blues en movimiento

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ESTE COLECTIVO BUSCA
FINANCIAMIENTO PARA
DOS NUEVOS COMPILADOS, CON 8 BANDAS Y
MÁS DE 50 MÚSICOS DE
DISTINTOS PUNTOS
DEL PAÍS.
BLUES EN
MOVIMIENTO
Además
Salta la banca
Flema
Valentina Cooke
U2 y el spam musical
DALE Fanzine #07 - Octubre 2014
Distribución gratuita
BLUES
ARGENTO
BAJO EL NOMBRE “BLUES FEDERAL”, EL COLECTIVO BLUES EN
MOVIMIENTO GRABÓ DOS NUEVOS
DISCOS, CON 8 BANDAS Y MÁS
DE 50 MÚSICOS DE DISTINTOS
PUNTOS DEL PAÍS, QUE BUSCAN
FINANCIAMIENTO PARA SU
EDICIÓN FÍSICA.
TEXTO
FRANCO CIANCAGLINI
FOTOGRAFÍA
TATIANA DANIELE
Hay equipos de fútbol, equipos
de básquet y equipos de blues.
En realidad, hay un equipo de
blues que se conoce, acá y en
el mundo, que toma tantas
formas como él puede: la de la
música, propiamente, y la de
una escuela, una revista, una
jam, conciertos, concursos,
grabaciones y producciones.
La de un movimiento.
Equipos como éste surgieron
al calor del 2001 y terminaron
de curtirse post-Cromañón:
un combo político-musical
que obligó a pensar nuevas
formas de gestión, producción
y vida de las bandas y los
músicos. Así y ahí nace Blues
en Movimiento: “Después del
2001 la escena del blues local
se planchó, dejaron de salir
discos, dejaron de tocar las
bandas y surgió la necesidad
de generar espacios propios
para tocar”, cuenta desde las
entrañas Mauro Diana, uno de
los Mascherano del equipo y
ex compañero de jugadores
ídolos: Diana supo ser el bajista de los bluseros John Primer, Phil Guy, Lurrie Bell, Billy
Branch y otros que él llama
–cariñosamente- “los negros”,
en sus pasos por Buenos Aires.
La sede de estos conciertos
era, principalmente, el mítico
Blues Special, donde conoció
entonces a otros dos jóvenes
como él: los Gabrieles, Grätzer
y Caviaglia. Blues Special
cerraría y se mudaría a Brasil,
metáfora de la escena blusera
entonces, y este trío empezaría
a inventar su futuro.
Y el blues volvió a moverse
El Collegium Musicum es un
espacio de formación musical
ubicado en pleno Palermo,
donde fueron a parar estos
bluseros desamparados.
Convivieron como profesores de blues mientras en el
edificio se enseñaban otros
géneros, hasta que post 2001
se cortaron solos: “Fue por
una cuestión de empezar a
administrarnos independientemente”. Coparon entonces las
aulas superiores, especie de
altillos a tres pisos de escalera que ellos fueron cobrando
de vida: “Creamos la primera
escuela únicamente de blues,
con profesores de guitarra,
bajo, armónica, batería, todo”,
relata un orgulloso Diana. De
cierta fama en la escena, de
pronto se encontraron mano
a mano con pibes que daban
sus primeros pasos y a quienes
ayudaban a volar. “La Escuela
empezó a generar cada vez
más actividades: muestras de
alumnos, grabaciones. Y sin
quererlo se fue armando un
equipo para eso”. Lo pedagógico se fue entremezclando con
la camaradería y cierta necesidad: jóvenes y experimentados
tenían las mismas ganas de
tocar. “Empezamos todas las
semanas organizando jams y
después surgieron los conciertos de las bandas de los chicos
de la escuela”, enumera Diana.
El blues volvía a moverse.
