ejido de cipoletti. usos del territorio y afectación por

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Geografía y Sistemas de Información Geográfica (GEOSIG). Revista digital del Grupo de Estudios
sobre Geografía y Análisis Espacial con Sistemas de Información Geográfica (GESIG). Programa de Estudios
Geográficos (PROEG). Universidad Nacional de Luján, Argentina. http://www.gesig-proeg.com.ar (ISSN 18528031)
LUJÁN, AÑO 3, NÚMERO 3, 2011, SECCIÓN ARTÍCULOS: I PP. 33-53
EJIDO DE CIPOLETTI. USOS DEL TERRITORIO Y AFECTACIÓN
POR INUNDACIONES. PROVINCIA DE RIO NEGRO,
PATAGONIA, ARGENTINA
Vanesa Cappelletti
Director: Ing. Jorge Fouga. Co – Director: Dr. Gerardo de Jong.
Autoridad Interjurisdiccional de las Cuencas de los ríos Limay, Neuquén y Negro y
Departamento de Geografía, Facultad de Humanidades. Universidad Nacional del Comahue.
E-mail: vcappelletti@aic.gov.ar
RESUMEN
El conocimiento integral de los usos del territorio y la utilización de sus recursos, es una herramienta
importante a considerar para la gestión del territorio en los ejidos municipales que conforman el Alto
Valle del Río Negro y Neuquén. Este conocimiento debe enmarcarse dentro de un ámbito sustentable,
teniendo en cuenta los riesgos del medio, interrelacionando amenazas y vulnerabilidad, para permitir
generar políticas y programas que afronten las emergencias y permitan el uso del territorio y sus
recursos, con el menor riesgo para la sociedad.
El objetivo del presente trabajo es determinar los usos del territorio del ejido Municipal Norte de
Cipolletti y la afectación por inundaciones, asociadas a distintas recurrencias y a la Hipótesis de Rotura
de las Presas de Alicurá y Piedra del Aguila.
Para la determinación de los sectores afectados y más vulnerables frente a las inundaciones se
implementará un Sistema de Información Geográfico (SIG), herramienta que permitirá determinar el
impacto producido por esta amenaza. Los SIG son muy útiles tanto por su capacidad de analizar los
datos geográficos que definen un territorio, como de permitir el análisis de un problema y generar
distintos escenarios alternativos para la planificación territorial.
Los sistemas de información geográfica, son herramientas cada vez más utilizadas en los procesos de
planificación económica, territorial y ambiental. Hoy los SIG permiten tanto la descripción y
caracterización de los distintos usos de la tierra, como la simulación y afectación de diferentes
escenarios de gestión del territorio, mediante el análisis integrado de la dinámica espacio - temporal,
de los elementos que conforman ese territorio.
I. INTRODUCCIÓN
Los ríos en la región han tenido un papel importante en el crecimiento y expansión económica
de las ciudades del Alto Valle. Antes de la construcción de las obras hidroeléctricas, las
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aglomeraciones apenas se habían acercado al río. Sin embargo, con la construcción de los
emprendimientos hidroeléctricos a partir de la década del 70’ y la regulación de las crecidas de estos
ríos, se fueron ocupando las planicies de inundación con la instalación de asentamientos productivos,
barrios marginales y/o caseríos, industrias, etc.
Uno de los principales conflictos ambientales que forman parte de la organización territorial de
cada municipio de las conurbaciones localizadas, en los valles inferiores del Río Neuquén y Limay y en
el Alto Valle del Río Negro, son los diferentes usos que se realizan en las planicies de inundación de
estos ríos.
Aguas abajo de las Presas el riesgo de inundaciones se mantiene, debido a que los cambios
morfológicos de los ríos (cambios en el hidrograma anual de los ríos, el bloqueo de sedimentos por las
presas y la erosión de márgenes), favorece la ocupación de las planicies de inundación, y además, el
riesgo aumenta también por la amenaza de rotura de presas y por la falta de capacidad de regulación de
las crecidas máximas probable. “Este riesgo es obviamente más agudo en las áreas inmediatas al río por
su baja cota, pero no es de despreciar el riesgo en el resto de la llanura de inundación del río donde el
ejido urbano tiene más desarrollo” (AIC, 2001).
La afectación por inundaciones estará asociada a toda aquella población ubicada en la planicie
de inundación del río, ya sea a través de la instalación de sus viviendas particulares, a la construcción
de infraestructura o a la producción agrícola en cercanías del río. Para ello se debe tener en cuenta “la
situación socioeconómica de los grupos sociales allí instalados, caracterizados por altos niveles de
pobreza y exclusión social. Esto se traduce en una baja calidad de la vivienda, la ocupación ilegal de
terrenos fiscales, una débil organización social y escasa posibilidad de acción ante situaciones críticas”
(Ciminari y otros, 2003).
Los problemas de inundaciones deben ser considerados en la planificación pública mediante
políticas de ordenamiento territorial que tiendan a planificar y/o administrar el uso de la tierra, de
manera que ante una amenaza de inundación se reduzca la vulnerabilidad de los sectores expuestos y
disminuya el riesgo.
“Un territorio constituye una realidad construida a partir de procesos complejos que involucran
condicionantes físicos, interacciones sociales, dimensiones institucionales y culturales, y relaciones de
poder. Así, el territorio dotado de significado permite comprender la coexistencia de estrategias
diferenciales de apropiación y uso” (Bendini y otros, 2003) De esta forma la “Naturaleza y la Sociedad
se resuelven en un conjunto de articulaciones particulares de un tiempo, una sociedad y un medio
natural, que tiene su propia dinámica y no es indiferente a la dinámica social” (De Jong, 2001). Esto es
lo que define la particularidad de la región en estudio en su carácter de única.
El objetivo general de este trabajo, es determinar los usos del territorio del ejido municipal norte
de Cipolletti y la afectación por inundaciones asociados a distintas recurrencias de los ríos, y por la
Hipótesis de Rotura de las Presas Alicurá y Piedra del Aguila, localizadas aguas arriba del Río Limay.
