Enfermedad Trofoblástica Gestacional 181 ¿Cuál es el manejo preferido para la evaluación y evacuación en esta paciente? Se debe llevar a cabo una evaluación en preparación para la evacuación molar, siempre que la presentación clínica sea sugestiva de un embarazo molar. Adicionalmente, la paciente debe ser evaluada cuidadosamente para identificar la presencia potencial de complicaciones médicas incluyendo a la preeclampsia, desequilibrio hidroelectrolítico, hipertiroidismo y anemia que puedan complicar la evacuación quirúrgica. Deben obtenerse una hematología completa, estudios de coagulación, pruebas de función renal y hepática, tipo sanguíneo y pesquisa, nivel pre evacuación de hCG, y rayos-X de tórax ante la evacuación. Debe obtenerse un panel tiroideo, si el útero está agrandado > de un tamaño de 14 semanas o si la hCG está elevada > 50.000 UI/L. La mola debe evacuarse tan pronto como sea posible, después de estabilizar cualquier complicación médica. El propósito de la evacuación molar es la remoción de todo el tejido molar del útero de una forma que disminuya la probabilidad de secuelas malignas. Si la paciente no desea preservar su fertilidad, puede realizarse una histerectomía con aspiración de los quistes tecaluteínicos prominentes en el momento de llevarla a cabo. Aún cuando esto elimine los riesgos de invasión local y reduce el riesgo de NTG post molar, no previene las metástasis, ni elimina el desarrollo de NTG post molar. Por otro lado, la mayoría de las pacientes que desean preservar la fertilidad, y el método preferido para la evacuación es mediante D&E de succión.4 La inducción médica del trabajo de parto con oxitocina o prostaglandina, no es recomendada para la evacuación, debido a que incrementa la pérdida sanguínea y también aumenta el riesgo de secuelas malignas, en comparación con la D&E de succión.4 Asimismo, las pacientes muy frecuentemente requieren de la D&E para completar la evacuación de la mola, después de la inducción médica del trabajo de parto. La D&E mediante succión para la evacuación molar usualmente se lleva a cabo bajo anestesia general, pero también puede utilizarse la anestesia local o regional, en caso de pacientes cooperativas que tengan un útero pequeño. La inserción pre evacuación de una laminaria cervical puede facilitar la dilatación cervical en una paciente que esté médicamente estable. Después de la dilatación seriada del cuello uterino, el útero es evacuado introduciendo una cánula de succión y permitiendo que el útero involucione, al mismo tiempo que se rota la cánula, en lugar de sondear el útero y realizar un curetaje cortante. Esto reduce la probabilidad de perforación y puede ser asistida con el uso del ultrasonido. Se inicia la oxitocina intravenosa (20 U/L de pitocin) después de que se haya dilatado el cuello uterino. Si existe falla o demora de la involución uterina, debe intentarse el masaje uterino bimanual además de la infusión de la oxitocina. Se aboga por el uso de ergotamina en la forma de methergin 0.2 mg cada 2 a 4 horas. Las segundas y terceras evacuaciones de rutina fueron intentadas en el pasado, pero no se estimulan, debido a que no disminuyen el riesgo de NTG post molar4 y puede resultar en perforación o en el desarrollo de sinequias. Debe administrarse inmunoglobulina anti-D, en aquellas pacientes que sean Rh negativo, porque el factor Rh D se encuentra expresado en el trofoblasto. ¿Cuáles son las complicaciones potenciales durante y después de la evacuación? ¿Cómo pueden prevenirse y manejarse? Las complicaciones pulmonares son observadas con frecuencia alrededor del momento de la evacuación molar, entre pacientes con agrandamiento uterino mayor que un tamaño gestacional de 14 a 16 semanas.4 Puede ser valiosa la determinación de los gases arteriales basales en el manejo de las pacientes con agrandamiento uterino. El síndrome de distrés respiratorio puede ser causado por la embolización trofoblástica, una insuficiencia cardíaca congestiva de alto gasto producida por la anemia, hipertiroidismo, preeclampsia, o sobrecarga iatrogénica de fluidos. En general, estas complicaciones deben ser tratadas agresivamente con terapia dirigida mediante el monitoreo hemodinámico central y soporte ventilatorio según sea requerido. Las pacientes con hipertiroidismo deben someterse al manejo médico, antes de la evacuación, para