GESTOS DEPORTIVOS EN LOS ESTILOS BRAZA Y MARIPOSA Juan Antonio Moreno Facultad de Educación. Universidad de Murcia RESUMEN 1, 2 La natación, englobada en el ámbito deportivo de las actividades acuáticas , está en continua evolución técnica. Ya desde el primer libro publicado en natación 3 “Colymbetes o arte de nadar” en 1538 por Nicolas Wynmann , la técnica o gesto deportivo en natación se definía en un intento de cumplir los primeros indicios de rendimiento deportivo o eficacia en la ejecución. En la actualidad son abundantes los estudios realizados sobre el gesto técnico 4, 5, 6, 7, 8 en natación . La constante indagación en la técnica está conllevando a que para obtener un óptimo rendimiento físico sea de obligado cumplimiento conocer 9 perfectamente la ejecución técnica. Recientes investigaciones confirman que la técnica deportivo-motora es un conjunto de instrucciones con validez actual, un objetivo, en el que se pueden orientar tanto los entrenadores como los nadadores; es el procesamiento para la solución de problemas de movimiento existentes, con 9 validez actual ; es una abstracción de múltiples desarrollos de movimientos individuales y por tanto un modelo exterior para procesos de movimiento. Por dicho motivo, en el siguiente capítulo se establecen los principales gestos deportivos en los estilos braza y mariposa, analizados a través del cuerpo humano y los movimientos de natación y basándose en leyes mecánicas y en métodos que incluyen conocimientos anatómicos y fisiológicos. 1. INTRODUCCIÓN En la justificación teórica de la mecánica de los estilos, encontramos diversos 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15 autores que la describen correctamente, incluso enfocandola desde diversos puntos de vista. Para evitar construir otra de tantas descripciones, a continuación se expone una aproximación técnica apoyada, principalmente, en las 13 10, 11 teorías de Coulsinman y Maglischo . En la explicación de los gestos deportivos de los estilos braza y mariposa, llevaremos el siguiente orden: la brazada, el movimiento de los pies y las piernas, el ritmo y acompasamiento de brazos y piernas, la posición del cuerpo y la respiración. 2. EL ESTILO MARIPOSA 2.1. La brazada Dividiremos este apartado y el correspondiente al estilo de braza en los clásicos movimientos de los brazos. Así cuando hablemos de la dirección “atrás” será en dirección a los pies, si es hacia “adelante” será en dirección a la cabeza, si es hacia “afuera” será en dirección a los laterales de la piscina, si es hacia “abajo” será en dirección al fondo de la piscina, si es hacia “adentro” será en dirección al cuerpo y si es hacia “arriba” será en direcciónn a la superficie. Para Maglischo la entrada de las manos en el agua debe ser en línea con los hombros o ligeramente por fuera de los mismos. Las palmas de las manos han de inclinarse hacia afuera, aproximadamente a 45º en relación con la superficie del agua y los codos deben entran en el agua flexionados. El barrido hacia afuera se inicia inmediatamente después de la entrada en el agua. La extensión de los codos pone en marcha el movimiento de las manos hacia adelante casi inmediatamente después de su entrada. Las manos continúan adelante, siguiendo una trayectoria curvilínea hasta que sobrepasan la anchura de los hombros, donde se realiza la toma o agarre del agua. Las puntas de los dedos dirigen el movimiento, con las palmas de las manos inclinadas hacia afuera y hacia atrás. Las manos están inclinadas hacia afuera casi 90º a partir de la posición prona y están inclinadas hacia atrás de 40 a 50º en relación con la dirección de avance en la que se desplaza el nadador. Las manos han de estar ligeramente cóncavas. La acción de agarre o toma de agua tiene lugar cuando las manos pasan por fuera de los hombros y de su anchura. La inclinación de las manos pasa de ser hacia afuera y hacia atrás a ser hacia afuera, hacia abajo y hacia atrás. Esto hace que los codos entren en flexión, puesto que la fuerza de ascensión o elevación creada por la inclinación de las manos hace que el cuerpo