ENFERMEDADES COMUNES DE PERROS Tema 1

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ENFERMEDADES MÁS COMUNES
EN PERROS
Parásitos
Los hay externos e internos. Pueden obstruir los conductos orgánicos, ingerir el
alimento del animal, alimentarse con tejidos y sangre del perro, suministrar toxinas al
organismo del can, destrucción de la piel infectándola con sembrado de huevos,
facilitan el transporte de bacterias y virus.
Los parásitos externos son los que viven en la superficie del cuerpo, no en el interior.
Los parásitos externos del perro son, por tanto, las pulgas, garrapatas, ácaros y
cualquier otro bicho cuyo ciclo de vida transcurra sobre el cuerpo del perro. Los
parásitos externos más comunes en los perros son las pulgas, las garrapatas y los
ácaros que producen diferentes tipos de sarna
Los gusanos intestinales son difíciles de detectar ya que no se observan síntomas en
el perro hasta que la infestación está avanzada. Y además la mayoría no se puede ver
en las heces, "a simple ojo", solo un porcentaje muy pequeño es visible para el ojo
humano. Pero el hecho que no los veamos no significa que no están, se detectan a
través de un análisis de heces. Los síntomas más comunes son: disminución de
vitalidad, pelo sin brillo, pérdida de peso, vientre abultado, anemia, trastornos de la
fertilidad, etc.
Parásitos externos:
-Garrapatas Las garrapatas son uno de los parásitos externos más frecuentes en
perros. Se enganchan en la piel del animal y se alimentan de su sangre. Por lo general
se alojan en las orejas, en el cuello y entre los dedos del perro. Dejando a un lado las
pequeñas
molestias
que
las
garrapatas
pueden
producir,
puede
transmitir
enfermedades graves (solo si la garrapata es a su vez portadora de otros parásitos).
Aunque es más frecuente encontrarlas en zonas rurales, también están presentes en
jardines y parques de las grandes ciudades. Primavera y verano son las épocas de
mayor actividad de estos parásitos. Humedece la zona con un algodón empapado en
alcohol y tira de la garrapata con la ayuda de unas pinzas pequeñas. Sujeta la
garrapata por la cabeza para evitar que esta se quede adherida (en cuyo caso lo
normal es que pasado un tiempo se desprenda sola, no obstante vigila la zona para
evitar infecciones).
Después de eliminarlas rocía a tu perro con un spray antiparásitos. La mejor forma de
evitar que tu perro tenga garrapatas y otros parásitos es protegerlo con medidas
antiparasitarias. En el mercado existen collares, sprays, pipetas...
-Pulgas Las pulgas son pequeños parásitos de color café oscuro que habitan entre el
pelaje del perro y otros animales. Son tan pequeñas y rápidas que es difícil
detectarlas, pero es fácil detectar su excremento.
Se desarrollan en climas cálidos y húmedos, por lo que pueden representar un
problema estacional o permanente, según cuál sea el clima en el que vives.
Las pulgas chupan la sangre del perro y, al hacer esto, pueden transmitirle
enfermedades contagiosas. Además, los perros que presentan una infestación masiva
de pulgas pueden llegar a tener anemia. La saliva de la pulga también puede producir
alergia en algunos perros, haciendo que el perro se rasque excesivamente y pueda
llegar a dañarse a sí mismo.
Aunque no es muy frecuente que las pulgas transmitan enfermedades contagiosas a
los perros, esto puede suceder con la teniasis, los gusanos del corazón y hasta la
peste bubónica.
-Los ácaros de la sarna sarcóptica son parásitos microscópicos que se establecen
sobre la piel del perro. Produce, como es de esperar, la sarna. Estos parásitos pueden
contagiarse a otros animales, incluido el ser humano.
Estos ácaros causan irritación de la piel, pérdida de pelo y costras. Si la enfermedad
no es tratada, puede producir otros trastornos orgánicos y el perro puede llegar a
morir.
-Los ácaros de las orejas son similares a los ácaros de la sarna sarcóptica, pero son
un poco más grandes. Se contagian por contacto directo del perro con otros animales
infectados o con superficies donde se encuentran estos parásitos.
Estos ácaros se establecen en el canal auditivo y zonas adyacentes, y causan una
molesta irritación y picazón al perro.
Para aliviar su molestia, el perro se rasca constantemente y puede llegar a hacerlo con
mucha vehemencia. Puede frotar su cabeza frecuentemente contra las paredes y otras
superficies rugosas, e incluso llegar a hacerse daño de tanto rascarse.
El perro infectado con estos ácaros sacude su cabeza con mucha frecuencia. También
es común ver una descarga oscura saliendo del canal auditivo. Si la infección es muy
severa, el perro camina en círculos.
-Los ácaros de la sarna demodéctica son alargados y microscópicos. Forman parte
de la micro fauna de la piel del perro y no son altamente contagiosos.
La enfermedad se produce cuando la concentración de estos ácaros aumenta, aunque
no se conocen con certeza las causas de esto.
Estos ácaros producen la denominada sarna demodéctica, que puede presentarse en
dos variedades: localizada y generalizada.
La sarna demodéctica localizada es un problema leve que suele resolverse de forma
espontánea en la mayoría de los casos. Sus síntomas incluyen pérdida localizada de
pelo, descamación y manchas oscuras.
La sarna demodéctica generalizada es una condición grave que puede conducir a la
muerte del perro. Se presenta inicialmente con pérdida localizada de pelo, pero con el
tiempo se producen complicaciones colaterales. La complicación más común es la
infección bacteriana de la piel o piodermia, que incluye prurito, inflamación de
ganglios, supuración y mal olor.
Parásitos internos
-Gusanos redondos También se les denominan "áscaris". El principal es Toxocara
canis. Son los más frecuentes. Su aspecto es largo y redondo, por eso popularmente
se dice que son como "espaguetis". En cachorros producen diarreas y mal aspecto
general. Algunas veces migran los parásitos al sistema respiratorio y pueden dar tos.
