El supremo sacerdocio Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio. Y esto es aun más manifiesto, si a semejanza de Melquisedec se levanta un sacerdote distinto, no constituido confor - RVR1960) Melquisedec no tiene genealogía; no tiene padre ni madre (Hebreos 7:3). Advertimos inmediatamente que este es un argumento sacado del silencio de la Escritura, porque no encontramos en ella la genealogía de Melquisedec. Esto resultaba extraño por dos razones. 1.- Es lo contrario de lo que encontramos corrientemente en Génesis, donde abundan las largas listas de los antepasados de los personajes. Pero Melquisedec aparece en escena como si no viniera de ninguna parte. 2.- Todavía más importante: esto es lo contrario de las reglas que regían el sacerdocio aarónico, que dependía totalmente de la ascendencia. Bajo la Ley judía nadie podía llegar al sacerdocio a menos que presentara un linaje certificando que se remontaba a Aarón. El carácter y la habilidad no tenían nada que ver; lo único importante era la alcurnia. Así que la primera diferencia entre los dos sacerdocios era esta: el sacerdocio aarónico dependía de la descendencia generacional; el sacerdocio de Melquisedec dependía exclusivamente de las cualidades personales. El sacerdocio de Melquisedec se basaba en lo que se era, no en lo que se había heredado. Como ha dicho alguien, la diferencia estaba en que uno se basaba en la legalidad, y otro en la personalidad. Hebreos 7:1-3 recoge otras cualidades de Melquisedec. El nombre Melquisedec quiere decir literalmente Rey de Justicia, y la palabra Salem quiere decir Paz; por tanto era también Rey de Paz. Hemos visto que no tenía genealogía, y de nuevo el autor de Hebreos deduce su argumento del silencio de la Escritura. No se nos dice cuándo empezó o terminó su sacerdocio Melquisedec, ni la fecha de su nacimiento ni de su muerte: por tanto, de ahí se deduce que no tuvo principio ni fin, y que su sacerdocio es perpetuo. De aquí deducimos cinco grandes cualidades del sacerdocio de Melquisedec. (a) Es un sacerdocio de justicia. (b) Es un sacerdocio de paz. (c) Es un sacerdocio real, porque Melquisedec era rey. (d) Es personal y no heredado porque no tiene genealogía. (e) Es eterno, porque no tiene nacimiento ni muerte, y su sacerdocio no tiene principio ni fin. Cuando el autor de Hebreos dice que el pueblo de Israel llegó a ser el pueblo de la Ley sobre la base del sacerdocio levítico, quiere decir que sin los sacrificios levíticos que expiaban los pecados la Ley habría sido totalmente imposible. Pero, de hecho, estaba demostrado que el sistema levítico sacrificial era incapaz de restablecer la relación con Dios que el hombre había perdido. Así es que se necesitaba un nuevo sistema: el de la orden de Melquisedec. Dice que ese sacerdocio difiere del antiguo en que no depende en absoluto de la estructura humana -carnal sería la palabra original-,sino del poder de una vida que es indestructible. Lo que quiere decir es que cada una de las reglas que regían el antiguo sistema tenía que ver con el cuerpo físico del sacerdote. Para serlo, tenía que ser descendiente directo de Aarón. El sacerdocio aarónico dependía de cosas físicas desde el principio hasta el fin. El carácter, la habilidad y la personalidad no entraban para nada. Pero el nuevo sacerdocio dependía de una vida que es indestructible. El sacerdocio de Cristo no dependía de cosas físicas, sino de lo Que Él era en Sí mismo. Aquí tenemos una verdadera revolución; ya no eran las ceremonias ni las observancias externas lo que hacía al Sacerdote, sino el valor interior. Además, había otro gran cambio de consecuencias fundamentales. La Ley era tajante en cuanto a que todos los sacerdotes tenían que ser de la tribu de Leví y descendientes de Aarón. Pero Jesús pertenecía a la tribu de Judá. Por tanto, el hecho de que Él es el nuevo Sumo Sacerdote implica que la Ley se ha cambiado; se ha suprimido. La palabra que se usa para la cancelación es athetésis; es la que se usa para la anulación de un tratado, la abrogación de una promesa, la supresión de un nombre del registro y para dejar una ley o regla sin efecto. Toda la parafernalia de la ley ceremonial quedó borrada en el sacerdocio de Jesús. Por último, Jesús puede hacer lo que el antiguo sacerdocio no podía: puede darnos acceso a Dios. ¿Cómo? ¿Qué es lo que le impide al hombre el acceso a Dios? 1.- El miedo. Mientras Dios le inspire terror al hombre, éste no puede confiar en Dios. Jesús vino para mostrarles a los hombres el amor infinito y tierno del Dios cuyo Nombre es Padre... ¡y el horrible terror desapareció! Ahora sabemos que Dios quiere que volvamos a casa, no para castigarnos, sino para recibirnos con los brazos abiertos. 2.- El pecado. Jesús ofreció en la Cruz el Sacrificio perfecto que expía el pecado. El miedo ha desaparecido; el pecado ha sido conquistado; el camino hacia Dios está abierto para todos. Dios le bendiga.