Artes plásticas latinoamericanas: La tradición de lo nacional Author(s)

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Artes plásticas latinoamericanas: La tradición de lo nacional
Author(s): Marta Traba
Source: Hispamérica, Año 8, No. 23/24 (Aug. - Dec., 1979), pp. 43-69
Published by: Saul Sosnowski
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/20541753 .
Accessed: 21/02/2011 15:36
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http://www.jstor.org
DOCUMENTOS
Artes
pl?sticas
latinoamericanas:
de lo nacional
la tradici?n
MARTA TRABA
nuestros problemas
de expresi?n,
Repensando
hay que tropezarse,
con los textos, no de un cr?tico de arte sino de un cr?tico
fatal y felizmente,
Ure?a. Siempre parece haber dicho lo que
literario, Don Pedro Henriquez
Y pocos
todos hubi?ramos
lo habr?amos
tan
decir.
hecho
querido
bellamente. C?mo y porqu? afirma Am?rica su fe en el destino? ?Me fundo
s?lo en el hechoescribe- de que, en cada una de nuestras
crisis de
es
el
luchando contra elementos
civilizaci?n,
esp?ritu quien nos ha salvado,
en apariencia m?s poderosos;
el esp?ritu s?lo, y no la fuerza militar o el
en Am?rica?:
Y
a la utop?a sus
econ?mico?.
hacer
?Devolverle
poder
qu?
caracteres plenamente
humanos y espirituales,
esforzarnos porque el inten
to de reforma social y justicia no sea el l?mite de las aspiraciones; procurar
con la libertad
de las tiran?as econ?micas
concuerde
que la desaparici?n
individual y social, cuyas normas ?nicas, despu?s del
perfecta del hombre
neminem
..?Y c?mo se concilia
laedere, sean la raz?n y el sentido est?tico?.
esta utop?a, destinada a favorecer
la definitiva aparici?n del hombre univer
antes predicado,
nacionalismo
de jicaras y poemas,
sal, con el nacionalismo
es verdad, pero nacionalismo
al fin? No es dif?cil la conciliaci?n;
antes al
es
a
El
hombre
natural.
universal
contrario,
conque so?amos,
que aspira
no ser? descastado;
nuestra Am?rica,
sabr? gustar de todo, apreciar todos
los matices, pero ser? de su tierra; su tierra y no la ajena, le dar? el gusto in
tenso de los sabores nativos, y esa ser? su mejor preparaci?n
para gustar de
car?cter propio. ? *
todo lo que tenga sabor genuino,
* Pedro
La utop?a
Herniquez
de Am?rica,
Ure?a;
Biblioteca
?La
utop?a
Ayacuho,
de Am?rica?,
Caracas.
Ed.
Estudiantina,
La Plata,
1925 en
44
MARTA TRABA
sin memoria.
Es una afir
Se nos acusa con frecuencia de ser pueblos
casos cierta. En
maci?n
temeraria, pero en muchos
gen?rica, por lo mismo
en el pasado o
entre enquistarnos
artes pl?sticas, hemos vivido polarizados
borrarlo de un plumazo.
Sin embargo, desde hace pocos a?os y debido a cir
como
la emergencia de Africa,
tan precisas
el reclamo y presi?n
cunstancias
de las minor?as,
han sido enarboladas
nacionales
etc., las peculiaridades
como banderas. Entre nosotros,
se descubre
como si fuera un
lo nacional
menos
revisar
la tradici?n de lo
hallazgo; hay poco tiempo y
paciencia para
en
es
numerosas
la
el
tema
de
nacional,
decir,
convergencia
opiniones,
que han ido amasando
grupos, personalidades,
y tejiendo esa tradici?n,
sobre la cual deber?a reposar cualquier prop?sito
reflexivo.
ser
en la pr?ctica tan
tema
lo
el
de
de
nacional
nuevo,
aparece
Lejos
nuestros pa?ses, de modo
todav?a con
pronto como se van configurando
fuso en la Colonia,
sin embargo es en
y m?s firme en la ?poca Republicana:
el siglo XX cuando se estructura m?s claramente
la tradici?n de lo nacional.
los aportes son distintos, asistem?ticamente
y muchas veces delatan
Aunque
no disminuyen
la irremediable miop?a o el arrebato patri?tico provincianos,
Pero la est?tica del deterioro y la violen
la importancia de la investigaci?n.
en el vac?o propuestas
cia de las vanguardias
por los pa?ses desarrollados,
han creado entre nosotros muchos
reflejos de timidez y hasta verg?enza de
en los ?ltimos a?os, coincidiendo
con la
aceptar la tradici?n de lo nacional:
invasi?n de formas expresivas que part?an de la civilizaci?n
norteamericana,
se ha acentuado
la tendencia al ?futurismo?
cr?tico, ya sea por v?a de querer
fusionarnos
sin m?s con un internacionalismo
neutral, ya sea por v?a con
infundado acerca de cualquier
traria, de imponer un optimismo
igualmente
a asegurar el futuro art?stico del pa?s. Entre el
destinada
obra nacional
y la fe ciega en el progreso que lleva a otro quietismo
quietismo pasatista
me
inclinar?a por abrazar la visi?n ut?pica de Bloch, que
yo
triunfalista,
esa
s?lo para poder desentra?ar
el
futuro
lo m?s pr?ximo;
quiere penetrar
oscuridad
?donde reside el nudo del enigma de la existencia?.
Cito a Bloch con toda intenci?n, puesto que en la base de nuestras ac
sobre el arte nacional ya no es posible actuar, como en el
tuales reflexiones
a las ?perogrulladas?
atendiendo
de que ?naci?n?,
pasado,
?regi?n?,
son los espacios adecuados
para el arte, sin indagar m?s a fondo
?patria?,
hasta qu? punto eso es cierto, porqu? lo es, y en cu?l teor?a o filosof?a del
arte se sutenta para serlo. No hay ning?n motivo
la
para demorar m?s
creaci?n de un cuerpo de pensamiento
si ya existes la tradici?n de lo na
cional y si, de manera
individual, varios cr?ticos del continente han pensado
estos temas con inteligencia y originalidad.
Me parece importante
subrayar
es plural y que, aunque surja de un mismo
que tal pensamiento
continente,
creo que dichas
parte de culturas y existencias
regionales muy diversas:
no
ser
deben
s?lo
avivan
la confrontaci?n
estimuladas,
porque
divergencias
en un nivel dial?ctico,
sino porque nos salvan del totalitarismo patri?tico,
que no puede ser sino castrador y limitante, como cualquier totalitarismo.
Desnoes
esta idea: ?Estamos muy
expres? exactamente
lejos de pro
45
ARTES PL?STICAS LATINOAMERICANAS
no
total del sistema de im?genes en nuestra Am?rica,
poner una unificaci?n
de la tecnocracia
somos partidarios
de los grandes proyectos
cient?fica, el
ser dial?ctico
debe
dise?o
de la realidad
y no de un racionalismo
idealista. Tendremos
mucho menos
que tomar en cuenta las
pragm?tico,
contar con la participaci?n
de los diferentes
de cada naci?n,
diferencias
del campo visual unificado.'
grupos sociales en la elaboraci?n
La tradici?n de lo nacional genera en cada lugar una conceptualizaci?n
distinta. Ciertos
(tercer
lenguajes favorecen un arte nacional de emergencia
un
contra
arte nacional de esencias y s?ntesis (pa?ses desarrollados).
mundo)
no s?lo plantea un problema
El arte nacional de emergencia
ontol?gico,
sino que tambi?n reviste funciones pr?cticas y no est? muy lejos de ser una
en sus diversas etapas
Es estudio del arte continental
forma de activismo.
suma
ha permitido
de
activismos
la
verificar
hasta
qu? punto
permite
reconocer
I.
modalidades
Lo nacional:
de expresi?n.
peculiares
?un lugar cultural
o un lugar politico?
en Am?rica
Latina dos revistas que
1922 y 1924 se publican
Entre
es El Machete
una
Una
abierta.
tono
de
dar el
polarizaci?n
pueden
En Ciudad
volante:
Xavier
Guerrero.
directores
Hoja
Siqueiros y
peri?dico,
a
de
la
de Arte
Semana
ra?z
revista
la
1924.
Klaxon,
Otro,
apareci?
M?xico,
en
a
enero
Brasil.
de
1923:
Sao
1922
de
de
Paulo,
mayo
Moderno,
de
En 1922, la declaraci?n
social, pol?tica y est?tica del Sindicato
?A las razas nativas; a los
Pintores
y Escultores,
T?cnicos,
Trabajadores
en verdugos
convertidos
y
soldados
por sus jefes, a los trabajadores
a
los intelectuales
los
azotados
que no adulan a la
por
ricos,
campesinos
la extensi?n de ese espacio pol?tico en que hab?a de
demarcar?
burgues?a?,
el arte como un
considerar
Al
mexicano.
moverse
el arte muralista
como produc
de
obra
la
caballete
toda
la
de
sociedad, repudiar
patrimonio
como t?cnica fundamental
to burgu?s y enfatizar el muralismo
por su clara
en elemento
funci?n social, lo mismo que el grabado convertido
ideol?gico
un
en
activismo
est?n
acordes
los
muralistas
creativo,
perfilar
y pol?tico,
las desavenencias
m?s que una est?tica. Sin embargo,
surgidas a
pol?ticas,
ra?z de la aparici?n de El Machetean
1924, y la actuaci?n de Diego Rivera
en 1927, declar?ndose
en Mosc?,
partidario de Trosky contra el oficialismo
abierta: en 1938, Rivera firmar?, con
estalinista ahondan una divergencia
1.
Edmundo
artes, M?xico,
Desnoes,
Siglo XXI,
?La
utilizaci?n
1974.
social
del objeto
de arte?
en Am?rica
Latina
y sus
46
MARTA TRABA
?Por un arte revolucionario
el Manifiesto
Andr? Bret?n,
independiente?:
arte debe aspirar a una revoluci?n
?El verdadero
completa y radical de la
en la exploraci?n?.
Revoluci?n
sin restricciones
y arte en libertad
sociedad,
sea
otras
la
de Breton
influencia
marcan,
pautas, aunque
aparentemente,
de
Rivera.
la
mediatizada
por
politizaci?n
progresiva
luego
Pero el espacio pol?tico sigue siendo marcado
?Nuestro
por Siqueiros:
es la contraposici?n
de las corrientes vanguardistas
movimiento
de Europa,
del formalismo
nuestra posici?n
fundamentales
y del
niega los principios
es
en
de
El
formalismo
atacado
la
los
persona
vanguardistas:
artepurismo?.
en nuestra pintura a trav?s del grupo de
entra francamente
?El formalismo
del grupo de Tamayo,
de los pintores
Lozano,
Rodr?guez
ligados a los
Mientras
afirma que:
que Anguiano
poetas del grupo 'Contempor?neos'?.
la bancarrota,
?Con Paul Klee comienza
Klee es el abuelo de todos los Juan
es decir, del puro sensualismo
Soriano,
infantil, de la textura, del color
en
est? la mexicanidad:
?Mientras
nuestra pintura
las negaciones
cito?,
-dice Gonzalez
Camarenaalcance
mexicanidad
obtendr?
mayor
es considerado
como una
un sentido universal?.