Si hay mucha cantidad aparecen vómitos. Se contagian de unos perros a otros a
través de los huevos presentes en las heces. En cachorros también se trasmiten en el
momento del parto y/o a través de la leche de la madre. Los medicamentos más
eficaces son el pamoato de pirantel y el fenbendazol. El control de este parásito es
importante ya que puede contagiarse a las personas y dar una enfermedad muy grave:
"la larva migrans". Esto es especialmente importante en los niños, hay que extremar
las normas higiénicas básicas y desparasitar correctamente a la mascota.
Los cachorros se infectan de varias maneras, bien puede darse por contaminación
cruzada, esto es, que ingiera huevecillos del parásito como el que se ilustra en la foto
de la izquierda que pertenece a un huevo toxocara canis (de esta forma se ven al
microscopio), que son eliminados en las heces de otros perros que estén parasitados.
Ahora bien, te preguntarás cómo los ingiere. La respuesta es muy fácil, cada vez que
huele las heces fecales de otro perro, o come pasto en algún jardín, estos pueden
estar contaminados, y de esa forma contaminarse el también. Otra manera de
infectarse con el parásito (toxocara canis), es vía transplacentaria, es decir que la
hembra gestante que no es desparasitada antes de la monta y durante la gestación,
puede tener en sus masas musculares, larvas del parásito en estado somático, y
éstas, cuando tu perrita esta gestante, detectan la progesterona (hormona que
mantiene la gestación) y salen de ese enquistamiento, comienzan a migrar y a través
de la placenta llegan a los productos (cachorros) y comienzan a parasitarlos, de tal
forma que al nacer los cachorros, estos ya están parasitados, y son los más sensibles
a la infestación, causándoles incluso la muerte si no son atendidos rápida y
adecuadamente.
-Gusanos planos. También son muy frecuentes, el principal es Dipylidium caninum.
Son cortos y planos, por eso se les conoce popularmente como "granos de arroz". En
la mayoría de los casos no tienen importancia clínica para nuestro perro. Su
transmisión principal es a través de los huevos presentes en las pulgas.
Ocasionalmente se pueden transmitir si los perros comen algún roedor, conejo o
pájaro. En las heces de los perros encontramos los parásitos adultos, raramente
observamos los huevos. El tratamiento necesita de fármacos especiales como el
praziquantel. Ahora bien, recuerde que la mejor prevención consiste en el control de
las pulgas en el perro y en el ambiente. Hay otro parásito incluido en este grupo, es
Echinococcus spp. Su presencia en el perro es infrecuente, sin embargo, hay que
prevenir la aparición de este parásito ya que tiene una gran importancia sanitaria en
los humanos. Es el responsable del "quiste hidatídico". Por tanto, la desparasitación
del perro vuelve a ser muy importante.
-Coccidios. Estos parásitos no producen ningún problema en la mayoría de los perros
adultos, no así en los cachorros, sin embargo incluso en los adultos, algunas veces
pueden producir diarreas con más o menos sangre, sobre todo en los cachorros. Su
presencia es frecuente en los cachorros provenientes de las tiendas, de las
residencias, de las perreras, de las protectoras y de los criadores. Se transmite
principalmente por la ingestión de agua contaminada (de la llave) o por contacto con
otros perros infectados. Sólo se tiene que realizar tratamiento en los animales en los
cuales se ha diagnosticado; no es conveniente hacer tratamientos preventivos. Los
antibióticos trimetropin-sulfa y espiramicina son los medicamentos de elección. Los
tratamientos son la mayoría de las veces muy largos.
-Giardias. Muchos perros presentan diarrea debido a la infección por este parásito
microscópico. Las personas pueden infectarse aunque no está claro si es el perro el
origen. La eliminación de quistes en las heces es la fuente de contagio principal entre
los perros. Tienes que recordar que estos quistes viven durante períodos largos de
tiempo en el agua (de charcos, de la llave, etc.). El cuadro clínico que presentan es
una diarrea crónica, alguna vez puede observarse sangre fresca en las heces. Al igual
que en los coccidios, no hay que hacer desparasitaciones preventivas, hay que tratar
únicamente a los animales enfermos. Pero en cambio, sí que es importante hacer un
control higiénico ambiental y de la entrada de perros nuevos. En los perros aislados la
solución es rápida, en cambio, puede complicarse en aquellos lugares en los que
varios animales viven juntos. Los productos de elección son el metronidazol y el
fenbendazol. Para tratar el ambiente y eliminar los quistes que puedan encontrarse en
el agua, en la tierra, en las heces o en el pelaje de los perros enfermos, se puede
utilizar una dilución de amonio cuaternario. Cierto tipo de parásitos que afectan a su
perro pueden además tener efectos en el ser humano; Aunque esto es relativamente
raro. La infección ocurre simplemente al ingerir accidentalmente los huevos o las
larvas, y por supuesto esto es muy común especialmente cuando los niños juegan con
los cachorros, o cuando hay un contacto muy estrecho. Las tenias afectan seriamente
al ser humano.
Moquillo
Es un virus transmitido de un animal enfermo a uno sano o en ambientes donde ha
permanecido activo el virus o al tener contacto el perro sano con excrementos de otro
animal enfermo. El decaimiento general y la falta de deseos de alimentarse son las
primeras señales que algo no anda bien. Posteriormente se evidencian signos más
concluyentes: secreciones en nariz y ojos, fuerte carraspera, ruido al respirar,
elevación de la temperatura, vómitos y en los estados más críticos diarreas
sanguinolentas e incontenibles. La afección del sistema nervioso también es una
resultante de esta enfermedad. Los cachorros que logran sobreponerse llevarán como
señal indeleble la destrucción del esmalte de los dientes.
Sarna
El ácaro sarcóptico de la sarna es el responsable de esta enfermedad que ataca la piel
del animal. El parásito invade a partir del hocico recorriendo toda la superficie del perro
provocando la caída del pelo y una profunda picazón en la zona afectada. La sarna
negra es causada por una bacteria que deposita el ácaro generándose una
pustulación de la zona de piel afectada. La picazón es menor, el olor es nauseabundo
y es mucho más difícil de recuperar. Más aún, si bien se puede observar una
importante mejoría tras un intensivo tratamiento, la enfermedad puede volver luego de
varios meses de aparente normalidad.
