La política, pecado del que no se arrepiente el padre Vega Sin embargo, pidió perdón a la jerarquía eclesiástica por desacatar el Derecho Canónico y clama por un sitio donde volver a ser cura párroco El ex asambleísta Fernando Vega Cuesta –camino a los 64 años- es un sacerdote cuyo pensamiento se inscribe en la doctrina social de la Iglesia. Por eso aceptó el reto de incursionar en la política, pero luego de experimentarla, ha decidido renunciar definitivamente a ella en forma partidaria, aunque seguirá practicando y predicando el cambio por un mundo más justo y democrático. Lo que extraña es, por primera vez luego de 35 años de curato en varios lugares, hallarse vacante consigno mismo hasta que la jerarquía eclesiástica decida asignarle una parroquia. Desde junio de 2007 no ha celebrado más de tres o cuatro misas, en forma particular. 1/4 La política, pecado del que no se arrepiente el padre Vega “No fui a la Asamblea por interés personal o para cambiarme de cura a político, sino fue el colofón de 35 años de trabajo con movimientos sociales y el sueño de hacer un nuevo Ecuador a través de la Constituyente”, dice. Las bases de la Iglesia, sectores universitarios, jóvenes y ciudadanos propusieron su nombre como una alternativa ante la ausencia de un liderazgo comprometido con los intereses populares: el 93% de los sufragios para asambleístas del Azuay fue por él, el candidato con más alta votación. Él reconoce que desoyó las normas del Derecho Canónico al enrolarse en la política y asumió las consecuencias libre y responsablemente, consciente, además, de que el propio Derecho Canónico deja abiertas las puertas a este tipo de actividad de los religiosos, cuando el propósito es el bien común. Pero los católicos de derecha, las jerarquías, desaprobaron su decisión, sacando a relucir sus debilidades de la juventud y planteando denuncias ante el Nuncio primero y luego hasta Roma, para que se le sancionara por lo que consideraban escándalos que merecían el pedido público del perdón por las ofensas. “En mi conciencia estoy convencido de que no hice mal, pero reconozco que en la iglesia pueden haber miembros que consideren que yo no estaba en lo cierto y fiel al Evangelio, que dice que a quienes tengan algo en contra de uno hay que pedirles perdón, yo lo he hecho”. En efecto, fiel a los mandatos de la Sagrada Congregación, el domingo 23 de noviembre pasado hizo público un comunicado en diarios locales, pidiendo perdón por su desacato para pedir su integración regular a la vida del clero y comprometiéndose a renunciar para siempre al ejercicio de la política. En cumplimiento de la decisión del Arzobispo de Cuenca, con quien ha vuelto a dialogar intensamente luego de decidirse por el retorno a su antigua profesión de fe, se someterá a un retiro espiritual. “Un retiro no es penitencia”, dice. También tendrá que cumplir otras demandas, sobre las que prefiere abstenerse de hacerlas públicas, pues están dentro de la intimidad personal. Se confiesa contento por la bendición de dialogar con su Obispo y reconoce que hubo, de su parte, un alejamiento del pastor por no haber acudido a plantearle sus inquietudes. Pero no está arrepentido de la experiencia política, que le permitió aportar en un trabajo por el país en una forma superior a los efectos secundarios negativos que puedan encontrarse en un cura en la vida pública. No se cumplió aquello que le dijo un compañero mayor de sacerdocio, creyendo que ha de salir del “enredo” llorando como de un cuarto lleno de humo, que así es la política. Además, se cree lo suficientemente maduro para que no haya sido una novedad estar próximo al mundillo de mañas, bemoles, presiones y negociaciones de toda índole, de las que ha salido bien librado. Vega afirma que fue positivo contribuir al fortalecimiento de la libertad y la democracia. Además, “mi carácter se templó en la lucha y crecí en el dominio de las situaciones, logrando clarificar rumbos y derroteros para el trabajo del