Resumen: S-003 UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDEST E Comunicaciones Científicas y Tecnológicas 2006 La teoría de la permisión amplia en las funciones del instructor sumarial Cochia, Juan J. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y Políticas – U.N.N.E. Salta Nº 459, C.P. 3.400, Corrientes, Argentina. E-mail: juanjosecochia@yahoo.com.ar Teléfono: (03783) 458054 / 15604972 Antecedentes: En esta comunicación abordamos un análisis teórico y práctico de las distintas posiciones doctrinarias y del contenido de los dictámenes de la Procuración del Tesoro de la Nación, fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y otros Tribunales de la República sobre las funciones del instructor sumarial durante el procedimiento disciplinario, con el objeto de aportar elementos para comprender el estado actual de la cuestión y fundar la aplicación de las normas sobre atribuciones desde la perspectiva teórica del principio de la permisión amplia en materia de competencia administrativa. Materiales y Métodos: El material que utilizamos se origina en fuentes normativas, doctrinarias y jurisprudenciales. Para ello recurrimos a diferentes procedimientos metodológicos aplicables en derecho administrativo y particularmente en materia disciplinaria, partiendo de operaciones de hipótesis previas de investigación de las ideas establecidas, desarrollando la descripción y observación sistemática para transformar los hechos en datos del problema, pasando por el proceso de validación y explicando la contrastación con la realidad empírica, para alcanzar la formulación del resultado final, en el hallazgo de las formas propias del objeto de la investigación. Discusión de Resultados: Introducción: En los últimos tiempos se nota un mayor desarrollo teórico conceptual vinculado con el derecho disciplinario, aunque existen algunas dimensiones que aún no fueron objeto de estudios pormenorizados, como es el caso de la aplicación de una teoría restrictiva o de una teoría amplia para determinar el alcance de las atribuciones del instructor durante el procedimiento sumarial. Dada la importancia del tema que nos ocupa, consideramos adecuado y oportuno abordar en profundidad y con sentido crítico el análisis de este aspecto del derecho disciplinario, tal como fue concebido en nuestra legislación administrativa, cual es el de las funciones del instructor sumarial, pues creemos necesario efectuar un aporte que pueda contribuir a integrar el conocimiento teórico en este campo de la ciencia jurídica. Desde esta perspectiva, el problema que se nos presenta para esta investigación, es desentrañar si es aplicable la teoría de la permisión amplia o la teoría de la permisión expresa, para establecer el contenido y alcance de las facultades del instructor durante el procedimiento disciplinario. En este estado, siguiendo los lineamientos del principio de la especialidad sobre la competencia de los órganos administrativos, estamos en condiciones de proponer como hipótesis que resulta más adecuada la aplicación de la teoría de la permisión amplia, a los fines de la determinación de las atribuciones del instructor sumarial. Para una mejor exposición, dividimos este artículo en distintos capítulos en los cuales se presenta el tema desde una perspectiva teórica general sobre las dimensiones de la competencia en el procedimiento disciplinario, para luego profundizar el estudio particularizado de los distintos aspectos de las atribuciones del instructor contemplados en la norma y concluir con las apreciaciones que las caracterizan según nuestro régimen jurídico. La competencia en el procedimiento disciplinario: Nociones previas: Se reconoce como un poder inherente de la administración, la posibilidad de corregir las conductas inadecuadas de sus agentes públicos por medio de la aplicación de sanciones disciplinarias, en resguardo de los intereses de la organización, con el fin de encausar los comportamientos hacia una mayor eficiencia de la función pública. Para tales fines, el sistema disciplinario se organiza en tres dimensiones: las acciones u omisiones de los agentes con relación a los deberes y prohibiciones de la función, en cuyo ámbito se incluyen las infracciones o faltas disciplinarias; las sanciones administrativas de tipo correctivas y de tipo expulsivas, según la gravedad de las faltas cometidas; y el procedimiento para la comprobación