Bronquitis
La irritación e inflamación de los bronquios se produce generalmente como efecto
secundario de otras enfermedades como el moquillo o la neumonía o como
consecuencia de enfriamientos o la exposición a gases tóxicos o humo. En algunos
casos puede ser generada por factores alérgicos. Se manifiesta con aumento de la
temperatura, tos seca y decaimiento generalizado. El uso de antibióticos o
antihistamínicos pueden ser la solución siempre tras la idónea opinión de un
profesional.
Rabia
Es una enfermedad en vías de desaparecer en nuestro país. Sin embargo se aconseja
mantener la precaución de seguir vacunando una vez al año de modo de garantizar la
erradicación total de la misma. Es un virus que se transmite de un animal afectado a
otro sano. Los síntomas son el de profundos desórdenes nerviosos manifestados en
irritabilidad y agresividad. La muerte se produce por una parálisis generalizada. Es una
enfermedad transmisible a los humanos.
España es uno de los pocos países donde la rabia está erradicada, a excepción de
Ceuta y Melilla, donde se presenta algún caso aislado. La vacuna de la rabia es
obligatoria en España en todas las comunidades salvo Cataluña, Galicia y País Vasco.
En Andalucía ha pasado a ser obligatoria desde la ley de protección animal 11/2003
de 24 de noviembre. En España las competencias en este tema se encuentran
transferidas a las comunidades autónomas, de forma que son estas las que deciden la
obligatoriedad o no de la vacunación contra la rabia. El argumento principal para
defender la vacunación antirrábica en España es el tráfico de animales domésticos
que tiene lugar en nuestro país procedentes de países donde la rabia no está
erradicada, como Marruecos o Francia. No obstante no todo el mundo está de acuerdo
con esta postura.
Leptospirosis
Esta enfermedad invade el torrente sanguíneo y afecta los riñones. Es transportada
por las ratas que infectan a los perros y éstos la difunden por orina. La falta de apetito,
depresión y fiebre son los síntomas iniciales complementándose con mucha sed, caída
en el peso y vómitos que aumentan la deshidratación generalizada. La caída en las
defensas brinda un campo propicio a las complicaciones pulmonares, diarreas. Solo
en algunos casos se manifiesta el color amarillo típico de la ictericia.
Impétigo
Cuando hay una caída de las defensas ocasionada por distintas causas es usual que
se presente esta enfermedad caracterizada por la formación de pústulas sobre la piel
causadas por la infección con un micrococo; las mismas se ven rodeadas de un aro de
color rojo propio de la inflamación de la zona.
Hepatitis
Es provocada por un virus que ataca al hígado del animal. Fundamentalmente se
manifiesta con elevadas temperaturas, diarreas con sangre, vómitos y obviamente,
una caída en un profundo estado de debilidad provocado por la falta de apetito.
Pueden evidenciarse edemas en distintas partes del cuerpo, inflamación de garganta,
conjuntivitis. Los ojos pueden presentar el color típico de la ictericia.
La leishmaniosis canina
Es una enfermedad producida por un parásito (leishmania) que es transmitido al perro
mediante la picadura de un mosquito.
El desarrollo de la enfermedad varía en función de los órganos que se vean afectados.
Los primeros síntomas pueden aparecer meses después de recibir la picadura del
mosquito. La sintomatología más frecuente es pérdida parcial del pelaje, caspa,
pérdida de peso y heridas en la piel. La picadura del mosquito transmite la enfermedad
solo si previamente había picado a otro perro ya infectado. Los perros NO transmiten
la leishmaniosis a las personas. Solo aquellas personas con un sistema inmunitario
muy débil podrían contraer esta enfermedad, pero NO por el contacto con perros
enfermos, es decir, NO existe ningún peligro de contagio por tener un perro enfermo
en casa.
La leishmaniosis se puede curar, si bien es importante diagnosticar la enfermedad lo
antes posible. Actualmente NO existe vacuna contra la leishmaniosis.
El riego de contraer esta enfermedad se da principalmente en los países de la cuenca
mediterránea y en América Latina. Siendo las épocas de mayor calor las de más riego.
No existe en el mercado ningún producto que asegure una prevención total contra la
picadura del mosquito y por lo tanto no es posible reducir por completo los riesgos de
que tu perro contraiga esta enfermedad. No obstante hay productos como collares
antiparasitarios, pipetas, sprays... Una vez pasado el verano puede ser conveniente
realizar un análisis al animal, de esta forma sabrás si ha sido contagiado y las
posibilidades de curación aumentan, ya que se diagnostica la enfermedad en una fase
temprana
Tos de las perreras
El término "tos de las perreras" designa un conjunto de signos clínicos de las vías
respiratorias altas del perro, cuyas principales características son la gran capacitad de
contagio y la multiplicidad de agentes patógenos causales.
Afecta sobre todo a perros jóvenes y, aunque desde el punto de vista médico no suele
ser una enfermedad grave, puede ocasionar pérdidas económicas considerables en
criaderos. La participación en exposiciones o concursos caninos constituye un factor
de riesgo importante. En efecto, en los días siguientes a un encuentro, los perros
participantes padecen con frecuencia episodios de tos. Este riesgo es mayor cuando
se presentan en una exposición perras con sus crías. En los criaderos, esta
enfermedad es mucho más frecuente en invierno, período durante el cual se producen
grandes variaciones de la temperatura y la humedad exteriores y resulta más difícil
controlar la aireación y la humedad ambiente en los locales de la perrera. No obstante,
en los países industrializados, la generalización de la costumbre de colocar a los
perros en residencias caninas durante el verano tiende a uniformar la frecuencia de
aparición de casos clínicos.