prevenir que ocurra la tormenta tiroidea durante la anestesia. La hipertensión inducida por el embarazo puede requerir de medicaciones antihipertensivas y de terapia con magnesio, pero raras veces resultará en eclampsia. Estas complicaciones médicas usualmente se resuelven de forma rápida, después de la evacuación de la mola y puede no requerirse de terapia específica alguna después de la evacuación.4 182 Capítulo 14 Los quistes tecaluteínicos (Fig. 14.2) están asociados con una hiperestimulación ejercida por la hCG sobre los ovarios.9 La resolución de los quistes tecaluteínicos se demora más que la caída de los valores de la hCG. Puede tardar varios meses en resolverse, después de la evacuación molar, pero raras veces requieren intervención quirúrgica por ruptura o torsión. La pérdida sanguínea durante la D&E mediante succión, es de usualmente <500 ml, pero aquellas pacientes con un agrandamiento uterino > 14 semanas de gestación, están en mayor riesgo para hemorragia importante perioperatoria. Con frecuencia se presentan con anemia debida a sangrado previo, que las coloca en riesgo para complicaciones respiratorias. Estas pacientes deben tener disponibilidad de por lo menos 2 unidades de concentrados globulares y colocarse una vía IV de gran calibre, antes de comenzar la evacuación. Debe utilizarse el pitocin y la ergotamina como fue previamente discutido. ¿Cuáles son las probabilidades de que una paciente con mola desarrollará en última distancia una NTG maligna? ¿Existen características que hagan que la paciente tenga un mayor riesgo? En los Estados Unidos, aproximadamente el 20% de las pacientes son tratadas por NTG, después de la evacuación de una mola hidatidiforme.4 Los siguientes son factores de riesgo reconocidos para el desarrollo de NTG post molar. Debe reconocerse que el riesgo es siete veces a diez veces mayor para las molas completas que para las molas parciales. 1. El tamaño del útero para momento del diagnóstico ha sido considerado durante muchos años como un factor importante en lo que respecta a las secuelas malignas; el 25% de las pacientes con úteros más voluminosos, desarrollan NTG comparado, con el 11% de las pacientes con úteros pequeños para la edad. 2. Los quistes tecaluteínicos (Fig. 14.2) independientemente del tamaño uterino, están asociados con NTG subsecuente. En algunas series, las pacientes con ovarios agrandados tenían una probabilidad del 49% de desarrollar NTG. 1, 2 3. La paciente con signos de proliferación trofoblástica marcada (hCG elevada > 100.00 UI/L, tamaño uterino mayor que la edad gestacional, y quistes tecaluteínicos > 6 cm) tenían un riesgo elevado de invasión local y metástasis del 33% y 8.8%, respectivamente, cuando se comparan con el 3.4% y 0.6% en aquellas, sin estos signos marcados de crecimiento trofoblástico. 4. El método de evacuación molar; 36% de aquellas tratadas con histerectomía desarrollaron NTG, comparado con el 19% y <10% sí se usaron la dilatación y evacuación o la histerectomía, respectivamente.4 5. Las pacientes que tienen más de 40 años de edad, presentan una probabilidad mayor de desarrollar NTG post molar. Tao y Xia y asociados reportaron que el 33% y el 37% de las mujeres mayores de 40 años de edad en sus estudios, respectivamente, desarrollaron NTG. 6. El antecedente de gestación molar previa incrementa la probabilidad de desarrollar NTG. Parazzini y colaboradores reportaron un riesgo tres veces mayor.14 7. El desarrollo de complicaciones médicas, tales como el SDRA, preeclampsia, o hipertiroidismo también está asociado con un incremento del riesgo para NTG.4 8. Otros factores que han sido reportados y que están asociados a tasas más elevadas de NTG post molar, son la ocurrencia de subinvolución uterina con sangrado después de la evacuación uterina, el grado de hiperplasia trofoblástica, atipia nuclear, depósito de fibrina, hemorragia, y necrosis sobre el examen histológico.4 A pesar de estos factores de riesgo reconocidos, varios estudios han reportado que las molas de “altoriesgo” representan sólo el 35% de las pacientes que desarrollen NTG post molar, después de la evacuación molar. En pacientes que tengan características clínicas de alto riesgo, ¿Existe alguna forma de prevenir las secuelas malignas? La quimioprofilaxis, después de la evacuación molar completa, es controversial. El