En 2009 armaron un estudio
de grabación en la escuela, y
CREEMOS QUE PARA UN
DISCO DE TODO EL PAÍS
LO MEJOR ERA QUE
ESTÉ FINANCIADO POR
LA PROPIA MOVIDA DEL
BLUES, PARA COSECHAR TODO LO QUE
HEMOS GENERADO
ESTOS AÑOS”.
se pudrió todo. “Empezamos
a grabar a los alumnos, y se
fue armando la idea de hacer
discos”. En el 2011 lograron
el primer disco como Blues
en Movimiento: la idea fue
reunir a cuatro bandas que
canten blues en español (¿o en
argentino?). Participaron así El
Ciego Goffman, Marcos Lenn,
Los huesos de Gato Negro e
Easy Babies - la banda de Easy
Baby Diana- cada uno con tres
temas. “Era muy difícil que
cada banda sacara un disco por
sí misma, entonces la idea fue
dividir los gastos y hacer todos
un disco juntos. ¿Por qué no?”.
La pregunta es tan simple que
parece imposible de responder
para quienes andan mirándose
el ombligo.
Dos años después del Volumen
1 editaron el segundo disco,
todo y solo de guitarras: graba-
La web del colectivo
www.bluesenmovimiento.com.ar
ron los apellidos Ladisa, Porzio,
Fabiani, Yudchak y Verteramo.
Fue financiado y gestionado del
mismo modo que el primero:
haciendo una vaquita entre todos los artistas. Mauro: “Y además participaban muchísimos
músicos, jóvenes y no tanto,
porque la idea era inclusiva”.
El blues en todas sus formas
Los Blues en Movimiento
habían parido una fórmula, sin
saberlo: “La única forma que
encontramos fue juntarse para
hacer cosas en equipo”. Diana
analiza una combinación interesante de esta asociación:
Una que arrastra de la cultura blues: “No sé si es más
blusero ser un esclavo en
un campo de algodón o ser
un laburante ahora. A veces
cambian los explotados. Me
parece que hay algo de cierto apriete que hace que uno
quiera buscar otra salida”.
Y otra made in Valentín
Alsina: “Yo soy de allá; el
2000 lo viví acá con la gente
juntándose, en cooperativas.
Hubo que levantar un poco
la cabeza del blues y ver qué
estaba pasando alrededor. En Estados Unidos la
experiencia autogestiva e
independiente no existe. Eso
viene por otro lado”.
Los alumnos más jóvenes de
la Escuela de Blues ya venían
con este chip incorporado, y
pudieron ponerlo en práctica
gracias a Blues en Movimiento.
“Muchos se fueron sumando al
equipo para gestionar lugares,
para tocar y hacer movidas.
Hoy los ves hablar a los chicos
y tienen un nivel de gestión re
groso”, dice Diana, emocionado.
El equipo siguió creciendo en
gente –hoy son aproximadamente 12- y en movidas: en
2012 se les ocurrió hacer una
revista de blues, como si fuera
poco, y nació Blues en su Tinta.
Dicen en su primera editorial:
“Blues en su Tinta es una publicación de Blues en Movimiento
y la Escuela de blues, cuyo
objetivo es difundir la cultura
Blues en todas sus formas”.
Luego llegaron los concursos
de bandas de blues, cuyo ganador toca en el Buenos Aires
Blues Festival, y el programa
Blues en los Barrios, donde
estos bluseros llevaban su
música a distintos puntos de
Capital, exactamente hasta
este 2014: “Lo hicimos durante
todos estos años hasta que
el Gobierno de la Ciudad nos
dejó de llamar”. ¿Recorte de
presupuesto? No: “Lo llevábamos de forma gratuita, no era
una cuestión económica, lo
hacíamos todo ad honorem”. La
fórmula autogestiva: “Seguramente lo sigamos haciendo por
nuestra cuenta”.
La Selección Nacional del
Blues
La frutilla de todo este postre
tiene que ver con otra movida
urgente: los Blues en Movimiento están queriendo sacar
su tercer y cuarto disco –sí, los
dos juntos– que ya están grabados y mezclados y para los
cuales convocaron a bandas y
artistas de todo el país.
