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Rev Esp Med Legal. 2013;39(3):124---126
REVISTA ESPAÑOLA DE
MEDICINA LEGAL
www.elsevier.es/mlegal
MEDICINA LEGAL EN IMÁGENES
Herida craneal por arma de fuego
Gunshot skull wound
Enrique Dorado-Fernández a,∗ , Concepción Magaña-Loarte a , Eduardo Andreu-Tena b
y Teresa Alejandre-España c
a
Laboratorio de Antropología, Escuela de Medicina Legal, Instituto Anatómico Forense de Madrid, Madrid, España
Escuela de Medicina Legal, Instituto Anatómico Forense de Madrid, Madrid, España
c
Medicina forense, Juzgados de Madrid, Madrid, España
b
El cráneo constituye una estructura idónea para el estudio de las lesiones por arma de fuego. Si bien el estudio
de las heridas es fundamental para conocer las características del disparo1 , la morfología ósea preserva elementos
de gran interés sobre el calibre, trayectoria y distancia del
mismo, de especial valor cuando los tejidos blandos están
muy alterados o han desparecido.
Junto a los orificios ocasionados por el proyectil, estas
lesiones se acompañan de fracturas secundarias al impacto
directo, el efecto cavitario intracraneal y la presión de los
gases de explosión.
Es característica la forma de bisel, o cono truncado en
visión de perfil, en la cara interna del orificio de entrada
y en la externa del orificio de salida, si bien suele faltar
en los huesos finos. La propia disposición del bisel es sugerente de la trayectoria. Ocasionalmente, en las heridas a
cañón tocante se observa en la tabla externa del orificio de
entrada un mínimo bisel que podría llevar a confusión, si
bien es siempre menos relevante que el formado en la tabla
interna2 .
Los orificios de entrada son generalmente más habituales
que los de salida, siendo estos últimos asimismo mayores, lo
Autor para correspondencia.
Correo electrónico: endorado@pdi.ucm.es
(E. Dorado-Fernández).
∗
que se relaciona esencialmente con el balanceo y la alteración del eje longitudinal de la bala respecto al teórico de la
trayectoria3 .
Igualmente, es muy característico observar en la tabla
externa del orificio de salida esquirlas óseas evertidas.
En ocasiones la herida craneal solo afecta la tabla externa
«heridas acanaladas», mientras en otras el trayecto marcadamente tangencial con que incide el proyectil en el cráneo
origina una imagen en cerradura o keyhole wound, con
características morfológicas de entrada y salida contiguas.
Radiológicamente, a veces se observa en la entrada la
presencia de esquirlas metálicas del proyectil o «tatuaje
metálico»4 .
En las heridas a cañón tocante, o muy próximo a la piel,
puede encontrarse una tinción de la tabla externa del orificio
de entrada, provocada por el depósito de negro de humo, o
signo de Benassi. En ocasiones esta tinción alcanza a tapizar
la trayectoria a través del hueso, dando lugar al signo del
«canal de disparo» (schusskanal).
El orificio de entrada es solo orientativo del calibre del
proyectil, pudiendo variar, aunque frecuentemente sea algo
mayor.
El caso expuesto como imagen es ilustrativo de las características señaladas. Corresponde a una muerte por suicido
con pistola, de munición 9 mm Parabellum. Con entrada por
el parietal derecho y salida en el parietal izquierdo, comprobándose su trayectoria de derecha a izquierda y ligeramente
0377-4732/$ – see front matter © 2013 AsociaciÓn Nacional de Médicos Forenses. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.reml.2013.04.003
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Herida craneal por arma de fuego
Figura 1
Orificio de entrada, cara externa.
Figura 2
Orificio de entrada, cara interna.
Figura 3
Orificio de salida, cara interna.
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Figura 4
Orificio de salida, cara externa.
Figura 5 Tabla externa del parietal izquierdo, a nivel del segmento desprendido.
Figura 6
Segmento desprendido, visto por su cara interna.
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de delante atrás y de abajo arriba. Se acompaña de fracturas radiales sobre ambos orificios, así como amplia fractura
sagital recorriendo el frontal y parietal izquierdo y otra, de
sentido transversal, sobre el hueso frontal.
El orificio de entrada es habitual, de 10 mm de diámetro,
algo mayor en los bordes de la tabla externa (fig. 1), y con
tinte oscuro en sus bordes (signo de Benassi). Mientras, la
tabla interna muestra un marcado bisel (fig. 2).
El orificio de salida en el parietal izquierdo, exhibe en
la tabla interna un contorno más irregular que el descrito
en el de entrada (fig. 3), con unas dimensiones globales de
15 × 13 mm y amplio bisel en su tabla externa.
Este orificio de salida (fig. 4) se encontraba a su vez
incluido dentro de un segmento más amplio que se había
separado a consecuencia del disparo. Tras su reconstrucción se obtuvo la imagen de salida que se ha descrito.
E. Dorado-Fernández et al
Previamente, se comprobó que ese segmento dejaba a su
vez otro amplio orificio con las características típicas de
salida (fig. 5); de alguna manera, podría hablarse así de un
orificio de salida incluido en otro orificio de salida mayor
(fig. 6).
Bibliografía
1. Barbería-Marcalain E, Estarellas-Roca A, Piera-Lluch V. Herida por
arma de fuego. Rev Esp Med Legal. 2012;38:39---40.
2. Di Maio V. Heridas por arma de fuego. Buenos Aires: La Rocca;
2007.
3. Di Maio V, Dana SE. Manual de patología forense. Madrid: Díaz de
Santos S.A; 2003.
4. Aso J. Traumatismos craneales. Aspectos médico legales y secuelas. Barcelona: Masson; 1999.
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