Volumen Volumen VolumenVIII VII IX -- Número Número 2/2011 4/2009 1/2010 990857 Reparación Artrosis y regeneración cervical Métodos actuales del de cartílago articular: diagnóstico fundamentos por imagen en artrosis y técnicas quirúrgicas PUBLICACIONES PERMANYER www.permanyer.com Arthros DIRECTOR A. Rodríguez de la Serna Consultor de Reumatología. Servicio de Reumatología Hospital de la Santa Creu i Sant Pau Barcelona ComitÉ editorial Juan Carlos Monllau García Jefe Clínico de Cirugía Ortopédica y Traumatología Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona Enric Cáceres Palou Jefe de Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología Hospital Vall d'Hebron. Barcelona Gabriel Herrero-Beaumont Cuenca Jefe de Servicio de Reumatología Fundación Jiménez Díaz. Madrid Federico Navarro Sarabia Jefe de Servicio de Reumatología Hospital Universitario Virgen Macarena. Sevilla Pere Benito Ruiz Jefe de Servicio de Reumatología Hospital del Mar. Barcelona Francisco Blanco García Jefe Clínico de Reumatología Hospital Juan Canalejo. La Coruña Isidro Villanueva Investigador Clínico Universidad de Arizona. Tucson. USA PUBLICACIONES PERMANYER www.permanyer.com © 2011 P. Permanyer Mallorca, 310 - 08037 Barcelona Tel.: 93 207 59 20 Fax: 93 457 66 42 www.permanyer.com Dep. Legal: B-48.655/2004 Ref.: 517AB102 Impreso en papel totalmente libre de cloro Impresión: Comgrafic Este papel cumple los requisitos de ANSI/NISO Z39.48-1992 (R 1997) (Papel Permanente) Reservados todos los derechos. Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ninguna parte de esta publicación, ni almacenarse en un soporte recuperable ni transmitirse, de ninguna manera o procedimiento, sea de forma electrónica, mecánica, fotocopiando, grabando o cualquier otro modo. 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Soporte válido Comunicado al Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya: n.º 0336E/602/2011 - 10/01/2011 Arthros Sumario Métodos actuales de diagnóstico por imagen en artrosis Artículo de revisión Métodos actuales de diagnóstico por imagen en artrosis 5 Bibliografia comentada Factores predictivos de las inyecciones de ácido hialurónico, efectividad a corto plazo en la degeneración de la articulación temporomandibular J Oral Rehabil. 19 Evaluación de la liberación intraarticular de nanopartículas biopoliméricas de ácido hialurónico en la rodilla de ratas sanas Biomed Mater Eng. 20 Efectividad a corto plazo de la terapia de ultrasonidos en la osteoartritis de rodilla J Int Med Res. 21 Los estrógenos son importantes para el mantenimiento del cartílago y del hueso subcondral en un modelo murino de osteoartritis de rodilla Arthritis Res Ther. 22 Predictores de la extrusión degenerativa del menisco medial: componente radial y osteoartritis de rodilla Knee Surg Sports Traumatol Arthrosc. 23 Relación entre la escala de función física de las universidades de Western Ontario y McMaster y las medidas de la forma física en pacientes con artrosis Arch Phys Med Rehabil. 24 Asimetría en la carga de peso en relación con las medidas de discapacidad y movilidad funcional en gente con osteoartritis de rodilla Arch Phys Med Rehabil. 25 Inyecciones intraarticulares de proteína 7 morfogenética de hueso podrían retrasar la progresión de la degeneración existente en cartílago J Orthop Res. 26 Niveles de actividad física y rendimiento funcional en la Iniciativa Osteoartritis: una relación gradual Arthritis Rheum. 27 Evaluación económica del uso de condroitín sulfato y antiinflamatorios no esteroideos en el tratamiento de la artrosis. Datos del estudio VECTRA Reumatol Clin. 28 Artículo de revisión Métodos actuales de diagnóstico por imagen en artrosis J.R. Caeiro Rey1, S. Cons Lamas1 y D. Guede Rodríguez2 Resumen La osteoartritis degenerativa (OAD) está considerada hoy en día como una de las principales causas de morbilidad y de deterioro de la calidad de vida en pacientes de mediana edad y ancianos, razón por la cual parece necesario reducir de forma muy importante la incidencia de esta enfermedad articular. Para ello, además de programas específicos dirigidos hacia objetivos terapéuticos de la enfermedad, resulta imprescindible incrementar la sensibilidad, el poder diagnóstico y de seguimiento evolutivo de los actuales métodos de imagen, al carecer la OAD de un biomarcador específico. El empleo de métodos de diagnóstico por imagen complementarios a la radiografía convencional (RxC), como la tomografía computarizada (TC), los ultrasonidos o la resonancia magnética (RM), está resultando muy útil para evidenciar alteraciones intraarticulares, periarticulares o de partes blandas que justifiquen la clínica del paciente, pero también para establecer un diagnóstico precoz de la enfermedad y para evaluar la eficacia de los tratamientos modificadores de la evolución de la misma. Esta revisión pretende analizar los métodos disponibles en la actualidad para el diagnóstico por imagen de la OAD, desde las técnicas in vivo más simples hasta las técnicas in vitro más avanzadas, evaluando en cada una de ellas los progresos que se han realizado en este campo en los últimos años. Palabras clave: Osteoartritis degenerativa. Enfermedad articular. Diagnóstico por imagen. 1 Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología Complexo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela Santiago de Compostela, La Coruña 2 Coordinador de I+D+i Trabeculae® Empresa de Base Tecnológica, SL. Parque Tecnolóxico de Galicia San Cibrao das Viñas, Ourense Arthros 6 Introducción La OAD, la enfermedad reumática más frecuente y la forma de enfermedad articular más prevalente1, está considerada hoy en día como una de las principales causas de morbilidad y de deterioro de la calidad de vida en los pacientes de mediana edad y en los ancianos. Se estima que los gastos socioeconomicosanitarios generados por la enfermedad llegarán en unos pocos años a ser comparables, o a superar incluso, a los producidos por las alteraciones cardiovasculares. Esta situación ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a establecer como objetivo prioritario para la década de 2000-2010, década del hueso y la articulación, conseguir una reducción del 25% en el incremento esperado de la incidencia de esta enfermedad articular degenerativa. Pero para ello, además de programas específicos de investigación básica y clínica dirigidos hacia objetivos terapéuticos de la enfermedad, resulta imprescindible incrementar la sensibilidad, el poder diagnóstico y de seguimiento evolutivo de los actuales métodos de análisis de imagen utilizados en la OAD, al carecer la misma de un biomarcador específico. En este sentido, y debido a la disociación clinicorradiológica típica de la OAD, el empleo de métodos diagnósticos complementarios a la RxC, como la TC, los ultrasonidos (US) o la RM, está resultando muy útil para evidenciar alteraciones intraarticulares, periarticulares o de partes blandas que justifiquen la clínica del paciente2. Por otro lado, la utilización de técnicas de imagen, tanto radiológicas como no radiológicas, más sensibles y específicas está demostrando también su utilidad a la hora de establecer un diagnóstico precoz de la enfermedad y de evaluar la eficacia de los tratamientos modificadores de la evolución de la misma. Esta revisión pretende analizar los métodos disponibles en la actualidad para el diagnóstico por imagen de la OAD, desde las técnicas in vivo más simples hasta las técnicas in vitro más avanzadas, evaluando en cada una de ellas los progresos que se han realizado en este campo en los últimos años. Métodos in vivo de diagnóstico por imagen en la osteoartritis degenerativa Bajo este término se engloba una serie de técnicas capaces de evaluar in vivo, de manera no invasiva o invasiva, los cambios morfológicos macro y microestructurales que se producen en la OAD y la gravedad de los mismos, aportando al mismo tiempo información complementaria sobre las alteraciones fisiopatológicas que los inducen. Radiografía Radiografía convencional La RxC, técnica que permite una evaluación bidimensional de estructuras tridimensionales, es el método de diagnóstico por imagen de rápida adquisición más económico, disponible y ampliamente interpretable para el estudio de la enfermedad articular degenerativa 2,3. Tiene las desventajas de no detectar la presencia de inflamación, ni de visualizar directamente las estructuras articulares no osificadas, además de la de exponer al paciente a radiación ionizante, circunstancia especialmente importante en estudios clínicos que requieran radiografías seriadas para la monitorización del mismo. Desde el punto de vista macroestructural, la RxC permite sin demasiada dificultad evaluar los cambios morfológicos osteoarticulares que se producen en la OAD, al mismo tiempo que permite analizar indirectamente el grado de afectación del cartílago articular y de los tejidos blandos periarticulares mediante la medición de la distancia interósea o amplitud del espacio articular (AEA)2-4. Por estas razones la RxC sigue siendo la técnica de imagen más utilizada para establecer el diagnóstico clínico de la enfermedad y para evaluar la progresión de la misma en ensayos clínicos. Desde el punto de vista microestructural, la radiografía convencional digitalizada (RxCD) presenta una resolución espacial superior a las 40 µm, obtenible sin demasiada dificultad a nivel del esqueleto periférico pero mucho más difícilmente a nivel del axial. Debido a que el diámetro de la trabécula ósea oscila entre las 50-200 µm, la RxCD es incapaz de detectar dicha unidad estructural ósea, pudiendo únicamente aportar proyecciones en dos dimensiones de los patrones de arquitectura trabecular. Por ello, se ha sugerido que esta resolución pudiera no ser suficiente para el estudio de la complejidad del hueso subcondral en la enfermedad articular degenerativa, pero recientes estudios han demostrado que los cambios microestructurales en la OAD ocurren en el rango de los 0,12-1,14 mm, por lo que la resolución espacial de la RxCD parece ser adecuada para evaluar las Métodos actuales de diagnóstico por imagen en artrosis 7 Desde el punto de vista patogénico los OF seguramente constituyen una adaptación esquelética a factores mecánicos locales, que contribuyen a mantener la estabilidad y la función articular6. Desde el punto de vista fisiopatológico existen cuatro tipos diferentes de OF (marginales, centrales, sinoviales y capsulares) cuya apariencia radiográfica es también diferente3,4. Los OF marginales y los centrales son producto de una osificación endocondral y contienen, por lo tanto, restos del cartílago articular original calcificado. Desde el punto de vista morfológico, los OF marginales aparecen como excrecencias de hueso nuevo en los márgenes articulares (zonas de bajo estrés biomecánico), mientras que los OF centrales aparecen como protuberancias óseas planas o en botón localizadas en áreas centrales de la articulación, lo que determina un contorno articular