporción está lejos de desaparecer y que la producción se reparte entre las ciencias y sus aplicaciones —que suman más de la mitad de los títulos— y la historia y la geografía, aunque puede observarse una presencia significativa de títulos que pueden tener mayor relación con las aficiones de los lectores, especialmente en lo que se refiere a los deportes (véase cuadro p. 13) No obstante, la influencia de la producción extranjera en la nacional ha incidido también en una tímida amplia- DESDE EL PRINCIPIO LA HISTORIA CASI COMPLETA DE CASI TODO PIERO VENTURA 1492 El AÑO DEl NUEVO MUNDO EVEREST. 'Q92 ción temática de éstos libros, aunque estos datos no permitan identificarla claramente. La tendencia aparece claramente: todos los temas para todas las edades. Temas que, en principio, no mantienen una relación directa con la educación académica y que más bien responden a intereses particulares de sus usuarios potenciales. El ejemplo más patente de este planteamiento es la aparición, en los últimos cinco años, de numerosas colecciones y monografías dedicadas a temas ecológicos, que abarcan desde la fauna en peligro de extinción a los problemas medioambientales. Por lo general, se trata de obras realistas que no dejan aspectos por tratar —desde la lluvia acida al efecto invernadero, pasando por la deforestación tropical— adquiriendo incluso, en algunos casos, tintes catastrofistas. Colecciones de este tipo las hay para todas las edades, con riesgo de que determinados planteamientos resulten excesivamente crudos en relación a los lectores, y generen en ellos actitudes que van de la impotencia al pesimismo. Algunos títulos intentan contrarrestar este efecto con la incorporación de propuestas adaptadas a las posibilidades de los lectores, encaminadas a modificar determinados hábitos y poder contribuir de este modo a la conservación del entorno. La eficacia de este tipo de planteamientos, no obstante, será mayor cuanto mayor sea la consciencia de los adultos y de la sociedad en general y, es evidente, que nuestro país está todavía muy alejado de las actitudes medioambientales que se dan en otros lugares. Otro género que se ha visto rcvitalizado últimamente es la biografía, con colecciones que intentan aproximar a los niños y jóvenes a las vidas de personajes célebres. A los más pequeños se tiende a mostrarles el personaje en su edad infantil, mientras que en el caso de los mayores, la biografía incluso puede servir de pretexto para aproximar al lector a otros ternas: pintura, historia, etc. Puede calificarse también de novedad la creciente presencia de libros sobre aficiones, entre los que cabe destacar la proliferación de libros de cocina y los que tienen como tema general, aunque incidan en aspectos más específicos como puedan ser la nutrición, el mantenimiento del cuerpo o la sexualidad. A la vista de ello, y dadas las coincidencias temáticas que se detectan entre la producción editorial destinada a los niños y a los adultos, cabría preguntarse CLIJ83 si estos libros responden realmente a los intereses de niños y jóvenes o si, por el contrario, se trata de satisfacer los intereses de los adultos que son, en última instancia, quienes adquieren los libros. Temas Cantidad % Obras generales 1 0.3 Filosofía, Ética 1 0,3 Religión 2 0,6 Derecho, Economía Folklore 9 2.5 Ciencias Naturales 154 43,1 Salud, Tecnología Arte, Juegos, 37 10,3 Deportes 31 8,7 Geografía, Historia, Biografías 122 34,2 353 100 EN TEORÍA ÍPUNT. AA'JCS D'EN DODO A EUROPA LA Abundancia de colecciones La casi totalidad de la producción de libros de conocimientos para niños y jóvenes se presenta formando parte de una colección. Para las editoriales, esta práctica es favorable en todos los aspectos: la colección deviene una marca propia, fácilmente identificable, que ayuda a localizar un producto unitario al asimilarlo a un conjunto. Los costes del diseño de una colección, por definición estandarizado, son menores que si hubiera que pensar una presentación distinta para cada libro, y eso por no hablar de la disminución significativa de los costes de producción. Además, hay que contar con el impulso coleccionista del público —del que no escapa la escuela y sí, en mayor medida, la biblioteca pública— que tiende a adquirir más para completar, que para satisfacer sus necesidades informativas concretas. Hay colecciones de todo tipo y para todas las edades; las hay monotemáticas —planteadas al entorno de un tema muy concreto, o que tratan ámbitos más generales—, pero también existen las de carácter multitemático. La dife- rencia entre ambos tipos estriba en que las series multitemáticas dedican un único título a cada tema tratado y concentran en él toda la información —toda la que pueda reunirse en un volumen de extensión reducida— con peligro de tratar parcialmente las cuestiones o de simplificarlas excesivamente, mientras que las monotemáticas acostumbran a tratar un tema desde distintos puntos de TERRYJENNiNGS, ÍAAQUINAS GUE CONSTRUYEN, LAROUSSE :,.,-NErA. 1993. vista, enriqueciendo el resultado final. Sin embargo, este formato único, no sólo en lo referente a las dimensiones sino también para la compaginación, implica a menudo una excesiva rigidez en el tratamiento de temas que exigen presentaciones distintas: los libros del área de Ciencias Sociales, por ejemplo, requerirán a menudo reproducciones fotográficas de obras de arte, mientras que los científicos necesitarán de esquemas y diagramas. Estos problemas solo pueden solucionarse con una maquetación extremadamente ágil ,que se da en pocas ocasiones. Otro aspecto que debe tenerse en cuenta al hablar de las colecciones es el del autor único para todos los títulos de una misma serie. La mayoría de nosotros desconfiaría de un planteamiento de este tipo en una colección para adultos, puesto que, en general, pensamos que un mismo autor no puede dominar temas muy distintos. En el caso de los libros infantiles, sin embargo, aceptamos este hecho en razón de la necesaria simplificación a que se someten los conocimientos, sin tener en cuenta que sólo un experto puede llevar a cabo esta adecuación correctamente, seleccionando qué informaciones pueden reducirse sin que por ello se pierda el necesario rigor. Por otro lado, el recurso generalizado a la colección se convierte en una ayuda valiosa para el seleccionador, por cuanto contribuye a agrupar la producción en torno a unos temas más o menos —co-rici-i-y-un -vuuiLUi SGUTT! Un C:¡?. Uinilifldü. Debido a osea ligera inclinación, muchas parres de la Tierra reciben diferentes cantidades de ¡uz solar durante la órbita alrededor del Sol. amplios, aunque no hay que olvidar que la calidad del producto no acostumbra a ser igual para todos las obras de la colección y que es frecuente que a unos primeros títulos cuidadosamente elaborados, les sigan otros de menor calidad. Compradores y consumidores Linea imaginar El ecuador es una linea imaginario en ia mitad de la Tierra. Las regiones ecuatoriales son siempre cálidas porque reciben los rayos solares directamente Los polos Norte y Sur siempre están fríos porque reciben los rayos solares con un ángulo bajo, RACHEl WRIGHT, DRC ÍXPLORA EL MUNDO DEL TIEMPO GRIJAIBO/MQNDADORI, rniai Aunque el destinatario final de los libros sea evidentemente el público infantil y juvenil, se da la circunstancia de que raramente éste interviene en el proceso de selección y compra. El adulto es quien, desde distintos ámbitos —familia, biblioteca, escuela— determina qué libros pueden ofrecerse ,a qué niños y en qué ocasiones. En lo que se refiere al ámbito familiar, son conocidos de sobra los pobres niveles de adquisición particular de libros en nuestro país. Los padres, partiendo de su propia experiencia lectora que ,por lo general, se circunscribe a la literatura, y de los requerimientos de una escuela enfrascada en la tarea de promocional' la lectura, son cada vez más conscientes de que hay que adquirir EN TEORÍA libros de imaginación. Pero los libros de conocimientos son otra cosa; el saber se relaciona con demasiada frecuencia con el aprendizaje académico y se relega al ámbito escolar la lectura de conocimientos. Aun así, como compradores poco conocedores del tema, los padres son fácilmente influenciables por el aspecto externo de los libros y por un pretendido cientifismo de la información que éstos contienen. Las bibliotecas públicas se sitúan en un plano intermedio y así, aunque la mayoría de sus fondos infantiles y juveniles están destinados a satisfacer la demanda de literatura de ficción, van introduciendo paulatinamente libros de conocimientos entre sus colecciones. Así pues, la escuela se configura como el principal cliente de esta producción y ello determina en gran manera, no sólo los temas tratados, sino también la presentación. Como ya sabemos, las instituciones educativas de este país no acostumbran a estar dotadas de bibliotecas con fondos suficientes y operativos, con lo que la mayoría de estos libros pasa a engrosar lo que eufemísticamente se denomina «biblioteca de aula». La inexistencia de un profesio- nal especializado en la información, que se dedique a la siempre difícil tarea de seleccionar entre la cuantiosa y variada producción, hace que en ocasiones lo adquirido no se corresponda a las necesidades informativas de los alumnos. A ello contribuye también la casi nula existencia de crítica —si la comparamos con la crítica especializada en literatura infantil y juvenil de ficción— y la poca difusión de los listados selectivos, por temas y edades, que elaboran algunos grupos de trabajo/ Además, la generalización del aspecto visual, incluso en las cubiertas, hace que los libros de conocimientos se parezcan extraordinariamente entre sí, lo que contribuye a incrementar la confusión y no ayuda a identificar los distintos productos. Es de suponer que la efectiva implantación de la reforma educativa seguirá incrementando la demanda de este tipo de libros por parte de la escuela ,y también se desarrollará una mayor exigencia ante las editoriales, en lo que se refiere a la calidad y adecuación de estas obras. Con mucha probabilidad, será también la escuela la primera y pincipal consumidora de fuentes de información alternativas que, en nuestro país, han aparecido justo cuando el libro de conocimientos empezaba a tener un papel importante en relación a la educación. Un espacio propio Hasta el momento, nos hemos referido únicamente a los libros como vía para la aproximación al conocimiento, pero a nadie se le escapa que existen otros y muy variados sistemas de acceso a este conocimiento. Aunque ciertamente, la mayoría de sistemas que en su momento aparecieron como alternativas al libro —el vídeo o las diapositivas, por ejemplo— no han significado, hasta el momento, una competencia real para este, si que plantean esta posibilidad. El desarrollo que está teniendo Internet, por ejemplo, muestra claramente que la teledocumentación y la telemática tienen, y tendrán en el futuro, un papel clave en relación a la obtención y manejo de la información. Pero el peligro más inmediato consiste en la aparición de nuevas formas documentales como el CD-ROM, que integra texto, imagen fija, imagen móvil y sonido, y que abre nuevas posibilidades al conocimiento. Éstas nuevas formas, además, carecen de las connotaciones negativas que en muchos niños y jóvenes suscita el libro, a menudo identificado con la función escolar y, por el contrario, tienen la virtud de atraer su interés. Por otro lado, las enormes posibilidades de autonomía en relación a su uso, facilitan aquel estímulo de la curiosidad que reclamábamos en los libros de conocimientos. Por supuesto, estas circunstancias no han pasado desapercibidas a los editores del sector que han sido, en muchos casos, los pioneros de la edición de CD-ROM en lengua castellana. Aunque por el momento el mercado español no dispone de títulos suficientes ,ni abarca todos los campos del conocimiento, en los años immediatos habrá que contar ineludiblemente con este tipo de fuente informativa. En consecuencia, la pregunta clave es: ¿resistirá este tipo de libro, tal como es hoy, a la competencia de las nuevas fuentes de información? La opinión más generalizada es que, para determinados [sabelle Maire Jean Chevallier La vida en él estanque usos, el CD-ROM substituirá al libro de consulta, en breve. La superioridad del libro electrónico en relación al impreso es, en algunos aspectos —descripciones de procesos, por ejemplo— ,y para ciertos tipos de libros —especialmente, obras de referencia—, más que evidente. Sin embargo, y aunque el CD ejerza en los usuarios un fuerte atractivo, habrá que analizar la calidad de los productos con el mismo rigor que se aplique al formato libro. ¿Qué aspectos concretos pueden hacernos decidir por uno u otro formato? Habrá que ver, pues, si el formato CD explota todas sus posibilidades —desarrollo del hipertexto, calidad en la animación de imágenes, calidad en el sonido, eficacia de los sistemas de recuperación por palabras, actualización constante, interactividad— ,y si éstas justifican el elevado precio de compra (al que hay que añadir, por supuesto, la amortización de los aparatos lectores). Cabe pensar que, en un futuro próximo, estas cuestiones quedarán resueltas y EL ÁFRICA NEGRA por tanto, la competencia entre el libro y el formato CD será real. Los cambios que los libros de conocimientos han experimentado en los últimos años pueden obedecer, en parte, a esta presión. Por ello, los editores han apostado por la imagen en detrimento del texto, y han creado libros atractivos que puedan competir con los demás medios. Esta manera de presentar la información implica necesariamente modificar los mecanismos de aprehensión de los contenidos que actúan en el libro tradicional. Como hemos visto, en los libros de conocimientos clásicos el texto funciona como conductor y, en el momento oportuno, propone la observación de unas imágenes que aclaran conceptos o amplían información. En el caso de los medios audiovisuales —esencialmente televisión y vídeo— el papel del texto lo juega, en gran manera el sonido, sin olvidar que la mera presentación de las imágenes de manera secuencial ya indica una progresión informativa, un itinerario determinado. En los suportes ópticos, el texto es la clave de aceso a toda la información y las imágenes se relacionan con él . Y, aunque el lector pueda crear su propio itinerario de lectura o su propia estrategia de consulta, existe un procedimiento básico inducido por el creador de la obra. No ocurre así con los libros visuales, en los que el lector puede acceder a muchas imágenes sin que la dirección a seguir en su lectura sea evidente. La práctica desaparición del texto o su utilización como sistema denominativo, no facilita la distinción entre lo que son conceptos generales y específicos, entre lo básico y lo anecdótico. Se trata, en suma, de un libro distinto —un libro que sirve para observar— cuyas imágenes se relacionan, no ya con un texto específico, sino con un conocimiento previamente adquirido. La creciente competencia del soporte óptico frente al impreso podría incluso relacionarse con la creciente producción de libros de imágenes tridimensionales que pueden accionarse por parte del lee- EN TEORÍA tor ,o con la incorporación de chips sonoros en los libros, en un intento de dotarlos de otros aspectos esenciales en los medios interactivos, como son el movimiento o el sonido. Otros editores han apostado por los llamados «libros interactivos», que proponen una manipulación más creativa que consiste incluso, en contribuir a la elaboración del propio libro mediante la fijación de adhesivos o la construcción de determinados elementos. Sin embargo, cabría preguntarse si la utilización de estos recursos podrá impedir que el audiovisual y, más concretamente, el CD-ROM interactivo, acabe ganando una batalla que se plantea en campo enemigo y con sus mismas armas. Si el libro de conocimientos no encuentra su propio espacio, es probable, pues, que estemos asistiendo a los últimos días de un tipo de libro que habrá disfrutado de una corta vida. • *Mónica Baró es bibliotecaria y profesora de la Escuela Universitaria de Biblioleconomía y Documentación de Barcelona. Notas 1. Prueba de la utilización de estos términos la tenemos en los siguientes trabajos : «Libros de conocimientos», en Primeras Noticias (n° 124. marzo de 1994). Barroso, Paz, «Libros de conocimientos: lo más llega de fuera», en Alacena (n° 21, 1995). Villanes, Carlos. «Libros de conocieminto: buena salud, pero futuro incierto», en Delibros (marzo 1995). 2. Von Sachweinitz, Eleanor, ''Los libros de información para niños", en Educación y Biblioteca (n° 60, septiembre de 1995, pp. 20-23). 3. Dicho estudio fue llevado a cabo durante el curso 94-95 por el Seminario de Libros de Conocimientos de L'Amic de Paper, con la colaboración de de bibliotecarios y profesores especialistas de distintas áreas de formación. 4. Algunas revistas especilizadas en literatura infantil y juvenil o de ámbito bibliotecario ,CLU y Educación y Biblioteca, suelen inlcuir reseñas de novedades. Menos frecuente es la publicación de bibliografías seleccionadas que. esporádicamente, aparecen en la revista Platero o en el Seminario de Literatura Infantil de Rosa Sensat. Barcelona, 25 - 29 de Septiembre de 1996 Palacio nQ 4 Fira de Barcelona l l I <0 O <0 0) *m 9bi <Q 0 A ~ J 0) UN MUNDO UNIDO POR LOS LIBROS Norte y Sur. Este y Oeste. Los profesionales del mundo editorial llegan de todas partes a Liber 96. Un Salón Internacional donde se hablan todos los idiomas, se intercambian ideas, se realizan proyectos juntos y se firman acuerdos de futuro. Un Salón donde conocerá las últimas novedades aparecidas en el mundo de los libros. Además, este año Liber está dedicado especialmente al Silar, Salón Internacional del Libro latinoamericano. Venga a LÍBER 96, el Salón Internacional donde todo el mundo se entiende. PROMUEVE: FEDERACIÓN DE GREMIOS DE E D I T O R E S D E E S P A Ñ A . CORRESPONDENCIA: Federación de Gremios de Editores de España Juan Ramón Jiménez, 45-9 g izqda. 28036 Madrid. Tel.(91) 350 91 05 -350 91 03.Telefax.(91) 345 43 51 PATROCINAN: Ministerio de Cultura. ORGANIZA: Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas Generalitat de Catalunya. Departament de Cultura Fira de Barcelona Ajuntament de Barcelona Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO) Gremi d'Editors de Catalunya Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) Liber 96 EN TEORÍA Pero, ¿existe la literatura juvenil? por Alejandro Delgado Gómez" La revista CLIJ publicaba, en mayo de 1995, una serie de artículos, bajo el tíulo de ¿Literatura juvenil?, firmados por autores, profesores y bibliotecarios, que expresaban su punto de vista sobre el tema. Se iniciaba así una polémica que continúa abierta, y ofrecíamos las páginas de la revista a todos aquellos que quisieran hacer su aportación a ella. El siguiente artículo plantea algunos interrogantes más sobre la literatura juvenil, a la luz de ciertas opiniones y afirmaciones que entonces expresaron Antonio Rodríguez Almodóvar, Andreu Martín, Víctor Moreno o Emili Teixidor. 20 misil E n los últimos tiempos se ha dado en hablar de literatura juvenil, pasando frecuentemente por alto la legitimidd de su existencia, su necesidad o sus raíces históricas. En el presente artículo pretendemos, ante todo, plantear interrogantes que no siempre se toman en consideración. A partir del supuesto de que la especificidad del adolescente reside en el hecho de que posee competencia biológica e intelectual suficiente para actuar como adulto, pero dicha competencia se le niega en nuestra compleja cultura tardo-moderna, por razones externas al sujeto, intentaremos discutir tanto actitudes ,como opiniones relativas a la llamada literatura juvenil. Sin embargo, no propondremos respuestas, de las que, por lo demás, carecemos. Finalmente, indicaremos cuál es, a nuestro juicio, la función de los profesionales implicados, de una u otra manera, en el tratamiento de los adolescentes, de la literatura juvenil o de ambos. * f ¿Hubo alguna vez literatura juvenil? Si recordamos que, a lo largo de la historia, el concepto de adolescencia rara vez ha recibido un tratamiento riguroso hasta llegar a la transición entre el siglo XIX y el XX, entonces hemos de admitir la consecuencia: que la literatura juvenil, al igual que la definición del adolescente como individuo perteneciente a un grupo con necesidades específicas, es un invento de nuestro siglo. No obstante, y puesto que en ciertos momentos la adolescencia no fue sino una prolongación de la infancia, las obras —o algunas de ellas— destinadas a esta última bien pudieron ser aprovechadas por aquélla. Pensamos, por ejemplo, en instrumentos pedagógicos al estilo del Telémaco o The Pügrim's Progress, así como en los primeros intentos lúdicos de John Newbery. De igual modo, títulos que inicialmente fueron pensados para adultos comenzaron a circular entre clientela de menor edad, bien es cierto que en versiones ad usum delphini. Es el caso, mencionado por Denise Escarpit (La literatura infantil y juvenil en Europa: panorama histórico, pp.69-72), de Rohinsón Crusoe o Gulliver. La autora cifra la causa de esta apelación a la novela de adultos por parte de los adolescentes en la desatención, en este terreno, de la que ellos son objeto. Lo cierto es que durante bastante 21 CLU83 tiempo la lectura juvenil se nutrió ,sobre todo, de obras escritas para adultos, y, desde finales del siglo XIX, también de algunos títulos específicamente destinados al ambiguo niño/adolescente burgués. Obras en ocasiones ferozmente criticados por sus efectos perniciosos o EN TEORÍA por sus presuntamente escasas cualidades literarias, y que no han alcanzado el lugar que por derecho les correspondía en la historia de la literatura hasta bien entrado el siglo XX. Así, no sólo Defoe o Swift, también Wells, Chesterton, Stevenson, Twain, Burnett, Alcott, May, Burroughs, Doyle y muchos otros han constituido durante años el patrimonio literario exclusivo del adolescente. Piénsese, por lo demás, que el público al que se dirigían estas obras no se hallaba, a diferencia de lo que sucede con los adolescentes de los 90, inmerso en el bombardeo de signos derivado de la llamada «sociedad de la información», de manera que sus necesidades de lectura debieran resultar, presumiblemente, más sencillas de satisfacer que las del público actual. Pablo Barrena' sitúa en 1967, año de publicación de Rebeldes, de Susan Hinton, el punto de arranque de una literatura juvenil que realmente toma en consideración las necesidades del adolescente. Si pasamos por alto lo que de arbitrario tienen siempre las fechas, sí es cierto que, hace aproximadamente veinte o veinticinco años, las editoriales comienzan a advertir que están perdiendo a un segmento muy sustancial de lectores, lo que les obliga a plantear una estrategia de captación que pasa en buena medida por lo que podríamos llamar la «invención» de la literatura juvenil (véase, Pablo Barrena, «Una especie de literatura», en Delibros, n" 43, p. 36). ¿Literatura juvenil, pues, con un origen y una finalidad económicos? Si esto fuera así, nos encontraríamos ante el peligro que denunciara Walter Benjamín a propósito del futurismo, a saber: el enmascaramiento de un valor económico tras un presunto valor cultural, de manera que únicamente sería cultura aquello que pudiera cuantificarse en términos monetarios. En nuestro país, dicho peligro resultaría aún mayor, a causa tanto de la ampliación de la escolarización obligatoria como de los nuevos planteamientos pedagógicos de la reforma educativa, que han dado lugar a un enorme mercado potencial cuya captación generaría sustanciosos beneficios para las editoriales. Pero no debemos llamarnos a engaño: ningún fenómeno cultural es hoy día '- f??Z-Á.£ posible sin soporte económico, y resulta bastante pueril suponer que se puede publicar con éxito literatura, juvenil o de cualquier otro tipo, al margen de las casas editoriales. El verdadero problema no es, en consecuencia, el hecho de que la creación de literatura juvenil se apoye en agentes económicos por lo demás inevitables, sino más bien en la determinación del grado en que tales agentes pueden convertirse, o se han convertido ya, en creadores de literatura juvenil, es decir, en fijadores de estereotipos en función de criterios de venta. Trátase, por otra parte, de una sospecha que no somos los únicos en manifestar (véase, Miguel GarcíaPosada, «El libro joven», en Babelia, 16 de diciembre de 1995, p. 7). 