salga proyectado hacia adelante por encima de ellas, a continuación las manos se deslizan hacia abajo y hacia afuera, según una trayectoria circular. Esto hace que el agua que fluye hacia arriba y hacia adentro se desvíe hacia atrás desde el pulgar hasta el codo meñique mientras va pasando por debajo de la palma. El barrido hacia abajo termina cuando las manos se acercan al punto más bajo de la brazada. En este momento la transición desde el barrido hacia abajo a la fase siguiente de la brazada, el barrido hacia adentro, empieza su desarrollo. El barrido hacia adentro empieza cuando las manos pasan por debajo de los codos. Las manos, durante el barrido hacia el interior, barren hacia adentro, hacia arriba y hacia atrás, describiendo una trayectoria circular hasta situarse bajo la cabeza y junto al centro del cuerpo, lo cual se logra con la flexión de los codos. Posteriormente, como en todos los estilos, la inclinación del barrido hacia arriba se superpone con el final del barrido hacia adentro. Esto ocurre de manera que la inercia hacia el interior pueda superarse con menor esfuerzo. Cuando las manos alcanzan la línea del centro del cuerpo, la dirección de su movimiento varía, de ser hacia adentro, hacia arriba y hacia atrás, a ser hacia atras, hacia afuera y hacia arriba. Una vez completado el cambio de dirección, las manos continúan barriendo hacia atrás, hacia afuera y hacia arriba hasta que alcanzan la parte posterior de las caderas, donde efectúa el cambio. Durante la fase de transición la inclinación hacia afuera debe formar con la dirección hacia afuera del movimiento de la mano un ángulo de ataque entre los 60 y los 70º. Al pasar las manos fuera de la línea de las caderas, el movimiento discurre más hacia arriba, hasta haberse completado el barrido. El ángulo de ataque hacia arriba de las manos ha de ser de 30 a 40º en relación con la dirección del movimiento hacia arriba. La velocidad de la mano ha de acelerarse en dirección hacia afuera y hacia arriba del principio al fin del movimiento. En el recobro aéreo los codos salen del agua mientras las manos están terminando el barrido hacia arriba. Al término del mismo, hay que disminuir la presión sobre el agua, girar las palmas de las manos hacia adentro y dejar que las manos sigan los brazos hacia arriba y hacia afuera por encima del agua. Los brazos continúan moviéndose hacia arriba y hacia afuera hasta que sobrepasan los hombros, en cuyo momento el movimiento se dirige hacia adentro y hacia adelante hasta efectuar la entrada en el agua. Contrariamente a la opinión general, los brazos, al salir del agua, no deben estar completamente extendidos. La extensión sólo tiene lugar una vez salidos del agua y cuando se desplazan hacia arriba y hacia afuera por encima de la superficie del agua. Los brazos han de mantenerse distendidos y las manos deben salir del agua con los pulgares hacia abajo y permanecer en esta posición durante todo el recobro. Los codos han de flexionar ligeramente durante su movimiento hacia adelante para preparar la entrada en el agua, de modo que el movimiento de los brazos hacia el interior pueda variar en dirección hacia afuera con menos esfuerzo mientras se realiza la entrada en el agua. Para Counsilman, mientras que los brazos son traccionados oblicuamente hacia abajo y al exterior, la parte superior de los mismos gira por el centro, cuando estos se doblan. Este peculiar movimiento hace que los codos se levanten, produciendo en el nadador la sensación de que está alargando por encima de la barriga. Ello permite a los brazos traccionar hacia atrás el agua desde un ángulo ventajoso. Después que las manos y los brazos impelen hacia el exterior empiezan a aproximarse hasta que casi se tocan. De igual forma para Counsilman la preparación para el recobro aéreo tiene lugar antes de que la tracción del brazo termine. Hay una superposición de estas dos fases, porque la parte superior del brazo y codos ya han recuperado mientras las manos continúan su impulsión hacia atrás. Las manos al final de la tracción no impulsan directamente hacia