irregular3,4. Los OF sinoviales o periostales se originan por osificación intramembranosa o perióstica y su apariencia radiográfica es la de un engrosamiento cortical intraarticular (signo del reforzamiento o del contrafuerte)3,4. Los OF capsulares, producidos por tracción de la cápsula articular, se muestran radiográficamente como una labiación ósea que se extiende siguiendo las líneas de tracción capsular3,4. Figura 1. Radiografía convencional: cambios morfológicos en la OAD de rodilla (DEA, esclerosis subcondral, quistes subcondrales y OF). alteraciones de la organización trabecular que se producen en la enfermedad5. Evaluación radiológica de los cambios macroestructurales en la osteoartritis degenerativa Del conjunto de anomalías radiográficas macroestructurales que se pueden observar en los pacientes con OAD la disminución de la AEA, las alteraciones del hueso subcondral y los osteófitos (OF) son las más características (Fig. 1)2-4. Debido a que los OF se desarrollan más precozmente que la disminución del espacio articular (DEA), a que están más relacionados con el dolor mecánico (sobre todo en la OAD de rodilla), a que no se correlacionan con la progresión estructural de la enfermedad y a que son más fácilmente identificables por técnicas de imagen radiográfica, están considerados de forma general un criterio diagnóstico específico de la OAD2. A pesar de que la AEA está considerada un marcador subrogado del espesor del cartílago articular2, realmente no aporta datos acerca de las alteraciones estructurales que se producen en dicho cartílago, lo que limita sin duda su capacidad diagnóstica. A pesar de que una leve DEA se relaciona generalmente con estadios precoces o moderadamente avanzados de degeneración articular, y que un pinzamiento más importante denota un estadio más avanzado de la misma, con denudación cartilaginosa y pérdida tisular, se debe ser extremadamente cauto a la hora de establecer un diagnóstico de OAD basado exclusivamente en la DEA, debido a que ésta es básicamente una medida bidimensional y a que presenta una gran variabilidad y una escasa reproducibilidad2-4. Los métodos más utilizados en la actualidad para medir la AEA van desde la simple medición directa en la RxC (con regla calibrada o goniómetro), a métodos semiautomáticos computacionales de medición sobre RxCD (KneeAnalyzer®, KIDA®, Q-Bone®, etc.) (Fig. 2). Las alteraciones del hueso subcondral más típicas de la OAD son la esclerosis, los quistes o geodas y la osteonecrosis. La esclerosis subcondral traduce radiográficamente el aumento del volumen total del hueso trabecular (por aumento del número y del grosor de las trabéculas) que Arthros 8 Figura 2. Medición semiautomática mediante Q-Bone® de la AEA en una rodilla no artrósica (Q-Bone®. Trabeculae EBT, SL. San Cibrao das Viñas, Ourense). se produce en respuesta a un incremento de la carga mecánica. Este tipo de estrés biomecánico provoca microfracturas en el hueso subcondral que activan el proceso de remodelado óseo y, como consecuencia, una cascada enzimática responsable de la degeneración del cartílago articular y de la perpetuación del proceso3,4. Los quistes y geodas subcondrales se desarrollan en áreas focales de necrosis ósea, pudiendo ser de tamaño variable, únicos o múltiples, y comunicados o no con el espacio articular3,4. La osteonecrosis aparece generalmente en los estadios más avanzados de la enfermedad, reflejando la existencia de zonas sometidas a una elevada carga mecánica, y, por lo tanto, a una elevada resorción y neoaposición ósea en las trabéculas subcondrales existentes3,4. Evaluación radiológica de los cambios microestructurales de la osteoartritis degenerativa Diversos autores han utilizado, en imágenes de RxCD, el análisis textural radiográfico (RTA) como método de evaluación de los cambios microestructurales óseos que se producen en la OAD. Así, por ejemplo, Boniatis, et al.7, mediante un tipo de análisis textural que evalúa la distribución no uniforme de la escala de grises de los píxeles de la imagen (GLNU), demostraron la existencia de una alta correlación entre este tipo de variables y la DEA de la cadera (r = –0,9; p < 0,001), de manera que el GLNU podía ser utilizado clínicamente para clasificar de forma más específica a una cadera como normal o artrósica (90,6%), y/o para asignarle a estas últimas con mayor precisión un grado de gravedad equivalente en la escala de Kellgren y Lawrence (88,9%). Por ello, los autores concluyen que este tipo de RTA pudiera resultar útil, no sólo para cuantificar el grado de gravedad de la coxartrosis, sino para monitorizar la evolución radiológica de la misma y el grado de modificación que inducen las terapias condroprotectoras sobre esta evolución. Podsiadlo, et al., mediante diferentes métodos de RTA fractal basados en transformaciones de orientación (Hurst orientation transform [HOT] y variance orientation transform [VOT]) demostraron que este tipo de técnicas son capaces de discriminar, a partir del grado de rugosidad y de anisotropía trabecular, el hueso subcondral artrósico del no artrósico en RxC de rodilla en pacientes con o sin OAD8. Kraus, et al., utilizando otro método diferente de RTA fractal, el fractal signature analysis (FSA), demostraron en una cohorte de 138 pacientes seguidos a 3 años que este tipo de análisis es capaz de predecir la progresión de la DEA (aunque no la formación de OF), y, por lo tanto, capaz de identificar a pacientes con riesgo de desarrollar OAD de rodilla9. Desde nuestro punto de vista, los resultados del RTA óseo en OAD resultan interesantes pero variables en cuanto a la evidencia de sus conclusiones, probablemente debido a la diversidad de las técnicas de análisis y de los sitios de exploración (Fig. 3), siendo los resultados, al igual que en la osteoporosis (OP), tanto más específicos y reproducibles cuanto más exacta sea la estandarización de todo su proceso técnico. Evaluación radiológica de la progresión y gravedad de la osteoartritis degenerativa La progresión de la DEA es el criterio más ampliamente utilizado para establecer la propia progresión de la OAD2-4, siendo la completa pérdida del espacio articular (contacto radiológico hueso-hueso) uno de los criterios más ampliamente utilizados a la hora de establecer la indicación de una artroplastia articular. Se han desarrollado protocolos de estandarización de la toma radiográfica para la valoración de la DEA en la rodilla, en la cadera y en las articulaciones del carpo y manos. En la rodilla, las radiografías obtenidas utilizando protocolos de posicionamiento en flexión proporcionan generalmente imágenes más reales de la AEA, resultando esta medición más sensible y específica para detectar la DEA en el compartimento femorotibial medial2-4. Esta circunstancia ha llevado al establecimiento de diversos protocolos radiográficos con la rodilla en flexión (Lyon-Schuss, Lyon-Schuss modificada, Schuss-Tunel o en semiflexión fija, flexión fija, etc.) para reproducir las mismas condiciones de adquisición de la imagen Métodos actuales de diagnóstico por imagen en artrosis 9 Tabla 1. Escala de Kellgren y Lawrence Figura 3. RTA del hueso subcondral mediante Q-Bone®: diferencias entre las dimensiones fractales del hueso subcondral del compartimento medial y lateral de una rodilla no artrósica (Q-Bone®. Trabeculae EBT, SL. San Cibrao das Viñas, Ourense). en radiografías seriadas de ensayos clínicos de evaluación de los efectos de los fármacos modificadores de la evolución de la enfermedad artrósica (DMOAD)2-4. En un reciente estudio comparativo auspiciado por el grupo de estudio Osteoarthritis Research Society InternationalOutcome Measures in Rheumatology Clinical Trials (OARSI-OMERACT), se constató que la posición Lyon-Schuss proporciona una alineación muy satisfactoria de los márgenes anterior y posterior del platillo femorotibial medial (distancia entre los bordes anterior y posterior del platillo tibial medial [IMD] < 1,5 mm) en el 90% de las radiografías, en comparación con el 50% que proporciona la posición de flexión fija10. Estos criterios de estandarización han permitido al grupo OARSI-OMERACT definir recientemente el concepto de cambio relevante en la AEA, tanto para la articulación de la rodilla como de la cadera. Esta variable, determinada por la variación absoluta en milímetros de la AEA y por la diferencia más pequeña detectable (SDD) con la técnica empleada (≤ 0,2 mm en RxCD), establece como criterio de progresión de la enfermedad el hecho de que la DEA supere a la SDD11. La gravedad de la OAD se puede estimar utilizando escalas de puntuación semicuantitativas. El método de Kellgren y Lawrence (Tabla 1), si bien es el más empleado para estratificar el daño anatómico articular en la OAD de rodilla, presenta ciertas limitaciones prácticas relacionadas con el criterio, no siempre real, de que la aparición Grado Características 0 Normal I Dudosa DEA, posibles OF pequeños II OF definitivos. Espacio articular normal o DEA dudosa III OF moderados; DEA definitiva; esclerosis y posible deformidad articular IV Grandes OF; DEA marcada; esclerosis importante del hueso subcondral; deformidad articular definitiva de OF y de DEA son lineales y estables a lo largo de la evolución de la enfermedad2-4. A diferencia de la escala anterior, los atlas radiográficos para la OAD de rodilla de la OARSI disponen de imágenes, seleccionadas y elegidas por consenso, que permiten graduar la gravedad del proceso degenerativo articular tanto a partir de la DEA como de la aparición de OF12. Radiogrametría La radiogrametría por rayos X digitalizada (DXR) no es más que un análisis detallado de RxCD de alta resolución, sobre las que se realizan mediciones geométricas del grosor cortical y de los diámetros endostal y periostal de distintas regiones de interés (ROI), como el segundo, tercer y cuarto metacarpianos, el radio distal, el húmero, la clavícula, el fémur proximal y la tibia. Se ha propuesto la DXR como método diagnóstico complementario en pacientes con OAD y densidad mineral ósea (DMO) baja, al proporcionar, no sólo una mejor estimación de la DMO y del índice de porosidad cortical que los ultrasonidos cuantitativos, sino una alerta sobre la presencia o no de lagunas en el hueso cortical. La aparición de este tipo de alteraciones morfológicas en la DXR indicaría un primer estadio de colapso degenerativo articular13. Macrorradiografía digitalizada. Análisis fractal La macrorradiografía digitalizada (MRxD) ha sido utilizada como técnica de imagen para el análisis no invasivo de la microestructura del hueso trabecular en pacientes con OP y OAD. En esta técnica, la imagen radiográfica es sobredimensionada en un orden de cuatro a cinco Arthros 10 magnitudes, obteniendo así una resolución espacial mayor que la de la RxCD y bastante aproximada a la histológica. Esta resolución permite evaluar estructuras trabeculares de tamaño comprendido entre las 25-50 µm, y, por lo tanto, apreciar de una manera más sensible las diferencias de estructura trabecular