Bustos Jaimes I, Castañeda Patlán C, Oria Hernández J, Rendón Huerta E, Reyes Vivas H, Romero Álvarez I, (eds). Mensaje Bioquímico, Vol XXXII. Depto de Bioquímica, Fac de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México. Cd Universitaria, México, DF, MÉXICO (2008). (http://bq.unam.mx/mensajebioquimico) (ISSN-0188-137X) BIOLOGÍA MOLECULAR DE ROTAVIRUS: UNA MIRADA A TRAVÉS DE LA INTERFERENCIA DE RNA Margarito Rojas, Camilo Ayala-Breton y Susana López* Departamento de Genética y Fisiología Molecular. Instituto de Biotecnología/ UNAM Av. Universidad, 2001, Col. Chamilpa, Cuernavaca, Morelos, 62210 *susana@ibt.unam.mx Resumen Los rotavirus son el agente etiológico mas importante de gastroenteritis infantil, siendo responsables de alrededor de 600,000 muertes al año en todo el mundo. Recientemente han salido al mercado dos vacunas para la prevención de la diarrea severa causada por estos virus, pero la experiencia con la primera vacuna contra rotavirus, que tuvo que ser retirada del mercado un año después de su liberación, debido a que se encontró una posible asociación con intususcepción, nos ha dejado claro que es necesario conocer profundamente la biología de estos virus para poder diseñar estrategias preventivas y/o terapéuticas que nos permitan contender con la infección causada por estos virus. Los rotavirus están formados por tres capas concéntricas de proteína que envuelven al genoma viral que consta de once segmentos de RNA de doble cadena. Este genoma tan particular ha sido uno de los obstáculos mas importantes para hacer mutantes sitio dirigidas en cada uno de los genes virales y estudiar su función. Recientemente se ha descrito un nuevo proceso en biología, la interferencia de RNA (RNAi), que consiste en el silenciamiento secuencia-específico de genes a través del apareamiento de pequeños RNAs (siRNAs o microRNAs) con RNA mensajeros específicos, lo que dirige su degradación y por lo tanto, la falta de expresión de la proteína que codifican. En nuestro laboratorio hemos empleado exitosamente la RNAi para silenciar la expresión de cada una de las proteínas de rotavirus, lo que nos ha permitido conocer las funciones de estas durante la infección. En este trabajo, presentamos algunos de los hallazgos con los que nos hemos encontrado al utilizar esta metodología. Palabras clave: Rotavirus, gastroenteritis viral, RNA de interferencia, morfogénesis viral, silenciamiento génico. 149 MENSAJE BIOQUÍMICO, Vol. XXXII (2008) Abstract Rotaviruses are the single most important agent of acute severe gastroenteritis in children worldwide. It has been estimated that they are responsible for about 600,000 deaths annually. Two new vaccines against these viruses have been released recently, however the previous experience with the first human rotavirus vaccine, which had to be withdrawn from the market after the finding of a possible correlation of vaccinated children with intussusceptions, has made clear the need for a deep knowledge of the biology of rotaviruses to be able to design novel preventive and/or therapeutic measures against the infection caused by these viruses. Rotaviruses are formed by three concentric layers of protein which surround the viral genome composed of eleven segments of double stranded RNA. The genome of these viruses has not been amenable to reverse genetics and thus the biochemistry and molecular characterization of the genes of this virus have been limited to a few mutants that have been isolated. Recently, a new phenomenon in biology has been described; the RNA interference (RNAi), this is a sequence-specific process by which small fragments of double stranded RNA hybridize with the corresponding mRNA and direct its degradation, with the consequent silencing of the expression of the protein encoded by it. In our laboratory, we have used RNAi to silence the expression of each of the rotavirus proteins to study their function and the effect of their absence during the infection. In this manuscript we describe some of the findings that we have encountered using this methodology to study the molecular biology of rotaviruses. Keywords: rotavirus, viral gastroenteritis, RNA interference, viral morphogenesis, RNA silencing. Introducción Rotavirus Las gastroenteritis infecciosas agudas son la causa más frecuente de morbilidad y mortalidad en niños menores de cinco años en los países en desarrollo, con alrededor de mil millones de episodios diarreicos y entre cuatro y cinco millones de muertes por año. Los rotavirus del grupo A son la causa principal de las diarreas deshidratantes severas en niños menores de dos años, y se ha estimado que una vacuna efectiva contra estos virus podría evitar cerca de 600,000 muertes de infantes cada año [1]. Resulta interesante notar que, aunque la mortalidad debida a las infecciones por rotavirus es mucho mayor en países en desarrollo que en países desarrollados, la frecuencia de infección es muy similar en todo el mundo. Ya que los rotavirus juegan un papel tan importante en las enfermedades