Amenaza, Vulnerabilidad y Riesgo: “Toda acción humana presupone un riesgo, tanto en su
interacción con el medio natural como con el medio social” (De Jong, 2001). Es necesario tener en
cuenta que “la capacidad que tiene el ecosistema para permitir intervenciones humanas que aprovechen
esa oferta ecológica en una proporción que posibilite el mantenimiento de su potencial productivo a
largo plazo. Esto requeriría una planificación que considere las restricciones y posibilidades que
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brindan los ciclos naturales” (Coraggio, 1988). “Determinar medidas y acciones que generen cambios
positivos de estas transformaciones, tienen que ser los objetivos de cualquier política de ordenamiento
territorial y de planificación regional” (De Jong, 2001).
La Amenaza es un peligro latente asociado a un fenómeno físico de origen natural o provocado
por el hombre. Se manifiesta en un sitio específico y en un tiempo determinado produciendo efectos
adversos en las personas, los bienes, servicios y el medio ambiente. La Amenaza es entendida como
“(...) los peligros que existen en torno a las comunidades y que pueden crear situaciones adversas a la
vida del hombre y el desarrollo de la actividad” (Gray de Cerdán).
La Vulnerabilidad es el factor de riesgo interno de un sujeto o sistema expuesto a una amenaza.
Corresponde a la predisposición o susceptibilidad física, económica, política que tiene una comunidad
de ser afectada o de sufrir daños en caso de que un fenómeno desestabilizador de origen natural o
antrópico se manifieste. Las interrelaciones que una comunidad establece con el medio natural, la
intensidad de las actividades económicas que desarrolla, el contexto político y la forma de organización
social, son factores que inciden en el grado de vulnerabilidad de los elementos expuestos. Es
importante tener en cuenta que la vulnerabilidad refiere a situaciones críticas, producto tanto de
coyunturas desfavorables como de construcciones históricas – culturales.
Se puede diferenciar una vulnerabilidad física, en términos de fragilidad o capacidad de los
elementos expuestos a la acción de los fenómenos. “Este aspecto de la vulnerabilidad esta
necesariamente implicado con elementos como la pobreza, la falta de opciones de cambio, dificultades
de acceso a lugares seguros, etc.”(Roza J.). La otra vulnerabilidad social, entendida como una
condición que permanece en forma continua en el tiempo y está íntimamente ligada a los aspectos
culturales y al nivel de desarrollo de las comunidades.
El Riesgo se obtiene de relacionar la amenaza con la vulnerabilidad de los elementos expuestos
y es la probabilidad de ocurrencia, de consecuencias económicas, sociales o ambientales, por el
impacto de la amenaza en un sitio particular y durante un tiempo de exposición determinado.
Los elementos bajo riesgo son la población, las edificaciones y obras civiles, las actividades
económicas, los servicios públicos, las utilidades y la infraestructura expuesta en un área determinada.
La determinación del Riesgo Total se define por el número de pérdidas humanas, daños a las
propiedades y efectos sobre la actividad económica debido a la ocurrencia del evento desastroso, es
decir el producto del riesgo específico y los elementos bajo riesgo.
Conocer la amenaza de un territorio en particular es un elemento fundamental para el
ordenamiento territorial, pero es una etapa para la determinación del riesgo; estimación que se requiere
necesariamente para la definición y aplicación de medidas de mitigación y de prevención. Estas
medidas de mitigación se orientan a la planificación y a la aplicación de decisiones que pueden ser
tomadas para reducir los factores de vulnerabilidad en la sociedad. La prevención consiste en la
aplicación de medidas y acciones dispuestas con anticipación, de manera de evitar o impedir la
ocurrencia de un evento adverso o de reducir sus efectos sobre la población, los bienes, servicios y el
medio ambiente.
La generación de políticas conjuntas entre los diferentes municipios que permitan realizar una
planificación sobre los conflictos compartidos, en este caso el uso de la planicie de inundación, se hace
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indispensable para disminuir y prevenir los riesgos hídricos sobre los elementos que conforman el
territorio.
II. DESARROLLO
El ejido municipal de Cipolletti se ubica en el valle formado por el curso inferior del Río
Neuquén y del Río Limay y el curso superior del Río Negro. Su ejido se extiende hasta la margen sur
de la provincia de Río Negro llegando al sur del perímetro que forma el lago Ezequiel Ramos Mexía,
ocupando una superficie de 519.397 Ha.
El sector norte de éste ejido municipal, se asienta sobre un valle de origen fluvial, característico
de un ambiente semiárido de meseta. Su límite oeste está definido por el Río Neuquén y su límite sur
por el Río Negro, mientras que el sector noreste el límite lo establece el frente de meseta, que es
recorrido por el Canal Principal de Riego. Comprende las coordenadas geográficas 38º 52’ 18” Sur y
68º 4’ 45” Oeste para el extremo Noroeste y 38º 59’ 00 “Sur y 67º 57’ 44” Oeste para el extremo
Sudeste, ocupando una superficie de 10.890 Ha. (Ver Mapa 1 de Localización).
Mapa N° 1: Localización Geográfica del Ejido Norte de Cipolletti
Fuente: Elaboración Propia mediante el Uso del SIG, con información provista por la AIC..
Como metodología de trabajo se procedió a definir categorías de análisis del Espacio
Geográfico del municipio norte de Cipolletti. De ellas, en el presente trabajo se realizó una
caracterización de cada variable con los indicadores correspondientes, como puede observarse en la
Tabla N° 1.
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Tabla N° 1. Categorías de Análisis.
Fuente: Elaboración Propia.
II.1.a. Herramientas y Técnicas de Análisis
Se ha implementado un Sistema de Información Geográfica (SIG), como método sistemático
que permite ordenar geográficamente la información sobre una unidad de espacio y facilita el
almacenamiento, la recuperación y el análisis de datos en forma de mapas y de cuadros. Los SIG tienen
la capacidad describir, localizar, codificar y clasificar no sólo los objetos espaciales a través de sus
formas y localización, sino también a través de sus atributos, pudiendo establecer jerarquizaciones,
reclasificaciones y principalmente establecer relaciones espaciales.
Con esta herramienta de análisis espacial, se pudo determinar el grado de afectación de cada
variable del territorio del ejido norte de Cipolletti, ante amenazas por inundaciones de distintas causas.
Como así también se pudo definir la organización territorial de este espacio, a partir del análisis de las
relaciones espaciales de los distintos objetos que lo conforman.