entre rodillas con y sin OAD. El grupo de Buckland-Wright ha utilizado el RTA fractal por FSA de imágenes de MRxD como método de evaluación de los cambios microestructurales óseos que se producen en la OAD de rodilla14. Así, Messent, et al., analizando la dimensión fractal (DF) de ROI subarticulares y subcondrales centrales y periféricas de rodillas con DEA de evolución lenta o rápidamente detectable, pudieron demostrar que existe una pérdida de hueso trabecular en todas las rodillas con cambios degenerativos en el compartimento medial, constatable por una disminución en la DF de las trabéculas horizontales y verticales a los 24 meses de evolución. Más recientemente, este mismo grupo de autores, comparando rodillas artrósicas con no artrósicas, ha podido demostrar que la extensión de la pérdida de hueso yuxtaarticular en las rodillas artrósicas está asociada (a diferencia de lo que ocurre con la pérdida de hueso de la región subcondral central) con el tamaño de los OF marginales15. Absorciometría radiológica de doble contraste La absorciometría por rayos X de doble energía (DEXA), denominada genéricamente densitometría, viene siendo utilizada por diferentes autores como método para evaluar los cambios en la DMO del hueso subcondral en pacientes con diferentes grados de OAD de cadera y rodilla, así como para valorar la posible asociación de esta enfermedad con la OP. Numerosos estudios han intentado poner de manifiesto la relación existente entre una elevada DMO local y la progresión de la OAD, en un intento de demostrar que el hueso subcondral peri y yuxtaarticular desempeña un papel fundamental en el inicio y en el desarrollo de la OAD. Así, Burr, et al. demostraron que los pacientes con una artrosis progresiva de cadera presentan una mayor DMO en la región medial e inferior de la cabeza femoral, en comparación con aquellos pacientes que no presentan este tipo de progresividad16. Isbagio, et al., en un estudio transversal realizado en pacientes con diferentes grados de gravedad de la escala de Kellgren y Lawrence, demostraron que si bien no existían diferencias estadísticamente significativas en los valores de la DMO total del cuerpo (DMO-T) y de las piernas (DMO-P) de los diferentes grupos, si se constataba una cierta correlación entre la edad, el tiempo de evolución y la DMO-T con el grado de progresión de la enfermedad, así como una tendencia a la disminución de la DMO-P en los grados más avanzados de la misma. A diferencia de estas dos variables, el índice de masa ósea del cuerpo (BMI) sí demostraba ser un claro factor de progresividad de la enfermedad17. En cuanto a la asociación entre OAD y OP, la mayoría de los estudios clínicos sugieren la existencia de una relación inversa entre ambas enfermedades, sobre todo en mujeres, en grandes articulaciones de carga de miembros inferiores y en los estadios iniciales de la enfermedad, relación que pudiera invertirse a medida que progresa la OAD18. Sin embargo, se han publicado varios estudios clínicos en los que no se evidencia una relación tan clara entre ambas enfermedades, razón por la cual se sigue analizando actualmente esta asociación, resultando imprescindibles para ello los estudios con DEXA. Tomografía computarizada Tomografía computarizada simple La TC es un método avanzado de análisis radiográfico digital que permite obtener imágenes seccionales secuenciales de las regiones articulares y periarticulares a estudio. La aparición de los modernos sistemas de TC con multidetector helicoidal hace posible la realización de reconstrucciones multiplanares de igual calidad de imagen que las imágenes seccionales originales2-4. La TC define mejor que la RM las calcificaciones periarticulares de los tejidos blandos, las alteraciones morfológicas del hueso cortical peri y yuxtaarticular, y los cuerpos libres intraarticulares pequeños en articulaciones periféricas, razón por la que se ha convertido en una herramienta muy útil para el diagnóstico de OAD, sobre todo cuando es necesaria una evaluación de los cambios evolutivos de la enfermedad o una valoración prequirúrgica de la misma2-4. Si bien la mayoría de los estudios con TC en OAD se han centrado en la columna lumbar (donde la TC es claramente superior a la RxC para la evaluación de las articulaciones facetarias), esta técnica ha demostrado también su utilidad diagnóstica en la OAD de cadera (Fig. 4) y de rodilla, donde resulta muy fiable a la hora de Métodos actuales de diagnóstico por imagen en artrosis 11 como el carpo la artro-TC posee una sensibilidad y especificidad del 100% en la valoración de lesiones condrales3. Figura 4. Imagen de TC de ambas caderas (corte coronal): pinzamiento del espacio articular en la articulación coxofemoral izquierda con quistes subcondrales en la cabeza femoral. constatar la presencia de derrame articular, mal alineamientos femoropatelares, cambios meniscales o cuerpos libres intraarticulares2-4. Los inconvenientes más importantes de esta técnica serían, por un lado, la exposición a la radiación ionizante, y por otro, la pobre capacidad de contraste de las partes blandas que tiene. Artrotomografía computarizada La TC con inyección de contraste (artro-TC), ya sea con el método simple (iodinato) o de doble contraste (iodinato/aire), ha demostrado ser un método útil para valorar enfermedad articular degenerativa en las articulaciones de gran tamaño, sobre todo cuando la RM no está disponible o está contraindicada2-4. Varios estudios han demostrado que esta técnica es capaz de obtener imágenes de excelente calidad de la superficie articular en hombro, cadera y rodilla, con una muy buena sensibilidad diagnóstica a la hora de evaluar lesiones del cartílago articular. De manera general, la constatación de una penetración de contraste dentro del cartílago indicaría la presencia de un defecto fisurario condral de mayor o menor profundidad. En la articulación glenohumeral, la artro-TC permitiría además evaluar la integridad del manguito rotador y del rodete glenoideo, mostrando o no la presencia de una comunicación con el espacio subacromial. A nivel de la articulación coxofemoral, la artro-TC ha demostrado su utilidad a la hora de evaluar las alteraciones del labrum en caderas displásicas con riesgo de desarrollar OAD y en el diagnóstico del compromiso femoroacetabular19. A nivel de la rodilla esta técnica ha demostrado una excelente sensibilidad diagnóstica para las lesiones condrales, especialmente en la condromalacia y en la condropatía femoropatelar degenerativa. En articulaciones complejas Las limitaciones de la artro-TC radican en la dificultad y la poca sensibilidad a los cambios que se producen en las fisuras condrales profundas sin comunicación con la superficie articular y, obviamente, en la naturaleza invasiva de la técnica (con riesgo de reacción alérgica al contraste y de infección articular), y en el carácter ionizante de la misma2-4. Tomografía computarizada de alta resolución con mapeo topográfico de la densidad subcondral La TC de alta resolución con mapeo topográfico de la densidad subcondral (TC-TOMASD) es una novedosa técnica de TC cuantitativa (Q-TC) con un algoritmo de procesamiento de imagen de la proyección de la superficie articular. Mediante este método se puede obtener un mapa en tres dimensiones (3D) de la DMO del hueso subcondral en relación con la profundidad de la superficie articular, lo que facilita el establecimiento de correlaciones entre áreas de baja densidad mineral subcondral y zonas de afectación de la superficie del cartílago articular. Johnston, et al., mediante esta técnica, han demostrado en cadáveres que tanto los valores de la relación DMO del compartimento medial/DMO del compartimento lateral como los de la DMO del núcleo central en rodillas artrósicas difiere hasta en más de 4,7 desviaciones estándar (DE) de los valores obtenidos en rodillas no artrósicas, pudiendo indicar este mapeo incluso las áreas de mayor diferencia de densidad focal entre ambos tipos de rodillas20. Muy recientemente, en un estudio efectuado en pacientes con y sin OAD de rodilla, el mismo grupo ha podido demostrar que la TC-TOMASD ofrece también in vivo medidas precisas de la DMO volumétrica (3D) del hueso subcondral, y, por lo tanto, potencial clínico para identificar y cuantificar los cambios que se producen en la masa ósea del hueso subcondral en pacientes con OAD. Ultrasonidos La ecografía en escala de grises es una técnica no invasiva de diagnóstico por imagen capaz de aportar valiosa información iconográfica, multiplanar y en tiempo real del estado de las estructuras óseas, articulares y periarticulares (tendones, Arthros 12 ligamentos, bursas y porción periférica de los meniscos) de las grandes y pequeñas articulaciones, lo que la hace interesante tanto desde el punto de vista de análisis morfológico como de evaluación clinicoterapéutica de la OAD. Desde el punto de vista de análisis de los cambios morfológicos inducidos por la enfermedad, la ecografía ha demostrado precisión y fiabilidad a la hora de constatar la presencia de sinovitis ecográfica (derrame articular y/o hipertrofia sinovial), con una sensibilidad mayor que la exploración física y que la RxC2-4, pudiendo incluso llegar a detectar cambios sinoviales inducidos por el tratamiento antiinflamatorio. Además, aunque con limitaciones inherentes a la propia técnica, los US han demostrado ser capaces de detectar las alteraciones estructurales del cartílago articular en la OAD de rodilla, revelando generalmente la presencia de una pérdida de nitidez del borde externo del cartílago hialino en los estadios iniciales de la enfermedad. Se ha descrito, igualmente, como signo sonográfico temprano de OAD el incremento del grosor del cartílago articular, normalmente relacionado con la presencia de edema intersticial en el mismo. En los estadios más avanzados de la enfermedad se puede constatar mediante esta técnica una disminución, focal o generalizada, del espesor del cartílago articular y una pérdida de la morfología de la interfaz cartílago-sinovial, con presencia de fibrilación y/o fisurización en la misma2-4. Los US han demostrado también ser capaces de evaluar específicamente los OF marginales y centrales en la OAD, apareciendo éstos como irregularidades del contorno óseo ecográfico. Mediante ecografía se pueden evaluar también las erosiones del hueso cortical periarticular en las artropatías inflamatorias, de una manera más sensible incluso que la RxC y de forma posiblemente reproducible en la OAD3. Desde el punto de vista clínico, se está utilizando la ecografía como método de evaluación del origen del dolor articular en rodillas con disociación clinicorradiológica, habiéndose demostrado que las rodillas artrósicas dolorosas presentan normalmente una mayor cantidad de alteraciones patológicas detectables ultrasonográficamente que las rodillas asintomáticas o las controles. En este sentido, Naredo, et al. encontraron que, en rodillas con OAD sintomática, el 47% presentaba derrame sinovial