Hecho todo ya, sólo necesitan
financiar la fabricación de los
discos, y para eso apelan a
otra de las fórmulas independientes de estos tiempos: el
crowdfounding. “Creemos que
para un disco de todo el país lo
mejor era que esté financiado
por la propia movida del blues,
para cosechar todo lo que
hemos generado estos años”,
dice Diana. El proyecto puede
apoyarse en la plataforma de
Panal de Ideas y tiene jugosas
recompensas.
El Volumen 3 reúne a cuatro
armónicas argentinas y el 4
vuelve a la carga con la idea de
parecida a Blues en Movimiento; también la banda Rielar de
Escobar genera una movida
llamada Blues permanente en
la que gestionan lugares donde
tocar; y el disco viaja hasta el
Neuquén de Damián Duflós, armoniquista reconocido allá, acá
y afuera: “No solo fuimos buscando artistas, porque artistas
hay un montón. Era buscar
gente que gestione cultura, que
le ponga pila a moverse. Y lo
logramos: los ocho que están
en los discos son gestores en
el lugar donde están”.
impulsar bandas de blues en
español. Diana: “Me parece una
consecuencia lógica con lo que
venimos haciendo con Blues en
Movimiento: ir llegando cada
vez más lejos. El concepto es
que no sólo hay bandas en
Buenos Aires, sino abrir la red”.
Participan artistas de Neuquén,
Córdoba, Rosario, La Plata y
Escobar. Todos viajaron a los
estudios de Blues en Movimiento para grabar y conocerse: un esfuerzo de producción
inédito para la escena independiente. Diana: “La idea fue
que esa red se una, y que se
escuchen unos a otros”.
Por ejemplo participan los platenses de Maldito Blues Club,
que tienen una movida muy
Los discos se aglutinan bajo
un concepto rotundo: Blues
Federal. Y, por eso, no son solo
discos: “Es un movimiento. Y
no solo es un movimiento de
acá: es nacional”. Reúnen lo
mejor de los equipos de blues
de cada provincia: es la selección nacional de Blues.
El nuevo viejo blues
¿Qué proponen estos discos en
el blues hoy? Antes que nada,
la federalización y nacionalización de un movimiento que
tiene raíces foráneas pero
ya larga data en el país, con
músicos experimentados y
otros jóvenes que producen
un blues argento. También, la
emergencia y reconocimiento de artistas mujeres como
Ximena Monzón, cantante y
armoniquista, o Ana Fabiani en
el teclado de los Gin Tonics,
y hasta Emiliana Duflós, que
tiene 9 años. “Damián (Duflós,
el armoniquista neuquino)
subió un video a Facebook en
el que cantaba la nena y era
tremendo. Dije, ¿por qué no
la grabamos en el disco?”,
asegura Diana, y para hacer
justicia pone a sonar el tema
que finalmente hicieron por
los parlantes del estudio:
chequeado y confirmado que
la niña Emiliana tiene presente
y futuro blusero. Su primer
paso estará en el Volumen 3 de
Blues Federal.
Por otro lado, participan por
ejemplo los jóvenes de Gin
Tonics, en su mayoría alumnos de la Escuela de Blues,
con canciones en castellano
y cantadas por una fuerte voz
de mujer. Analiza Mauro Diana
sobre esta nueva generación:
“Lo que veo es que la Escuela
formó mucha gente que trajo
un nuevo concepto de lo que
es el blues de acá hace 20 ó 30
años, donde escuchábamos lo
que podíamos: yo iba al Parque
Rivadavia y me compraba el
casette. Hoy la información
circula de otra forma: ponés
Youtube y te escuchás a los
negros de punta a punta”. El
combo: “Los chicos tienen
mucha información y mucha
formación”.
