Guía ciudadana para la gestión responsable de residuos y desechos peligrosos Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales 1 Guía ciudadana para la gestión responsable de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) El Salvador, Centroamérica Edición Unidad de Comunicaciones MARN Diseño y Diagramación Ingrid Verónica Quijano Barillas, prácticas universitarias Universidad Dr. Jose Matías Delgado Revisión Diseño y Diagramación Unidad de comunicaciones MARN 750 Ejemplares Impreso en papel reciclable San Salvador, septiembre 2015 _______________________________________ Derechos reservados. Prohibida su comercialización Este documento puede ser reproducido todo o en parte, reconociendo los derechos del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales Oficinas Centrales MARN Kilómetro 5 ½ carretera a Santa Tecla. calle y colonia Las Mercedes, edificio MARN San Salvador, El Salvador, Centro América. Tel.: (503) 2132 6276 Sitio web: www.marn.gob.sv Correo electrónico: medioambiente@marn.gob.sv Facebook: www.facebook.com/marn.gob.sv Twitter: @MARN_Oficial_SV 2 Contenido Presentación 4 1. ¿Qué son los residuos y desechos peligrosos? 5 2. Recomendaciones para el manejo de residuos y desechos peligrosos 7 3. Desechos biológicos infecciosos 4. Baterías ácido plomo usadas 9 5. Aceites usados 11 6. Plaguicidas 12 7. Pilas y baterías usadas 14 8. Luminarias 15 9. Llantas 16 Bibliografía19 Anexos20 3 Presentación La contaminación ambiental producida por los residuos peligrosos puede ocurrir en cualquiera de las fases de gestión de los mismos (generación, almacenamiento, transporte, tratamiento y disposición final). La generación de residuos peligrosos no es exclusiva de instalaciones de atención de salud o industriales, también puede crearse en las viviendas. Los residuos peligrosos como resultado del consumo, requieren una gestión especial al resto de desechos, estos son: aceites, pilas, neumáticos, envases de plaguicidas, medicamentos vencidos, desechos bioinfecciosos, residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, baterías de automóviles, entre otros. Para disminuir los riesgos que representan para la salud y el medio ambiente el manejo de residuos peligrosos, es necesario ser responsables de los residuos y desechos generados a diario. Por ello, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) presenta esta Guía para dar a conocer qué se puede hacer con algunos residuos y desechos para brindarles una gestión segura y responsable mediante técnicas adecuadas como reciclado, tratamiento y disposición final. 4 1.¿Qué son los residuos y desechos peligrosos? Es común utilizar los términos residuos y desechos como si se refiere a un mismo concepto, sin embargo hay ciertas diferencias que deberían conocerse para una mejor comprensión para brindar una mejor gestión. ¿Cuál es la diferencia entre un residuo y desecho? • Desechos Sólidos: son aquellos materiales no peligrosos, que son descartados por la actividad del ser humano o generados por la naturaleza, y que no teniendo una utilidad inmediata para su actual poseedor, se transforman en indeseables • Desecho Peligroso: cualquier material sin uso directo o descartado permanentemente que por su actividad química o por sus características corrosivas, reactivas, inflamables, tóxicas, explosivas, combustión espontánea, oxidante, infecciosas, bioacumulativas, ecotóxicas o radioactivas, u otras características, ocasionen peligro o pongan en riesgo la salud humana o el ambiente, ya sea por sí solo o al contacto con otro desecho. • Residuo Peligroso: material que reviste características peligrosas, que después de servir a un propósito específico todavía conserva propiedades físicas y químicas útiles, y por lo tanto puede ser reusado, reciclado, regenerado o aprovechado con el mismo propósito u otro diferente. Todos los residuos y desechos deben ingresar a un sistema de gestión que incluye manejo, tratamiento, transporte, disposición final y fiscalización. El sistema de gestión depende del tipo de residuo que se considere, debiéndo prestar especial atención a la gestión de los residuos peligrosos por su capacidad inherente de provocar efectos adversos. Los residuos y/o desechos peligrosos pueden estar constituidos por uno o varios componentes cuyas características de peligrosidad le confiere la capacidad de provocar daños o pérdidas, y en particular de causar efectos adversos en los ecosistemas o la salud humana, ya sea por si solos o al contacto con otro residuo o desecho. 