de los hechos, reunión de las pruebas y determinación de la responsabilidad administrativa y bases para la responsabilidad civil y penal de los agentes. Estamos en condiciones de afirmar que existe, un derecho disciplinario sustancial, estructurado sobre una base normativa que establece los comportamientos que deben seguir los agentes públicos, las infracciones a los mismos y determina las sanciones que resultan aplicables; y, un derecho disciplinario adjetivo o procedimental, destinado a investigar el incumplimiento de los deberes y la existencia de las transgresiones de los funcionarios o empleados públicos. Como una expresión de la garantía constitucional de estabilidad en el empleo público, se ha diseñado un procedimiento especial: el sumario administrativo, destinado particularmente a establecer el hecho investigado que configura la infracción administrativa, reunir los elementos probatorios necesarios para la comprobación de la falta, establecer la responsabilidad administrativa del agente y dar los fundamentos para instituir eventuales responsabilidades civiles y penales por la conducta infractora. Resumen: S-003 UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDEST E Comunicaciones Científicas y Tecnológicas 2006 Dadas las características de nuestro sistema federal de Estado, siendo el derecho administrativo materia no delegada, tanto las Provincias como la Nación regulan en sus respectivas jurisdicciones el derecho disciplinario sustantivo y adjetivo. Así, en el orden nacional, los deberes y prohibiciones objeto de valoración para la responsabilidad disciplinaria de los agentes públicos se regulan en el Estatuto aprobado por Decreto Ley Nº 6.666/57 y el Régimen Jurídico Básico de la Función Pública, Ley Nº 22.140, en la Ley Nº 25.164 y el Convenio Colectivo de Trabajo General para la Administración Pública homologado por Decreto Nº 66/99, las disposiciones concordantes de la Ley de Ética Pública Nº 25.188 y la Convención Interamericana contra la Corrupción aprobada por Ley Nº 24.759. El procedimiento para la investigación y determinación de responsabilidades en el orden nacional, se regula en el Reglamento de Investigaciones Administrativas aprobado por el Decreto Nº 467/99. En la Provincia de Corrientes, los deberes y prohibiciones de los agentes públicos se regulan en la Ley del Servicio Civil de la Provincia Nº 4.067 y el procedimiento para la averiguación y establecimiento de infracciones administrativas está previsto en el Reglamento de Sumarios Administrativos aprobado por Decreto Nº 889/89. En el procedimiento disciplinario podemos distinguir diferentes etapas: la iniciación a partir del conocimiento de la existencia de la falta, sea por actuaciones iniciadas de oficio o por denuncia del hecho; luego la autoridad administrativa competente dictará el acto administrativo disponiendo la instrucción del sumario administrativo; pasando a intervenir el Instructor asistido por el Secretario de actuaciones, realiza la investigación reuniendo los elementos probatorios para comprobar la existencia de la falta y fundar la responsabilidad del infractor, eleva luego las actuaciones a la autoridad de disposición con las conclusiones sobre la responsabilidad y la sanción aplicable; y, es la autoridad administrativa competente la encargada de aplicar la sanción administrativa. Entonces la actuación del instructor sumarial tiene lugar durante una etapa medular del procedimiento disciplinario, en cuyo desarrollo deben respetarse estrictamente los principios del debido proceso. Funciones del instructor: El conjunto de atribuciones y poderes asignados al instructor durante el procedimiento disciplinario, participa de los caracteres de la competencia de los órganos administrativos y generalmente se origina en los reglamentos, dictados en consecuencia de las leyes de la función pública. En efecto, en general las normas establecen que corresponde al instructor investigar los hechos, reunir las pruebas, determinar los responsables y en caso de existir infracción administrativa encuadrarla jurídicamente, lo que nos muestra la amplitud con que se reglamentan sus funciones. Facultades instructorias, ordenatorias y disciplinarias: Posee facultades instructorias, en punto a citar a testigos e interrogarlos libremente sobre las circunstancias que interesen a la investigación; realizar careos cuando las declaraciones sean