Lo que suena, entonces, trae
aires nuevos pero también
mira de reojo a las raíces: “se
está más cercano del blues de
verdad. Hay mucha gente en
los discos que tiene un nivel
internacional”.
libros y alpargatas / mate y bizcochitos /
dvds y dulces / remeras y empanadas /
carteras y revistas / zapadillas y cds / bijou
y detergente / ropa y berenjenas de diseño /
yuyos y videos ecológicos / camisas y café
con leche / tostados y sandalias / silencio
y palabras / camisolas y media lunas /
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U2 Y UN ERROR CONCEPTUAL
LA BANDA IRLANDESA PIDIÓ PERDÓN POR LA DECISIÓN DE ENTREGAR
SU NUEVO DISCO INDISCRIMINADAMENTE, PERO EL ERROR FUE MUCHO
MAYOR AL NO COMPRENDER EL CONTEXTO.
Bono comentó que trabajaron
con Apple en el lanzamiento
de “Songs of innocence” para
todos los usuarios Mac en un
esfuerzo para buscar alternativas, ya que el acceso gratuito a
la música —ya sea por piratería
o por websites “legítimos”
como YouTube— dificulta cada
vez más el negocio.
La esperanza de la banda con
este lanzamiento digital era
presentar un producto “irresistible y excitante para los fans que
los llevará a comprar música,
tanto los tracks como los discos
completos”, declaraba Bono
Bono. Foto de archivo: Moritz Hager
a la revista Time. “El objetivo
no es que U2 venda más, sino
principalmente ayudar a los
artistas menos conocidos en la
industria, que no logran ganar
dinero como nosotros con los
shows”.
aspecto más atractivo en el arte
de un disco, donde se podrán
ver las letras, ver fotos, videos…
y todo mientras vas viajando en
un subte con tu iPad”.
Bono parecía ponerse una
vez más en ese papel de
pacificador y líder de los más
necesitados, ahora musicalmente hablando. “Va a ser muy
interesante para el negocio”
—anunciaba en Time— “un
formato interactivo audiovisual
para la música, que no puede
piratearse y recuperará el
Y el problema no es el spam de
entregar el disco a millones de
personas aunque no lo hayan
pedido (por lo que salieron a
pedir disculpas). En todo caso,
esta estrategia errónea de marketing no fue el mayor yerro.
Nada sería más erróneo.
Se trata de un error conceptual:
si estás usando una pantalla, la
música compite con prácticamente todas las demás acciones que esa pantalla puede
hacer. Con suerte el usuario
escuchará algo de música y
lo máximo a lo que se podría
aspirar es a que esas canciones
suenen de fondo a otra aplicación, siempre y cuando ésta no
necesite también del sonido.
Está claro que la industria busca formatos multimedia interactivos para competir con esas
tendencias, pero no parece que
tengan demasiadas posibilidades de éxito. Las ventas siguen
cayendo rápidamente a medida
que los usuarios se pasan a
servicios de streaming.
Los discos parecen tan interesantes como las revistas.
Las canciones sueltas y las
notas mataron a sus respectivos “contenedores”. Es algo
concreto de los dos lados del
mostrador: la gente no escucha
álbumes completos y las
bandas los producen cada vez
menos.
Geberar estos supuestos
“nuevos formatos interactivos”
cuestan una fortuna: son necesarios fotógrafos, diseñadores,
programadores, animadores…
para recién ahí empezar a vender. El punto que esgrime Bono
—ayudar a las bandas chicas—
es absolutamente ridículo:
los artistas independientes no
podrían enfrentar masivamente
esos presupuestos.
A todo esto hay que sumarle
que Apple ya no tiene el poder
que tenía antes, de asegurar
el éxito con estos formatos
propietarios. Hoy en día el mercado es muy diverso, con otros
productos similares.
El usuario final no termina de
valorar demasiado los extras.
La gente es atraída por la
música en sí misma y por la
facilidad de escucharla de la
manera que quiera. Y punto.
Cuando todos volvimos a
comprar en CDs los álbumes
que teníamos en cassettes o
vinilos lo hicimos porque el
sonido era mejor y porque la
forma de escuchar era más
cómoda y portable. Es decir, el
soporte era superador de los
predecesores. Difícilmente los
usuarios se vuelquen de por
sí hacia nuevos formatos de
audio, aunque ofrezcan mejor
calidad de sonido que el mp3,
porque es una diferencia casi
imperceptible en la enorme
mayoría de los auriculares. Si
se los obligara a elegir entre
calidad de sonido y practicidad,
la gente va a preferir siempre
ésta última opción.