Los síntomas son accesos de tos seca, a veces emetizante (que produce vómitos) e
inicialmente no productiva (aparece principalmente en los cachorros). Síntomas
persistentes durante varias semanas. Tos exacerbada por el ejercicio o la simple
palpación de la laringe o la tráquea Si se complica, pueden aparecer: Ruidos
característicos de bronquitis y a veces de bronconeumonía en la auscultación
Hipertermia (aumento de la temperatura corporal) pronunciada. Anorexia y apatía.
Esta enfermedad, al igual que los síndromes respiratorios porcino y felino, afecta
principalmente a los grupos de animales confinados con alta densidad de población o
alta tasa de intercambio de animales (perreras municipales, residencias temporarias,
animalarios, etc.). Los cachorros padecen formas graves con mayor frecuencia que los
adultos, puesto que la protección pasiva que reciben a través de los anticuerpos
maternos sólo dura unas 4 ó 5 semanas, mientras que los adultos poseen cierto grado
de inmunidad activa debido a contactos repetidos con el agente infeccioso natural.
Diversos estudios han mostrado que el principal agente causal de este síndrome
respiratorio es una bacteria, la Bordetella bronchiseptica. Este cuadro también puede
ser provocado por algunos virus: el virus de la parainfluenza canina (CPiV), el
adenovirus canino de tipo 2 (CAV-2) y el virus del moquillo canino (CDV). Además,
estos gérmenes pueden asociarse a otros agentes patógenos, entre los que se
encuentran bacterias (Pasteurella multocida, Pseudomonas aeruginosa y Mycoplasma
sp.) y virus (virus del herpes canino [CHV] y reovirus canino) B. bronchiseptica es el
único germen patógeno conocido capaz de producir solo los signos clínicos de la
enfermedad. Los demás agentes infecciosos incriminados sólo ocasionan trastornos
relativamente benignos y de corta duración, excepto el virus del moquillo, responsable
de trastornos respiratorios que constituyen uno de los elementos del cuadro clínico de
esta enfermedad (y a veces producen cuadros neurológicos).
Enfermedades de los ojos
Conjuntivitis
La conjuntivitis es un proceso inflamatorio del tejido conjuntivo, es decir, de la membrana
que reviste la parte posterior de los párpados y la anterior del globo ocular. Las causas de
la conjuntivitis pueden ser varias, de la irritación debida al viento o al polvo, al enfriamiento
y a la infección, y puede ser aguda, crónica, catarla y purulenta. La mucosa del tejido
conjuntivo se presenta enrojecida y dolorosa, el animal trata de frotarse los ojos con las
patas. La cura consiste en quitar los eventuales cuerpos extraños y se basa en la higiene
local y la desinfección con disolución de ácido bórico. Si en las veinticuatro horas el ojo no
mejora, es necesario consultar al veterinario. En la conjuntivitis catarla o purulenta, se
recorre a las sulfamidas y a los antibióticos, bajo vigilancia del veterinario.
Cataratas
Las cataratas, una de las enfermedades más penosas del ojo del perro, están formadas
por la opacidad, total o incompleta, de la lente del cristalino. Enfermedad grave, pero
bastante común en los perros viejos. A veces las cataratas Son congénitas, es decir,
existen desde el nacimiento; pero normalmente se manifiesta por las causas más diversas,
diabetes, intoxicaciones, confusiones, vejez. Iniciado su curso, las cataratas ya no
retroceden. Primero aparecen en el cristalino unas manchitas, que poco a poco invaden
toda la lente hasta hacerla opaca. Así se llega al oscurecimiento y pérdida de la vista. La
cura de la enfermedad es esencialmente quirúrgica y consiste en la supresión del
cristalino. La operación hecha con éxito en el hombre, ha dado menores resultados en los
animales, que no pueden llevar gafas. De todas maneras, con la intervención el perro
puede readquirir capacidad visual. La operación de las cataratas debe ser hecha por el
especialista en clínica veterinaria.
Enfermedades de la boca
Caries
La dentadura del perro debe cuidarse desde que tiene pocos meses de vida. Sobre todo a
las razas de pequeño tamaño habrá que vigilar que no asomen los dientes nuevos antes
de la caída de los de leche (a los 4-5 meses). Si esto ocurriera, se recomienda que el
veterinario extraiga el diente viejo, pues de lo contrario se producirá una malformación
dental difícilmente corregible. Los perros, sobre todo en edad avanzada, sufren fácilmente
la carie, con fuertes dolores, dificultad de masticación, inapetencia, aliento fétido. Única
cura decisiva es la extracción del diente estropeado. A veces se forma una fístula en la
base del diente enfermo, pero se obtendrá una perfecta curación después de la extracción
y de lavados desinfectantes. En los Estados Unidos se ha intentado el empasta, como
para el hombre, pero con resultados raramente positivos, porque el animal no se presta a
la manipulación del todo, necesaria para obtener resultados que duren.
Inflamación de las encías
También el perro padece inflamación de las encías. Las causas son varias, pero muchas
veces puede depender de dientes sucios y habitualmente se asocia a estomatitis. Pueden
lavarse dientes y encías del perro después de cada comida con algodón empapado en una
solución de sal en agua hervida. En el caso de ulceración de las encías y abscesos en los
dientes, el veterinario intervendrá con inyecciones de antibióticos para reducir la
inflamación.
Estomatitis
Hemos nombrado la estomatitis. Se trata de una inflamación de la mucosa de la cavidad
bucal, con enrojecimiento y aparición de úlceras dolorosas. Puede interesar encías, lengua
y mejillas. En general es producida por causas externas como líquidos demasiado
calientes o sustancias irritantes, la caries, el tumor, y puede seguir a enfermedades del
aparato digestivo. La estomatitis primaria se cura en pocos días alejando la causa y
lavando la boca con sustancias antisépticas. Se aconseja el zumo de limón diluido en
agua, que desinfecta la boca y el intestino. Si el animal está deprimido, se le estimula con
una cucharadita de café. En los casos más graves, se le da sólo alimentos líquidos.
