Senado de la Nación Secretaría Parlamentaria Dirección General de Publicaciones (S-1879/08) PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados... Artículo 1°-. Modificase el artículo 311 del Código Civil, el cual quedará redactado de la siguiente manera: ARTICULO 311-. La adopción de menores no emancipados se otorgará por sentencia judicial a instancia del adoptante. La adopción de un mayor de edad o de un menor emancipado puede otorgarse, previo consentimiento de éstos cuando: 1. Se trate del hijo del cónyuge del adoptante. 2. Exista posesión de estado de hijo del adoptado ininterrumpida iniciada durante la minoría de edad, debidamente comprobado por la autoridad judicial. Artículo 2°-. Comuníquese al Poder Ejecutivo Guillermo R. Jenefes.FUNDAMENTOS Señor Presidente La ley 24.779 incorporada al código civil como Titulo V, de la Sección Segunda del Libro Primero establece las previsiones jurídicas a las que debe someterse el instituto de la adopción. La norma citada establece como principio general que los menores de edad son los sujetos de la adopción previendo diferentes supuestos en los cuales procedería, según el caso, la adopción plena o simple, aunque siempre con criterio interactivo y otorgando a la adopción simple un carácter de tipo supletorio. De modo tal, en su artículo 311 el Código Civil establece “la adopción de menores no emancipados se otorgará por sentencia judicial a instancia del adoptante” quedando la adopción, como principio general reservada a los menores de edad. En este sentido, dice Gustavo Bossert, (Manual de Derecho de Familia, ed. Astrea, Bs As.) “El adoptado no debe haber cumplido los veintiún años al tiempo que el juez otorgue la guarda a los fines de la adopción”. De modo tal, aunque la sentencia es la constitutiva del estado de familia que deriva, ella es, a la vez declarativa de los presupuestos que hacen a su procedencia. Sin embargo, por excepción al principio contenido en el párrafo 1º del artículo 311, la norma admite la adopción el mayor de edad o de un menor emancipado, siempre que medie el consentimiento del mismo. Se trata de un instituto que tuvo su origen en un fallo de la Corte Suprema de Justicia (Fallos, 308:1978,LL, 1986-E-684, y JA, 1988-I126) por el cual se autorizó la adopción de un mayor en el cual el adoptante tenía bajo su guarda a dos hermanos habiendo adoptado a uno solo y omitido adoptar al segundo durante su minoría de edad. Mazzinghi, Jorge, Adopción “contra legem” ED, 162-520) La norma citada prevé dos supuestos donde rige la excepción al principio general. Uno es el caso del hijo del cónyuge del adoptante, donde este supuesto resulta razonable, habida cuenta que sirve a la integración familiar de aquellos cónyuges que han contraído matrimonio con quien tiene ya uno o más hijos y desea adoptarlos como propios y permitir al adoptado heredar al cónyuge que lo adopta. El otro supuesto previsto, objeto de la presente reforma legal, consiste en la preexistencia del estado de hijo del adoptado debidamente probado por la autoridad judicial. La comprensión exacta del supuesto exige que se analice cual ha sido la inatención del legislador al preceptuar esta norma. Se entiende entonces, que alguien quien gozando de estado de hijo, pero solo estando en una posesión aparente de tal posesión, es decir un estado aparente de familia, respecto de quienes siendo en la actualidad mayor de edad, pretenden adoptarlo. La hipótesis esta plasmada en el derecho español que permite la adopción del mayor de edad o el menor emancipado, en una fórmula clara que la adopción del mayor procede cuando preexistiera una situación ininterrumpida de tutela y convivencia iniciada durante la minoría de edad de la persona sujeto de la adopción. Nuestra legislación, a diferencia de la española no demanda expresamente la preexistencia la convivencia o tutela durante la minoría de edad, o sea la necesaria presunción del estado de hijo iniciada previa a la mayoría de edad. Lo expuesto podría llevar a interpretar que tal estado no se requiere para la adopción del mayor de edad, sin embargo, esto no resulta consistente con la naturaleza de la adopción, cuyo objeto es la adopción de niños menores de edad. Este es el espíritu de interpretación de la norma que ha informado la jurisprudencia y la legislación comparada. De modo tal, la propuesta de reforma esta orientada a rescatar este manera interpretativa, a fin de consolidar una situación de hecho preexistente a la mayoría de edad. Asimismo, se incorpora el concepto de posesión de estado de hijo en lugar de estado de hijo, habida cuenta que si el estado de hijo ya existiera resulta contradictoria la solicitud de adopción. De acuerdo a lo estipulado, tanto por Bossert como por Belluscio en sus sendos manuales de Derecho de Familia, en realidad la norma siempre debió referir a la posesión de estado ya que si tuviera estado de hijo ya hubiera sido adoptado. Por los motivos expuestos, solicito a mis pares me acompañen en la sanción de la presente propuesta. Guillermo R.Jenefes.-