Por último, llegamos a la afirmación “música que no pueda
ser pirateada”. ¿En qué década
estamos? Hace rato que
debiéramos haber abandonado
esta discusión. La mal llamada
piratería no es el problema real
de la industria, y nunca lo fue.
En el año 2007 Steve Jobs
escribió el artículo “Thoughts
on Music” para meterle presión
a las grandes discográficas
y lograr que lo autorizaran a
vender música sin DRM. Cierto
es que Jobs también estaba
tratando de consolidar su tien-
da iTunes y ésta era una buena
estrategia comercial, pero tenía
el sentido común de su lado:
“sin DRM podemos imaginar
un mundo en el cual se podría
escuchar cualquier canción en
cualquier reproductor, comprada en cualquier tienda. Ésta es
claramente la mejor alternativa
para los consumidores. ¿Y por
qué las grandes compañías debieran liberar esta restricción?
Por una razón muy simple: el
DRM no ha servido para detener
la piratería”.
Su estrategia terminó imponiéndose: los tracks comenzaron a venderse sin DRM y
no fue el fin del mundo. No
se potenció la piratería y todo
siguió más o menos como era
entonces, sólo que más cómodo para el cliente.
Ahora, que todos nos acostumbramos a la música sin DRM,
sería un grosero error volver
el tiempo atrás y vender estos
formatos que únicamente
funcionan en un dispositivo
determinado. Ya es lo suficientemente difícil conseguir que la
gente compre música… ¿vamos
a complicársela con estas
cuestiones técnicas?
Dale Fanzine #07 - octubre 2014
Dale es una publicación
de Tribu Tierra S.A.
ISSN 1853-5941
Esta revista llega a vos gracias al
trabajo de Catriel Remedi, Cristian Dentone, Franco Ciancaglini,
Nancy Hougham, Tatiana Daniele
y Diego Gassi.
Editor responsable: Diego Gassi
Contacto comercial
info@mediabrokers.com
(011) 4861-1721
SALTA LA BANCA
“ HICIMOS UN DISCO CON PALABRAS
QUE NADIE DICE”
ANTES DE DEBUTAR EN EL LUNA
PARK, LA BANDA REPASA EL
CRECIMIENTO DE SUS DISCOS Y EL
POR QUÉ DE ESE FENÓMENO TAN
MASIVO QUE HAN LOGRADO DESDE
LA AUTOGESTIÓN.
TEXTO
En siete años pasaron de
Makena al Luna Park con
campos agotados. ¿Qué
aportó Salta la Banca para
generar ese crecimiento
continuo?
NANCY HOUGHAM
FOTOGRAFÍA
GENTILEZA DE LA BANDA
Santi: La realidad es que
sin el apoyo de la gente no
hubiese pasado todo esto, y no
es un cliché. Nosotros somos
independientes y la banda
trascendió porque el público
lo fue compartiendo. En otro
orden de cosas uno termina
pareciendo un megalómano, porque tiene que andar
diciendo cómo es posible en
siete años hacer un Luna Park.
Sobre todo siendo una banda
autogestionada, porque si
hubiésemos sacado un primer
disco a través de una discográfica se entendería el exitazo
rotundo.
Respecto a la pregunta sobre
nuestro aporte al rock, todavía
seguimos siendo parte de
la recurrente discusión: si
realmente hacemos rock o no.
Yo creo que hoy sí, y que los
últimos dos discos de Salta La
Banca nos posicionan en ese
circuito. Pero más allá de eso,
pienso que aparecimos en un
marco político muy importante
diciendo cosas que quizás no
se escuchaban con mucha
intensidad y nosotros vinimos
a romper ese estado.
Beto: A mí me parece importante también el hecho de
generar un producto genuino.
