29/01/2011 21:11 Cuerpo E Pagina 4 Cyan Magenta Amarillo Negro DOMINGO 30 DE ENERO DE 2011 CÓDIGO CIEN 4 TRADICIÓN Y VERDAD LA VIDA MI AMANTE POR LEONARDO DEL CIO AGENCIAS LA HABITACIÓN A OSCURAS EXPONEN EN SUIZA UN PERIODO FASCINANTE Y DESCONOCIDO DE LA PINTURA ESPAÑOLA Fotografía facilitada por el Museo Sorolla de Madrid del cuadro “Pescadora con su hijo” (1908), de Joaquín Sorolla, que se incluye dentro de la muestra “El Modernismo: De Sorolla a Picaso 1880-1918”, que incluye un centenar de pinturas de una veintena de pintores españoles representativos de la llamada “Generación de 1898”, que se inaugura hoy en la ciudad suiza de Lausana y que concluirá el próximo 29 de mayo. SONETO DE LA RIMA POBRE INVENTAR LA VERDAD POR ANDRÉS ELOY BLANCO Me das tu pan en tu mano amasado, me das tu pan en tu fogón cocido, me das tu pan en tu piedra molido, me das tu pan en tu pilón pilado. Me das tu rancho en tu palma arropado, me das tu lecho en tu rincón sumido, me das tu sorbo, a tu sed exprimido, me das tu traje, en tu sudor sudado. me das, oh Juan, tu dame de mendigo, me das, oh Juan, tu toma de pobrero, tu clara fe, tu oscuro desabrigo, y yo te doy, por lo que dando espero, el oscuro esperar con que te sigo y el claro corazón con que te quiero. A UN PESIMISTA POR XAVIER VILLAURRUTIA Pongo el oído atento al pecho, como, en la orilla, el caracol al mar. oigo mi corazón latir sangrando y siempre y nunca igual. Sé por qué late así, pero no puedo decir por qué será. Si empezara a decirlo con fantasmas de palabras y engaños al azar, llegaría, temblando de EL RELOJ POR JOSÉ ASUNCIÓN SILVA Hay demasiada sombra en tus visiones, algo tiene de plácido la vida, no todo en la existencia es una herida donde brote la sangre a borbotones. La lucha tiene sombra, y las pasiones agonizantes, la ternura huida, todo lo amado que al pasar se olvida es fuente de angustiosas decepciones. Pero, ¿por qué dudar, si aún ofrecen en el remoto porvenir oscuro calmas hondas y vívidos cariños la ternura profunda, el beso puro y manos de mujer, que amantes mecen las cunas sonrosadas de los niños? sorpresa, a inventar la verdad: ¡Cuando fingí quererte, no sabía que te quería ya! POR JULIAN SYMONS Medianoche: los libros familiares se muestran afables bajo el vidrio o abiertos en la mano: solo el reloj dice: “¿Has sido alguna vez feliz?”. Los minutos pasan y los densos tomos dicen que la pregunta que cada uno formula a cada uno es el modo mejor, solo el reloj dice: “¿Es la respuesta veraz?”. Los minutos pasan y estas lentas palabras trepan hasta el gesto único de una rima: solo el reloj dice: “Tus deseos no son tan simples”. Fatigados los libros y los versos, la mente entra en la paz de los sueños, el corazón inquieto se sosiega hasta alcanzar la quietud natural del perro y de la rosa, solo el reloj dice: “La mañana no traerá alivio”. Una tarde en el Cio Monasterio, recinto de artes marciales y sabiduría, después de una práctica agotadora de exigencia física al límite, para destensionarse maestro y alumno decidieron caminar despacio por el jardín, lugar de meditación donde abundaban grandes árboles, espacio común para escuchar y reflexionar. Después de una breve caminata de ambos en silencio, el maestro Tenno inició con la enseñanza de ese atardecer de colores de fuego en el lejano horizonte. La oscuridad y la ignorancia son los peores lastres de la humanidad –comentó Tenno a Said, el discípulo-. Aquel que carece de conocimiento, sobre todo conocimiento de sí mismo, vive inmerso en una celda oscura, a la cual vamos ahora a comparar con una habitación sin luz, sin ventanas, sin