futuro”. Cree que también ha aportado con elementos positivos a favor de la Iglesia, en temas como los principios de la Doctrina Social, los derechos humanos, la defensa de la vida, sin caer en extremismos. “La Constitución no es un catecismo sino un pacto social de mínimos y no de máximos”. Por añadidura, ha aportado 2/4 La política, pecado del que no se arrepiente el padre Vega desde la visión del desarrollo alternativo, el respeto a la naturaleza, las culturas, la dignidad humana y los derechos indígenas. En definitiva, el sacerdote cree haber cumplido la misión de aportar en la búsqueda de mejores días para el Ecuador y los ecuatorianos. “Yo no soy alguien que dejó la iglesia y vuelve a la iglesia, ni un político que deja la política: siempre he sido participativo en la lucha de reivindicaciones locales y nacionales. Mi aporte en el tema de la migración en la Constituyente, es fruto de un trabajo fraguado en15 años sobre este tema”. En el futuro seguirá capitalizando la formación de ciudadanía, procurando la articulación de liderazgos, con retroalimentación, para crear espacios de intercambio de experiencias a nivel nacional y de los países de América, para la consolidación de un pensamiento político con nuevas teorías. El mundo está en quiebra y vivimos al fin de una época y al surgir de una nueva. “Los días que me dé el Señor –confiesa- los dedicaré a buscar el cambio de corazón y de mente que necesita el hombre nuevo y la sociedad nueva”. La hostia y el martillo 3/4 La política, pecado del que no se arrepiente el padre Vega todas parte Fernando del partes hermoso Vega por su vive valle altura sobre una ydepartamentos cuyo villa el que nombre al ha sur crecido de identifica la ciudad, la ciudad al barrio: al pie del desde Cuenca. edificio esa zona Vistalinda, se divisa visible de Borja, Navarra, Concilio Él licenciado estudió de Vaticano para los en jesuitas, en ordenarse La Química. IISalle en yen trasladarse 1973, la sacerdote También primaria en Cartagena, a –sin estudió ypensando España los asistir tres diócesis años acomo apero continuar seminarios, de en de colegio, Granada Murcia. los conforme estudios para yla Sagradas cambiarse superiores, la apertura Escrituras luego graduándose posterior al colegio en al arzobispo Perespata, estudios de cumplidas encontrar En 2007, 1975 en cuando una Ernesto las donde retornó México exigencias grey. incurso estuvo Álvarez. al regresó Ecuador en de cinco Su de la las ypolítica trayectoria párroco años autoridades, fue aceptado yenérgico, suspendió pasó de religiosa San después se Joaquín, le asigne la sacerdote curso inició 11 donde años una religioso. en a parroquia el de Gualaceo; barrio Ahora diócesis por Cristo donde 16 espera luego de Salvador, años volver Cuenca de que hasta un aagran de año por mayo de el Creo suya País, necesidad El sacerdote de que Alberto el Presidente de Acosta, no cambios sus puede criterios”, con tiene profundos dejar quien que dice, de se ser comentar identifica. de contraponiendo la política de política. ysu hemos la sociedad línea “Coincido tenido serena yejerció siempre con roces de el otro por Presidente estaré líder la forma en de esa Alianza Correa personal línea. en Universidad la puertas terrenos porque carpintería, ¿De qué no yimponer que ventanas vive del heredó una Azuay”, el esa de padre de del carrera sus los dice. padre. Vega? aficiones: en Además, Es la “Yo ciudad hombre vivo ahora del española de alTeología arriendo pluriempleo que que en el le tiene en futuro gusta en la bastante construcción que yde la con de arquitectura, residió la la cátedra, tiempo carga en en de la libre, el como que juventud. años, vecindario, está no profesor fabrica la dedicado estudió sobre las en la a pero el celibato Es prefiere hombre yhabía convertirse conversar franco, sincero, sobre en padre que él en yno ahora otro oculta tiempo. abuelo sus debilidades de dos nietos. humanas, Es un tema que le que llevaron no lo evade, romper 4/4