diarreicas infantiles, y debido a que incluso niveles de higiene avanzados no son capaces de controlar significativamente las infecciones por estos virus, existe un interés considerable para desarrollar estrategias efectivas de vacunación y/o terapéuticas. Recientemente se aprobaron dos vacunas vivas atenuadas contra rotavirus y a finales del 2007 se inició la aplicación de una de estas vacunas en México. Sin embargo, la experiencia previa con la primera vacuna de rotavirus, que fue autorizada en Estados Unidos en 1998 y que fue retirada del mercado al año siguiente debido a una posible correlación entre la aplicación de esta vacuna y la aparición de intususcepción en niños vacunados [2], ha reforzado la idea de que es necesario desarrollar estrategias alternativas para la inducción de protección contra estos virus. Es fundamental para este desarrollo el conocimiento básico de los mecanismos moleculares por los cuales los rotavirus interaccionan con su célula huésped. 150 Rojas y cols. Estructura Los rotavirus del grupo A, miembros de la familia Reoviridae, son virus no envueltos que tienen aproximadamente 100 nm de diámetro. El virión maduro está compuesto por tres capas concéntricas de proteínas que engloban al genoma viral, el cual consta de once segmentos de RNA de doble cadena (dsRNA) (Figura 1). La capa más interna del virión está formada por 60 dímeros de la proteína VP2, que rodea al genoma del virón y de pequeñas cantidades de la RNA polimerasa VP1 y de la guanilil-transferasa VP3. Doscientos sesenta trímeros de VP6, la proteína más abundante del virión, constituyen la capa intermedia. La capa más externa está formada por dos proteínas, VP4 y VP7. La superficie lisa del virus está compuesta por 780 copias de la glicoproteína VP7, organizada en forma de trímeros, mientras que 60 espículas, formadas por VP4, se proyectan hacia el exterior de la superficie viral [3]. La proteína VP4 tiene funciones esenciales en el ciclo de vida del virus, incluyendo la unión al receptor y la penetración a la célula que infecta; por lo tanto, las propiedades de esta proteína son determinantes importantes del rango de huésped, virulencia, tropismo, e inducción de inmunidad protectora [3]. El papel de VP7 durante las primeras interacciones del virus con la célula no es muy claro, aunque se ha demostrado recientemente que esta proteína interacciona con la superficie celular en eventos posteriores a la unión inicial [4]. Figura 1. a) Diagrama de la partícula viral madura (TLP) con sus tres capas; b) Electroforesis del genoma viral; c) Proteínas marcadas de células infectadas (+), o no (-) con rotavirus. Después de unirse a la superficie de la célula, el virus penetra la membrana plasmática durante el proceso de entrada. Esta penetración se incrementa y muy probablemente depende, del tratamiento del virus con tripsina. Este tratamiento proteolítico resulta en el corte específico de VP4 en dos polipéptidos de menor peso molecular, llamados VP8 y VP5 [5]. Los rotavirus tienen un tropismo muy específico, ya que únicamente infectan las puntas de las vellosidades del intestino delgado, esto sugiere que deben existir receptores específicos que permitan su entrada a la célula huésped. In vitro, estos virus también muestran un tropismo restringido ya que, aunque pueden unirse a la superficie de una gran variedad de líneas celulares, sólo son capaces de infectar eficientemente aquellas derivadas de epitelio renal o intestinal. Este tropismo es debido, cuando menos en parte, a la interacción del virus con sus receptores celulares; aparentemente, la entrada de estos virus a la célula huésped es un proceso que se lleva a cabo en varios pasos, en el cual están involucrados diferentes dominios de las proteínas de superficie del virus, así como varios receptores celulares, que incluyen a las integrinas a2b1, a4b1, axb2, avb3 y a la proteína hsc70 [6]. Además de estas proteínas, se ha sugerido que las balsas lipídicas (microdominios ricos en colesterol y esfingolípidos) tienen un papel importante en la infección [7]. Aun se desconoce la vía de internalización del virus, aunque se ha propuesto que podría ser a través de endocitosis dependiente de balsas lipídicas o mediante un mecanismo de penetración directa a través de la membrana plasmática [8]. 