La gente que va a nuestros
shows no espera más que
lo que pinta hacer arriba del
escenario. Pasamos por todos
los estados, incluso podemos
tocar un tema bien al palo y
después una cumbia. No hay
nada ficticio y creo que es algo
que se necesita en lo artístico. Mismo en la comedia, las
cosas más divertidas son las
espontáneas y es clave que
haya esa frescura.
“Nos decían que éramos los
Arjona del rock y que hacíamos letras para minitas”,
afirmaban en una entrevista
del 2012. Ese argumento
en la actualidad vendría a
romperse con “Visceral”.
Santi: Tenía mucha lógica que
nos quisieran pegar por ese
lado y es peyorativo. No quiero
poner a Arjona en un lugar de
mierda, porque no es el tema
de discusión, pero en realidad
si querían decir que hacíamos
rock de historias y que podía
ser algo tibio, lo aceptamos.
Pero los abordajes que planteábamos no eran tan maricones: yo tenía mi banda en ese
momento y Salta La Banca se
formó de las limitaciones que
vivimos en los otros proyectos.
Beto: Vos podés sacar “Copla”
o hacer el próximo disco sobre
la masacre a los aborígenes
y la gente que nos bardea lo
va a seguir haciendo. Eso no
va a cambiar y no nos importa (risas). Como dicen los
jugadores: “uno responde en la
cancha” y nosotros hicimos un
disco con palabras que nadie
dice.
¿En qué etapa los encontró
“Visceral”?
Santi: Una etapa buenísima.
“Copla” salió en diciembre y
en junio ya entramos a grabar
este último disco. O sea que
estábamos super metidos y
esa energía permitió que todo
fluyera de una manera super
expeditiva.
La parte rockera de “Visceral”,
para mí, está alucinante y la
otra salió como pudimos. No
somos justamente una banda
de música latinoamericana, lo
que sabemos hacer es rocarol.
Por eso el peyorativismo del
que hablábamos antes nos
hincha un poco los huevos.
Yo creo que el que realmente piensa que no hacemos
rocanrol, o que no podemos
hacerlo, se encuentra entre
dos situaciones: o no escuchó
“Heidi” o probablemente esté
sumido en una subjetividad de
la que no puede salir.
Beto: En mi caso, me encontró terminando de definir un
montón de cuestiones de audio
y me ayudó mucho a poder
consolidarlo. Fue un momento
muy intenso y un año movido
porque grabamos un disco con
el Malvinas ya en la cabeza.
Uno trata de aprovechar todo
eso para volcarlo en lo artístico y me parece que se nota
bastante.
Teniendo en cuenta los tiempos y el proceso que implica
grabar un disco, ¿escuchan
sus temas en los tiempos
libres?
Santi: Yo no puedo escucharlos porque me vuelvo loco.
Beto: Yo dejo de escuchar
discos cuando empiezo a tener
los audios de los vivos. De
esa manera puedo ver cómo
la canción toma su lugar y se
desarrolla ante el público. En
el estudio uno quizás tiene
más libertades y en el vivo es
donde tratás de volcarlo de
otra forma. A nosotros nos
gusta jugar en ese momento y
me seduce más que escuchar
el disco.
Hay bandas que sueñan toda
su vida con tocar en El Luna
Park y ustedes ya llegaron a
eso. ¿Cuál sería el próximo
desafío?
Beto: A mi personalmente me
encantaría tocar en una cancha de fútbol, la que sea. Hace
mucho que no pasa eso en el
rock nacional, más que nada
refiriéndome a bandas nuevas,
y creo que sería un desafío
muy grande que a la larga
vamos a terminar haciendo.
FLEMA
MÁS VIGENTE QUE NUNCA
FERNANDO ROSSI SE PUSO A CUESTAS UNA CRUZ: LA DE LLEVAR ADELANTE UNA BANDA QUE ES RECONOCIDA
EN TODAS PARTES DEL MUNDO. CÓMO ES EL NUEVO DISCO, LOS PRO Y LOS CONTRAS QUE ATRAVESÓ EL GRUPO
LUEGO DE LA MUERTE DE RICKY.
