240 F ERNANDO A RIAS GARCÍA el propietario fiduciario. La Corte Suprema de Justicia se ha pronunciado frente al caso concreto: “Puede reivindicar, por lo tanto, no sólo el verdadero propietario que tenga la propiedad libre de toda condición y limitación, el dueño de un bien que no se halle gravado con un derecho real principal a favor de otra persona; sino también el propietario que está obligado a restituir la cosa eventualmente en caso de verificarse una condición, o el nudo propietario cuyo dominio esté limitado por un derecho de usufructo, de uso o de habitación”498 . A su vez, también podrá hacerlo el poseedor regular que se encuentre ad portas de adquirir el bien por usucapión, acción llamada por la doctrina y la jurisprudencia como acción publiciana. Como quiera que el aquí legitimado aun no ha adquirido la propiedad del bien, ni ha cumplido el requisito temporal para que se le otorgue el dominio del bien (nótese que el artículo 951 del C.C. faculta a quien se halle “…en el caso de poder ganar” el bien por prescripción), no será requisito el que el poseedor haya formulado previamente la acción de pertenencia: “Para promover la reivindicación la demandante no necesitaba ejercitar previamente la acción declarativa de pertenencia por usucapión. Habiéndose consumado la prescripción adquisitiva treintenaria y habiéndose adquirido por este medio la propiedad del inmueble, la acción reivindicatoria podía ejercerse prósperamente por quien alegaba una posesión fundada en título posterior al presentado por la actora. Precisamente uno de los efectos propios de la usucapión es conferir al prescribiente acción para exigir la restitución de la cosa en caso de que sea privado de su posesión”499. Lo anterior, con las salvedades propias de la Ley 791 de 2002, que reduce sustancialmente los términos de prescripción500, como se hará referencia infra. Desde el punto de vista de la legitimación pasiva, ello es, el determinar contra quién(es) se puede reivindicar, manifiesta el artículo 952 del C.C. que: “La acción de dominio se dirige contra el actual poseedor”. Ahora que, en un controvertido pronunciamiento jurisprudencial, la Corte Suprema de Justicia determinó que el llamamiento que el artículo 59 del C.P.C.501 hace al mero tenedor para que indique el domicilio del poseedor, no descarta su responsabilidad en caso de que oculte su situación de mero tenedor y tampoco indique –se insiste– la persona y dirección a cuyo nombre 498 499 500 Corte Suprema de Justicia. Sentencia de 14 de diciembre de 1977. Corte Suprema de Justicia. Sentencia de 5 de marzo de 1954. Corte Suprema de Justicia. Sentencia de 30 de julio de 1996. M.P. José F. Ramírez Gómez: “Precisamente uno de los efectos propios de la usucapión es conferir al prescribiente acción para exigir la restitución de la cosa en caso de que sea privado de su posesión”.