22 ri i IQI No es ajeno al problema, el actual debate acerca del tratamiento de la literatura juvenil como género específico que, de ser real, entrañaría algunos riesgos, que intentaremos explicar a continuación. ¿Se trata de un género? En efecto, de un tiempo a esta parte se ha adquirido el hábito de hablar del género «literatura juvenil», e incluso se ha llegado a plantear la posibilidad de una suerte de reconocimiento oficial (véase Pablo Barrena, «El género de la literatura juvenil actual», en Educación y Biblioteca, n° 61, p. 50). Pero el argumento de Pablo Barrena lleva en su interior el germen de su contradicción. Pues, efectivamente, un género no se define convencionalmente por elementos externos, en este caso sus destinatarios, sino internos (véase, Antonio García Berrio y Javier Huerta Calvo, Los géneros literarios: sistema e historia, p. 146). Un género se delimita a partir del estudio de cierto número de casos, con el objeto de analizar los elementos que lo configuran. El problema reside en el hecho de que, si, como reconoce Pablo Barrena, se crea el término ante litteram, es decir, antes de que existan contenidos que lo doten de sentido, entonces se corre el riesgo de que dichos contenidos sean fijados por agentes inadecuados que desplazarían lo que debió haber sido género hacia la simple fórmula o el estereotipo, tanto formal como temático. Y, en cierto modo, tememos que algo de eso está sucediendo en el actual panorama literario español, incluso de la mano de autores de indudable prestigio: el héroe debe ser un joven que frecuentemente ha de resolver un misterio (aunque tanto el misterio como su resolución estén traídos por los pelos), con ayuda de una co-protagonista femenina casi siempre innecesaria, o de una figura tutorial (raras veces el padre, fuente de conflictos durante la adolescencia; preferiblemente un profesor o hermano mayor) que le iniciará en el difícil tránsito hacia la madurez. Todo ello narrado con un lenguaje presuntamente verista, pero limado de las asperezas que realmente podemos escuchar a los adolescentes con los que trabajamos, y que sonrojarían al más curtido de los adultos. A modo de ejemplo, mencionemos el triste caso de uno de nuestros mejores creadores actuales, Joan Manuel Gisbert quien ,en algunas de sus últimas novelas (Los espejos venecianos. La voz de madrugada), se deja llevar abiertamente por el cliché comercial, pergeñando tramas apresuradas y escasamente convincentes, aderezadas además, en el primer caso, por graves anacronismos que pueden confundir a un público no del todo preparado. Echamos de menos, desgraciadamente, al autor de obras imprescindibles, de la talla de La frontera invisible o El miste- rio de la mujer autómata. Pero, como decíamos, se trata sólo de un ejemplo. Existen otras fórmulas de éxito asegurado. No queremos con el párrafo precedente menospreciar la literatura de género. Antes al contrario, Andreu Martín, Juan Madrid o Fernando Lalana, por mencionar algunos casos notables, han ideado excelentes novelas cuyos protagonistas son jóvenes que deben resolver misterios coherentes, ayudados por necesarias co-protagonistas femeninas. Pretendemos tan sólo advertir del riesgo de estereotipar la literatura juvenil, si se insiste en considerarla como género con características propias. Ello no dice nada en contra del hecho de que la literatura juvenil sea, con frecuencia, una literatura de género. Habida cuenta de las características cognitivas del adolescente, no tiene nada de sorprendente que el público juvenil se interese por la narración policíaca, de terror o de ficción científica. Por lo demás, nos alegra que tales géneros hayan abandonado, después de tantos años, el sótano de la sub-cultura, para incorporarse a la «gran literatura» como miembros de pleno derecho. Sirva como ejemplo de defini- Q^qM^ir ción de géneros, la sistematización llevada a cabo por Luisa Mora.: Lamentablemente, la autora se 23 deja llevar por un exceso de celo pedagógico, a veces encajado con calzador, en su análisis de los diferentes géneros, de tal manera que en ocasiones olvida que cada uno posee sus propias reglas internas de juego, y que éstas debieran resultar suficientes para enjuiciar la EN TEORÍA calidad de una determinada obra, sin entrar en didactismos, ni moralejas. Cuestión que nos conduce directamente al arduo problema de decidir qué criterios deben seguirse para determinar si una obra debe ser calificada o no como juvenil, es decir, como adecuada para ser leída por un adolescente. En busca de una definición válida Debemos reconocer, ante todo, que nos sentimos incapaces de dar una buena definición sobre qué es literatura juvenil. Por ello, limitaremos la presente sección a un intento de discutir diferentes y autorizadas opiniones acerca de la materia, con la esperanza de obtener, ya que no respuestas, al menos nuevas líneas de debate. En nuestra defensa alegaremos que la cuestión es sin duda difícil. Tanto que, cuando una autoridad de la categoría de Emili Teixidor emprende la tarea de enumerar las reglas por las que debe regirse la literatura juvenil, no puede sustraerse a la vaga generalización («Literatura juvenil: las reglas del juego», en CLU, n° 72, p. 13). Como tampoco rehuye, por lo demás, el riesgo de cierto didactismo que Teixidor formula de manera explícita en el mismo texto. Bien es cierto que un producto cultural «bueno» es aquel que nos permite enfrentarnos de manera crítica al mundo. Pero diríase que Teixidor deposita demasiadas expectativas en la modesta lectura de un libro. ¿No resulta demasiado hostil el entorno de nuestro fin de siglo, como para confiar ciegamente en el poder de la literatura? En un sentido similar, hemos leído y escuchado con frecuencia que la literatura juvenil es aquella que trata los problemas específicos de la juventud, lo que suena aproximadamente igual a decir que el opio duerme porque tiene la virtud dormitiva. Pero, más allá de este vicio de forma, creemos que la citada definición encierra un peligroso elemento de riesgo, al que ya habíamos aludido. En efecto, si los adolescentes precisan de una literatura que trate específicamente sus problemas, entonces debe ser la causa el hecho de que los adolescentes son específicamente pro- \ - • PAGEl :H5 ' blemáticos, en un sentido en el que no lo son ni los adultos ni los niños, puesto que ni la literatura de adultos ni la de niños se define como «aquella que trata los problemas de los adultos o los problemas de la infancia». Creemos que por esta vía se puede caer de nuevo en una suerte de didactismo moralizante que distancie al adolescente del libro. Sin embargo, es opinión extendida que la literatura debe ayudar al joven lector a superar un presunto difícil tránsito por esta etapa de la vida. Incluso autores tan fuera de sospecha como Antonio Rodríguez Almodóvar se dejan llevar por esta resurrección de la máxima «deleitar instruyendo», en versión finisecular («La educación literaria en la pubertad», en CLU, n° 72, pp. 20-22). Para superar el «terrible drama de la iniciación», Rodríguez Almodóvar propone textos del estilo de Carta al padre, Retraía del artista adolescente o Las 3S.ES DE SHERICCK r'C \<ES 8ARCANC perturbaciones del estudiante Torless. Por utilizar sólo un ejemplo, supondremos que la virtud iniciática de Torless reside en mostrar una anécdota homosexual. Sin embargo, el hecho de que el joven protagonista mantenga relaciones sexuales con un compañero de clase constituye únicamente un leve pretexto argumental para tratar, en tono marcadamente expresionista y plagado de extensas alusiones a la filosofía oriental, la crisis de identidad cultural europea de comienzos del siglo XX, asunto que muchos adultos, a menos que posean una formación específica en la materia, no serían capaces de asimilar. Pero, aun en el supuesto de que la novela estuviera enteramente dedicada al tema de la homosexualidad, de indudable interés para los adolescentes, ésta vendría referida a un contexto socio-histórico muy concreto —la existencia de internados militares masculinos que provocaban una homosexualidad inducida más que real—, que poco tiene que ver con la situación de los homosexuales en la actualidad. En esas circunstancias, ¿cómo podría el pobre y anticuado Tórless ayudar a un adolescente gay de nuestros días a sobrellevar su dramática iniciación? Abundando en la materia, Rodríguez Almodóvar tolera la literatura de género, pero sólo como forma de evasión, como previa al momento en el que todo adolescente debe enfrentarse a algún ineludible trauma. Pero, ¿de verdad todos nuestros jóvenes están realmente de psiquiátrico? ¿Recordamos alguno 25 CLIJ83 de nosotros, adultos más o menos bien constituidos, haber hallado la resolución de un problema en la lectura de una novela, por muy iniciática que ésta sea? Desde un punto de vista contrario, que tampoco compartimos, aunque nos parece mucho más divertido y libertario, Víctor Moreno («Jóvenes y lectura», en CLIJ, n° 72, pp. 34-36) cuestiona, en un encendido discurso, la legitimidad de los adultos para decidir qué es literatura juvenil y por qué los jóvenes deben leer. En cierto sentido, debemos ponernos de parte de Víctor Moreno: el gran problema de la literatura juvenil somos ¡os adultos. Los libros para jóvenes son escritos por autores adultos, publicados por editores adultos, enjuiciados por críticos adultos, recomendados por profesores o bibliotecarios adultos... Rara vez se le pregunta al adolescente qué libro quiere leer, ni siquiera si realmente le gusta leer. Para Moreno, el meollo de la cuestión reside en la pretensión, por parte del adulto, de colonizar al adolescente mediante la imposición no declarada de su escala de valores. Dejando a un lado cierto ineficaz complejo de Peter Pan, la idea no es nueva: toda cultura tiende a perpetuarse a sí misma, es decir, a intervenir sobre sus miembros más jóvenes mediante un proceso de endoculturización que les permita la interiorización de los valores tradicionales. Sin embargo, esta idea adquiere, durante nuestro fin de siglo, dos inquietantes matices que constituyen, a nuestro juicio, el verdadero problema. En primer lugar, ningún proceso de endoculturización es perfecto. Esto es para expresarnos, por analogía, en términos casi lakatosianos: el núcleo de los valores tradicionales es transferido, pero la corteza sufre discusiones, evoluciones, sustituciones, que marcan la diferencia cultural entre una generación y la precedente. Pero nuestros adolescentes parecen, por primera vez, no estar interesados en discutir ninguno de los valores culturales que pretendemos transferirles, ni procedentes del núcleo ni procedentes de la corteza. Antes al contrario, lo aceptan todo con una apatía implícita sin precedentes. Puede que ello se deba al hecho de que nuestra EN TEORÍA generación ha conseguido crear una cultura tan perfecta que no merezca la pena ponerla en discusión. O puede que haya creado una cultura tan perversa que penetre inadvertidamente, sin que la víctima pueda ofrecer resistencia. En efecto, y aquí introducimos el segundo matiz, nuestra generación es responsable de una feroz degradación cultural (entendiendo por cultura aquel segmento de conocimientos adquiridos que nos permite enfrentarnos de manera crítica con la realidad), provocada por diversidad de factores, de los que no serían los menos significativos la mercantilización de los medios de comunicación, la transformación de los ritmos de vida en sociedades urbanas, la conversión de la información en espectáculo, la desintegración y trivialización de los lenguajes o la inflación de productos culturales e informativos; y que hace temer una desmesurada atonía e incapacidad crítica en generaciones posteriores a la nuestra.3 Ante semejante panorama cultural, se puede optar por la despreocupación, tal y como hace Víctor Moreno. Sin embargo, y aquí dejamos el terreno de los hechos para entrar en el de la ética, creemos mucho más responsable la actitud de Eduardo Haro Tecglen al recono- XTiESREZ MAS. E.."CS;.5*:SC M'STED¡OSO. ANAYA cer con humildad que «algo les hemos hecho» («Algo les hemos hecho», en Babelia, 16 de diciembre de 1994, p. 14). Modesto Saavedra («La ética televisiva y los derechos del público», en Claves de razón práctica, n° 44, pp. 42-49) ha advertido, junto a posibles soluciones, algunas de las dificultades, incluso de orden constitucional, con las que se enfrentan el legislador y las instituciones a la hora de intentar corregir la situación. Creemos, por tanto, que resulta imprescindible la intervención del intelectual, entendido no al estilo gauche divine, sino como lo definía Habermas en los últimos años, es decir, como aquel particular que, en tanto particular, se encuentra en determinadas condiciones de intervenir en la vida pública, o en algún aspecto de la vida pública, para intentar su transformación. Autores, docentes, críticos, bibliotecarios... sí tienen algo que decir respecto al modelo cultural y al modelo de lectura que hemos legado a nuestros adolescentes. Para ello, sin embargo, tendríamos que sufrir nosotros mismos un proceso de reciclaje, una cura de humildad que nos liberara tanto de la mala conciencia como del complejo de superioridad estéril. Debemos confesar que ignoramos si seremos capaces de tan difícil tarea. En cualquier caso, hacemos nuestra la ingenua, modesta, pero lúcida declaración de Andreu Martín: «Hay que hacer literatura que cuente lo que la gente echa de menos que le cuenten».4 • '•'•'Alejandro Delgado Gómez es bibliotecario de la Biblioteca «Rafael Rubio» de Cartagena. Notas 1. Barrena, Pablo: «El género de la literatura /'uvenil actual,», en Educación y Biblioteca, (n° 61 octubre, p. 50-5 1(. 2. Mora, Luisa: «Literatura para jóvenes adultos», en Educación y Biblioteca, (n° 61 (octubre 1995), p. 44-48). 3. Mucho se ha escrito sobre la degradación cultural de los últimos años. Sirvan, a modo de ejemplo, los números monográficos que Letra internacional dedicó al tema «La cultura de fin de siglo» (ii° 27, invierno 1992); o Archipiélago a «El estado de la prensa» (n° 14, 1993) y al «Espectáculo de la cultura y cultura del espectá< culo» (n° 16. 1993). < 4. Martín, Andreu: «¿Porqué literatura juvenil?», en CLIJ, (n° 72. mayo 1995, p. 28). LA PRACTICA A la manera de Juan de Mairena Atención y lenguaje en un centro de secundaria por Alfons Garrigós* La lectura de cuentos en voz alta, o la memorización y recitado de versos son algunas de las actividades que Alfons Garrigós realizó con sus alumnos de secundaria para conseguir adiestrarlos en el arte de la oratoria, y en las habilidades de la atención y el razonamiento no mT^ Antonia Machado. n CLIJ83 mecánico. El autor presentó esta experiencia en el curso de la UNED , «Saber y entender: enseñanza, comunicación y lenguaje», que tuvo lugar en Avila en julio de 1995, como parte de la ponencia titulada «Tecnología y lenguaje: Juan de Mairena y la realidad virtual». LA PRÁCTICA Dante explicando la Divina Comedia. KA / \ / \ e referiré a tres actividades I \j 1 realizadas en horario escoI Y llar, dos con alumnos cuya asistencia era obligatoria, y otra voluntaria, realizada en el tiempo de descanso o recreo. Todas se llevaron a cabo en el centro de secundaria en el que enseño, y se inspiran en el adiestramiento que Juan de Mairena proponía a sus alumnos. Decía Mairena a sus discípulos: «Lo importante es hablar bien: con viveza, lógica y gracia. Lo demás se os dará por añadidura»'. Un adiestramiento que, como he intentado demostrar en otra ocasión, no consiste en una didáctica de la lengua natural, ni tampoco en una vuelta a la pura oralidad. En lo que respecta a la lengua natural, según Mairena, se aprende de forma natural, no en la escuela. Ésta, además, parece ser la única manera de que conserve su frescura y su gracia. Y, en relación al retorno a una cultura oral, desconocedora de la escritura, sería, en nuestro caso, un contrasentido. En realidad, la oratoria de Mairena pretende iniciar a sus jóvenes alumnos en el librepensamiento, esto es, en un pensamiento libre o crítico con sus propios prejuicios. Para ello, aquel profesor procuraba, ante todo, estimular en sus alumnos lo que él llamaba su «espontaneidad metafísica», aquella capacidad de asombro que debería estar en la base de todo aprendizaje, y la estimulaba con la práctica, en el aula, de las artes del lenguaje: oratoria, lectura, escritura. Hablar, leer, escribir. En Mairena, pensamiento y lenguaje son inseparables: «Para decir bien hay que pensar bien...»:. Y para pensar bien, continuamos nosotros, recogiendo esta vez la intuición de Simone Weil, conviene adiestrar la atención.5 Se entiende, entonces, que alguien capaz, por ejemplo, de leer correctamente en voz alta, de escuchar una narración o de memorizar y recitar un poema, pueda llegar a criticar de forma inteligente sus creencias o las de su sociedad. No decimos que lo uno lleve necesariamente a lo otro, tan sólo que resulta difícil imaginar ambas habilidades, la atención y el razonamiento no mecánico, como independientes. Las actividades a las que me voy a referir a continuación, se han realizado con este ánimo y espero que, más adelante, conduzcan a un ejercicio del pensamiento similar al que Mairena proponía a sus alumnos: atento, divertido, crítico y, seguramente por ello, inteligente. ñarla con ruidos o con objetos que ilustraban la acción narrada. Al finalizar la sesión, yo le comentaba qué aspecto podían mejorar. Mis observaciones tenían que ser muy concretas. A fin de determinar sí los alumnos leían bien o no, establecí unas pautas: la fluidez de la lectura (el lector debe observar los períodos del texto y las pausas), y la impostación de la voz (vocalización, gradación de la voz, ritmo de la lectura). El éxito de la clase se percibía, especialmente, en el ánimo con el que empezábamos, y también en el interés que los alumnos mostraban por conocer mis observaciones sobre cómo habían leído. La segunda ronda fue de cuentos escritos por autores modernos (Borges, Poe, Chesterton, Wilde, Delibes, Quiroga,...), y supuso un grado mayor de dificultad: como si la literatura moderna no estuviera escrita para ser leída en voz alta, ni en grupo. Además, los relatos de autor no acostumbran a ser tan cortos como los populares. Sugerí entonces a mis alumnos que escogieran un fragmento representativo del cuento, y que lo leyeran después de resumir el argumento. Además de leer, en esta segunda ronda, les propuse que respondieran brevemente a una pregunta: ¿por qué podemos decir que este cuento es bueno? También les pedí que trajeran un perfil de los autores de los cuentos que no fue- Lectura de cuentos en voz alta En la primera de estas actividades, me sorprendió que algo tan sencillo como la lectura de cuentos en voz alta pudiera hacer tan distinta la clase. Propuse a mis alumnos que .durante la hora semanal en la que nos encontrábamos, cada uno leyera un cuento que hubiera escogido él mismo, o bien que yo le hubiera sugerido, Hicimos dos rondas. La primera fue de cuentos populares, no pasados por la criba de la didáctica —dos de mis títulos preferidos son Cuentos populares italianos, transcritos por ítalo Calvino (Ed. Símela), y los recopilados por H. Gougaud en El árbol de los soles (Ed. Crítica).; La lectura se realizaba por parejas. Algunos lectores se atrevían a acompa- 28 CLIJ83 Pablo Neruda. .'.' ..-••• • í A<E -/- OI'.'NA CO','E3A ra el de una reseña de enciclopedia o de manual. Les invitaba a buscar anécdotas, aspectos de su vida o de su aprendizaje de escritores que nos acercaran más a ellos como personas. Todo esto con la intención, no de justificar su obra con chismes, porque una obra vale por sí misma, sino con la intuición de que ello supone un estímulo a la lectura, de que hay pistas que nos permiten entrar en el mundo del autor, descubrir la historia del narrador de historias. Por ejemplo, ¿estaría bien conocer las anécdotas que se cuentan sobre Valle Inclán, o los episodios que él mismo inventaba sobre su vida?, ¿ o las provocaciones de Wilde a sus coetáneos?; conocer el desafortunado amor de Antonio Machado y Leonor ¿nos ayuda a entender mejor algunos de sus poemas más bellos?; saber que cuando Kafka leía algunos de sus escritos a sus amigos, todos se tronchaban de risa, ¿no nos ayudaría a leer de otra manera sus textos?; y saber cómo iba vestido García Márquez cuando fue a recoger el Premio Nobel —un traje de gala de campesino colombiano entre tanto esmoquin— ¿no sugiere la «denominación de origen» de su literatura? Evidentemente, pedía demasiado a muchachos que empiezan a leer. Por ello, les propuse que entrevistaran a un lector más experimentado. Creo que lo más interesante que puede sucederle a un lector es encontrar a otro aficionado a los mismos autores. Dirigí, pues, a mis alumnos a compañeros o gente de la casa que habían leído a los autores pro- puestos, y les animé a que les hicieran una entrevista para saber cosas como : ¿cuándo leyeron por primera vez a dicho autor?, ¿qué les gusto más?, ¿qué texto recomendarían para introducirse en su obra?, o si conocían algún aspecto de sus vidas interesante y sugerente, que les hubiera permitido leer mejor sus libros. Desgraciadamente, cuando entrevistaban a otros profesores, especialmente a los de Literatura, los alumnos volvían con un dossier completo de información. Mis compañeros no entendían que yo buscaba algo muy distinto a una entrevista académica, y que pretendía más bien un encuentro entre dos lectores. Un elemento que pudo jugar a favor LA PRACTICA aprendizaje, debe ser casi imposible. Y nuestros edificios públicos son feos, la virtud de su arquitectura no es precisamente la de la hospitalidad. Por otra parte, puede que la condición de todo aprendizaje venga dada por un umbral, más allá del cual se encuentren las reglas de una disciplina, pero también alguien que acoge y que se ofrece para enseñar algo que considera valioso. Quizá mi intención era señalar este umbral, diferenciando el lugar donde nos encontrábamos, del resto de las aulas. Ejercitar la memoria Con otro grupo de alumnos teníamos tres horas a la semana de clase. Una de ellas la dedicábamos a introducirnos en el conocimiento de la Grecia Antigua y, a la vez, a iniciarnos en el arte del narrador de historias. La sesión la empezaba un alumno explicando un mito. En este caso, les animaba a que la narración fuera fluida y bien llevada; que su postura fuera correcta, que notaran si el público les escuchaba o no..., y les daba alguna instrucción a cerca de cómo dominar el nerviosismo. A continuación, otro alumno hablaba de un clásico griego que había leído voluntariamente. Podía tratarse de una selección de cantos de Homero, o de una obra de teatro (tragedias como Antigona, o comedias como Las nubes). En cualquier caso, el ponente presentaba la acción dramática y a los personajes. Después, leía en voz alta los fragmentos que le habían gustado más. No les pedía ningún tipo de comentario. del éxito de la actividad fue una ocurrencia que mantuvimos vigente durante casi todo el curso. Nos encontrábamos en mi despacho y, al empezar las lecturas, se nos ocurrió levantar las mesas, correr las persianas, cambiar la luz de la sala y poner un cesto con fruta en medio. Se trataba de crear un ambiente distendido, agradable, y que facilitara la atención. La propuesta gustó, y había días en que daba gusto ver a los alumnos preparar la sala. Este cambio de mobiliario me hizo reflexionar. Quizá lo que intentaba, sin saberlo, era hacer acogedora la sala donde nos encontrábamos y jugar el papel de anfitrión. En un lugar inhóspito, seguramente, el aprendizaje, el buen Las otras dos horas semanales de clase, las empezaba yo leyéndoles El vizconde demediado de Ítalo Calvíno. No hacía más que seguir el consejo de Pennac recogido en Como una novela (Ed. Anagrama). Aquel rato de lectura resultó ser una buena preparación de la atención. Avanzado el curso, cada día, un alumno leía la historia de una palabra, para lo que nos servíamos de La leyenda de las palabras (Ed. Susaeta), de J. Cervera. Me aventuré también a hacer, cada seis semanas, «examen de memoria». En clase, sentados encima de las mesas, colocados en círculo, los alumnos recitaban de memoria un texto —el primer de la Divina Comedia de Dante, y que luego eligieran, por sorteo, a tres personas para recitarlos en italiano, catalán y castellano, en un acto público. Creo que tuvimos suerte y empezamos con buen pie aquel viaje. Hablar de metafísica con una atención poética Emmanuele Kant. baremo fue un texto de catorce versos, un soneto, o equivalente)—. La primera clase fue bastante surrealista: mientras algunos recitaban a Joan Maragall o a Góngora, otros decían la tabla periódica de los elementos, o la alineación de su equipo favorito de fútbol, con el lugar y fecha de nacimiento de cada jugador incluido. En la siguiente prueba pude afinar un poco más, y les sugerí que aprendieran versos o, en todo caso, algún texto que les gustara. Les hablé de la etimología de recordar : pasar por el corazón, y les leí el capítulo en el cual Primo Levi, prisionero en el infierno de Auschwitz, lucha por recordar fragmentos de la Divina Comedia. Y subimos el baremo a veinte endecasílabos. Eran sesiones agradables. No les disgustaban. La clase transcurría en silencio. El alumno que acababa de recitar pasaba el testigo al compañero que él mismo había escogido para sucederle. Al finalizar, procuraba hacer un comentario de la actuación de cada