ecográfico, el 61% protrusión del menisco medial con desplazamiento ligamentario, y el 22% quiste de Baker, relacionándose las dos primeras alteraciones con el valor de la puntuación en la escala visual analógica de dolor21. La medición sonográfica del grosor del cartílago articular en articulaciones accesibles puede resultar de ayuda en el diagnóstico y el seguimiento de los pacientes con OAD, aunque no siempre se obtiene una medida precisa de dicho grosor, ya sea por la pérdida de nitidez en la interfaz sinovial-cartílago o por la incapacidad clínica para la flexión de la articulación. Grassi, et al. han demostrado que se puede evaluar el espesor del cartílago articular en hombro, codo, articulaciones metacarpofalángicas, cadera y rodilla, pudiendo identificarse en estas ROI los cambios ultrasonográficos específicos de la OAD. Desde el punto de vista terapéutico, se ha publicado recientemente que la infiltración intraarticular de esteroides guiada por ecografía disminuye significativamente el dolor y mejora el efecto terapéutico de la misma en comparación con la infiltración convencional por palpación. Pero a pesar de poseer numerosas ventajas frente a otras técnicas no invasivas de evaluación de la enfermedad articular degenerativa (bajo coste, no requiere inyección de contraste, no es ionizante), la ecografía presenta limitaciones técnicas importantes relacionadas normalmente con las propiedades físicas de los US, que hacen que la evaluación del cartílago articular y de las estructuras periarticulares se vea limitada por la ventana acústica existente en cada articulación, y en ocasiones condicionada por la propia subjetividad del explorador2-4. Resonancia magnética Resonancia magnética de alta resolución (T2 y T1) La RM, que utiliza potentes campos magnéticos y secuencias de pulsos electromagnéticos para generar imágenes 3D multiplanares de alta resolución y contraste, se ha constituido en estos últimos años como uno de los métodos más importantes de análisis por imagen, no invasivo y no ionizante, de la estructura osteoarticular normal y patológica2-4. En la actualidad, mediante aparatos de alto campo magnético, se puedan alcanzar in vivo resoluciones superiores a las 150 × 150 × 500 µm3, con un grosor de corte de 250 µm, lo que permite valorar de manera muy eficaz tanto las propiedades morfologicoestructurales y fisicoquímicas del cartílago articular, como las alteraciones de las estructuras peri y yuxtaarticulares22. Desde el punto de vista técnico, la RM permite separar de forma semiautomática, mediante diversos algoritmos computacionales, el cartílago articular de las estructuras vecinas (segmentación tisular). Métodos actuales de diagnóstico por imagen en artrosis Además, se pueden utilizar distintas secuencias de pulsos de diferentes frecuencias para potenciar la visualización de los tejidos articulares. Las secuencias más eficaces son aquellas que tienen una alta resolución espacial (tamaño de voxel pequeño) y de contraste (el cartílago se diferencia bien de la grasa, del derrame articular y de otras lesiones). Suelen estar basadas en adquisiciones volumétricas (3D) potenciadas en T1 (eco de gradiente [EG]) o en T2 (EG o turbo espín eco)22. En las imágenes potenciadas en T1 la médula ósea aparece altamente contrastada debido a su contenido en grasa. Por el contrario, las imágenes potenciadas en T2, un tiempo de relajación de RM, reflejan la interacción entre las moléculas de agua y las macromoléculas circundantes. La supresión de la señal grasa (SsG) facilita la visualización del cartílago y su separación del resto de las estructuras periarticulares. Desde el punto de vista clínico, la RM es capaz de detectar alteraciones estructurales y de evaluar en amplitud y profundidad los defectos del cartílago; de detectar la presencia de derrame articular, hipertrofia sinovial y sinovitis; de detectar la presencia de quistes y de edema óseo subcondral; de visualizar OF, sobre todo en localizaciones en que no se puede observar fácilmente mediante RxC, y de evaluar el resto de las estructuras articulares y periarticulares (meniscos, ligamentos, bursas, tendones y músculos) susceptibles de sufrir alteraciones morfológicas. En la rodilla, y de manera general, las alteraciones degenerativas detectables por RM aumentan a medida que aumenta el grado de Kellgren y Lawrence de la enfermedad23. Anomalías del cartílago articular La evaluación de la señal del cartílago articular, su grosor, su volumen, su contenido en agua y proteoglucanos y su integridad o, por el contrario, la presencia de defectos focales o difusos en su superficie, son elementos importantes del análisis de este tejido mediante RM2-4. La medición del grosor y volumen del cartílago articular se ha utilizado en diversos estudios longitudinales como método de evaluación del grado de pérdida de cartílago y/o de progresión de la OAD. En este sentido, Cicuttini, et al. demostraron que una tasa elevada de pérdida de cartílago en 2 años (perdedores rápidos) se comporta, con independencia del dolor y del grado radiográfico de OAD, como buen predictor de artroplastia total de rodilla24. En RM, la señal del cartílago articular está principalmente influida por el contenido relativo de 13 3.000 2.500 2.000 1.500 1.000 500 0 Figura 5. Imagen paramétrica de los valores del tiempo de relajación T1 del cartílago articular de la rodilla en un equipo de RM de 3 Teslas (adaptada de Martí-Bonmatí, et al.22). agua de cada píxel y, en menor medida, por la integridad de la matriz colágena. Por ello, en las secuencias T1 con SsG, el cartílago articular se muestra hiperintenso, mientras que los defectos cartilaginosos aparecen como focos o áreas hipointensas. En cambio, en las secuencias T2 con o sin SsG, el cartílago articular es hipointenso y las lesiones cartilaginosas se muestran hiperintensas con respecto al tejido normal22,23. Las imágenes en T2 del cartílago varían también según la profundidad del corte al que se analice, siendo más ancho y más brillante en las capas superficiales y más estrecho y menos brillante en las capas más profundas22,23. A pesar de que ambas secuencias tienen en general una sensibilidad del 85% y una especificidad del 95%, es preciso todavía mejorar la técnica de visualización de las lesiones cartilaginosas por delaminación, fisurización y fibrilación22,23. Dado que los defectos cartilaginosos son inicialmente focales y su tamaño similar a la variación entre medidas del espesor cartilaginoso total, son imprescindibles técnicas de segmentación semiautomática que permitan cuantificar y mapear los espesores regionales del cartílago y la morfología y la extensión del hueso subcondral expuesto. Estas técnicas han demostrado su utilidad clínica tanto para el diagnóstico como para el seguimiento evolutivo de este tipo de lesiones. La evaluación de las variaciones de intensidad de las imágenes en T1 evalúan los cambios en la matriz extracelular del cartílago, probablemente en relación con los cambios que se producen con la edad en las concentraciones y propiedades fisicoquímicas de los proteoglucanos (Fig. 5). Arthros 14 Por ello, y porque se hacen patentes antes de que aparezcan los cambios morfológicos típicos de la enfermedad o las alteraciones de señal en las imágenes potenciadas en T2, a este tipo de imágenes se las considera predictivas de degeneración articular. Las variaciones de intensidad de las imágenes en T2 analizan la composición regional del colágeno y su proporción de agua, existiendo algunos estudios clínicos que evalúan la presencia de cambios degenerativos y la gravedad de los mismos mediante mapas paramétricos de las variaciones locales de estos parámetros. Las imágenes potenciadas en T2 pueden llegar a visualizar también bandas lineales de condrocitos, apareciendo éstas como estructuras laminares relacionadas con la orientación de las fibras de colágeno. El tamaño y la señal de estas bandas dependen no sólo de su organización estructural, sino de la orientación del cartílago con respecto al campo magnético principal. Derrame articular, hipertrofia sinovial y sinovitis Desde el punto de vista técnico, el derrame articular se detecta mejor con densidad protónica y SsG o mediante secuencias potenciadas en T2 eco del espín rápido, pudiéndose determinar el volumen del mismo mediante algoritmos semi­ automatizados23. El uso de contraste endovenoso permite evaluar de forma más específica la presencia de hipertrofia sinovial y sinovitis. Desde el punto de vista clínico, se ha demostrado mediante RM la relación existente entre la intensidad del dolor y el grado de hipertrofia sinovial/ derrame articular en rodillas con OAD. Edema óseo subcondral Las anomalías en la señal de la médula ósea subarticular (áreas irregulares hipointensas en secuencias T1 e hiperintensas en T2 con SsG), conocidas genéricamente como lesiones edema-like, representan áreas de necrosis y de remodelación trabecular subcondral, más que zonas de edema óseo propiamente dicho. Se ha demostrado que estas alteraciones están relacionadas con el dolor, el grado de Kellgren y Lawrence y la progresión estructural de la OAD3,23. Quistes subcondrales La RM permite evaluar fácilmente mediante secuencias T2 los quistes subcondrales de la OAD, identificándolos como áreas hiperintensas bien delimitadas, de bordes redondeados y sin trabéculas en su interior3. Osteófitos La RM es capaz de identificar OF más fácilmente que la RxC, en especial OF centrales, habiéndose demostrado mediante esta técnica que resultan relativamente comunes en personas asintomáticas y con ausencia de cambios radiológicos en la rodilla23. Alteraciones de los meniscos y ligamentos La RM permite evaluar fácilmente en la OAD de rodilla la presencia de degeneración, lesión y/o extrusión meniscal (Fig. 6), así como la aparición o no de una sinovitis perimeniscal asociada, habiéndose relacionado el grado de subluxación de los meniscos con la gravedad de la enfermedad articular degenerativa3,23. Los estudios de RM han demostrado, igualmente, ser capaces de detectar roturas del ligamento cruzado anterior (LCA) hasta en un 20% de los pacientes con OAD de rodilla, presentando estos casos un mayor grado de pérdida de cartílago articular y una mayor progresión radiográfica de la enfermedad3,23. Evaluación por resonancia magnética de la gravedad de la osteoartritis degenerativa (métodos semicuantitativos: WORMS, KOSS, BLOKS) Varias son las escalas que se utilizan en la actualidad para evaluar semicuantitativamente mediante RM la gravedad de la OAD. La escala para medición de órgano completo, Whole-Organ MRI Score (WORMS), realiza una subdivisión compartimental de la rodilla, evaluando en todas ellas el espesor del cartílago articular, el tipo y el grado de las alteraciones cartilaginosas y la presencia o no de edema de médula ósea, de quistes subcondrales, de OF y de lesiones meniscales, así como la distensión máxima estimada de la rodilla como parámetro subrogado de la presencia de derrame articular y