Lo mexicano
cabalmente
no como un accidente.
diferencia
Para comprender
la comple
estructural,
en
se
arte
es
del
ubica
nacional
el
que
mexicano,
jidad
espacio pol?tico
un
definitivo
el
de
trata
de
Se
por suerte,
pen
pensamiento
seguir
Siqueiros.
a lo largo de la ruta que
de un enorme vigor y salpicando
samiento m?vil,
de observaciones
de una gran importancia
y validez
quiso hegem?nica,
como reflexi?n
del arte popular,
Su concepto
y conceptualizaci?n.
por
como manifestaci?n
de una raza o un pueblo
ejemplo,
degradada
en
esclavizado
durante siglos, que ha perdido
de expresarse
la posibilidad
en
una
como
t?rminos monumentales
deriva
as?
los
y
pl?stica pintoresca;
consider?n
ataques frontales a lo que llam? la pintura ?mexican Curious?,
dola como ?el mayor peligro que tiene por delante el movimiento
pict?rico
su repugnancia
mexicano?:
?las
lamentables
reconstrucciones
por
de
y su modo
arqueol?gicas-(indianismo,
primitivismo,
americanismo)?abordar las influencias
indigenistas,
podr?an ser suscritos hoy d?a. S?lo cito
un fragmento de su art?culo aparecido
en la revista Vida Americana.2
?La
fondo humano
del admirable
del ?arte negro? y del ?arte
comprensi?n
en general, dio clara y profunda orientaci?n
a las artes pl?sticas
primitivo?
cuatro
acer
perdidas
siglos atr?s en una senda opaca de desacierto
de
por nuestra parte a las obras de los antiguos
qu?monos
pobladores
nuestros valles,
los pintores y los escultores
indios (mayas, azteca,
incas,
con ellos nos dar? la asimilaci?n
del
etc.): nuestro proximidad
climatol?gica
sus
en
de
constructivo
las
vigor
que existe un claro conocimiento
obras,
elemental
de la naturaleza,
que nos puede servir de punto de partida.
su
a las lamentables
Adoptemos
energ?a sint?tica, sin llegar, naturalmente,
reconstrucciones
arqueol?gicas
(?indianismo?,
?primitivismo?,
2.
Vida Americana,
?nico
n?mero
de mayo,
Espa?a,
1921.
ARTES PL?STICAS LATINOAMERICANAS
47
tan de moda
entre nosotros
y que nos est?n llevando a
?americanismo?)
estilizaciones
de vida ef?mera?.
Su espacio pol?tico, que configur?
se
la tendencia del arte mexicano,
a Carlos
de los cosmopolitas,
sit?a en la mitad
(alude expresamente
cuya ?hibridez y falta de sentido nacional?
ataca,3 y el falso na
M?rida),
de los indigenistas
cionalismo
Entre
?el primer per?odo
folkloristas.
folklorista o estatista del muralismo
mexicano
y la simple agilidad snob del
arte de Par?s?, Siqueiros no logra definir,
lo nacional,
sin embargo,
que
su aspecto m?s
las negaciones.
por
queda bloqueado
Curiosamente,
positivo no es el formal, que se maniata por horror al formalismo,
cuando,
de toda evidencia,
el lenguaje pl?stico no tiene m?s veh?culo que la forma
sino por las t?cnicas, donde es un verdadero
innovador.
para manifestarse,
El uso del cemento a la vista, de la brocha de aire, los compresores,
las co
rrientes el?ctricas,
las arenas para mezcla,
as? como la discusi?n y el an?lisis
en la
t?cnico de los murales de Rivera, O'Gorman
y Jos? Chavez Morado
Ciudad Universitaria;
la inteligencia para definir el papel de los murales ex
ternos o internos, as? como la eficacia de policrom?as
son un
y texturas,
de las
aporte a t?cnicas no imitativas que alg?n d?a tendr?n que desglosarse
actitudes panfletarias
durante su larga vida
que son las que han prevalecido
de batallas tantas veces cruentas.
no hay uno sino varios
En el muralismo
por consiguiente,
mexicano,
En
el
n?mero de El Machete
del 10 de agosto del 24, se
espacios pol?ticos.
hace un llamamiento
al proletariado
insistiendo
sobre el valor de la gr?fica
sat?rica como arma social, instando a ?cambiar
los muros de los edificios
las
columnas
del
Estas
por
extremas,
p?blicos
peri?dico?.
posiciones
en espacio
citadas para demostrar
los peligros del arte nacional convertido
sobre la
inservible para reflexionar
pol?tico, crea un clima de turbulencias
eficacia de un mensaje
pl?stico. La teor?a rebasa de lejos a la pr?ctica del
propio Siqueiros. En el clima de guerra que ?l desata, el espacio pol?tico,
al imperativo de ?no hay m?s ruta que la nuestra?,
cubre el
respondiendo
arte mexicano
desde 1922 hasta el Poliforum,
y lo nacional como b?squeda
pasa a tener dos caracter?sticas nacidas de la marginalidad
forzosa; exacer
una
ba la individualidad
de
frente a lo na
alimenta
y
escepticismo
posici?n
cional. De la b?squeda
individual da cuenta la l?neaM?rida-Tamayo
y, en la
generaci?n
siguiente.
en Cuevas-Toledo.
El esceptisismo,
para desembocar
Mart?nez-Gerso,
e inteligencia
en
refinamiento
Paz se prolonga
de Octavio
ir?nico-cr?tica
Juan Garc?a Ponce, y los artistas sensibles que dominar?n
la escena de los
entre poes?a y verdad. El espacio pol?tico que confundi?,
sesenta se mueven
como bien dice Garc?a Ponce,
lo nacional y el Estado,
institucionalizando
el
no interesa para nada y desv?a de cualquier b?squeda
seria de
nacionalismo,
lo nacional.
3.
Conferencia
Siqueiros
2 julio
1954,
roz?
los problemas
Instituto
Nacional
de
de Bellas
la ?etnia,
Artes,
M?xico.
las tradiciones
48
MARTA TRABA
culturales y la cultura regional sin lograr conceptualizarlos.
del mismo momento
En Brasil, entretanto,
hist?rico,
1922,
partiendo
cr?ticos
declaraciones
la revista Klaxon
y documentos
y las numerosas
un
de entrada,
de Arte Moderno
de la Semana
emanados
establecen,
la reflexi?n est?tica.
balance que favorece netamente
en 1924, el
el Manifiesto
A?n
?Pau-Brasil?
est? fechado
cuando
en
el
del Movi
de
Manifiesto
Nacionalista
Gilberto Freyre
Manifiesto
1926,
de Bellas Artes
data de 1928, y la Escuela Nacional
miento Antropofagia
dirigida por Lucio Costa arranca del 30, es entre el 15 y el 20 cuando
en la Semana del Arte Moderno.
fermentan
las ideas que desembocar?n
Pese a que Anita Malfatti
es, (sobre todo por respuesta contra el art?culo
de Monteiro
la figura m?s eminente de la pl?stica ex
reaccionario
Lobato),
en
otra pintora Tarsila Do Amaral,ser?a
el
la
que
?Semana,?
pienso
presada
o la contrapartida
en M?xico,
de Siqueiros
aunque su obra ac
equivalente
e impulsada por dos motores,
Oswald de Andrade
de
ciona movida
yMario
antes del manifiesto,
?Pau
Andrade. Mucho
Oswald piensa el movimiento
como una alianza de lo nacional
a los
Brasil?
y lo europeo y aconseja
de las
t?cnico se desembaracen
j?venes que, despu?s de a?os de aprendizaje
influencias y se incorporen a nuestro medio y nuestra vida ?sacando de los
recursos inmensos del pa?s, de los tesoros del coraz?n, de los bastidores
que
los circundan, un arte nuestro que afirme, al lado de nuestro intenso trabajo
una
material
de construcci?n
de ciudades
de tierras,
y acomodo
Y Mario
le escribe a Tarsila,
manifestaci?n
superior de la nacionalidad.?
a Gris y a
en Par?s. ?Tarsila, Tarsila, vuelve hacia t?.Abandona
triunfadora
de esteticismos
y de criticismos
Lothe,
empresarios
decr?pitos
(al rev?s)
ven para la selva virgen, donde no
Abandona
decadentes.
Par?s, Tarsila,
en el
ni arroyos
selva virgen.
Creo
pl?cidos.
Hay
hay arte negra
es
lo
el
Eso
el
arte, el
que
mundo,
Soy selvavirginista.
selvavirginismo.
Brasil y mi querid?sima Tarsila precisan?. Tarsila crea un espacio cultural,
que parte de un espacio f?sico; pero su talento y el talento de quienes la ro
que no hay espacio cultural para el arte sino se
dean, le hacen comprender
un
sistema de formas propias.
mediante
logra expresarlo
Sergio Milliet,'
c?mo consigue Tarsila tal repertorio de formas. Ex
aclara perfectamente
la literatura y la an?cdota,
y pro
plica c?mo huye de la grandielocuencia,
cura realizar con elementos
brasileros:
luz directa,
colores
rudos, l?neas
?una pintura verdaderamente
?ex
nuestra?,
duras, vol?menes
pesados,
presando el temperamento
paulista a trav?s de la geometr?a y de la s?ntesis?.
?se quiera o no, el Brasil dejar? de ser, en el extranjero,
Y agregaba
el pa?s del caf? y la fiebre amarilla?.
?nicamente
La inteligenica de Tarsila,
de
es
decir
el
cubismo
hab?a
sido
ella
?el servicio militar?,
capaz
que
para
en
reconoce
Assis
?la
1929,
por
Chateaubriand,
glosada,
quien
nacionalista?
relaci?n con el arte
y establece una importante
preocupaci?n
4.
Sergio Milliet,
Revista
Do
Brasil,
n?
100, S. Paulo,
1924.
ARTES PL?STICAS LATINOAMERICANAS
49
?sus violentas
terribles
libertades
negra,
trasposiciones,
esculturales?,
una
reconoci?ndoles
frente al
mental
y emancipaci?n
independencia
cubismo y modernismo.
La exposici?n
de Tarsila coincidente
futurismo,
con el ?Movimiento
1928, es la que aclara mejor el trabajo
Antropofagia?,
de esta artista tendiente a fijar los datos visuales nuevos. Las caracter?sticas
como lo demuestra Aracy Amaral en su
brasileras de su obra son aceptadas,
exhaustiva
sobre
Tarsila, por casi todos los cr?ticos brasileros
recopilaci?n
en su pintura,
de la ?poca. Lo brasilero parece converger simult?neamente,
en la creaci?n
libre y an?rquica de ese propulsor
fue
de An
Oswald
que
drade y en la m?sica
de su gran amigo, el m?sico Villalobos.
El cr?tico Ferreira Gullar,
quien parte de la premisa que ?el arte de
en
un
deber?
vanguardia
pa?s
surgir del examen de las caracter?sticas
ese pa?s y jam?s de la transferencias
sociales y culturales
de
propias
de vanguardia
mec?nicas
de un concepto
v?lido en los pa?ses desarrolla
se con
de la literatura brasilera
dos?, advierte bien c?mo la continuidad
de los temas nacionales:
?Los modernistas,
sigue con el uso permanente
como los indianistas,
regresan a los ancestros
ind?genas, aunque en otros
nordestinos
-Graciliano Ramos,
Jos?
t?rminos, y m?s tarde los novelistas
Lins do Rego,-nos
retoman la v?a abierta por el sertanismo y continuada
por el regionalismo,
ya dentro de una visi?n cr?tica sociol?gica
y hasta
pol?tica?.
sobre la dualidad cerebral -sentimental
llama la atenci?n
Arcy Amaral
en
en sus soluciones
el
an?lisis
de
la obra de Tarsila,
que siempre persiste
en
en
temas
el
los
de
los
la
selecci?n
de
elementos que
y
formales,
abordaje
sus
de
las componen,
fuerza
obras m?s
?la
que
mayor
subrayando
suma
con in
de
de
la
dichos
afirman
caracter?sticas,
factores, que
depende
El espacio cultural que abre Tarsila, es,
tensidad la vinculaci?n
ecol?gica?.
adem?s, un espacio claramente f?sico, pero no puede perderse de vista la
al esp?ritu de s?ntesis que aparece
repetida alusi?n de sus comentaristas
como caracter?stica
paulista. Esto obligar?a a replantear el tema de lo na
en distintas
cional brasilero
fracciones
de la
segment?ndolo
dependientes
se
su
voceros
zona:
de
por ejemplo, del
que
personalidades
autoconstituyen
en
en
o
Bel
del
escritor
Suassuna
Pernambuco
Horizonte,
pintor Guignard
de Gilberto Freyre en Recife, quien afirma haber recibido del extranjero
la
de sus influencias
de la ?Semana
mayor?a
(independiz?ndose
paulista?),
nueva y sentido castizamente
dar a su movimiento
procurando
?expresi?n
dentro de lo que se debe considerar
brasilero,
valorizando,
brasilero,
sus
el negro africano
adem?s del elemento
y, por supuesto,
amerindio,
es decir, cruzados
con europeos:
descendientes
y procurando
mestizos,
rehabilitar el espa?ol y especialmente
el portugu?s?.