uno, haciendo hincapié en la forma cómo habían dicho el texto, en los aspectos que podían mejorarse, y en los que me habían gustado. La última prueba de memoria la tuvimos pocos días antes de salir de viaje de fin de curso a Italia. Les propuse hacer una despedida un poco solemne: que se aprendieran los primeros treinta versos Hace dos años tuve que introducir a un grupo de estudiantes en el conocimiento de los principales autores de la historia de la filosofía. El primer obstáculo con el que me encontré fue el de cómo empezar la explicación. La rutina escolar, la partición de clases, produce dispersión. Además, no se puede empezar a hablar, de golpe, del hilemorfismo aristotélico o de las condiciones de posi- Gloria Fuertes. clase la empezaba un alumno con una de sus citas preferidas. Después de escucharlas, las apuntábamos en una cartelera bajo el rótulo, tomado de la revista Claves, «Casa de citas». En el tercer trimestre, un alumno empezaba también la clase recomendando la lectura de un libro. Esto me permitía conocer sus lecturas preferidas, y ver en qué universo intelectual caían las clases sobre Platón o Kant. En este caso, la intuición de la cual partía era la de que, tal vez, el estudio no sea una actividad puramente intelectual, separada totalmente del cuerpo. Estudiar exige determinada disposición física. Se trataba entonces de hacer un «calentamiento», ni que fuera para olvidar lo que se había hecho en la clase anterior. Y, curiosamente, unos minutos de atención en unos versos o en la charla de un compañero que presentaba un libro, nos servían para empezar a hablar de los grandes temas de la filosofía. T.S. Eliot. bilidad del conocimiento sensible según Kant. Se me ocurrieron, entonces, tres manera de iniciar la clase. La primera consistía en escuchar, de un alumno, uno de los Cien sonetos de amor de Pablo Neruda. Después de leer el poema, acostumbraba a pedirle al lector que escogiera un verso. En el segundo trimestre, la 31 CLIJ83 Una revista de versos hablada Por último, querría referirme a una revista de versos recitada, que ha dado en llamarse El Birlibirloque. La idea vuelve a ser sencilla y, quizá, a ello se deba su buena acogida: un grupo de alumnos recitan de memoria y, a ser LA PRACTICA ./ posible, en lengua original, los versos que un lector algo más experimentado les ha sugerido. Otros compañeros de clase se encargan de interpretar una pieza de música que sirva para crear un ambiente de atención, una melodía que introduzca la recitación, que no haga de música de fondo (la poesía bien escrita y bien dicha ya tiene música propia), y otro alumno se ocupa de oscurecer la sala y de iluminar tenuemente a los recitadores. El público asiste voluntariamente, durante la hora de recreo, a la edición del número, que dura entre diez y veinte minutos. Los números de El Birlibirloque acostumbran a ser monográficos: los poemas pertenecen a un mismo autor, y a un mismo movimiento o forma. Hay, además, otra sección en la revista, «El eco de una voz», en donde se recita el poema de un autor que continúa la misma tradición o canta el mismo tema que el poeta al que se ha dedicado el número. En este sentido, ha habido monográficos consagrados al soneto, a la poesía primitiva americana,al surrealismo, y a autores como Agustín García Calvo, Walt Whitman, Federico García Lorca, Cátulo, Gloria Fuertes, T.S Eliot... Cada número es presentado por un profesor que introduce brevemente los poemas. Se procura que esta introducción sugiera simplemente el aroma que desprende la poesía o bien, que exprese la experiencia del lector, huyendo de todo comentario exhaustivo o excesivamente académico. Uno de los número de El Birlibirloque es recitado íntegramente por profesores, y parece ser que a los alumnos les gusta vernos con la voz temblorosa y nerviosos bajo la luz cegadora de un proyector. El Birlibirloque se edita desde hace cuatro años y, lo más satisfactorio de este sencillo ritual poético es que haya alumnos que se ofrecen para preparar algunas de las ediciones de la revista. Reflexiones finales Las actividades que he explicado sor- u prenden por su sencillez e, intuyo que, tras ellas, hay una manera de entender la escuela como un lugar donde podemos ralentizar nuestro ritmo de vida y concentrarnos en determinada tarea relacionada con determinado tipo de lenguajes. En otras palabras, la escuela como un lugar donde podemos encontrarnos para leer los grandes autores de nuestra tradición. Y digo, leerlos en la escuela, no copiar los apuntes del profesor para leerlos, con un cuestionario al lado, en casa. George Steiner, que sueña con simples «casas de lectura» en vez de la escuela y universidades, nos recuerda, por otra parte, el amplio sentido que el verbo to read tiene en inglés: también pueden leerse un cuadro o una sinfonía. La escuela, por último, la concebimos como un lugar donde podemos encontrar otros lectores, de nuestro nivel o más experimentados, que pueden acompañarnos en nuestras lecturas. Este adiestramiento se hace a partir de modelos. En principio, no se busca la originalidad, sino la habilidad correcta- Llegiu a Daniel Pennac «•••••"••••» mente ejercitada. La lectura en voz alta y la memorización nos acercan a esos modelos. Y, aunque con algunos matices, seguramente estemos hablando de habilidades comunes a las humanidades y a las ciencias. ¿Debería cambiar, entonces, nuestra imagen de la memoria? Juan de Mairena lo explica muy bien cuando la ha comparado con un músculo que debe ser ejercitado, o con una fuente continua de sugerencias, fundamental en nuestra actividad inteligente, y no como almacén oscuro de recuerdos.' Por otra parte, ¿qué quiere decir leer bien un texto? ¿Significa interpretarlo, ponerle sentimiento, o bastaría con respetar la puntuación y las pausas? Mairena tenía una forma curiosa e interesante de leer: «Cuando leía versos —o prosano pretendía nunca que se dijese: ¡qué bien lee este hombre!, sino ¡qué bien está lo que este hombre lee!, sin importarle mucho que se añadiese: ¡lástima que no lea mejor!»." El artículo de Sánchez Ferlosio, Mercadería teatral' es. en este sentido, muy revelador: el buen lector, incluso el buen actor, saben decir el texto con la flexión de la voz adecuada, sin interpretarlo, respetando la tensión de las mismas palabras y el hacerse, imprevisible, de su personaje o de la narración. Para acabar, al hablar de atención y escuela, hay que tener en cuenta que el principal obstáculo que podemos encontrar puede ser la misma escuela. En tanto que acumulación de respuestas sin preguntas, sin preguntas hechas por el alumno, la escuela transforma la atención en rutina. Mi experiencia me ha hecho ver que es bueno, en este sentido, que el profesor proponga una actividad en la cual el silencio es necesario; el silencio de los alumnos pero, sobre todo, el suyo. Imagino al profesor como alguien que pregunta y que escucha, que presta atención y deja hablar, tanto a los clásicos que el visita cada curso, como a los alumnos que se encuentran con estos actores por primera vez. También ha sido muy útil abordar con los estudiantes una actividad satisfactoria en su ejecución, que comporte un resultado final, un producto que pueda ser ofrecido y degustado por otros, y en la que el ejercicio intelectual exija una disposición física determinada. Puede ser un ejercicio teatral, pero también exposiciones abiertas al pueblo, al barrio, o clases impartidas por los mismos alumnos a compañeros de cursos inferiores. Se trata, evidentemente, de actividades en las que tiene sentido felicitar al alumno a la vista de su esfuerzo que, por otra parte, debería parecerse a aquel «esfuerzo negativo» del que hablaba Simone Weil. Conozco, por último, las condiciones en las que nos econtramos con los muchachos. Si alguien acusara a la imagen de escuela que he expuesto, de idealista, tendría gran parte de razón. Sin embrago, creo que cada escuela ofrece unas posibilidades determinadas. Yo he intentado, sencillamente, explicarles las que hemos encontrado en la mía. Evidentemente, siempre que en una institución como la escolar probamos algo interesante, nos arriesgamos al desorden que, lamentablemente, no es tan creativo como en otro tiempo llegamos a suponer. Pero también podría suceder que, por alguno de estos caminos, demos con lugares donde la atención, la memoria y el placer sigan siendo los rasgos que caractericen a la inteligencia humana. CoMecció La bicicleta negra A partir d'11 anys : - " • : , -v , •• ' • . í ' || | L U t DEL | l LLOP A mm W.iM 11 4 1 m Un relat inlciátic sobre els exilis. * Alfons Garrigós es profesor de Filosofía y Teatro del IB. «Manuel Blancafort» de La Garriga (Barcelona). Notas 1. Antonio Vlachado: Juan de Mairena: sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo (1936). Madrid: Alianza, 1981, p. 2. Vlachado id., p. 108. 3. Ver. por ejemplo, sus «Reflexiones sobre el buen uso de los estudios escolares», en S. Weil, A la espera de Dios, Madrid: Trolla, 1993, pp. 6773. Las intuiciones de Weil en relación al estudio fueron desarrolladas de forma amena y brillante por .1. Guitton, en El trabajo intelectual, Madrid: Rialp, 1981. Un libro que nunca se recomendará lo suficiente a maestros y alumnos. 4. Es una lástima que ninguna editorial se haya animado a traducir y publicar las otras dos recopilaciones de narraciones populares realizadas por Gougaud: L'arbre aux trésors y L'arbre d'aniour et de sage&ye,ambas en Editorial du Senil. 5. J.A. Marina, Teoría de la inteligencia creadora, Barcelona: Anagrama, 1993, cap.VIII y notas. 6. Vlachado id., p. 101. 7. En Ensayos y artículos reunidos, Barcelona: Destino, pp. 31-35. Lectura necessária per ais amants deis gossos. distribució: Gea: Tel: (96) 379 12 63 La Tierra: Tel: (96) 511 02 66 Triangle: Tel: (93) 265 18 21 Molí: Tel. (971) 72 44 72 LA COLECCIÓN DEL MES Epotxak eta Erraldoiak íanos y Gigantes) Una apuesta por la diversidad por Javier Gogeaskoetxea* A fínales de 1993, la editorial bilbaína-Desclée de Brouwer ponía en marcha una nueva colección de libros infantiles-juveniles en vasco: Epotxak eta Erraldoiak (Enanos y Gigantes), título que quería expresar su proyección hacia un amplio abanico de edades de lectura. Organizada en dos niveles, la serie Naranja, para niños-as de Primaria, y la serie Roja, para chicos-as de Secundaria Obligatoria, su principal objetivo es difundir, en euskera, la diversidad de temas, géneros, autores y ámbitos culturales de la literatura infantil y juvenil actual. Así, en el medio centenar de libros publicados hasta ahora, podemos encontrar desde autores africanos (Inongo-ViMakome) a nórdicos (María Gripe, Bo Caperlan); desde norteamericanos (Betsy Byars, J.C. George) a latinoamericanos (Horacio Quiroga, Enrique Pérez); y ya, dentro de nuestras fronteras, a catalanes (Andreu Martín, M. Aritzeta), andaluces (M. Zurita), y autores originales en vasco, como Felipe Juaristi, Javi Cillero y Pello Esnal. Una oferta variada En un empeño por ofrecer la mayor amplitud de enfoques, géneros y temas, 34 CLIJ83 rkimede hareneko te hura Mehdi Charef en la colección tiene cabida el texto dramático (Jojo, de Michael Ende); el género epistolar (Bruce Springsteen adiskidea, de Kevin Major, y Ñire anaia gazteenaren gutunak, de C. Donner); el diario (Zlataren egunkaria, de Zlata Filipovic y Gaueko aitatxo y Miaren etxea, ambas de María Gripe); la novela de corte social (Zakur baten akaboa, de Gudule y Arkimede-ren hareneko te hura, de Mehdi Charef); las novelas de aventuras (Balearen lakua, de M. Delo kers y Pat eta Pilagan, de Y Netshaev); las de misterio e intriga (Belledonne, 16 gela, de Anke de Vries y Otsoaren ahoan, de Boileau-Narcejac); las de humor (Lari Fari hortzandí, de Janosch; Ez igo mendira auto hori batean, de M. Zurita y Eta banpiro bihurtu nintzen, de Andreu Martín); las historias de miedo (Beldurra pasa nahí baduzu y Are beldur gehiago pasa nahi baduzu, ambas de Angela Sommer-Bodenburg); la fantasía (Giles, Hameko nekazaria, de J.J.R. Tolkien y Arroka kaleko ipuinak, de R Gripari); el cuento poético (Talai, de Mario Lodi y Ume Ergelak, de Ana María Matute). Por otro lado, en la colección abundan tanto los cuentos clásicos, de autores como Quiroga, Nesbit o Pushkin, como modernos (Sagitario, de Felipe Juaristi y Atzekoz aurrera hitz egiten zuen apaiza, de Roald Dahl). También la ilustración juega un papel importante y así, junto a artistas de la tzekoz aurrera hitz egiten zuen apaiza Roald Dahl talla de Quentin Blake, Janosch, Roger Garland, Erhard Dietl, etc., contamos con ilustradores de nuestro propio entorno como Luis Alonso, Belén Lucas y José Tallaetxe, entre otros. Además, se tiene un cuidado especial en las traducciones, y éstas son realizadas por profe- sionales como Lurdes Auzmendi, Koldo Biguri, Xabier Mendiguren, Idoia Gillenea... y otros, que son también escritores, como Felipe Juaristi, Gerardo Markuleta y Javi Cillero. Por otra parte, en la selección y valoración de los textos, la editorial cuenta con la colaboración de Seve Calleja y Aurelio Erdozain. Hoy no podemos decir que el lector de literatura infantil y juvenil en vasco carezca de una oferta variada. En apenas dos décadas, ha sido tan importante el auge de las ediciones para niños y jóvenes, tanto dentro como fuera del país, y tal la importancia que la lectura de relatos unitarios cobra en los programas escolares, que hoy, la oferta editorial en vasco no desmerece, ni en calidad ni en cantidad, con respecto a la oferta literaria en otras lenguas. Y es en ese panorama donde Desclée quiere estar presente, con una propuesta de libros como la de esta colección ,Epotxak eta Erraldoiak, en la que se combina la edición de traducciones de los autores y obras más significativos del momento, con la de obras originales propias. Sin olvidar tampoco esos clásicos de la literatura infantil y juvenil universal que, poco a poco, vamos incorporando al mundo literario de los lectores y lectoras en vasco. Javier Gogeaskoetxca, es director editorial de Desclée. ¡s REVISTA MENSUAL DE EDUCACIÓN Cada mes ofrecemos SCBÍ»^ una amplia información sobre el mundo de la enseñanza. El profesor encontrará además elementos de reflexión teórica e instrumentos prácticos para el trabajo en el aula. SUSCRÍBASE ^ ^ m Por teléfono Tel. (93)415 40 50 Por correo Remita este boletín a Fax (93) 416 00 89 BOLETÍN M Por fax .?*s. EDITORIAL FONTALBA DPTO. SUSCRIPCIONES PÉREZ GALDÓS 36. 08080 BARCELONA BE SUSCRIPCIÓN • Sí, deseo suscribirme al precio especial de 6.830 ptas. (con un ahorro de un 10% sobre el precio de la portada), por el periodo de un año y renovación hasta nuevo aviso en condiciones especiales. A partir del mes de _ _ (Incluido), 11 BATOS PE Nombre y apellidos: Teléfono: Q Domicilio: N : CP:_ _ Piso: Población: Edad: Puerta: Esc/bloque: Provincia: DATOS PERSONALES Estudios: Ámbito O Magisterio — Ciencias de la Educación , • E. Infantil • E. Primaria/EGB C E . Secundaria obligatoria Desde que año trabaja en enseñanza: Otros: Especialidad: _BUP • Formación Profesional LJ Universidad • Educación especial • Educación de adultos • Estudiante • Otro: Tipo de Centro donde trabaja: • Público • Concertado D Privado • Otro: ¿Su plaza es de propiedad? • Sí Qué cargo ocupa: • No FORMA DE PAGO Marque con una X la forma de pago que usted elija: • Domiciliación bancaria — Contrarreembolso (+250 ptas. gastos) • Cheque bancario a nombre de Editorial Fontalba, S.A. MUY IMPORTANTE Si usted ha optado por domiciliar sus pagos, no olvide cumplimentar los siguientes datos Nombre y apellidos del titular: Banco/Caja de Ahorros: Población: C.C.C.: Código Banco Domicilio Oficina: C.P.: . Provincia: N s Oficina DC NQ Cuenta Ruego se sirvan adeudar en mi c/c o libreta los recibos presentados para su cobro por Editorial Fontalba, S.A. correspondientes a la suscripción / renovación a la revista C U A D E R N O S DE P E D A G O G Í A FIRMA Fecha: La respuesta a este cupón es voluntaria y los datos en él contenidos incorporados al fichero automatizad0 de clientes del Grupo Editorial RBA se destinan a oírecerie periódicamente todo tipo de información sobre las publicaciones y productos de RBA. Si desea acceder, rectificar o cancelar sus datos, diríjase por carta certificada a RBA, Departamento de Fulfillment, c Pérez Galdós 36. 08012 Barcelona. TINTA FRESCA Felipe Juaristi La casualidad o el azar, o cómo se llame, jugó un papel muy importante en mi vida; quiero decir, que tan sólo por casualidad me convertí en escritor para niños o para jóvenes. Yo era feliz y casi indocumentado, escribía poemas serios y muy profundos, y, entonces, un buen día desperté sabiendo que era padre de una preciosa criatura, redonda como un balón de fútbol, que se llamaba Inés. Como la vida no está tan llena de dulzuras como predican los optimistas, que los hay; ni tampoco es cuestión de tomárselo a la tremenda eso de la paternidad, pues está claro que ser padre es más fácil que sacar el carnet de conducir, decidí que al menos intentaríamos ser felices en la medida que nos fuera posible. Y comencé a contarle cuentos, uno Bibliografía Denbora, Nostalgia, San Sebastián: La Primitiva Casa Baroja, 1985. Letras de España (antología), Madrid: Ministerio de Cultura, 1986. Hiriaren melankolia, San Sebastián: La Primitiva Casa Baroja, 1987. "Intzensua Iurrean bezala, San Sebastián: La Primitiva Casa Baroja, 1988. Arinago duk haizea Absalon, San Sebastián: Erein, 1990. Taberna Zulokoak (antología), San Sebastián: Erein, 1990 Metrópolis, Málaga: Ángel Cafarena, 1992. Basotile Edanez, San Sebastián: Erein, 1992. Tristuren Teoría, San Sebastián: Erein, 1993. Ilargi-lapurrea, San Sebastián: Erein, 1994. Sagitario, Bilbao: Desclée de Brouwer, 1995. cada noche antes de acostarse. Eran cuentos sobre elefantes que se hacían amigos de las hormigas y les proporcionaban luciérnagas y así evitaban pisarlas. Eran cuentos de un bosque que iba perdiendo árboles, y los animales se reunían en asamblea y decidían llamar a un detective para que investigara lo que estaba sucediendo. El detective, casualmente, era el zorro más viejo del lugar, acostumbrado al trato con los hombres y mujeres, pero no por ello había renegado de su condición de animal. Y así, una noche le leí esta fábula, la del toro y del caballo. En un principio era más larga, pero con el tiempo ha quedado en lo que es. El cuento en cuestión fue publicado en un libro titulado Sagitario, (Ed. Desclée de Brouwer, 1995). Espero que sea del agrado de los lectores. TINTA FRESCA eta zezena por Felipe Juaristi B ehin batean, bazen zezentalde handi bat mendian larrean, udazken min-min eta herdoiltsuko belar hezea marruskatu hemen eta marruskatu han. Lan horretan aritzen ez zirenean, zezenek paraje hartako zuhaitz bakanei adarka egiten zieten; edo bestela, hautsa zabaltzen zuten ugari atzeko hanka sendoez inguruko lurra astinduz. Hori guztia jostatzearren egiten zuten, piztien artean zezena baita aspertzeko beldurrik ikaragarriena dueña. Beren lurrak ziren haiek, begiak galtzeraino zabalak, eta ohituta zeuden han beren legea ezartzera. Ibai bat zuten erdierdian; egarri zirenean haraxe edatera joaten ziren. Halako batean, zaldi beltz bat etorri zen ibaira ur edatera, egun hartako bero sapa ez baitzen oso eramangarria. Ez horixe! Zaidi jendeak ezer baldin badu fin eta zorrotza, hori, zalantzarik gabe, usna da. Urrutitik usainduko dute, sudur zuloak zabal-zabalik jarriz, ur tantarik izpiena ere. Zaldi beltza lasai-lasai ibaira hurbildu zen, lur haiek guztiak denenak zirelakoan, eta han egotea eta hango uretik edatea inork debekatuko ez ziolako ustean. Oso oker zegoen, zeruko uztaia baina okerrago, hain zuzen. Zezen ale bat bidera irten eta aurrean geratu zitzaion begira aurpegi beltz zorrotzarekin. —Nora hoa, zalditxo?—galdetu zion zezenkoteak. —Nora joango naiz, ur edatera ez bada! —erantzun zion zaldiak. —Nork eman dik hiri hona etortzeko baimenik? —galdetu zion zezenak gero eta aurpegi motzagoa erakutsiz. —Inork ez, jauna. Noiztik behar du abereak baimenik eskatu ibai honetatik ur edateko? —erantzun zion zaldiak erdi urturik. Izerdi patsetan. Gero eta ahulago. —Jakin nahi duanez, neronek emango diat paraje honen berri. Zezen hau hemen nagoenez geroztik, ez zagok zaldirik urik hemen edango duenik -esan zuen zezenak, sudurrak zimurtuz eta ozenki ahoskatuz hitz guztiak. —Zezen hau? —galdetu zuen zaldiak, ez baitzuen oso ondo ulertu zezenak hartaz hitz egitean esan nahi zuena. —Bai, zezen hau —jakinarazi zion zezenak bere buruari eragiten ziola—. Beltza duk ñire izena, nahi baduk jakin. Zaldiek ez diate urik hemen edaten, nik nahi ez badiat. Zaldiak zainak irakiten eta barru guztia kaldar zuen. Ibai osoko ura edango lukeela iruditzen zitzaion, baina lehenago uretaraino iritsi beharra zegoen. Ez zion horretarako betarik emango aurrean plantatu zitzaion piztiak. Atzera, etorri zen tokitik joan behar baldin bazuen bueltan, hilko zen. Hura ez zen-eta egarria. Hura eramanezina zen! Hura suzko tormentua! —Mesedez, zaldi hau egarriak nagok! —esan zuen zaldiak zezenaren doinua imitatuz—. Urik edaten ez badiat, apika hil egingo nauk. Barre egin zuen zezenak, umoreko zegoela erakutsiz. Beltza bazen ere... —Gaur zaldi horrek...—esan zuen zezenak zaldiari hitz egiten ziola azpimarratuz—, ez dik urik edango hemengo ibai honetatik, zezen honek nahi ez dudalako. Zaldiak ez zekien zer egin. Pentsatzeko kemenik ere ez. Begira geratu zitzaion zezenari. Gero, hankak okertu eta lurrera etzan zen, halako piura etsituan ikusirik, zezena errukituko zitzaiolakoan. Baina ez, zezen hura bihotz gogorrekoa zen, labanak zorrozteko harri latza baino latzagoa zuen zezen hark bihotza. —Mesedez, aldegin ezak hemendik edo zezen honek adarraren zorrotza sartuko diat sabelean eta hor geratuko haiz leher eginda lurrean, hesteak airean, putre eta erroi beltzen janari. Eta atzeko hankez lurra astintzen hasi zen, txantxetarako ez zegoela adierazi nahian. Mantsoagatik aldegin zuen zaldiak, eta hori bere aldeko meritoa da, zaldi azkarra ez zela jakinik. Mantsoa- -Hori dukgurea! Hiru gizonak, hirurak batera, segi-segika hasi zitzaizkion zezenari. Honek korrika egin behar izan zuen haien aurretik, inoiz korrika egin ez zuen bezala. Sen zorrotzak esaten • ROCÍO VAÍTINEZ gatik bai! Tximista batek ez zukeen harrapatuko orduan! Erdi hilik iritsi zen zamaldegira. Ur edan eta atseden hartu ondoren, zezen harrosko hark bereak eta bost ikusiko zituela agindu zuen irrintzika. Egun batean, hiru gizon agertu ziren mendian, zaldi banatan eserita hirurak, eskubiko eskuan makila luze zorrotz baña zeramatela. Zezenkotea ikusi eta haietako batek, hiruren buru egiten zuenak esan zuen: baitzion lasterketa ero hartan, atzekoak ez zetozela inongo asmo onekin. / Ordu erdi bat geroxeago, Bf errenditua zuten zezena V artadi bateko sarreran. Berekin eraman zuten, bakoitzak bere makilaren punta zorrotza ezker-eskubi zezenaren haragian sartzen zutela. Zezenak ez zekien zergatik egiten zioten min, zergatik zeramaten hiru gizonek. Ordura arte, mendi hartako zelaietan libre eta errege moduan bizi izan baitzen beste zezenekin batera: gauez lo eta egunez jan, eta ahal zuenean lasterka eginez. Amaitzeko zorian ziren garai haiek. TINTA FRESCA íCGC.'