Preguntas políticas y éticas de Simón Bolívar (Political and Ethical Considerations and Simon Bolivar) Benjamín Bryant 82-345: Introduction to Hispanic Literary and Cultural Studies Simon Bolívar era un joven aristócrata venezolano y líder político y militar durante el siglo XIX en la América Española. En ese tiempo, la gente por toda la América Española quería romper las cadenas que unían a América con la corona española. Anhelos de libertad, independencia, democracia, igualdad, y unidad crecían en las almas de todos los habitantes desde el sur (Chile, Argentina, y Perú) hasta el norte (Méjico), y líderes como Bolívar y San Martín ayudaron esta causa utilizando tácticas militares y un fervor incontenible. La gente de esta tierra comenzó una revolución contra el dominio español, y afortunadamente para ellos, los esfuerzos de Napoleón Bonaparte confundieron el estado de España, facilitando esta revolución en el otro lado del hemisferio occidental. De hecho, el 5 de julio de 1811 Venezuela declaró su independencia, sin esperar que España estuviera de acuerdo. La pregunta principal era, “¿Si no hay rey español en España, puede haber dominio español en América?” Bolívar extendió su campo de batalla a Ecuador y Perú; su meta era que toda la América se uniera. A causa de los esfuerzos militares de Bolívar en el norte, y de San Martín en el sur en Perú, la influencia de España y su dominio finalmente terminaron, después de tres siglos de presencia allí. Estos dos grandes libertadores, sin embargo, no sabían cómo gobernar en esta enorme región. Aunque San Martín se oponía a la gobernación militar, y prefería instituciones fuertes y no ejércitos fuertes, al mismo tiempo no quería gobernar él mismo, sino deseaba ser un hombre normal. Mientras tanto, Bolívar quería resolver los problemas de gobierno, y tenía muchas preguntas sobre cómo hacerlo. Las cuestiones importantes que tenía eran: cómo podía tener igualdad la América Española entre varias razas y clases sociales, cómo equilibrar la libertad con la igualdad, cómo dividir el poder social entre la aristocracia blanca minoritaria y la mayoría negra, mulata, india y mestiza, y finalmente, cómo mantener la igualdad racial en regiones donde no había justicia igualitaria. Los Estados Unidos en el siglo XIX tuvieron los mismos problemas que la América Española, con respecto al racismo, la división de poder, los derechos de las clases inferiores, y la esclavitud. La minoría blanca, especialmente los terratenientes en el sur de los Estados Unidos, se aprovechaba de la clase inferior de los negros, haciéndoles esclavos en sus algodonales y privándoles sus derechos civiles, como el derecho de votar. El sistema del racismo en los Estados Unidos, aunque era un poco diferente, estaba arraigado en las mismas creencias: que la clase minoritaria de blancos debía representar el gobierno de la sociedad, el grupo con la mayoría del poder social. Una comparación entre la historia de los Estados Unidos y la América Española es muy interesante porque en ambos casos, los que son gobernados se rebelan, toman el control de su propio país/región, pero al final, se establece otro sistema corrompido basado en el racismo. En la América Española, ya vimos que Simon Bolívar y San Martín guíaron la revolución contra España, pero en última estancia, el sistema social no tuvo un equilibrio de poder, a causa de varias cantidades de diferentes grupos raciales. En los Estados Unidos, los colonizadores ingleses fueron derrocados por la gente que trajeron a esa tierra en primer lugar. Un siglo después de la Declaración de Independencia en 1776, sin embargo, hubo la Guerra Civil en los Estados Unidos, entre el norte y el sur, sobre el derecho de practicar la esclavitud, el tema del racismo, y los derechos de todos los seres humanos. En ese tiempo, los 1860, los líderes de los Estados Unidos, como Abraham Lincoln, Ulysses S Grant, , Jefferson Davis, y Robert E. Lee, tenían las mismas preguntas que Bolívar al comienzo de ese mismo siglo. Lincoln, que fue el Presidente de la Unión, se preguntaba cómo organizar la sociedad para que todos tuvieran igualdad, mientras el presidente de la Confederación, Jefferson Davis, cuestionó cómo defender el sistema de desigualdad racial para mantener la esclavitud, que era una buen fuente económica de ingresos. Puesto que los dos lados no podían capitular sobre estos asuntos importantes, se montó una guerra. Al fin y al cabo, la Unión ganó, y comenzó a abolir la esclavitud poco a poco, a fin de que los negros tuvieron sus propios derechos civiles, y que hubiera igualdad social en los Estados Unidos. Aunque hay pocas diferencias, el desenlace en Norteamérica fue muy semejante a lo que pasó en la América Española, especialmente con respecto a la guerra. Bolívar sugirió la creación de un “hábil despotismo,” o sea, una fuerza que mantuviera la igualdad, para resolver los conflictos raciales en la América Española después del control español, pero no obstante, esto no tuvo éxito. Además de problemas raciales (por ejemplo, el hecho que terratenientes no querían ser desposeídos por negros, o sea, una clase menos poderosa), algunos grupos militares querían su propia tierra como pago por sus servicios bajo Bolívar, durante la revolución. Después de la influencia española, podemos ver que hubo tantos conflictos que desilusionaron a Bolívar y sus metas de unir a todos los países. Después de los esfuerzos de Bolívar, no se instaló un sistema de gobierno y en su lugar, se presentaron algunas dictaduras militares, exactamente lo que Bolívar y San Martín desaconsejaban. Pero después de esto, y después de la guerra injusta estadounidense contra México, en nombre del Destino Manifiesto, Benito Juárez, el líder del Partido Liberal, se hizo Presidente de la República, y empezó a hacer realidad los sueños de Bolívar y San Martín: creó instituciones fuertes, un gobierno civil, separó la Iglesia del Estado, y abolió los privilegios del ejército y la aristocracia. Por supuesto, estos esfuerzos crearon mucha tensión para los conservadores, quienes consecuentemente tuvieron que mudarse al extranjero. En conclusión, podemos ver las conexiones entre el estado de América Española y los Estados Unidos en el siglo XIX. Los dos tuvieron muchos conflictos en gobernarse a causa de las semillas arraigadas del racismo. La libertad en ambos casos fue demasiado desigual, al punto que la guerra llegó a ser la única manera de abordar las opiniones de los dos lados totalmente diferentes. Como resultado, estuvo claro que la libertad podía ser beneficiosa, pero solamente cuando era controlada, no dominada, por una clase, ni una raza, ni una aristocracia, sino compartida entre todos los ciudadanos de una sociedad. La igualdad para todos es mejor que la igualdad solamente para las clases altas, y esta solución es lo que puede evitar la opresión de las clases inferiores.