Este análisis tubo como resultado el diseño de Mapas Temáticos, correspondientes a la
configuración territorial de Cipolletti y a Mapas de Peligro ante inundaciones, como así Mapas de
Instalaciones Críticas (MIC), afectada por ellas, que sirven como orientación para la planificación
territorial. Los mapas de Instalaciones Críticas (medios de comunicación y transporte, servicios
públicos, edificios, viviendas, etc.), se deben analizar conjuntamente con los mapas de amenazas
naturales y/o antrópicas. La combinación de estos dos tipos de mapas proporciona información para
orientar la identificación de proyectos y las medidas de mitigación necesarias.
II.1.b. Tecnología de Percepción Remota
“Todos los peligros naturales, hasta cierto punto, pueden ser estudiados utilizando sensores
remotos ya que casi la totalidad de los fenómenos geológicos, hidrológicos y atmosféricos son eventos
o procesos recurrentes que dejan evidencia de su anterior ocurrencia. Tal evidencia puede ser
observada, analizada e integrada en el proceso de planificación” (OEA, 1993). Los elementos a tener en
cuenta para determinar la utilidad de los datos de percepción remota en la evaluación de amenazas
naturales y antrópicas son la escala, la resolución y el tiempo.
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Para el ejido norte de Cipolletti, se utilizaron imágenes satelitales de los satélites IKONOS y
SPOT. Del análisis de estas imágenes se pudo obtener información sobre los recursos naturales y uso
de la tierra en forma espacial.
Los mapas temáticos obtenidos proporcionan una idea clara y general del comportamiento
dinámico del río, de los tipos y distribución del uso del suelo y su relación con otras escalas espaciales.
A su vez la información satelital permitió identificar construcciones, infraestructura de irrigación,
caminos y calles, puentes, asentamientos poblacionales y otras estructuras permanentes, necesarias para
ser estudiadas y evaluadas según su grado de vulnerabilidad y así determinar la afectación frente a las
inundaciones.
Para la interpretación visual de cada imagen, se realizó una primera aproximación de los datos
que la misma brindaba, como trabajo a priori para su corroboración en el terreno. Con las salidas de
campo correspondientes a distintos sectores del área, se procedió a rectificar y/o ratificar los datos
previamente obtenidos.
II.2.Organización Territorial del Ejido
II.2.a. Medio Natural
El Ejido de Cipolletti se asienta sobre un valle de origen fluvial, característico de un ambiente
semiárido de meseta, sobre el sector más amplio del Alto Valle. El ejido está emplazado sobre dos
unidades de paisaje totalmente diferentes que caracteriza todos los asentamientos ubicados en el Alto
Valle del Río Negro: la meseta, de superficie plana formada por rocas sedimentarias y expuesta a la
acción erosiva del agua y el viento y el piso del valle, que es el receptor de los sedimentos
transportados por el viento y la lluvia, y por los depósitos recurrentes de los ríos.
Analizar las características geomorfológicos del área de estudio permitió conocer las formas de
aprovechamiento del espacio físico y las distintas estrategias de adaptación de la población frente a las
diferentes formas del paisaje y los procesos que le dieron origen y que continúan actuando.
En este tipo de Clima Árido Mesotermal dónde la evaporación del suelo y de la vegetación
exceden las precipitaciones medias anuales, el trabajo del agua de escorrentía como agente de cambio
geomórfico es fundamental.
En el Ejido de Cipolletti predominan los relieves
fluviales, es decir aquellos modelados por la acción de
procesos fluviales que “comprenden tanto las aguas
superficiales, aguas de escorrentía, como la acción de los ríos
(…)” (Strahler, 1987), dando origen a 4 geoformas principales
(de acuerdo a la Carta Ambiental del Departamento de
Geografía de la Universidad Nacional del Comahue). Estas
geoformas son: Pedimento de Flanco, Depresión Endorreica,
Terrazas Fluviales y Planicie de Inundación o Llanuras de
Inundación. (Ver Mapa 2 Geomorfológico en el Ejido norte de
Cipolletti)
Mapa N° 2: Geomorfológico
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En el caso específico de las llanuras de inundación, las mismas “(…) son propensas a
inundación y es un peligro para las actividades realizadas” (OEA, 1983) sobre ellas, sino se consideran
las inundaciones en los proyectos de desarrollo. Estas, desde épocas muy remotas, fueron zonas muy
atractivas para la población, debido a su rico suelo aluvial, al fácil acceso a las fuentes de agua, al
transporte fluvial, a la producción de energía y a la urbanización. “La manera cómo se usa y desarrolla
la tierra puede cambiar el riesgo resultante de las inundaciones” (OEA, 1983).
La ocupación de estas planicies incide en su dinámica natural. El desmonte para el desarrollo de
la actividad agrícola o el riego, pueden alterar la descarga natural de las llanuras de inundación,
aumentando o reduciendo el escurrimiento. También el proceso de urbanización y la construcción de
infraestructura, aumenta la descarga del flujo pluvial, ya que reduce las áreas disponibles para la
infiltración, favoreciendo una rápida canalización.
En el caso de Cipolletti, el avance de la población aglomerada sobre las planicies de inundación
(Costa Norte, Costa Sur, Labraña, María Elvira, Lalor), como así también de la producción agrícola, la
construcción de edificaciones, infraestructura, obras de protección del río, el cierre de brazos, el avance
de la vegetación natural, etc., provocaron alteraciones en la dinámica natural del río. Esto dio origen a
procesos de erosión y sedimentación que alteraron y/o aceleraron los procesos fluviales del río
Neuquén.
II.2.b. Cambios Morfológicos del Río Neuquén
Las presas modifican la morfología natural de un río, tanto aguas arriba como aguas abajo, ya
que alteran su régimen fluvial y su carga sedimentaria. Los embalses retienen sedimentos, obligando a
que el río modifique su pendiente y se reacomode al cambio de carga que transporta. Las presas
también influyen en el nivel freático, ya que pueden aumentar la recarga de agua subterránea elevando
la capa freática.
Unos de los cambios que ha ido sufriendo el Río Neuquén a partir de la construcción de las
grandes presas, fue la modificación del régimen de los caudales “responsables de formar las
dimensiones promedio de la sección de escurrimiento (ancho, dimensiones de meandro, etc), como así
la proliferación de vegetación sobre las márgenes, bancos, islas, cauces secundarios, etc” (Barberis,
2001).