Su inter?s por las artes
de Africa negra y de oriente fue motivado
porque en ellas ?podr?a inspirarse
la cultura brasilera
de una pasiva
imitaci?n
de los
para su liberaci?n
modelos
Es
acad?micos
hora
del regionalismo?
?la
Es evidente,
europeos.?
con los brasileros,
mientras m?s se confrontan
los documentos mexicanos
el
en
una
de
la
datos
?tnicos
culturales
y
y
manejo
implantaci?n
antropolog?a
50
MARTA TRABA
se debat?an en
los mexicanos
cultural, por parte de los brasileros, mientras
el espacio pol?tico sustitutivo.
En 1924 Mario de Andrade
le escribe a Tar
sila: ?Estoy enteramente
infernal del
y hago una propaganda
palobrasil
a Drumond
Ha conquistado
de An
para el ?palobrasil?
palobrasilerismo?.
Terra
titulado Minha
drade, quien se pone a escribir un libro de poemas
en Sao Paulo,
tem palmeras.
La apertura del estudio de Warchavchik
primer edificio de ?international
1927, el texto del movi
style? en Brasil,
miento Antropofagia,
entre la tela ?Abaporu?
la coincidencia
de Tarsila,
de Mario de Andrade
los primitivos
de que, ?somos
(1928) y la convicci?n
de una futura perfecci?n?,
al mismo
y ex
convergen
plano de encuentros
de la expresi?n nacional.
La confrontaci?n
anotada por Aracy
ploraciones
Amaral
entre el constructivismo
nativista de ?Pau Brasil? y la monumen
verdad racial y medio
c?smico de ?Antropofagia?,
talidad, profundidad,
como un radar de la alteraci?n
del sistema?, Aracy
(?que se apunta
de
nuevos
un
crear
de
intento
de
hablan
com?n
Amaral),
c?digos. Haroldo
en
de
lo
El
dice
cultural
la
claramente.
ya
que
actualidad,
Campos,
espacio
termina las caracter?sticas
de lo nacional
es, sin duda, un espacio culto: lo
como lenguaje desde una perspectiva
general las ?lites, y lo desenvuelven
de lo
netamente
lo
donde
que importa es asumir la representaci?n
clasista,
de
nacional dentro del marco de las posibilidades
la
expresivas
burgues?a.
En esta forma, la creaci?n de un tipo de visualidad nacional no alcanza a
ser un proyecto
nunca lo pretende. Esto
social, de lenguajes compartidos:
explica la facilidad de relevo. Toda vez que un lenguaje nacional correspon
de a la ideolog?a dominante
sostenida por un grupo o clase, su movimiento
es pendular: As? como fue de f?rrea la estatizaci?n
como
de lo nacional
en
es
de
de
transitoria
lo
la
definici?n
de
nacional
espacio pol?tico,
M?xico,
como espacio cultural ?tnico y formal en el Brasil. Sin embargo,
como se
mueve dentro de par?metros
exclusivamente
ya que la crisis del
culturales,
29 y los avatares pol?ticos
los tocan s?lo tangencialmente
en cuanto clase
se cimenta en Brasil una tradici?n de lo nacional m?s poderosa
econ?mica,
del cuadro de M?xico,
el arte de Brasil
que en otros pa?ses. A diferencia
nacional de 1922 hacia sucesivas formas de
parte, despu?s de la definici?n
el neoconcretismo
de los cincuenta
termina con lo nacional
rupturas;
derivado de la Semana; el abstraccionismo
l?rico de los 60, liderado por los
en Nueva York
nipo-brasileros,
reajusta Brasil a las tendencias dominantes
y la ?poca presente se bifurca en toda clase de propuestas
que van desde la
nueva objetividad,
con
Ferreira
Gullar
el
asocia
(que
neoconcretismo),
hasta las formas experimentales
del arte conceptual
de
y el arte utilizador
los ?media?.
A diferencia
no es un dogma:
de M?xico,
se
lo nacional
alimenta de esta proposici?n
m?ltiple.
ARTES PL?STICAS LATINOAMERICANAS
II.
Del
24 al 28: lo nacional
51
nacionalista
se evidencia en este lapso a trav?s de las revistas
El esp?ritu nacionalista
en Cuba dirigida por V?c
m?s importantes del momento,
que son: Avance,
en
tor Manuel,
Fierro
Buenos
Mart?
Aires, que dura del 24 al 27;
(1924);
en
en Bogot?,
en Per?, dirigida por
Los Nuevos,
1925; Amauta,
aparecida
se
Jos? Carlos Mari?tegui,
del
26
tres
al
que
27; y
publica
importantes movi
en
en Caracas,
el Grupo Montparnasse
mientos
del 28, el grupo Viernes
en
la
revista
V?lvula
de
Venezuela
revista
la
Chile,
y
Caracas,
Santiago
de ?Amauta?,
continuaci?n
Labor,
por el mismo
manejada
equipo, mien
como ha escrito Wilson Hallo,
tras en el Ecuador,
?despu?s de los a?os 20
sobre los precesos revolu
tard?a, informaci?n
empieza a llegar, de manera
Como es natural, mayor
cionarios de Europa y M?xico.
fue el impacto del
de ese
la Revoluci?n Mexicana,
por la similitud de la problem?tica
segundo,
es
como
a
con
as?
trav?s
de Pedro Le?n, Rend?n
el Ecuador,
y
pa?s
Seminario y Camilo Egas, se desarrolla una inquietud por testificar el desa
a trav?s de la pintura, y en muy pocos casos, de la
rrollo socio-econ?mico
escultura..?5
En esta fuerte actividad
intelectual de finales de la d?cada del 20, el
son quienes
movimiento
martinfierrista
y el grupo Amatua
argentino
con
su
lo
lo
llamar
nacional
nacionalista?.6
acci?n,
que podr?amos
definen,
Mart?n Fierro,
en Buenos Aires,
sucedi? a intentos frustrados de revistas
como Los
literarias
Gal?ndez:
raros,
por Bartolom?
1920, dirigida
en forma de peri?dico mural,
Prisma,
que quer?a hacer
(1921) aparecida
conocer el ultra?smo; Proa, hoja literaria aparecida
el mismo
a?o, con el
mismo
Francisco
grupo de poetas
(Gonz?lez Lanuza,
Pinero,
Jorge Luis
tambi?n ese a?o Borges publica en ?Nosotros?
el programa del
Borges);
ultra?smo; dos a?os despu?s, otro grupo saca la revista Inicial, tambi?n de
vida ef?mera. Cuando aparece Mart?n Fierro,
lamayor?a de los artistas que
un
en
intento
de
arte
har?n
est?n
viviendo y estudiando
luego
nacionalista,
Europa. Una sola exposici?n precede y de alg?n modo anuncia la tendencia
nacional
de Mart?n Fierro:
la muestra
de G?mez
Cornet,
1921, que se
en su caso particular,
convierte en documento
de tipos aut?ctonos,
de su
Iturburu escribe en ?La pintura
provincia,
Santiago del Estero. C?rdoba
tuvo plena con
argentina del siglo XX?: ?(La revoluci?n martinfierrista)...
ciencia de lo que persegu?a, es decir, la conquista de una expresi?n nueva
resultante de la asimilaci?n
de las innovaciones
Se
europeas.
argentina
en
una
un
de
idioma
de nuestro
hablar
palabra,
quer?a,
tiempo pero de.
5.
Wilson
Hallo,
6.
Escojo
estos
vergen
sobre
?75 a?os
dos
los artistas
grupos
de pintura
en el Ecuador?,
por haber
irradiado
induci?ndolos
a reflexiones
m?ltiples
sobre
Galer?a
Siglo XX,
los datos
Quito,
y sugestiones
presiones
de
la nacionalidad.
1977.
que
con
52
MARTA TRABA
pa?s. Hab?a que crear, en suma, un arte nuevo, joven, inaugural,
con las innovadoras
en consecuencia
est?ticas y
estructurado
experiencias
t?cnicas de la vanguardia
europea; pero animado por un esp?ritu de nuestra
El nacionalismo
del grupo martinfierrista
tierra, por un esp?ritu argentino?.
se
es muy particular.
La gran batalla que se libra en 1924, en la pl?stica,
en
ese
en
nada
difer?an
hace alrededor de Petorutti
cuyas obras,
momento,
Este gran epigonal concita a su
de los cubistas sint?ticos y post-futuristas.
a la
entre pasatistas
un verdadero
combate
alrededor
y vanguardistas,
todos los nacionalistas
cabeza de los cuales est? Xul Solar. Como Petorutti,
en la capital francesa;
pinta con Lothe
trabajan en Par?s. Spilimbergo
en 1923; Gutter o en 1927, Antonio
Butler vuelve a la Argentina
Berni en el
en el 30, calles y barrios
Pazenza
32; Farina en el 38; Onorio
exhibe,
en el 32, muestra paisajes que
modestos
de Buenos Aires; Horacio March,
nuestro
italiana. Se trata, realmente, de la
tienen el aliento de la pintura metaf?sica
exaltaci?n del barrio, o la exaltaci?n de la pampa fantasmal en los paisajes
El nacionalismo
de Laura Mulhall
Girondo.
invade todos los
argentino
Lo curioso es
los movimientos
y las tendencias m?s antag?nicas.
grupos,
como
con el
el
tanto
de
Boedo
?Mart?n Fierro?,
grupo
que
que antagoniza
una
artificialmente
marcando
divisi?n
de
miras
de
Florida
grupo
pol?ticas y
de extracci?n
social; como el grupo m?s extremo de Barletta alrededor del
nom
en el mismo
?fervor de Buenos Aires?,
Teatro del Pueblo,
convergen
bre del poemario
que Borges publica en 1923.
la nueva sensibilidad
La obra de Petorutti
expresa
que pretend?a el
martinfierrismo:
1917,
seguir la secuencia de su ventana desde Florencia,
es embarcarse
en la misma
los ?soles
hasta
pampeanos?,
progresiva
urbano que crea un marco
del medio. Medio
f?sico y espiritual a
posesi?n
se
este nacionalismo
entre
Aires y La
Buenos
divide,
que
sim?tricamente,
no
disociaci?n
entre
el
Es
nacionalismo
que
haya
Pampa.
sorprendente
de
la perspectiva
culta
Sombra
desde
(Don Segundo
comprendido
o el el Fervor de Borges o las ventanas de Petorutti)
G?iraldes
y el que se
rabioso de Arlt,
del barrio re van
de El juguete
perspectiva
desprende
chis ta y feroz; o el anarquismo
de Faci? Heb?quer,
grabador del grupo de
?El Conventillo,?
