Revista de revistas Fracturas condilares Fernando de la Iglesia F. de la Iglesia El tratamiento de las fracturas condilares: ¿abrir o no abrir? Una revisión crítica de esta controversia The treatment of condylar fractures: to open or not to open? A critical review of this controversy Valiati R, Ibrahim D, Abreu MER, et al. Int J Med Sci. 2008;5:313-8 Objetivos Discusión El propósito de este estudio es el de realizar una revisión crítica de los diferentes métodos para tratar las fracturas condilares. A pesar de que en pacientes en crecimiento el tratamiento cerrado es el recomendado en la mayoría de los casos, el tratamiento abierto está siendo más aceptado gracias a una mayor confianza de los cirujanos en los tratamientos endoscópicos y a la fijación interna. Revisión de la literatura En pacientes adultos sin crecimiento con fracturas condilares desplazadas mínima o moderadamente, el tratamiento cerrado (sin cirugía) con fijación elástica o rígida es normalmente el tratamiento de elección. El tratamiento abierto (con cirugía) y fijación interna de las fracturas condilares se empleará cuando los fragmentos han sido desplazados gravemente o bien cuando la fractura es bilateral. En pacientes en crecimiento, el tratamiento cerrado se aplica en la mayoría de los casos. Los pacientes tratados quirúrgicamente (tratamiento abierto) mostraron transcurrido un tiempo no sólo más deformidades en la anatomía condilar y asimetrías mandibulares sino también mayor sensibilidad y dolor a los cambios de temperatura y en máxima apertura. Los pacientes tratados de forma conservadora o cerrada mostraron un mayor grado de maloclusiones transcurrido un tiempo. Correspondencia: Fernando de la Iglesia E-mail: fdelaiglesia@terra.es 59 En los adultos, básicamente existen tres métodos para tratar las fracturas condilares: periodo de fijación maxilomandibular seguido de fisioterapia funcional; fisioterapia funcional sin periodo de fijación maxilomandibular, y, finalmente, la opción de reducir con cirugía la fractura con o sin fijación interna. La elección del procedimiento dependerá de la altura y cantidad de fracturas, fractura uni o bilateral, pérdida parcial o total de dientes, influencia de la fractura en los movimientos mandibulares y en la masticación, grado y dirección de los cóndilos dislocados, dificultad del acceso quirúrgico, riesgo de lesión de estructuras anatómicas, riesgo de cicatrices queloideas o hipertróficas, salud general del paciente, otras fracturas maxilofaciales, adaptaciones neuromusculares y posibilidad de realizar terapias funcionales. Conclusiones La decisión de cómo tratar una fractura condilar dependerá del estado general del paciente, tipo de fractura, precisión del diagnóstico y la capacidad y experiencia del cirujano en este tipo de lesión. Ortodoncista de práctica exclusiva. Profesor Asociado. Universidad Internacional de Catalunya Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación © Publicaciones Permanyer 2010 57 Rev Esp Ortod. 2010;40:57-60 58 Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación © Publicaciones Permanyer 2010 Rev Esp Ortod. 2010:40 Tratamiento conservador de las fracturas condilares aisladas en pacientes en crecimiento Conservative treatment of isolated condylar fractures in growing patients Chatzistavrou EK, Basdra EK World J Orthod. 2007;8(3):241-8 Objetivos El propósito de este artículo es el de presentar cinco casos de fracturas condilares en pacientes en crecimiento tratados de forma conservadora y sin ninguna cirugía. Casos Se presentan cinco casos de pacientes con edades comprendidas entre los 4-10 años en los que se diagnostica una fractura condilar. A todos ellos se les construye un aparato de tipo funcional (activador) en el que se realiza una mordida constructiva que hace avanzar la mandíbula horizontal y verticalmente hasta la oclusión ideal. Al paciente se le instruye para llevar el aparato todo el día salvo las comidas y durante 9-12 meses. Tras los 9-12 meses con la aparatología se observa una reducción y curación de la fractura condilar. Discusión En ocasiones, las fracturas condilares pueden pasar desapercibidas, ya que, tras una caída, la atención se focaliza en los tejidos blandos como abrasiones o laceraciones. Sin embargo, una fractura condilar no reducida puede ocasionar asimetrías importantes en el futuro crecimiento facial. Este artículo muestra como con un tratamiento conservador y sin cirugía o fijación intermaxilar rígida se obtienen unos muy buenos resultados. La cirugía está indicada sólo cuando se observa un crecimiento anormal y agrava el problema, como es el caso de la anquilosis condilar. Si, tras la fractura del cóndilo, el fragmento condilar se ha desplazado e impide la apertura oral, lo que se realizará es una reducción manual de la fractura. Si ello no es posible, se procederá a intervenir quirúrgicamente y reducir la fractura reposicionando el cóndilo. Posteriormente, se les tratará con aparatología funcional. Conclusiones Las fracturas condilares en pacientes con crecimiento pueden ser tratadas en la mayoría de los casos sin cirugía y de forma conservadora con aparatología funcional. Ferulización ortodóncica no quirúrgica para una fractura mandibular