Mapa N° 3: Cambios Morfológico Tramo Río Neuquén.
En el Mapa N° 3 de Cambios
Morfológicos del Río Neuquén, se
puede determinar que para el año
1960, si bien el río presentaba
características meandrosas, existía un
gran desarrollo de las barras y de
numerosos canales secundarios que
corrían paralelos al cauce principal.
Si bien algunos tramos el Río
Neuquén no presentó cambios en su
forma, los cambios morfológicos más
significativos, comparando el año
1960 con el año 2004, (Análisis
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realizado mediante la interpretación de un vuelo aerofotogramétrico, año 1960 e imágenes satelitales
Ikonos 2004), fueron: tendencia hacia un cauce único y mayor sinuosidad, acentuación de meandros,
cierre de brazos laterales, disminución de las barras de cauce, incorporación de los bancos a la llanura
aluvial del río y fijación de bancos por la presencia de vegetación ribereña.
Se realizó también, un análisis del río Neuquén en donde se tomó como indicadores de la
dinámica fluvial, los procesos de erosión y de depositación, como así también las márgenes que no
presentaron cambios con respecto a la fecha anterior. Este trabajo se realizó a partir de un análisis
comparativo entre dos imágenes satelitales de diferentes fechas, para poder registrar los cambios en la
dinámica fluvial del Río Neuquén, correspondiente a los años 1995 y 2004. La primera es una Imagen
SPOT Merge, del 23 de Marzo de 1995 cuyo caudal para la fecha fue de 278.01 m3/seg para el Río
Neuquén, mientras que la segunda imagen, corresponde a una Ikonos del 25 de Enero del 2004, cuyo
caudal fue de 119 m3/seg.
De estos datos se puede determinar que se han ido incrementando los procesos de depositación,
aproximadamente 200 Ha. en casi 10 años. Los principales cambios registrados en la dinámica fluvial
del Río Neuquén ha sido: el incremento de los procesos erosivos registrados en el año 1995, y
nuevamente observados para el 2004 en esas mismas márgenes. Surgimiento de nuevas áreas de
erosión. Incremento de niveles de depositación, y desplazamiento de estos depósitos aguas abajo, con
respecto al año 1995. Falta de estabilidad en las márgenes, manifiesto en aquellos sectores donde
existen obras de defensa y de estabilización, que presentan dificultades de estabilización debido a
diferentes deterioros. Por último, se registró procesos erosivos inmediatamente aguas abajo luego de
terminadas las obras de estabilización.
II.2.c. Espacio Rural. Actividades Económicas Desarrolladas
El espacio rural del Ejido de Cipolletti está destinado casi por completo a la explotación
agrícola, principalmente frutícola. Pese a las fluctuaciones que esta actividad fue teniendo a lo largo de
toda la evolución productiva del Alto Valle que acompañaba los cambios de políticas económicas del
Estado Nacional y de los mercados internacionales, Cipolletti sigue siendo la cuarta localidad en
producción de manzanas y peras de la provincia, después de las localidades de Allen, General Roca y
Villa Regina. Representa el 11.5 % de la superficie total del Alto Valle destinada a la producción de
manzanas y el 11% de la superficie para pera.
En los años noventa, con el proceso de transformación de las políticas del Estado, privatización,
descentralización y apertura económica, la crisis de las economías regionales se ha acentuado aún más.
La estructura productiva del Alto Valle se ha ido reestructurando hacia un modelo creciente de
concentración y exclusión social. Las empresas dedicadas a la industrialización y a la comercialización
en el circuito productivo de la manzana y la pera, son las que afrontaron las mayores modificaciones,
produciendo una “rápida concentración económica y extranjerización de las empresas líderes de la
actividad” (Rofman, 1999).
II.3.d Evolución de la Superficie Cultivada
De acuerdo al análisis visual de la Imagen Satelital Ikonos, las explotaciones cultivadas y/o con
pasturas y/o con alfalfa, actualmente son 5257 Ha. y sin cultivar 2518 Ha. Esto significa que el 32,38 %
de las parcelas del área rural no están produciendo. Según el análisis de la imagen satelital
correspondiente al año 1995, en comparación con la imagen satelital Ikonos del 2004, la cantidad de
40
explotaciones sin producción representan el 30 % de las tierras. Entre 1995 y el 2004, unas 2788 Ha.
presentaron cambios en el uso de la tierra, ya sea por abandono o por reconversión para uso urbano y/o
de infraestructura.
Según el Censo Agrícola Rionegrino “Censar 93”, realizado entre octubre de 1993 y marzo de
1994, se registró que sobre un total de 6886.44 Ha. la cantidad de superficie sin cultivar o abandonada,
era de 2455 Ha., representando el 31.57 %. Es decir, que si bien el porcentaje de superficie sin cultivar
se mantienen relativamente estable (dentro del 30% al 32%) la superficie cultivada se redujo
notablemente en los últimos 10 años, de 6886.44 Ha. en 1994 a 5257 Ha. en el 2004, perdiendo unas
1629.44 Ha.
Si bien la mayoría de las explotaciones sin producir nunca entraron en producción, por
encontrarse en suelos con aptitudes de baja a mala para la actividad agrícola, el registro más notable de
este proceso es que, de las hectáreas que últimamente dejaron de producir son aquellas ubicadas
estratégicamente en cercanías de la planta urbana, sobre el sector norte y este (tendencia de expansión
de la misma).
La especulación inmobiliaria y el abandono de la chacra para la instalación de barrios privados
y residenciales es la alternativa más viable que visualizan los productores a la hora de encarar una
reconversión productiva. Es en estos sectores donde se registra también el abandono completo de la
parcela, a diferencia de aquellas ubicadas en la segunda y tercera Terraza Fluvial, en dirección a los
ríos, donde la superficie no productiva no necesariamente ocupa todo el cuadro de la parcela. En estos
sectores las razones podrían estar más vinculadas a condicionamientos naturales, como a las aptitudes
del suelo para el desarrollo de la actividad agrícola, a las formas de manejo de suelo de los productores
y a las deficiencias en el uso del sistema de riego y de heladas, que derivarían en ascenso de la capa
freática y/o incremento de los índices de salinidad.
II.4.e. Espacio Urbano. Características de la Población Aglomerada y Dispersa
La llegada del ferrocarril al Alto Valle, la expansión de la actividad frutícola y posteriormente
la energética, fueron las principales causantes de la expansión del espacio urbano, de todas las
localidades del valle y del incremento de su población.