?Bandera
temas, ?La Mala
Barletta,
Vida?,
cuyos
vienen
?Carne
de
la pintura
directamente
etc.,
Cansada,?
Roja,?
de ?Sin pan y sin trabajo?,
de la C?rcova,
1894. Las
melopanfletaria
son vistas a la distancia, batallas de familia
batallas entre Boedo y Florida,
o atacar
se despedazan
m?s
el
que batallas
por defender
clasistas;
en
ser
?hasta
naturalismo,
Zola, Gorky; pero coinciden
siempre
argentinos
la muerte?,
que los nivela a todos.
extrapol?tica
posici?n
El nacionalismo
argentino resulta, sin duda, un nacionalismo
porte?o,
es Buenos Aires. Es tambi?n, un nacionalismo
cuyo enclave obligatorio
a liquidar la generaci?n
desde todas las barricadas,
generacional,
dispuesto,
en pintura, de Quir?s a Fader, y dar paso a la juventud,
de los maestros,
enmarcada en el
posici?n que se volver? sintom?tica de una sociedad m?vil,
cuadro del progreso
de tradiciones.
Si el
y renuente a la acumulaci?n
ARTES PL?STICAS LATINOAMERICANAS
53
los lleva a cancelar
los
argentina
t?pico de cultura
la educaci?n
sentimental
los incita, sin desavenen
porte?a
a Romain Rolland. De la mezcla de cultura, candor y barrio
saldr?n todos, inclusive el primer Borges y las m?s admirables
piezas de
de (1924 da una
del nacionalismo
Petorutti.
Esta caracterizaci?n
porte?o
buena pauta de la fuerza, peso e incidencia de los comportamientos
de
una
del
definici?n
nacionalismo.
grupo para
Si comparamos
las p?ginas de la revista Mart?n Fierro,
por ejemplo,
con los temas escritos por Los Nuevos
de Bogot?,
la primera parece una
de sociedad de fomento de barrio mientras Los Nuevos
revisan,
publicaci?n
la literatura europea; leen a Stendhal,
la ret?rica modernista),
(porlongando
a Heine y a Barr?s, adoran a Rilke, discuten alrededor de ?La Nouvelle
?futurismo?
antecedentes,
cias, a adorar
Revue Fran?aise?.
o la cultura na
Nada m?s distinto de la cultura de ?lite colombiana,
de Buenos Aires, que el nacionalismo
cional vanguradista
tal cual lo con
carta ideol?gica,
los colaboradores
cibieron, dotado de una explosiva
y la
en artes pl?sticas,
con el regreso
direcci?n de Amauta.
Amauta
coincide,
a Lima, en 1922, procedente
de Jos? Sabogal
de M?xico.
de
Alrededor
un
se
re?ne
grupo llamado primeramente
indigenista ?que abraza
Sabogal
con euforia el constumbrismo
localista y las banderas de la reivindicaci?n,
con todos sus encantos
comar
de la provincia,
al menos,
est?ticamente
los
de
la
vida
la
canos, registrando
campestre y
quehaceres
tipolog?a in
d?gena.?
se asienta, como es l?gico, en el ?rea andina. Al lado de
El indigenismo
Camilo Egas, en el Ecuador,
que parte de un realismo socialista y deriva
favorecido por los escritores de tem?tica social
enseguida al expresionismo,
encabezados
por Icaza, se produce el caso muy curioso de tres pintores ex
como lo explica Hallo en el
tranjeros que se dedican a hacer ?indigenismo?,
libro citado: Lloyd Wulf y Jan Schreuder se radican en Quito y Michaelson
en Guayaquil.
?El ind?gena -escribe Hallo-es
el principal protagonista
de
es pintada de manera
en
estas telas. Su miseria
casos
dram?tica,
algunos
Si recordamos
raya en lo grotesco?.
que ?los nuevos?
que siguen a esa
ser?n liderados por Guayasam?n,
Paredes,
generaci?n
Kingman y Diogenes
contra la ret?rica indigenista de
y que la promoci?n
siguiente, rebel?ndose
con la
las personalidades
fortalecer?
fuertemente
entroncadas
Guayasam?n,
tradici?n formal ind?gena, de T?bara, Viteri, Villac?s, que trabajan conjun
tamente con dos importantes
del ?arte pol?tico? Ci
figuras desconocidas
en el Ecuador una vocaci?n casi exclusiva
fuentes y Muriel; comprobaremos
tanto en sus errores como en sus aciertos.
hacia tema ind?gena y popular,
En 1920 en Peru, escribe Ugarte Elespuru7,
el pa?s comenz? a tomar
en acci?n ideol?gica,
en
conciencia de s?mismo y a traducir esa conciencia
en
una
Fue
de
intenso
etapa
partidaria y
program?tica
pugnacidad
pol?tica.
7.
Ugarte
Elespuru,
?Pintura
en el Per?
contempor?neo,?
Lima,
1970.
54
MARTA TRABA
nacionalismo
En el arte, el Indigenismo
reivindicacionista.
encarn?
esa
misma
actitud emotiva?.
Durante
casi veinte a?os, hasta 1938 cuando se
crea el Sal?n
de Artistas
la cultura
peruana
Independientes,
sigue
monol?ticamente
esta definici?n
de lo nacional. El ideario lo da Jos? Carlos
de la realidad
Mari?tegui,
quien, en los siete ensayos de interpretaci?n
sin embargo, Mari?tegui
los datos
todos
peruana, apoya a Sabogal;
maneja
de apertura que convergen en una ?poca que Mirko Lauer ha calificado del
?lustro
intelectualmente
m?s rico de este siglo?,
1926, Amatua;
1927,
en el Cuzco;
1928 , fundaci?n
del APRA,
grupo Resurgimiento,
1929,
creaci?n de la Confederaci?n
General de Trabajadores;
1930, fundaci?n del
Partido Comunista,
la convergencia
del despertar pol?tico con
subrayando
rurales y con la incidencia de una cultura
huelgas urbanas y levantamientos
una modernidad
irresistible.
externa,
La
que marca
expansionista,
caracterizaci?n
del nacionalismo
cultural peruano de los 20, ha sido acer
tadamente
realizada por Lauer,
c?mo el concepto
se?alando
se
nacional
un
de
la
de
al
inevitable
desprende
posibilidad
integrar
pa?s fragmentado
e inteligencia
del manejo
de tales con
proyecto
burgu?s. La flexibilidad
en los editoriales
tradicciones
est? presente
escribe para
que Mari?tegui
Amauta.
La diferencia
entre Mari?tegui
y casi todos sus colaboradores,
como Luis Cardoza y Arag?n
salvo algunas grandes excepciones
o S?nchez
es notable; Mari?tegui
es tan capaz de revisar la ideolog?a caduca
Viamonte,
de Gonz?lez
Prada como de admirar su sentimiento y determinaci?n
para la
empresa cultural que se propone; de defender a Martin Ad?n y su disparate
a un regionalismo
en el
feudal que desemboca
puro como de deshauciar
de
la diferencia
entre el nacionalismo
establecer
reaccionario
gamonalismo;
Gracias a Mari?tegui,
el concepto de lo
europeo y el socialista americano.
en el Per?,
se va bifurcando
a precisiones,
nacional,
para ajustarse
Lo nacional es la acci?n ?til, determinada
necesidades,
prelaciones.
por las
fortalecidas
circunstancias,
pero no paralizada por la ideolog?a. As? fijados
sus l?mites m?viles,
el nacionalismo
es una especie de vigilancia
que no
de Amantani
ni los problemas
de Arte,
pierde de vista ni la masacre
Revoluci?n
es revolucionario
y Decadencia
y que necesariamente
y
socialista. Al respecto
escribe Mari?tegui:
?No podemos
aceptar como
nuevo un arte que nos trae sino una nueva t?cnica. Eso ser?a recrearse en el
m?s falaz de los espejismos
actuales. Ninguna
est?tica puede rebajar el
trabajo art?stico a una cuesti?n de t?cnica. La t?cnica nueva debe corres
a un esp?ritu nuevo
lo ?nico que cambia es el
tambi?n.
ponder
Sino,
el
una
no se contenta con con
Y
decorado.
revoluci?n
art?stica
par?metro,
quistas formales?.
La relaci?n del hombre apost?lico
con el ?realpolitiken?
en el caso de
es vista con la emoci?n
inusual en el magn?fico
Mari?tegui,
ensayo que
en la revista Avance,
escribi? el cubano Juan Marinello
1930, a prop?sito
de la muerte
de Mari?tegui.
A?n
cuando Marinello
hubiera
prematura
recomendara
salidas pol?ticas precisas a los pro
querido que Mari?tegui
blemas de la nacionalidad
no retacea su admiraci?n
peruana y americana,
ARTES PL?STICAS LATINOAMERICANAS
55
en el diagn?stico
por la fe de Mari?tegui,
y su coraje
por su clarividencia
para se?alar a los culpables del retraso nacional.
se publica del 27 al 30 y sus editorialistas
m?s
Avance
importantes
son Marinello,
Muchas
veces, a lo largo
Jorge Ma?ach, Mart?n Casanovas.
de sus p?ginas, aflora el problema de la definici?n
de lo nacional. A veces
aparece de modo
indirecto, como cuando se glosa el libro de Waldo Frank,
en la
o cuando
interviene
la revista
de Am?rica,
Redescubrimiento
Aires
Gaceta
la
Buenos
Fierro
de
entre Mart?n
causada
y
pol?mica
a ra?z de la airada reacci?n que produjo
de Madrid,
Literaria
que esta
a Madrid
como el ?meridiano
revista considerara
?ltima
de
intelectual
La reacci?n
entre
Am?rica?.
los
de
miembros
virulenta
antispanista,
entre
de Avance,
m?s
Mart?n
los colaboradores
Fierro,
prudente
el frente que debi?
contra una
recuerda
dicha
organizar
generaci?n
en
el
reaccionaria
cavern?cola
de
y
hispanidad
pensamiento
representada
Ramiro de Maeztu.
(Esta contienda es completamente
epocal, y toca ciertos
en otros; en cambio, como es el caso de Puerto
sectores cultos de Am?rica:
ya que los sectores cultos
Rico, no se produce la lucha contra la hispanidad,
en luchar contra los anexionistas
estaban empe?ados
y el enemigo principal
no era Espa?a sino Estados Unidos).
se con
En Avance
pol?tico-cultural,
de Arte
la exposici?n
signa, como hecho cultural realmente revolucionario,
de Mayo
del 27, donde figura, entre otros Amelia Pel?ez. Mart?n
trata de enfocar el
al
dedicarle sendos art?culos a la exposici?n,
Casanovas,
nuevo
con
arte
del
consider?ndolo
mucha
europeo
problema
penetraci?n,
como una fiebre sin diagn?stico,
de la filiaci?n
derrota
cuya
procede
clasista burguesa del arte del ochocientos.
claro al
Sin embargo es menos
trasladar el problema a Am?rica,
donde ?el fondo virgen?, de ?inagotable
enreda el problema
facundia, realidad esencial de la ascendencia
aborigen?,
en los frescos
en un discurso ret?rico cuyo modelo,
desemboca
finalmente,
como
Rivera
de
vistos
Nadie
percibe el modelo
pintura reivindicator?a.
en ella la salida
se
entonces
ni
ofrec?a
reconoci?
Amelia
Pel?ez,
perfecto que
ocurre por
con
Esto
casi paradigm?tica
los
brasileros
Tarsila.
hallaron
que
un
en
Avance
el
de
es, eminentemente,
que
equipo pol?tico
equipo
con una visi?n de partido, y poca proclividad
cabezado por Juan Marinello,
a las reflexiones de mayor envergadura.
