Investigación Kg), por vía intramuscular, con lo que se logró la recumbencia y se hizo la canalización venosa, para finalmente administrar propofol para la inducción (5 mg/Kg). Bajo tales condiciones de uso se encontró que el tiempo promedio de recumbencia fue de 8,25 minutos, se logró una inducción suave y rápida, inconsciencia, relajación muscular y parámetros hemodinámicos estables, lo cual es deseado en cualquier procedimiento anestésico. Algunos protocolos usados en cerdos En razón a que dentro de los procedimientos anestésicos existen diversas asociaciones en las que se usan diferentes fármacos, se presentan a continuación algunas de las reportadas por la literatura, con los efectos observados. Gatica (2005), evaluó en el efecto del propofol como inductor de anestesia en cerdos entre 30 y 50 Kg de peso, usando para la premedicación acepromazina en dosis de 0,06 mg/Kg y a los 20 minutos de dicha administración se hizo la inducción con 3 mg/Kg de propofol. Bajo tales condiciones se logró relajación muscular e inmovilidad, la inducción fue suave y rápida, alcanzándose en 6 minutos y un tiempo de recuperación parcial promedio (i.e. tiempo que tardaron los animales en incorporarse) de 32,2 minutos y recuperación total en 41 minutos. La inconsciencia lograda fue favorable con pérdida de reflejos e insensibilidad completa. Del total de animales evaluados, 27% tuvieron apnea sin complicaciones y solo un cerdo murió. Gaviria et al. (2007), evaluaron otro protocolo en cerdos que iban a ser sometidos a cirugía de tráquea, en el que se incluyó propofol. La asociación usada fue xilazine (2 mg/Kg)-ketamina (10 mg/ En otro estudio se evaluó el efecto del propofol como inductor de anestesia y para el mantenimiento de la misma en cerdos. Los animales fueron premedicados con ketamina (10 mg/Kg) asociada con azaperona (2mg/Kg) y atropina (0,029 mg/Kg) y luego recibieron el propofol en dosis de 1,9 mg/Kg para la inducción y luego infusión continua de propofol en dosis de 260 mg/Kg/hora. Se presentó vasodilatación, hubo aumento de la tasa cardiaca con hipotensión, interpretados como cambios bifásicos hemodinámicos abruptos, sin embargo dichos efectos se observaron inmediatamente después de la administración y luego se estabilizaron sin mostrar cambios notorios y sin alteraciones hemodinámicas de riesgo (Pfeiffer et al. 2012). 12 lechones de tres meses de edad se premedicaron con azaperona (4 mg/Kg) y se hizo la inducción con una asociación de propofol 1% con remifentanil al 0,0021% en ringer-lactato. Se encontró disminución de la presión arterial y de la oxigenación cerebral a medida que la concentración de propofol aumentaba. Sin embargo tales efectos fueron corregidos con la administración de soluciones electrolíticas, con lo que también se logro mantener el gasto cardiaco y la perfusión tisular. Es así como con este trabajo se destaca la necesidad de acompañar los procedimientos anestésicos con la administración constante de líquidos por vía venosa (Silva et al. 2014). Bauer et al. (2007), evaluaron los efectos hemodinámicos del propofol en cerdos para un procedimiento quirúrgico de trasplante, para lo cual se administró fentanil como analgésico, encontrando que la tasa cardiaca, el gasto cardiaco y la presión arterial fueron iguales a las encontradas en los animales anestesiados con isofluorano, indicando que el propofol es tan eficaz y seguro como la anestesia inhalada. 25