En el análisis del crecimiento de la población del ejido de Cipolletti, desde 1950 hasta el 2001,
se pudo observar el surgimiento, especialmente en los últimos 20 años, de nuevas aglomeraciones
distribuidas en el espacio rural del mismo. Estos asentamientos dispersos localizados en el área rural se
fueron convirtiendo en barrios, a medida que el municipio fue instalando servicios básicos,
regularizando el trazado de sus calles y mejorando los materiales de las edificaciones. Tal es el caso de
Ferri, Puente 83, Barrio Costa Norte, Barrio Costa Sur y Labraña, estos últimos ubicados a orillas del
Río Neuquén y María Elvira ubicada en la costa del Río Negro, que además de incrementar su
población, comenzaron a expandirse físicamente. (Ver Tabla Nº 2).
41
Tabla N° 2. Población de las Aglomeraciones
entre el año 1991-2001
Mapa N° 4. Crecimiento Urbano de la
ciudad de Cipolletti
Muchas de las aglomeraciones ubicadas en el espacio rural del ejido municipal, cuentan con
diferentes grados de vulnerabilidad frente la amenaza por inundaciones y por la rotura de una presa.
Algunas de las variables considerada para definir la vulnerabilidad, por un lado es la ubicación
geográfica de los asentamientos (formas de ocupación del territorio) y por otro el tipo de material de las
viviendas.
En cuánto a la planta urbana de Cipolletti en la actualidad, su expansión territorial se está
produciendo sobre terrenos aptos para el cultivo bajo riego, en muchos casos, debido a la proliferación
de barrios residenciales y privados en terrenos anteriormente agrícolas. Hasta la década del 90’, con la
aplicación del Código de Planeamiento Urbano, la ciudad no podía extenderse sobre tierras agrícolas y
quedaba delimitada por las Rutas Nacionales 151 y 22. En la ordenanza de zonificación ya se tenían
establecidas las áreas futuras para urbanización. En este Código ya estaban previstos como Reserva
Urbana los terrenos del sector noreste, que por su condición de baja aptitud del suelo para el desarrollo
agrícola y debido a las recurrentes crisis que sufrió el sector frutícola, se produjo una incipiente
tendencia al abandono de las chacras, también registrado en el sector sureste. De esta manera se generó
una especulación inmobiliaria sobre aquellas chacras ubicadas en la periferia de la ciudad, que se
favorecía más por el cambio de uso de suelo agrícola por el urbano, que por intentar una reconversión
productiva.
La creciente demanda de terrenos aceleró este proceso, porque Cipolletti ya no contaba con
superficies disponibles que permitieran su expansión territorial. Por tal motivo puede decirse que “es
evidente el mayor crecimiento de la planta urbana hacia el norte y este que hacia el sur y el oeste,
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donde la expansión fue menor debido al freno ofrecido por el trazado de las vías de comunicación y
fundamentalmente por la existencia de suelos más aptos para el uso agrícola” (Capitanelli y otros
1985). (Ver Mapa N°4 de Crecimiento Urbano de la Ciudad de Cipolletti).
La falta de un plan habitacional para aquellos sectores de la sociedad de menores recursos
provocó, en los últimos 3 años, la ocupación espontánea de terrenos privados ubicados en el área
urbana de la ciudad que no presentaban ningún uso. Esta problemática obligó al Municipio a comprar
terrenos para reubicar aquellas familias de escasos recursos. Esta modalidad de ocupación (tomas),
derivó en una serie de conflictos entre la Municipalidad, que no avala la ocupación ilegal de tierras, los
habitantes que reclaman sus derechos a una vivienda y a tener acceso a los servicios básicos y los
dueños de los terrenos usurpados.
II.2. Uso del Suelo. Tipo y Distribución del Uso del Suelo:
De acuerdo al análisis realizado sobre la imagen satelital Ikonos del año 2004, con el apoyo de
cartografía base de años anteriores y con salidas de campo correspondientes, se definió la siguiente
estructura de uso del suelo de Cipolletti (Ver Tabla Nº 3).
El uso del suelo predominante en el Ejido norte de Cipolletti es el agrícola, representando el 53
% de la superficie total, cuyo desarrollo está vinculado con el origen de la mayoría de los
asentamientos del valle, a partir de la construcción del sistema de riego. Le sigue en predominio de uso,
la superficie sin uso (14.34 %) y la superficie destinada a la ocupación urbana (12.01%) (Ver Mapa 5
de Uso del Suelo en el Ejido Norte de Cipolletti).
La cantidad de hectáreas que ocupa efectivamente el Ejido son 9071.54 Ha., perteneciendo al
sector rural 7807.72 Ha., es decir, un 86 % de la superficie total del ejido están destinadas a la
producción agrícola. La superficie ocupada por el sector urbano es de 1308.22 Ha.
Tabla N° 3. Distribución del Usos del Suelo en Cipolletti
Mapa 5. Usos del Suelo en Cipolletti
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III. DIAGNÓSTICO
“La zona de riesgo de inundaciones o franja de inundación está conformada por aquellas partes
de la planicie de inundación. Fuera del área de evacuación de crecidas, sujeta a riesgos de inundación,
definida para que pueda ser ocupada por el agua durante inundaciones por desborde, producidas por
crecidas extraordinarias de una recurrencia pronosticable”, (Drackler y Fouga, 1996).
Los mapas de inundaciones permiten identificar, a través de una zonificación, los límites de las
áreas y las zonas que presentan elementos vulnerables, de acuerdo a la evolución de esa amenaza,
mediante registros históricos de los daños sufridos.
III.1. Características del Régimen del Río Neuquén
El Río Neuquén nace en el sector oeste de la provincia del Neuquén, más precisamente el
sector noroeste de ésta. Su régimen es pluvionival, es decir con dos picos de crecidas en los meses de
invierno y primavera. La primera crecida es a causa de las precipitaciones que en la alta cuenca se
concentran en invierno, es la crecida de mayor magnitud del volumen del caudal y se produce en el mes
de Julio. La segunda crecida se produce en los inicios de la primavera (Septiembre) a causa de los
deshielos de la nieve acumulada en las cumbres. Los estiajes se producen en los meses de Febrero y de
Mayo (Ver Gráfico Nº 1 - Hidrograma).