La discusi?n de lo nacional nunca
se vuleve tema prioritario.
en Avance
el libro de Cario Alberto
del
Analizando
Erro, Medida
trata de dar con una
criollismo
1929), F?lix Lizaso
(Buenos Aires,
una f?rmula bastante dudosa: lo
finalmente,
tipolog?a criolla y encuentra,
universal criollo, programa de Erro suscrito por Lisazo. La indagaci?n no
y su novedad,
pasa de generalidades
que fue escrito en el 29,
pensando
en
en
sus aspectos negativos,
tono
el
radica
y visi?n pesimista del criollo y
en un momento
a todo trance y de esperanza.
desusados
de exaltaci?n
Marinello
de gran lucidez. En
atisbos
1930, n?mero
tiene, a veces,
a Les Cahiers de L'Etoile,
contesta
diciembre-enero
de Avance,
Par?s,
con una aguda penetraci?n
de lo aut?ctono
cr?tica: ?La b?squeda
y su ex
Nuevo
56
MARTA TRABA
en buena parte del arte actual de
que se advierten
presi?n
-indigenismono
tener
han podido
por la
Hispanoam?rica,
arraigo en nuestro medio
o literaria en nuestros
india y de riqueza monumental
carencia de poblaci?n
tiene en Cuba
El negro -tema y motivo
universalind?genas desaparecidos.
en
lo hace objeto
Su
la
vida
cubana...
significaci?n
espec?fica.
participaci?n
a
ser
lo
Su
m?sica
de meditaciones
que nos co
y esperanzas...
puede llegar
nueva
en
de
la
el
est?tica?.
Pocos
con
t?tulos
mapamundi
mejores
loque
a un pintor mitad negro, mitad chi
a?os m?s tarde, en 1937, corresponder?a
est?ti
Lam, establecer los aportes de esa ?etnia? en un modelo
no, Wilfredo
co asombroso,
que recoger?a tambi?n las tradiciones orientales. Ni Ma?ach,
ni Marinello,
al problema
ni
dedica
tambi?n
art?culos
negro,
quien
a Pel?ez y
Casanovas
tienen la penetraci?n
est?tica que hubiera protegido
a Lam. Eduardo
le permitir?
artista cuya emoci?n
Abela,
presentido
sobrevivir de su poca audacia para formular nuevos lenguajes, es un pintor
leal a la divisa antiimperialista,
forma un bloque con el
del grupo. Grupo
en Costa
editaba
Americano
Rica,
que,
Repertorio
Joaqu?n Garc?a
Ambos
intelectual centroamericana
para
Monge.
generar?an la resonancia
la lucha en vivo y en directo que libraban los puertorrique?os
contra los
anexionistas.
Lo nacional nacionalista
pero nunca
sale, pues, de variadas vertientes,
una
sino
definici?n
que, invariablemente,
satisfactoria,
logra
conceptual
deriva hacia la acci?n (ser?a m?s conrecto decir la propuesta de acci?n) o la
ret?rica.
Y en nuestros d?as, la investigaci?n
Lauer sobre el
valiosa de Mirko
arte en el Per? y su encuentro con la sofisticaci?n
de los intentos de entron
car en las ra?ces nacionales,
por partir inevitable
(esfuerzos
inoperantes
mente de una cultura dominante),
el
?ltimo esfuerzo por
constituir
podr?a
lo
sobre
la
de
lo
idea
nacional
m?s moder
nacionalista,
trabajar
manejando
namente
la herencia Gonz?lez
Prada- Mari?tegui
la
y llevando adelante
diferenciaci?n
entre los productos
de aquella
cultura domianante
y lo
realmente popular.
?En el Per?? escribe Lauer, ?la cultura dominante
apoya su hegemon?a
en la palabra escrita y el control de los
dentro de lo creativo principalmente
con la cultura de la metr?poli
mecanismos
de intermediaci?n
imperialista:
un
para ella la pintura ha constituido,
y sigue constituyendo
hist?ricamente,
tanteo contra
la captaci?n
de im?genes nacionales
de
y la importaci?n
con ocasi?nales
estilos extranjeros,
salidas ecl?cticas entre las dos cosas?.
Lo m?s importante de Lauer es su actitud, su moderna
capacidad de estar
alerta frente a las trampas de las formas y a la astucia,
de una cultura
lo
le
tanto
tendencias
inter na
desenmascarar
las
que
dominante,
permite
como ?la teor?a de las ra?ces?.
cionalistas
ARTES PL?STICAS LATINOAMERICANAS
III.
Hacia
un concepto
57
de lo nacional
en Austin en octubre de 1975, al cual concurrie
El simposio convocado
la mayor?a
de los cr?ticos activos en Am?rica,
Latina
(reunidos por
de
descubri?
las
inevitables
per
aparte
incompatibilidades
primera vez)
reinante en la actualidad
respecto a la definici?n
sonales, la confusi?n
posi
modelos
de conceptualizar
ble de un arte latinoamericano.
La necesidad
para precisar tal definici?n,
expresada por Juan Acha, deriv? en el plantea
ron
como ontol?gico
la
del problema
Saavedra);
(Carlos Rodr?guez
del artista seg?n el medio ambiente
(Marta Traba), lo popular
operatividad
o la convergencia
de estos dos
que inunda su formaci?n
(Aracy Amaral),
?ltimos cr?ticos en reconocer una situaci?n colonialista
(Marta Traba) o de
no se consigui? definici?n
continente ocupado
alguna, ex
(Aracy Amaral);
?un
de Jaime
Concha:
artista
la aproximaci?n
cepto
conceptual
no se agota en una pro
su experiencia
lo es cuando
latinoamericano
sino que coincide con una riqueza de grupo o con
blem?tica circunstanciada
una experiencia
definici?n
que, por otra parte, es v?lida para
hist?rica?;
no
el
s?lo
latinoamericano.
para
cualquier artista,
en la concep
sin embargo,
La propuesta
de Juan Acha,
empe?ada
en
una
el
m?rito
de
insistir
tiene
reflexi?n
parezca
aunque
que,
tualizaci?n,
intentada por la gente que se ocup? de pro
inusual, ha sido continuamente
blemas art?sticos en el continente. A lo largo del siglo la b?squeda de defini
Pero los grupos pol?ticos han usado
ciones es prioritaria,
jam?s accidental.
una reflexi?n
como bandera,
lo nacional
interfiriendo
y perturbando
est?tica realmente
insertada en el marco
que no ha quedado
adecuada,
como deb?a ser, sino en la politiquer?a. Hace veinte a?os, cuando
hist?rico,
nadie
los
intentos m?s coherentes de definir el arte latinoamericano,
surgen
a
en
trav?s
la
de
daba cr?dito a este proyecto,
fuerza
que adquiri?
pr?ctica,
las exposiciones
colectivas que partieron,
casi todas, de distintas entidades
Yale University,
tales como la Bienal de Houston,
norteamericanas,
Gug
Poco a poco la visi?n global de la pl?stica tom? cuerpo
genheim Museum.
se increment?
la
y, sobre todo a partir de los pactos regionales econ?micos,
como una unidad cultural. Hoy d?a no es
moda de hablar de Latinoam?rica
miento
hay, m?s
preciso insistir sobre la bondad del concepto de Latinoam?rica;
del t?rmino. Es el momento,
bien, una saturaci?n y utilizaci?n
oportunista
en cambio, en pleno ?boom?
de insistir sobre la
de lo ?latinoamericano?,
de
los conceptos.
precisi?n
de red?finir el arte latinoamericano
entre otros, el intento
Destaco,
formulado
de la sensibilidad
sobre la base de la explicaci?n
por
colectiva,
lo
cr?tica
la
Juan Acha:
por Garc?a
para
cual,
representada
posici?n
las
Canclini
seria lam?s apta para estudiar las relaciones entre los artistas,
la relaci?n entre lo nacional y lo inter
y el p?blico:
obras, los intermediarios
nacional examinada a la luz del examen de las vanguardias
por Frederico de
como neurosis,
Mor?is
que
y Ferreira Gullar: el concepto de dependencia
58
MARTA TRABA
la idea de la tradici?n per
ha expresado Dami?n
Bay?n:
repetidamente
en los trabajos de Jorge Alberto Manrique:
vertida
y dos
manente,
su
con
Amaral
la que desarrolla Aracy
variantes de criticas de denuncia,
Marta
de
la
la
?cultura
de
?continente
y
que
resistencia?,
ocupado?,
juicio
Traba? deriva de la definici?n
de una cultura latinoamericana
emparentada
su riqueza
al ?pensamiento
defender
salvaje? que debe, por consiguiente,
La
de
frente al general
sem?ntica
las
empobrecimiento
vanguardias.
in
un
arte
de
Ida
cancelar
por
Rodr?guez
Prampolini
preocupaci?n
dividualista
salido de las revoluciones
y
burguesas,
sobre la vanguardia
y la regi?n, de Mario
Pedroza,
las consideraciones
este
redondear?an
panorama.
en algunos trabajos:
ideas que se han manejado
Veamos
las principales
una de las mejores
del pensamiento
de Ac ha es su
virtudes
a)
con eclecticismo.
de matizaci?n,
que no debe confundirse
capacidad
Gracias a esa fuerza de los matices es capaz de advertir los peligros y lugares
comunes
a que conduce el ?apegamiento
de iden
al principio
exagerado
fuerzas que convergen a unidades bastante
tidad?, y de aceptar lam?ltiples
como las ?tnicas e idom?ticas,
que no hay necesidad
obvias,
alguna de
ese
va
La
de
de
conduci?n
machacando.
punto
prudencia
partida
seguir
dolo a red?finir el arte, no en abstracto,
dentro de
sino, por el contrario,
La
de
las
l?neas
ellas
?red?finir
situaciones
ser?a
muy precisas.
y
primera
de nuestras reacciones
sensibilidad
colectiva como uno de los motivadores
sensibilidad que hoy est? a merced
diarias y decisiones pol?ticas y culturales;
el arte?. Segundo,
de los medios masivos
y urge corregir y renovar mediante
?redimir la ecolog?a, hoy tecnol?gica
y objetal, como un sistema de lengua
La preceptiva de
colectiva?.
jes visuales que informa y forma la sensibilidad
una
somos
reflexi?n
de
lo
de
adecuada
que
y d?nde debe
que parte
Acha,
frente a nuevas relaciones,
termina siendo,
situarse el lenguaje art?stico,
como casi todos los dem?s casos que he citado, una forma de acci?n, de in
esa
caracter?stica que imprime a nuestro pensamiento
tervenci?n correctora,
las actividades
intelectuales
especial urgencia que ti?e de cierto dramatismo
del tercer mundo.
contra ?el sentimiento
Acha
la demagogia
y el
previene
populista,
cuando en
que suelen acarrear los deseos latinoamericanistas
paternalismo
en sucesivos
la
frentan
la relaci?n
arte-sociedad?
y precisa,
art?culos,
entre cr?tica y teor?a del arte, la necesidad de que nuestra cr?tica
diferencia
se ?aleje del artista y de todo psicologismo
del productor?,
aclarando que el
artista no es el sujeto del fen?meno
sino s?lo del sistema de pro
est?tico,
ducci?n
de objetos
para lo cual vuelve a las repetidamente
art?sticos,
entre el valor art?stico y el valor est?tico de una obra
estudiadas diferencias
de arte; lo m?s importante de su aporte, en mi opinion, es esta insistencia en
en productora
de teor?as, sin las cuales parece
que la cr?tica se convierta
hablar de ning?n arte ni expresi?n nacional;
descabellado
pero, al mismo
en la praxis. Su sugesti?n
tiempo, su deseo de que las teor?as se confirmen
en los medios
m?s significativa;
que la teor?a se ejercite en ?comentarios,
59
ARTES PL?STICAS LATINOAMERICANAS
sobre los acontecimientos
p?blicos que inciden en la sensibilidad
masivos,
no solo es atendible,
sino que traslada efectivamente
el trabajo
colectiva?,
del cr?tico (o te?rico) del campo del an?lisis de obras y movimientos
hasta el
campo emp?rico de la vida diaria de la colectividad.
entre artistas, difusores
fuer on
?Las contradicciones
y p?blico...
b)
a
una de las causas de la desintegraci?n
de las vanguardias
y agotamiento
una
fines de la d?cada del sesenta? escribe Garc?a Canclini,8
demostrando
vez m?s su preocupaci?n
entre
de las relaciones
por el restablecimiento
varios sectores como punto de partida de una cr?tica que desenfoque
de su
relaci?n parcial con el artista (o con el p?blico),
punto en el cual sus traba
con
la
de
el
Acha
coincidir?an
visualizar nuevamente
por
jos
preocupaci?n
a
como
considerar
los
social
artistas
Garc?a
y
conjunto
productores.