5 ¿A qué se refieren las características de peligrosidad? Las características de peligrosidad que se describen en el cuadro siguiente, permiten calificar a los residuos y desechos como peligrosos. 6 2. Recomendaciones para el manejo de residuos y desechos peligrosos Al interior de las viviendas y durante el quehacer diario se generan diferentes tipos de residuos y desechos que por sus características pueden clasificarse como peligrosos, a continuación se presentan algunos residuos y desechos peligrosos que pueden ser generados en el hogar y las acciones que puedan realizarse para asegurar un manejo adecuado. 3. Desechos biológicos infecciosos Son desechos contaminados con sangre o derivados sanguíneos; desechos de pacientes ingresados en salas de aislamiento; muestras con sangre o líquidos corporales; y material contaminado (hisopos, vendajes, algodón) o equipo (como instrumental médico desechable). ¿Por qué no se debe tirar a la basura las agujas de jeringas usadas? Las agujas pueden causar lesiones a la misma persona que las ha desechado o a otras personas. Las agujas usadas llevan fluidos corporales y pueden transmitir infecciones como el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), Hepatitis B o Hepatitis C. Una aguja usada que está contaminada puede transmitir la infección a otras personas. Todas las agujas deben ser tratadas como si portaran una enfermedad. Estos desechos poseen un peligro para toda persona que maneje sus desechos, esto incluye a personal de saneamiento y quienes trabajan en los rellenos sanitarios. También el líquido que permanece en las jeringas puede gotear y contaminar el agua y suelo. 7 ¿Qué hacer con las agujas de jeringas usadas? Las agujas de jeringas y lancetas son objetos punzantes que se clasifican como residuos clínicos, lo que significa que se aplican normas especiales a la hora de deshacerse de ellos. • Las agujas y otros objetos punzantes deben ubicarse en un contenedor rígido con tapa, destinado para ese propósito. Si para este fin utiliza botellas plásticas, no use las botellas del agua, estas son elaboradas con un tipo de plástico que se puede perforar. Use botellas resistentes limpias de blanqueador o detergente, o frascos de vidrio. Selle cada botella o frasco con su respectiva tapadera y asegurela con cinta adhesiva y coloque una etiqueta que diga “Desecho Punzocortante Bioinfeccioso”. • El frasco o botella sellada y debidamente rotulada debe depositarse en bolsas rojas y ser entregada al camión recolector de desechos sólidos de su comunidad. Deshacerse de las agujas usadas por otros medios o métodos no seguros puede causar lesiones a otras personas. • Mantenga los objetos punzantes en un lugar seguro mientras esté usándolos con el propósito de no ser un peligro para otras personas, el recipiente de la basura de casa o cualquier contenedor que no esté destinado a estos artículos puede representar peligro al momento de manipular estos desechos. • No depositar las agujas de jeringas usadas en cualquier otro recipiente que vaya a tirar, por ejemplo, latas, botellas, cajas de comida, recipientes de cartón, durapax, entre otros. • Una vez que se ha puesto una aguja usada en un contenedor para objetos punzantes, no trate de sacarla de nuevo. 