.ViR'NEZ Handik egun batzutara, elizdorreko kanpai metalezkoak bostak jo zituenean, leku itxi biribil batera atera zuten zezena. Jendea goraino, ikuslekuak betean. Beroa likitsa zen. Plazaren erdi-erdian gizon bat zegoen go.rri koloreko oihal bat eskuartean, baina zezenak ez zekien zer egiten zuen gizon hark plazaren erdian eta zer zen esku artean zeramana. Berc menditik atera egin zutelako, mila amorruk hartuta zebilela. Hori bazekien. Bi buelta egin zizkion plazari. Gero, geldirik geratu zen, gizonari begira. Zezenak pentsatu zuen: «zer ote da diz-diz egiten duen hori? Ez nauk hemen geratuko jakin artean». Eraso egin zion gorri koloreko zapiari eta gizonak, gorputza ezkerrera j iratuz, zezenaren erasoari izkin egin zion. Zezenak huts egin zuen; edo bestela, ihes egin zion zapiak. Harrituta geratu zen zezena, zer egin ez zekiela, jendearen oihuak eta txaloak entzun zituenean. Ez zekien gizonarentzat ote, ala beretzat ziren. Zezenak pentsatu zuen: «hau joko bat baino ez duk. Baina zer da hemen egia eta zer gezurra?». Mendiaz oroitu zen, han ez zegoen amarrurik; dena garbiagoa zen. Zeze- nak zezenari eraso eginez gero, ondorioak begi bistakoak izan ohi ziren: zezen bat adarrak hautsiak, edo... Lepardatzari dardar eragin, hankez lurra harrotu eta berriro eraso egin zion gizonak zeraman oihal gorriari. Berriro huts egin zuen; gizonak, eskubitara j iratuz bere gorputza, izkin egin zion. Zezena geldi-geldirik geratu zen plazaren erdian, zorabiatuxe. Orduan soinu zelebre bat entzun zuen, soinu lodi eta ozen bat, eta, gero, zaldi bat ikusi zuen plazara sartzen, gizon bat zeramala gainean. Poztu zen oso, bazekien-eta zaldia zer zen. Zezenak pentsatu zuen: «horrek ikasi beharko dik zenbat neurtzen duen ñire adarrarteak». Bere hankez lurra harrotu, abiada hartu eta han joan zen ipar haizea balitz bezala zaldiaren kontra. Adarra sartu zion zaldiari, baina hura ez zen erori tripak airean. Are okerrago, zaldia barrez hasi zitzaiola entzun zuen. Eta horrckin batera, zerbait zorrotza eta mingarria sartzen ziotela lepaldean. Zaldiari begira geratu zitzaion. Hura barrez ari zen. —Zergatik egin duk barre? —galdetu zion zezenak. —Ez al haiz nitaz gogoratzen? —erantzun zion zaldiak. Ez! —izan zen zezenak doi-doi, ahots justuz, esan zuena. —Gogoratzen al haiz, aspaldi ibai batera ur edatera joan eta hik ibai ondotik haizatu huen zaldi hartaz? Zezenak atzera egin zuen bere oroimenean. Buru zeinu batez baietz esan zuen. —Neu nauk zaldi hura! Hala jokatu huelako orduan, hireak eta bost jasoko dituk oraingoan! Zezenak, supizturik, eraso egin zion hirugarrenez. Zaldiaren barre areagoak eta zerbait zorrotza bizkarrean jaso zituen ordainez. —Alferrik ari haiz! Hi mendian gehiago izango haiz, baina hemen plazan neu nagusi. —Barkatu! —esan zuen zaldiak, odola zeriola, begiak lurrean—. Lagundu! —Hor konpon! —izan zen zaldiaren erantzuna. Gero, zaldia eta gainean zeraman gizona sartutako atetik irten ziren, zezena plazaren erdi-erdian geratu zela. Gero beste soinu bat entzun zuen. AUTORRETRATO Rocío Martínez Nací entre seis hermanos, hace 30 años, donde mis abuelos extremeños y andaluces dejaron sus maletas: en Madrid. Mi papá me enseñó a ser tenaztrabaj adora, mi mamá, perseveranteperfeccionista, y mi abuela, en una tarde de esas que huelen a que viene el verano, a plantar geranios en el cacharro de yogur-con-fresas merendado. ¡Ecologismo puro de los años 70! Como soy una niña aplicada, desde pequeñita me dejaron ir a clases de pintura; como soy una niña caprichosa, me empeñé en hacer Bellas Artes («...es una pena que esta señorita no estudie algo más provechoso...»); como soy una niña testaruda (y no becada), empecé a cambiar lienzos, carboncillos, tinta de grabado..., por dibujos-para-libros; como soy una niña orguUosa, me tomé el suspenso de 4"-pintura-optativa («...esto no es una pintura, señorita, esto es una ilustración...») como un halago, y por ello sigo trabajando, con acuarela, suerte, tinta, empeño, cera, sudor y pincel, en este campo. Hace seis años que cambio, profesionalmente, dibujos-para-libros por empastes, trochos de casa, viajes de aquíp'allá, charlas comestibles con amigos, impuestos, cajas con músicas, informática doméstica etc. Porque a una la hicieron mu apaña con las pesetas. De vez en cuando, estrujo la memoria para seguir sintiendo como una niña. Me gusta mucho jugar a recortables, hacérmelos yo. Por eso, de mi cabezamano nacen ahora muchos personajes ' para materiales de colé (libros, pósters, juegos, carpetas, bolsas y mil apoyos más): diseño sus ropas, construyo sus casas, imagino sus paisajes, invento sus sentimientos, los corrijo (que resulten «políticamentecorrectos») siguiendo la línea editorial... Todos tienen una vida literaria detrás, sino ¿se lo creería esta niña...? Hacer todo esto para antes-deayer, con calidad, pero en soporte escolar, no merece laureles de nadie y, como a mi me gusta «dar sabor a las comidas», lo compagino con otros materiales de librería en que sí se regala condimento tan preciado (en realidad, el laurel se usa como especia de cambio para ilustrar literatura interesante, en colecciones cuidadas). Ahora he de ir al corral a dar las gracias a unas gallinas que me dieron una hojita de laurel (con- siguieron ganar el concurso para el cartel de la Semana del Libro Infantil y Juvenil de este año, ellas sólitas), con la que estoy cocinando estas páginas de CLIJ. ¡Hasta otra! Bibliografía Mi primer diccionario, León: Everest, 1992. Mi primera ortografía, León: Everest, 1994. Andante con flauta, Zaragoza: Edelvives, 1995. Capitán Camarón, Zaragoza: Edelvives, 1996. Flin-Flan, Madrid: SM, 1996. AUTORRETRATO i KE¿^KrAE>LE5 i> ^'" I ''buenos > ^ . ^ 11 r ^ ^ /**-«V 'a. W <w. > Ar cor*»***"* ^ -°w ^ 1 ("éífzi ¿ir moni zav * „ . jeV> ios. revi i faitea K O f** "fri^ [ ROCÍO 1 I MARTJ«Z 1 l&Jfl Samuel ¿ s B , 28017 MADRIDJ 'o¡¿< 3 / . w*.^ 7 e^, C fi«-<* ^ r (9RcAt>o POR. t ^ c a i a a W ^ diiica^ C AAA«.T1ME2. . M<aWr.'W , -J ^ l ,; f v ^^ ^ 0 U6t ^ , l / *<*¿»a TINTA FRESCA El toro y el caballo por Felipe Juaristi Había una vez una manada de toros pastando en el monte. Era otoño, la hierba estaba húmeda y apetitosa, y los toros la comían muy a gusto. Cuando no se dedicaban a tan necesaria actividad, los toros se liaban a cornadas con los solitarios árboles de aquel paraje; o si no, levantaban nubes de polvo golpeando con sus patas traseras la tierra. Todo ello lo hacían por jugar, porque el toro es, entre todos los animales, el que más miedo tiene de aburrirse. Aquellas tierras eran suyas hasta donde se perdía la vista, y los toros estaban acostumbrados a imponer su ley. Había un río, que cruzaba las tierras de parte a parte, y allá iban a beber cuando les acuciaba la sed. Un buen día en que el calor apretaba más que de costumbre, apareció un caballo negro que quería beber del río. Los caballos tienen el olfato muy desarrollado y son capaces de oler el líquido desde lejos, donde quiera que se encuentren. Ensanchan sus fosas nasales y ¡ya está!. El caballo negro se acercó tranquilo, pausado, creyendo que aquellas tierras eran de todos y que nadie le prohibiría beber de aquel agua. Estaba muy equivocado. Un gran toro le salió al camino y se plantó en medio con cara de pocos amigos. Eso le pareció, al menos, al caballo negro. —¿A dónde vas, caballito? —le preguntó el toro. —¿A beber agua? ¿A qué te crees he venido hasta aquí? —le respondió el caballo. —¿Quién te ha dado permiso para venir aquí? —le preguntó el toro cada vez más enfadado. —¡Nadie, señor! ¿Desde cuándo necesitamos los anima- les pedir permiso para saciar nuestra sed? -le respondió el caballo, cada vez más débil a causa del calor. Sudaba a mares, o a ríos. —Ya que quieres saber, yo mismo te daré detallada da información sobre las costum- 44 CLIJ83 bres de este lugar. Desde que este toro está aquí, ningún caballo bebe agua -dijo el toro, arrugando la nariz y pronunciando sonoramente todas las letras y palabras. —¿Este toro, dices? —preguntó el caballo, un poco extra- nado de aquella manera de hablar que apenas entendía. —Si, caballito, este toro que ves aquí —subrayó el toro—. Me llaman Negro, si quieres saber. No hay caballo que beba agua en el río, a no ser que cuente con mi permiso. El caballo estaba asado de calor. Le parecía, a causa de la sed, que podría beber toda el agua del río, pero antes había que llegar hasta la orilla. Y para ello tenía que sortear el obstáculo del animal que tenía parado enfrente. Si tuviera que dar marcha atrás y volver por donde vino, dudaba de que llegara vivo. ¡Aquella sed tan inoportuna! ¡Aquel tormento de fuego! —¡Por favor, este caballo tiene sed! -dijo el caballo imitando el tono ligero del toro—. Si no bebo, me moriré. El toro se río, demostrando que tenía humor. Aunque fuera negro... —Hoy, ese caballo... -dijo el toro, subrayando que se refería al caballo—, no beberá de este agua, porque a este toro no le da la gana. El caballo no sabía que hacer. No tenía fuerza ni para pensar. Se le quedó mirando al toro. Luego, torció las patas y cayó al suelo, pensando que el toro se apiadaría de él, en cuanto lo viera componiendo tan lastimosa figura. ¡Pero no! Aquel toro tenía el corazón muy duro, más que las piedras de afilar cuchillos. —Por favor, vete de aquí si no quieres sentir el filo del cuerno de este toro en la barriga, y ahí te quedarás con las tripas al aire, pasto de buitres y cuervos. Y comenzó a golpear la tierra con sus patas traseras, demostrando que no estaba para bromas. El caballo salió corriendo, y es mérito suyo, porque no era un caballo rápido de carreras. Aquella vez hubiera vencido hasta el mismísimo rayo. Llegó medio muerto al establo. Después de beber gran cantidad de agua y tomar un pequeño descanso, juró que aquel loro tan arrogante se iba a enterar de lo que vale un caballo. Prometió venganza. Un aciago día, aparecieron en el monte tres hombres montados a caballo que llevaban una puya en su mano derecha. Vieron al toro y dijo el que hacía de jefe: —¡Mirad, ahí está! Los tres hombres comenzaron a perseguir al toro, sin intención de darle ninguna tregua. Y el toro, claro, comenzó a correr, como nunca antes había corrido. Su afilado instinto le decía que sus perseguidores en aquella alocada carrera no venían con buenas intenciones. Media hora más tarde, lo tenían acorralado a la entrada de un encinar. Luego, los hombres se lo llevaron consigo y, de cuando en cuando, le daban un puyazo al toro. El toro, por supuesto, no sabía por qué le hacían daño, por qué lo llevaban aquellos tres hombres que no conocía de nada. Había vivido hasta entonces libre como un rey en sus prados, junto a los demás toros: durmiendo de noche, comiendo de día y, de vez en cuando, haciendo carreras. Estaban a punto de terminar aquellos instantes de felicidad, pero no lo sabía. Unos días más tarde, cuando dieron las cinco en el reloj metálico de la vieja torre de la iglesia, sacaron al toro a un lugar cerrado y con forma circular. Había mucha gente sentada alrededor, llenando todo el espacio. Hacía mucho calor, un calor pegajoso e infame. En medio, un hombre con un trapo rojo entre las manos, pero el toro no sabía qué hacía aquel hombre en medio de la plaza, ni tampoco qué era lo que llevaba entre sus manos. Que estaba muy rabioso, porque lo habían l&O RCCO VARTINEZ sacado de su monte, de eso estaba seguro. Dio dos vueltas a la plaza. Luego se quedó quieto, mirando fijamente al hombre. Pensó el toro: «¿qué será eso que brilla tanto? No pienso quedarme aquí sin saberlo». Atacó con todas sus fuerzas al hombre del trapo rojo y el hombre, girando como un trompo su cuerpo a la izquierda, logró esquivar el ataque del toro. El toro falló: o, si no, es que se le fue el trapo. El toro «quedó atónito y extrañado, no sabía qué hacer, y entonces escuchó los aplausos. No sabía si eran para el hombre o estaban destinados a él. Pensó el toro: «ésto no es más que un juego. ¿Pero qué es aquí verdad y qué es mentira?» Se acordó del monte, allí no había engaño alguno; todo era simple y más claro. Si un toro atacaba a otro, el resultado era visible y palpable: un toro con los cuernos rotos, o... Agitó la cerviz, golpeó el suelo con sus patas, y de nuevo atacó al hombre del trapo rojo. De nuevo falló; el hombre, girando como un trompo su cuerpo a la derecha, logró esquivar su ataque. El toro quedó quieto en medio de la plaza, un poco aturdido. Entonces escuchó un extraño sonido, un sonido profundo y estridente; luego, vio un caballo que entraba en la plaza, con un hombre sentado sobre él. El toro se alegró enormemente: conocía lo que era un caballo. Pensó el toro: «ese va a aprender hoy cuánto miden mis cuernos». Golpeó con sus patas la tierra, tomó velocidad y allá se fue como llevado por el viento contra el caballo. Le dio un par de cornadas, pero para su sorpresa el caballo no cayó con las tripas al aire. Peor todavía, oyó las risas del caballo. Y a la vez casi, sintió que le metían algo afilado y duro en la espalda. Se le quedó mirando al caballo. —¿Por qué te ríes de quien sufre? —preguntó el toro. —¿No te acuerdas de mí? —respondió el caballo. —¡No! —fue lo que pudo decir el toro. —¿Te acuerdas de aquel caballo que fue a beber agua a tus tierras y lo mandastes de allí con viento fresco? El toro dio marcha atrás a su recuerdo. Movió la cabeza, como asintiendo. —Yo soy aquel caballo. Y porque entonces actuastes de aquel modo, ahora recibirás tu merecido. El toro le atacó de nuevo. Sólo consiguió acrecentar las risas del caballo y sentir algo afilado en la espalda. -No te esfuerces en balde. Tú en el monte harás lo que quieras, pero aquí mando yo. —¡Perdón! —exclamó el toro, sangrando, con los ojos fijos en el suelo. ¡Ayúdame! —¡Ahí te las apañes! —fue la respuesta del caballo. Luego, el caballo y el hombre que lo montaban salieron por la misma puerta por donde entraron y el toro se quedó solo en la plaza. Luego escuchó otro sonido. CINE Y LITERATURA Pocahontas por M a r t a Selva y Anna Sola4 Ficha técnica Pocahontas {Pocahontas, 1995) Dir.: Mike Gabriel y Eric Goldberg Prod.: Walt Disney (EE.UU) Guión: C. Brinder, S. Grant y P. Lazebnik. E l heroismo no es solo patrimonio de personajes masculinos, aunque la mayoría de leyendas y ficciones hayan fosilizado la idea contraria. Esta verdad que vamos descubriendo poco a poco parece que va llegando también a las narraciones cinematográficas. Y, en este caso, la mismísima Disney Productions escoge una figura femenina como protagonista de una ficción con pretensiones épicas y líricas, la de la india Pocahontas, basada en la historia y la leyenda de la hija —llamada en realidad Matoaka (1595 7-1617)— de un poderoso jefe indio de las tierras que hoy constituyen el estado norteamericano de Virginia donde se instalaron los colonos ingleses. Estos fundaron allí la población de Jamestown, enfrentan- 46 CLIJ83 dose a las amenazas de los indios, inquietos por la invasión de su territorio. Aunque pertenecía a una tribu conocida por su crueldad, Pocahontas se relacionó con los ingleses, colaboró con ellos y llegó incluso a salvar la vida del capitán John Smith. En 1612 fue raptada por los colonos y utilizada como rehén para forzar la claudicación del jefe indio en la guerra entre los dos bandos. Pero Pocahontas no regresaría con los suyos. En su cautiverio se convirtió al cristianismo y fue bautizada como Rebeca. Allí conoció también al colono John Rolfe, con quién se casó y con quien, en 1616 viajó a Inglaterra, donde causó gran impresión en la alta sociedad, llegando incluso a ser presentada a los reyes. Murió en vísperas de su regreso a Virginia. Fue enterrada en la iglesia parroquial de Gravesend (cerca de Londres), donde una escultura recuerda su existencia. Las apariencias engañan Veamos qué aparece en el film de estas iniciales referencias históricas. La versión cinematográfica intenta describir las particularidades de Pocahontas para singularizarla del resto de la tribu: su independencia, su valentía, su belleza, su inquietud y su curiosidad. Intenta describir también la situación de enfrentamiento entre las dos comunidades y su papel como nexo entre ellas gracias a su relación con el capitán John Smith, de quien está enamorada. Intenta acercarnos a su dilema, escindida entre sus vínculos tribales y su pasión amorosa por un enemigo de los suyos. Y finalmente, intenta llegar con coherencia a un desenlace de compromiso entre las referencias históricas y los consejos de marketing, que sugerían huir del final feliz para ser, según ellos, respetuosos con la historia. Este propósito deriva en un final en el que John Smith, después de salvar su vida gracias a la intercesión de la chica, regresa a Londres en el Discovery, tal como había llegado, pero herido y enfermo. D!SNEV POCAHONTAS. GAVIOTA ! C95 CINE Y LITERATURA Pero a pesar de tantos intentos el film, como otros, parece una cosa, pero es otra. Para empezar, las características del personaje —que fue diseñado a modo de mujer perfecta a imagen y semejanza de las top-models Naomi Campbell y Christy Turlington— son simples enunciados verbales acompañados de un sin fin de posturitas sexy, meneos de melena, exhibiciones corporales y actitudes supuestamente desafiantes con el rostro altivo y la mirada al infinito. En esto, hay que reconocerlo, los creadores de la Disney desplegaron sus recursos gráficos con generosidad. Pero, como contrapartida, el argumento y sobre todo los diálogos, no son los que se esperan de una verdadera heroína. Pocahontas es exhibida como cuerpo en acción pero le falta un pequeño detalle, no tiene argumentos, ni discurso. Sus acciones responden a impulsos, intuiciones, premoniciones y básicamente a su sentimiento amoroso con respecto al capitán. Lo que tenía de excepcional al principio, por arte de la convención, ha sido anulado. Se mueve por lo mismo que tantas y tantas mujeres se han movido en la pantalla. Por amor. Parecía una mujer distinta, pero no lo es. Parece también distinto del habitual el trato cinematográfico que el film depara a los indios. Alguien, que como mínimo demuestra poca memoria, o ignorancia cinematográfica, dijo que es el film que mejor retrata a los indios en la historia de Hollywood. Otro espejismo. Seguramente, siguiendo consignas y posiciones correctas e intentando ser respetuosos con los datos históricos, el film intenta presentar la comunidad india desde un punto de vista menos maníqueo que el de muchos de aquellos films de género que hace muchos años, describían unos personajes salvajes, crueles y agresivos. Este, realmente no es el caso. Los de la Disney han aprendido la lección y destacan algunos, pocos, elementos de la humanidad y la cultura de los powhatan. Incluso intentan plantear el tema como una confrontación cultural. Pero la verdad es que, por un lado lo hacen muy superficialmente y, por el otro, se les escapan algunos detalles significativos que denotan no haber interiorizado a fondo el tema Retrato del capitán John Smith (Pocahontas, J.J. de Olañeta, 1995). de las diferencias culturales. De lo contrario, ¿por qué han vestido de uniforme a todos los indios que, cuando aparecen en grupo, lo hacen como una masa compacta y todos del mismo color? ¿Por qué no utilizan algún personaje cercano o simpático próximo a Pocahontas, y solo trabajan con humanidad el personaje de la abuela sauce? Es decir, un árbol. Tampoco, en este caso, la película es lo que parece. La «lectura» Disney de la historia Del estudio de Grace Steele Woodward!, basado en una investigación académica muy bien documentada, se desprende que Pocahontas fue, por una parte, una mujer que actuó de forma contraria a las costumbres de los suyos, no sólo hacia los ingleses sino hacia su Letrero en la carretra de Heachan (Norfolk, Inglaterra) en memoria de Pocahontas. Retrato de Pocahontas (en el libro Pocahontas. editado por J.J. de Olañeta). propia vida. Esta actitud, unida a su curiosidad natural y a su inteligencia, la condujo a una situación delicada de intermediaria entre dos comunidades enfrentadas, papel que asumió y llevó a cabo con gran habilidad negociadora. Que el acercamiento entre ella y los colonos no fue movido por el flirt con Smith, sino por un intercambio amistoso y una curiosidad intelectual por conocer a aquella gente tan diferente. Que Pocahontas intento cruzar la barrera del idioma utilizando las señas de su lenguaje primero y aprendiendo el inglés después (y no por arte de magia, como se describe en el film), pero que John Smith también tomó la iniciativa de aprender la lengua de los indios para que él y otros colonos pudieran hablar con sus vecinos hostiles, y que incluso elaboró un vocabulario powhatan que incluyó en su Generall Historie. Que Pocahontas ayu- dó muchas veces a los colonos suministrándoles comida en tiempos de hambre, o facilitando el comercio entre las dos comunidades. Sin ir más allá en el repaso, todos estos indicios recogidos por la historiadora no aparecen ni por casualidad en la película, lo cual dice mucho del criterio de selección de los guionistas. Es evidente que han desaprovechado un material interesantísimo desde el punto de vista antropológico —ya que es un buen ejemplo de intercambio cultural— y lo que es más grave, han reducido las cualidades humanas de la verdadera Pocahontas a unos atributos simples y planos más adecuados para un spot publicitario que para una narración que se pretenda un poco seria. Para colmo, la máxima información con respecto a los motivos de unos y otros para actuar como lo hacen, reside en la letra de las canciones, siempre inoportunas, dado que no se integran con naturalidad en el desarrollo de la acción, y casi ininteligibles (al menos en la versión castellana) para el público adulto. Menos lo serán para el infantil. Reducir un material tan sugerente como la leyenda de Pocahontas a un catálogo de acciones protagonizadas por una chica india descrita de una forma CINE Y LITERATURA cia ni siquiera en el terreno narrativo. Y su interpretación de la historia representa también la poca voluntad de asumir a fondo la representación de la rebeldía femenina o la imposibilidad de imaginar y representar a una mujer con un protagonismo activo y consciente en una gran aventura, como seguramente lo fue la de la verdadera Pocahontas. Se nos dirá que estas son responsabilidades que no se pueden pedir a una industria que tiene como función primordial entretener y divertir. Pero ya sabemos que todo tiene sus consecuencias y conocemos también el peso que estas tienen, por efecto de su acumulación, en el desarrollo de los hábitos sociales y en la configuración del imaginario de las generaciones. En este caso, la Pocahontas de Disney no nos hace ningún favor, ni a las mujeres, ni a las indias, ni al resto de la humanidad.2 • *Marta Selva y Amia Sola son integrantes del colectivo Drac Mágic. tan superficial como la que hemos comentado, significa además desaprovechar el contenido dramático de su historia, potencial que de haber sido utili- Bibliografía Disney, Pocahontas, ediciones en: Beascoa, (en catalán y castellano), Cadí (en catalán), Everest y Gaviota. Ingoglia, G., Pocahontas, Barcelona: Ediciones B, 1995. Parin d'Aulaire, I y E., Pocahontas, Palma de Mallorca; J.J. de Olañeta, 1995. Steele Woodward, G.: Pocahontas, Palma de Mallorca: J.J. de Olañeta, 1995. zado, quizá hubiera salvado al público del aburrimiento. Lo más sorprendente es que a estas alturas, los recursos de Disney Productions no logren la efica- Notas 1. Grace Steele Woodward, Pocahontas, José J. de Olañeta, Editor, Palma de Mallorca, 1995. 