discordantes sobre hechos o circunstancias que convenga dilucidar; disponer el examen pericial, fijar los puntos de pericia, designar al perito y fijar el plazo para producir su informe; incorporar los datos, antecedentes, instrumentos e informaciones necesarios para esclarecer los hechos e individualizar a los responsables; y, entre otras diligencias probatorias, practicar inspecciones en lugares o cosas, pudiendo disponer la concurrencia de peritos o testigos al acto. Además, tiene atribuciones ordenatorias, en cuya virtud fija y dirige las audiencias de prueba, dirige el procedimiento concentrando en un mismo acto todas las diligencias que fuera posible realizar, señala los defectos y omisiones en las peticiones ordenando que se subsanen dentro del plazo que fije y dispone las diligencias necesarias para evitar nulidades, reúne los informes sobre un eventual perjuicio fiscal, si el hecho investigado pudiera constituir delito de acción pública verifica si se realizó denuncia y si durante la instrucción surgen indicios de delito de acción pública testimonia las piezas para la correspondiente denuncia policial o judicial, y, en caso de proponerse medidas probatorias ordena la producción de las que considere procedentes. Posee también facultades disciplinarias, en virtud de las cuales para mantener el buen orden y decoro de las investigaciones puede mandar que se testen las frases injuriosas o redactadas en términos indecorosos u ofensivos, y, asimismo, puede excluir de las audiencias a quienes las perturben. Garantía del debido proceso y derecho de defensa: El instructor desarrollará su actividad durante el procedimiento disciplinario respetando la garantía del debido proceso y cuidando siempre de no vulnerar el derecho de defensa del presunto infractor. Así, durante la etapa de investigación cuando se realizan diligencias en las cuales sea indispensable la intervención del sumariado, se admitirá la asistencia de un letrado de su confianza y antes de su declaración se le informará detalladamente cual es el hecho que se le atribuye, el derecho que tiene a declarar libremente, abstenerse de prestar declaración, que puede contar con la presencia de su abogado defensor y que puede ampliar su declaración cuantas veces lo estime necesario. De la misma manera, una vez practicadas todas las diligencias destinadas al esclarecimiento de los hechos y diligenciadas las pruebas, cuando el instructor considere cumplida la etapa de investigación procederá a su clausura y emitirá un informe circunstanciado y detallado de los hechos investigados, el análisis de los elementos probatorios, la calificación de la conducta del infractor, las condiciones personales, la opinión sobre el posible perjuicio fiscal, las disposiciones aplicables y la sanción que correspondiere, el que se notificará fehacientemente al sumariado para su intervención. Este informe se denomina pliego de cargos en la legislación española y auto de cargos en la normativa colombiana. Luego de conocer los cargos el sumariado podrá ofrecer todas las pruebas que considere pertinentes para su defensa y el instructor admitirá sólo aquellas que estime conducentes para el esclarecimiento de los hechos, debiendo fundar Resumen: S-003 UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDEST E Comunicaciones Científicas y Tecnológicas 2006 adecuadamente el rechazo de los medios probatorios propuestos, resolución que admite recurso ante la instancia superior salvaguardando el derecho de defensa del presunto infractor. Concluida esta etapa, el instructor producirá su informe final y correrá traslado de todo lo actuado al sumariado para que presente un alegato si lo considera conveniente para su defensa, con la elevación del instructor se remite luego el expediente a la autoridad administrativa competencia para resolver la situación disciplinaria, salvo que fuera necesario realizar nuevas diligencias en que se devolverán al instructor para su realización. Finalmente, previo dictamen del servicio jurídico permanente, la autoridad administrativa de disposición dictará la resolución definitiva, declarando la responsabilidad o no del sumariado, la aplicación de sanciones disciplinarias si correspondiere y si hubiere perjuicio fiscal, todo lo cual se notificará al sumariado. Podemos señalar, en consecuencia, que las normas prevén un marco regulatorio de las funciones del instructor durante