Gráfico N° 1. Hidrograma
Fuente: Elaboración propia en base a datos proporcionados por la Secretaría Operativa. AIC.
Una de las primeras obras de regulación del caudal del Río Neuquén fue la desviación de parte
del caudal hacia una cuenca endorreica natural, la Cuenca Vidal. El proyecto realizado por Decio
Severini (guiado por las ideas del Ing. César Cipolletti) consistió en crear un dique - puente que elevara
44
el nivel del agua durante las crecidas, para desviar parte de ese caudal a través de un canal hacia la
cuenca.
Además este dique era el comienzo de un Canal Principal de Riego que permitiría regar
alrededor de 120.000 Ha. Sin embargo el sistema no eliminaba las crecidas, sino que reducía sus
máximos, circulando aproximadamente unos 3000 m3/seg. En la década del 60’ se iniciaron las obras
de infraestructura hidráulica de Cerros Colorados, para que definitivamente se regulen las crecidas y
para el aprovechamiento hidroeléctrico del río.
Se realizó un estudio para definir los valores de caudales a distintas recurrencias o períodos de
retorno, en el cuál se consideró las Normas de Manejo de Aguas (NMA), para caudales salientes
establecidas en el Contrato de Concesión del aprovechamiento hidroeléctrico. Mediante la simulación
de la operación de Cerros Colorados y tomando como dato de entrada la serie histórica (1903 – 1993),
de caudales medios diarios de Paso de los Indios, se obtuvieron los valores máximos medios diarios de
cada período simulado.
Para una recurrencia de 2 años se registró un valor de caudal de 600 m3/seg., para una
recurrencia de 10 años, un caudal de 870 m3/seg. y para una recurrencia de 25 años, un caudal de 1100
m3/seg. (Ver Tabla Nº 4).
La drástica reducción de las crecidas del río y de sus efectos torrenciales, también generó un
incremento del caudal diario y por lo tanto el aumento de éste en época de estiaje. Es decir que, en los
meses de verano escurren caudales a veces mayores que los naturales de antaño, dificultando el
funcionamiento de los colectores de drenaje y provocando una elevación de la capa freática en áreas
cultivadas.
Como medida de seguridad y prevención, se delimitaron las áreas con problemáticas de
inundación, a partir de un estudio técnico que definió la línea de ribera, zonas de riesgo de inundación y
la línea de evacuación de crecidas. El criterio para definir cada una de ellas es el siguiente:
a) Línea de Ribera: “línea definible en el terreno por la cota de nivel a que llegan las aguas durante las
crecidas máximas anuales medias.
b) Vía de evacuación de crecidas: está conformada por aquellas partes del cauce y de las planicies de
inundación donde puedan escurrir crecidas que tengan una recurrencia pronosticable (5, 10, 25, etc.,
años), sin un incremento significativo de la altura de inundación.
c) Zona de Riesgo de Inundaciones: está conformada por aquellas partes de la planicie de inundación
fuera del área de evacuación de crecidas sujeta a riesgos de inundación, definida para que pueda ser
ocupada por el agua durante inundaciones por desborde, producidas por crecidas extraordinarias de una
recurrencia pronosticable” (Drackler y Fouga, 1996).
Tabla N°4. Comparación de Caudales asociados a distintas
recurrencias en estado natural y regulados
Debido a la ubicación geográfica del Ejido de Cipolletti,
la demarcación de las zonas con riego de inundación se fue
definiendo de acuerdo a distintas estudios de las recurrencias de
los caudales de los tres ríos, haciendo un estudio independiente
en el área de la confluencia.
45
Para el caso del Río Neuquén, y considerando la máxima capacidad de operación del Dique
Compensador de El Chañar, se definió como línea de ribera a un caudal de 600 m3/seg., que puede
darse en forma aleatoria durante la operación normal de la Central de Planicie Banderita y cuyo período
de retorno es (desde el punto de vista hidrológico) de tres años. Los caudales para las líneas conexas se
corresponden con 900 m3/seg. para la línea de evacuación de crecidas y 1.100 m3/seg, para definir las
zonas con riesgos de inundación.
III.2. Inundaciones por Rotura Hipotética de Presas
La determinación de las zonas potencialmente afectadas por Rotura de Presas fue realizada por
un estudio técnico y obligatorio de las concesionarias que diseñaron el Plan de Acción Durante
Emergencias (PADE) de las Hidroeléctricas Alicurá S.A., Piedra del Aguila S.A., Chocón S.A., Cerros
Colorados S.A., (Volumen III. UTE D’ APOLONIA.1995).
En el presente trabajo sólo se considerará, para el Río Limay, la rotura total de la Presa de
Alicurá y efecto dominó y de la Presa de Piedra del Aguila y efecto dominó.
Para el caso del Ejido de Cipolletti esta amenaza significa un nivel de agua máximo alcanzado,
según el registro de los perfiles de cálculo del modelo matemático, que va desde los 275.81 msnm a los
266.36 msnm. Para el caso de la Rotura de la Presa Piedra del Aguila, la cota que alcanzaría el nivel
máximo de agua va desde los 274.04 msnm a 266.15 msnm, cubriendo prácticamente el mismo área de
afectación que la Rotura de la Presa de Alicurá, debido a la poca diferencia topográfica entre ambas
situaciones.
El Ejido norte de Cipolletti se ubica topográficamente entre las cotas de 280 msnm en el sector
noreste en el límite del pedimento de flanco con el frente de barda, hasta la cota 257 msnm a nivel del
Río Negro. De esta forma el nivel de agua máximo alcanzado por la inundación, prácticamente cubriría
todo el territorio estudiado, el 99 % del espacio urbano con más de un metro de profundidad y el 76 %
del espacio rural, de los cuáles el 64 % de la superficie de este espacio, estaría cubierta por una altura
de agua de más de un metro (Ver Mapa 6 de Inundación por Rotura de las Presas Alicurá y Piedra del
Águila. Afectación Uso del Suelo e Infraestructura en el Ejido Norte de Cipolletti). En la Tabla Nro. 5
se registró las instalaciones críticas afectadas ante esta amenaza.