151 MENSAJE BIOQUÍMICO, Vol. XXXII (2008) Ciclo replicativo Durante el proceso de entrada, la partícula viral pierde las proteínas de la capa externa y se activa la trascripción que depende de la RNA polimerasa viral (VP1) (Figura 2). Los transcritos virales recién sintetizados tienen dos funciones; por una parte funcionan como mRNAs que dirigen la síntesis de las seis proteínas estructurales (VP1-VP7) y las seis proteínas noestructurales (NSP1-NSP6) del virus [3] y por la otra, sirven como templados para la síntesis de la cadena negativa (que es complementaria al mRNA) y da lugar al RNA de doble cadena (dsRNA) que constituye el genoma viral [9]. Una vez que se acumula una masa crítica de proteínas virales, de 3 a 4 horas después de la infección, se forman en el citoplasma celular estructuras electrodensas llamadas viroplasmas (Figura 3), en donde se ha propuesto que se lleva a cabo la replicación del genoma viral. En estas estructuras también se ensamblan las partículas de doble capa que posteriormente geman al interior del retículo endoplásmico y adquieren durante este proceso la tercera capa protéica, dando lugar a la partícula madura [10,11] (Figura 2). Las proteínas NSP2 y NSP5 son esenciales para la formación de los viroplasmas, ya que en ausencia de cualquiera de ellas no se forman estas estructuras y el ciclo replicativo del virus se interrumpe [12,13]. Figura 2. Ciclo replicativo de rotavirus. El virus interacciona con sus receptores en la superficie de la célula y penetra por un mecanismo aun desconocido. En el interior de la célula se activa la transcriptasa viral y los mRNAs dirigen la síntesis de proteínas virales. Las proteínas se acumulan en estructuras llamadas viroplasmas donde se replica el RNA viral y se ensamblan las partículas de dos capas (DLPs) para proseguir la morfogénesis en el retículo endoplásmico. Poco tiempo después de su entrada, el virus se apodera de la maquinaria de síntesis de proteínas de la célula, de modo que la mayoría de las proteínas que son sintetizadas durante la infección son las proteínas virales y la síntesis de proteína celular se ve casi abatida completamente (Figura 1C). Los mRNAs virales tiene una estructura Cap- en el extremo 5’, pero a diferencia de la mayoría de los mRNAs celulares, no contienen poli-A en el extremo 3’, y en su 152 Rojas y cols. lugar, tienen una secuencia consenso (GACC3’) que está conservada en los once segmentos del RNA viral [9]. Figura 3. Célula infectada con rotavirus. En verde se tiñeron las fibras de actina, en azul los núcleos y en rojo los viroplasmas utilizando un anticuerpo contra la proteína NSP2. Replicación En los viroplasmas, o fábricas virales, es donde los mensajeros virales cumplen su segunda función, servir como templado para la replicación del genoma. La serie de eventos necesarios para este proceso no se conocen completamente, sin embargo, se han descrito complejos de RNAs con proteínas virales que han sido propuestos como intermediarios de replicación (IRs). La unidad mínima está formada por las proteínas VP1 y VP3 en asociación con el mRNA. El siguiente intermediario se define como el pre-core, en el que además de VP1 y VP3, se añaden las proteínas NSP2 y NSP5, las cuales probablemente ayudarían a un proceso activo de entrada del mRNA hacia el interior del core, al que se ha agregado VP2; es en estos IRs donde se lleva a cabo la replicación del genoma viral. Posteriormente, VP6 se ensambla sobre el core, para formar a la partícula de dos capas o DLP, la cual ya contiene los elementos necesarios para llevar a cabo una nueva ronda de transcripción del genoma [9]. La falta de un sistema eficiente de genética reversa para rotavirus ha hecho muy complicada y limitada la investigación acerca de la función de cada una de las proteínas virales durante el ciclo replicativo del virus. Recientemente, se ha utilizado el sistema de interferencia de RNA como una alternativa para inhibir de manera específica la traducción de cada una de las proteínas virales y analizar el fenotipo resultante en células infectadas. Interferencia de RNA En los últimos años hemos presenciado la implementación de una nueva tecnología que promete revolucionar la manera en que la investigación post-genómica se llevará a cabo, y el campo de la virología está incluido en esta revolución. Esta nueva tecnología esta basada en un fenómeno biológico recientemente descrito, al que se la ha llamado interferencia del RNA (RNAi), silenciamiento de RNA, o silenciamiento génico postranscripcional. Este es un fenómeno conservado evolutivamente que se encuentra en hongos, plantas y animales. La interferencia del RNA es un proceso de respuesta al RNA de doble cadena (dsRNA) en el que se silencia, de manera específica, la expresión del gene que tiene identidad con el dsRNA [14]. Originalmente, el sistema de RNAi fue descubierto en plantas y hongos al encontrar que, la introducción de genes quiméricos involucrados en la producción de pigmentos, resultaba paradójicamente en la producción de plantas y hongos sin color. Estos resultados parecían 153 MENSAJE BIOQUÍMICO, Vol. XXXII (2008) indicar que la introducción de un gene extra inhibía la expresión del gene endógeno [15,16], a este fenómeno se le denominó silenciamiento postranscripcional de genes (PTGS por sus siglas en inglés). Posteriormente en 1998, A. Fire y C. Mello [17], encontraron que la introducción de fragmentos de dsRNA, pero no de cadena sencilla, al gusano Caenorhabditis elegans causaba la inhibición de la expresión del gene que presentaba identidad en secuencia con el dsRNA introducido. A este fenómeno le llamaron interferencia de RNA (RNAi), descripción que les valió ganar el premio Nobel en el 2006. Más tarde, gracias a la contribución de varios grupos de investigación, se