sinovitis2,23. La escala de gonartrosis Knee Osteoarthritis Scoring System (KOSS) utiliza sin embargo subdivisiones regionales de la rodilla, evaluando por separado en cada una de ellas el estado del cartílago, la presencia de edema de médula ósea y de quistes óseos subcondrales, no describiendo sin embargo las roturas parciales o totales de los meniscos. Métodos actuales de diagnóstico por imagen en artrosis 15 clínicos que demuestran la relación entre estos parámetros y el grado de degeneración del cartílago articular22. Imágenes de realce tardío En los estudios de RM con inyección de gadolinio, se produce una lenta distribución del contraste en el interior del cartílago, de manera inversamente proporcional a la concentración de proteoglucanos y glucosaminoglucanos y al grado de integridad tisular del mismo22. Esta circunstancia se debe al hecho de que los contrastes con carga eléctrica negativa son rechazados por las moléculas proteoglucanos, que tienen también carga eléctrica negativa. Por ello, las zonas con menor concentración de proteoglucanos tienden a retener más contraste, visualizándose con precisión su distribución mediante la cuantificación de los T1 longitudinales del cartílago22. Figura 6. Imagen de RM potenciada en T1 (corte sagital). Se observa una lesión del cuerno posterior del menisco interno así como una úlcera condral en el área de carga del cóndilo femoral medial. Al igual que la escala anterior, utiliza la distensión máxima estimada de la rodilla como método de evaluación del grado de derrame articular y sinovitis. La puntuación final de la gravedad de la enfermedad resulta básicamente ponderada por el tamaño de las lesiones condrales2,23. La escala Boston Leeds de OAD de la rodilla, o escala BLOKS, utiliza una subdivisión regional en secciones de carga de los compartimentos femoropatelar y femorotibiales. Las alteraciones del cartílago se puntúan, sin embargo, dependiendo tanto del porcentaje de pérdida de espesor como del porcentaje de pérdida total del mismo. A diferencia de las dos anteriores, en esta escala BLOKS los cambios meniscales son evaluados de manera mucho más concisa2,23. Resonancia magnética con inyección de contraste (primer paso de contraste y realce tardío) Imágenes del primer paso de contraste Las imágenes de RM obtenidas tras la administración de un primer bolus de contraste permiten evaluar el grado de captación tisular y parámetros farmacocinéticos de permeabilidad vascular y de intercambio intersticial, existiendo estudios Dado que en la OAD se produce precozmente un daño en la matriz de proteoglucanos y que esta matriz resulta crítica para mantener las propiedades mecánicas del cartílago, la delayed gadolinium-enhanced MRI of cartilage (dGEMRIC) ha demostrado ser un biomarcador temprano de la enfermedad, así como un buen método de seguimiento de la eficacia del proceso terapéutico22. Artrorresonancia magnética La artrografía asociada a imágenes de RM de alta resolución se ha convertido en una técnica de imagen muy útil para evaluar defectos focales del cartílago en diferentes tipos de articulaciones. Utiliza como medio de contraste gadolinio-ácido dietilenotriamina pentaacético administrado, bien por vía endovenosa o por inyección interarticular. Esta última técnica, al distender físicamente la articulación, proporciona una mayor definición del cartílago articular, y, por lo tanto, un diagnóstico más preciso de las alteraciones condrales2-4. Al igual que en el caso de la artro-TC, varios estudios han demostrado una muy buena sensibilidad diagnóstica de la artro-RM a la hora de evaluar lesiones del cartílago articular2-4. Las limitaciones de la artro-RM radican exclusivamente en la naturaleza invasiva de la técnica (riesgo de reacción alérgica al contraste y de infección articular) y en la necesidad de realizar la adquisición de imágenes un determinado tiempo después de la administración del contraste. Arthros 16 Otras técnicas de resonancia magnética La transferencia de magnetización es una secuencia de pulsos de RM que permite, analizando el brillo de la imagen, evaluar, por un lado, la concentración de colágeno y, por otro, las alteraciones que se producen en esta y otras macromoléculas, resultando, por lo tanto, útil como método de diagnóstico precoz del daño condral2-4,22. estudios de investigación cierta capacidad para el diagnóstico precoz de la enfermedad4. Métodos invasivos de diagnóstico por imagen en la osteoartritis degenerativa Microtomografía computarizada de rayos X Medicina nuclear Gammagrafía ósea La gammagrafía ósea es un método muy sensible pero poco específico de diagnóstico por imagen de la OAD3. Utiliza un radiofármaco como método de evaluación del metabolismo osteoarticular, contribuyendo, por un lado, a delimitar las zonas de daño condral y, por otro a monitorizar el grado de gravedad de la OAD. El fármaco utilizado normalmente en la gammagrafía ósea es el Tc99m - hidroximetano difosfonato (HDP), debido a que muestra una mayor actividad en la fase osteoblástica ósea cuando existe enfermedad degenerativa. Las alteraciones gammagráficas suelen presentarse antes de que aparezcan los cambios radiográficos típicos de la enfermedad, razón por la cual se considera que esta técnica tiene un cierto valor predictivo de progresión de la OAD de rodilla, aunque significativamente menor que la evaluación radiológica de Kellgren y Lawrence. Tomografía por emisión de positrones y tomografía computarizada por emisión de fotones simples La tomografía por emisión de positrones (PET), sobre todo la adaptada al sistema musculoesquelético, es un sistema de análisis de imagen de buena resolución, significativa sensibilidad y baja radiación capaz de detectar zonas de inflamación y de cambios metabólicos en articulaciones con enfermedad degenerativa. La 18 fluorodesoxiglucosa (18 FDG) es un radioisótopo emisor de positrones capaz de resaltar en la PET el componente inflamatorio asociado a la OAD4. La tomografía computarizada por emisión de fotones simples (SPECT) es una técnica de gammagrafía planar, con menor resolución de imagen que la PET, que permite evaluar también articulaciones con OAD, demostrando en algunos Desde que la fisiopatología de la artrosis dejó de centrarse exclusivamente en el cartílago articular y comenzó a considerarse ésta como un desorden conjunto de la articulación que compromete a todas las estructuras articulares (cartílago articular, hueso subcondral y membrana sinovial), se ha venido utilizando la microtomografía computarizada (µTC) para determinar de forma tridimensional los cambios microestructurales que se producen en el hueso subcondral, ya que éstos podrían ser la base patogénica de la enfermedad, más que una mera consecuencia de la misma. Diversos estudios in vitro con biopsias humanas han mostrado que el hueso trabecular subcondral experimenta cambios estructurales significativos en la OAD, destacando entre ellos un aumento de la fracción volumétrica ósea (bone volume [BV]/ tissue volume [TV]), un aumento del grosor trabecular, y especialmente un incremento de las trabéculas en forma de placa. Sin embargo, aunque las trabéculas en forma de placa han demostrado ser mecánicamente más resistentes que las trabéculas en forma de tubo, la resistencia biomecánica del hueso subcondral se encuentra disminuida en OAD, lo que podría explicarse en parte por un descenso en el grado de anisotropía ósea, y en parte porque la DMO real del tejido óseo artrósico es menor que la del no artrósico debido a que se encuentra menos mineralizado. Muy recientemente, y mediante la combinación de la técnica de µTC con agentes de contraste de carga negativa (EPIC-µTC), ha podido analizarse tanto la composición como la morfología del cartílago articular en modelos experimentales de OAD25. La EPIC-µTC resulta de gran interés en la evaluación de la degeneración y regeneración del cartílago en estudios de experimentación animal con gran precisión y exactitud, especialmente con modelos de animal pequeño (Fig. 7). Tomografía de coherencia óptica La tomografía de coherencia óptica (TCO) es una técnica de diagnóstico por imagen que utiliza la Métodos actuales de diagnóstico por imagen en artrosis A B C D Figura 7. Representación tridimensional mediante µCT de un cilindro óseo obtenido de cóndilo femoral de conejo, en la que se distingue el cartílago hialino (A), el cartílago calcificado (B), el hueso subcondral corticalizado (C) y el hueso trabecular (D) (adaptada de Trabeculae, Empresa de Base Tecnológica, SL). reflexión de la luz infrarroja en las interfaces tisulares para evaluar el grado de alteración del cartílago articular con un grado de resolución muy similar al histopatológico4. Debido a estas características técnicas, la TCO permite identificar in vitro cambios estructurales del cartílago articular de manera muy precoz, habiendo demostrado en trabajos de experimentación ser capaz de diferenciar entre cartílago sano y artrósico de manera similar a la histología. Bibliografía 1. Jordan KM, Arden NK, Doherty M, et al. 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Bibliografía comentada Por el Dr. Vicente Torrente Segarra Hospital General de L'Hospitalet L'Hospitalet de Llobregat, Barcelona Predictive factors of hyaluronic acid injections short-term effectiveness for TMJ degenerative joint disease Factores predictivos de las inyecciones de ácido hialurónico, efectividad a corto plazo en la degeneración de la articulación temporomandibular Guarda-Nardini L, Ferronato G, Favero L, Manfredini D J Oral Rehabil. 