8 4. Baterías ácido plomo usadas Una batería o acumulador eléctrico es un dispositivo electroquímico que permite almacenar energía en forma química mediante el proceso de carga y liberarla como energía eléctrica durante la descarga, mediante reacciones químicas reversibles al conectarla con un circuito de consumo externo. ¿Por qué no se debe tirar a la basura las baterías ácido plomo usadas? Las baterías poseen dos sustancias peligrosas: el electrolito ácido y el plomo. El primero es corrosivo, tiene alto contenido de plomo disuelto en forma de partículas, y puede causar quemaduras en la piel y los ojos. El plomo es altamente tóxico para la salud humana, ingresa al organismo por ingestión o inhalación y se transporta por la corriente sanguínea acumulándose en todos los órganos, especialmente en los huesos. El inadecuado manejo de las baterías usadas puede dispersar o transportar el plomo de la batería al ambiente, ingresando al organismo del ser humano por distintas vías. La fundición de plomo por recolectores informales, incluso en su propia vivienda, genera contaminación por plomo en el aire y el suelo, afectando fundamentalmente la salud de la persona que opera la acción, su familia y vecinos. 9 ¿Qué hacer con las baterías ácido plomo usadas? Debido a los componentes peligrosos que las baterías ácido plomo contienen, deben ser manipuladas de forma segura: • Evite el vertido del electrolito, que además de ser muy corrosivo contiene alta concentración de plomo disuelto y en forma de partículas que contaminan el suelo y el agua. • El electrolito o ácido no debe ser derramado en las alcantarillas, suelo, cuerpos de agua, etc. • La manipulación de baterías usadas debe realizarse por personal autorizado y capacitado que use las medidas adecuadas y equipo de protección personal. • Evitar que se recupere el plomo en fundiciones no autorizadas con tecnologías no adecuadas ambientalmente, ya que eso provocaría contaminación del suelo de la instalación y del aire por la emisión de material contaminado con plomo con importantes consecuencias sobre la salud. • Existe un listado de empresas autorizadas para la recolección de baterías usadas (Ver Anexo 1) que posteriormente son exportadas, es decir salen del territorio nacional para ser entregadas a empresas en otros países con capacidad de realizar el reciclado del material para la generación de una nueva batería. 10 5. Aceites usados Los aceites lubricantes están constituidos por una base lubricante y una serie de aditivos. Dependiendo del uso del aceite, la base lubricante será mineral (proveniente del petróleo crudo), sintética o vegetal. Los aceites con base lubricante mineral son los de mayor uso. La principal generación de aceite usado corresponde a los lubricantes para motores, los cuales cumplen la función primordial de evitar el contacto directo entre superficies metálicas con movimiento relativo, reduciendo así la fricción y sus consecuencias como son la generación de calor excesivo, el desgaste, el ruido, los golpes y la vibración. De igual forma, el aceite de cocina es grasa de origen animal o vegetal que suele permanecer en estado líquido a temperatura ambiente y es producto de alto consumo en hogares, comedores, restaurantes, entre otros. ¿Por qué no se debe tirar el aceite usado al suelo o a las alcantarillas? • • • Los aceites lubricantes usados adquieren concentraciones elevadas de metales pesados como: plomo, cadmio, cromo, arsénico y zinc. El origen de estos metales es principalmente el desgaste del motor o maquinaria que lubricó. Los aceites son considerados potencialmente peligrosos para el ambiente debido a su persistencia y su habilidad para esparcirse en grandes áreas de suelo y del agua, formando una capa que no permite el ingreso de oxígeno, lo que produce rápidamente una significativa degradación de la calidad del ambiente. En el caso de los aceites lubricantes usados existe el riesgo adicional de la liberación de los contaminantes tóxicos presentes, como es el caso de los metales pesados. Estos compuestos químicos producen un efecto directo sobre la salud humana y varios de ellos son cancerígenos. 