demostró que en el interior de las células, las moléculas largas de dsRNAs eran cortadas en fragmentos pequeños de 21 a 25 nucleótidos, estos fragmentos fueron denominados RNAs interferentes pequeños (siRNAs, por sus siglas en inglés small interfering RNAs) [18-20]. Actualmente se sabe que estas moléculas median el proceso de RNAi. A partir de entonces, el sistema de RNAi empezó a ser utilizado como herramienta biológica para apagar la expresión de genes de plantas, nemátodos y otros organismos. Fue mas difícil demostrar la existencia de este fenómeno en células de vertebrados, ya que en éstas, los dsRNA de mas de 30 pb de longitud activan la respuesta de interferón, lo que lleva a una inhibición inespecífica de la síntesis de proteína celular y a la degradación, también inespecífica, de todos los mRNAs de la célula; este es un mecanismo que las células de mamífero han desarrollado como defensa ante las infecciones virales. Afortunadamente, el grupo de T. Tuschl encontró que la introducción de 21 meros de dsRNA a células de mamífero en cultivo, escapa a la respuesta del interferón y es capaz de inducir la inhibición secuenciaespecífica de la expresión de un determinado gene, sin afectar la síntesis del resto de las proteínas celulares [18]. Esta observación ofreció la gran oportunidad de utilizar la RNAi para estudiar la función de cada uno de los genes de una célula y también la de los genes de distintos virus que infectan a células de mamífero. La RNAi se dispara en plantas y en animales invertebrados ante la presencia de moléculas de dsRNA, las que son reconocidas y procesadas por una RNAsa específica de dsRNA llamada Dicer. Esta enzima corta el dsRNA en fragmentos pequeños de ~20-25 pb (siRNAs) que se asocian específicamente con un complejo multiprotéico llamado RISC (del inglés, RNA-induced silencing complex), en el que una helicasa los desnaturaliza y una de las cadenas del siRNA sirve como guía del complejo RISC hacia el RNA mensajero (mRNA) que tiene la secuencia complementaria. Una vez que el complejo RISC reconoce al mRNA blanco, una ribonucleasa presente en RISC corta al mensajero hacia la mitad del híbrido. El mRNA cortado es sustrato de endo- y exonucleasas celulares que lo degradan, lo que tiene como consecuencia el silenciamiento postranscripcional de la expresión de dicho gene [14] (Figura 4). Se ha propuesto que naturalmente la RNAi juega un papel central en la regulación de muchos procesos celulares a nivel de traducción, que incluyen la movilización de transposones, el silenciamiento de transgenes, la regulación de algunos estadios tempranos en el desarrollo, así como también en la regulación de la expresión a nivel de genoma. En plantas, se ha demostrado que, entre otros papeles, la RNAi representa un mecanismo de defensa contra las infecciones virales y se ha propuesto que este fenómeno juegue un papel similar en algunos organismos invertebrados [14]. El estudio del sistema de RNAi conllevó al descubrimiento de los microRNAs (miRNAs), los cuales presentan similitud estructural y funcional con los siRNAs. A diferencia del siRNAs, los microRNAs se producen a partir de la transcripción de genes celulares, dando lugar a lo que se conoce como microRNA primario (pri-microRNA). Esta molécula es procesada en el núcleo por una enzima llamada Drosha, dando origen a una molécula de RNA de 70 a 100 pb, con una estructura tipo tallo-asa (pro-microRNA) (Figura 4). Posteriormente, el pro-microRNA es transportado al citoplasma donde es procesado por Dicer, la misma que enzima que procesa el dsRNA. Finalmente, los microRNAs maduros (de 21-25 pb) se incorporan a complejos similares a RISC. En estos complejos los microRNAs también dirigen el silenciamiento génico (Figura 4). Sin embargo, a diferencia de los siRNAs, los microRNAs pueden reprimir a su blanco a través de 154 Rojas y cols. dirigir su degradación como los siRNAs o mediante la inhibición de la traducción de dicho mRNA, sin causar su degradación; los mecanismos exactos por lo que esto ocurre aún no han sido esclarecidos completamente [21,22]. Figura 4. 1) Generación de siRNAS por Dicer; 2) Asociación de los siRNAs a RISC; 3) Hibridación con mRNA blanco y degradación; 4) Trascripción de primicroRNAs y procesamiento por Drosha; 5) Corte de los pre microRNAs por Dicer; 6 ) Asociación del microRNA con RISC y 7) Hibridación con el mRNA blanco y arresto de la traducción. Aunque aun esta por definirse la función biológica precisa de este mecanismo, campo en febril actividad, la observación de que este sistema es funcional en vertebrados y que se puede aplicar a células en cultivo, ha dado lugar a su utilización como herramienta de silenciamiento específico de genes. La RNAi ha resultado particularmente útil para estudiar aquellos virus para los que no ha sido posible aun implementar un sistema de genética reversa. Es posible pronosticar que pronto se utilizará la RNAi para analizar los genes celulares que interaccionan con el genoma y las proteínas virales que participan durante el ciclo