2010;1365-2842 Objetivo: Identificar los predictores basales de una respuesta positiva a la artrocentesis más inyección de ácido hialurónico en la enfermedad de la articulación temporomandibular (ATM). Pacientes y métodos: Noventa pacientes con enfermedad de la ATM y artrosis de la ATM (Research Diagnostic Criteria for Temporomandibular Disorders [RDC/TMD] 1.0 Axis I grupo IIIb) llevaron a cabo un ciclo de cinco artrocentesis con inyección de 1 ml de ácido hialurónico y fueron seguidos durante 3 meses. Se incluyeron ocho potenciales predictores de respuesta positiva al tratamiento (edad, sexo, dolor al masticar, presencia de artritis uni o bilateral, presencia de otros diagnósticos concurrentes de RDC/TMD, tipo de intervención y tolerabilidad del tratamiento) en un modelo de regresión logística para identificar los predictores basales de efectividad del tratamiento. Resultados: Durante el seguimiento un 85% de pacientes mejoraron respecto a los valores basales de escala visual analógica (EVA) dolor, un 64,4% tuvo una reducción del 50% o más (resultado positivo). La correlación con los resultados positivos existió sólo para la artritis unilateral; la regresión logística identificó el lado de la artritis (unilateral/bilateral) como el único predictor de resultado positivo (p = 0,032). Lograr una mejora con cualquier tratamiento era predicha por los niveles basales de dolor (p = 0,016). Los modelos de regresión explicaban únicamente el 7,7-15% de la varianza en la variable resultado. Conclusiones: El intento de encontrar predictores de resultado positivo al tratamiento con inyecciones de ácido hialurónico para la enfermedad degenerativa de la ATM ha sido parcialmente exitoso. La búsqueda de otros predictores de resultado podría beneficiarse de otros rasgos psicosociales asociados con las enfermedades de la ATM. Comentario: La ATM es una articulación con tendencia al olvido desde el punto de vista de nuestra práctica clínica. En el ámbito de la reumatología, debe ser convenientemente evaluada en pacientes con enfermedades inflamatorias articulares. Además, existen otras enfermedades que condicionan discapacidad y dolor de la ATM. Todo ello repercute en alteraciones para la correcta masticación, dolor, disconfort. El uso de ácido hialurónico, sobre todo en enfermedad degenerativa, podría ser una buena herramienta terapéutica en casos refractarios o no tributarios de cirugía. Arthros 20 Evaluation of intra-articular delivery of hyaluronic acid functionalized biopolymeric nanoparticles in healthy rat knees Evaluación de la liberación intraarticular de nanopartículas biopoliméricas de ácido hialurónico en la rodilla de ratas sanas Zille H, Paquet J, Henrionnet C, et al. Biomed Mater Eng. 2010;20(3):235-42 Objetivo: El objetivo de este estudio fue evaluar la toxicidad de nanopartículas de poli(D,L-ácido láctico) (PLA) o poli(D,L-ácido láctico-co-glicólico) (PLGA) cubierto por hialuronato (HA) que sería usado para la inyección intraarticular como portador de fármaco para el tratamiento de artropatías. El PLA y el PLGA son polímeros aprobados por la Food and Drug Administration (FDA) y que se usan en la preparación de nano o micropartículas. El HA es un polisacárido natural ya presente en las articulaciones que se sabe que interactúa con los receptores de CD44 de las células (especialmente los condrocitos). Así pues, podemos imaginar que el recubrimiento de HA puede mejorar las interacciones entre las células y las nanopartículas llegando mejor al objetivo o mejorando la biodistribución. Pacientes y métodos: La rodilla de ratas macho sanas fue infiltrada una o dos veces a la semana con diferentes concentraciones de nanopartículas encapsulando FITC-dextrano. Las membranas sinoviales y las rótulas se extrajeron asépticamente y se analizaron histológicamente para valorar los efectos y la localización de las nanocápsulas en la articulación de la rodilla. Resultados: No observamos modificaciones significativas en las membranas sinoviales (hiperplasia débil) o en la integridad de las rótulas tras la administración local de nanocompuestos en las ratas. Encontramos algunas nanopartículas en la membrana sinovial, mientras que no fue encontrada ninguna en la rótula. Más aún, las observaciones histológicas de la rótula fueron confirmadas con la toma de radiosulfato, que no mostró descenso en la biosíntesis de proteoglucanos en animales tratados con nanopartículas. En lo que se refiere a la seguridad sobre las membranas sinoviales, también miramos la respuesta inflamatoria tras la inyección de nanopartículas recubiertas de HA o alcohol polivinílico (PVA) monitorizando los niveles de expresión de ARN mensajero (ARNm) de algunas citocinas específicas (interleucina 1 β [IL-1 β] y factor de necrosis tumoral α [TNF-α]). Una vez más, no observamos diferencias entre las ratas control y las ratas tratadas con nanopartículas. Conclusiones: Considerando estos resultados preliminares obtenidos en ratas sanas podemos establecer que ni los PLGA recubiertos de HA anfifílico ni los productos de degradación inducen modificaciones mayores en la función de los tejidos articulares al ser inyectadas en las rodillas de ratas sanas. Estos resultados deberían ser confirmados en modelos de ratas con artrosis o artritis reumatoide, con vistas a confirmar que las nanopartículas no empeoran los tejidos articulares ya alterados (degenerados o inflamados). Una vez confirmado, estas partículas modificadas podrían ser propuestas como un sistema seguro de transporte de fármacos para el tratamiento de enfermedades articulares, permitiendo un amplio rango de moléculas encapsuladas. Comentario: En muchas ocasiones, y concretamente en la artrosis, pensamos que la biodisponibilidad de fármacos y/o moléculas inyectables intraarticulares no permanecerá el tiempo suficiente a nivel articular para producir un mayor beneficio en cuanto a tiempo o intensidad. Con el uso de nuevas biotecnologías, este uso podría verse implementado. Gracias a este trabajo, observamos que, a priori, el uso de estas tecnologías (en este caso, las nanopartículas) ofrecería un perfil de seguridad intraarticular aceptable, lo que permitiría poder iniciar trabajos con estas terapias en modelos animales. Bibliografía comentada 21 Short-term effectiveness of ultrasound therapy in knee osteoarthritis Efectividad a corto plazo de la terapia de ultrasonidos en la osteoartritis de rodilla Tascioglu F, Kuzgun S, Armagan O, Ogutler G J Int Med Res. 2010;38(4):1233-42 Objetivo: Investigar la eficacia a corto plazo de la terapia con ultrasonidos en artrosis de rodilla (osteoartritis [OA]). Pacientes y métodos: Este estudio aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo se diseñó para investigar la eficacia a corto plazo de la terapia con ultrasonidos, en 90 pacientes con OA. Los pacientes fueron asignados aleatoriamente a tres grupos: el grupo 1 recibió ultrasonidos continuos, el grupo 2 recibió ultrasonidos pulsados, y el grupo 3 recibió una falsa sesión de ultrasonidos (placebo) de 5 min cada sesión. Todos los tratamientos se aplicaron 1/día, 5 días/ semana, durante 2 semanas, con una duración total de tratamiento de 10 días. Resultados: Comparando con el inicio, se observaron mejoras significativas en las escalas visuales analógicas del dolor y en las puntuaciones del Cuestionario Western Ontario y McMaster de osteoartritis (WOMAC) en los tres grupos. Las reducciones en el dolor y en las puntuaciones WOMAC fueron significativamente mayores en los pacientes tratados con ultrasonidos pulsados que en los tratados con placebo. Conclusiones: Como conclusión, la terapia pulsada de ultrasonidos es un tratamiento seguro y efectivo en los pacientes con OA de rodilla. Se necesita más investigación de la eficacia a largo plazo de la terapia pulsada de ultrasonidos en la OA de rodilla. Comentario: Dentro de las terapias para la OA de rodilla existen diferentes técnicas. Si bien es cierto que debemos pensar en el tratamiento crónico y a largo plazo, no es menos cierto que estos pacientes sufren brotes de dolor, reagudizaciones, que hacen más difícil el tratamiento. La calidad de vida de estos pacientes puede verse afectada por esto último, por lo que el tratamiento de los brotes puede ser tanto o más necesario que el tratamiento a largo plazo. Poder utilizar técnicas como los ultrasonidos, cuya eficacia se demuestra en este estudio, aumenta las posibilidades de mejoría de los pacientes con OA de rodilla en fases de exacerbación. Arthros 22 Estrogen is important for maintenance of cartilage and subchondral bone in a murine model of knee osteoarthritis Los estrógenos son importantes para el mantenimiento del cartílago y del hueso subcondral en un modelo murino de osteoartritis de rodilla Sniekers YH, Weinans H, Van Osch GJ, Van Leeuwen JP Arthritis Res Ther. 2010;12(5):R182 Introducción: La depleción de estrógenos podría influir en el inicio y/o progresión de la osteoartritis (OA). Investigamos en un modelo de ratón ovariectomizado el impacto de la pérdida de estrógenos y de los suplementos de estrógenos en el cartílago articular y en el hueso subcondral en la tibia y la rótula y valoramos los cambios óseos en el desarrollo de la OA. Métodos: Ratones C3H/HeJ fueron divididos en cuatro grupos: operación placebo, depleción de estrógenos por ovariectomía (OVX), OVX con suplementación de estradiol (OVX + E) y OVX más suplementación de bifosfonatos (OVX + BP). A cada ratón se le inyectó en una rodilla una dosis baja de yodoacetato (IA) y en la rodilla contralateral se inyectó suero fisiológico. El cartílago fue analizado histológicamente 12 semanas tras la cirugía; se monitorizaron los cambios en el hueso a lo largo del tiempo usando tomografía microcomputarizada in vivo. Resultados: En la tibia la OVX sola falló en la inducción de daño en el cartílago, pero la combinación de OVX e IA indujeron daño en el cartílago de forma significativa. En la rótula la OVX sola produjo daño significativo en el cartílago que aumentó con la IA. En ambos, tibia y rótula, la OVX en combinación con IA disminuyó de forma significativa y aditiva el grosor de la cortical subcondral. La OVX + E y la OVX + BP inhibieron el adelgazamiento de la cortical subcondral en tibia y rótula, inhibieron el daño en cartílago de rótula y disminuyeron el daño en el cartílago tibial. En la rótula el IA interactuó con el BP llevando a un aumento de la cortical subcondral y del hueso trabecular. Conclusiones: Esto demuestra la importancia de los estrógenos para el cartílago articular y el hueso subcondral y para el mantenimiento de articulaciones sanas, apoyando un papel etiológico para la vía de señalización estrogénica en la OA, bien por afectación directa del cartílago o bien aumentando la susceptibilidad para un desencadenante de la OA. Los datos apoyan el concepto de que la placa de hueso subcondral esté involucrada en la OA. Comentario: Gracias a este trabajo podemos sugerir dos mecanismos fisiopatológicos muy interesantes. Por un lado, se destaca la importancia del efecto estrogénico a nivel del hueso subcondral y el cartílago articular, para mantener su homeostasis y evitar, así, una progresión en el daño de éste que conduce a la presencia de OA. Algo que se puede intuir de forma sindrómica desde el momento en que es más frecuente la OA en mujeres de mediana edad, es decir, a partir de la menopausia. Por otro lado, es sugerida la importancia de la integridad del hueso subcondral para el mantenimiento de la estructura normal articular, que evita o retrasa la aparición de la OA. Bibliografía comentada 23 Predictors of degenerative medial meniscus extrusion: radial component and knee osteoarthritis Predictores de la extrusión degenerativa del menisco medial: componente radial y osteoartritis de rodilla Lee DH, Lee BS, Kim JM, et al. Knee Surg Sports Traumatol Arthrosc. 