el procedimiento disciplinario, que le otorga un amplio margen de discrecionalidad en su desarrollo, para cumplir adecuadamente los fines para los cuales se establece su intervención. Competencia del instructor sumarial: Determinación de la competencia: Según hemos expresado, la competencia del instructor durante el procedimiento disciplinario, se encuentra prevista en los reglamentos de investigaciones administrativas fundados en las respectivas leyes estatutarias para la función pública, de cuya regulación se infiere la finalidad de las funciones de este órgano, al que se asigna como deber investigar los hechos, reunir las pruebas, establecer responsables y encuadrar jurídicamente las infracciones. Además, el instructor tiene a su cargo la dirección del procedimiento y la realización de las diligencias necesarias para la producción de los medios probatorios que van a servir para establecer si existen o no responsabilidades, señalándose el contenido y alcance de las actividades a su cargo para hacer efectiva la obtención de las pruebas. Si bien en las respectivas reglamentaciones que estructuran el procedimiento disciplinario se establecen las formalidades para la producción de determinadas pruebas, ello no implica que no puedan practicarse otras diligencias probatorias que no se encuentren expresamente previstas en la norma, por cuanto, desde una perspectiva teleológica, el instructor tiene atribuciones para disponer todas las medidas que considere conducentes al esclarecimiento de los hechos que se investigan, en el ejercicio de sus facultades instructorias, siendo ése el objetivo principal de su intervención durante el procedimiento sumarial. Lo mismo sucede con el ejercicio de sus facultades ordenatorias y disciplinarias, para las cuales la reglamentación establece ciertas pautas para el mejor desempeño de su actividad, estándole vedado únicamente aquello que ha sido objeto de una limitación expresa de funciones o que pertenece a la esfera propia de competencia de otro órgano administrativo. Principio de especialidad y teoría de la permisión amplia: En materia de competencia administrativa se perfilan dos orientaciones teóricas: la de la permisión expresa, que postula que los órganos únicamente pueden realizar aquello que expresamente les está permitido por las normas de atribución de competencia, donde la regla general es la incompetencia; y, la de la permisión amplia, según la cual el órgano puede hacer no sólo aquello que está autorizado expresamente, sino además lo que razonablemente surge de manera implícita de la norma que determine el objetivo para el cual el órgano fue instituido o de su finalidad institucional, donde la regla sería la competencia de acuerdo a las limitaciones establecidas por las normas. Es decir, que la competencia del órgano la define la relación que existe entre el acto emitido y los fines para los cuales fue creado dicho órgano administrativo, existiendo un aspecto implícito de la aptitud para obrar en sentido preciso que conforma su competencia, asimilándola a la capacidad de las personas jurídicas a través del principio de especialidad. Entendemos, por ello, que las expresiones utilizadas por las normas reguladoras de la actividad del instructor, nos permiten inferir que debemos admitir su aptitud para obrar en todo aquello que razonablemente integra la especialidad del órgano, pues cuando se dice, entre otras expresiones similares, que el instructor debe “investigar los hechos y reunir las pruebas” la norma lo está dotando de atribuciones implícitas suficientes dentro del marco de su especialidad para llevar a cabo todas aquellas diligencias y medidas para lograr este propósito, lo que de ningún modo surge de su propia voluntad sino de la norma que establece el objetivo de su intervención en el procedimiento disciplinario o la finalidad institucional de su creación. Conclusiones: Hemos discutido en este artículo acerca de la competencia del instructor sumarial, desde una perspectiva general de la teoría de la competencia administrativa, partiendo de un análisis jurídico conceptual de los distintos aspectos de la aptitud para actuar válidamente en el procedimiento disciplinario, para lo cual seguimos la descripción propuesta por distintos autores en el desarrollo explicativo de la teoría administrativa, cuya exposición comprende la manifestación de las distintas dimensiones de la