2. Como ejemplo de adaptación para público infantil mucho más respetuosa con los referentes históricos recomendamos la versión de Ingri y Edgar Parin d'Aulairc, publicada también por José J. de Olañeta, Palma de Mallorca, 1995. COLABORACIONES Bibliotecas escolares: la asignatura pendiente por José Luís Polanco* «La biblioteca escolar no encuentra en los documentos de la reforma el relieve que se merece». Este es el argumento departida de este artículo, en el que el autor, maestro de profesión, propone una serie de medidas de urgencia para sacar a las bibliotecas escolares de su situación de marginalidad. Crear bibliotecas dignas y bien dotadas en todos los centros escolares, establecer horarios adecuados de atención al usuario, poner al frente de este servicio a personal —preferen tem en te, profesores— con formación específica son algunas de estas medidas que el MEC debería poner ya en marcha. m — i m 51 CLU83 COLABORACIONES \ D e pronto, el señor Fridriksson preguntó a mi tío por el resultado de sus investigaciones en la biblioteca. —¡Su biblioteca! —exclamó este último—. No tiene más que libros descabalados en estantes casi desiertos. —¡Cómo! —respondió el señor Fridriksson-. Poseemos ocho mil volúmenes, de los cuales muchos son apreciables y raros, obras en vieja lengua escandinava, y todas las novedades de que nos surte Copenhague cada año. —¿De dónde saca esos ocho mil volúmenes? Por lo que he visto... —Oh, señor Lidenbrock, recorren el país. ¡En nuestra vieja isla de hielo nos gusta estudiar! No existe un solo granjero ni un pescador que no sepa leer y que no lea. Pensamos que los libros, en lugar de enmohecerse tras una reja de hierro lejos de las miradas curiosas, están destinados a desgastarse bajo los ojos de los lectores. Así pues, esos volúmenes pasan de mano en mano, hojeados, leídos y releídos, y con frecuencia sólo vuelven a su estantería tras un año o dos de ausencia.» * ^ Los amantes de los libros habrán reconocido en estas líneas al profesor Lidenbrock en la fascinante aventura en la que, acompañado por su sobrino Axel, desciende a las entrañas del planeta. Viaje al centro de la Tierra, uno de los mejores libros de Julio Verne, cuya lectura nos produce la misma mezcla de escalofrío y fascinación que nos suelen producir nuestras propias pesadillas. Pero no era de este libro de lo que quería escribir en esta ocasión, sino de bibliotecas; y, en especial, de la situación de las bibliotecas escolares. Porque más de cien años después de la anécdota que nos cuenta Verne en su libro, ¿podemos afirmar que acontece por estas latitudes algo parecido a lo que sucedía en la biblioteca islandesa del señor Fridriksson'.' Rotundamente, no. En las puertas del siglo XXI, la situación aquí es bien distinta. Las cifras sobre hábitos de lectura y difusión de libros dibujan un panorama sin libros y sin lectores. No hay más que observar los datos sobre el número de familias que tienen libros en casa; el porcentaje de personas que declara haber ri i IQI leído libros a lo largo del año; o el número de personas que afirma no leer nunca. Un dato parece bastante claro: leen más los niños que los mayores; y, a medida que aumenta la edad, disminuye de manera sensible el número de lectores. Llegamos así a una conclusión preocupante, especialmente para quienes trabajamos en el campo de la enseñanza: después de más de ocho años de escolarización —en un porcentaje muy elevado— la escuela y el instituto no han sido capaces de conseguir que niños y jóvenes afirmen de manera irreversible el hábito de la lectura. En cuanto abandonan las aulas, un elevado número de nuestros alumnos aparcan los libros. Desgraciadamente, este fracaso no es sino el síntoma de otro fracaso más importante del sistema escolar: su incapacidad para enseñar a pensar. «...ante todo es necesario que nuestras gentes del campo se instruyan.» —continúa diciendo el señor Fridriksson al profesor Lidenbrock—. Le repito que el amor al estudio está en la sangre islandesa». Evidentemente, no es nuestro caso. Aquí predomina la cultura de la li/rona, y el ritual dominguero del bocata y los goles en el estadio. La más excitante aventura de la mente la experimentan los jóvenes en la ruta semanal del bakalao. De nuestras empresas intelectuales más arriesgadas son buena muestra programas televisivos como El semáforo, Su media naranja. Lo que necesitas es amor. Siguiendo un itinerario ascendente, cuyos horizontes somos incapaces de vislumbrar, hemos llegado a encumbrar a adivinos y astrólogos; a convertir en referentes culturales a personajes como Chiquito de la Calzada o Rappel; y, lo que es peor, a incubar la intolerancia más cerril, la violencia cotidiana y el odio al extranjero. Desdeñamos la palabra, la reflexión, el silencio, el contacto humano; mientras ganan terreno el improperio y la descalificación del otro; y encumbramos el ruido, las sensaciones fuertes, la velocidad en la carretera y en las imágenes vertiginosas de los telefilms violentos y de la publicidad engañosa. La lectura, claro, es otra cosa. A ella se llega por caminos bien distintos. Nos exige tiempo, aislamiento, encuentro con uno mismo, diálogo con el libro, y —en estos tiempos que corren— el arriesgado ejercicio de pensar. Demasiado para este cuerpo nuestro, modelado por una escuela rutinaria y una televisión descerebrada. Palos de ciego Y es que en este país, no parece estar demasiado claro qué es eso de la cultura, ni de qué manera elevar el nivel cultural de la gente. Por ello, se entrecruzan las iniciativas de los ministerios sin que exista una línea clara en política cultural. Así lo vemos los ciudadanos de a pie, que no somos capaces de encontrar coherencia en muchas de las actuaciones de los departamentos responsables. Muchas de las medidas parecen más bien iniciativas esporádicas y aisladas, proyectos siempre experimentales, puntuales y aislados, carentes de coordinación y de la necesaria continuidad, sin un referente común, ni un horizonte preciso. Resulta difícil entender, por ejemplo, qué se persigue exactamente con determinadas campañas publicitarias para el fomento de la lectura, y dentro de qué plan están encuadradas. Porque, ¿acaso consiguió algún nuevo lector la campaña del mono con el libro sobre la cabeza'? Y, sobre todo: después de la campaña, ¿qué? Algo parecido sucede con las subvenciones a asociaciones y gremios profesionales del libro: editores, libreros, distribuidores; o con la concesión de los numerosos premios que anualmente el Estado otorga en el campo cultural y artístico. No vamos a detenernos ahora a analizar el oscuro componente político de los mismos o las acusaciones de amiguismo y apaño. Pero, en cualquier caso, los premiados ¿nos han deleitado con nuevas páginas memorables desde que les fue concedido el galardón? Parece evidente que hay otras necesidades más importantes que la concesión de determinados premios y subvenciones, o la realización de campañas sin fuste. Que, mientras no existan libros al alcance de los niños —de todos los niños, y desde las edades más tempra- nas—, no tiene sentido la organización de actividades de relumbrón; llámense Exposiciones Universales, capitalidades europeas de la cultura, o de cualquier otra manera. Bibliotecas escolares y reforma: el desencuentro En mi opinión, una de estas prioridades es el establecimiento de una red de bibliotecas públicas al servicio de todos los ciudadanos, y la creación de bibliotecas escolares en los centros educativos del país. La medida quizá no sea tan llamativa, ni tan rentable, en términos electorales como algunas de las actividadesescaparate comentadas anteriormente, pero sí mucho más eficaz a largo plazo, más justa y solidaria. No sería excesivamente costoso. En muchos casos, las bases están puestas ya. Se necesita, eso sí, voluntad política para acabar con una situación ante la cual un Estado moderno no puede sino sentir vergüenza. Basta observar la situación en que se encuentran un buen número de las bibliotecas escolares: los espacios en que están ubicadas, la cicatería con que se renuevan sus fondos, la falta de medios y de personal, la incongruencia de sus horarios. A estas alturas, no creo que sea necesario justificar la necesidad de bibliotecas en los centros docentes. Y, sin embargo, la comunidad escolar, que suele movilizarse cuando hay otro tipo de carencias, permanece indiferente cuando la biblioteca no reúne unas condiciones mínimas o, incluso, cuando se encuentra cerrada y relegada al papel de museo. Es evidente que la utilización exclusiva del libro de texto como fuente de información y conocimiento es síntoma de una gran pobreza intelectual y de una miseria pedagógica. Así lo reconocen los diferentes textos en que se apoya la reforma educativa que, a duras penas, se trata de implantar. El modelo educativo de la misma apuesta, si nos atenemos a COLABORACIONES los textos, por una escuela más crítica y pluralista; aconseja la consulta de fuentes diversas; y está más próxima del enseñar a los alumnos a aprender con autonomía, que de la adquisición memorística de conocimientos. A pesar de ello, la biblioteca escolar no encuentra en los documentos de la reforma el relieve que merece. Así, en los programas educativos de la Educación Secundaria Obligatoria —referidos al área de Lengua Castellana y Literatura— sólo figura al final del documento, en el apartado dedicado a los criterios de evaluación. En él se señala que, al finalizar el ciclo, los alumnos deben ser capaces de «planificar y llevar a cabo la consulta de fuentes de información, mediante el manejo de índices, fichas, y otros sistemas de clasificación de fuentes, en el marco de trabajos sencillos de investigación». Para añadir, un poco más adelante, que «el alumno deberá conocer y manejar sistemas de clasificación de la biblioteca del centro u otras semejantes que sean de posible consulta». Son las únicas menciones. Escasa atención sobre el papel y, lo que aún es peor objetivos en muchos casos inalcanzables en la práctica, debido a la falta de personal responsable, escasez de medios y deficiente organización de las bibliotecas, como ya he comentado anteriormente. Lodos coincidimos, no obstante, en que éstas pueden y deben ser un elemento decisivo en favor de una práctica educativa distinta, que potencie la investigación y la pluralidad de fuentes informativas, fomente hábitos de trabajo intelectual y de respuesta a los intereses y actitudes de los diferentes alumnos de una enseñanza comprensiva, atenta a las características individuales de los alumnos, respetuosa con las diferencias e integradora. Pero, además, en el mundo actual cada día es mayor y más compleja la información que nos llega a los ciudadanos. La escuela y el instituto no pueden permanecer ajenos a este hecho. Debemos enseñar a los niños y niñas a conocer, analizar y utilizar la gran cantidad de información que les rodea. En este contexto, una biblioteca escolar bien dotada y convenientemente organi- zada cobra una importancia añadida; y su auténtico sentido lo alcanzará cuando seamos capaces de convertirla en un recurso fundamental e imprescindible en el centro escolar. Y sin embargo, algo se mueve Según informan las revistas educativas, el Ministerio de Educación y el de Cultura han suscrito un convenio de colaboración con el que pretenden poner en marcha, durante el presente curso escolar, un programa para impulsar las bibliotecas escolares y fomentar la lectura entre niños y jóvenes. Ante el panorama descrito anteriormente, cualquier iniciativa en este sentido debe ser saludada con optimismo y esperanza, pues nos es tan necesaria «como el aire que exigimos trece veces por minuto». Pero, también, recibida con espíritu crítico y exigente ante la acostumbrada grandilocuencia con que se nos quieren vender determinadas medidas políticas. «Prometedme lo justo y quedaos con el cambio», pedía Máximo desde la ventana de su viñeta diaria, pensando seguramente en la madrugadora campaña electoral que desde hace tiempo vivimos. El acuerdo de colaboración antes citado fue suscrito en mayo de 1995: y el punto de partida del mismo lo constituye, al parecer, un documento marco titulado La biblioteca escolar en el contexto de la reforma educativa. Los centros escolares aún no lo han recibido. Por otra parte, la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas tenía previsto celebrar, en febrero del 96, el I Encuentro Nacional sobre Bibliotecas Escolares, con la pretensión de que fuera «un amplio foro de comunicación c información sobre la situación de este tipo de bibliotecas en España». Difícilmente se puede debatir el modelo de biblioteca escolar que se desea fomentar si se desconoce dicho documento. Más aún. Como preámbulo a todas estas actuaciones, ya el pasado mes de octubre, y en el marco de Liber 95, se celebró una mesa redonda para debatir sobre el mismo tema: la situación de las bibliotecas escolares. En ella intervinieron representantes de distintos sectores relacionados con el libro: altos cargos de los ministerios de Cultura y Educación, la directora de una biblioteca pública, editores, libreros. Ni un solo profesor entre los participantes Sintomático. Y descorazonador. Otra medida que está llevando a cabo el Ministerio de Cultura, como refuerzo a otras iniciativas del MEC, es la realización de un estudio sobre las bibliotecas escolares en nuestro país. Para ello ha subvencionado a las asociaciones profesionales ANABAD y FESABID, que están visitando los centros educativos y pasando un cuestionario. ¿Es realmente necesario este estudio? ¿Acaso desconoce el MEC los recursos con que cuenta? El Servicio de Inspección Técnica de las direcciones provinciales debe conocer los medios de que disponen los centros. Y si no es así, la encuesta no reúne dificultades especiales. ¿Para qué gastar, entonces, un dinero que podría ser destinado a las bibliotecas? No parecen unos comienzos demasiado afortunados. De cualquier manera, si desean, como alguno de los documentos ministeriales afirma, que «la biblioteca escolar se convierta en piedra angular de colegios e institutos», no encontrarán resistencia alguna: eso es lo que debieran haber sido desde siempre. Adelante, pues. Pongan libros al alcance de niños y jóvenes ya; porque la escuela no puede olvidar el libro como objeto de disfrute, ni seguir esclava del libro de texto. Algunas medidas de urgencia Para acabar con esta situación de marginalidad de las bibliotecas, habría que impulsar algunas medidas urgentemente. Son tan elementales que uno se pregunta cómo es que no son ya una realidad. En primer lugar, creación de bibliotecas dignas en todos los centros escolares, ubicadas en espacios que reúnan las condiciones necesarias para su función específica, y dotadas del mobiliario y equipamiento adecuado. Para ello, habría que renovar y enriquecer las dotaciones de libros existentes en este momento —obsoletas, en muchos casos—, e incluir una hemeroteca y una mediateca. Paralelamente, hay que asegurar un horario adecuado de las mismas, evitando el auténtico despropósito de que las bibliotecas cierren sus puertas justo cuando los alumnos comienzan su tiempo libre. Además, la biblioteca debe disponer también de unos horarios que permitan su utilización por parte de clases completas, en grupos reducidos de alumnos, o de estudiantes, a título individual. Ahora que el MEC se propone abrir los centros escolares al entorno, podrían prestar, además, un gran servicio a toda la comunidad, especialmente en el medio rural, tan olvidado. Como consecuencia de todo lo anterior, se deduce que deberán estar atendidas por personas con una formación específica, y dedicadas a esta actividad a tiempo completo. Su trabajo consistirá en catalogar y organizar los recursos; pero, también, en enseñar a los niños y niñas a usar correctamente los medios de que disponga la biblioteca, y en asesorar, orientar y ayudar a los profesores, facilitando su trabajo tanto en la biblioteca como en el aula. La figura del bibliotecario es inexcusable. Sólo así se puede asegurar el funcionamiento correcto de la misma. En mi opinión, aunque admito que esta cuestión es discutible, el bibliotecario debiera ser un profesor. Y ello, por varias razones. La persona responsable debe ser un buen conocedor del niño, de sus intereses y su psicología; y, al mismo tiempo, de las necesidades de los profesores del centro. En el marco de la biblioteca escolar, estos conocimientos le van a ser más útiles incluso que aquellos otros de organización, biblioteconómicos o informáticos. La persona responsable debe ser, además, un animador de los fondos, más que conservador estricto y meticuloso de los mismos, aunque esta función sea también muy importante. Un profesor con experiencia en el ejercicio de la profesión puede facilitar la necesaria integración de la labor específica de la biblioteca en las actividades de cada aula y en las generales del centro. Si, además, es un lector sensible y preocupado por conocer y estar bien informado sobre cuanto aparece en el mercado editorial, y capaz de compartir sus experiencias lectoras con los niños y niñas, mejor que mejor. Tampoco se pueden desdeñar razones de índole económica. Es de sobra conocido que el descenso del número de alumnos en edad escolar y la consiguiente supresión de unidades está conduciendo a una drástica reducción en las plantillas de los centros. Algunos de estos profesores podrían quedar asignados a la biblioteca. No sería difícil, ni excesivamente costoso, llevar a cabo un plan de formación de los mismos para COLABORACIONES cualificarlos profesionalmente: conocimientos específicos de tipo cultural, biblioteconómico, psicopedagógico y didáctico, de informática, conocimientos actualizados sobre la edición infantil y juvenil. Ya se han llevado a cabo en otras ocasiones programas para formar especialistas en Logopedia, Educación . Física, Artística, y otras áreas educativas. El Ministerio de Cultura podría colaborar en el mismo, a través de un plan de apoyo y asesoramiento técnico por parte de las bibliotecas públicas a las escolares, con las que posteriormente podrían organizar iniciativas culturales conjuntas. Parece necesario, también, que los centros dispongan de un presupuesto específico que les permita renovar y actualizar periódicamente los fondos. Así ha sucedido al menos durante algún tiempo con otras áreas de la enseñanza y los resultados están a la vista. Por último, se debería poner a disposición de los centros un programa informático, sencillo y asequible a la mayoría, que facilitase las tareas de registro, organi- zación y control de los fondos. De esta forma, además, todas las bibliotecas escolares podrían estar en el futuro integradas en una red más amplia de documentación, objetivo que parece ser se plantea el proyecto ministerial. Muchas de estas medidas —repito— no supondrían un gran coste económico; sino, fundamentalmente, una distribución más racional de los recursos tanto humanos como económicos de que disponen ambos ministerios. Aprender del pasado Estamos en puertas de un nuevo periodo político, y no estaría de más que los partidos políticos prestasen mayor atención a la cultura. «No basta construir escuelas para que se cumpla plenamente el desenvolvimiento cultural que España necesita. Urge divulgar y extender el libro. (...) Una biblioteca atendida, cuidada, puede ser un instrumento de cultura tan eficaz o más eficaz que la escuela. Y en los medios rurales puede y debe contribuir a esta labor de acercar la ciudad al campo con objeto de alegrar, humanizar y civilizar el campo, evitando que se despueble en este anhelo angustioso de buscar en la ciudad todo lo que el campo no ha tenido hasta hoy.» Ha pasado mucho tiempo desde que fueron escritas estas palabras. Lamentablemente, hoy siguen teniendo la misma vigencia. Están tomadas de un decreto, de agosto de 1931, cuyo objetivo era establecer bibliotecas en las escuelas nacionales. Parece que en aquella época, las palabras no se las llevaba el viento con la misma facilidad que en los tiempos actuales. Así lo confirman algunos datos: en el año 1932, se crearon, sólo en la región de Cantabria, 16 bibliotecas; en 1933, 62 más. Fueron 3.151 las bibliotecas creadas en todo el país durante ese bienio. Pero no sólo es cuestión de cifras. Junto a la contundencia de éstas, llama también la atención la sensibilidad de las personas responsables —reflejada en los documentos oficiales— y su entrega, así como la claridad de sus ideas y la sencillez con que están expresadas. Tan sólo un detalle. Nos lo cuenta María Zambrano, y hace referencia a las Misiones Pedagógicas: «No olvidaré jamás aquella tarde en que leía a las maestras unas páginas de El Quijote. Leía y leía, y el silencio iba adueñándose del espacio, y más tarde de todas nosotras. Las maestras me preguntaron qué hacer para entusiasmar a los niños con los libros. Yo sólo supe decirles que leyesen ellas, las maestras, que se reunieran con los niños en la lectura; que juntas encontraran el primer aliento de las palabras, la música que en ellas se esconde, y leyéndola se despierta. Leer, seguir leyendo hasta que el ensueño se apodere de todos, niños y maestros.» Mirar hacia atrás puede ser en ocasiones un buen ejercicio pedagógico. Nos gustaría encontrar personas con parecida sensibilidad y determinación, antes de que retrocedamos otra vez —como escribió Emilio Lledó— a «la edad oscura de la piedra». • -José Luis Polanco es maestro y especialista en literatura infantil y juvenil. ENTREVISTA Daniel Pennac Reencontrar el placer de la lectura por Josep M a r í a Cuenca* Nació en Casablanca hace 52 años. Ejerció oficios muy diversos, leñador, taxista, dibujante... —en países distintos— Costa de Marfil, Brasil, Francia, antes de dedicarse a la docencia y a la literatura, sus actuales ocupaciones. Estos son algunos apuntes en la biografía de Daniel Pennac, que, en 1992, protagonizó un verdadero acontecimiento literario en Europa con su ensayo Como una novela. Pennac estuvo en Barcelona, el pasado mes de marzo, para presentar su última novela, El señor de Malausséne, y aprovechamos para hablar con él sobre su faceta de escritor de literatura juvenil, casi desconocida en nuestro país, donde algunas de sus obras dirigidas a jóvenes sólo se han editado en catalán. 57 CLIJ83 ENTREVISTA r n la biografía literaria de Daniel Pennac (Casablanca, 1944) hay laMomiiui fecha y un libro ciertamente claves: 1992, año en que aparece su ensayo Comme un román (Como una novela) sobre la lectura y el libro en nuestro tiempo. Profesor de literatura en un instituto del barrio parisino de Belleville, donde vive desde hace más de veinticinco años, Pennac decidió escribir dicha obra contra la obligación de leer y en favor de la lectura como ámbito de placer y libertad. Un placer, consideraba Pennac, extraviado pero recuperable. Y sin que sirviera de precedente prescribió en esencia una única cosa: sugerir; nunca imponer. En esto habría de basarse el reencuentro con el gozo lector. Aquel breve y bienintencionado ensayo de potente intención pedagógica —al tiempo que seriamente crítico con los pedagogos profesionales— constituyó un verdadero acontecimiento literario en Francia, dando lugar, incluso, a un mediáticamente denominado «Fenómeno Pennac». Algo de todo eso, aunque en menor medida, conoció poco después buena parte de Europa. Sin embargo, el escritor Pennac existía desde mucho antes de su exitoso ensayo. De 1973 data su primer libro publicado (un panfleto contrario al servicio militar), y su bibliografía anterior a la aparición de Como una novela incluye, entre otras cosas, varias obras para el público más joven y tres novelas «para adultos» que forman parte de un ambicioso proyecto literario: su Cuarteto de Belleville, que el propio autor ha descrito como «mil quinientas páginas consagradas a las movidas aventuras de Benjamín Malausséne, chivo expiatorio profesional, de su familia, de su perro Julius, de su amiga Julie y del barrio de Belleville.» La obsesiva naturaleza clasificatoria de los críticos ha situado a Daniel Pennac entre los más destacados escritores del así llamado «neopolar» francés (se supone que una tendencia literaria afín a los clásicos norteamericanos de novela negra). Indiscutiblemente, más fácil y ameno que etiquetarlo resulta leerlo. El pasado año apareció en Francia la novela que cierra su antes mencionado Cuarteto, intitulada Monsieur Malausséne. Recientemente fueron publicadas sendas traducciones al castellano (Thassália) y al catalán (Empúries) que hicieron recalar a su autor por Barcelona. Una buena ocasión, sin duda, para conversar con él. «Los dos grandes defectos en los que no hay que caer cuando se hace LIJ son el moralismo y la ideología. Porque el primer deber es, sencillamente, explicar una historia». 