persianas. Simplemente, el ahí recluido vive a ciegas y no puede ver más allá de sus narices. El problema de vivir así de ese modo, es que con el paso del tiempo, el carente de conocimiento se siente cómodo y reconfortable. Te recuerdo Said que tú sostienes al mundo, es decir, que el mundo es como tú crees que es, como tú te imaginas que es, como tú dices que es. - ¿Qué sucedería Said con el inquilino de la habitación a oscuras– le cuestiona Tenno al aprendiz- si de repente la luz de la habitación le es repentinamente encendida? - Sin duda ¡se lastimaría los ojos maestro! –respondió Said- La luz les representa su gran verdad, y nadie la soporta, de hecho la evaden a toda costa. - ¡Exacto! –le respondió el maestro Tenno- Ahora dime ¿qué más ocurriría? - De inmediato –prosiguió Said con la respuesta-, se llevaría las manos a sus ojos para protegerse de la luz, le reclamaría al que se la encendió por haberlo lastimado y haría hasta lo imposible por apagarla. El ahora desempleado busca la compañía de sus amigos y conocidos para desahogarse y buscar consuelo. - Tienes razón –lo consuela un ex compañero de trabajo- En la empresa ¡son unos malagradecidos por haberte corrido!. Eres una víctima más del injusto supervisor, y del patrón que le cree todo sin averiguar. ¿Cómo es posible que te hayan dado de baja así, de esa injusta manera? - ¡Salud! –brindaban todos sus ex compañeros para consolar al corrido, todos excep- to uno- Si en la habitación obscura además de nuestro personaje, hubiera más inquilinos ¿Qué te imaginas que sucedería? –le pregunta Tenno a Said- Todos por supuesto, lo apoyarían en su enojo, pues todos estarían igual, es decir lastimados de la vista, al sentir que la luz que les fue encendida, les arrebató la comodidad de la obscuridad, y se irían con todo a reclamarle al que se las encendió para que la apague de nuevo. - ¿Solo le reclamarían? –pregunta Tenno- ¡No! –responde Said-, incluso lo ofenderían, quizás hasta lo agredan físicamente- De repente, de entre todos los ex compañeros, hubo uno que se atrevió a comentar. - Quizás tu despido haya tenido algo que ver con que jamás te preocupaste por comprobar esa competencia profesional que presumes tener, preguntándole al que te paga si de verdad se encontraba a gusto o incómodo con tus servicios. Quizás tu despido tuvo algo que ver con el hecho de que pocas veces llegaste a tiempo a trabajar a tu jornada, y cuando por fin llegabas en vez de dedicarte, te la pasabas chateando en la computadora, o desperdiciando el tiempo fumando en el patio uno de tus treinta cigarrillos que a diario consumes. Quizás el supervisor y el patrón no te creían cuando los Lunes te reportabas enfermo, y todo mundo sabía que en realidad, estabas en estado inconveniente debido a los excesos del fin de semana. O quizás les molestaba que te la pasabas quejándote siempre de todo. A ti te pagaban un sueldo fijo por solucionar problemas, no por generarlos. Un incómodo silencio invadió el ambiente. - Pero… ¡Cómo te atreves a insultarme de esa manera! –le reclama indignado el ahora recién desempleado- ¡Eres un traidor y un mentiroso! Yo creí que eras mi amigo, pero ahora veo que me equivoqué. ¡Retírate de aquí ahora mismo!. Los demás lo apoyaron en su decisión. ¡Fuera! –le gritaban, retirándole la amistad al que se atrevió a ponerse del lado del injusto supervisor, y del patrón que siempre se creía todo sin averiguarLeonardo del Cio. leonardodelcio@hotmail.com Escucha a través de Internet el programa de radio semanal “La vida mi amante” teclea: www.radiomujer1040.com los sábados de 9:00 a 11:00 A.M.