“Esto es un regalo. El Estado no tenía que hacerlo” Vincent Bruno

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“Esto es un regalo. El Estado no tenía que
hacerlo” Vincent Bruno habla sobre el
Programa de RREM
Para Vincent y Susan Bruno, la clave del éxito para salir adelante después
de un desastre natural de la magnitud del huracán Sandy, fue mantener
una actitud positiva.
Poco después de que se mudaron a su vivienda de Windsor Avenue en
Barnegat Bay, en Toms River, a finales de los 80, los Bruno elevaron su
casa de una planta en casi 32 pulgadas. Eso era suficiente porque nunca
antes sufrieron una inundación - hasta que el huracán Sandy envió una
corriente de ocho pies de agua a través de su propiedad, inundando la
vivienda con más de dos pies de agua.
“Me senté en una silla a mirar el agua” -evocó Vincent Bruno. “No podía
creer que estaba entrando en la casa”.
Vincent y Susan Bruno, así como su hijo adolescente, Vincent, Jr., permanecieron en la casa durante la tormenta.
Se fueron al día siguiente…en kayak. Pero, pronto regresaron para disuadir a los saqueadores ocasionales que
entraron en su vecindario en barco desde el otro lado de la bahía. Las dos hijas de la pareja estaban ausentes en
ese entonces.
Mientras que la familia pernoctó en la casa de un vecino, Vincent y Vincent Jr. pasaron de 12 a 15 horas cada día
durante semanas, tras la tormenta, para remover todo el interior de la casa y ventilarla para prevenir el moho todo
lo posible. A pesar del esfuerzo hecho, “perdí todo en mi casa”, dice Vincent, padre, al referirse a los bienes de la
familia.
“Toda la vecindad emitió hedor durante meses después. Uno podía oler el moho” -dijo Susan Bruno. A pesar de
la pérdida causada por Sandy, “Mantuvimos una actitud positiva a lo largo de todo ese tiempo…porque eran sólo
cosas. Ésta es nuestra casa. Irnos, no se nos cruzó por la mente”.
Para los Bruno, el Programa de Reconstrucción, Rehabilitación, Elevación y Mitigación (RREM) del Estado, así
como el Programa de Reubicación del Propietario, que otorgó subsidios de US$10,000 a quienes se comprometieran
a permanecer en su condado de residencia por tres años, eran regalos. “No voy a quejarme”, dijo Vincent, padre, al
referirse al programa de RREM, -que proporciona hasta US$150,000 en subsidios
para reparación, reconstrucción y elevación de las viviendas dañadas por Sandy.
Prefirieron la opción en que el Estado asigna a un contratista aprobado (por el Estado)
para manejar las reparaciones y la elevación de la vivienda. Para Vincent, padre, lo
que le gustó sobre el Programa de RREM, era que: “Yo no tuve que hacer nada. No
tenía que conseguir permisos. No tenía que conseguir subcontratistas. Sólo tenía
que llamar a una persona: a nuestro gerente del sitio de obra”.
“Les recomendaría a nuestro contratista más que a cualquier otro” -dijo Susan, al
referirse a la empresa D.E.N.J. Residential Construction.
“Tuvimos una experiencia realmente buena con ellos” -dijo Vincent, padre. “Siempre estaban aquí. El gerente del
sitio siempre contestó el teléfono cuando llamamos. Incluso, ahora, hace una parada por nuestra casa cuando pasa
por aquí, para ver cómo estamos”.
La empresa D.E.N.J. terminó la obra justo alrededor del plazo de construcción de 90 días. Ya que se tardaron
algunos días, la empresa D.E.N.J. reembolsó alrededor de US$500 a los Bruno como compensación del alquiler.
Vincent y Susan Bruno expresaron que estaban asombrados cuando la gente se quejó del Programa de RREM y del
papeleo para poder calificar para la concesión del máximo monto de US$150,000.
“Yo les diría a esas personas: ‘Te das cuenta, esto es un regalo. El Estado no tenía que hacer esto’” -dijo Vincent.
“Es bastante trabajo. Mucho ajetreo acá y acullá. Nadie va a venir a tu casa a hacer el papeleo por ti. Tú tienes
que hacerlo”.
La pareja también elogió al contratista Ducky Johnson Home Elevation, que elevó su vivienda a una altura de
nueve pies. Aunque Susan Bruno dijo que las escaleras a su vivienda elevada fueron, probablemente, la cosa más
dura a la que hay que acostumbrarse, también se jactó, “Nuestro panorama es mucho más hermoso” desde su
vivienda elevada.
“Teníamos una buena actitud frente a todo. Nunca tuvimos ningún problema” -dijo Susan. “Por lo regular, una
persona no podría tener a su alcance los medios para la elevación de su casa. Cuando el Estado dio a conocer al
programa de RREM, fue un alivio. Estamos agradecidos”.
“Es un vecindario diferente después de Sandy” -dijo Vincent, padre.
“Es un mejor vecindario”-agregó Susan.
“Ahora que hemos elevado la casa y hemos acabado con todo; hemos
dejado la tormenta detrás de nosotros por completo” -dijo Vincent a
David Reiner, Comisionado Adjunto del Departamento de Asuntos
Comunitarios, y a Sam Viavattine, Director de la División Sandy
de Recuperación del DCA. Ellos visitaron a los Bruno para felicitar
a los propietarios por su compromiso de utilizar los programas
de recuperación de viviendas, emprendidos por el DCA, en la
reparación de su vivienda dañada por Sandy.
“Esta es nuestra casa. Nos encanta nuestro estilo de vida. La idea de dejarla, nunca se nos cruzó por la mente”.
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