atrás, sino que pasan rápidamente hacia fuera en un movimiento redondeado. Este redondeamiento conserva la mayor parte del impulso de brazos y manos que fue desarrollado durante la tracción, y que permite que se pueda emplear en ayuda de la recuperación de los brazos. La recuperación de los brazos empieza con un ligero doblamiento del codo y, mientras las manos salen del agua, los brazos inician el recorrido hacia delante en una parábola baja y plana, poniéndose completamente extendido debido en gran parte a la fuerza centrífuga generada en su movimiento circular. La fuerza necesaria para crear este movimiento es aplicada sólo durante un corto período, al principio del movimiento. La impulsión desarrollada en este período arrastra luego esta parte del cuerpo durante el movimiento restante. Las palmas de las manos, al salir del agua, miran hacia arriba casi directamente. Si esta posición de palma-arriba debiera mantenerse por un cierto tiempo, la recuperación de los brazos se haría muy difícil, porque esta posición disminuye la movilidad de la parte superior del brazo en la articulación del hombro. Casi al mismo tiempo que las manos salen del agua el nadador debe efectuar un consciente esfuerzo para girar lateralmente la parte superior del brazo, a efectos de que las palmas puedan mirar hacia abajo, mientras las manos balancean hacia delante pasado el hombro. La mano debe entrar en el agua en un punto, sólo ligeramente más allá de la línea de los hombros, con las palmas mirando hacia abajo y ligeramente hacia afuera, a efectos de que el pulgar pueda estar más bajo que el resto de la mano. 2.2. El movimiento de los pies Para Maglischo la patada delfín consiste en un batido hacia abajo y hacia arriba. Se producen dos golpes o patadas completas por cada brazada. El batido hacia abajo del primer golpe se produce durante el barrido hacia arriba de la brazada. El segundo batido hacia abajo acompaña el barrido hacia arriba de dicha brazada. El batido hacia arriba empieza cuando las rodillas se encuentran casi completamente extendidas por el batido hacia abajo de la patada precedente. En este momento la extensión de las caderas hace que los muslos empiecen a moverse hacia arriba, mientras las parte inferior de la pierna se extiende desde la articulación de la rodilla. Una vez completado el batido de los pies hacia abajo, las piernas barren hacia arriba y hacia adelante hasta situarse en línea con el tronco. En este punto las caderas empiezan a flexionar, mientras empieza el batido hacia abajo. Las piernas deben estar extendidas y los pies deben estar en posición natural a mitad de camino entre la flexión plantar y la flexión del dorso, mientras se desplazan hacia arriba. El movimiento del batido hacia abajo se inicia al flexionar las caderas cuando los pies pasan por encima del nivel del cuerpo. Los muslos empiezan a moverse hacia abajo a medida que el agua ejerce la presión sobre las piernas hacia arriba. Cuando la flexión de las caderas se acerca a su máximo, aproximadamente 70 u 80º, las rodilla empiezan a extenderse y la parte inferior de la pierna se acelera hacia abajo. El batido hacia abajo termina cuando las piernas están completamente extendidas. Los pies deben estar inclinados hacia arriba y hacia adentro cuanto sea posible, durante este batido hacia abajo. La inclinación hacia arriba debe ser de 70 y 85º en relación con la dirección del movimiento hacia abajo. En este movimiento de piernas hacia abajo las piernas se separan un poco y se vuelven a juntar durante el barrido. 