replicativo de un virus, y a mediano plazo, al análisis de la función que los genes virales tienen durante la infección de un organismo completo. Hay también grandes esperanzas de que se pueda aplicar la RNAi al tratamiento de enfermedades virales, ya sea como medida profiláctica o terapéutica. Esta metodología parece particularmente atractiva para aquellos virus que establecen infecciones crónicas (VIH, virus de la hepatitis B y C) o latentes (virus del herpes). Actualmente, uno de los principales retos es desarrollar métodos que permitan introducir los siRNAs de manera eficiente y estable en organismos completos, de modo que lleguen al órgano blanco donde se espera que actúen. Actualmente, los siRNAs se pueden sintetizar químicamente e introducirlos en las células de interés por diferentes métodos, entre los que destacan la transfección, la electroporación y la microinyección. Recientemente demostramos que se puede utilizar la RNAi para silenciar de manera específica la expresión de un gene viral sin afectar la expresión del resto de los genes del virus, a través de introducir a la célula un siRNA cuya secuencia es complementaria a la del gene viral que se desea silenciar [23,24]. Esta metodología está permitiendo estudiar la función de cada uno de los genes rotavirales en el contexto de una infección, lo que no había sido posible anteriormente dado que, como hemos mencionado, el genoma de estos virus no se presta para hacer genética reversa. En nuestro laboratorio en el Instituto de Biotecnología hemos empleado exitosamente esta metodología para el estudio de cada uno de los genes de rotavirus, generando nueva información acerca de cada uno de los pasos del ciclo replicativo de estos 155 MENSAJE BIOQUÍMICO, Vol. XXXII (2008) virus. A continuación expondremos algunos ejemplos de la aplicación de esta estrategia en el estudio de la biología de estos virus. Interferencia de genes de rotavirus Como estrategia general para este tipo de ensayos, diseñamos y mandamos sintetizar un oligonucleótido de dsRNA de 21 pares de bases con la secuencia homóloga al gene que se desea silenciar. Este siRNA se introduce a células en cultivo mediante lipofección (utilizando liposomas cargados positivamente que facilitan la entrada de ácidos nucleicos a través de la membrana celular), posteriormente las células se infectan con rotavirus y estudiamos si el siRNA es capaz de silenciar la expresión de la proteína blanco mediante ensayos de inmunofluorescencia de las células transfectadas e infectadas; por inmunoensayos utilizando lisados de las células infectadas, también determinamos el efecto del siRNA sobre la infectividad viral y sobre la producción de progenie infecciosa. Todos estos ensayos se comparan con células control que son tratadas de la misma manera que las células experimentales, pero que fueron transfectadas con un siRNA control irrelevante, que tiene una secuencia para la que no hay homólogos en el genoma de la célula (por ejemplo, un siRNA con secuencia homóloga a la proteína verde fluorescente). Papel de las proteínas virales durante la morfogénesis de la partícula viral La morfogénesis viral es el proceso que comprende todos lo pasos necesarios para el ensamble de las partículas virales infecciosas. La morfogénesis de los rotavirus inicia en los viroplasmas, con el ensamble de los intermediarios de replicación que posteriormente dan origen a las DLP’s. En células infectadas, la proteína VP7 y la proteína no estructural NSP4 son glicoproteínas que durante su traducción se insertan y modifican en la membrana del retículo endoplásmico (RE) (Figura 5). Las DLP’s presentes en los viroplasmas (que se encuentran alrededor del RE), geman hacia el lumen del RE y se ha propuesto que la proteína NSP4 funge como receptor de la DLP en la membrana del RE y favorece su gemación; durante este proceso, las DLP’s adquieren una membrana lipídica transitoria que contiene, además de NSP4, a la glicoproteína VP7 y a VP4 que es la proteína que forma las espículas del virus. Finalmente, las partículas envueltas pierden la membrana lipídica, NSP4 se disocia y la capa externa, formada por VP4 y VP7, adquiere su conformación final (Figura 5). El mecanismo por el cual se lleva a cabo este último paso en la morfogénesis no esta claro; en estudios previos se había observado que, in vitro, tanto VP4 como NSP4 tienen actividad desestabilizante de membranas y por lo mismo, estas proteínas habían sido propuestas como las responsables de remover la membrana lipídica de las partículas presentes en el lumen del RE [3,25]. Por otra parte, se había propuesto que las proteínas VP4, VP7 y NSP4 formaban un receptor hetero-trimérico que permitía el proceso de gemación de las DLP’s, hacia el interior del RE [26,27]. En nuestro laboratorio decidimos estudiar nuevamente el proceso de morfogénesis de rotavirus utilizando como herramienta la interferencia de RNA, con la idea de establecer mas claramente el papel de las proteínas virales en este proceso. La primera proteína cuya expresión silenciamos fue VP4. Como hemos mencionado, VP4 forma las espículas de la partícula viral y su función en el proceso de unión y entrada a la célula hospedera ha sido demostrada a partir de la caracterización de cepas de rotavirus mutantes en VP4 y por el uso de anticuerpos que bloquean la interacción entre VP4 y los receptores celulares. Utilizando estas herramientas, se describió que la unión y entrada de los rotavirus a su célula hospedera requiere del reconocimiento secuencial de diferentes receptores en la superficie celular. Para esto, los rotavirus utilizan diferentes dominios de las proteínas de superficie VP4 y la glicoproteína VP7. 