debate concierne a la estrategia de exponer a todas las pacientes a una quimioterapia tóxica cuando aproximadamente sólo el 20% de las pacientes desarrollará NTG, y estas pacientes pueden ser identificadas prontamente utilizando el monitoreo seriado de la hCG.14 En dos estudios aleatorios,4 la utilización de regímenes quimioterapéuticos profilácticos breves con metotrexato o dactinomicina redujo la incidencia de NTG post Enfermedad Trofoblástica Gestacional 183 molar en mujeres con molas de alto riesgo, desde 47.4% hasta 14.3% (p < 0.05) y desde 50% hasta 13.8% (p < 0.05), respectivamente. Un estudio encontró que la enfermedad fue diagnosticada tardíamente y fueron necesarios más ciclos de quimioterapia para lograr la remisión en la cohorte tratada.4 Aún cuando la quimioterapia profiláctica redujo la incidencia de enfermedad trofoblástica persistente en pacientes de alto riesgo, probablemente también incrementó la resistencia tumoral y la morbilidad. Asimismo, existen casos anecdóticos de fatalidades producidas por la quimioterapia profiláctica, y no se elimina completamente la necesidad de realizar el seguimiento post evacuación. Debido a la baja morbilidad y mortalidad lograda por el monitoreo de pacientes mediante determinaciones seriadas de la hCG y la aplicación de quimioterapia, sólo en pacientes que tengan un diagnóstico de NTG post molar, no se recomienda la quimioterapia profiláctica de anera rutinaria.4 Puede ser útil en el manejo del embarazo molar completo raro de alto riesgo, cuando no esté disponible el seguimiento o éste sea poco confiable. Tres semanas después de la evacuación mediante D&E, la paciente presentó una declinación inicial de la hCG hasta 10.300 UI/L, pero a la 4ta semana ella presentó una elevación de la hCG hasta 12.500 UI/L con sangrado vaginal intermitente. 3. El diagnóstico histológico de coriocarcinoma. 4. Persistencia de hCG después de los 6 meses de la evacuación de la mola Una evaluación pretratamiento de una paciente con NTG debe incluir: 1. Una historia clínica completa y examen físico minucioso que debe incluir un examen ginecológico detallado, que excluya la presencia de metástasis vaginales o pélvicas. Se recomienda un examen sistemático de los posibles sitios de metástasis, incluyendo un detallado examen neurológico. 2. Una hematología completa, grupo sanguíneo y pesquisa, y pruebas de coagulación, además de las pruebas de funcionalismo hepático y renal. 3. Una prueba cuantitativa de hCG. 4. Una evaluación de los factores de riesgo clínicos para dirigir más aún la quimioterapia. 5. La evaluación radiográfica debe incluir rayos-X o exploración de TC del tórax, RM o exploraciones de TC cerebrales, y exploración de TC o RM del abdomen y la pelvis. En las localizaciones de alto riesgo raras veces ocurren sin que se presenten síntomas debidos a las metástasis o metástasis pulmonares (Fig. 14.3), pero hasta el 40% de las pacientes tratadas por NTG post molar con rayos-X torácica negativa tienen pequeñas ¿Cuáles son los criterios para el diagnóstico de la NTG post molar? ¿Cómo debe ser manejada esta paciente? Aquellas mujeres diagnosticadas con NTG, después de la evacuación molar son reconocidas de forma relativamente precoz en el curso de la enfermedad, debido a la evaluación seriada de los niveles de hCG post evacuación y la pronta identificación de la proliferación trofoblástica que produce una elevación progresiva de la hCG. Los criterios para el diagnóstico de una neoplasia trofoblástica post mola hidatidiforme, según han sido definidos mediante consenso del comité de la FIGO en el 200212: 1. Cuatro valores o más de la hCG con patrón de meseta (+ 10% durante un período de por lo menos 3 meses: días 1, 7, 14, y 21.2 2. Una elevación de la hCG del 10% más para 3 valores o más durante un período de por lo menos 2 semanas: días 1, 7, y 14. Figura 14.3 Múltiples metástasis pulmonares provenientes de la NTG con gran derrame pleural derecho. 