Tabla N° 5. Afectación por Rotura de las Presas de Alicurá y
Piedra del Aguila
Mapa N° 6. Inundación por Rotura de la
Presa de Alicurá y Piedra del Aguila
46
III.3 Consecuencias Territoriales del Impacto de las Inundaciones
Para determinar un mapa de afectación para amenazas de tipo hídricas, deben considerarse “las
instalaciones críticas que son sistemas vitales para el sustento y funcionamiento de cualquier
comunidad” (Fouga, 2002), siendo de alta prioridad para la rehabilitación post - desastre. “Cuando una
instalación crítica es afectada por el impacto de una amenaza natural o antrópica, se maximiza su
impacto por sus efectos sobre la comunidad” (Fouga, 2002). Realizando un análisis de la organización
del territorio de una determina región, nos permitirá poder estimar, que riesgos a largo plazo, puede
provocar una amenaza, considerando las distintas vulnerabilidades que existen en la región.
Mapa N° 7. Inundación Línea de Ribera y Conexas.
En el caso del Ejido de Cipolletti, se consideraron los
elementos que conforman la organización de su territorio, en
cuanto a las formas visibles en el espacio, para determinar el
impacto que sufre cada uno de ellos de acuerdo a cada
amenaza. En este caso se toma en cuenta la vulnerabilidad
técnica de cada uno de estos elementos, para estimarlo en
términos cuantificables.
Es decir, la dinámica de estos elementos y su
interrupción por daños totales o parciales de algunos o todos
ellos. Se consideró la vulnerabilidad social de los mismos
teniendo en cuenta aspectos económicos (en el caso de
afectación de actividades económicas y/o recursos naturales),
aspectos socio - económicos y culturales (en el caso de la
afectación de población aglomerada y/o dispersa Vapñarsky ,
1987).
En el Mapa 7 de Inundación se realizó una
zonificación considerando la línea de ribera, la línea de evacuación de crecidas y la línea de riesgo de
inundación.
Para ninguna de las tres recurrencias de caudales, la ciudad de Cipolletti es afectada, no así para
las aglomeraciones localizadas en las márgenes de los Ríos Neuquén y Negro (Costa Norte, Costa Sur,
Labraña y María Elvira). Estas son afectadas en un 4 % de la superficie que ocupan para línea de
ribera, 10 % para un caudal de 900 m3/seg. y en un 16 % para un caudal de 1.100 m3/seg. En su
totalidad estas aglomeraciones cuentan con 2000 personas, que se verían afectadas en forma parcial o
total. Costa Sur se vería afectada en su totalidad (1200 personas), para una crecida de 1100 m3/seg. en
el Río Neuquén.
Para el caso de la producción agrícola, 41 Ha. estarían dentro de la línea de ribera, siendo
afectadas 635 Ha. y 920 Ha. para los caudales de recurrencia de 10 años y 25 años, respectivamente. Si
bien proporcionalmente el 72 % de las hectáreas actualmente cultivadas no son afectadas, las
propiedades ubicadas en las líneas de ribera y conexas sufrirían daños totales. Las construcciones
dispersas sobre el área rural tendrían una afectación del 30 %. (Ver Tabla de Afectación Nº 6).
47
Tabla
N°
6.
Afectación
por
Inundación de Línea
de Ribera y Conexas
IV. CONSIDERACIONES FINALES
El Ejido Municipal norte de Cipolletti, está emplazado en su totalidad en la superficie del valle
fluvial. El clima predominante es el semidesértico, con temperaturas medias de 14º C y precipitaciones
escasas y repentinas. En el área de estudio, la acción de la escorrentía debido a las precipitaciones y la
acción de los ríos, son los principales procesos naturales que dominan el área.
En la actualidad, esta localidad funciona como parte de la denominada “Conurbación
Neuquina”, en la que se encuentran otros centros urbanos, como Neuquén, Plottier, Cinco Saltos, Vista
Alegre Sur, Centenario y Fernández Oro. Su vinculación en esta conurbación la ubican como una
“ciudad dormitorio”, ya que existe un importante intercambio diario de personas y servicios hacia la
capital neuquina, centro neurálgico por los servicios públicos (administrativos), y privados (vinculados
a los hidrocarburos, la energía y el comercio).
La organización interna de este ejido esta definido a partir de un uso predominantemente
frutícola y con servicios rurales vinculados a esta actividad, concentrados principalmente en el área de
4 y 5 Esquinas y de la aglomeración de Ferri. La actividad industrial se ubica en la periferia de la planta
urbana de Cipolletti, sobre las principales Rutas Nacionales.
El uso del suelo en el espacio rural es intensivo sobre las Terrazas Fluviales y parte de la
Planicie de Inundación. La mayor heterogeneidad en el uso del suelo se da en el sector noreste en
cercanías de la cuenca endorreica y del pedimento de flanco de la meseta y hacia el sector este en el
límite con el canal secundario de riego. Es en este sector donde se registra la mayor cantidad de
explotaciones sin producción, en muchos casos ya destinadas para la expansión urbana.
El surgimiento y el crecimiento de numerosas aglomeraciones, sobre el espacio rural, es uno de
los principales procesos de transformación del territorio del Ejido. Muchos de estos asentamientos
fueron “(...) constituidos por trabajadores rurales que se instalan en sectores fiscales o de bajo costo por
una cuestión de accesibilidad y de cercanía con sus lugares de trabajo. Estos asentamientos son
48
aceptados por los agricultores ya que les permite contar con familias que le proporcionan la fuerza de
trabajo necesaria para las tareas de cultivo y cosecha” (De Jong y otros, 1991).
Recientemente el proceso de urbanización sobre terrenos del espacio rural se ha ido acelerando.
La principal causa sería: la falta de planes de viviendas para población de bajos recursos que busca
terrenos para construir sus viviendas, la mayoría de los asentamientos espontáneos están constituidos
por matrimonios jóvenes. La escasa superficie de expansión de la planta urbana, está vinculada a que
Cipolletti está rodeada por tierras cultivadas y existen medidas en el Código de Planeamiento Urbano
del Municipio, que condicionan el loteo de tierras agrícolas para uso urbano. Esto influye en la
formación de asentamientos espontáneos, tanto en lotes desocupados en la planta urbana (tomas), como
en los sectores rurales pertenecientes a terrenos fiscales (canales de riego), o sobre tierras del río.