2.3. Coordinación de brazos y piernas El batido hacia abajo del primer golpe con los pies se produce mientras las manos entran en el agua, al paso que el segundo batido hacia abajo se efectúa cuando salen del agua. Maglischo insiste en que el batido hacia abajo del primer golpe se efectúa durante la entrada y el barrido hacia afuera de la brazada. Se completa cuando se realiza la toma o agarre del agua y el siguiente batido hacia arriba tiene lugar durante los barridos hacia abajo y hacia adentro por parte de los brazos. El batido hacia abajo del segundo golpe está sincronizado con el barrido hacia arriba de la brazada, y el subsiguiente batido hacia arriba acompañada del recobro de los brazos. El batido hacia abajo del primer golpe parece ser más prolongado que el del segundo. Y también el batido hacia arriba que sigue es más prolongado que el batido hacia arriba correspondiente que sigue al segundo golpe. El esfuerzo empleado en ambos golpes debe ser exactamente igual, o poco menos. Son las diferencias en la posición del cuerpo y no el esfuerzo la causa de que el primer golpe aparezca como más potente que el segundo. Cuando la cabeza del nadador está más baja durante el primer batido hacia abajo, las caderas pueden desplazarse hacia arriba y hacia adelante a lo largo de una distancia mayor, lo que, a su vez, hace que las piernas puedan batir en dirección hacia abajo durante más tiempo. Durante los dos primeros barridos de la brazada, la cabeza y los hombros se mantienen bajos, dan- do así tiempo para un batido hacia arriba más prolongado y más alto. Durante el segundo golpe la cabeza y los hombros del nadador se elevan, inhibiendo la elevación de las caderas y el movimiento de las piernas hacia abajo durante el batido en el mismo sentido, así como su movimiento hacia arriba durante el batido subsiguiente hacia arriba. En la figua 1 se muestra las fases del movimiento completo del estilo mariposa. FIGURA 1 2.4. La posición del cuerpo En el estilo mariposa hay mucho más movimiento arriba y abajo del cuerpo que el existente en los otros estilos. Los mariposistas procuran acompasar el batido, la tracción y el alzamiento de la cabeza de tal forma para respirar, que la posición del 4 cuerpo se mantiene relativamente horizontal . Según Maglischo el cuerpo debe mantenerse lo más nivelado posible durante las fases más propulsivas de la brazada: el barrido hacia abajo, el barrido hacia adentro y el barrido hacia arriba. Durante el primer batido de pies y el barrido hacia afuera de la brazada, las caderas deben desplazarse hacia arriba y hacia adelante a través de la superficie del agua. La fuerza con que se efectúa el segundo golpe de pies no ha de ser tan intenso que pueda empujar las caderas por encima del agua. Sólo debe utilizarse para mantenerlas de forma que no puedan ser empujados hacia abajo cuando los brazos barren hacia arriba. 2.5. La respiración El movimiento para levantar la cabeza debe ser tal que la boca debe quedar fuera del agua, pero no tanto que permita a la barbilla salir por encima de la superficie. El nadador tiene que acompasar el alzamiento de la cabeza en forma tal que su inhalación coincida con el momento en que sus hombros se hallan en su posición 4 más elevada . La cara debe romper la superficie del agua durante la ejecución del barrido hacia adentro, y hay que respirar durante el barrido hacia arriba y la primera mitad del recobro de los brazos. Cuando los brazos se lanzan hacia adelante para entrar en el agua, la cabeza vuelve a hundirse en el agua. La cabeza se desplaza por delante de los brazos, hundiéndose en el agua un instante antes de que entren las manos en ella. En la entrada en el agua, la cabeza ha de estar completamente sumergida, permaneciendo, sin embargo, sólo ligeramente por debajo de la superfi1,2 cie . El aire se inspira durante el barrido hacia arriba y la primera mitad del recobro y la cabeza vuelve a tomar contacto con el agua cuando las manos avanzan para ejecutar la entrada. La inhalación continúa hasta que los brazos han completado su tracción y empiezan la recuperación. Mientras ésta tiene lugar, la cabeza debe hundirse en el agua por flexión del cuello. Los nadadores, por lo general, adelantan la barbilla cuando su cara rompe la superficie del agua. A continuación, en un intento de corregir los posibles errores técnicos, se presenta en la tabla 1 una serie de aspectos técnicos a tener en cuenta a la hora de evaluar el estilo mariposa. TABLA 1 3. EL ESTILO BRAZA En los últimos tiempos el estilo braza ha evolucionado en un intento de restar segundos al cronómetro. Existen muchos modelos a seguir, por lo cual, resulta harto difícil el esquematizar todos los modelos en uno. Por dicho motivo la siguiente descripción tiene como base un modelo “normal” de braza, apoyado en las teorías de Maglischo. 