2010 Objetivo: El propósito de este estudio fue determinar el efecto de una fractura radial en la extrusión degenerativa por fractura del asta posterior del menisco medial e identificar predictores de la extrusión del menisco medial. Métodos: Revisamos los registros de 102 rodillas con extrusión por fractura del asta posterior del menisco medial y degeneración que llevó a una meniscectomía parcial. Las fracturas se clasificaron como de raíz (n = 17) o no de raíz (n = 85), o como radiales (n = 46) o no radiales (n = 56). Los grupos se compararon en términos de extrusión meniscal absoluta o relativa y la proporción de rodillas con extrusión mayor (> 3 mm). Se usó el análisis de regresión múltiple para identificar predictores de extrusión. Resultados: El grupo radial tuvo una media mayor absoluta (4 ± 1 vs 3 ± 1 mm; p = 0,001) y relativa (31 ± 11 vs 23 ± 12%; p = 0,031) de extrusión que el grupo no radial. El grupo radial también tuvo una mayor proporción de extrusiones mayores que el grupo no radial (74 vs 26%; p = 0,016). En contraste, los grupos de fractura de raíz y de no raíz tuvieron extrusiones similares en términos de media absoluta (3 ± 1 vs 3 ± 1 mm; p = no significativo [NS]) y relativa (30 ± 7 vs 26 ± 13%; p = NS) y en términos proporcionales con extrusiones mayores (59 vs 55%; p = NS). Se encontró que la extrusión estaba asociada de forma similar tanto con la presencia del componente radial como con el grado de Kellgren-Lawrence preoperatorio. Conclusión: La extrusión de menisco fue mayor y más grave en rodillas con una fractura con componente radial que en las que no tenía componente radial. La incidencia y el grado de extrusión mayor fue similar en las fracturas de raíz que en las de no raíz. El componente radial y la gravedad de la OA de rodilla fueron predictores similares de la extrusión absoluta y relativa. La extrusión meniscal en las rodillas artrósicas se asoció no sólo con la fractura meniscal dege­ nerativa sino también con la gravedad de la OA. Así pues, los procedimientos artroscópicos meniscales, sobre todo la reparación del menisco, deberían ser considerados con cautela en pacientes con extrusión meniscal. Comentario: En muchas ocasiones encontramos más de un proceso patológico en articulaciones como la rodilla. Ésta es compleja desde el punto de vista terapéutico, ya que en muchas ocasiones encontramos enfermedad meniscal y enfermedad degenerativa articular, como la OA. En este caso, los tratamientos y evaluaciones podrían diferir de los específicos para cada enfermedad, en tanto en cuanto alguno de los procesos puede ser más significativo en la etiopatogenia del dolor o discapacidad articular. Arthros 24 Relationship between the Western Ontario and McMaster universities osteoarthritis index physical function subscale and physical performance measures in patients with hip osteoarthritis Relación entre la escala de función física de las universidades de Western Ontario y McMaster y las medidas de la forma física en pacientes con artrosis Wright AA, Cook CE, Baxter GD, Garcia J, Abbott JH Arch Phys Med Rehabil. 2010;91(10):1558-64 Objetivo: Examinar la validez de los factores y la convergencia de la escala de función física de las universidades de Western Ontario y McMaster (WOMAC-PF) usando una batería de medidas de la forma física (PPM) en pacientes con osteoartritis (OA) de cadera en estadios no terminales. Métodos: Estudio transversal en un centro universitario de investigación en fisioterapia de pacientes con diagnóstico clínico de OA (n = 93) derivados para la participación en la investigación. La validez de la escala WOMAC-PF se evaluó utilizando análisis de factores confirmatorios (CFA). El análisis de factores exploratorios (EFA) se llevó a cabo para determinar si las escalas WOMAC-PF y PPM estaban capturando por separado aspectos de la función física. Covariables como el dolor, la depresión, instrumentos de screening de percepción del dolor, índice de masa corporal, flexión de la cadera, uso de mecanismos de ayuda y fuerza de la extremidad inferior se incluyeron en la EFA como variables independientes. Resultados: El CFA de la escala WOMAC-PF dio lugar a una solución unifactorial estimada para el 84% de la varianza de los datos (valores propios = 11). El EFA dio lugar a una solución bifactorial estimada para el 68% de la varianza de los datos. La PPM y la escala WOMAC-PF se llevaron a cabo con factores separados. Conclusiones: Fuimos incapaces de confirmar un modelo de solución tetrafactorial de la escala WOMAC-PF como había sido comunicado previamente. Esto sugiere que la escala WOMAC-PF muestra suficiente validez en la captura de la percepción de la función física en paciente con OA de cadera en estadio no terminal, pero detecta una clínica diferente a la del PPM, confirmando la necesidad de usar las dos cuando se evalúan resultados funcionales. Además, sugerimos una nueva batería estandarizada de medidas de capacidad física que pudieran servir como criterios estándar con los que comparar las mediciones hechas por los propios pacientes. Comentario: Actualmente es muy importante poder evaluar en qué medida una enfermedad articular afecta a la capacidad funcional. Ésta puede verse limitada por distintos motivos, ya sean físicos –dolor– o psíquicos –depresión–. En este trabajo la escala funcional del WOMAC se muestra útil en fases no avanzadas de la enfermedad degenerativa de cadera, la OA, pero podría no contemplar todas las posibilidades. Será necesario, pues, seguir intentando encontrar nuevas herramientas que contengan la información necesaria para medir la discapacidad motivada por la OA de cadera. Bibliografía comentada 25 Weight-bearing asymmetry in relation to measures of impairment and functional mobility for people with knee osteoarthritis Asimetría en la carga de peso en relación con las medidas de discapacidad y movilidad funcional en gente con osteoartritis de rodilla Christiansen CL, Stevens-Lapsley JE Arch Phys Med Rehabil. 2010;91(10):1524-8 Objetivos: Comparar la asimetría en la carga de peso (WBA) en gente con osteoartritis (OA) unilateral de rodilla con adultos sanos de edad similar. Adicionalmente se evaluaron asociaciones entre la WBA y las medidas clínicas de discapacidad y movilidad funcional. Métodos: Estudio transversal con un grupo control aparejado por edad de sujetos con OA unilateral en estadio final (n = 50) (grupo OA) y sujetos sanos (n = 17) (grupo control) que fueron reclutados en este estudio (n = 67). Las medidas de resultado principales fueron el WBA durante el test de sentado de pie (FTSST) basado en la reacción vertical media de la fuerza sobre el suelo bajo cada pie, dolor de rodilla autoevaluado usando la escala numérica de valoración del dolor, la asimetría de la fuerza extensora basada en el pico isométrico del par de torsión en extensión de la rodilla, la asimetría en el movimiento de la rodilla basado en la extensión pasiva máxima y en los ángulos de flexión, el tiempo de FTSST, el test de distancia al caminar 6 min, y el test de tiempo subiendo escaleras. Resultados: El grupo de osteoartritis demostró mayor WBA que el grupo control durante la transición entre sentado y de pie medido por el índice de simetría absoluta (p = 0,015). No se encontró correlación entre WBA y la asimetría en el movimiento de la rodilla, pero comparaciones entre WBA con todos los otros resultados mostraron relaciones estrechas (rango [r] = 0,29-0,44). Conclusiones: La asimetría en la carga de peso durante la transición de sentado a de pie puede servir como una medida clínicamente relevante tanto de la discapacidad funcional como de la movilidad en gente con artrosis unilateral de rodilla. Comentario: Entre los factores desencadenantes de la osteoartritis figuran la excesiva carga que soporta una articulación y de forma repetitiva. En este trabajo se demuestra claramente por la presencia de mayor OA unilateral en las articulaciones con exceso de sobrecarga mecánica. No es sólo una cuestión de base genética sino que factores extrínsecos a la propia articulación pueden contribuir a la aparición de OA. Su detección precoz, concienciación y medidas preventivas podrían retrasar la aparición de la OA, con la consiguiente disminución de la discapacidad física y por dolor. Arthros 26 Intra-articular injections of bone morphogenetic protein-7 retard progression of existing cartilage degeneration Inyecciones intraarticulares de proteína 7 morfogenética de hueso podrían retrasar la progresión de la degeneración existente en cartílago Hayashi M, Muneta T, Takahashi T, Ju YJ, Tsuji K, Sekiya I J Orthop Res. 2010;28(11):1502-6 Objetivo: Investigar el efecto de la inyección intraarticular semanal de proteína 7 morfogenética (BMP-7) en la prevención de la progresión de la degeneración existente de cartílago en un modelo de osteoartritis (OA) en ratones. Métodos: Se usó un modelo de transección de ligamentos cruzados anteriores (ACLT) para crear un modelo de osteoartritis progresiva. Se inyectó BMP-7 intraarticular semanalmente en la rodilla derecha y solución salina buferizada con fosfatos (PBS) en la rodilla izquierda 4 semanas después de la ACLT. Ambos lados de las rodillas fueron comparados macroscópicamente, histológicamente, inmunohistoquímicamente y por micro-TC. Macroscópicamente se observó fibrilación en el cóndilo femoral 4 semanas después de la ACLT. Resultados: En las rodillas control la degeneración del cartílago progresó a lo largo de un periodo de 12 semanas, mientras que la matriz cartilaginosa fue retenida predominantemente en las rodillas tratadas con BMP-7. Los scores de OA macro y microscópicos en las rodillas tratadas con BMP-7 fueron mejores que los de las rodillas control en cada ratón. El análisis inmunohistoquímico demostró que tanto el colágeno tipo 2 como la BMP-7 estaban más expresados en el cartílago tratado con BMP-7. Un análisis con micro-TC mostró que los osteófitos eran más pequeños en las rodillas tratadas con BMP-7 comparados con los de la población control. Conclusiones: La inyección intraarticular semanal de BMP-7 inhibió la progresión de la degeneración articular existente. Comentario: En la OA es necesario encontrar tratamientos efectivos para evitar la progresión de la enfermedad, reducir la discapacidad y mejorar la sintomatología. En cuanto a evitar la progresión de la enfermedad no existen eficaces tratamientos desde el punto de vista local, por lo que la administración de moléculas inhibidoras de la degeneración del cartílago, como nos muestra este trabajo, podría ser muy beneficioso como adición al tratamiento convencional (condroitín sulfato oral, hialurónico intraarticular, diacereína oral). Además de mejorar el dolor y la discapacidad con tratamientos coadyuvantes (analgesia, fisioterapia), podríamos estar evitando a nuestros pacientes una evolución a etapas más avanzadas de la enfermedad. Bibliografía comentada 27 Physical activity levels and functional performance in the Osteoarthritis Initiative: a graded relationship Niveles de actividad física y rendimiento funcional en la Iniciativa Osteoartritis: una relación gradual Dunlop DD, Song J, Semanik P, Sharma L, Chang RW Arthritis Rheum. 