Por otro parte, la mayor vinculación con la capital neuquina, a causa de la escasa distancia entre
ambos ejidos y el fácil acceso a través de las rutas, han estimulado la ocupación de tierras del lado
rionegrino, por parte de población de escasos recursos proveniente de Neuquén, que también sufren las
consecuencias de no tener acceso a terrenos, ni a viviendas.
IV.1. Modificaciones en la Planicie de Inundación del Río Neuquén
Las transformaciones que el hombre ha ido haciendo a lo largo del proceso de ocupación del
territorio de los valles inferiores de los ríos Limay y Neuquén y sobre el valle del Río Negro, han
contribuido significativamente en la aceleración de los procesos de erosión y depositación de la acción
fluvial de los ríos.
En el caso específico del Río Neuquén, éste presentaba anterior a su regulación, características
morfológicas que lo definían como un río de tipo meandroso. Sin embargo, posterior a su regulación y
a partir del acercamiento de la población sobre la Planicie de Inundación, ya sea a partir de la
construcción de viviendas, de infraestructura o del desarrollo agrícola, los procesos erosivos y de
depositación se reactivaron y en muchos casos se aceleraron.
El resultado fue una acción fluvial acelerada sobre las márgenes debido a la concentración
energética del flujo, por la presión ejercida sobre sus márgenes y la acentuación de las curvas de
meandros. Anteriormente, el río tenía una gran dinámica y si bien ya tenía una sinuosidad, el flujo de la
corriente se distribuía en brazos laterales existiendo una extensa planicie de inundación, con una gran
superficie de depósitos aluviales.
Actualmente, el río presenta en la mayor parte del tramo analizado, la tendencia hacia un cauce
único, donde los bancos transversales se han ido incorporando a la llanura aluvial, fijados por la
vegetación ribereña, avance favorecido por el cierre total o parcial de brazos laterales que
disminuyeron la corriente del río.
Los trabajos sobre el río también han contribuido a la aceleración de los procesos anteriormente
mencionados. Estas modificaciones fueron: estrechamientos, profundización y ensanchamiento del
canal, revestimientos, etc. “Modificaciones del cauce para contener la crecida dentro de sus márgenes
pueden a veces incrementar la inundación en otros sitios, y acelerar el escurrimiento” (Fouga, 1994).
La presencia de obras de estabilización de márgenes, por ejemplo tal vez por una falsa sensación de
seguridad ha contribuido de alguna manera, a que la población y la producción agrícola continúen
permaneciendo o avanzando sobre la planicie de inundación.
49
IV.2. Consecuencias de las Inundaciones
“Las inundaciones terrestres, caudales asociados a distintas recurrencias ocurren cuando se
excede la capacidad de los lechos de los ríos para conducir el agua y esta rebalsa las riberas. Las
inundaciones son fenómenos naturales que pueden ocurrir a intervalos irregulares en cualquier
riachuelo o río. El asentamiento en llanuras de inundación es la causa principal de los daños producidos
por las inundaciones” (OEA, 1993).
Los elementos bajo riesgo frente a una amenaza por inundación son la población, el medio
ambiente y la estructura física, representada por la vivienda, la industria y los servicios públicos. Las
amenazas por inundaciones a que está expuesto el Ejido Municipal de Cipolletti se deben a las
recurrencias de diferentes caudales de los ríos y a la posibilidad de Rotura total o parcial de las Presas
localizadas aguas arriba de los mismos.
La ocupación, no sólo de las Planicies de Inundación, presenta riesgo para la población, también
presenta riesgo la ocupación de Terrazas Fluviales bajas. En el ejido de Cipolletti, las Terrazas
Fluviales 2 y 3, no están exentas de ser inundadas, por ejemplo para el caso de un caudal para el Río
Neuquén de 900 y 1.100 m3/seg. Esta misma situación se plantea para aquellos asentamientos y usos
sobre paleocauces que son formas de drenajes naturales.
Las mayores pérdidas sobre el ejido de Cipolletti, demostradas para una amenaza de
inundación, estarían definidas por la Rotura de las Presas, que prácticamente inundarían la totalidad del
ejido. Para el caso de inundación por distintas recurrencias, la mayor amenaza estaría asociada a una
recurrencia de 100 años, con un caudal para el Río Neuquén de 1.100 m3/seg. y en el Río Negro de
3.200 m3/seg.
La intensidad del uso del espacio rural y la localización geográfica del espacio urbano, (terreno
plano y con una distancia mayor a 3,5 Km. de los sectores más elevados del terreno, como el frente de
barda) lo colocan como un Municipio vulnerable ante este tipo de amenazas, por lo que se incrementa
el nivel de riesgo.
IV.3. Planificación Territorial
La necesidad de investigar en el tema de desastres naturales de origen hídrico está fuertemente
conectada con la necesidad de definir metodologías de acción contra esos fenómenos, aunque no existe
una respuesta única válida para todas las circunstancias ni que se asegure una protección completa.
Las medidas que se pueden aplicar para la mitigación de crecidas pueden ser estructurales, en el
caso de construcción de obras de defensa y protección, como así también no estructurales. En estas
últimas se pueden aplicar medidas de prevención como: establecimiento de rutas de evacuación,
infraestructura y servicios públicos para operaciones de emergencias, sistema de alerta, planificación y
manejo del territorio, acciones que desalienten el uso del suelo sobre las planicies de inundación,
acciones conjuntan con los municipios que comparten tierras de los ríos, etc.
50
Es necesario que cada municipio desarrolle políticas que tiendan a aplicar una planificación
territorial que apunte al desarrollo integrado. Esta planificación deber ser multidisciplinaria y
multisectorial, ya que se debe considerar los diversos aspectos que organizan y configuran el territorio,
así como “las necesidades de la población y de las oportunidades de la base asociada de recursos
naturales” (OEA, 1993).
“En el espacio geográfico, la ordenación del territorio es la impresión de una política económica
con sus consecuencias sociales, pero es más bien una toma de conciencia por parte de sus ocupantes,
del hecho de que son los depositarios y avaladores de un patrimonio que es conveniente utilizar del
mejor modo posible para las necesidades del momento, al mismo tiempo que lo ordenan y lo preparan
para necesidades del futuro. Lo que constituye el soporte de nuestro marco de vida es el conocimiento
dirigido hacia la acción del espacio geográfico” (Dollfus, 1990).
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