58 CLIJ83 —Usted es un autor, podríamos decir, para todos los públicos. Ha escrito algunas narraciones para niños y jóvenes, ensayos e historias «para adultos». ¿Cómo vive, desde su condición de escritor en diversos registros, la diferenciación ampliamente aceptada entre literatura infantil y juvenil, por un lado, y literatura tout courtpor otro'' —Yo creo que hay una literatura para la infancia y para la adolescencia. Y esta literatura no se distingue de la literatura tout court más que desde el punto de vista de la estructura de las frases y del vocabulario; porque temáticamente no hay en realidad una gran diferencia entre una y otra. Si cogemos el cuento de Perrault Pulgarcito y enumeramos los temas que en él aparecen, encontraremos los mismos que están presentes en cualquier novela de Zola u de otros autores. Es decir: el pauperismo, el amor, la muerte, el dinero, la soledad... Lo que marca la diferencia, para mí en tanto que autor, entre una y otra literaturas es la escritura por ella misma, la técnica. Y los dos grandes defectos en los que no hay que caer cuando se hace literatura para niños y jóvenes son el moralismo y la ideología. Porque el primer deber es, sencillamente, explicar una historia. —En una enlevista que concedió en 1993, usted decía que la tontería es una de las plagas de la literatura infantil y juvenil. ¿Podría comentarnos un poco esta afirmación ? —Sí, es verdad. Una de las primeras tonterías de la literatura infantil y juvenil consiste en escribir historias infantiles. Pero hay más. La segunda tontería es imponerse el deber de escribir historias absolutamente edificantes, morales. La tercera es querer escribir historias muy liberadoras. En Francia hay toda una corriente de gente que escribe para niños y jóvenes según la cual hay que hablar de sexo, etcétera. Es la tontería simétrica. En literatura, la madre de la tontería es siempre la intención. Y todo lo que suena a intención es malo. —En varios de sus libros de ficción (L'ull del llop y Gossot Gossarro, por ejemplo) los animales poseen un considerable protagonismo. ¿A qué cree cpie se debe? —De niño y adolescente siempre he vivido con perros y gatos; mis hermanos y yo llevábamos a casa perros y gatos medio muertos, y aunque mi madre se ponía furiosa, al final acababan viviendo con nosotros. Por eso sé que cuando unos y otros viven juntos sienten una gran simpatía mutua; y por eso tengo una gran facilidad de relación con los animales. Desde luego, literariamente tienen un valor metafórico, pero si he sentido la necesidad de escribir Cabol Caboche (Gossot Gossarro) es porque he tenido ganas de describir el comportamiento de un perro. Y en el caso de L'oeil du loup (L'ull del llop), se trata de un lobo real que vivía al lado de mi casa y que iba a ver cada día. —Como una novela, el libro que le ha dado una notable celebridad internacional, incluye una afirmación hasta cierto punto sorprendente: «Pero si el placer de leer se ha perdido (...), no está muy lejos. Sólo se ha extraviado. Es fácil de recuperar.» ¿ Verdaderamente no cree que en este asunto hay algo de irreversible, de irrecuperable, de definitivamente extraviado ? —No. En la lectura de las escrituras, no las ideogramáticas sino las nuestras, las, digamos para el caso, occidentales, hay algo absolutamente específico: el pasaje del signo que no significa nada al sentido absoluto. Este pequeño viaje del signo al sentido, que es muy abstracto, este placer intelectual —sólo hay que recordar la inmensa alegría de los pequeños al descifrar los signos—, mientras se siga enseñando a leer a los niños permanecerá. Salvo, claro está, si la totalidad de la enseñanza acaba transitando a través de la imagen; en tal caso 59 CLIJ83 sí se podría matar a la escritura. Hoy por hoy, sin embargo, no creo que McLuhan lleve ventaja sobre Gutenberg. Y creo. asimismo, que hay un peligro menos ligado a la imagen que al urbanismo. En las periferias urbanas, en las que hay poco contacto humano, poca actividad comercial y general, y dónde sólo queda la televisión, ésta sí provoca destrozos terribles; pero no es así en los grandes núcleos urbanos. En cualquier caso, la imagen y la escritura han de cohabitar. Por otra parte, se producen fenómenos de fortalecimiento de la escritura. El fax, por ejemplo. El fax es una rehabilitación de la escritura; es una suerte de victoria de la escritura sobre el teléfono. —En su caso personal, ¿escribir ha sido una consecuencia natural de leer? —La escritura es como una especie de ENTREVISTA mimetismo de la lectura. Sucede algo parecido a esto, en mi caso al menos. —En algún lugar ha dicho que su deber como profesor no es enseñar literatura, sino contagiar su pasión por ella. Para usted, ¿el acercamiento apasionado a la lectura y la escritura es el mejor de todos los acercamientos posibles? —Se trata, de hecho, de las dos cosas. Pero, por orden cronológico, es preciso, primero, dar la pasión por la lectura, por la literatura, para poder después, eventualmente, acceder a la práctica analítica. Esto, creo yo, es lo que pasa. Invertir o alterar este proceso da malos resultados. —A partir de Como una novela, ¿existe, a su pesar, un «método pedagógico Pennac»? —No lo creo, porque Como una novela no es un método. Es la descripción de una experiencia. Y no se trata de una experiencia metodológica, sino comportamental. Y es un libro muy descriptivo. Justamente para evitar malentendi- «En literatura, la madre de la tontería es siempre la intención, y iodo lo que suena a intención es malo» dos, en la segunda edición de bolsillo del libro escribí una pequeña frase: «Se ruega no transformar estas páginas en un instrumento de tortura pedagógica». —¿Está satisfecho de cómo ha sido y está siendo recibida su última novela, El señor Malausséne? —Sí, sí. En términos generales han habido muy buenas críticas. Pero hay, en Francia, un crítico que me odia totalmente, un caso de verdadera detestación. Lo cual es muy divertido. Y maravilloso, porque te dices : «Me he convertido en la razón de vivir de un crítico literario». Y quizá si nos conociéramos personalmente simpatizaríamos. Ahora bien, lo que está claro es que nuestros universos estéticos no tienen nada que ver entre sí. En todo caso, todas estas energías pasionales es mejor invertirlas en la lectura y la escritura. —En términos generales, ¿qué opina del quehacer de la crítica literaria? —En materia de crítica no hay que dar jamás el derecho de respuesta a los autores. Son dos oficios diferentes. —Es una actitud, en el fondo, poco habitual... —Es la única que se puede tener realmente. Imagínese usted a todos los autores descontentos yendo a pegarse con los críticos. Sería un cirio total. Creo que hay que dejar a los críticos la libertad de su propia mirada estética y de su propia expresión. —Una última pregunta: ¿en qué proyectos trabaja en la actualidad? —Voy a escribir un relato breve —de entre cincuenta y ochenta páginas— para el diario Le Monde sobre Malausséne. Será algo así como un post scríptum. * Joscp María Cuenca es periodista. Bibliografía Com una novel.la, Barcelona: Empúries ,1993 (edición en catalán). Como una novela, Barcelona: Anagrama, 1993. Como una novela, Barcelona: Once. 1993(enbraille). Como una novela, Barcelona: Círculo de Lectores, 1993. Como unha novela, Vigo: Xerais, 1993 (edición en gallego). La facía carabina, Barcelona: La Magrana ,1993 (edición en catalán). L'ull del llop, Valencia: Tándem ,1993 (edición en catalán). Gossot-Gossarro, Valencia: Tándem, 1995 (edición en catalán). El senyor Malausséne, Barcelona: Empúries ,1996 (edición en catalán). El señor Malausséne, Barcelona: Thassália.1996. Nota La editorial Thassália prepara en estos momentos la edición de los tres títulos restantes del Cuarteto de Belleville: La felicidad de los ogros, El hada carabina y La pequeña vendedora de ¡irosa. BIBLIOTECAS ESCOLARES Experiencia piloto en Zamora por Autores Varios* CEIP «Jacinto Benavente», ÍES «Claudio Moyano». En anteriores números de CLIJ (véase n° 79, 80y 81) han aparecido artículos explicando el planteamiento y los objetivos del Programa de Bibliotecas Escolares, impulsado por el MEC en colaboración con el Ministerio de Cultura, con el que se pretende orientar la transformación de las bibliotecas de los centros educativos para que se conviertan en nuevos centros de recursos integrados en el proceso pedagógico de éstos. Entre las actuaciones previstas se contempla la puesta en marcha de un programa piloto para experimentar la red de apoyo a las bibliotecas escolares que se está realizando en centros de las provincias de Guadalajara, Madrid, Vallado lid, Zamora y Zaragoza. Los implicados en el proyecto piloto de Zamora nos explican en este artículo su experiencia. 61 CLIJS3 BIBLIOTECAS ESCOLARES CE1P «Luis Casado» de Corrales del Vino. uestra experiencia comienza a mediados del mes de septiembre de 1995 cuando la Dirección Provincial del Ministerio de Educación y Ciencia de Zamora, a través de la Unidad de Programas Educativos, nos comunicó la posibilidad de desarrollar un proyecto piloto en torno a las bibliotecas escolares, junto con otras cuatro provincias (Valladolid, Zaragoza, Guadalajara y Madrid), que iba a ponerse en marcha bajo la coordinación del Centro de Desarrollo Curricular del MEC. En esa primera fase informativa se nos comunicó que dicho proyecto se inserta en una serie de actuaciones centradas en el campo de la cultura que se han materializado en un convenio suscrito entre el Ministerio de Educación y Ciencia y el Ministerio de Cultura, firmado en mayo de 1995. Entre estas actuaciones se nos informó acerca de la puesta en marcha de un Programa de Bibliotecas Escolares que incluye el proyecto piloto, en el que vamos a centrar este artículo, y otras actuaciones ligadas al debate sobre el modelo de biblioteca escolar que exige nuestro actual sistema educativo, a la difusión de publicaciones que aporten estrategias para la organización y dinamización de bibliotecas escolares, y al establecimiento de cauces para formar al profesorado y para sensibilizar a la comunidad educativa sobre este tema. El proyecto se nos planteó como una actuación conjunta interinstitucional en la que íbamos a participar, a través de un plan conjunto de actuación, la red de lectura pública (Biblioteca Pública del Estado, de Zamora) un centro de profesores (el CPR de Zamora) y varios centros de Infantil-Primaria y Secundaria (los colegios «Jacinto Benavente» de Zamora y «Luis Casado» de Corrales del Vino, el LES «Claudio Moyano» de Zamora y el centro de FP «La Vaguada» también de la capital) con la coordinación a cargo de la Unidad de Programas Educativos. Nuestros centros participantes fueron seleccionados en base a criterios que tenían en cuenta la existencia de una biblioteca en funcionamiento, personal cualificado (profesorado responsable de las tareas de biblioteca) y participación en actividades de formación relacionadas con las bibliotecas escolares. El objetivo principal de este plan pilo- to es la experimentación del modelo de biblioteca escolar que se considera acorde con las exigencias de la reforma educativa. Este modelo concibe la biblioteca escolar como centro de recursos multimedia, dotado de cuatro características (gestión centralizada de los fondos, integración de documentos en todos los soportes, inserción en las actividades pedagógicas de los centros, abierto al exterior). Como recursos de apoyo a la puesta en marcha del proyecto piloto, se nos ofrecía una dotación económica para la informatización y adquisición de fondos, bases de datos, fondos, formación y asesoramiento. El objetivo que se nos planteaba era compartido, desde el principio, por todos los responsables de los centros implicados, ya que desde hace años venimos trabajando en una línea de innovación y formación similar. Por otra parte, todos compartimos la convicción de que la biblioteca escolar es una pieza clave en nuestro trabajo diario en los centros, como recurso metodológico en un doble sentido: lectura e información. Esperábamos que el Ministerio de Educación tuviese en cuenta lo que nosotros ya habíamos reflexionado y debatido durante bastante tiempo, pero que nos parecía imposible abordar en toda su magnitud por una serie de carencias estructurales: tiempos específicos para las tareas de biblioteca, materiales, locales adecuados, etc. Por esta razón comenzamos a trabajar con una elevada dosis de ilusión, pero conscientes de los retos que plantea un proyecto de estas características, especialmente el de la necesidad de implicar a todos los compañeros/as integrantes de los claustros de nuestros centros. Durante el mes de noviembre los responsables del proyecto en el CPR, la Biblioteca Pública, y los centros educativos iniciamos el proceso de planificación y puesta en marcha del proyecto conjunto de actuación. Plan de actuación Desde la primera reunión que mantuvimos todos los responsables implicados en el proyecto, la preocupación mayor fue elaborar un plan conjunto que fuese realista y centrado en el contexto de cada uno de los centros. Esto nos llevó a realizar un análisis de la situación de partida de cada centro y concretar así las necesidades y recursos comunes: infraestructura, recursos materiales, recursos humanos, tiempos, fondos, usos de la biblioteca escolar y déficit de uso. Asimismo este análisis permitió establecer las necesidades específicas de cada centro, ya que formamos parte del proyecto centros de todos los niveles, además del CEP. A lo largo de las diversas reuniones se ha creado un marco de colaboración muy positivo entre todos los participaníes, con un rico intercambio de experiencias y aportaciones, que ha ayudado a solventar dificultades y a mejorar el contenido del proyecto, tanto por parte de los cuatro centros escolares, como por la del CPR y de la Biblioteca Pública del Estado. Los resultados del análisis del contexto que efectuamos ponen de manifiesto las deficiencias de infraestructura- de las bibliotecas escolares y del CPR, en cuanto a espacio, mobiliario, equipamiento informático y presupuesto para la adquisición de fondos, la necesidad de una gestión centralizada de los fondos, a menudo dispersos en distintas dependencias, la insuficiencia de los tiempos disponibles por parte de los responsables, y la necesidad de un horario de apertura ajustado a las necesidades del alumnado y de la comunidad educativa. Por otra parte, se constatan déficits de uso de las bibliotecas escolares como recurso metodológico centrado sobre todo en la carencia de actividades de información, animación y explotación didáctica de la biblioteca, dentro del desarrollo curricular. formación de usuarios, encuentros, tratamiento de fuentes de información, etc. A partir de este análisis del contexto de partida, se establecieron una serie de actuaciones comunes y diferenciales en función del contexto de los diferentes centros y del CPR, así como de las funciones que debían desempeñar las bibliotecas escolares (centradas, sobre todo, en el alumnado), el CPR (centradas en el profesorado y el asesoramiento a los centros) y la biblioteca pública (centradas en la orientación y apoyo a los centros y al CPR), referidas a cuatro objetivos1 y que deben ser abordadas en paralelo, no sucesivamente, a lo largo del desarrollo del proyecto: — Equilibrar los fondos. Lo que implica estudiar y localizar todos los fondos de que dispone cada centro y el CPR; establecer la necesidad de nuevos fondos y la consiguiente compra, así como una vía de recogida permanente de peticiones; efectuar el expurgo necesario, etc. — Garantizar la disponibilidad de los documentos. En este objetivo se incluyen acciones tales como la organización y señalización del espacio biblioteca, la adquisición de mobiliario y equipamiento informático, la gestión centralizada de los fondos mediante la clasificación y catalogación de los documentos, etc. - Difundir los fondos y hacer que circulen por el centro educativo, objetivo que se concreta en acciones de organización del préstamo, realización de exposiciones temáticas y de diferentes tipos de fondos, instalación de tablones de anuncios, edición de boletines de novedades, presentación de obras, etc. — Ampliar las posibilidades de uso pedagógico de la biblioteca escolar. Dentro de este último objetivo, que nos parece el más ambicioso, pero que puede dar sentido real al proyecto, se integran una serie de actuaciones centradas en el uso de la biblioteca y de su recursos como espacio de «enseñanza-aprendizaje»: actividades de formación de usuarios, tratamiento de fuentes de información desde diferentes áreas, actividades de animación a la lectura, encuentros con autores, lectura crítica de la prensa, etc. El plan de trabajo se completó con un diseño de evaluación, que permitiese ir recogiendo información para reconducir o mejorar las actuaciones que no se desarrollasen correctamente, asi como con una relación de los profesionales participantes en el proyecto en cada uno de los centros, en.el CPR y en la biblioteca pública, con especificación de las actuaciones que se encomendaban a cada uno, ya que consideramos que la implicación de los claustros es una condición imprescindible para el éxito del proyecto. 63 CL1J83 BIBLIOTECAS ESCOLARES IFP «La Vaguada». Cooperación bibliotecaría Desde la perspectiva de la cooperación bibliotecaría, la filosofía del proyecto apunta a la creación de una red de bibliotecas escolares que, apoyada por la red de bibliotecas públicas del Estado, rentabilice el funcionamiento conjunto de toda la red bibliotecaría, con el fin de optimizar la atención a los diferentes colectivos de usuarios. Para facilitar la consecución de este objetivo se ha adoptado el mismo sistema de gestión bibliotecaría (programa informático Absys, sistema de clasificación CDU) que permite la exportación de registros de las bibliotecas públicas del Estado a las bibliotecas escolares y a la del CPR, y de las bibliotecas escolares y del CPR entre sí, con el consiguiente ahorro de recursos. Con el fin de potenciar la eficacia del proyecto de Zamora, la Biblioteca Pública del Estado ha designado, dentro de su equipo de bibliotecarios, un colaborador responsable de cada biblioteca escolar que ayudará a resolver las dudas que se planteen en las mismas. En esta misma línea, la Biblioteca Pública del Estado dirigirá los trabajos de prácticas de catalogación de diplomados de Biblioteconomía en las bibliotecas escolares, con el fin de avanzar en la catalogación de los fondos, tarea que se considera importante y que requiere de un tiempo del que, de momento, no disponen los profesores responsables de las bibliotecas escolares. Dentro del organigrama de las bibliotecas públicas del Estado, el programa de Bibliotecas Escolares debe suponer la creación, en cada biblioteca pública, de un Departamento de Bibliotecas Escolares que potencie la cooperación bibliotecaría en todos los órdenes. Balance y perspectivas de futuro Ya desde el propio proceso de planificación, en el mes de noviembre, comenzaron a desarrollarse las actuaciones, por lo que el proyecto tiene cuatro meses de andadura, no exentos de dificultades, pero también con realizaciones como ahora veremos. En la puesta en marcha, las dificultades se han centrado en la escasez de recursos (sobre todo, tiempo), suplida con muchas dosis de voluntad por parte, básicamente, de los responsables de las bibliotecas: en la dificultad de alcanzar una idea de «proyecto conjunto», y en la necesidad de sensibilizar, durante todo el proceso, al profesorado participante para conseguir su implicación activa en el proyecto. Si bien la dotación económica del MEC llegó pronto, lo que permitió la adquisición del material informático y la previsión de compra de fondos, se han planteado necesidades de mobiliario, cubiertas a medias con una dotación de material complementario recibida del MEC. Por otra parte, la necesidad de abrir las bibliotecas fuera del horario lectivo ha sido resuelta, en algunos centros, mediante los recursos humanos y materiales del Programa de Apertura de Centros a la Comunidad. Otras dificultades surgidas en el desarrollo han sido la tardanza en recibir tanto el programa informático que permite la gestión centralizada de los fondos, como las dotaciones bibliográficas, de exposiciones y las experiencias de encuentros con autores del Ministerio de Cultura. A ello se suma el que la formación de los claustros, efectuada mediante una jornada inicial de sensibilización durante el mes de enero, parece insuficiente. Por otro lado, la formación de los responsables se ha desarrollado, en su primera fase, en el mes de febrero en Madrid, con un carácter más adecuado, aunque aún incompleto, ya que la segunda fase (en la que se abordarán las posibilidades pedagógicas de la biblioteca escolar) estaba prevista para el mes de abril. A pesar de las dificultades expuestas, el balance de estos cuatro meses de puesta en marcha del proyecto es satisfactorio. Se han cubierto en todos los centros las actuaciones ligadas al primer objetivo (equilibrar los fondos), y se están desarrollando la mayor parte de las actuaciones referidas al segundo objetivo (garantizar la disponibilidad de los documentos), lo que ha implicado en el caso del CPR de Zamora, la ampliación del espacio-biblioteca; en el caso del Centro de FP «La Vaguada», el traslado de la biblioteca a un espacio mayor o,en el caso de los colegios «Jacinto Benavente» de Zamora y «Luis Casado» de Corrales del Vino y del instituto de «Claudio Moyano» de Zamora, la reorganización del espacio disponible. Asimismo, en todos los centros se ha efectuado una ambientación de la biblioteca que actúe como factor de sensibilización de sus usuarios. Respecto a los otros dos grandes objetivos (difusión de los fondos, ampliación del uso pedagógico de las bibliotecas) se han dado pasos importantes en el primero de ellos (exposiciones, tablones de anuncios, incremento del préstamo), mientras que las actividades del segundo, planificadas para el segundo y ter- cer trimestre, han comenzado en algunos de los centros y continuarán desarrollándose, a la vez que se completan las actuaciones referidas a los restantes objetivos. Por ello, a partir de ahora, vamos a poner el acento en el desarrollo de las actividades de formación de usuarios, tratamiento de fuentes de información desde diferentes áreas, actividades de animación a la lectura, encuentros con autores, etc. De cara al futuro, a próximos cursos, las conclusiones que se van apuntando a través del desarrollo del proyecto son de dos tipos: — Referidas al desarrollo del proyecto piloto en los cinco centros participantes. En este plano, parece clara la necesidad de integrar el proyecto «Biblioteca-Centro de Recursos» en los proyectos educativos de los centros y, en lo referente a su vinculación con el uso pedagógico de las bibliotecas, en los proyectos curriculares y programaciones de aula. Y, en el caso del Centro de Profesores y de Recursos, en su proyec- to de actuación, para potenciar el apoyo a los centros docentes a través del préstamo, análisis y difusión de todo tipo de recursos didácticos y colaboración en las cuestiones relacionadas con el uso pedagógico de las bibliotecas. Consideramos fundamental dejar planteado, de cara al próximo curso 96-97, un «Plan de Biblioteca» que de continuidad en cada uno de los centros, con sus peculiaridades, al proyecto que hemos inciado. manteniendo la colaboración entre todos los centros docentes, CPR y Biblioteca Pública. Consolidar las vías de apoyo al proyecto, en lo referente a disponibilidad de tiempo de los responsables y a recursos necesarios para la apertura de las bibliotecas fuera del horario lectivo. — Referidas a la generalización del proyecto. En este sentido, se considera urgente la revisión del marco jurídico bajo el que la Administración educativa considera las bibliotecas escolares, para establecer un nuevo marco que contemple la infraestructura y la dotación de recursos humanos y materiales necesarios, hacien- LAS TRES EDADES / E d i c i o n e s Siruela JOSTEIN GAARDER J l MISTERIO DEL SOLITARIO EL M U N D O DE SOFÍA JOSTJEJNGAARDER do especial hincapié en la disponibilidad de tiempo suficiente dentro del horario lectivo de los responsables de las bibliotecas. Y también para hacer realidad el modelo que se está experimentando, y que hunde sus raíces en la nueva concepción que la reforma educativa da a los procesos de enseñanza, como promotores de aprendizajes significativos y funcionales. • *Carmcn Alvarcz Rodríguez.del CEIP «Luis Casado» de Corrales del Vino (Zamora).Pilar Alvarez Rodríguez del CEIP «Jacinto Benavenle» de Zamora. Inmaculada Barbero Andrés y José Francisco Figal Carrascal del IFP «La Vaguada» de Zamora. Cristina Sahelices Fernández del ÍES «Claudio Moyano» de Zamora. Cocha González Díaz de Garayo. de la Biblioteca Pública del Estado, de Zamora. Daciana Jano Prieto, del Centro de Profesores y de Recursos de Zamora. Notas 1. La propuesta de estos cuatro objetivos generales procede de las orientaciones iniciales aportadas por el Centro de Desarrollo Curricular que, en nuestro proyecto, asumimos al compartir su adecuación a las finalidades que considerábamos fundamentales. NOVEDADES SIN PIES NI CABEZA CUANDO LAS PANTERAS NO ERAN NEGRAS Fabio Morabito EL TALISMÁN DE PITUSILLA Tom Hood EL LIBRO DEL VERANO Tove Jansson 400.000 ejemplares vendidos La segunda novela del autor de Él mundo de Sofía 5.a edición DOCUMENTOS Día Internacional del Libro Infantil 1 Este año le correspondió a la sección danesa del IBB Y (International Board on Booksfor Young People) preparar el cartel anunciador y el mensaje a todos los niños del mundo que, cada año, la organización lanza con motivo del Día Internacional del Libro Infantil, que se celebra el 2 de abril, para conmemorar el nacimiento de Hans Christian Andersen. La ilustradora Lilian Brégger ha sido la autora del mencionado cartel, mientras que la redacción del texto ha corrido a cargo del escritor Bjarne Reuter. Ambos mensajes, el visual y el escrito, se los ofrecemos reproducidos en estas páginas. Por otra parte, la OEPLI (Organización Española para el Libro Infantil y Juvenil), como sección española del IBB Y, con la colaboración y el patrocinio de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Cultura, promovió la celebración de este día el pasado 10 de abril, dado que el 2 era festivo. Para ello convocó un concurso literario infantil, dirigido a los alumnos de primaria, de trabajos inspirados en el mensaje de Bjarne Reuter, titulado «El libro: pasaporte para el mundo interior». El libro: pasaporte para el mundo interior r I uando se acercaba la fiesta de V Navidad me mandaron que ^ ^ ^ ^ subiera al desván en busca de adornos para el árbol. El desván estaba oscuro y húmedo, para explorarlo necesité una linterna. Mientras buscaba las estrellas, las bolas de cristal y los candelabros con ángeles regordetes, tropecé con una caja atada con un fuerte bramante. Intenté moverla, pero era tan pesada como misteriosa, secreta, prohibida, escondida y cerrada. No dudé ni por un momento en cortar los precintos. Un ruido semejante al batir de alas de un pájaro aturdido, recorrió el desván. Poco después mis ojos se fijaron en un montón de libros llenos de polvo y con los más diversos formatos. Algunos mostraban en sus portadas caras horribles, signos extraños, y dos de los más gruesos estaban ilustrados con sugesti- D í a Internacional del Libro Infantil * D i a Internacional del Llibre Infantil Día Internacional do Libro Infantil • H a u r Liburuaren N a z i o a r t e k o Eguna Os mellores libros para os me/lores lectores fMt RlT N Cando petan na porta pola noite Xahkr P, Docampo r * %* » ^ € ^N* Cando petan na porta pola noite Xabier P. Docampo Lista de honrado IBBY 1996 Premio Nacional de Literatura Infantil 1995 Premio Rañolas 1994 , Perigo vexetal Ramón Caride Premio Merlín 1995 El Libro: Pasaporte para el Mundo Interior • Ei Llibre és un Passaport per al Món Interior O Libro: Pasaporte para o Mundo I n t e r i o r • Libura: Barneko M u n d u r a n t z Pasaportea O R G A N I Z A C I Ó N FJi PAÑO I A l'A«A EL U R R O INFANTIL Y JUVT_ML OEPLI ^gMZJ? Diseño Gráfkc Mensaje 0 8¡arne Reuter © Sección Danesa del IB8Y. •••l.>-.i.-naa»l.l»«lll DirweionGíMnld.Ubi .<"_". ¿na .'.'