2010 Objetivo: La actividad física mejora la función de adultos con artritis, pero se desconoce si hay una relación gradual con el beneficio funcional. Examinamos la relación transversal y longitudinal entre la actividad física autorreportada y el rendimiento funcional en adultos con osteoartritis (OA) de rodilla. Métodos: La cohorte de la Iniciativa Osteoartritis incluyó 2.589 personas con OA de rodilla (2.301 con seguimiento longitudinal) con edades entre los 45-79 años. Se llevó a cabo una valoración prospectiva de 2 años del rendimiento funcional mediante tests cronometrados de deambulación de 20 m. Usamos la regresión lineal para estimar diferencias entre los cuartiles de actividad física en posteriores funciones (al inicio y al cabo de 1 año de actividad predicen la función a 1 año y a 2 años, respectivamente) ajustadas demográficamente (edad, sexo, raza/ etnia, educación y estado civil) y factores de salud (gravedad de la artrosis, síntomas de rodilla, dolor de rodilla, daño en la rodilla, índice de masa corporal, comorbilidad, depresión, fumar, uso de alcohol, otros dolores articulares). Resultados: Niveles cada vez mayores de actividad física tenían una relación gradual significativa con el rendimiento funcional; los adultos en cuartiles de actividad física, de menor a mayor actividad, tuvieron una velocidad media de marcha de 4,0, 4,2, 4,3, 4,5 pies/s al inicio (valor de p para la tendencia < 0,001) y de 4,1, 4,2, 4,3, 4,5 pies/s (valor de p para la tendencia < 0,001). Las tendencias ascendentes permanecieron significativas tras ajustar las covariables. Los hallazgos fueron similares entre los grupos de edad y sexo. Conclusión: Estos datos prospectivos mostraron una relación gradual entre el nivel de actividad física y un mejor rendimiento en adultos con OA de rodilla. Los hallazgos apoyan las guías que animan a las personas que no pueden alcanzar la actividad física mínima recomendada a ser tan activas como sea posible. Comentario: Cuando enfermedades crónicas y discapacitantes como la OA de rodilla acontecen en un paciente, siempre puede existir la tendencia a aumentar el reposo más que la actividad física. Generalmente las enfermedades articulares son una amenaza para mantener una actividad física regular, ya sea por la discapacidad como por el dolor que producen. En estos casos, el reposo es la tónica general; el desuso articular y consiguiente atrofia muscular sucede en muchas ocasiones. En este trabajo vemos como el mantener una actividad física conlleva una mejora de la funcionalidad articular, a pesar de la existencia de una enfermedad discapacitante de base. Así pues, el ejercicio físico regular debe formar parte de todo tratamiento para la OA de rodilla. Arthros 28 Echonomic evaluation of condroitin and NSAID use in osteoarthritis treatment Evaluación económica del uso de condroitín sulfato y antiinflamatorios no esteroideos en el tratamiento de la artrosis. Datos del estudio VECTRA Rubio-Terrés C, y Grupo del estudio VECTRA Reumatol Clin. 2010;6(4):187-95 Objetivo: El presente estudio: a) estima el coste medio de un paciente con artrosis tratado durante 6 meses con condroitín sulfato (CS) o antiinflamatorios no esteroideos (AINE), y b) evalúa el impacto presupuestario para el Sistema Nacional de Salud que causaría la disminución del consumo de AINE con la administración en monoterapia o conjunta de CS. Material y métodos: Modelo de minimización de costes que comparó ambos tratamientos (asumiendo igualdad de eficacia), a las dosis y las pautas recomendadas, durante un periodo de 6 meses. Los datos utilizados en el modelo se obtuvieron del estudio VECTRA, un estudio retrospectivo en el que se recogió el consumo de recursos sanitarios de 530 pacientes con artrosis tratados con CS o AINE. La eficacia y la incidencia de efectos adversos se estimaron a partir del metaanálisis de ensayos clínicos aleatorizados. Se hicieron análisis de sensibilidad simples univariantes del caso básico. Resultados: El coste semestral por paciente tratado con CS fue de 141 �, y de 182 � en el caso de los AINE. Esto significa que si durante los próximos 3 años el 5, 10 y 15% de los pacientes con artrosis tratados actualmente con AINE fueran tratados con CS, se generarían ahorros para el Sistema Nacional de Salud de más de 38,7 millones de euros durante este periodo. Además, por cada 10.000 pacientes tratados con CS en lugar de AINE se evitarían 2.666 efectos adversos gastrointestinales, de los que 90 serían graves. Los análisis de sensibilidad confirmaron la estabilidad del caso básico en todos los supuestos considerados. Conclusiones: Comparado con los AINE, el CS es un tratamiento con menores costes y con mejor tolerancia gastrointestinal en el manejo de la artrosis. Comentario: En medicina siempre es mejor tratar la causa de una enfermedad que sus consecuencias. Según este estudio, el uso de condroitín sulfato que actúa en los mecanismos etiopatogénicos de la artrosis podría ser más eficaz que el uso de AINE a largo plazo, actuando éstos a nivel etiopatogénico pero principalmente también a nivel sintomático. Gracias a esta medida, y con la gravedad de la situación económica actual, este trabajo apoya el uso de CS en la gran población afecta de artrosis, más que el uso de tratamientos con aine. Cabe decir que el tratamiento combinado puede ser muy útil en fases de exacerbación. Condrosulf ® Condroitín sulfato NOMBRE DEL MEDICAMENTO. Condrosulf 400 mg cápsulas duras. COMPOSICIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA. Cada cápsula contiene: Condroitín sulfato, 400 mg. FORMA FARMACÉUTICA. Cápsula dura. DATOS CLÍNICOS. Indicaciones terapéuticas: Condrosulf está indicado en el tratamiento sintomático de la artrosis. Posología y forma de administración: Adultos (incluyendo ancianos): La dosis recomendada de Condrosulf es de 800 mg /día por lo que se tomarán 2 cápsulas al día, preferiblemente en una sola toma (2 cápsulas a la vez) durante al menos 3 meses. No obstante, en pacientes con sintomatología inflamatoria importante, podrá iniciarse el tratamiento con una dosis de 1.200 mg (3 cápsulas al día en una sola toma o en dos tomas) durante las primeras 4 ó 6 semanas, para seguir con 800 mg hasta completar el período de administración de al menos 3 meses. Condrosulf se administrará como mínimo durante 3 meses tras los cuales se podrá realizar, dependiendo de la sintomatología del paciente, un período de descanso de 2 meses, dado el efecto remanente del producto, para posteriormente volver a reiniciar el tratamiento siguiendo el mismo ciclo. Niños y adolescentes: Condrosulf no está recomendado para uso en niños y adolescentes menores de 18 años, debido a la ausencia de datos sobre seguridad y eficacia. Insuficiencia renal: Se dispone de experiencia limitada en la administración de Condrosulf en pacientes con insuficiencia renal. Por tanto, estos pacientes deben ser tratados con precaución. Insuficiencia hepática: No se dispone de experiencia en la administración de Condrosulf en pacientes con insuficiencia hepática. Por tanto, estos pacientes deben ser tratados con precaución. Condrosulf puede tomarse antes, durante, o después de la comida. Es recomendable que los pacientes que suelan presentar intolerancia gástrica a los medicamentos en general lo tomen después de la comida. Las cápsulas deben tomarse sin masticar y con una cantidad suficiente de líquido. Contraindicaciones: Hipersensibilidad al principio activo o a alguno de los excipientes. Advertencias y precauciones especiales de empleo: Insuficiencia cardiaca y/o renal: En muy raras ocasiones (<1/10.000) en estos pacientes se ha descrito algún caso de edema y/o retención de agua. Este fenómeno, puede ser atribuido al efecto osmótico de condroitín sulfato. Insuficiencia hepática: No se dispone de experiencia en la administración de Condrosulf en pacientes con insuficiencia hepática. Por tanto, estos pacientes deben ser tratados con precaución. En toda la investigación clínica y la farmacovigilancia realizada a la dosis recomendada no se ha detectado ningún efecto a nivel plaquetar. No obstante, en rata y a dosis muy superiores a las recomendadas, 50 mg/kg/día (lo que equivaldría a 4.000 mg en humanos /día), se ha observado que puede existir una ligera actividad antiagregante plaquetaria, por lo que se tendrá en cuenta en casos de utilización concomitante con antiagregantes plaquetarios (ácido acetilsalicílico, dipiridamol, clopidrogel, ditazol, triflusal y ticlopidina). Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción: No se han realizado estudios de interacciones. Embarazo y lactancia: Embarazo: No existen datos suficientes sobre la utilización de condroitín sulfato en mujeres embarazadas. Los estudios en animales son insuficientes para determinar las reacciones en el embarazo y/o desarrollo embrional, fetal o postnatal. Por tanto, Condrosulf no debe utilizarse durante el embarazo. Lactancia: No existe información disponible sobre la excreción de condroitín sulfato a través de la leche materna. Por ello, y debido a la falta de información de seguridad para el recién nacido, no se recomienda la utilización de Condrosulf durante la lactancia. Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas: No se han realizado estudios de los efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas. Reacciones adversas: A continuación se citan, clasificadas por órganos y sistemas, las reacciones adversas experimentadas con Condrosulf y catalogadas como “raras” (>1/10.000, a <1/1.000), que generalmente no requieren la suspensión del tratamiento, o “muy raras” (<1/10.000). Las reacciones adversas se enumeran en orden decreciente de gravedad dentro de cada intervalo de frecuencia. Trastornos gastrointestinales: Raras: Náuseas, alteraciones gastrointestinales. Trastornos generales y alteraciones en el lugar de administración: Muy raras: Edema, retención de agua. Trastornos del sistema inmunológico: Muy raras: Reacción de tipo alérgico. Sobredosis: No se han notificado casos de sobredosis. Basándonos en los resultados obtenidos de toxicidad aguda y crónica no son de esperar síntomas tóxicos, incluso tras una dosificación elevada. DATOS FARMACÉUTICOS. Lista de excipientes: Por cápsula: estearato de magnesio. Composición de la cápsula: gelatina, dióxido de titanio, amarillo de quinoleína (E-104), indigotina (E-132). Incompatibilidades: No aplicable. Periodo de validez: 4 años. Precauciones especiales de conservación: Conservar en el embalaje original para protegerlo de la humedad. Naturaleza y contenido del envase: blísteres de aluminio-PVDC envasados en estuches conteniendo 60 cápsulas. Precauciones especiales de eliminación y otras manipulaciones: ninguna especial. TITULAR DE LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN. ANGELINI FARMACÉUTICA, S.A. C. Osi, 7 08034 Barcelona. NÚMERO DE AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN. Condrosulf 400 mg cápsulas duras, nº de Registro: 64.547. FECHA DE LA PRIMERA AUTORIZACIÓN / RENOVACIÓN DE LA AUTORIZACIÓN. Febrero 2002. FECHA DE LA REVISIÓN DEL TEXTO. Noviembre 2010. La información detallada de este medicamento está disponible en la página web de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (www.aemps.es). PRESENTACIÓN y PVP. Condrosulf 400 cápsulas, caja con 60 cápsulas, PVP IVA 19,37 €. Coste tratamiento/día, 0,64 €. MEDICAMENTO SUJETO A PRESCRIPCIÓN MÉDICA. INCLUIDO EN LA SEGURIDAD SOCIAL. APORTACIÓN NORMAL.