Piorrea
Enfermedad crónica del aparato de sostén del diente es la piorrea. Es frecuente en el perro
de edad avanzada. Se manifiesta con inflamación de las encías; después, los dientes se
mueven y caen. Puede intentarse una cura local, con lavados de tintura de yodo y
glicerina, acompañada de una cura general de sulfamidas, antibióticos y vitaminas. Si la
encía está herida, el veterinario procederá a la extracción
Papiloma
Otro trastorno que puede aparecer en la boca del perro es el papiloma. Es una
excrecencia, tipo verruga, que se forma sobre todo en la boca y difunde rápidamente a las
mejillas. Enfermedad fácilmente eliminable, ya con intervención quirúrgica, ya cauterizando
los papilomas, ya con cura médica interna. Pero el papiloma tiene carácter contagioso.
Mal aliento
Por último, el mal aliento. El trastorno es bastante frecuente en el perro y puede ser
causado por las primeras comidas a base de carne, por dientes estropeados o sucios, por
gastritis o por disfunción renal. Si el trastorno persiste, estará bien consultar al veterinario.
Enfermedades del oído
Otitis
En el perro el estremecimiento o el zarandeo de la cabeza casi siempre significa trastornos
del oído. La indisposición más común es la otitis, una inflamación aguda o crónica del oído,
que puede ser externa, media o interna. Hay también otitis parasitaria. La otitis externa,
que interesa el conducto auditivo exterior, es común en el perro, sobre todo en las razas
con orejas largas, colgantes o pelosas. Puede ser causada por cuerpos extraños o más
fácilmente por la suciedad y el cerumen acumulado en la oreja. La forma aguda se
manifiesta con dolores, enrojecimiento, secreción de líquido purulento y con particular olor.
Si se cuida a tiempo, cura bien, pero si se la descuida se convierte en otitis crónica, que
requerirá una larga y paciente cura. Por lo tanto es indispensable consultar al veterinario.
Más rara en el perro es la otitis interna, habitualmente complicación de la externa. De
hecho, los síntomas son los mismos, pero más evidentes, con la adición de dolores, fiebre
alta, a veces vértigos y convulsiones. La cura es a base de antibióticos y de higiene. La
otitis parasitaria se debe a un parásito del género de los ácaros de la tiña y es contagiosa.
Los síntomas son un violento prurito, inflamación, a veces convulsiones y crisis epilépticas.
La cura, a base de lavados médicos del conducto auditivo, da generalmente una rápida
curación; pero si se la descuida puede provocar la sordera del perro.
Sordera
La sordera sólo es frecuente en el perro viejo. Cuando se presenta, es necesario controlar
minuciosamente el conducto auditivo para establecer las causas de la sordera. La cura
será decidida por el veterinario, pero es difícil alcanzar buenos resultados en la sordera
congénita.
Enfermedades del aparato respiratorio
Resfriado
El perro está sujeto a enfriamientos y resfriados, a bronquitis y reumatismos, ni más ni
menos como el hombre. Un golpe de frío debido a corrientes de aire, a cambios repentinos
de temperatura, a la humedad, a la lluvia, pueden como mínimo provocar un común
resfriado. Se manifiesta con estornudos, flujo nasal, irritación de la mucosa nasal, por lo
que el animal frota la nariz con todo. También puede haber dificultad en la respiración; en
todo caso, el animal está decaído y no come. El resfriado o coriza se resuelve
normalmente en pocos días, pero no hay que menospreciar el trastorno, porque en los
cachorros podría ser la primera advertencia del moquillo. El estornudo es, en el perro, un
síntoma más serio que en el hombre; de ahí que si durara un día entero, convendría acudir
al veterinario. Si la nariz del perro resfriado muestra irritación, se la puede lavar
delicadamente con agua tibia, secarla y por último ungirla con aceite de oliva. Es necesario
tener al perro enfermo en un lugar cálido, sobre todo con temperatura constante y
protegido de las corrientes de aire y a dieta ligera.
Amigdalitis, Faringitis, Laringitis
El perro enferma fácilmente de amigdalitis, que causa dificultad en la deglución y a veces
vómito. Se cura con supositorios pediátricos a base de bismuto y con antibióticos, pero en
caso de repetidas recaídas e infecciones, el veterinario podrá aconsejar la operación
consistente en suprimir las amígdalas. Pero con el nombre de "mal garganta" o anginas,
pueden agruparse amigdalitis, faringitis, laringitis, es decir, inflamación de las amígdalas,
de la faringe y fondo bucal, de la laringe, que debe curarse con sulfamídicos y antibióticos
en supositorios o en inyecciones.
Gripe
La gripe del perro es diferente de la del hombre y no se transmite a éste. Se trata de una
enfermedad infectiva causada por el llamado virus filtrable, forma morbosa semejante al
moquillo, pero bastante menos grave. Puede presentarse en forma catarla que interesa a
las primeras vías respiratorias, en forma abdominal bronco pulmonar.
Bronquitis
Breve es el paso de la gripe a la bronquitis. La bronquitis, la inflamación de la mucosa que
reviste los bronquios, es frecuente en el perro y se asocia con otras enfermedades del
aparato respiratorio, como el resfriado, las anginas, el mal de garganta y a veces la
pulmonía. La bronquitis se manifiesta con malestar, inapetencia, fiebre alrededor de los 39
grados, es decir, no alta. Primero, la tos es seca; después, suelta; sigue un flujo nasal
mucoso o muco-purulento, la respiración se acentúa. Tales síntomas irán disminuyendo
poco a poco hasta la curación a los diez días. La enfermedad puede hacerse crónica, y en
este caso los síntomas serán menos intensos, pero persistirán durante mucho tiempo. Los
perros viejos, asmáticos o con enfermedades cardiacas, presentan a menudo bronquitis
crónicas, sobre todo en invierno. El perro atacado por bronquitis debe estar protegido del
frío y de la humedad. Como cura, van bien los expectorantes, los antisépticos y los
balsámicos respiratorios, calmantes de la tos; ayuda mucho la leche caliente con azúcar.