Canclini
entre
des
hace una
diferenciaci?n
la supuesta
importante
del arte mediante
los nuevos
materiales
y t?cnicas
subjetivizaci?n
en el libro de Basilio Uribe ?Materiales,
nuevas
t?cnicas,
(hipostasiados
nuevas expresiones?),
solidaria de las
y un arte que sea ?la satisfacci?n
con gran lucidez las contradiciones
de
necesidades
de todos?,
subrayando
se
realmente por acentuar
la importancia de
preocuparon
que
vanguardias
los medios,
los procesos,
etc., y su destino final, siempre dirigido, de modo
a
minor?as
ilustradas
Su cr?tica de las vanguar
y sofisticadas.
inevitable,
a
de
considera
?v?ctimas
las
tecnocr?ticas
que
dias,
utop?as
an?logas a las
en
el
el
desarrollo
?rea
ilusionaron
econ?mica?
tiene
que
impresionante
cultura con la cual, como
validez para Venezuela,
tantas veces lo he
tales concomitancias
se?alado, Argentina mantiene
que no es nada absurdo
no porque est?n conectadas
hablar de un eje cultural Buenos Aires-Caracas,
entre s?, sino porque se encuadran en par?metros muy semejantes. En todas
el aporte real de Garc?a Canclini
est? m?s en el dise?o de una
formas,
de una teor?a;
para nosotros,
que en la b?squeda
metodolog?a
apropiada
toda teor?a no pasa de ser
pero como sin esos instrumentos metodol?gicos
un r?o de palabras,
considero que debido a su perocupaci?n
por esa trama
entre artista, intermediario,
de s?lidas interacciones
obra y p?blico, que le
a revisar tanto el objeto de la critica como
reconduce
los criterios de
su trabajo toma fuerza de necesidad.
valoraci?n,
La preocupaci?n
sociales de la obra de arte incide
por las relaciones
sobre lo que Garc?a Canclini
llama en su libro,9 ?la desustancializaci?n
de la
del arte que,
est?tica?, donde se revela la inutilidad de las teor?as metafiscas
en la persecuci?n
de una supuesta esencia, negaban aspectos
especulativa
de lo real: ?Adem?s,
fundamentales
libera a la est?tica del fetichismo de las
obras y permite repensar la problem?tica
art?stica en el proceso
social que
8.
Garcia
Cuadernos
9.
1977.
Nestor
?Movimientos
Canclini,
Americanos,
Garc?a
n? 6,
Canclini,
art?sticos
y transformaciones
sociales
en Argentina,?
1976.
Arte
popular
y sociedad
en Am?rica
Latina,
M?xico,
Siglo XXI,
60
MARTA TRABA
su sentido?.
el autor al ?arte por el arte? que
constituye
?Qu? opone
de las metr?polis?
las condiciones
la relaci?n con el
reproduce en miniatura
es re-significada
medio
de arte ecol?gico,
carteles,
gracias a propuestas
a este punto, sin embargo,
su aparato te?rico pierde
brigadas, etc. Llegando
son enjuiciables
y d?biles, en cuan
ya que todas sus soluciones
consistencia,
to corresponden
a la misma
de caballete: y,
del
cuadro
elitista
concepci?n
otra
de
visuales p?bli
lo
?l
llama
?la
por
que
parte,
producci?n
mensajes
cos? no garantiza ni eficiencia ni valor art?stico-est?tico,
como lo prueban,
inmersos en
ch?canos de San Francisco,
los horrendos murales
por ejemplo,
la peor
ret?rica.
es el
tercer cr?tico fuertemente
El
por la sociedad
preocupado
c)
brasilero Ferreira Gullar,
cuyo libro70 representa una de las m?s
impor
a la teor?a cr?tica latinoamericana.
como
tantes contribuciones
Gullar,
un equilibrio
entre su aceptaci?n
de las vanguardias
y la
Acha, mantiene
precisi?n que debe hacerse al hablar de las nuestras, para que no queden en
vueltas en el mismo
internacionales,
paquete donde est?n las vanguardias
nos son exta?as. Revoluciones
y urgencias
cuyas motivaciones
y cambios
sino a trav?s de la cultura de
formales no pueden hacerse, para Gullar,
masas frente a la cual la cr?tica tradicional,
nacida en los salones, carece de
fuerza y sentido. El libro de Gullar oscila entre el pesimismo,
al revisar los
errores
de
las
contradicciones
las
internacionalistas
y
vanguardias
una
le permite
entrever
que
y el optimismo
brasileras,
(ut?pica)
en lo cual no est? lejos de la visi?n
de los medios masivos,
recuperaci?n
utilizadora
que urge Juan Acha.
y correctora de dichos medios
dentro de los pa?ses subdesarrollados
F. Gullar dice:?Clamar
por el
de su propia realidad no es, como se pretende hacer
estudio y conocimiento
creer frecuentemente,
una actitud retr?gada o nacionalista,
sino, por el con
una
actitud
verdadera
de
derivada
una concepci?n
trario,
internacionalista,
a su vez, desen
concreta de la realidad
internacional.
Esa concepci?n,
mascara
la posici?n
la realidad nacional,
que, subestimando
cosmopolita
admite la existencia de un internacionalismo
de las
absoluto,
independiente
al cual ?stas deber?an somerterse. Tal actitud es
nacionales,
particularidades
de importaci?n,
del
subdesarrollada,
t?pica de la mentalidad
propias
en el pa?s, fuerzas materiales
capaces de
per?odo en que a?n no se formaron,
de los problemas,
delante
las respuestas
lo definir?an
generar
que
culturalmente?
en libro, el concepto
d) A?n cuando no has sido todav?a formulado
de ?continente
es interesante por lo
que enuncia Aracy Amaral,
ocupado?
su
rotundo: ?Puesto que Latinoamericana
del 28 de oc
-(inicia
exposici?n
tubre 1975, segunda sesi?n del simposio de Austin,
un
Texas),
constituye
continente
nada
m?s
natural
el
artista
culturalmente,
que
ocupado
10.
Ferreira
Brasileira,
Gullar,
1969.
Vanguardia
e subdesenvolvimiento,
Rio
de
Janeiro,
Ed.
Civilisazao
ARTES PL?STICAS LATINOAMERICANAS
61
sea como el habitante
de una isla: recibe con facilidad
latinoamericano
o menor
la informaci?n
mayor,
que lo rodea del exterior. Son
resistencia,
esas fuentes
del artista de nuestro
formativas
interna
continente,-las
las del movimiento
cionales,
indigenista, y otras,-las que lo forman con una
art?stica.? Aracy Amaral puntualiza
la fuerza conque el medio
personalidad
ambiental act?a sobre el artista pero aclara que el artista ?no opera con las
contradicciones
sino por la con
culturales existentes en su medio ambiente,
su
lo
de
inunda
O sea, el artista
formaci?n.
que
tigencia
popular
latinoamericano
de la clase
puede ser -como en general lo es- procedente
con la carga de
media de su pa?s, pero no pierde el contacto afectivo-moral
caracteres que hacen el ambiente
latinoamericano:
la injusticia
social, la
las
continuas
crisis
dentro
de
inestabilidad
las
cuales
pol?tica y econ?mica,
se desarrolla nuestra historia, el mestizaje
africano,
ind?gena, japon?s (m?s
en mi pa?s) y la herencia que ese mestizaje
trae para su am
recientemente,
biente cultural?.
Pese a que su ya denso trabajo historiogr?fico
s?lo sobre
ha operado
temas brasileros
y en especial sobre la Semana de Arte Moderno,
Aracy
es un cr?tico con perspectiva
Amaral
que ha hecho el
latinoamericana,
esfuerzo de soldar el Brasil con la comunidad
esfuerzo
hispano-parlante,
fundamental
si consideramos
est?tica de Am?rica
que toda v?a de definici?n
Latina tiene que pasar por el Brasil para ser completa.
como neurosis sostenida por Dami?n Bay?n no es
e) La dependencia
decirse
nueva, y podr?a
que arranca del famoso pr?logo de Sartre a Fanon
a la dependencia
donde se refiere expresamente
del colonizado
y a la in
manera
deriva
de
de
estratificaci?n
tal
movilizaci?n
que
y
que su deseo
ella,
armas
lo
de
darle
de
de independizarse,
combate
lejos
paraliza, en una ac
como las ?neurosis?
a que alude Bay?n.
tan patol?gica
ci?n petrificante
se sent?an hartos
de historia
?Ellos
y nosotros
(los europeos)
en plena decadencia
de la historia. Estamos
de la avitaminosis
padecemos
Y para hacernos
los grandes tenemos que im
de raices y de fundamentos.
un pasado esperando que nos dejen improvisar el porvenir?.n
provisarnos
?En este plano de la ideolog?a los ecos son infinitos y todav?a resuenan
si se los sabe oir. Hay que ser acaso local o internacional? Hay que respetar
o contribuir en cambio a que el
de folklorismo
alg?n tipo de indigenismo,
se inserte en un gran esquema que no reconozca
hombre hispanoamericano
fronteras??
a
Este argumento
es, sin duda, de doble filo y conduce inevitablemente
no es m?s
una par?lisis de la acci?n, ya que si el problema de la dependencia
con la identificaci?n
y
que algo mental que, evidentemente,
desaparecer?
vis
del inferiorizado
asimilaci?n
sentido de diferencia del latinoamericano
lo ideal ser?a la curaci?n de esta neurosis por v?a del trata
a-vis del europeo,
miento
sin duda Bay?n tenga raz?n dado
que elimina el motivo.
Aunque
11.
Dami?n
Bay?n,
Aventura
Pl?stica
en Hispanoam?rica,
M?xico,
Fondo
de Cultura,
1974.
MARTA TRABA
62
del planteo de la dependencia
cultural parece
que lo reiterativo y mani?tico
veces irrazonable y sin salida, es evidente que las neurosis pueden
muchas
en pro o en contra del proyecto
yo descarto,
por
nacional;
manejarse
como neurosis negativa, y busco utilizar la neurosis
la dependencia
ejemplo,
como arranque de una preocupaci?n
?y por qu? no? obsesiva, del
reflexiva,
arte
latinoamericano.