en una niña joven: 10 años de seguimiento Nonsurgical orthodontic splinting of mandibular fracture in a young child: 10 year follow-up Aizenbud D, Emodi O, Rachmiel A J Oral Maxillofac Surg. 2008;66(3):575-7 Objetivos El propósito de este artículo es mostrar un método conservador para tratar una fractura mandibular en tallo verde utilizando una ferulización ortodóncica y mostrando la evolución en 10 años. Caso Una niña de 5 años acudió de urgencia al hospital tras haber recibido una coz de un caballo en la cara. En el examen extraoral se observó abrasiones del labio y mentón, con dolor discreto, además de dificultades, al abrir y cerrar la boca. Intraoralmente mostró un espacio de 1-2 mm entre el incisivo lateral derecho y canino deciduo mandibular. También se observó una avulsión del incisivo y canino izquierdo deciduo mandibular, además de un hematoma sublingual. La paciente no podía ocluir normalmente. Al realizar la ortopantomografía se observó una fractura parasinfisaria que se extendía desde el reborde alveolar del canino izquierdo deciduo inferior avulsionado hasta el borde mandibular del lado derecho por debajo del canino deciduo del otro lado. Se observó una rotación de 180° del germen del incisivo lateral definitivo que estaba junto a la fractura, aunque no se observó ninguna fractura condilar. Para reducir la fractura se decidió construir una ferulización con bandas. Para ello, se sedó a la paciente con midazolam 2 mg y anestesia local en la zona de la fractura. Se probaron las bandas en los segundos molares primarios y se soldó en un modelo un alambre redondo de 1,2 pulgadas por lingual y vestibular a las bandas. Para incrementar la estabilidad, se soldó también un alambre que cruzaba de vestibular a lingual a cada lado de la arcada. Se cementó la férula en boca, comprobando con una ortopantomografía que la fractura había sido reducida. La paciente se fue a su domicilio con instrucciones de dieta blanda y visitas semanales. Tras 6 semanas, se le retiró la ferulización sin sedación ni anestesia. La ortopantomografía mostró una correcta reducción y osificación de la fractura. Posteriormente, se le controló cada 6 meses, realizándole ortopantomografías cada 2-3 años. Discusión El tratamiento de las fracturas mandibulares en adultos o en niños es muy diferente. Se puede decir que el tipo de tratamiento es edad dependiente. Cuando el paciente tiene menos de 5 años, debido a los gérmenes dentarios y a la complejidad anatómica de la mandíbula en desarrollo, si la fractura es en tallo verde, una buena opción conservadora es la ferulización con bandas y alambres circunferenciales soldados a las bandas. Este tipo de tratamiento dará la estabilidad necesaria para la osificación y no interferirá con la masticación, habla o deglución. Conclusiones El tratamiento conservador de ferulización ortodóncica en fracturas en tallo verde mandibulares es una gran alternativa a tener en cuenta. 60 Tratamiento con aparatología funcional de una fractura condilar bilateral en un paciente pediátrico Fuctional appliance treatment for bilateral condylar fracture in a pediatric patient Medina AC Pediatr Dent. 2009;31:432-7 Objetivos El propósito de este artículo es describir el tratamiento realizado a un paciente pediátrico con una fractura condilar bilateral múltiple con aparatología funcional, dieta blanda y fisioterapia. Caso Una paciente de 7 años acudió al hospital tras caerse del balcón de un segundo piso. El diagnóstico fue el de fractura condilar bilateral, desplazamiento grave medial de ambos cóndilos, fractura vertical del cuerpo mandibular en la zona izquierda de la región canina, además de fractura vertical de todos los segundos molares primarios. También se observaron laceraciones en la lengua y piel, limitación y dolor en la apertura, asimetría facial mandibular a la izquierda en reposo y en la apertura oral. No se podían realizar excursiones mandibulares, y la relación oclusal era de Clase II. Durante los primeros 2 días el tratamiento consistió en antibióticos, antiinflamatorios, analgésicos, dieta blanda, extracción de los segundos molares temporales y ejercicios de fisioterapia mandibular (abrir y cerrar la boca). A los 7 días se inició el tratamiento con aparatología funcional, con desplazamiento vertical y sagital mandibular. Se realizaron visitas mensuales. A la paciente se le realizaron ortopantomografías posteriores al traumatismo cada 6 meses durante los 2 años, y anuales posteriormente. A los 6 meses de ser tratada con aparatología funcional, se observó una normalización de los movimientos mandibulares, con simetría en la apertura y excursiones mandibulares correctas. Se mantuvo la dimensión vertical, y no se observó asimetría alguna. Tras 6 años de observación, la paciente mostró una simetría facial con una función mandibular compatible con la normalidad. Las imágenes en la ortopantomografía y tomografía computarizada mostraron un cóndilo con una forma ligeramente aberrante. Discusión La aparatología funcional empleada, con una mordida constructiva obtenida tras protruir y abrir ligeramente la boca hasta obtener una relación incisal correcta, permitió un reposicionamiento y remodelación condilar. La utilización