156 Rojas y cols. Figura 5. Morfogénesis de rotavirus. 1) Replicación del RNA viral en el core dentro del viroplasma; 2) Adición de VP6 al core; 3) Interacción DLP-NSP4 y gemación hacia el lumen del RE; 4) Partícula viral inmadura con membrana lipídica y NSP4; 5) Partícula viral madura o TLP. Sin embargo, no se había analizado el efecto que tendría la ausencia de VP4 sobre el ciclo replicativo del virus. Diseñamos un siRNA con secuencia homóloga al gene que codifica para VP4 y lo introdujimos a células en cultivo mediante lipofección, posteriormente estas células se infectaron con rotavirus y estudiamos si efectivamente el siRNA de VP4 era capaz de silenciar la expresión de esta proteína. Por ensayos de inmunofluorescencia en estas células y de inmunoensayos utilizando lisados de las células infectadas, encontramos que la expresión de VP4 disminuyó en un 80% (Figura 6) comparado con la expresión de esta proteína en células infectadas en las que utilizamos un siRNA control. En ausencia de VP4, la síntesis de proteínas del virus, el RNA genómico o el mRNA viral no se afectaron, resultado esperado, ya que a la proteína VP4 no se le han atribuido funciones en los procesos de traducción, transcripción o replicación viral. Interesantemente, en ausencia de VP4 se ensamblaron partículas de tres capas (TLP’s) sin las espículas, a las que llamamos spikeless (sin espículas). Como era de esperarse, las partículas spikeless son mucho menos infecciosas (aprox. 75%) que las partículas completas, confirmando las observaciones previas en el sentido de que VP4 es importante en las primeras interacciones del virus con su receptor en la superficie de su célula hospedera y en consecuencia estas partículas son incapaces de unirse y de entrar a la célula [23,24]. Además de su participación en el proceso de entrada, a VP4 se le habían atribuido algunas funciones en el proceso de morfogénesis de rotavirus, debido a su actividad de fusión con membranas y a su presencia en heterotrímeros con VP7 y NSP4. Dadas estas características, se esperaba que el silenciamiento de VP4 resultara en una disminución en la morfogénesis de las partículas virales. Sin embargo, por microscopía electrónica, se observó que en ausencia de VP4 se acumulan partículas spikeless sin cubierta lipídica en el lumen RE, sugiriendo que VP4 no forma parte del receptor que permite la gemación de las DLP´s al interior del RE y que la actividad fusogénica de esta proteína no es relevante para la morfogénesis del virus. Adicionalmente, la formación de partículas spikeless demostró que el ensamble de VP7 sobre las partículas virales ocurre de manera independiente al ensamble de VP4, hecho que se desconocía. 157 MENSAJE BIOQUÍMICO, Vol. XXXII (2008) Figura 6. Silenciamiento de la expresión de VP4. a) Inmunoblot de lisados celulares infectados en presencia de los siRNAs indicados; b) Autorradiografía de los lisados mostrados en a); c) Rendimiento viral. El silenciamiento del gene que codifica para VP4 también nos permitió determinar que el mRNA viral destinado a la replicación de los rotavirus no es degradado por el sistema de RNAi. En células infectadas, el mRNA viral puede ser traducido a proteína viral o bien puede ser usado como templado para la replicación de los segmentos de dsRNA virales, por lo que se esperaba que el silenciamiento del gen que codifica para VP4 resultara una reducción en la síntesis de la proteína VP4 y en una reducción en la replicación del segmento de dsRNA que codifica para VP4. Sin embargo, al analizar el genoma de las partículas spikeless, observamos que el número de segmentos de dsRNA y la abundancia de cada uno era similar a la observada en las TLP’s. Estos datos sugieren que en las células infectadas existen dos pozas de RNA viral: una que se dirige a la traducción de proteínas virales y que puede ser degrada por el sistema de RNAi y otra poza que se utiliza para la síntesis de los segmentos de dsRNA y que no es susceptible al sistema de RNAi. Sin embargo, el mecanismo por el cual los mRNA, destinados a la replicación, evaden el sistema de RNAi permanece desconocido. Posteriormente, analizamos la función de VP7 y NSP4 en la morfogénesis de los rotavirus utilizando siRNAs dirigidos contra estas proteínas. El silenciamiento de VP7 o NSP4 resultó en una reducción de la producción de progenie viral de aproximadamente 75% en ambos casos; sin embargo, la