Sin duda nuestras culturas
de
del
definici?n
problema
nace de la colonizaci?n
son dependientes
sin
duda
dicha
y
dependencia
cultural de que hemos sido objeto por parte de los centros emisores: estas
que no pueden ponerse ya en tela de juicio y que han sido
situaciones,
con una suficiente
vastamente
ilustraci?n que ha partido, no de
analizadas
no parece resolverse, como en
los cr?ticos, sino de economistas
y soci?logos,
o revoluci?n,
sino por asunci?n de la
econom?a, por v?as de desarrollismo
de nuevas
de la dependencia
conciencia
y, a partir de ello, formulaci?n
ese tema de
teor?as o nuevas cr?ticas que tengan, en la base, sin olvidarlo,
origen.
sea el prop?sito
de ninguna manera
de Bay?n,
cuyos s?lidos
Aunque
en la mejor
lo ubican
estudios
americano
sobre el Barroco
l?nea de
como
el tratamiento
de la dependencia
historiadores
del arte continental,
los valores de la
neurosis es un arma de doble filo; tiende a desmonetizar
con ?rbitas
culturales m?s
las identificaciones
para facilitar
tradici?n,
en
caso de que,
entrabada
identificaci?n
lastrada
y
que quedar?a
fuertes,
culturales.
tradiciones
tuvi?ramos
efectivamente,
El estudio de la tradici?n para enfrentar la peligrosa y conflictiva
teor?a
un valioso
de la dependencia
tiene en el mexicano
Jorge Alberto Manrique
Habr?a que decir, parafraseando
al cr?tico colombiano
Rafael
exponente.
Gutierrez Girardot,
Est?ticas
y el equipo de Investigaciones
que Manrique
de M?xico)
que ?l dirige, estudian el arte ?como
(Universidad Aut?noma
una instituci?n
con un
de su ejercicio,
social con formas consuetudinarias
con un
constantes
de
sistema de motivos
de
de
y
y
temas,
procedimientos,
?code? como se dir?a para estar al d?a.?72
en considerar
de Jorge Alberto
insistencia
la
Manrique
f) La
me parece, m?s que un af?n de
tradici?n como una fuente permanente,
un punto
te?rico de suma importancia,
sitem?tico,
ya que
catalogaci?n
el arte en su historia particular. Marnrique
nada menos,
est?
recoloca,
en la conyuntura
de los problemas
reflexiva y adecuadamente
ubicado
de
?Entre el
que siempre han agitado el arte continental.
ontol?gica
- escribey due?os y se?ores de algo propio,
regodeo de sentirse diferentes
o de ?culturas
definido
de ?madres
claramente,
patrias?
distinguible
refinadas? y el susto por sentirse europeos de segunda, necesitados
de alcan
zar a Europa
e igualarla, Am?rica
Latina ha labrado la Jiistoria de su
cultura. Las artes pl?sticas han expresado
esta actitud con mayor o menor
naturaleza
12.
Camp
Rafael
Guti?rrez
de VArpa,
Girardot,
Barcelona,
No.
?C?mo
55/56,
se lee la literatura
1978.
latinoamericana
en Europa?,
en
63
ARTES PL?STICAS LATINOAMERICANAS
conciencia y casi podr?amos decir que hay una historia de las artes pl?sticas
latinoamericanasy no s?lo una historia de las artes europeas en Am?rica
en lo
en que el problema del ?qui?n soy? se ha ido reflejando
en la medida
o
construido.?
modelado
esculpido,
que nuestros hombres han pintado,
no
frente a la expresi?n americana
Pero la firme ubicaci?n
de Manrique
o
de
donde
triunfalista
meramente
intencional
car?cter
el
tiene, para nada,
Pese a que cree que
de americanismo.
tantas otras declaraciones
nacieron
frente a ?lo otro? a la
sale de las reacciones
nuestra mejor autodefinici?n
cr?tica necesaria para afirmar que ?la alter
tiene la perspectiva
ajenidad,
nancia de respuestas en un movimiento
pendular, no implica una ?esencia
las
l?neas generales del desenvolverse
se?ala
cuando
m?s,
americana?,
sino,
de un proceso.? Am?rica Latina- dice,- no debe entenderse como una cosa
ab initio y con caracter?sticas definidas para siempre, sino m?s
determinada
bien como algo que ha ido haci?ndose
seg?n la feliz ex
(o ?invent?ndose?,
en ese
en que ha adelantado
en lamedida
presi?n de Edmundo O*Gorman)
proceso?.'3
tradici?n
de que existe una
permanente
objetiva
hasta ahora, una cultura que
formaci?n
republicana
en los objetos creados
normales y visibles diferencias
Dicha
una intenci?n art?stica en la sociedad mexicana.
ver
con
no
la
tiente
nada
de
factores
que
peculiares
puntualizaci?n
sino que parti? de
emanaci?n natural de artesan?as o expresiones populares,
lo cual habr?a que
de lenguajes
los creadores
cultos, para comprender
rehacer la historia del arte de los siglos XVIII al XX desde esa perspectiva,
y
no como una simple catalogaci?n
a lo sumo ampliada con an?lisis formales.
de cimien
es pues, en este punto, exploraci?n
La exploraci?n
de Manrique
intento de con
tos o plataformas
de partida, considerando
que cualquier
no se asiente
o nueva cr?tica es in?til mientras
teorizaci?n
ceptualizaci?n,
culturales de ?La tradici?n permanente?.
sobre los presupuestos
no
Traba; ?cultura de la resistencia?,
g) El slogan que utiliza Marta
La
seguridad
desde la
reconoce,
las
deseaba marcar
o con
est?ticamente
es m?s que una cobertura general para englobar, por una parte, la necesidad
de siglos anteriores y del ac
de tener en cuenta todas aquellas expresiones
de que s?lo perviven y tienen fuerza y sen
tual que partan de la convicci?n
art?sticos nacionales,
tido los movimientos
capaces de trasmitir una verdad
arranca de la convicci?n
no previsto. En este aspecto,
o un conocimiento
filos?fica que las nuevas est?ticas, a partir de Hegel, no son sino fragmenta
como
ciones de una visi?n global que nunca m?s se ha podido manifestar
la
ahora fragmentariamente,
epistemolog?a
siguiendo
tal, y que enfatizan
Su teor?a de
o eficaces de su actividad.
del siglo XX, aspectos operativos
de
sociedades
arte
el
entre
el
arte
latinoamericano
emergente
y
parentesco
trata
racional
m?tico
un
m?s
irracional
dominadas
y
que
por
pensamiento
13.
M?xico,
Jorge Alberto
Siglo XXI,
Manrique,
1974.
?Identidad
o modernidad,?
en Am?rica
Latina
en sus artes,
64
MARTA TRABA
el arte latinoamericano;
de situar ontol?gicamente
a?n cuando la ubicaci?n
nuestras
fuentes
escindida entre
sea, (como
y or?genes culturales) ambigua,
lo
lo hallado
d?a
y
y hoy
impuesto
(europeo
(prehisp?nico)
acatan
de
nuestras
la
movilidad
que
y
defensas,
perpetua
norteamericano),
o desobedecen
las ?rdenes de modo err?tico, sin conciencia de d?nde est? su
fuerza. Partiendo
de la creencia en un continente
unido, no s?lo por la
y desgarramientos
que lo
lengua y la base social sino por sus contradicciones
ataca de
encierran en el pensamiento
m?tico como expresi?n
dominante,
frente los terrorismos de vanguardia
que, Rita Bl?jer,14 juzga de ?poca ri
queza sem?tica y, adem?s, generados
por ciertos sectores de una sociedad
como
usa
la vanguardia
coartada y descargue de sus
pantalla,
opulenta que
otra
de una
fallas. Considerando,
por
parte, que la definici?n
propias
un arte (ya que el arte no puede ser
sociedad redefine, autom?ticamente,
sino hist?rico y social) el encuentro y an?lisis de ciertos elementos m?ticos y
de muchos
la coincidencia
que pueden recorrer desde el
comportamientos
son poderosos
s?mbolo hasta el hiperrealismo,
soportes de comprensi?n:
como producci?n
en
sus
dentro
de
insiste
situarlos
campo espec?fico,
pero
y sin exclusi?n de los artistas, (como dir?a Acha), y sin atenerse
a la relaci?n que revisa Garc?a Canclini.
El arte de la
prioritariamente
im
resistencia
de los artistas fortificados
por las culturas endog?micas,
semi-mitica de la sociedad y de sus sistemas irra
pregnados de la naturaleza
la m?tica que conlleva un
cionales de conducta,
y de las obras resultantes;
con ?salidas?
refrendadas
por la tradici?n per
posibles,
planteamiento
es
un activismo que,
sociedades
necesitan
para
manente,
que
indispensable
en
sus
d?
les
confianza
reflexivas.
posibilidades
paradojalmente,
los peligros
Nadie
ha visto mejor
m?s duramente
del
y combatido
lo m?gico
y la Alteridad?
que un escritor, Rafael Guti?rrez Girar
?mito,
dot. Para que no haya ninguna confusi? al respecto, trascribo una cita, que
?Las teor?as sobre el ?realismo m?gico?,
?lo real
suscribo enteramente:
se
entre las m?s conocidas...no
maravilloso
americano?
la ?Alteridad?,
limitaban a explicar una corriente
por as?
literaria, sino ontol?gicamente,
diferenciada
toda la historia
Lo
latinoamericanas.
decir, toda la literatura y, adem?s
es decir con conceptos
hac?an con nociones
concientemente
irracionales,
tener en cuenta la historia material
de
que no necesitaban
y los procesos
se
en
modernizaci?n
desde la segunda
hab?an
Latinoam?rica
iniciado
que
se reaccionaba
con
mitad del siglo pasado. Ante la realidad del militarismo
es legitimo en la literatura,
lo m?gico.
el sue?o, el mito,
El procedimiento
en la pol?tica.?
pero es ileg?timo en la historia y es fascistamente
peligroso
(art?culos citado)
reunidos
h) Es visible en los escritos de Ida Rodr?guez Prampolini
su libro Una d?cada de cr?tica de arte, su preocupaci?n
por denunciar
14.
Artes
Rita
en su an?lisis
Bl?jer,
Visuales,
N?
13.
?Algunos
aspectos
de la Cr?tica
de Arte
en Am?rica
Latina?,
en
la
ARTES PL?STICAS LATINOAMERICANAS
65
como
del artista
individualista
posici?n
algo que s?lo lo lleva a su
ir
al
viendo
y,
autosatisfacci?n,
propio tiempo,
qu? queda una vez que se li
el
lo
ella
la
llama ?el arte por el arte?.
y
art?stico,
que
quide
objeto
galer?a
?Es inaplazable
el entierro del arte estetizante,
-dice- ya que se presente a
trav?s de la basura, ya que se exprese con la pureza. Son, aunque muy
pocos, los artistas y cr?ticos que han captado el problema y han visto que, al
est?ticas que abarcan los mundos
abstractos
margen de las preocupaciones
o figurativos,
existe una nueva postura ante la obra y la vida que cada vez va
apareciendo m?s como la ?nica, como la decisiva. Mientras m?s se aleja de
nosotros
exterior y pl?stica,
la preocupaci?n
la in
formal,
puramente
en
otros
moral
filos?fica
existi?
detr?s
y
que
quietud sociol?gica,
tiempos
de la producci?n
art?stica, comienza a imponerse como el problema primor
una reiterada
dial y se hace imprescindible.?