-M =Í-/GC-E* vos desnudos. Cerré la puerta del desván con mucho cuidado, dejé la linterna sobre mi regazo, y comencé a leer una historia que se desarrollaba en la Florencia de 1433. No entendí bien de lo que trataba el relato, pero las palabras anidaban dentro de mi como semillas que suavemente iban creciendo misteriosas y mágicas. Al día siguiente volví a sentarme allí. Comencé a leer una nueva historia que trataba de un asesinato por envenamiento en Chicago. Un hombre corría por las calles estrechas de la ciudad perseguido por un terrible asesino. Las estrellas se encendían sobre su cabeza lo mismo que 'as que me hacían guiños a través del ventanuco de la buhardilla. La huida por el callejón agotaba mi respiración. Días más tarde, cerré el libro y pensé en mis incesantes correrías por Chicago. Ahora me encuentro sobre el tejado del mundo. Con estos libros en mi mano puedo viajar, no solamente a Chicago y a Florencia, sino a culquier parte donde la semilla de la palabra crece y se convierte en algo de mí mismo. Este placer me hace reír muy fuerte en clase de matemáticas y despertarme por la noche bañado en sudor, o hablar con tonos muy extraños y decirle a mi abuelo, cuando intenta enseñarme los Diez mandamientos: «Bien dicho tú, sabio entre los sabios; bien dicho, tú, el mayor de los ancianos». Bjarne Reuter (Dinamarca.) Amor dos quince anos, Marilyn Agustín Fdez. Paz Dr. Marañón, 12. Tlf. 986.296116 - Fax: 986.201366 36211 - VIGO X E R A I S LIBROS lau urtaroak DE 0 A 5 ANOS Manuela en el campo Marta Osorio Ilustraciones de Violeta Monreal. Colección Tren Azul, 23. Editorial Edebé. Barcelona, 1995, 550 ptas. Con la llegada de la primavera, la familia de Manuela, que ha aumentado con el nacimiento de Rafael, se pone en marcha. Durante todo el año viajarán rumbo al Sur, donde se reunirán con otras familias de gitanos para celebrar la Nochebuena. Sencillo cuento ilustrado, protagonizado por la idealizada familia de gitanos creada por Marta Osorio (ver en esta misma colección Manuela y Manuela y el mar), cuyo objetivo es mostrar los cambios que se producen en el campo con el paso de las estaciones. El texto principal, puramente descriptivo, sirve de soporte a diversas coplas flamencas de la tradición popular, recopiladas por la autora, que subrayan, con gracia y acierto, los distintos aspectos de la historia que interesa resaltar. Un libro de fácil lectura para principiantes, muy adecuado también para «contar» a los pre-lectores, que seguirán sin dificultad la historia, gracias a su buena secuenciación y a las claras imágenes que acompañan al texto. r> WMPXMU'ijp MARTA OSORIO • VIOLETA MOSREA edebé azeri urdina Azeri urdina Gaia Volpicelli. Ilustraciones de Alessandra D'Este. Traducción de J. Ormazabal. Colección Lau Urtaroak, 1. Editorial Elkar. San Sebastián, 1995. 495 ptas. Edición en vasco. Ediciones en castellano y catalán, en La Galera y PireneJ Quan és hora d'anar al Hit Nick Butterworth. Ilustraciones del autor. Colección Els Meus Amlcs. Editorial Juventud. Barcelona, 1995. 690 ptas. Existe edición en castellano. Un bebé y sus inseparables muñecos de peluche —Blanquito, Chito, Hipo, Coco, Trompita y Rafita— son los protagonistas de esta colección de libros ilustrados, de pequeño formato y resistentes páginas de cartulina plastificada, pensada para «lectores» de un año en adelante. Cada uno de los cuatro volúmenes (además del que encabeza estas líneas: Cuando jugamos juntos, Cuando vamos a comprar y Cuando hay que trabajar) presenta al bebé realizando una serie de actividades cotidianas. muy reconocibles por los niños pequeños, siempre en compañía de sus amigos. Este libro, al igual que los del resto de la colección, nos acerca al mundo animal. A través de esta historia conocemos la vida del zorro plateado durante un año: cómo se junta con la zorra, el nacimiento y enseñanza de las crías... todo ello basado en las ilustraciones, que son el verdadero soporte narrativo del libro. Tanto esta historia como las otras tres que han aparecido hasta el momento (El pingüino, El gato y El ratón del bosque), siguen el mismo esquema: la unión de dos animales, la procreación y los primeros pasos de las crías. A veces, la historia se inicia cuando el protagonista es joven, con lo cual se ofrece el ciclo vital completo. Cuentos de animales, pues, con unos textos quizá excesivamente dependientes de las imágenes, pero muy bien editados y con cuidadas ilustraciones de corte realista. Xabier Etxaniz. Quan és hora d'anar al ¡worth Eficaces imágenes de línea clara, tiernas y encantadoras, en unos libros muy atractivos, con los que los lectores se identificarán fácilmente, y que, bien utilizados por los adultos, son un buen instrumento para fijar conocimientos y para despertar la curiosidad y la imaginación de los pequeños. Cuento de primavera Jill Barklem. Traducción de Margarida Trías. Colección El Seto de las Zarzas. Editorial Destino. Barcelona, 1996. 775 ptas. Existe edición en catalán En las raíces y troncos de los árboles del Seto de las Zarzas han construido sus casas familias enteras de ratones. Allí viven los Manzano, los señores Ratapiés, los Largacola etc.,en paz y armonía. El día del cumpleaños del pequeño Fermín, toda la comunidad ratonil del Seto de las Zarzas colabora para organizarle una excursión sorpresa. A través de unos minuciosos dibujos asistimos a los preparativos y a la celebración de la merienda campestre de estos ratones humanizados que viven en plena época victoriana. Las ilustraciones también nos muestran con todo lujo de detalles los interiores de sus casas, también claramente de estilo Victoriano, al hilo de un argumento anecdótico supeditado a unas imágenes que hablan por sí solas. El formato casi álbum, con tapas blandas, permite disfrutar mejor de estas ilustraciones típicamente inglesas, siempre exquisitas, servidas en una cuidada edición con un precio más que razonable. Qué hi ha per a sopar? Teresa Duran. Ilustraciones de Max. Colección Popof i Kocatasca, 1, Editorial Publicacions de l'Abadia de Montserrat. Barcelona, 1996. 850 ptas. Edición en catalán. Primer título de una nueva colección de álbumes de pequeño formato, tapa dura y excelente diseño interior y exterior, protagonizados por un orondo cocinero real, Popof, y un gallo, Kocatasca. En esta aventura de pre- sentación, Popof, por orden de la reina Prosapia, se dispone a hacer un delicioso caldo de gallina. Kocatasca se entera de las intenciones de Popof y conmina a las gallinas más viejas y también a las jóvenes a que huyan de palacio y se escondan. Comienza así una disparatada peripecia, con final feliz. Al estilo de las narraciones tradicionales, la autora teje esta divertida historia, llena de chocantes blasfemias de origen culinario,y de trepidante acción. La sencillez del argumento está muy bien vestida por un lenguaje rico en expresiones que realzan el humor y lo absurdo de muchas de las situaciones descritas. Las ilustraciones de Max ,conocido dibujante de cómic, son expresivas, escuetas y dinámicas y realzan un texto que se presta a la lectura en voz alta, para degustación de los prelectores. Leo, Zac y Emi. Tres amigos revoltosos Amy Ehrlich. Ilustraciones de Steven Kellogg. Traducción de Pablo Lizcano. Colección Infantil. Editorial Alfaguara. Madrid, 1995. 550 ptas. Leo y Zac son compañeros de colegio y amigos inseparables. A los dos les gusta mucho Emi, la alumna nueva de la clase, que es revoltosa y divertida. Los problemas comienzan cuando, en algunos juegos, Leo y Emi forman pareja y Zac se siente abandonado. Interesante historia sobre la amistad y los celos entre niños, narrada con sensibilidad y sencillez. Todo un repaso a la complejidad de las relaciones personales, en el que la autora muestra con naturalidad, y al hilo de las peripecias que viven sus protagonistas, la importancia del compañerismo y la generosidad, de saber compartir y saber renunciar, y del respeto a la libertad individual. Dividido en cuatro breves 69 CUJ83 capítulos, y acompañado por dinámicas y expresivas ilustraciones, es éste un libro entretenido y ameno, y muy fácil de leer. LIBROS/NOVEDADES C a ^ 1 lie 2* ii ii ii ii H ii ii ir £ " Bruno el vetoirx^on m I1.- rtenswo til IIIIIIIIIIIIIIlí Bruno el rezongón K.Mensing. Ilustraciones del autor. Traducción de María Ofelia Arrutl. Colección Los Especiales de A la orilla del mar. Editorial Fondo de Cultura Económica. México D.F., 1993. 1.370 ptas. Bruno y Brita, dos jóvenes cebras antropoformizadas, deciden jugar juntos en una lluviosa tarde de domingo. Los padres de Bruno, los señores Rayado, se dedican a ver la tele, mientras que los pequeños, como haría cualquier niño, imaginan que son piratas abordando barcos mercantes, que son médicos, o que son miembros de un circo ambulante... Esta simple anécdota sirve para crear unas impactantes imágenes en las que se juega con las rayas de las cebras para crear una curiosa sinfonía de formas en blanco y negro, en las que predomina la línea, ya sea horizontal, vertical, oblicua, curvada.... Un álbum innovador, que se presenta en formato apaisado y con letra manuscrita que facilita la lectura. El lector quizá se pregunte por qué reseñamos una obra editada en 1993. La respuesta es que estos libros del Fondo de Cultura Económica están llegando ahora a las librerías españolas, y que vale la pena prestarles atención. El Hijo del Viento Ricardo Alcántara. Ilustraciones de Gusti. Colección El Duende Verde, 90. Editorial Anaya, Madrid, 1996. 750 ptas. Un buen día Martín se despierta en medio de una isla misteriosa y desconocida. La isla está llena de peligros, de gorilas furiosos, de salvajes guerreros indígenas, pero nada de esto asusta al valiente Martín. Con arrojo y destreza, encontrará un tesoro, vencerá a los gorilas y a los indígenas, y cuando éstos le eligen jefe, con el nombre de Hijo del Viento... la voz de su madre le devuelve a la cruda realidad: es hora de ir al colegio. Ricardo Alcántara ha escrito este divertido y descabellado cuento inspirándose en la más germina fantasía infantil, esa que permite a cualquier niño convertirse en héroe y protagonizar extraordinarias aventuras. Una historia llena de emoción en la que todo es posible, desde acompañar a las sirenas por el fondo del mar, hasta adquirir EL HIJO DEL VIENTO fado Alcántara Ikstnci i ai ANAYA poderes mágicos comiendo chocolate, narrada con desparpajo, ritmo trepidante y mucho humor. Un libro de estimulante lectura, que cuenta con el excelente apoyo de las originales y brillantes ilustraciones de Gusti. unc s? Vincent van Gogh Camille y los Girasoles Laurence Anholt. Ilustraciones del autor. Traducción de Irene Saslavsky. Editorial Serres. Barcelona, 1996. 1.560 ptas. Un pintor pelirrojo, de nombre Vincent, llega al pueblo de Camille, en el sur de Francia. Su comportamiento poco convencional provoca el rechazo de los vecinos que, además, tampoco aprecian su arte. Sólo la familia de Camille, y éste en primer lugar, le arropan y le brindan su amistad. Finalmente, Vincent tendrá que abandonar el pueblo, no sin antes haber plasmado en sus lienzos a toda la familia, e incluso un jarrón lleno de girasoles que Camille le había regalado. Excelente álbum ilustrado de esta nueva colección pensada para iniciar en el arte a los niños pequeños. No se trata de un libro informativo (aunque uno de los aspectos básicos del libro es la información visual que se ofrece sobre la obra de Vincent van Gogh), sino de un cuento sobre la amistad y la comprensión, que el autor-ilustrador inglés Laurence Anholt ha elaborado basándose en una posible relación entre el famoso pintor y el niño Camille Roulin, hijo del cartero del pueblo francés en el que residió durante una temporada. Un buen texto, perfectamente ambientado por unas brillantes ilustraciones que recrean el estilo del pintor holandés, hacen de éste un cuento «diferente» y muy interesante. En la misma colección se ha publicado La Princesa y el Pintor, volumen dedicado a Velázquez. . | c ESTRELLA DE CACAO DE 8 A 10 ANOS Cantarolas Anisia Miranda y Xosé Neira Vilas. Ilustraciones de Ma Fe Quesada. Colección Merlín. Editorial Xerais. Vigo, 1995. 825 ptas. Edición en gallego. Bajo el mismo título encontramos, en realidad, dos libros de poemas. El primero de Anisia Miranda —escritora cubana hija de emigrantes gallegos, que ha dedicado buena parte de su vida a la edición de revistas infantiles en Cuba—, y el segundo, de Xosé Neira Vilas, uno de los autores gallegos que primero ha tenido en cuenta a los lectores más jóvenes en su producción literaria. Fruto de la colaboración de esta pareja de escritores es, entre otros, este libro de poemas en el que son frecuentes animales, situaciones y realidades muy cercanas a los niños. Aún participando del mismo espíritu, se advierte en la obra de Miranda un mayor afán dialogal, con poemas escritos para su representación teatrla. Neira Vilas, en cambio, retoma temas clásicos en los que la rima y las aliteraciones consiguen un efecto musical muy logrado. Ma Fe Quesada pone su habitual nota de ternura en las ilustraciones. Xián Xaneiro. Estrella de Cacao Pierre Heuer. Ilustraciones de Christoph Abbrederls. Traducción de Noemí Sobregués. Colección Grumetes, 26, Editorial La Galera. Barcelona, 1996. 930 ptas. Existe edición en catalán. Lacacaotea es el reino del cacao. Sus habitantes se alimentan con cacao mágico, es decir, con polvo de cacao mezclado con leche que llueve de las estrellas. En este curioso país vive Estrella de Cacao, la heroína de esta historia, que debe su nombre al hecho de que cuando cayó por accidente dentro de una cazuela llena de este combinado, su cara se transformó en el espejo del cielo, se pobló de estrellitas de color cacao. Desde entonces, se la considera como una especie de amuleto de la suerte del reino, y ella será la encargada de viajar hasta el vecino país de Champanoea en busca de ayuda, cuando en Lacacaotea las estrellas comiencen a caerse del cielo sin control. Imaginativa historia con tintes fantásticos y trasfondo ecológico, narrada con buen pulso por Pierre Heuer, un abogado suizo que se estrena como escritor con este dulce y bienintencionado cuento relacionado con el chocolate, una de las pasiones del autor y de cualquier ciudadano helvético que se precie. Un argumento original, bien planteado y resuelto, que se lee con interés hasta el final, y al que acompañan unas expresivas ilustraciones. El salto de Monglino José Luis de Román. Ilustraciones de Mercedes Sagüillo. Edición de los autores. Patencia, 1995. 650 ptas. El pequeño «rano» Monglino vive feliz en su charco, en medio del bosque, y suele dormirse después de escuchar un cuento que, cada noche, le cuenta el abuelo. El cuento que más les gusta a Monglino es aquél de la princesa que desencanta, con un beso, al príncipe rana. Y por ello, un buen día, decide ir en busca de una princesa que le convierta a él en un príncipe. Entretenido cuento, narrado con sencillez y corrección, en el que el autor utiliza la anécdota del príncipe rana como arranque de un viaje iniciático por el mundo de «los. humanos», en el que la joven rana protagonista —un personaje con las características y reacciones propias de cualquier niño de verdad— descubrirá ventajas e inconvenientes y aprenderá a valorar su pro- de Román El salto de Monglino Ilustraciones de M. Sagüillo pió mundo. Pese a la escasa originalidad del argumento, el cuento tiene algunas ideas interesantes y está bien resuelto. LIBROS/NOVEDADES KrMl ! Como unha pluma liviá Xavier López Rodríguez. Ilustraciones de Marisa Irimia. Colección O Trolebús, 6. Editorial Casáis, LaCoruña, 1995. 950 ptas. Edición en gallego. Helena es una niña curiosa y preguntona que vive en Brumoso, una aldea a la que un día llegó la niebla y que, desde entonces, cambió su nombre de Solano por el actual. Al menos eso cuenta el padre de Helena, sin que la niña acabe de creérselo. Tampoco se cree que en un baúl de su casa vivan las lenguas preguntadoras de antepasados cargados de dudas, pero así es. Sin embargo, Helena es capaz de hablar con una trucha (que le cuenta por qué los peces no tienen pestañas) ,o de descubrir que, contra el dicho popular, las manzanas sanas pueden curar a la podrida que convive con ellas. Una novela, en fin, estructurada en veintiún capítulos que relatan otras tantas peripecias de la niña protagonista, en un entorno rural un tanto anclado en el pasado aunque, a veces, con sorprendentes alusiones a la actualidad (por ejemplo, las noticias de la Unión Europea también llegan a Brumoso. Xián Xaneiro. XAVIER LÓPEZ RODRÍGUEZ COMA UNHA PLUMA LIVIÁ Esclafamuntanyes Enríe Valor. Ilustraciones de Francesc Santana. Adaptado de Rosa Serrano. Editorial Tándem. Valencia, 1995. 4.500 ptas. Edición en catalán. Este magnífico álbum de gran formato contiene una de las rondallas más emblemáticas recogidas y transcritas por Enric Valor (Castalia, I 9 l l ) . el conocido y reconocido escritor y gramático valenciano, y ha sido publicado con motivo del 84 cumpleaños del autor. Ningún escritor puede soñar mejor regalo que el de ver editada una de sus obras con esta calidad y cuidado, no sólo en la adap- El enano Dirk Armando. Ilustraciones de Susanne Janssen. Traducción de Nadine Bellén. Colección El Barco de Vapor, Serie Oro, 10. Ediciones SM. Madrid, 1995. 1.160 ptas. Un enano que logra ser rey impresionando a sus subditos con una sabiduría que, en realidad, es puro engaño; un pájaro que no quiere volar, hasta que su habilidad para despegar del suelo le salva la vida; una bruja que, en realidad, quiere ser princesa; un gigante fuerte pero nada amable que se niega a convertirse en vegetariano, y que comerá viajeros hasta el día de su muerte; o un aventurero incapaz de reconocer una aventura aunque la haya vivido en propia piel son algunos de los protagonistas de los ocho cuentos agrupados en este volumen de impecable factura. Bajo su pariencia de descabelladas, incluso absurdas, fábulas , estas narraciones cortas pobladas de extraños personajes, muestran algunas de las con- tación del texto, sino también en la presentación, en la que destacan las pictóricas ilustraciones de Santana, hechas con técnica mixta. En Esclafamuntanyes, que traducido sería lago así como «Aplastamontañas», se nos cuenta la historia del pequeño de cuatro hermanos que después de vencer a un terrible genio y de salvar así a tres princesas, es traicionado por sus envidiosos familiares. Pero gracias a sus virtudes, a la ayuda del genio, ahora convertido en su esclavo, y a la fuerza del amor conseguirá casarse con la princesa de sus sueños. Una historia llena de gestas y magia apta para lectores de 10 a 100 años. ARMANDO ELENANO DIRK ductas humanas que menos nos honran, como la estupidez, la ignorancia, o la envidia. Su autor, un pintor, actor y escritor holandés que responde al nombre de Armando, se estrena en el mundo de la literatura para niños con estos cuentos de hadas llenos de humor, pero también algo perversos. Una lectura estimulante, tanto para niños como para adultos, muy bien arropada por unas elegantes y enigmáticas ilustraciones a todo color. Sin pies ni cabeza DE 12 A 14 AÑOS El cavaller Cor Molsut Sussanna Tamaro. Ilustraciones de Tony Ross. Traducción de Josep Julia. Colección Tren Electric, 9. Editorial L'Arca/ Grijalbo Mondadorl. Barcelona, 1995. 900 ptas. Edición en catalán. Existe edición en castellano (El caballero Corazón de Melón). De como Michele, un niño gordo al que sus padres internan en una clínica de adelgazamiento, acaba convirtiéndose en el caballero Cor Molsut llamado a salvar al mundo de un malvado monstruo marino, mitad ballena mitad rinoceronte, que ha robado los sueños a la gente. Interesante argumento que, bajo la apariencia de un relato de fantasía y aventuras, esconde algunas observaciones y veladas críticas a nuestra sociedad en la que las apariencias lo son todo, y en la que algunas actitudes de nuestros hijos, esconden problemas de soledad, falta de cariño etc. De todos modos, la historia presenta, en su desarrollo, altos y bajos, aunque en conjunto resulta amena y divertida. Los dibujos de Tony Ross imprimen brío y humor al texto. Sin pies ni cabeza Sto. Ilustraciones del autor. Traducción de César Palma. Colección Las Tres Edades, 44. Editorial Símela. Madrid, 1996. 1.800 ptas. El volumen contiene diez disparatas, absurdas, divertidas, surrealistas historias firmadas por Sergio Tofano (Roma, 1886-1973), un escritor, ilustrador y actor italiano universalmente conocido como Sto. A él debemos este libro delicioso, publicado por primera vez en 1920, en el que aparecen guerreros que se quedan prisioneros Ojos saltones Anne Fine. Traducción de Javier Franco Alxelá. Colección Infantil-Juvenil. Editorial Alfaguara. Madrid, 1995. 775 ptas. La madre de Kitty hace tiempo que está divorciada, y ha tenido ya más de un novio. Así que el día que Helly, una compañera de clase de Kitty, se echa a llorar en clase porque odia al "novio" de su madre, la profesora envía a Kitty a consolarla. La protagonista le hablará a su amiga de «Ojos saltones», un pretendiente de su madre al que detestaba con todas sus fuerzas, hasta que aprendió a convivir con él y a valorar sus cualidades. Helly tendrá que hacer lo mismo con «Zapatos de sapo». La propia Kitty nos describe con minuciosidad y sutil humor su cambio de actitud con respecto a «Ojos saltones», desde su empizanamiento inicial en hacerle la vida imposible, hasta el momento en que comienza a aceptarlo y a valorar algunos aspectos de su comportamiento y de su manera de ser. El tema, en principio,parece más atractivo 73 CLIJ83 dentro de su armadura, criaturas con padres, madres y abuelos de distintas ¡ nacionalidades que se empeñan en ponerles institutrices de sus respectivos países, sultanes que sufren de insomnio y prohiben a sus subditos ¡ dormir, reyes que convocan concursos para encontrar quien les cultive cerezas sin hueso, monarcas con tres piernas, o perros peludos capaces de desencadenar un rosario de desastres en su vecindario. La maestría de Sto radica en tomar un argumento descabellado, que se enreda hasta el infinito, pero desarrollado con tal coherencia que es imposible no asumirlo, finalmente, como razonable. La prosa rica y ágil del autor, y sus divertidos dibujos convierten este libro en una verdadera joya literaria, es una obra de lectura obligada. para aquellos lectores con una situación familiar similar a la de Kitty, pero la pericia de la autora convierte este relato sobre la vida cotidiana en una historia divertida, llena de vida, sensible, e irónica sobre las relaciones humanas, que puede interesar a todos, incluidos los adultos. La novela inspiró una serie de televisión y obtuvo varios premios en Gran Bretaña. LIBROS/NOVEDADES MAS DE 14 ANOS La vida hacia atrás Gudule. Colección La Joven Colección, 43. Editorial Lóguez. Salamanca, 1995. 1.388 ptas. A principios de curso, un nuevo alumno, Thomas, llega a la clase de Io de secundaria. Elsa se siente inmediatamente atraída por él, y pronto establecen una tierna amistad, que se verá interrumpida bruscamente cuando uno de sus profesores, alarmado por la posible intimidad de la relación, informa a los padres de Elsa de que Thomas es seropositivo. La noticia se difunde inmediatamente por todo el colegio. Novela sobre el SIDA, narrada con sencillez y claridad, en la que se abordan, desde un escenario escolar bien conocido por los lectores, todo tipo de cuestiones sobre esta enfermedad: desde los prejuicios debidos a la falta de información, hasta la responsabilidad de los afectados para no poner en peligro a sus allegados, pasando por su derecho a no ser tratados como apestados. Con más valor informativo que literario, y a pesar de una poco cuidada traducción del francés, es una novela que aclara, con amenidad, dudas y errores comunes, y que, por ello, se lee con interés. la vida hacia atrás gudule // $ la ¡oven colección Las pelirrojas traen mala suerte Manuel L. Alonso. Editorial Alfaguara. Madrid, 1995. 850 ptas. Relato de iniciación, historia de un primer amor, intriga, aventura, huida...todo eso nos ofrece Las pelirrojas traen mala suerte, novela que obtuvo el Premio Jaén 1995. El protagonista: Chico, un adolescente de 14-15 años nos narra ,en primera persona ,su huida de casa y su encuentro con un grupo de okiipas, entre los que está Helena, una chica algo mayor que él, de la que se enamora de manera fulminante, y a la que seguirá en su misteriosa y peligrosa peripecia. El escenario principal: la ciudad de Granada, con sus claroscuros, donde todo es posible. Con prosa escueta, directa, ágil, no exenta de humor, el autor nos conduce por esta historia que, a medida que avanza, se va haciendo más intrigante y misteriosa, para acabar descubriéndonos una trama interesante, bastante verosímil, aunque con algunos cabos sueltos. Pero poco importa, porque sólo es el telón de fondo en la relación entre Chico y Helena, planteada con buenas dosis de romanticismo y aventura. Miradas en el espejo María Hede. Traducción de Rosa Pilar Blanco. Colección Espacio Abierto, 38. Editorial Anaya. Madrid, 1995. 