3.1. La brazada Según Maglischo la brazada empieza con un barrido hacia afuera. Su finalidad no es otra, probablemente, que la de situar los brazos en la posición más favorable para efectuar un barrido hacia adentro efectivo. Para este objeto, debe ejecutarse con mayor amplitud que la aconsejada por muchos tradicionalistas. El inicio del barrido hacia afuera y el final del recobro de los brazos se superponen de tal forma que la inercia de los brazos hacia adelante puede vencerse con menos esfuerzo. Las manos no empiezan a moverse hacia adelante hasta que sobresalen del ancho de los hombros, donde tiene lugar el agarre. Durante el barrido hacia afuera, los brazos han de permanecer extendidos, a lo largo de toda la fase. La flexión de los codos empieza con la toma o apoyo en el agua. Las manos han de inclinarse hacia afuera y hacia atrás, con las puntas de los dedos actuando como borde director del "álabe o pala de la hélice". Las manos han de inclinarse casi 90º a partir de la posición prona. La inclinación hacia atrás ha de ofrecer un ángulo comprendido entre 30 y 40º en relación con la dirección hacia afuera en que se están moviendo las manos. Las manos han de presentar una ligera concavidad, para mejorar el efecto de la forma aerodinámica. El apoyo o agarre en el agua se efectúa cuando las manos pasan por la parte de fuera del ancho de los hombros. Las manos cambian su inclinación, desde la dirigida hacia afuera y hacia atrás por la que se dirige hacia afuera, hacia abajo y hacia atrás. La fuerza ascensional generada por esta inclinación da lugar a que la cabeza y los hombros emerjan hacia adelante, por encima de los brazos. Una vez efectuado el agarre en el agua las manos barren hacia abajo y hacia afuera, describiendo una trayectoria circular hasta llegar a alcanzar su punto de mayor profundidad. Los codos continúan en flexión, actuando a modo de un eje y girando a su alrededor como si fueran una hélice. La velocidad de las manos hacia abajo y hacia afuera se acelera, desde el principio hasta el fin del barrido hacia abajo. Durante la totalidad del barrido, las manos deben permanecer hacia abajo inclinadas hacia afuera y hacia abajo. Los ángulos de ataque hacia afuera y hacia abajo han de oscilar entre los 30 y los 40º con las respectivas direcciones del movimiento. El barrido hacia adentro empieza cuando las manos alcanzan el punto más profundo del barrido hacia abajo. La transición del barrido hacia abajo al barrido hacia adentro se efectúa según una trayectoria circular con las manos barriendo, primero hacia abajo y hacia adentro y luego hacia adentro, hacia arriba y hacia atrás. El barrido hacia adentro termina cuando las manos llegan al nivel de los codos en su barrido hacia arriba. La inclinación de las manos ha de variar progresivamente desde la dirección hacia afuera y hacia abajo, hasta la que apunta hacia adentro y hacia arriba. El cambio a la inclinación hacia adentro no debe iniciarse hasta que las manos hayan pasado por debajo de los codos. El ángulo de ataque ha de ser de 30 a 40º con la dirección en que se están moviendo las manos. El ángulo de ataque en relación con su dirección del movimiento hacia arriba debe estar entre los 30 y los 40º. Los codos deben seguir las manos en su desplazamiento hacia abajo, hacia adentro y hacia arriba, durante el barrido hacia adentro, y hay que apretarlos bajo las costillas mientras se termina el barrido hacia adentro. Si las manos barren hacia adentro por delante de los codos, pueden continuar por más tiempo generando fuerza de propulsión. El recobro se inicia cuando las manos se encuentran casi juntas bajo la barbilla. Las manos dejan de ejercer presión sobre el agua y el movimiento hacia adentro y hacia adelante de los codos lanza la manos hacia adelante para el recobro. La inclinación de las manos cambia rápidamente, de estar dirigida hacia arriba hasta situarse