TEXTO
CRISTIAN DENTONE
FOTOGRAFÍA
GENTILEZA DE LA BANDA
¿Cómo es “No nos rendimos”, el nuevo disco?
Queremos que sea el “Back In
Black” de Flema. En otras palabras, van a poder encontrar
a la banda de siempre, pero
renovada. Nos sumergimos en
nuevos estilos que quizás no
habíamos probado antes y fue
un progreso. Convengamos
que hay nuevos compositores,
nuevos músicos en esta etapa.
En cuanto a la grabación, si
bien nosotros teníamos un
plan de grabarlo en un estudio,
surgió la invitación de Mario
Pergolini de grabarlo ahí, con
Maikel de productor. Por suerte, nos dieron nuestro tiempos
para grabarlo, nada a las apuradas. Hubo varios retrasos,
pero pudimos salir adelante.
Tienen invitados más que
especiales.
En el disco hay varios invitados
de la talla de Luciano Napolitano, Pepe Carballo (antiguo
baterista de Flema que grabó
desde Madrid), también Fernando Cordera, que nosotros lo
sentimos uno más de la banda
(fue el primer cantante de la
banda antes de Ricky y grabó
las canciones de “Invasión 88”).
Maikel toca en algunos temas,
Bruno de La Cardone, Neke de
The Hígado, Gustavo de Mala
Vida, Dokho de Lujuria… no
buscamos grandes figuras, se
fueron dando solas. Lo de Luciano fue muy loco: estábamos
en un estudio y justo coincidimos, como en otras oportunidades con otros músicos. Lo
agarramos y le dijimos: “vení
grabá, no podés faltar en esta
oportunidad”.
¿Por qué “No nos rendimos”?
Surge de un tema de la banda
que descubrí con la vuelta de
Juan (Fandiño, fundador de
Flema.). Yo a él no lo había
tratado mucho. Si bien yo
toco hace muchos años, en la
curiosidad conversando de cuál
era el primer tema de la banda,
resultó siendo éste, que termina siendo el nombre del disco.
Sumado a eso, el mensaje era
mucho más profundo ante
la mirada de todos: “No nos
rendimos” es claro, la banda se
encuentra lejos de disolverse,
de caerse.
¿Qué predomina en este
nuevo trabajo?
El trabajo es lo que resalto
de todo esto. Se tardó mucho
tiempo, invertimos muchas
horas, porque es lo que a uno
le gusta, pero es un proceso
de dos años desde que se
compusieron los temas. Se
ensayaron, se demearon y todo
lo común en la producción y
creación de un disco.
¿Encontrás alguna diferencia entre lo que eran y lo que
son ahora?
Sí, siempre hay diferencia
porque cambian los compositores y principalmente, el paso
del tiempo, la edad. Intentamos
mantener la filosofía del grupo
a la hora de componer, escribimos en función de la banda.
A mí me gusta mucho el rock,
pero no puedo hacer una letra
en base a ese estilo porque es
romper con la columna vertebral de lo que es el nombre y la
esencia.
¿Renegás de ser quien se
encargó de llevar adelante la
banda?
Hace doce años que falleció
Ricky y once y medio que me
vienen puteando. Desde antes
de que agarre el bajo con
Topos (una banda líderada por
Rossi luego del fallecimiento
de Ricky Espinosa), así que
me preparó mucho en que no
podés guiarte por los comentarios. Más allá de que no está
bueno, en definitiva es una opinión negativa sobre lo que uno
está haciendo.Tampoco podés
hacer lo que la gente que te
tira mierda te pide que hagas:
rendirte o no tocar más. De
alguna manera, uno se agarra
de la gente que te apoya. Fue
difícil en su momento; hoy es
para mí un tema superado.
En el tema particular de
frontman siempre quise que la
banda no fuera con un líder en
la escena. Desde que falleció
Ricky pensé que la responsabilidad tenía que repartirse un
poco más, porque no hay un
Ricky, yo no soy como él arriba
del escenario, que se movía,
que interactuaba con la gente.
