La primogenitura fue retenida durante 2520 años 123 de estos "tiempos" serían, pues, 2520 días ... y si aplicamos el principio de un día por un año, serían 2520 años. Si leemos Daniel 12:7, encontraremos la misma expresión: "un tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo". Hemos explicado y aclarado este concepto en detalle porque es de importancia primordial para varias profecías. Resumiendo, un "tiempo" profético es un año de 360 días, o simplemente 360 días. Al combinar Levítico 26:18 con Ezequiel 4:4-6, Números 14:34 y Apocalipsis 13:5 y 12:6, vemos claramente que durante aquel castigo a Israel cada día de un "tiempo" profético equivalió a un año de cumplimiento. Respecto a Levítico 26:18 y Apocalipsis 12:6 y 13:5, este significado se demuestra y COMPRUEBA por el hecho de que la profecía se cumplió precisamente en el tiempo indicado. La primogenitura retenida 2520 años Volvamos a la profecía básica de Levítico 26. Estos israelitas no habían escuchado a Dios y no habían merecido recibir la maravillosa y fabulosa bendición nacional. Habían quebrantado, en particular, los dos mandamientos de prueba que aparecen en los versículos 1 y 2 de ese capítulo. Dios los había castigado tal como lo predijo, según vemos en los versículos 14-17. Ahora Dios dijo, como citamos arriba: "Y si aun con estas cosas no me oís, yo volveré a castigaros siete veces mós por vuestros pecados" (Levítico 26:18). Por la manera como está escrita la frase, y porque la primogenitura se retuvo, en efecto, PRECISAMENTE 2520 años, queda claro que las "siete veces" del versículo 18 se refieren a siete tiempos de DURACIÓN, o sea siete Aiilos de 360 días; y si cada día equivale a un año de cumplimiento, el castigo total sería de 2520 Aiilos. Por otra parte, la frase también implica la multiplicación de la intensidad del castigo. El pueblo había pecado los 390 años que dice la profecía de Ezequiel (Ez. 4:4-5). Aun desde el momento en que rechazaron a Dios como rey nacional, Él les permitió quedarse en la tierra prometida 390 años más. Durante todo ese tiempo, Él les envió profetas para que les advirtieran y rogaran. Si se hubiesen arrepentido y regresado a Dios y sus caminos, habrían recibido las bendiciones nacionales más grandes de