11 • Desechar el aceite de cocina usado (vegetal y animal) por el fregadero o drenajes puede causar un importante impacto en el medio ambiente. Estos residuos acaban en las alcantarillas, ocasionando atascos en tuberías, trabajo extra para las plantas de tratamiento de aguas residuales, aumento de plagas urbanas, etc. • El aceite de cocina usado (vegetal y animal) al contacto con el agua forma una película superficial que afecta al intercambio de oxígeno y perjudica a los seres vivos del ecosistema. Se estima que un litro de aceite puede contaminar mil litros de agua. ¿Qué hacer con el aceite usado? • En El Salvador existen empresas autorizadas para la recolección de aceites usados las cuales se enlistan en el Anexo 3, estos aceites recolectados pueden ser empleados como combustible por su elevado poder calorífico. 6. Plaguicidas Los plaguicidas son materiales biológicamente activos que se utilizan con el fin de controlar o eliminar plagas y enfermedades. Constituyen una amplia gama de productos químicos con diferentes grados de toxicidad, existiendo muchos productos catalogados como altamente tóxicos. Otras características a destacar de muchos plaguicidas son: la persistencia, la bioacumulación y la capacidad de poder ser transportados por vía del agua, aire o especies migratorias a áreas remotas. Los plaguicidas obsoletos son aquellos que no se pueden o no se quieren seguir usando y deben ser eliminados. 12 ¿Por qué no se debe tirar a la basura los recipientes vacíos de plaguicidas? La principal característica de los envases vacíos es la presencia de residuos de plaguicidas al interior del envase, por lo que constituyen un residuo peligroso. • Los envases vacíos de plaguicidas por contener restos de esos productos son una fuente potencial de contaminación. Hacer un mal manejo de los mismos puede provocar la muerte y eventualmente desaparecer a otros organismos beneficiosos y representar un riesgo para la salud humana y el ambiente. • Existe una serie de prácticas inadecuadas para la disposición de los envases vacíos de plaguicidas, que son comúnmente utilizadas en la mayoría de los países, entre las que se destacan el reúso, la destrucción o el enterramiento en el medio rural y la disposición en vertederos. ¿Qué hacer con los plaguicidas y recipientes vacíos? • Práctica de triple lavado: los envases que han contenido productos agroquímicos deben lavarse tres veces. En cada enjuague, se llena con agua un cuarto de la capacidad del envase, se agita durante 30 segundos, hacia los lados y de arriba hacia abajo; y finalmente disponer este enjuague dentro de la bomba de fumigación o en el tanque de mezcla de los productos. Una vez lavados los envases deben perforarse, para evitar que sean usados de nuevo. Esta práctica debe realizarse cada vez que se desocupe un envase que contenga productos agroquímicos. • Consulte con el encargado de los agroservicios o el proveedor de agroquímicos de su comunidad, si puede entregarle sus envases vacíos para que sean tratados de una forma adecuada. • Si en su comunidad existen sospechas de almacenamientos ilegales de plaguicidas obsoletos o conoce lugares donde los hay enterrados, debe comunicarlo a las autoridades pertinentes, comunicándose al MARN a través de su línea telefónica gratuita 919. 13 7. Pilas y baterías usadas Todas las pilas operan de acuerdo al mismo principio de desarrollar energía química a partir de una reacción de oxidaciónreducción y la transforma directamente en energía eléctrica. Existe una gran variedad de pilas en el mercado, que varían en la naturaleza de sus componentes activos, en su geome tría y tamaño. Cada sistema tiene su propia combinación de materiales que determinan la capacidad, voltaje de salida y vida útil. ¿Por qué no se debe tirar a la basura las pilas y baterías? Los metales pesados presentes en mayor o menor medida en las pilas y baterías, confieren características de peligrosidad a estos residuos, particularmente el mercurio plomo, cadmio y níquel. • Durante la vida útil de una pila, los riesgos de liberación de sus componentes están convenientemente limitados por sistemas de blindaje exterior. Algunos peligros que se identifican durante el uso de las pilas son la rotura accidental del blindaje, con el correspondiente derrame de los componentes o la ingesta accidental de pilas pequeñas por niños y niñas. • Cuando las pilas son sometidas a condiciones ambientales más extremas que las que experimentan en el interior de un equipo, el blindaje está expuesto a procesos de corrosión que terminan destruyéndolo, liberando sus componentes. • La mayoría del cadmio que ingresa al cuerpo de las personas se deposita en hígado y riñones, con una permanencia muy prolongada en estos órganos. 