Están indicadas las sulfamidas, los antibióticos, los supositorios de resina de muguete
pediátricos: curas que deben realizarse bajo control del veterinario. Durante la enfermedad
se aconseja suministrar alimentos ligeros y fácilmente deglutibles.
Pulmonía
La pulmonía es la inflamación del pulmón causada por gérmenes diversos, a consecuencia
de enfriamiento. Es rara en el perro; normalmente es una complicación del moquillo.
Puede ser simple o doble, según ataque uno o los dos pulmones. Puede asociarse a la
bronquitis (bronco pulmonía) o a la (pleuropulmonía). Los síntomas evidentes son el
notable abatimiento, la ausencia de apetito, la fiebre alta (40º-41º), la dificultad de respirar,
la tos, el flujo nasal. La pulmonía tiene curso breve y en pocos días se llega a la curación o
a la muerte, a menudo debida a complicaciones cardíacas. Es indispensable la vigilancia
del veterinario y la cura con antibióticos. También puede tenerse pulmonía por cuerpo
extraño, provocada, por ejemplo, por el modo erróneo de suministrar las medicinas
líquidas. Una atenta y larga convalecencia después de la pulmonía es indispensable. Por
lo menos durante un mes después de la curación el perro no debe salir de casa y después
irá gradualmente entrando en la vida normal. Se suministra oxígeno al perro cuando
padece pulmonía, cuando está bajo un choc, cuando se necesita la anestesia general.
Quien posee un perro viejo, enfermo de asma o que sufre del corazón, haría bien en tener
en casa una pequeña bombona de oxígeno.
Asma
El asma se revela en una evidente dificultad en la respiración y con frecuente tos. Se da
sobre todo en los sujetos de edad avanzada, sobre todo sí son obesos o afectos de
defectos cardíacos o pulmonares (enfisema). La respiración se hace difícil en cuanto el
animal corre o sube escaleras; el enfermo alarga las patas anteriores, respira
rumorosamente, tose como para desembarazarse de algo que le molesta en la garganta.
Los perros que padecen asma son curables sólo en parte (el veterinario prescribirá
medicinas eficaces) y necesitan aire seco, alimento no abundante, vigilancia médica,
reposo.
Reumatismo
El reumatismo, articular o muscular, es frecuente en perros expuestos al frío, a la
humedad, en lugares pantanosos. Aunque al reumatismo se le reconozca una causa de
origen infectivo, es el enfriamiento lo que lo determina. Cuando aparecen los dolores, el
perro aúlla al moverse, cojea ya de una, ya de otra para (dolores vagantes), loa
articulaciones se hinchan. Habitualmente el curso es agudo y se resuelve en una semana,
salvo recaídas. La forma crónica, menos dolorosa, es más larga, fastidiosa y reaparece en
el invierno. La cura del reumatismo es generalmente local y debe realizarse bajo vigilancia
médica.
Tuberculosis
Con la pasteurización de la leche, la tuberculosis canina h desaparecido casi del todo y es
raro que el animal pueda ser contagiado por el amo enfermo, por ejemplo, comiendo las
sobras de sus comidas. Al comienzo de la infección los síntomas son de poca monta y
pasan inadvertidos. El animal se muestra apático, tiene un poco de fiebre; pero después
empieza la tos. Y una radiografía mostrará exactamente la gravedad del mal. En las
formas ligeras puede obtenerse la curación con antibióticos, una dieta sana y vida
sumamente higiénica. Pero en las formas avanzadas y difíciles se aconseja la supresión
porque la cura, además de ser larga, es de resultado inseguro
Enfermedades de la piel
Eritema
La forma más leve de inflamación cutánea es el eritema y consiste en el enrojecimiento de
la piel. Es primario si se debe a quemadura, a exceso de sol, a demasiado frío, a
reacciones alérgicas; secundario, cuando es consecuencia de otras enfermedades. La piel
se enrojece y empiezan prurito y dolor. El trastorno dura en general una horas o pocos
días y desaparece sin dejar trazas. A menudo se cura con aplicación de polvos secantes o
de pomadas a base de sulfamidas, de antibióticos, de cortisónicos, de antialérgicos.
Eczema
Pero el verdadero y frecuente trastorno de la piel del perro es el eczema, un estado
inflamatorio caracterizado por enrojecimiento, ampollas, formaciones de postillas. El
eczema, que aparece fácilmente en el perro, es habitualmente consecuencia de
autointoxicación de origen gastrointestinal, y como síntoma declara un intenso prurito,
exudación cutánea, lesiones debidas a que el animal se rasca. La enfermedad, más
frecuente en perros viejos, es a menudo tenaz y con curso variado, con recaídas. Causas
del eczema, además de la dicha, pueden ser la mala limpieza de la piel, picaduras de
pulgas o de garrapatas, lavados con jabones irritantes, falta de vitaminas, estados de
alergia. Si el eczema es de forma aguda, se obtiene la curación en pocos días; pero si
dura tiempo, serán fáciles las recaídas sobre todo en el verano y en ejemplares viejos y
obesos o particularmente predispuestos. La cura, general y local, deberá ser prescrita por
el veterinario, que tendrá en observación al animal. En período de enfermedad es
aconsejable una dieta sin carnes, a base de pescado blanco sin espinas, arroz, verduras,
un poco de queso fresco. En caso de indomable prurito, se aconseja fajar las patas del
perro para que no se hiera al rascarse. La pomada curativa podrá ser aplicada antes del
paseo de manera que el perro, distraído en la calle, no se la quite lamiéndose.
Alopecia, Seborrea, Acné
Otras enfermedades de la piel y del pelo del perro son la alopecia (pérdida y falta de pelo),
la seborrea (exagerada secreción de las glándulas sebáceas) y el acné. Es esta última una
inflamación de las glándulas sebáceas y de los folículos de los pelos, debida normalmente
a microbios que han penetrado a consecuencia de lesiones cutáneas aun mínimas, como,
por ejemplo, el frote del bozal. El acné se limita generalmente a la superficie cutánea del
hocico. Aparecen nódulos del tamaño de la cabeza de un alfiler, que supuran y se
convierten en postillas. El acné se cura con lavados de agua y jabón neutro, y con toques
de tintura de yodo y glicerina a partes iguales. También es útil la cura local con antibióticos
y sulfamídicos. En los casos más tenaces, el veterinario ordenará curas de vacunación
autógena, en forma de ungüento o por inyecciones. Cuando la inflamación de la glándula
sebácea se difunde en el tejido circundante, se tiene un furúnculo, nódulo grueso y
doloroso, con la llamada "cabeza" rodeada de pus, y en este caso la solución es
esencialmente quirúrgica.