competencia en el derecho disciplinario adjetivo o procedimental. A continuación hemos profundizado el estudio particularizado de los distintos aspectos de las atribuciones del instructor contemplados en la norma, analizando cada uno de ellos, tal y como se presentan en el régimen jurídico vigente en nuestro país, de cuya exposición surgen las siguientes peculiaridades: 1) Podemos distinguir un derecho disciplinario sustantivo, que comprende las faltas y las sanciones en cuanto violación de los deberes y prohibiciones de los agentes públicos, y un derecho disciplinario adjetivo o procedimental, que regula las formalidades para la comprobación de las infracciones, determinación de responsabilidades y aplicación de las sanciones administrativas. 2) El sumario administrativo es el procedimiento especial diseñado como una expresión de la garantía constitucional de estabilidad en el empleo público, destinado a establecer el hecho investigado, reunir las pruebas y establecer responsabilidades por la infracción. Resumen: S-003 UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDEST E Comunicaciones Científicas y Tecnológicas 2006 3) En nuestro país la Nación y las Provincias regulan en sus respectivas jurisdicciones el derecho disciplinario sustantivo y adjetivo. 4) El procedimiento disciplinario comprende diferentes etapas: iniciación, disposición, instrucción sumarial y eventual sanción. 5) El instructor sumarial participa en una etapa medular del procedimiento disciplinario y su competencia surge de la reglamentación de las normas legales que regulan la relación de empleo público. 6) Posee facultades instructorias: en tanto tiene aptitud para realizar todas las diligencias y practicar las medidas probatorias necesarias para el esclarecimiento del hecho investigado; facultades ordenatorias: pues, dirige el procedimiento concentrando en una sola audiencia todas las diligencias posibles, corrige los defectos en las presentaciones y lleva a cabo todo lo que fuere pertinente para evitar nulidades; y facultades disciplinarias: por cuanto puede mandar a testar las frases injuriosas o indecorosas y puede excluir de las audiencias a quienes las perturban. 7) El instructor debe desarrollar su actividad respetando la garantía del debido proceso sin vulnerar el derecho de defensa del infractor, admitirá la asistencia letrada, le informará el hecho atribuido, el derecho a declarar, abstenerse y ampliar su declaración. Clausurada la investigación le notificará su evaluación para su intervención pudiendo ofrecer pruebas que se admitirán si son conducentes. Del informe final correrá traslado al sumariado para alegar y remitirá el expediente a la autoridad administrativa para resolver, previo dictamen del servicio jurídico permanente, lo que se notificará al sumariado. 8) Las normas prevén un marco regulatorio que le otorga un amplio margen de discrecionalidad, para cumplir los fines de su intervención. 9) En materia administrativa, la teoría de la permisión expresa, postula que los órganos pueden realizar aquello que expresamente les está permitido por las normas de atribución de competencia, donde la regla general es la incompetencia. 10) La teoría de la permisión amplia, por el contrario, sostiene que el órgano puede hacer aquello que está autorizado expresamente y lo que surge de manera implícita del objetivo de su creación o su finalidad institucional, donde la regla es la competencia. La competencia la define la relación entre el acto y los fines de creación, existe un aspecto implícito de la aptitud para obrar. 11) Las expresiones normativas, permiten inferir su aptitud para obrar en lo que integra la especialidad del órgano, la norma dota de atribuciones implícitas suficientes para realizar diligencias y medidas para lograr este propósito, que surge de la norma que establece el objetivo de su intervención en el procedimiento disciplinario o la finalidad institucional de su creación. Para finalizar y dada la trascendencia del tema tratado, principalmente en atención a la importancia de la participación del instructor durante el desarrollo del procedimiento disciplinario, consideramos que el estudio realizado puede servir de base para futuras investigaciones, que aborden desde distintas perspectivas la problemática de la competencia en esta etapa vital para el interés institucional. 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