14 ¿Qué hacer con las pilas y baterías que ya no se usan? Actualmente, el país no cuenta con empresas o alternativas autorizadas para el tratamiento de este tipo de residuos, y debido al riesgo de contaminación generado por el mercurio o cadmio contenido en pilas o baterías, no pueden ser dispuestas en los rellenos sanitarios autorizados. Se recomienda guardar las pilas y baterías usadas en un recipiente plástico seco, sin roturas y de material resistente, donde podría almacenar hasta llenar el contenedor, mantenerlo resguardado y estar pendiente de campañas de recolección autorizadas por el MARN. 8. Luminarias Los materiales de las lámparas se encuentran dentro de un sistema cerrado, por lo cual su uso adecuado no representa riesgos o impactos sobre el medio ambiente o la salud. Estos materiales entran en contacto con el medio ambiente solamente en caso de rotura o destrucción. El principal riesgo corresponde a la liberación del mercurio y otros metales pesados. ¿Por qué no se debe tirar a la basura las luminarias? La constitución propia de las luminarias hace que el transporte, la recolección y el almacenamiento sean procesos delicados ya que se trata de residuos muy voluminosos que no se pueden compactar y de difícil recolección; de igual forma el descarte, dado que las iluminarias deben ser gestionadas como residuos peligrosos debido a su contenido en mercurio y otros metales pesados. ¿Qué debo hacer con las luminarias usadas? Actualmente el país no cuenta con un sistema de recolección selectiva de este tipo de desecho, tampoco hay empresas autorizadas para brindar tratamiento y disposición a las luminarias usadas que contienen mercurio y otro metales pesados, por lo que no pueden ser dispuestos en los rellenos sanitarios autorizados. 15 • Se recomienda el almacenamiento de luminarias en lugares techados y en depósitos que garanticen que no serán expuestas a rotura y liberación de sustancias contaminantes, ya que debido al contenido de sustancias químicas y en este caso por tratarse de equipo en desuso, las luminarias se consideran residuos peligrosos que no pueden disponerse en rellenos sanitarios comunes por lo que debe estar pendiente de campañas de recolección autorizadas por el MARN. 9. Llantas Los neumáticos varían en tamaño y diseño, sin embargo la composición de los productos de los distintos fabricantes es muy similar. En la siguiente tabla se presenta un resumen de las principales características de los neumáticos usados en autos y camiones. Composición Metales pesados presentes 16 Caucho 45-47% Negro de carbono 21.5-22% Acero 16.5-22% Textil 5.5%(Solo para autos) Óxido de cinc 1-2% Azufre 1% Aditivos 5 - 7.5% Cantidades trazas de cobre, cadmio y plomo. ¿Por qué no se debe tirar las llantas? Este tipo de desecho no se considera peligroso, sin embargo la presencia de grandes cantidades de llantas distribuidas en las ciudades constituye un problema de salud por ser elementos propicios para la incubación de vectores y enfermedades. Además, se convierten en un riesgo a la salud si se llegasen a incendiar ahí donde se acumulan. Los neumáticos usados deben ser considerados como residuos especiales debido al gran volumen que ocupan, al difícil manejo y por tratarse de un residuo de generación masiva, con puntos de producción muy dispersos. • Los insectos encuentran en el agua de lluvia estancada en los neumáticos, un hábitat apto para crecer y multiplicarse, como es el caso de la proliferación del zancudo transmisor del dengue y chikungunya. • La quema de llantas a cielo abierto o quema no controlada afecta a la atmósfera y a la salud, ya que durante esa actividad se liberan contaminantes tales como: dióxido de carbono, óxidos de azufre, monóxido de carbono, hidrocarburos aromáticos policíclicos, entre otros. • Asimismo, una combustión deficiente de grandes volúmenes de llantas o neumáticos a cielo abierto es una potencial fuente de generación de dioxinas y furanos PCDD/PCDF (Dibenzodioxinas policlorados/ Dibenzofuranos policlorados), compuestos altamente tóxicos, responsables del aparecimiento de tumores cancerígenos, así como de alteraciones en los sistemas inmunológico, reproductor y endocrino. 