Alergia
También el perro está sujeto a alergias, una hipersensibilidad con respecto a sustancias de
diversa naturaleza, que se manifiesta con reacciones anormales como la urticaria, el
prurito, los estornudos. Pero es rara en el perro y habitualmente es debida a defectos de
alimentación provoca eczemas y prurito. En algunos casos basta cambiar el régimen
alimenticio; en otros, el veterinario tendrá que determinar las causas de la alergia.
Enfermedades del aparato digestivo
Estreñimiento
El estreñimiento es la dificultad en liberar el intestino. Puede ser causado por exceso de
alimentación de carne o de dulces, falta de movimiento, uso excesivo de laxantes, por
próstata, por ingestión de grumos de pelo y por otros muchos motivos y por eso es
frecuente en los perros de peso y en perras de gestación. El animal se presenta inquieto,
tiene poco apetito, hace esfuerzos por liberarse. En los casos más tenaces no deberá
tardarse más de 2-3 días para hacer intervenir al veterinario. La cura se basa en
irrigaciones, laxantes, supositorios pediátricos de glicerina, sopas de verdura, aceite de
oliva y movimiento. Pero antes de suministrar medicinas resolutivas, conviene comprobar
la causa del estreñimiento.
Oclusión intestinal
La oclusión intestinal es una complicación del estreñimiento, por la que las heces no tienen
su curso normal. Puede ser causada por cuerpos extraños, bolas de pelo, parásitos o por
las mismas heces endurecidas. La oclusión puede manifestarse de repente, el perro acusa
fuertes dolores abdominales, el vientre duele cuando se la palpa, falta el apetito y aumenta
la sed, habrá vómito. No habrá más remedio que acudir al veterinario. Difícilmente hay
cura espontánea. En los casos más rápidos, se liberará al animal de la oclusión con aceite
de vaselina e irrigaciones. Pero en los casos más persistentes habrá que acudir a la
intervención quirúrgica.
Gastritis, Enteritis
La gastritis en la inflamación de la mucosa del estómago, caracterizada por dolores,
náuseas, vómito. Es frecuente en el perro asociada a la enteritis, que es la inflamación del
intestino.
Gastroenteritis
La gastroenteritis puede ser primaria o secundaria, aguda o crónica. Causas principales
son los errores en la alimentación, las comidas irregulares, los trastornos de masticación,
alimentos estropeados o indigestos, alimentos demasiado calientes o demasiado fríos,
dulces en gran cantidad, corrientes de aire. Si es el estómago el más interesado, hay
intolerancia de alimentos, sólidos o líquidos, con correspondiente vómito; si es el intestino,
habrá diarrea y fiebre. La forma aguda tiene breve duración, pero también puede ser
mortal. La forma crónica tiene los mismos síntomas, pero con menos intensidad. Se
deberá dejar al perro en descanso y en ayunas y sólo se le da de vez en cuando alguna
cucharada de agua y limón, o agua y té, o agua con manzanilla. A los perros jóvenes y
débiles puede dárseles alguna cucharada de caldo, de agua de arroz, de té, de manzanilla
y una cucharadita de café. Es importante contener el vómito y la diarrea y desinfectar el
intestino. Pasada la crisis, el veterinario dará el permiso de reanudar gradualmente la
alimentación.
Diarrea
En los casos de diarrea, el perro debe estar en reposo y ayunas durante veinticuatro
horas. Las causas pueden deberse a enfriamientos, sustos, envenenamientos,
enfermedades del tubo digestivo, y los síntomas pueden ser la señal de comienzo del
moquillo o de la enteritis. Si la diarrea va acompañada de vómito, la intervención del
veterinario debe ser inmediata.
Enfermedades del corazón
Trombosis
Es rara en el perro la trombosis, es decir, la formación de coágulos en el corazón y en los
vasos sanguíneos, por lo que los músculos de la parte atacada por trombosis no son bien
irrigados y se manifestarán disfunciones motoras. Es necesario tener al perro en reposo a
la espera de la visita médica. Con el tiempo, la circulación puede restablecerse.
Enfermedades de los riñones
Micción
La micción tiene importancia no sólo en las enfermedades renales sino también en las del
metabolismo y de la sangre. Si el modo de emitir la orina o micción aparece anormal y
fatigoso, es síntoma de estado morboso y el amo debe intuirlo. La micción puede aumentar
en modo excesivo, o disminuir, ser dolorosa, involuntaria o incluso cesar. En tales
situaciones, bien será llevar al perro al veterinario. El análisis de la orina dará útiles
indicaciones. Como hemos dicho, al perro se le saca a la calle a orinar cuatro o cinco
veces al día. Es oportuno evitar que por la noche beba demasiado, por lo que después del
último paseo es mejor quitarle del todo el agua. Es interesante saber si la micción del
macho está condicionada por un cartílago óseo que hay dentro del pene y que,
contrayéndose, deja de fluir el líquido. Tal contracción está condicionada psíquicamente
por los olores que el perro siente en la calle y así el macho, levantando una pata posterior,
orina a menudo y brevemente según su voluntad. Si la sed del perro es anormal, si bebe el
doble o el triple de lo normal sin motivo plausible, es indicio de que los riñones no filtran
bien las sustancias nocivas asociadas a la sangre y el animal busca agua para facilitar el
trabajo de los riñones. En tal situación, es aconsejable llevar el perro al veterinario para los
diversos análisis. La cura es esencialmente dietética: pescado no graso, ternero, conejo,
es decir, alimentos blancos y ligeros. Otro motivo de disfunciones renales pueden ser los
dientes estropeados prematuramente.