hacia abajo, a medida que las manos avanzan. Las manos han de estar juntas y las puntas de los dedos han de deslizarse rápidamente hacia adelante, con suavidad, en línea recta, aproximadamente unos 20 o 25 cm. bajo el agua. 3.2. El impulso con los pies Según Maglischo el barrido hacia afuera empieza cuando las piernas se acercan al final del recobro. Tanto caderas como las rodillas han de estar en flexión, y los talones han de estar por encima de las nalgas. Los pies están dentro de las líneas de los hombros y las rodillas están separadas aproximadamente como dichas líneas. Cuando los pies se acercan a las nalgas, describen círculos hacia afuera y hacia atrás, donde se logra el agarre o apoyo en el agua. El barrido hacia afuera termina cuando las piernas están prácticamente extendidas. Las plantas de los pies han de mirar hacia atrás, hacia arriba y hacia afuera, durante ese barrido. La inclinación adecuada se logra mediante la rotación hacia adentro en la cadera, la dorsiflexión de la articulación del tobillo y la eversión del pie. Cuando las piernas están prácticamente extendidas, empieza su barrido hacia abajo, así como hacia afuera y hacia atrás. Los pies han de estar inclinados hacia afuera y hacia abajo, de modo que el agua, cuando fluye hacia arriba por las plantas, desde el dedo mayor hasta el más pequeño, se desvíe hacia atrás. Esta inclinación se logra invirtiendo los pies y girándolos hacia afuera desde las caderas. Los pies permanecen dorsiflexionados por los tobillos. Los pies barren hacia afuera y hacia abajo, hasta que las piernas están completamente extendidas. Los nadadores han de destacar los movimientos de sus pies hacia abajo, más que los dirigidos hacia atrás, lo cual aumenta la fuerza de propulsión durante el barrido hacia abajo. Este movimiento hacia abajo de las piernas da lugar a un poco más de elevación de las caderas. Cuando las piernas ya están casi extendidas, los pies van cambiando progresivamente de dirección, desde la enfocada hacia abajo hasta la dirigida hacia adentro. A continuación, barren hacia adentro a través del agua, hasta que llega a juntarse. Durante esta fase, los pies han de estar tan inclinados hacia adentro como sea posible, lo cual se logra con una inversión continuada de los pies y una rotación hacia afuera en las caderas. Los pies permanecen dorsiflexionados en los tobillos. El barrido hacia adentro queda completo cuando los pies están prácticamente juntos. En este momento se disminuye la presión y los pies continúan hacia adentro y hacia arriba, hasta situarse al mismo nivel que las caderas. El recobro de las piernas comienza cuando los brazos terminan el barrido hacia adentro. La fuerza hacia arriba de los brazos obliga a las caderas a descender. Entonces se distienden las piernas, tanto en las articulaciones de las caderas como en las de los tobillos, y las rodillas caen en dirección al fondo de la piscina. Una vez terminado el barrido hacia adentro de la brazada, los talones se llevan, rápidamente pero con suavidad, hacia arriba y hacia adelante en dirección a las nalgas, mediante la flexión de las rodillas y alguna flexión, acompañada de rotación hacia afuera de las articulaciones de las caderas. Los tobillos han de estar en flexión plantar y los pies invertidos y juntos para reducir la resistencia al mínimo al desplazarse hacia arriba y hacia adelante. El recobro termina cuando los pies se acercan a las nalgas. 3.3. El ritmo y acompasamiento de brazos y pies Según Maglischo existen tres estilos de acompasado: el continuo, el de deslizamiento o pausa en el esfuerzo y el de solape o superposición. Cuando se usa el tipo continuo, la brazada empieza simultáneamente con el final de la fase propulsiva del impulso con los pies. En el ritmo de acompasado mediante el deslizamiento existe un breve intervalo entre la terminación del impulso y la iniciación de la brazada. En el acompasamiento por solape, la brazada empieza ya durante el barrido de las piernas hacia adentro. Para producir un ritmo verdaderamente continuo, es necesario que tenga lugar un cierto grado