Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. TERAPIA Y ENTRENAMIENTO DE LA VOZ MEDIANTE UNA ADECUADA UTILIZACIÓN DE LOS MÚSCULOS Por Walter Schumacher Dedicado al Prof. J. Perelló muchos años de trabajo en conjunto con laringólogos en terapias de la voz y como especialista de la voz en oradores y cantantes, siempre he enfocado el trabajo de la terapia y el entrenamiento mediante una utilización adecuada de los músculos del aparato vocal. Este enfoque fue desarrollado por Miriam E. Elkus, en San Francisco, junto a otros importantes laringólogos. Este enfoque de la terapia y el entrenamiento mediante la utilización adecuada del aparato vocal en el habla o en el canto trata fundamentalmente de siete conjuntos de músculos, a saber, los de las mejillas, la nariz, los labios, la mandíbula inferior, la lengua, el velo del paladar y la cintura. El uso de cada uno de estos conjuntos de músculos tiene un efecto determinado en el sonido de la voz. La incorrecta utilización de cualquiera de estos conjuntos de músculos al hablar o al cantar pueden provocar una tensión en los músculos de la laringe y de las cuerdas vocales. Esta tensión puede producir ronquera, malestar, cansancio y pobreza en el timbre de la voz, todo lo cual puede ir acompañado en el individuo con nódulos vocales, puede producir úlceras, engrosamiento de las cuerdas vocales, y otros inconvenientes en la laringe y las cuerdas vocales, todo lo cual puede ser constatado por el médico. Cuando son utilizados correctamente, los músculos de la laringe y las cuerdas vocales pueden funcionar libremente; la calidad de la voz producida será, en D URANTE consecuencia, normal. Mediante una utilización adecuada y constante de estos músculos, el habla o el canto de cada individuo alcanza la mejor calidad que puede producir ese aparato vocal en particular. El primer grupo de músculos que el orador o cantante debería conocer son los que se sitúan en la parte superior del rostro, los músculos de las mejillas. La razón por la cual tratamos primero de estos músculos es que si no los utilizamos correctamente, los sonidos no podrán ser producidos como corresponde, y tampoco se podrán usar con propiedad los músculos de los labios, la lengua y el velo del paladar. * * * Los músculos de las mejillas cubren parte de la estructura ósea y de las cavidades de la parte superior del rostro, que son importantes elementos de resonancia del aparato vocal. Cuando se encuentran hundidos o deprimidos, actúan como silenciador de la voz. El aire que vibra y que constituye la voz no puede flotar hacia la parte superior de los resonadores tal como debiera, y la voz que resulta es una voz muerta, apagada y aburrida. Estos músculos deberían permanecer elevados en todo momento, como en una sonrisa amable. Esta elevación de los músculos de las mejillas permite que las vibraciones de la respiración floten hasta llegar a los resonadores y dar vida y resonancia a la voz. Correspondencia: M. Schumacher Walter C., 895 Sutter Street 302. 94109 San Francisco CA, U.S.A. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Los músculos de la nariz deben estar relajados y libres. Cuando están tensos y contraídos no permiten elevar los músculos de las mejillas, cierran los conductos nasales y pueden producir un timbre nasal en la voz. Cuando están libres y relajados acompañan fácilmente a los músculos de la nariz y permiten que los conductos nasales permanezcan abiertos y que el aire o la respiración fluyan libre y fácilmente. Los músculos de los labios deben ser suaves y flexibles. Si se les mantiene fuertemente apretados contra los dientes, como suele hacerlo la gente que quiere ocultar una dentadura manchada e irregular, o para sostener una prótesis, no pueden elevarse los músculos de las mejillas y no se pueden producir correctamente los sonidos consonantes en que intervienen los labios. Cuando son suaves y flexibles, pueden acompañar libremente a los músculos de las mejillas y pueden utilizarse con propiedad para la emisión de los sonidos consonantes que les son propios. Los músculos que mueven la mandíbula inferior y los que se encuentran frente a los oídos, deben estar siempre relajados y libres. Si están tensos o contraídos, la mandíbula inferior no puede moverse con la facilidad que se exige al hablar o cantar. Cuando están relajados y libres, la mandíbula puede moverse hacia arriba o hacia abajo libre y fácilmente, con el fin de obtener los diferentes sonidos vocálicos y consonánticos en los que interviene. Los músculos de la lengua deben sentirse relajados siempre que ésta deba moverse. Si están tensos o contraídos, no pueden moverse tan libremente como se desea. Nunca se debe pedir a la lengua que haga nada. Cuando todos los otros músculos del aparato vocal están siendo utilizados correctamente, debería poder funcionar sin impedimentos para hablar o cantar. Debe siempre descansar suavemente en la boca, como si fuera a deslizarse por encima de los dientes inferiores. Entonces podrá moverse libremente cuando se trate de producir los diferentes sonidos vocálicos y consonánticos. Los músculos del velo del paladar deben estar en condiciones de acompañar automáticamente el movimiento de elevación de las mejillas. Cuando están hundidos, ocupan un espacio indebido dentro de la cavidad bucal. Cuando se les ha ejercitado debidamente y pueden elevarse acompañando la elevación de los músculos de las mejillas, junto a los músculos correspondientes de la mandíbula inferior y de la lengua, ayudan a formar el espacio interior necesario para producir una voz plena, como cuando se grita por encima de un ruido intenso, en un campo de juego o en un gran espacio vacío, en un auditorio, en un teatro, o cuando se trata de cantar. Los músculos de la cintura deben estar siempre suavemente retraídos al hablar o al cantar. Cuando están hundidos o deprimidos el cuerpo se encuentra desplazado de su eje y en una postura inadecuada. Cuando están ligeramente retraídos, el cuerpo entero, que constituye todo el aparato vocal, se encuentra en la alineación y posturas correctas. * * * El elemento de soporte del aparato vocal va desde la cintura hasta los pies cuando se está de pie, y, en posición sentada, desde la cintura hasta el objeto que sirve de asiento. La parte superior del cuerpo, el pecho, los hombros y el cuello deben estar libres y relajados como los de una muñeca de trapo. La cabeza debe sentirse como si pudiese desprenderse y caer al suelo. Cuando el cuerpo entero ha alcanzado la alineación o postura adecuada, y todos sus músculos están siendo correctamente utilizados al hablar o al cantar, el aire o la respiración pueden circular libremente ha51 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ORIGINALES cia fuera o hacia dentro. Lo único que el orador o cantante debe hacer al principio, en lo que se refiere a la respiración, es respirar tan frecuentemente como sea necesario. Con la utilización constante de todos los músculos del aparato vocal, será posible pronunciar o cantar frases más largas con un solo aliento. Se debe enseñar al orador o cantante a ejercitar correctamente cada uno de estos grupos de músculos para poder mantenerlos en buenas condiciones físicas 52 y usarlos correctamente para hablar o cantar. De esta manera, el paciente o el alumno aprenderá a vencer cualquier dificultad vocal que pueda persistir y a evitar que cualquier dificultad aparezca en el futuro. Mediante la utilización constante de estos músculos, el orador o cantante podrá poseer la voz que mejor se adecue a su aparato vocal. Recibido: enero de 1986.