explicación en cada caso fue diferente. El silenciamiento de la expresión de VP7 resultó en la reducción de la formación de TLP’s, efecto esperado ya que VP7 forma parte de la tercera capa de los rotavirus. Al analizar las células por microscopía electrónica, se observó que la reducción en la formación de TLP’s correlacionaba con la acumulación de DLP’s envueltas en el lumen del RE. Esta observación nos permitió establecer que la glicoproteína VP7 no es indispensable para la gemación de las partículas al interior del RE. Si bien en ausencia de VP7 se forman partículas virales, la falta de maduración de éstas, explica la disminución en infectividad [28]. Por otra parte, al silenciar la expresión de NSP4 la distribución celular de la mayoría de las proteínas virales se vio alterada y se redujo notablemente la formación de partículas virales, lo que explica la reducción en la producción de progenie viral. Sin embargo, al analizar al 158 Rojas y cols. microscopio electrónico estas células, encontramos que, aun en estas condiciones, se logra formar una pequeña proporción de partículas maduras y sin envoltura lipídica en el interior del RE. Estos datos indican que NSP4 y no el heterotrímero VP4/VP7/NSP4 es suficiente para servir como receptor de las DLP’s en el RE [28]. El último paso en la morfogénesis de los rotavirus es la pérdida de la envoltura lipídica. Como hemos mencionado antes, en ausencia de VP4 se acumulan partículas spikeless en el RE; sin embargo, estas partículas ya han perdido la envoltura lipídica. Los resultados de este trabajo sugieren que NSP4 podría tener una función importante en el proceso de ensamble de las DLP´s; y que VP4 y NSP4 no son importantes en la remoción de la envoltura lipídica de las partículas inmaduras. Sorprendentemente, silenciando la expresión de VP7, una proteína que no había sido considerada importante durante este evento, se observó la acumulación partículas envueltas en el lumen del RE. El hecho de que la capa de lípidos sea retenida cuando no se encuentra VP7, aun en presencia de VP4 y NSP4, sugiere que VP7 es la proteína viral que participa en el proceso de remoción de la envoltura de DLP’s. Esta hipótesis se ve reforzada por el hecho de que el tratamiento con drogas que inhiben la glicosilación de VP7 en células infectadas, también produce acumulación de partículas envueltas en el RE, similar a lo que ocurre al silenciar la expresión de VP7. Proteínas involucradas en el ciclo replicativo de rotavirus Por ensayos de replicación y transcripción in vitro se ha encontrado que las proteínas VP1 y VP2 son necesarias y suficientes para replicar el RNA viral. Sin embargo, estudios con mutantes termosensibles de VP3, mostraron que esta proteína también es necesaria para la replicación viral en células en cultivo. En vista de la diferencia en los resultados obtenidos in vitro con respecto a in vivo, decidimos investigar el papel de las proteínas que forman a la DLP (VP1, VP2, VP3 y VP6) en el ciclo replicativo del virus, utilizando RNAi para inhibir específicamente la traducción de esas proteínas virales y analizar el fenotipo de las células infectadas en su ausencia. Una vez que se demostró que los siRNAs eran efectivos para silenciar la expresión de estas proteínas por inmunoensayos, lo siguiente fue analizar la producción de los mRNAs y dsRNAs virales en ausencia de VP1, VP2, VP3 y VP6. En estos ensayos, las células transfectadas con los diferentes siRNAs y posteriormente infectadas, fueron cosechadas a distintos tiempos post-infección y se extrajo el RNA total de la célula para cuantificar el mRNA y dsRNA virales mediante un ensayo de RT-PCR cuantitativo, para obtener una cinética de acumulación del RNA viral. Encontramos que cuando las células fueron transfectadas con los siRNAs dirigidos contra VP1, VP2, VP3 y VP6, pero no cuando se transfectaron con el siRNA control, tanto la síntesis de mensajero, como la de RNA doble cadena se inhibieron (Fig 7b), demostrando que estas proteínas son necesarias, directa o indirectamente, para la replicación y transcripción del genoma del rotavirus (Ayala-Breton et al, resultados no publicados). Estos resultados confirman los obtenidos al utilizar el sistema de replicación in vitro, ya que encontramos que tanto VP1 como VP2 son importantes para la replicación del virus, pero además nos permitió establecer que VP3 y VP6 también son relevantes para este proceso durante la infección. Continuando con el análisis del fenotipo obtenido al silenciar las proteínas que forman a la DLP, estudiamos como era la traducción de proteínas virales y celulares bajo estas condiciones. Cuando se silenciaron las proteínas VP1 o VP3, la síntesis de proteínas tanto virales como celulares se mantenía muy similar a la observada en células control; en contraste, al silenciar VP2 o VP6, la síntesis de proteínas virales se vio seriamente inhibida (Figura 7a). Estos resultados son interesantes ya que a pesar de que en todos los casos la cantidad de mRNA fue muy similar, observamos que el poco mRNA producido