17 ¿Qué hacer con las llantas usadas? El MARN, como parte de la Comisión Intersectorial de Salud (CISALUD) y en respuesta a las necesidades de país, ha construido centros de acopio de llantas, uno de ellos en la ciudad de Usulután, y los otros tres en el interior de los rellenos sanitarios de La Libertad, Santa Rosa de Lima y San Miguel; y uno más ubicado en la estación de transferencia Aragón de San Salvador. En estas plantas se reciben las llantas en desuso procedentes de talleres, negocios y particulares. • Las llantas pueden ser recolectadas por el servicio municipal para luego ser trasladadas al centro de acopio más cercano (Ver Anexo 4). • La utilización de llantas usadas para la estabilización de taludes debe ser autorizada por la municipalidad respectiva además de la implementación de técnicas adecuadas y seguras. • Por su gran resistencia a la intemperie, las llantas también pueden ser utilizadas para fines ornamentales en parques y zonas recreativas, tomando las medidas necesarias para evitar la acumulación de líquidos en su interior. 18 Bibliografía • Martínez, Javier (2005). Guía para la Gestión Integral de Residuos Peligrosos, Uruguay: Centro coordinador del Convenio de Basilea para América Latina y El Caribe. • Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, (1998). Ley del Medio Ambiente, Decreto N°233, Republica de El Salvador. • Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, (2001). Reglamento Especial en Materia de Sustancias, Residuos y Desechos Peligrosos, Decreto N°41, República de El Salvador. • Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, (2000). Reglamento Especial sobre el manejo integral de los Desechos Sólidos, Decreto N° 42, República de El Salvador. • Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, (2014). Lineamientos técnicos para el adecuado manejo de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos. El Salvador. 19 Anexo 1. Definiciones Desecho sólido Son aquellos materiales no peligrosos, que son descartados por la actividad del ser humano o generados por la naturaleza, y que no teniendo una utilidad inmediata para su actual poseedor, se transforman en indeseables. Desecho Peligroso Cualquier material sin uso directo o descartado permanentemente, que por su actividad química o por sus características corrosivas, reactivas, inflamables, tóxicas, explosivas, combustión espontánea, oxidante, infecciosas, bioacumulativas, ecotóxicas o radioactivas u otras características que ocasionen peligro o ponen en riesgo la salud humana o el ambiente, ya sea por si solo o al contacto con otro desecho. Residuo Peligroso Material que reviste características peligrosas, y que después de servir a un propósito específico todavía conserva propiedades físicas y químicas útiles, y por lo tanto puede ser reusado, reciclado, regenerado o aprovechado con el mismo propósito u otro diferente. Aprovechamiento Proceso industrial y/o manual cuyo objeto sea la recuperación o transformación de los recursos contenidos en los desechos. Reciclaje Proceso que sufre un material o producto para ser reincorporado a un ciclo de producción o de consumo, ya sea el mismo en que fue generado u otro diferente. Recolección selectiva Acción de clasificar, segregar y presentar segregadamente para su posterior utilización. Reutilización Capacidad de un producto o envase para ser usado en más de una ocasión de la misma forma y para el mismo propósito para el cual fue fabricado. 20 Anexo 2. Sitios autorizados para el almacenamiento de baterías acido plomo usadas 21 Anexo 3. Empresas autorizadas para el transporte de residuos y desechos de aceites usados 22 Empresas autorizadas para el procesamiento, eliminación o disposición final de residuos y desechos de aceites usados 23 Anexo 4. Centros de acopio de llantas 24 25