Mientras no se cambie el sistema, no es relevante el número de personas que cada diputado “representa” Los representantes del pueblo En algunos países democráticos cada diputado (representante del pueblo) es responsable por un espacio territorial (distrito, cantón, condado, aldea), donde también reside. Mantiene una oficina en el lugar y está presente en esta para atender a los habitantes por lo menos un día por semana. Por ejemplo, si tuviera Costa Rica este sistema republicano, cuando un ciudadano no pudiera construir su casa en un lote de su propiedad porque Acueductos no daba el permiso, el representante lo ayudaría, presionando a la institución. Si un hospital de la Caja, ubicado en el distrito, no diera el servicio esperado, el diputado estaría al frente de cualquier movimiento para mejorar la atención. En un conflicto como el de la carretera a San Ramón estarían los diputados de esa ciudad, y otras servidas por la vía, luchando para que fuera una realidad, presionando al Poder Ejecutivo. Con este sistema se estaría descentralizando el poder, dando más acceso y voz a los ciudadanos. Esta reforma sería significativamente más importante que la distribución de recursos financieros hacia los gobiernos cantonales. Si existiera este tipo de sistema de representación, el número de diputados en la Asamblea Legislativa sí sería relevante. Actualmente hay un diputado por cada 80 mil habitantes; mientras que el sistema actual prevalezca no hay necesidad de aumentar el número a más de 57. Si hubiera un cambio donde el diputado realmente fuera un representante del pueblo, entonces se necesitaría un aumento significativo en el número de representantes. Emilio Bruce escribió un excelente artículo la semana pasada en el que habló de este tema, abogando por un sistema compuesto por algunos diputados “nacionales” como los que existen actualmente y otros que representarían un distrito geográfico. Me parece muy buena su sugerencia. Cuando existe un sistema de “representación” verdadera, cambia dramáticamente el rol de los “asesores” legislativos. Actualmente estos ayudan a preparar legislación, investigan y estudian, y mantienen al “asesorado” al tanto de los acontecimientos nacionales, todas tareas muy importantes. Pero si los diputados estuvieran al servicio de los ciudadanos de sus distritos, los asesores estarían mucho más concentrados en los desafíos y las oportunidades que se avecinarían en esos lugares. Algunos tendrían que atender a ciudadanos en las oficinas en los distritos y otros estarían visitando instituciones estatales con miras a la solución de problemas de los representados. Actualmente se reporta que hay aproximadamente 1.000 “asesores” legislativos. Sin duda ninguna, este número también se tendría que aumentar si de repente los diputados tuvieran que estar al servicio de los votantes en sus distritos. Para obtener esta representatividad sería necesario eliminar por lo menos en parte el sistema de representación proporcional, que es lo que existe ahora, a uno de “distritos electorales.” El liberacionista Daniel Oduber fue el primer líder político que sugirió este cambio, pero desde entonces ha habido muchos más de distintos partidos que se han sumado a esta posición. Mientras no se cambie el sistema, no es relevante el número de personas que cada diputado “representa.” Carlos Denton cdenton@cidgallup.com