Diabetes
La diabetes es una enfermedad del metabolismo cuyos síntomas evidentes son el
aumento de orina y la sed casi morbosa. Además puede notarse abulia, menor resistencia
a la fatiga, adelgazamiento a pesar del gran apetito. El curso de la diabetes es largo y dura
meses. La mejor cura es la dietética: la alimentación se basará en carnes (siempre
deletéreos), las grasa, los farináceos: en cambio, hay que conceder agua en abundancia.
El perro diabético habrá de hacer vida ordenada, higiénica, con movimiento al aire libre.
Las curas médicas son las tradicionales (insulina) y se realizan con vigilancia del
veterinario.
Vivisección
La insulina es una de las rarísimas medicinas puestas a punto a través de la vivisección:
los perros sacrificados en la Universidad de Toronto han dado una contribución a la
humanidad, mientras miles de otros experimentos inútiles deben figurar en el elenco de las
crueldades.
Nefritis
La nefritis es una inflamación de los riñones debida a enfermedades infectivas o de
excesivos resfriados. El comienzo es imperceptible, pero al cabo de unos días, en las
formas agudas, se de fiebre, vómito, cólicos, emisión frecuente de orina, decaimiento. El
análisis de la orina permitirá al veterinario el diagnóstico. En unos diez días puede llegarse
a la curación, pero en las formas agudas el pronóstico es reservado. La nefritis crónica
puede tener curso bastante largo con alternativa de crisis y mejorías y el perro acabaría en
la muerte. En todo caso, es necesaria una dieta en blanco con exclusión de la carne y la
sal, a base de leche, arroz hervido, quesos frescos y un poco de hígado.
Cálculos en la orina
Los cálculos en la orina se dan sobre todo en los perros viejos. Pueden manifestar
fenómenos de nefritis si se localizan en los riñones, o de cistitis crónica, si en la vejiga. En
el primer caso el perro manifiesta dolores y a menudo se presenta en posición de orinar;
en el segundo caso, habrá trastornos en la micción y orina turbia. Pero la presencia de
cálculos urinarios en el perro no puede ser comprobada por seguridad y la diagnosis debe
ser definida por análisis radiológico. La cura médica obtiene sólo raras veces resultados
eficaces y conviene tomar en consideración la oportunidad de una intervención quirúrgica.
Para mitigar los dolores, el veterinario aconsejará inyecciones calmantes.
Cistitis
La cistitis es una banal inflamación de la vejiga, pero puede ser aguda o crónica. La
mucosa de la vejiga se ha irritado o inflamado por retención de orina demasiado larga, o
por sustancias irritantes ingeridas por el animal y después eliminadas por la orina, o por
cálculos de la vejiga o por enfriamiento: siempre a causa de gérmenes que hallan en tales
situaciones el terreno adecuado para desarrollarse. El animal enfermo hace esfuerzos para
orinar y emite con dolor sólo unas gotas, la orina es turbia y con fuerte olor. La cistitis dura
unos días normalmente, tras la cura veterinaria, se cura. Si los síntomas persisten, es
posible que el mal se establezca en estado crónico. Las curas médicas se basan en
antibióticos y antisépticos.
Próstata
La próstata es una glándula situada entre la uretra y la vejiga y su inflamación es la
prostatitis, aguda o crónica. Es enfermedad frecuente en el perro viejo de sexo masculino y
se debe a causas diversas. En el perro se aconseja la intervención quirúrgica y hay
preferencia por las curas hormónicas.
Enfermedades en las extremidades
Bolsas
Una inflamación bastante común es la de codos y rodillas, es decir, de las junturas
anteriores y posteriores. El perro debe estar en reposo y el veterinario prescribirá los
necesarios baños y compresas. En las junturas del animal puede formarse un callo; si
crece de modo anormal, es doloroso y se necesita una intervención. Si el perro no tiene
ocasión de gastar sus uñas con el movimiento, hay que cortárselas periódicamente por
parte de personal especializado en salones de aseo. Al cachorro, el mismo dueño puede
limárselas.
Enfermedades del sistema nervioso
Miedo
La sensación de miedo es fácil en el perro; el instinto de conservación lo impulsa a huir de
algo que podría dañarle. Los casos más comunes de miedo se deben a disparos de fusil,
al trueno, a los temporales, a los fuegos artificiales, a ruidos muy fuertes, a la entrada en
sitios desconocidos y silenciosos. El miedo puede ser congénito, y en este caso es de
difícil remedio, o se adquiere. En este caso, con mucha paciencia, pueden obtenerse
excelentes resultados. El miedo al arma de fuego puede remediarse disparando salvas y
teniendo cerca al perro, acariciándolo en el momento de terror, o dándole algún bocado
que le sea agradable. Y lo mismo puede hacerse con los ruidos fuertes que molestan el
sensibilísimo sentido del oído del perro.
Epilepsia
La enfermedad nerviosa más seria en el perro es la epilepsia, caracterizada por accesos
convulsos. Puede ser primitiva o secundaria. La primitiva se manifiesta en la segunda edad
del perro por causas hereditarias que han estado latentes en los primeros años de vida. La
forma secundaria puede ser causada por lesiones del cerebro, intoxicaciones o moquillo
en edad joven. También un cuerpo extraño entrado en el oído o lombrices intestinales
pueden ser causa de efectos epilépticos. En general, el acceso puede aparecer de repente
o precedido de señales de inquietud; después el perro es atacado por espasmos, se
tambalea, cae, agita las patas, echa espuma por la boca y en poco tiempo pierde la
conciencia. Al cabo de unos minutos, el perro vuelve a la normalidad, pero a menudo como
atontado. Mientras la auténtica epilepsia dura toda la vida del perro y sólo puede ser
atenuada con calmantes, la forma secundaria puede curar si desparecen la enfermedad y
la causa que la ha provocado. El perro epiléptico debe estar bajo constante vigilancia del
veterinario.
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