de aparatología funcional y fisioterapia permite una correcta posición mandibular con recuperación de la dimensión vertical, lo que permite la desimpactación, resolución del hematoma, previene de restricciones mecánicas futuras de las cicatrices musculares y mantiene una función muscular normal, promoviendo un crecimiento compensatorio. Conclusiones Las fracturas condilares en pacientes pediátricos deben ser tratadas con aparatología funcional, pues muestran unos resultados predecibles funcionales. Tratamiento cerrado de la cabeza y cuello de los cóndilos no desplazados y no dislocados contra la reposición quirúrgica con fijación interna de fracturas condilares desplazadas y dislocadas: un estudio prospectivo Prospective closed treatment of nondisplaced and nondislocated condylar neck and head fractures versus open reposition internal fixation of displaced and dislocated fractures Landes CA, Day K, Lipphardt R Oral Maxillofac Surg. 2008;12:79-88 Objetivos El propósito de este artículo es comparar los resultados obtenidos con el tratamiento cerrado de la cabeza y cuello de los cóndilos no desplazados y no dislocados frente a la reposición quirúrgica con fijación interna de fracturas condilares desplazadas y dislocadas. Material y métodos El TQF consistió en la reducción de la fractura y colocación de miniplacas. El estudio se llevó a cabo sobre 269 pacientes. Los criterios de inclusión fueron: fracturas condilares de cabeza o cuello del cóndilo, posibilidad de participar en el seguimiento 1 año después, reducción de la fractura con tratamiento conservador o cerrado (TCR) o bien con tratamiento quirúrgico con fijación interna (TQF). Los criterios de exclusión fueron: tener disfunción craneomandibular previa, falta de dentición para valorar la oclusión o discrepancia maxilomandibular grave. A los 12 meses de la fractura, se realizó a los pacientes que acudieron al control anual un examen de los movimientos mandibulares, valoración del dolor e inflamación del cóndilo, función nerviosa, oclusión y asimetrías, además de una sonografía para valorar la traslación del cóndilo. También se les realizó una ortopantomografía y proyección de Towne para valorar la reosificación y angulación del fragmento consolidado. A todos los pacientes se les realizó ortopantomografías y proyecciones de Towne. A aquellos que habían sufrido un politraumatismo, se les realizó además una tomografía computarizada. 61 El TCR consistió en la colocación de microtornillos en el proceso alveolar de la arcada superior e inferior y elásticos entre ellos para guiar la oclusión durante 2 semanas. En la tercera semana se realizaron ejercicios de apertura, y en la cuarta semana, si los resultados eran satisfactorios, se retiraban todos los microtornillos y elásticos. Resultados De los pacientes iniciales, 129 fueron los que cumplieron los criterios de inclusión y acudieron a la visita de seguimiento a los 12 meses Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación © Publicaciones Permanyer 2010 59 F. de la Iglesia: Fracturas condilares 60 de la fractura. La edad media de los pacientes tratados con TCR y TQF era de 39 y 36 años, respectivamente. Se dividieron las fracturas en seis tipos: – Clase I: no dislocado profundo a fractura subcondilar. – Clase II: no desplazado profundo a fractura subcondilar. – Clase III: fracturas condilares altas desplazadas. – Clase IV: fracturas subcondíleas y con el cóndilo dislocado de forma profunda. – Clase V: fracturas condilares altas dislocadas. – Clase VI: fracturas dicapitulares altas sin pérdida lateral de soporte, ya sean o no desplazadas o dislocadas. Las Clases I y VI (42 pacientes) fueron tratadas con TCR, y el resto con TQF (87 pacientes). Los resultados al año de la fractura en las Clases I-IV fueron similares a nivel clínico, donde se observó una reposición del fragmento a nivel sagital y vertical con una remodelación mínima. Los resultados de las Clases V y VI fueron peores, puesto que mostraron una marcada remodelación vertical. Las Clases VI mostraron una peor traslación del cóndilo con marcada remodelación condilar y disoclusión. Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación © Publicaciones Permanyer 2010 Rev Esp Ortod. 2010:40 Pocos casos mostraron dolor, parestesia y disoclusión. Discusión Los argumentos para tratar un fractura condilar con TCR son: una menor morbilidad, ausencia de complicaciones quirúrgicas, fácil de realizar y un menor riesgo de anquilosis y necrosis condilar. Sin embargo, los que abogan por el TQF argumentan una mejor reposición anatómica, recuperación funcional más rápida, reconstrucción de la dimensión vertical y menor riesgo de asimetría y dolor articular. En este estudio, donde los resultados fueron satisfactorios en un 87% de los casos, se propone lo siguiente: tratar con TCR las fracturas condilares uni o bilaterales no dislocadas ni desplazadas, independientemente de la altura de la fractura. Conclusiones Las Clases V y VI son el tipo de fractura más difícil de tratar, pues son los que ofrecen los peores resultados. Se deberían tratar las fracturas condilares uni o bilaterales no dislocadas ni desplazadas (independientemente de la altura de la fractura) con TCR. 62