de solape o superposición. Los brazos no aportan mucha fuerza propulsiva hasta la última parte del barrido hacia afuera. Por ello, para evitar la deceleración entre el momento en que termina la fase propulsiva del impulso con los pies y aquel en que empieza la fase propulsiva de los brazos, el nadador debe usar de este "solape" o supercompensación en el ritmo de acompasado, según el cual el barrido hacia afuera de los brazos se inicia ya antes de que se complete el barrido hacia adentro de los pies. Al usar el ritmo con solape los brazos deben empezar a barrer hacia afuera mientras las piernas barren hacia adentro. Si el apoyo o agarre en el agua tiene lugar simultáneamente con la terminación de la fase propulsiva del impulso con los pies, se producirá una aplicación continua de la fuerza de propulsión. Los nadadores de braza de pecho que disponen de un potente impulso con los pies, efectúan el agarre o apoyo en el agua cuando se juntan las piernas. Y los que sólo disponen de un escaso impulso con los pies, realizan el agarre antes. La frecuencia de la respiración en braza es cada brazada o ciclo. La respiración, en el estilo, constituye una parte integral del ritmo de acompasado, hasta tal punto que, más que una interferencia en la propulsión, es una auténtica ayuda de la misma. La elevación de parte superior del cuerpo para efectuar la respiración facilita un barrido hacia abajo más efectivo, por lo que afecta a los brazos y hace posible el recobro de las piernas con menor flexión de las caderas. La respiración parece ayudar también al correcto acompasado de los brazos con el impulso de los pies. Cuando los nadadores mantienen la cara en el agua durante el ciclo tienden a apresurarse en la brazada y alterar el ritmo. Para Counsilman el acompasamiento de un nadador se ejecuta mediante la mecánica del batido de trallazo y la tracción de codo alto. El mismo autor establece el estilo formal, caracterizado por una posición más horizontal y casi sin sacar la cabeza fuera del agua, diferente al de Maglischo, pues el de éste último es el denominado estilo normal, caracterizado por llevar la cara fuera del agua levantando los hombros hacia arriba y hacia adelante mientras se ejecuta el barrio adentro de la brazada. En la figura 2 quedan representadas las secuencias de nado en el estilo braza. FIGURA 2 3.4. Posición del cuerpo Para Maglischo el cuerpo, durante la fase propulsiva de la brazada, debe mantenerse en una línea tan recta como sea posible. Las caderas han de estar junto a la superficie, con las piernas alineadas con el cuerpo. Las piernas han de estar juntas, en posición extendida, con los dedos de los pies en punta y debe existir el mínimo de inclinación entre la cabeza y los pies. Tanto la cabeza como el tronco han de estar en el agua y tan perfectamente planos como sea posible durante el máximo de tiempo de las fases propulsivas del impulso con las piernas y pies. Los brazos han de estar prácticante extendidos cuando empieza el impulso con los pies, y totalmente extendidos cuando se está a punto de completar el movimiento. Por contra, Counsilman defiende la tesis de que el cuerpo debe estar tan aerodinamizado u horizontal como sea posible, y así permitir que brazos y piernas realicen su función creadora de propulsión. 3.5. La respiración Durante el barrido con los brazos hacia abajo, la cabeza ha de llevarse hacia arriba y hacia adelante, fuera del agua. Esto permite utilizar la fuerza dirigida hacia abajo de esta parte de la brazada para elevar la cabeza. Hay que inspirar el aire durante el barrido hacia adentro de la brazada y volver la cabeza al agua antes de que 1,2 empiece el impulso con piernas y pies . En la opinión de Counsilman, la cabeza debe ser levantada apenas lo suficiente para permitir respirar al nadador y en seguida bajada por flexión del cuello, hasta que se encuentre casi, pero no enteramente sumergida. El nadador debe realizar un consciente esfuerzo para no impeler a su cabeza y hombros más arriba del nivel del agua. Igual que se presentó en el estilo mariposa, en la tabla 2 se muestra una serie de aspectos técnicos a tener en cuenta a la hora de evaluar el estilo braza. TABLA 2 4. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 5.- COSTILL, D. L., MAGLISCO, E. W., RICHARDSON, A. B. Swimming. Oxford: Blackwell scientific publications; 41-130. 13.- COUNSILMAN, J. E. La natación. Ciencia y técnica para la preparación de campeones. Barcelona: Hispano Europea, 1990; 86-158. 6.- CRAIG, A. B., PENDERGAST, D. R. Relationships of stroke rate, distance per stroke, and velocity in competitive swimming. Medicine and science in sports, 1979; 11(3): 278-283. 10.- MAGLISCHO, E. W. Nadar más rápido. 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Londo: Pelham Books, 1986; 54-113. 14.- WILKE, K., MADSEN, O. Entrenamiento del nadador juvenil. Buenos Aires: Stadium, 1990; 46-60. 3.- WYNMANN, N. Dialogo sobre la natación. Madrid: INEF; 7-101. Figura 1. Secuencia de nado en el estilo mariposa. 1 1 2 2 Fase de tracción de los brazos Fase de 1er. batido de piernas 3 3 4 4 Fase de recobro de los brazos 5 5 6 6 7 7 Fase de 2º batido de piernas Tabla 1. Ficha de evaluación del estilo mariposa. Segmento Cabeza Descripción La cabeza no se introduce completamente La cabeza al respirar queda demasiado alta Tronco Los hombros están demasiado altos cuando no se respira El cuerpo no realiza ondulación Los hombro no están horizontales Cadera La cadera está demasiado baja La cadera está demasiado baja durante el recobro La cadera está demasiado flexionada Brazos La entrada de los brazos en el agua es violenta Se tracciona con el antebrazo en posición horizontal Se tracciona con el codo ligeramente caido La entrada con el brazo es en posición extendida Existe insuficiente profundidad inicial Los brazos entran juntos Los brazos entran demasiado abiertos Existe un movimiento inicial hacia abajo Flexión del codo asimétrica El final de la tracción se acorta Falta de velocidad en la última parte de la tracción Manos Tracción con la mano horizontal Tracción con los dedos separados No juntar las manos en la tracción La mano sale muy alejada de la cadera Final de la tracción con la palma horizontal Las manos salen serparadas del cuerpo Rodillas Las rodillas están demasiado flexionadas Batido asimétrico El segundo batido es inexistente Pies Pies con insuficiente flexión plantar Coordinación Respiración anticipada Respiración retrasada Segundo batido descordinado Segundo batido inexistente Primer batido anticipado Segundo batido anticipado Si No Figura 2. Secuencia de nado en el estilo braza. 1 1 Fase de tracción de las piernas Fase de tracción de los brazos 2 3 4 Fase de recobro de los brazos 5 6 7 2 3 4 5 6 7 Fase de recobro de las piernas Tabla 2. Ficha de evaluación del estilo braza. Segmento Cabeza Descripción Cabeza alta Cabeza baja Oscilación vertical de la cabeza Movimientos laterales de la cabeza Tronco La rotación del tronco es asimétrica Los hombros se mantienen horizontales El tronco está demasiado bajo Cadera La cadera está demasiado baja Oscilación vertical de la cadera Oscilación lateral de la cadera Brazos Entrada del brazo en el agua con violencia Tracciona con el antebrazo paralelo al cuerpo Tracciona con el codo ligeramente caido Entrada con el brazo extendido Insuficiente profundidad inicial El brazo entra demasiado cruzado El brazo entra demasiado abierto Final de la tracción acortada Final de la tracción horizontal hacia dentro Flexión del codo asimétrica Demasiada flexión de codo Poca flexión de codo Manos Tracciona con la mano paralela al cuerpo Tracciona con los dedos separados La mano entra en el agua con el dorso La mano tracciona cerca de la superficie del agua La mano sale del agua muy alejada de la cadera Rodillas Falta de velocidad en la última parte de la tracción Rodillas demasiado flexionadas, salen hacia fuera Separación de las rodillas entre sí Pies Pies con insuficiente flexión plantar Coordinación Coordinación brazo-brazo asimétrica Respiración no coordinada Falta de coordinaciòn cruzada brazo-pierna Punto muerto Los dos brazos no están en el agua simultáneamente en propulsión Si No