Yo estoy con instrumento...
parado no puedo hacer lo que
hacía él. Me sacaría de mi personalidad. Entonces, el grupo
se enfocó de una manera, que
el protagonismo se divida un
poco más.
¿Cómo ves la escena punk
hoy en día?
Yo no creo que hubo un recambio. Las bandas que estamos
ya salimos hace muchos años:
desde hace veinticinco años
seguimos siendo los mismos
grupos sobre los que las generaciones posteriores eligieron
para seguir. Creo que bandas
como Mal Momento, Sin Ley,
Katarro Vandáliko, Cadena
Perpetua, Attaque 77 y Flema
fuimos las que marcamos un
camino en este género y a
partir de ahí lo demás es todo
muy similar. Creo que no hubo
nada nuevo que haya trascendido. Pueden haber bandas que
hagan algo distinto y bueno,
pero no con la suficiente personalidad como para marcar un
rumbo distinto en todo ésto.
VALENTINA
COOKE
DESAFÍA LAS BASES DEL HIPHOP
EN SU BÚSQUEDA POR PLASMAR
LA FIDELIDAD DEL NUEVO DISCO.
TEXTO
NANCY HOUGHAM
FOTO
GENTILEZA DEL ARTISTA
¿Cuál es el concepto del
disco “Amor y miedo”?
Valentina: El género que
domina el disco es el Hip Hop,
pero la realidad es que tiene
muchas influencias musicales.
Hay desde un dubstep hasta un
tema más rockero o un soul;
y al igual que el primero tiene
sus raíces en la música negra.
Una de sus diferencias más importantes entre ambos es que
“Amor y miedo” aborda el lado
más urbano y agresivo. A nivel
lírica va variando el mensaje,
pero en líneas generales busca
transmitir la disconformidad
del sistema y situaciones propias del ser humano.
El Hip Hop es quizás uno de
los géneros menos desarrollado en nuestro país. ¿Por
qué lo elegiste?
Valentina: En mi casa siempre
se escuchó música de afuera,
porque mi viejo es inglés, y
yo particularmente lo elegí
porque siento que es algo
que me representa. Lo mamé
desde la adolescencia y continúo escuchándolo de grande.
No busco hacer un género que
funcione, sino que sea sincero
para mí. Después iré abriendo
caminos por donde haya y la
gente decidirá si funciona o no.
¿Cuánto tiempo les llevó la
grabación?
Valentina: Lo hicimos en dos
etapas. La primera, a fines del
2012 cuando arranqué a grabar
algunas voces y a terminar
las maquetas de las bases.
Me metí de lleno a grabarlo el
invierno del año pasado y salió
a la calle en julio. O sea que
fueron diez días de trabajo intenso, de los cuales tres estuvimos en el estudio de los hijos
de Miguel Cantilo para hacer
las voces. Lo terminamos de
mezclar en Apache Rec, que es
el estudio de Gaspar y Pecho,
así que el proceso total habrá
durado un mes, porque ya lo
venía laburando hacía tiempo.
¿Cuál fue la primera impresión cuando lo escuchaste
terminado?
Valentina: Una satisfacción
enorme. Sentí que tenía un
disco que me representaba y
podía escuchar precisamente
lo que buscaba expresar.
Anunciaron la presentación
oficial pero el disco ya lleva
un tiempo en las calles.
Valentina: Sí, la realidad es
que yo no había hecho una
presentación oficial en Capital,
porque al ser un disco más
electrónico me resultaba
difícil plasmarlo tal cual era
con la banda en vivo. De todas
maneras, cuando salió hice una
pequeña gira por el sur, donde
recorrí con un power trío la
zona de Bariloche, Esquel y El
Bolsón, e hicimos una versión
del disco muy rockera. Este
año creamos un nuevo formato
de presentación en vivo Sound
System, que no lo habíamos
hecho hasta ahora porque me
resultaba un poco frío sin músicos en escena. Lucas Honighman, baterista de Las Manos
de Filippi, me ofreció tocar
las bases; y Fátima Requena
también me acompañó para
poder hacer la presentación de
este formato.
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