184 Capítulo 14 lesiones pulmonares detectadas mediante la exploración de TC torácica.4 Por lo tanto, se recomienda una completa evaluación radiográfica en la mayoría de los casos de NTG antes de iniciar el tratamiento. ¿Debe repetirse la D&C en esta paciente? El rol de repetir la dilatación y curetaje en el evento de una elevación o meseta de la hCG, después de la evacuación molar todavía está por determinarse. En varios estudios, se reportó que repetir el curetaje con la intención de inducir remisión o influenciar el tratamiento ocurrió en menos del 20% de las pacientes y fue complicado por la perforación uterina en el 4.8% a 8%.13,15 En contraste, Peseshki y asociados16,17 reportaron que 368 (28%) de 544 pacientes entraron en remisión espontánea, después de repetir la evacuación de una mola por valores de hCG que se estaban elevando, sin que ninguna paciente requiriera de histerectomía por perforación. Las pacientes con evidencia histológica persistente de enfermedad trofoblástica gestacional y aquellas con niveles de hCG por encima de 1.500 UI/L, tenían una probabilidad significativamente menor de responder a un segundo curetaje.16,17 Obviamente se necesita de un estudio clínico aleatorio. Después de establecer un diagnóstico de NTG y de estadiarlo, ¿Cuáles son las opciones para el manejo? Se han utilizado una variedad de agentes quimioterapéuticos para la NTG no metastática y la NTG bajo riesgo de metástasis y se han logrado tasas de remisión primaria similares.13 Esencialmente, todas las pacientes en estas dos categorías pueden ser curadas, usualmente sin la necesidad de realizar una histerectomía.7 La mayoría de los centros tratan a las pacientes de bajo riesgo con metotrexato y actinomicina D (Dactinomicina); se han utilizado varias programaciones de la dosificación que están más allá del enfoque de este libro. Se prefiere la quimioterapia de un solo agente para las pacientes que deseen retener su fertilidad. Recientemente, se reportaron los resultados de un estudio aleatorio y prospectivo donde se comparó el metotrexato con la dactinomicina.18 Este ensayo conducido por el Grupo de Oncología Ginecológica, comparando el metotrexato semanal (30 mg/m² IM) con la dactinomicina bisemanal (1.25 mg/m² IV) como tratamiento inicial para las pacientes con NTG de bajo riesgo. Entre las pacientes que respondieron, se requirió de un promedio de 8 ciclos semanales en el brazo de metotrexato y 4 ciclos bisemanales en el brazo de la dactinomicina. Entre las pacientes elegibles, se observó una respuesta completa en 53% en el grupo del metotrexato y en 69% del grupo de dactinomicina (p = 0.015). Ambos regímenes fueron bien tolerados.18 La quimioterapia se continúa hasta que los valores de hCG lleguen a valores normales, y se administra un curso adicional, después de que se haya reportado el primer valor normal de la hCG. Deben monitorearse los índices hematológicos, y las pruebas de funcionalismo renal y hepático, pero es infrecuente que exista toxicidad importante durante la terapia. La mayoría de los oncólogos ginecológicos utilizarán un solo agente a la vez, de tal manera de exponer el tumor de la paciente a la menor cantidad de agentes quimioterapéuticos. En contraste, las pacientes con NTG de alto riesgo requieren de quimioterapia agresiva basada en múltiples agentes y con frecuencia de un tratamiento de múltiples modalidades para las localizaciones de alto riesgo de metástasis. El régimen de EMA/CO es el más frecuentemente utilizado como quimioterapia primaria,4 pero el manejo de la NTG de alto riesgo está más allá del objetivo de este libro. Estas pacientes deben ser manejadas en centros donde exista experiencia en el tratamiento de estas pacientes extremadamente complejas. Si los valores de hCG no han caído, en por lo menos un 10% durante un ciclo de tratamiento, debe ser cambiado por un régimen alternativo de agente único a menos que existan nuevas metástasis de alto riesgo. Si existe un fracaso de la quimioterapia alternativa agente único, la paciente debe ser tratada con quimioterapia de múltiples agentes. La histerectomía debe ser considerada en caso de existir enfermedad refractaria que esté confinada al útero. Es menos probable que las pacientes con enfermedad no metastática requieran de una terapia de segundalínea en relación con las que tengan enfermedad de bajo riesgo.4 No existe literatura alguna sobre la realización de un nuevo curetaje a succión para las pacientes que parecen fracasar en su respuesta a la quimioterapia de agente único. En general, el 85% a 95% de las pacientes en estas categorías pueden ser curadas sin la necesidad de quimioterapia de múltiples agentes o histerectomía. La tasa de cura en general para las pacientes con enfermedad de bajo