Al propio tiempo, manifiesta
en
hacia
las
clasificables
que,
proclividad
vanguardias
anti-artes,
los medios de la galer?a o el museo para sacar
repudiaron
(en un principio)
con su iron?a o impacto
el arte a la calle. Juzga que ?estas manifestaciones,
nuevamente
la
convulsi?n
repulsivo,
reflejan
espiritual de la ?poca y com
prueban, una vez m?s, hacia d?nde vamos?. ?A mi juicio -afirma- no queda
otro camino que la liquidaci?n
del artista aislado y desadaptado
y su in
como ?nica salida, en el marco vital de la sociedad moderna?.
tegraci?n,
Es excepcional,
dentro de la linea marcadamente
de los
historiogr?fica
la fuerza dial?ctica,
te?ricos del arte en M?xico,
la movilidad,
del pensa
de Ida Rodr?guez
miento
contradic
inclusive sus saludables
Prampolini;
ciones y el modo emocional de involucrar el arte con todas las situaciones de
la vida misma,
da a aquella l?nea una alternativa
din?mica.
La
el
arte
destino
del
est? ligada
latinoamericano
por
i)
preocupaci?n
al problema
de las vanguardias.
asimismo
Mario Pedroza
sustenta tambi?n su concepto del arte colectivo en un
las expresiones
pero va
individuales,
trabajo que, en el futuro, abandone
ese espacio por venir, con una evidente
definiendo
simpat?a hacia las
en el
brasilero o del ?body-art?
ya se trate del neoconcretismo
vanguardias,
?El artista de hoy -escribe- intenta sin saberlo, en sus investiga
mundo.
situar al hombre en el contexto futuro. El
ciones tantas veces premonitorias,
se va transformando
en una caja de conductos de comuni
hombre moderno
cada vez m?s perfeccionados.
Toda su
caci?n cada vez m?s complicados,
su proceso y lo que (quiz?s) le
todo lo que hasta ahora constituye
evoluci?n,
de su especie en el universo abierto, pasa cada vez
asegure la sobrevivencia
m?s a depender de la creciente complejidad
de esos
y poder discriminatorio
es otra cosa distinta a s?mismo,
informativos.
conductos
Progresivamente
se va con virtiendo
y, en la medida de esa creciente y dial?ctica objetivaci?n,
en el tema exclusivo y absorbente
de su propio arte?. La excitaci?n
pro
vocada por las vanguardias
y la reflexi?n de lo nacional no parecen con
tradecirse en la obra cr?tica de Pedroza.
al arte nacional,
recoge la
Respecto
de que lo regional no es lo puramente
idea de Mumford
local, grosero y
de una cultura a un medio particular es
sino que ?la adaptaci?n
primitivo,
66
MARTA TRABA
un proceso
y un car?cter regional en pleno florecimien
largo y complicado,
to es lo ?ltimo en emerger?,
idea que coincidir?a con la tard?a apropiaci?n
en lo ?folkl?rico
de una cultura propia
que advierte Aracy
regional?
Amaral
s?lo en el ?ltimo arte brasilero.
se ha ocupado
tambi?n
j) Otro cr?tico brasilero, Frederico de Mor?is,
en una investigaci?n
de lo nacional
simult?neamente
y las vanguardias,
paralela que parece dar el tono a los cr?ticos de su pa?s. Acerca de la idea de
sin que incluya,
Naci?n, Mor?is
piensa que ?no existe la idea de Naci?n
de
la idea de arte. Forma parte de cualquier proyecto
autom?ticamente,
Se puede afirmar, en otro sentido,
nacional.
naci?n,
integra la conciencia
el problema
de la libertad?. Estrechamente
que el arte toca directamente
no excluye que la
de ?La nueva objetividad?, Mor?is
ligado al movimiento
en relaci?n
a temas pol?ticos,
?aborde
y tome posiciones
vanguardia
es el de un guerri
sociales y ?ticos?, y su concepto del artista de vanguardia
En la revista Vozes, n? 1,
llero respecto a la constante guerrilla art?stica.
es
contra el arte afluente,
sostiene que ?lo importante
1970, escribiendo
hacer de la miseria,
del subdesarrollo,
nuestra principal
Pero
riqueza?.
cree en las nuevas manifestaciones
Mor?is
de Creaci?n?,
tipo ?Domingos
donde la libre creatividad
sacada a la calle es juzgada por ?l como una de las
tantas propuestas
a renovar y trastornar
revolucionarias
el
destinadas
binomio
Al pasar, pues a la praxis, Marais
cae en el error
sal?n-exposici?n.
de hacer, respecto a los eventos p?blicos de las vanguardias,
lec
la misma
tura falsamente
En realidad tales eventos no
optimista de Garc?a Canclini.
son comprendidos
ser descodificados
sino por una estricta
y no pueden
sus
resultan
irriso
minor?a,
y sus ?performances?
c?digos
incomprensibles,
rias. Como dice el artista italiano Pistoletto:
?el progreso ha acumulado
tal
en la perspectiva
cantidad de vanguardia
del futuro, que yo veo para dicha
vanguardia m?s espacio en el pasado?.
e intentos
La r?pida relaci?n de este grupo de posiciones
te?ricos
demuestra
el himno y el escudo,
que la etapa de la bandera,
que per
una ret?rica nacionalista,
en teor?a art?stica, ha sido
sonificaban
al menos
superada.
A la convergencia
del nacionalismo
monol?tica
de diez
ha sucedido,
a?os a esta parte, una pluralidad
de puntos de vista y tambi?n de m?todos
de trabajo, que permiten vislumbrar,
por vez primera, el despunte de una
cr?tica de arte profesional.
Si esta critica ya puede ser enumerada y hasta clasificada
en sus posi
ciones m?s originales y aportad vas es porque,
situ?ndose en su propio con
a trabajar dentro de dos vertientes
la
texto, ha aprendido
fundamentales;
observaci?n
y el respeto por la
emp?rica de las obras m?s significativas
tradici?n de lo nacional.
ARTES PL?STICAS LATINOAMERICANAS
67
BIBLIOGRAF?A
La
global
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
acerca del arte en Latinoam?rica
como
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La Pintura
nueva
en Latinam?rica,
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latinoamericana,
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en las artes pl?sticas
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Siglo XXI,
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en Stanford University
ensayo de Chase aparecido
1964;
Press,
Gilbert:
and change in Latin America?.
CHASE,
?Continuity
La reflexi?n
sobre el arte, bien sea sobre sus ejemplos concretos o
sobre los posibles modelos
la actividad
que sugiere
conceptuales
creativa latinoamericana,
resulta todav?a m?s reciente.
HAY QUE DESTACAR EL TRABAJO TE?RICO DE LOS BRASILE
ROS:
1.
2.
3.
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5.
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Vanguardia
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Terra,
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1975 (Organizaci?n:
Aracy Amaral).
GULLAR
Civilizasao
FERREIRA:
COELHO
de 9 Artistas Brasile?os?
FOLA, L?lia: ?Mitopo?tica
DE MELLO E SOUZA, Gilda: Vanguardia
e nacionalismo
na d?cada
de Vinte, Museo
Lasar Segal, 1975.
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1964.
GUABA,
Regina:
F?vre:
?Criterios
de
arte
cr?tica
la
para
SLEMENSON,
Kratochwill,
Museo
de
Arte
Moderno
de
Buenos
1969.
contempor?neo?,
Aires,
68
3.
4.
5.
MARTA TRABA
?Un arte
Marta R. F. de y Germ?n KRATOCHWILL:
SLEMENSON,
en Buenos Aires?
Ins
de vanguardia
?Un movimiento
de difusores?
Juan Mar sal y otros),
tituto Di Tella)
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Elena de: ?El arte cin?tico?, Buenos Aires, Nueva Visi?n,
BERTOLA,
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a la pintura peruana del Siglo XX?, Lima
?Introducci?n
LAUER, Mirko:
Mosca Azul,
1976.
a trav?s del
se define una pol?tica de investigaci?n
mientras
que en M?xico
de la Universidad
Art?sticas
Aut?noma
de
de Investigaciones
Instituto
a
Alberto
trav?s
del
libro
Una
y
M?xico,
Manrique;
dirigida por Jorge
de cr?tica de arte, de Ida Rodr?guez
d?cada
M?xico,
Prampolini?,
1974, y los art?culos de Rita Bl?jer y Teresa del Conde.
Sep/Setentas,
no hayan publicado
libros globales,
el pensamiento
A?n
cuando
en art?culos de: Angel Kaienberg
Statsny,
(Uruguay), Francisco
recogido
de Juan (Cuba), Juan Garc?a Ponce
(M?xico), representan
(Per?), Adelaida
un valioso aporte a la reflexi?n art?stica en el continente. Dejo por fuera la
del arte nacional,
referida a historias
aunque quisiera hacer
bibliograf?a
a
de
Aldo
las
menci?n
y Alfredo Boulton
Pellegrini,
(Argentina),
especial
e
recuento
cr?tico
el
de artistas, as?
sistem?tico
informativo
por
(Venezuela),
en el Brasil, de Roberto Pontual
como elDiccionario
de las Artes Pl?sticas
y
Artes Pl?sticas,
?La semana del 22?, Aracy Amaral,
Ed. Perspectiva,
1970.
cr?ticos sobre un artista determinado,
Y las biograf?as
y ensayos
como el ?Roelas?
de Teresa del Conde,
(M?xi
algunos de ellos relevantes,
la recopilaci?n
de Jos? Clemente Orozco,
de textos de
co), la autobiograf?a
de Juan
y el ?Brandt?
Siqueiros hecha por Rachel Tibol, el ?Michelena?
el ?Rever?n?
de Alfredo
Boulton
Calzadilla,
y Guillermo
(Venezuela),
el ?Negret? de Galaor Carbonell,
de
el ?Santamar?a?
Meneses,
(Colombia),
el
sobre
Eduardo
de
del
Fernando
Serrano,
ensayo
(Colombia),
Szyszlo
como los estudios cr?ticos del arte del siglo
peruano Emilio Westphalen;as?
en Colombia
XIX efectuados
por Eugenio Barney Cabrera,
y los del Siglo
Cito los cr?ticos que, de manera m?s clara y
XX, por Germ?n Rubiano.
en Am?rica
un trabajo
han emprendido
Latina
sistem?tico
decidida,
o una
a destacar algunos artistas, un grupo o historia nacional,
destinado
manera
de ver la cuesti?n est?tica desde sus propias perspec
determinada
ACHA,
Revista
ARTES PL?STICAS LATINOAMERICANAS
tivas. P?rrafo
durante varios
69
el trabajo de fichaje y recuento adelantado
aparte merece
a?os por Jos? G?mez Sicre, en la Revista de Ar tes Visuales,
OEA, Washington.
pewf?fea
Amtonio
Director:
Coordinador: Nelson Osorio Tejada.
Publicaci?n
ricana
Tarifas
semestral
Editores.
de
suscripci?n:
de
Latinoame
Por
los
nos. de 1975: U$S 10.00. Por
dos nos. de 1976: U$S 12.00.
3074.
Avenida Benavides
Urbanizaci?n
Polar.
Cornejo
La Castellana
dos
los
Lima 33 - Per?
A?oV
semestre
2do.
Lima,
de
No.
1979
HOMENAJES:
Antonio
Cornejo
Polar
Osorio
y Nelson
Tejeda:
Homenaje
a Joseph
Sommers
Joseph
de
Sommers:
Literatura
la ficci?n
indigenista
Steele:
Cynthia
e historia:
de Joseph
Bibliograf?a
Las
contradicciones
ideol?gicas
Sommers
ESTUDIOS:
Jorge
Pablo
Ruffinelli:
Guillermo
Beatriz
Araya:
Pastor:
discurso
Le?nidas
Dial?ctica
narrativo
Morales
Palacio:
La poes?a
Toro:
de
Literatura,
postuma
la alienaci?n:
de Roberto
Para
una
locura
de Pablo
y sociedad
Neruda
Ruptura
y l?mites
en el
Arlt
estrategia
bibliogr?ficas
NOTAS, COMENTARIOS, RESE?AS.
de
las investigaciones
10
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