900 ptas. Evelyn vive obsesionada, desde niña, por su peso. Es una adicta a las dietas rápidas, no come nada sin controlar sus calorías, y si es necesario, recurre al ayuno. Aterida de frío todo el día, con continuos mareos, sin ganas de hacer nada ni de relacionarse con nadie, y con cada vez más agudas tendencias autodestructivas, a los 18 años y con 35 kilos de peso, es internada por tercera vez en una clínica para ser tratada de anorexia. Novelización de un hecho real, narrada en primera persona por la protagonista, a través de las páginas de su diario. Un diario monotemático sobre la comida y el peso, que refleja la imposibilidad de los enfermos de anorexia (mujeres en su mayoría) de superar una obsesión por la que son capaces de dejarse morir. El testimonio personal que ofrece este libro, pretende contribuir a esa comprensión y, mostrar que, S P A C I o es posible escapar de una enfermedad que es un auténtico infierno. Un libro interesante, más por su carácter informativo que por su valor literario. Kippel y la mirada electrónica Ángela Vallvey. (¡elección ()ran Anqular. 142. Editorial SM, Madrid, 1995. 955 ptas. Ricardo tiene 19 años y ninguna perspectiva vital. Ha dejado de estudiar, no encuentra más que trabajos malpagados, no sabe manejarse en el amor, no entiende el comportamiento de su madre tras el divorcio, se le ha muerto su hermano mayor, su ídolo... Se siente un kippel (objeto inútil, según la jerga de Blade Runner), y su mejor amigo es su videocámara Canon, a la que cuenta todo lo que se le pasa por la cabeza. Los monólogos del protagonista con Calles frías Robert Swindells. Traducción de Ester Gómez. Colección Paralelo Cero, 1. Editorial Bruño. Madrid, 1995. 775 ptas. Es un adolescente, se hace llamar L.ink y, por circunstancias familiares su cámara son el hilo conductor de esta estupenda —y dura— novela sobre un joven que busca sentido a su vida, en la que destaca tanto el contenido como la estructura narrativa y la voluntad de estilo. Narrada con un estilo directo y desgarrado, que refleja con mucho acierto el ambiente y las circunstancias del protagonista, en ella se alternan los monólogos con capítulos escritos en tercera persona, que van componiendo, como un mosaico, toda una serie de historias paralelas — las de los personajes secundarios—, que explican el desconcierto y la desolación del protagonista. Una novela muy convincente. Jordi Sierra i Fabra. Colección Gran Angular/Alerta Roja, 6. Editorial Cruílla. Barcelona, 1995. 955 ptas. Edición en catalán. —la madre abandonada por el marido se junta con un indiseable proclive a los excesos etílicos, y éste decide echar al hijastro de casa-— y sociales, se ve abocado a vivir como un vagabundo en las calles de Londres, mientras se empeña en encontrar trabajo. Entretanto, un peligro se cierne sobre los jóvenes «sin techo» que pululan por esta ciudad: un asesino, un ex-militar loco, que se cree con derecho a seguir matando en nombre de la patria, para limpiarla de la escoria que afea y degrada la sociedad. Siniestra y cruda novela en la que se ofrece, por un lado, el relato en primera persona del día a día en la peripecia vital de Link y su lucha por sobrevivir en la gran ciudad. Por otro, se intercalan con estos capítulos, otros en los que habla el asesino para descubrirnos sus motivaciones y su macabro modus operandi. Como no, el destino unirá a estos dos personajes, a través de los que el autor retrata una sociedad «enferma». Swindells vivió como un vagabundo durante algún tiempo para dar realismo a este relato magnífico y escalofriante, impregnado de sutil humor ,con el que obtuvo el Premio Nacional Carnegie 1994, que otorga la Asociación de Bibliotecas del Reino Unido. Chico pobre, pero guapo, encuentra chica guapa, pero rica, y se enamoran. Estos Romeo y Julieta contemporáneos tendrán que luchar duro por llevar adelante su historia de amor amenazada por todos los flancos: el padre de ella se opone, por ser él un «don nadie» sin futuro, con padre verdadero en la cárcel y padrastro alcohólico; tras la muerte de su madre, y después de perder el trabajo ,él, Pep, se plantea si es justo para ella, Beatriu, mantener la relación; ella, por su parte, soporta la presión de un entorno social y familiar que ve con malos ojos esta relación. Solo el tiempo jugará a favor de los enamorados. Con gran sensibilidad y realismo, el autor aborda esta conflictiva historia sobre el primer amor, que el drama familiar de él y la diferencia de clases acaban por malograr. Hemos hablado de realismo, porque está muy bien retratada la situación ,y los personajes, con sus sentimientos y actitudes resultan muy creíbles, pero también hay romanticismo y algo de aventura en esta trama que se sigue con interés hasta el final. Prosa fluida y cuidada, con un lenguaje que refleja el que utilizan los jóvenes de hoy, y buena utilización de la elipsis son otras virtudes de la novela. 75 CLIJ83 L'estel del matí LIBROS/CÓMIC El comic y el arte secuencial Guión y dibujos de Will Eisner. Editorial Norma. Barcelona, 1996. 2.400 ptas. El hijo de Astérix Texto e ilustraciones de A. Uderzo. Traducción de Víctor Mora. Editorial Planeta Júnior. Barcelona, 1996. 1.400 Ptas. Existe edición en catalán. Una mañana, al levantarse, Astérix y Obélix encuentran un extraño presente en la puerta, un bebé abandonado. A partir de ahí se desencadenan una serie de divertidos gags en los que estos dos recalcitrantes y rudos solteros se las ven y se las desean para «lidiar» con la criatura. Con el primer biberón que logran preparar, el bebé no sólo ingerirá leche, sino un poco de poción mágica que quedaba en el fondo del recipiente. Los resultados, demoledores. Al mismo tiempo, nuestros héroes iniciarán pesquisas para averiguar la procedencia del niño. Por su parte, el general romano Marcus Junis Brutus, utilizará algunas tretas absurdas para hacerse con el bebé que sospechamos, tiene real linaje. Quizá los guiones de Uderzo no tengan el ingenio, la chispa que se achaca a los que firmaba Goscinny, pero esta historieta contiene excelentes pasajes, sobre todo para los que saben leer entre líneas, y resulta una divertida lectura apta para todos los públicos. El final resulta apoteósico, aunque previsible. De todos modos, poco importa porque ya hemos disfrutado con las peripecias de estos «padres forzosos». D A partir de 8 años. Sin duda alguna Will Eisner es uno de los autores más aclamados dentro del mundo del cómic. Su peculiar forma de contar historias , así como su magnífica facilidad para plasmar la condición humana, han hecho que Eisner sea considerado como uno de los «padres» de este arte que él define perfectamente como «secuencial». Norma Editorial publica la segunda edición de esta completa obra en la que. a través de sus propias y conocidas historietas, Eisner nos muestra con precisas descripciones como encadena las viñetas, utiliza los textos y desarrolla la acción de sus personajes, sobre La casa donde sueñan los árboles Guión y dibujos de Comes. Colección BN Editorial Norma. Barcelona, 1996. 1.500 ptas. Entre el relato de misterio, la fábula ecologista y la ciencia ficción se encuentra este álbum del dibujante Comes, con el que Norma Editorial llega al número 24 de su colección Blanco y Negro. Cibeles, una joven muchacha huérfana, se traslada a vivir con su abuela al corazón del bosque. Sorprendida ante los misteriosos sucesos que ocurren en el exterior, Cibeles interroga a su abuela, y descubre un misterioso secreto, oculto a lo largo de los años, que ahora las amenaza a ambas. Comes hace un magnífico uso de las sombras y crea , a partir de la figuras de los árboles, unas tremendas y terroríficas figuras que se convierten, a medida que avanza la historia, en los 76 CLIJ83 los que además hace un profundo análisis —gestos, facciones, utilización de las sombras—. Un álbum que no sólo permite apreciar las grandes posibilidades narrativas de un medio como el comic, sino también la gran destreza que Eisner ha adquirido a lo largo de toda una vida dedicada exclusivamente al mundo del tebeo. El libro, además de una gran influencia para otros autores como es el caso, revisado hace algunos meses en estas mismas páginas (CLIJ n°76) de Scott McCloud y su Cómo se hace un cómic. El arte invisible es, por supuesto, una obra para todos los públicos, pero que sin ninguna duda hará las delicias de los que, en alguna ocasión, se han sentido atraídos por el mundo de las viñetas de una manera práctica y, por descontado,para todos los fans y coleccionistas de este gran dibujante que es Will Eisner. Gabriel Abril. DA partir de 14 años. protagonistas del guión sobre el que se basa ésta. Recomendado especialmente para los amantes del suspense inteligente. La casa donde sueñan los árboles, es un ejercicio casi cinematográfico que Comes hace llegar al lector en forma de un estupendo guión y unos excelentes dibujos.Gabriel Abril. DA partir de 14 años. LOS MAS LEÍDOS '% Ricardo Alcántara, Asun Balzola, Elvira Lindo, Carmen Vázquez-Vigo, todos ellos destacados autores nacionales, ocupan los primeros puestos de este ranking literario en el que destaca la variedad y la calidad de todos los títulos. Y junto a las figuras del país, escritores extranjeros que también gozan de gran aceptación entre el público infantil y juvenil, como Angela Sommer-Bodenburg o Sue Towsend con El diario secreto de Adrián Mole, una de las novelas más divertidas y críticas que se han escrito en los últimos años. La información para confeccionar esta lista nos la han proporcionado la Biblioteca Pública Municipal de Azuqueca de Henares (Guadalajara), de la Biblioteca Pública Municipal de Cuntís (Pontevedra), de la Biblioteca Pública de Vitoria, y de la Xarxa de Biblioteques Municipals de Selva (Islas Baleares), que está formada por las bibliotecas de Selva, Caimari, Moscari y Biniamar. Título Autor Editorial Batman: la máscara del fantasma Geary Gravel Ediciones B Diario secreto de Adrián Mole Sue Towsend Quarto El monstruo en el armario Carmen Vázquez-Vigo SM El pequeño vampiro Angela Sommer-Bodenbui g Alfaguara Histories de piratas Daniel Defoe Granica Mil anys de contes Autores Varios Baúl a Manolito Gafotas Elvira Lindo Alfaguara Por los aires Asun Balzola SM ¿Quien ayuda en casa? Ricardo Alcántara Edelvives Stelaluna Janell Cannon juventud 77 CLIJ83 BOLONIA Bolonia 96 por Victoria Fernández N ada nuevo, todo bien. Esta frase podría resumir lo que ha sido la 33 edición de la Fiera del Libro per Ragazzi de Bolonia (Italia), porque si bien es cierto que no se han podido ver en ella grandes novedades, también es verdad que la muestra italiana ha cumplido a la perfección, un año más, su papel de imprescindible y acogedora anfitriona del encuentro anual del sector del libro infantil internacional. Del 11 al 14 de abril se dieron cita en Bolonia más de 1.400 editoriales de 75 países, alrededor de las cuales se movilizaron más de 21.000 profesionales, entre editores, libreros, agentes literarios, bibliotecarios, autores, ilustradores y enseñantes, todos ellos a la búsqueda de novedades, contactos, intercambios, información y, naturalmente, negocios. Junto al habitual panorama internacional de la edición infantil-juvenil, muy conservador por lo que se ha visto este año, con libros correctamente editados de autores por lo general ya conocidos, y tendencias estancadas; el espacio dedicado al libro de texto y escolar, enfocado básicamente al mercado italiano; y el dedicado a la edición multimedia, menos eufórico que años atrás y preocupado sobre todo por la comercialización, la Feria ofreció este año especial atención a la ilustración, con motivo del 30 aniversario de la Muestra de los Ilustradores. Los ilustradores, protagonistas de la Feria Además de la Muestra anual, dividida en las secciones de Ficción y No-Fic- ción, que reunió la obra de 130 artistas (entre ellos, los españoles Pablo Núñez, Gabriela Rubio y Alberto Urdíales), recogida en dos espléndidos catálogos, se celebró la exposición «El Jardín Secreto», en la que han participado una selección de 30 maestros de la ilustración internacional, elegidos entre aquellos que han tenido un papel especial en la historia de la Muestra y entre los artistas más significativos de la ilustración de libros para niños de la actualidad. Los «maestros» españoles fueron Arnal Ballester, Alfonso Ruano y Carme Solé Vendrell, que compartieron honores y animadísimos encuentros con el público, con ilustradores de la talla de .lean Claverie, Michael Foreman, Emanuele Luzzati, Stasys Eidrigevicius, Kveta Pácovska, Josef Wilkon, Stepan Zavrel, Etienne Delessert, Roberto Innocenti, Binette Schrocder, John Rowe, David McKee, Tony Ross y Max Velthuijs. Bruno Munari, el gran diseñador y artista milanés, considerado ya todo un clásico por su original contribución a la edición de libros para niños, fue el artista homenajeado en la Feria. Una exposición recogía, por primera vez, toda la producción de Munari desde 1946, junto con paneles de documentación fotográfica y un catálogo-guía con textos del propio artista sobre los libros para niños. «Imaginaires» fue el título que dio Francia, país invitado este año, a su exposición de ilustradores, que mostraba la obra de 74 artistas y una selección de los 300 libros más importantes de la edición francesa de los últimos cinco años. Una excelente ocasión para comprobar la vitalidad y calidad de la ilustración del país vecino, confirmada por los galardones obtenidos por libros franceses (tres de los cinco que se conceden) en la presente edición del Premio BolognaRagazzi. do por SM en la colección El Barco de Vapor, Serie Oro, que mereció uno de los Premios a! Libro Mejor Editado de 1994. Premios Andersen 96 Premios BolognaRagazzi 96 Como cada dos años, el IBBY (International Board on Books for Young People) anunció oficialmente en Bolonia los Premios Andersen, conocidos como los «Nobel» de la literatura infantil y juvenil, en su doble modalidad de literatura e ilustración. Un total de 23 escritores y 24 ilustradores, entre ellos Emili Teixidor y Alfonso Ruano, representando a España, concurrían este año a los Andersen. Los ganadores fueron Uri Orlev, escritor israelí nacido en Varsovia en 1931 y Klaus Ensikat, prestigioso ilustrador alemán, nacido en Berlín en 1937. Dos autores poco familiares para el lector español, ya que de Orlev sólo se ha publicado su novela Una isla entre las ruinas, historia de un ¡liño judío-polaco que pierde a sus padres durante la II Guerra mundial, en la colección Juvenil de Alfaguara, y de Ensikat, las ilustraciones para El Jardín del Arlequín, de Sigrid Heuck, publica- Sección Ficción-Infantil Presentación de las etapas fundamentales de la historia de la música, en un contexto tipográfico innovador y lleno de humor. Sección No Ficción-Juvenil —Clown, de Quentin Blake. Ed. Jonathan Cape Limited/Random House. Londres. La historia de un muñeco vestido de payaso, contada a través de imágenes sin palabras, de gran valor gráfico. —Cauglit iu the Crossfire, de Maria Ousseimi. Ed. Walker and Company, Inc. Nueva York. Entrevistas y fotos de niños en cuatro zonas en guerra —Líbano. Bosnia, Mozambique y El Salvador— y en las calles de Washington, muestran la dura lucha por la supervivencia de niños y jóvenes. Sección Ficción-Juvenil Sección Novedades —Magasin Zinzin, de Fréderic Clcment. Ed. Albin Michel Jeunesse, Ipomée. Paris. El texto y las refinadas ilustraciones del autor, presentan, a través de un vendedor de cosas estravagantes y maravillosas, una «colección de colecciones fantásticas». Sección No Ficción- infantil — Vive la Musique, de Les chats peles. Ed. Senil Jeunesse. Paris. —Nicole Claveloux & Compagine, de Christian Bruel y Bernard Bonhomme. Ed. Le sourire qui mord, Gallimard Jeunesse. Paris. Catálogo-documento de una gran exposición dedicada a la universalmente conocida ilustradora francesa Nicole Claveloux. Presentación gráfica muy original y estimulante. • AGENDA escritora y cuentacuentos hablará de «Arquetipos y símbolos en los cuentos infantiles como formadores de la personalidad»; Luis Matilla, escritor y director teatral disertará sobre «Teatro, imagen y animación»; y Pedro Cerrillo, de la Universidad de Castilla-La Mancha, se referirá, en su conferencia, a la «Poesía popular infantil de tradición». 14 Saló Internacional del Cómic de Barcelona La Estación de Francia de Barcelona será de nuevo el marco que acoja la decimocuarta edición del Saló Internacional del Cómic que se celebrará del 9 al 12 de mayo, y que promete ser muy especial puesto que este año se conmemora el primer centenario del nacimiento de la historieta. Así pues, FICOMIC, la entidad organizadora del certamen ha decidido vertebrar todas las actividades del Saló alrededor de este evento. La más destacada será, sin duda, la exposición «100 tebeos para un centenario», en la que se mostrarán cien portadas indispensables para entender la historia del cómic en el mundo, pertenecientes a publicaciones españolas, norteamericanas, francesas, belgas, italianas y japonesas. Como ya es habitual, el Saló contará con una serie de exposiciones monográficas dedicadas a los autores que ganaron los premios del certamen en la pasada edición. Kim, creador del popular personaje «Martínez el Facha» que se publica en la revista El Jueves; Fernando de Felipe,que consiguió con su álbum Museum, el premio a la Mejor Obra del Año; Sergio Aragonés, colaborador de la mítica revista norteamericana Mad; y Pep Brocal, autor revelación del pasado año, y colaborador habitual de la revista infantil Tretzevents serán los protagonistas de las exposiciones. Al margen del Saló, FICOMIC ha organizado también toda una serie de actividades para conmemorar el centenario del cómic que se desarrollarán a lo largo del año. En colaboración con el Departamento de Bienestar Social de la Generalitat de Catalunya, FICOMIC ha montado una campaña de visitas de autores de cómic a centros de acogida de niños y jóvenes, que repartirán tebeos cedidos por las editoriales. Por otro lado, hay contactos con el Departamento de Enseñanza para difundir en las escuelas, durante el curso 96-97, material didáctico sobre el cómic. Por Exposición sobre William Blake último, FICOMIC tiene el propósito de celebrar el Día del Cómic el próximo 25 de octubre. Según los teóricos y estudiosos, tal día como ese de 1896 se publicó la primera historieta propiamente dicha, Yellow Kid and his new phonograph, en las páginas de un periódico. La obra del poeta y artística británico William Blake (1757-1827) puede verse por primera vez en Barcelona, en el Centro Cultural de la Fundació "la Caixa" hasta el 2 de junio.Un total de 150 dibujos, acuarelas y grabados procedentes de diversas colecciones integran esta muestra que pretende ofrecer una visión amplia de la obra de Blake, desde su trabajo como grabador y sus experimentos en la estampación a color, hasta un grupo de más de veinte acuarelas que el artista hizo para ilustrar La Divina Comedia de Dante. II Congreso Nacional de LIJ «Ciudad Libros electrónicos, de Lucena» ¿cómo leer y qué leer? El conocido escritor Joan Manuel Gisbert pronunciará la conferencia inagural -titulada «La fantástica: lo real y lo maravilloso en la literatura para jóvenes»— del II Congreso Nacional de Literatura Infantil y Juvenil «Ciudad de Lucena», que organiza, del 6 al 9 de junio, el Aula de Extensión del Centro de Profesores de Lucena (Córdoba) y el Ayuntamiento de la ciudad. Conferencias, exposiciones, comunicaciones, sesiones de cuentacuentos, visitas de escritores a los centros escolares de Lucena, representaciones teatrales, cursos de formación son algunas de las actividades que se realizarán en el marco de este congreso que dedicará un día a la narrativa, otro al teatro, y un tercero a la poesía. Rosa Ma Badillo, 80 CUJ83 El Centro Internacional del Libro Infantil y Juvenil de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez organiza, los días 24 y 25 de mayo, un curso para describir el panorama de los libros electrónicos dirigidos al público infantil y juvenil, y para analizar la oferta de títulos que pueden encontrarse en el mercado español. También se reflexionará a cerca de cómo la introducción de nuevos soportes documentales puede afectar al fenómeno de la lectura. Ernest Abadal, profesor de la Escuela Universitaria de Biblioteconomía y Documentación «Jordi Rubio i Balaguer» de Bacelona impartirá este curso dirigido a bibliotecarios y enseñantes. f¡SÜsc^/BET67 | FX/60ES QU60ÁZ ^ ENCANTADO.. Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil Boletín de suscripción CLIJ Copie o recorte este cupón y envíelo a: Editorial Torre de Papel, S.L. Amigó 38, 6o 3a 08021 Barcelona (España) .>. Señores: Deseo suscribirme a la revista CLIJ, de periodicidad mensual, al precio de oferta de 7.425 ptas., incluido IVA (8.250 ptas. precio venta quiosco), por el período de un año (11 números) y renovaciones hasta nuevo aviso, cuyo pago efectuaré mediante: I I Domiciliación bancaria. ! 1 Envío cheque bancario por 7.425 ptas. I I Contrarrembolso. A partir del mes de (in< ¡luido) Si desean factura, indiquen el número de copias y el NIF Nombre Apellidos Profesión Domicilio Población Provincia País Código Postal Teléfono Fecha Para Canarias, Ceuta y Melilla 7.139 ptas. (exento IVA). Envío aéreo Canarias: 7.678 ptas. Para el extranjero, enviar adjunto un cheque en dólares. Ordinario Europa América /-.:;; 75 $ Avión 100$ 120 $ (Se recomienda para Canarias y América el envío aéreo.) Rogamos a los suscriptores que en toda la correspondencia (cambio de domicilio, etc.) indiquen el número de suscriptor, o adjunten la etiqueta de envío de la revista. (Se recomienda para Canarias y América el envío aéreo.) Rogamos a los suscriptores que en toda la correspondencia (cambio de domicilio, etc.) indiquen el número de suscriptor, o adjunten la etiqueta de envío de la revista. Domiciliación bancaria C.C.C. (Código Cuenta Cliente) Entidad Fecha Oficina DC N° cuenta NOTA IMPORTANTE: Las diez cifras del número de cuenta deben llenarse todas. Si tiene alguna duda en el número de cuenta, el banco o la sucursal, consulte a su entidad bancaria donde le informarán. Sucursal Banco o Caja Domicilio Población ..... C.P. Provincia Muy señores míos: Ruego a ustedes que hasta nuevo aviso, abonen a Editorial Torre de Papel. S.L., Amigó 38, 6" 3", 08021 Barcelona (España), con cargo a mi c e o libreta de ahorros mencionada; los recibos correspondientes a la suscripción o renovación de la revista CLIJ. Titular ... Domicilio Población Provincia Firma C.P. EL ENANO SALTARÍN Trastornos «Lo mejor contra el insomnio es dormir mucho». Groucho Marx L os geranios son plantas muy agradecidas. Yo tengo muchos en las macetas del balcón. Mis amigos me toman el pelo y dicen que mi casa parece un florero. Al atardecer los riego y les cuento algo. Hace unos días estaba abriendo el balcón cuando vi llegar a dos jóvenes con mochilas a la espalda. Eran un chico y una chica. Ella andaba a saltitos, apoyándose en una rama gruesa de avellano. Llamaron a la puerta y bajé a abrirles. Me dijeron que eran maestros, que les gustaba mucho hacer excursiones. Ella, María, calzaba un par de estupendas botas recién estrenadas...y tenía una buena rozadura en el talón. Él, Alberto, la reñía amorosamente. — A quién se le ocurre ponerse botas nuevas... —Alguna vez tenía que estrenarlas ¿no? Les dejé una venda y unos calcetines gruesos de lana. Luego se quedaron un rato charlando y yo aproveché para preguntarles cosas de su trabajo. Los más difícil es —dijeron ambos— enseñar a leer correctamente. Hacían muchas actividades de —creo que les llamaron— talleres de prelectura y de preescritura...Pero que a pesar de todo muchos niños y niñas tienen dificultades, que no aprenden bien y que no leen a la velocidad establecida. Entonces, si no aprenden, tienen que mandarlos a un especialista en no-se-qué, a unas clases de reeducación, para que reaprendan bien y corrijan así —dijeron— sus transtornos. Se veía que les gustaba su trabajo, pero utilizaban unas palabras extrañas, como si fueran médicos, y yo tenía que preguntarles el significado. Citaban libros, autores y sabían mucho. Se comieron un enorme bocadillo que sacaron de la mochila y me pareció que bebían algo cíe unas latas de colores. Fueron muy amables y, al marcharse, me recomendaron RCCIO WWTINEZ seis o siete libros sobre dificultades de aprendizaje, reeducación y problemas. Desde el claro que hay delante de la casa me saudaron con la mano. Ella ya no cojeaba y me parecieron muy jóvenes y muy hermosos con el sol rojizo a sus espaldas. Me quedé pensando en su entusiasmo y en lo complicado que debe ser volver a enseñar y aprender algo que no se ha enseñado ni aprendido bien la primera vez. Se lo conté todo a los geranios mientras los regaba. Creo que tampoco lo entendieron muy bien. ¿Estaremos trastornados? El Enano Saltarín ^:^B« « * • * , * ' Ai**.* ^^tite^;^ ¡w\tfsev S00& , trenos a¿ % . 8 <s ^ l, <;?; ' ^ »e. re\ís6, sofocarse n a^se, v6e extrae apasionarse, rebélate Todo esto y mucho más puede pasarle a todo el que lea los libros de Literatura Infantil y Juvenil de EDEBÉ. Porque las colecciones Tren Azul, Tucán y Periscopio ofrecen las mejores narraciones y las más fantásticas aventuras. Sólo hay una cosa que resulta imposible: aburrirse. Tus mejores amigos