cuando se interfieren VP1 o VP3 es suficiente para dirigir la traducción de las proteínas virales a niveles comparables con 159 MENSAJE BIOQUÍMICO, Vol. XXXII (2008) el control. En contraste, cuando se silenció la expresión de VP2 y/o VP6, observamos que la síntesis de proteínas virales disminuyó considerablemente. Estos resultados sugieren que tanto VP2 como VP6 pueden jugar un papel ya sea directo o indirecto sobre la regulación de la traducción de los mRNAs virales, aunque aun no sabemos cuál es el mecanismo por el que estas proteínas pudieran estar actuando. A la fecha no tenemos un modelo para explicar el papel de VP2 y VP6 en la traducción viral. Una posibilidad es que estas proteínas protejan al mRNA viral de la degradación, o bien que estas proteínas se unan a factores de traducción, y estas interacciones permitan la traducción viral durante la infección. Figura 7. Silenciamiento de la expresión de VP1, VP2, VP3, VP4 y VP6. a) Autorradiografía de células infectadas en presencia de los siRNAs indicados, Luc es el control. b) RT-PCR en tiempo real del mRNA y dsRNA producido en células en las que VP1 fue silenciada. En conclusión, el sistema de RNAi nos ha permitido conocer la importancia de VP1, VP2, VP3 y VP6 en la replicación y transcripción virales. Aprendimos además que VP2 y VP6 son importantes en la traducción viral, por lo que en su ausencia no hay síntesis de proteínas virales, esta regulación traduccional es un hallazgo nuevo que requiere de ser explorado para comprender el papel de estas proteínas (Ayala-Breton et al resultados no publicados). El uso de RNAi para inhibir la traducción específica de cierta proteína viral ha ampliado el conocimiento obtenido mediante replicación y transcripción in vitro y con mutantes termosensibles. Con esta herramienta se hace posible el estudio in vivo del papel de otras proteínas virales durante la infección por rotavirus. Perspectivas En general, como hemos ejemplificado en este trabajo, la RNAi tiene un gran potencial como herramienta en muchos de los campos de la biología. De hecho, recientemente se ha empezado a utilizar de manera generalizada en estudios genómicos para analizar la función de cada uno de los genes de organismos completos, como en el gusano C. elegans, la mosca de la fruta Drosophila melanogaster y mas recientemente se han descrito bibliotecas de siRNAs para 160 Rojas y cols. silenciar todos los genes del genoma humano [29-31]. Los invitamos a meditar si no creen que sea posible utilizar esta valiosa metodología en su sistema de estudio. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. 31. Parashar, U. D., Bresee, J. S. y Glass, R. I. (2003) Bull. World Health Organ 81, 236 Offit, P. A., Clark, F. H. y Ward, R. L. (2003) Current state of development of human rotavirus vaccines. En: Desselberger, U., y Gray, J. (eds). Viral Gastroenteritis, Elsevier Science, Amsterdam Estes, M. K. (2001) Rotaviruses and their replication. En: Knipe, D. N. y Howley, P. M. (eds). Virology, 4th Ed., Lippincott Williams y Wilkins, Philadelphia, PA. Zarate, S., Romero, P., Espinosa, R., Arias, C. F. y Lopez, S. (2004) J. Virol. 78, 10839-10847 Arias, C. F., Romero, P., Alvarez, V. y Lopez, S. (1996) J. Virol. 70, 5832-5839 Lopez, S. y Arias, C. F. (2004) Trends in Microbiology 12, 271-278 Isa, P., Realpe, M., Romero, P., Lopez, S. y Arias, C. F. (2004) Virology 322, 370-381 Sanchez-San Martin, C., Lopez, T., Arias, C. F. y Lopez, S. (2004) J. 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Su área de investigación es la virología molecular, con particular interés en el estudio de la epidemiología y la biología molecular de virus causantes de gastroenteritis infantiles Ha publicado 85 artículos en revistas de circulación internacional de alto impacto, entre las que se encuentran el Journal of Virology, Virology, Nucleic Acids Research, Proceedings of the National Academy of Sciences, EMBO Reports y Trends in Microbiology. Sus trabajos han sido citados en más de 1700 ocasiones en la literatura mundial. Ha formado 19 estudiantes, 6 de licenciatura, 9 de maestría y 5 de doctorado. Ha presentado más de 200 ponencias en congresos nacionales e internacionales. Ha sido revisor de trabajos enviados a numerosas revistas internacionales y actualmente es miembro del comité editorial del Journal of Virology, una de las revistas especializadas más importantes del área. Ha sido profesor invitado en el Instituto Nacional de Salud de Japón, en el Instituto Tecnológico de California y en el Institute de la Recherche Agronomique (INRA) de Francia. Entre sus distinciones, recibió el premio de la Academia Mexicana de Ciencias en el área de Ciencias Naturales en 1993, el premio Carlos J. Finlay otorgado por la UNESCO en el 2001, y también recibió la medalla Sor Juana Inés de la Cruz otorgada por la UNAM en el 2004. Actualmente tiene el nombramiento de Investigador Internacional del Instituto Médico Howard Hughes, desde el 2000 hasta el 2010, dentro del Programa de Enfermedades Infecciosas y Parasitarias. 162