30 30 Fotos ficha: F. Lamadrid OBRAS 1 Adelaida, Ediciones Brosquil / Zorro Rojo, óleo sobre cartón, España, 2005 2 Adelaida, Ediciones Brosquil / Zorro Rojo, óleo sobre cartón, España, 2005 3/5 Adelaida, Ediciones Brosquil / Zorro Rojo, óleo sobre cartón, España, 2005 6 Adelaida, Ediciones Brosquil / Zorro Rojo, óleo sobre cartón, España, 2005 7/8 Retrato de Pulgarcita, Fondo de Cultura Económica, óleo sobre bronce en vitrina, México, 2007 9 Pulgarcita, Fondo de Cultura Económica, óleo sobre cartón, México, 2005 10/11 Pulgarcita, Fondo de Cultura Económica, óleo sobre tela, México, 2005 12 Pulgarcita, Fondo de Cultura Económica, óleo sobre tela, México, 2005 13 Pulgarcita, Fondo de Cultura Económica, óleo sobre cartón, México, 2005 14 Pulgarcita, Fondo de Cultura Económica, óleo sobre tela, México, 2005 15 Pulgarcita, Fondo de Cultura Económica, óleo sobre tela, México, 2005 16 Cuentos: Adelaida, Din i Don, La cajita, UBICACIÓN EN LA SALA vitrina 17 Din i Don, qué será?, Editorial Zorro Rojo, óleo sobre cartón, España, 2004 18 El misterio de la casa grande, La habitación, óleo sobre tela, 2007 19 El misterio de la casa grande, El tapiz cambiante, óleo sobre tela, 2007 20 El misterio de la casa grande, La espera, óleo sobre tela, 2007 21 El misterio de la casa grande, El cuento de la tarde, óleo sobre tela, 2007 22 Din i Don, En busca del tesoro, Edición el Zorro Rojo / Brosquil, óleo sobre cartón, España, 2006 23 Historia de Rosie, La casa de los espejos, óleo sobre tela, 2007 24 Historia de Rosie, La subasta, óleo sobre tela, 2007 25/26 El patito feo, óleo sobre tela, 2006/07 27/29 La cajita, premio orilla del viento, Fondo de Cultura Económica, óleo sobre cartón, México, 2003 30 Posters Sala Espacio Historieta www.centroculturalrecoleta.org cedip@centroculturalrecoleta.org FICHAS.#18 MARTA VICENTE EL CUENTO PINTADO Sala Espacio Historieta Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires 26 de junio al 29 de julio de 2007 SOBRE MARTA VICENTE Y EL CUENTO PINTADO Pablo Sapia. Artista, curador del Espacio Historieta del Centro Cultural Recoleta Sr. A: - Mirá, me compré el catálogo de la exposición de XXX… Está buenísimo... Sr. B: - Me encanta. Yo tengo un libro con toda su pintura completa. Con este diálogo imaginario podemos ilustrar la relación de la mayoría de las personas que gustan de las bellas artes con la obra de los artistas más o menos trascendentes de la historia del arte. Una relación que tiene siempre al libro, a la reproducción, como intermediarios. Nos encontramos en un mundo de museos, instituciones públicas y colecciones privadas que se reparten la obra de los artistas trascendentes a lo largo de los cinco continentes. Así, no resulta extraño descubrir que la obra de tal o cual artista se encuentra repartida mayoritariamente en distintas colecciones entre Nueva York, Londres, Ámsterdam, Madrid, San Pablo o Tokio. Alguien interesado en ver la obra de ese tal o cual artista, debería viajar a alguna de estas ciudades y visitar las instituciones donde están colgadas las obras. Una vez allí se encontrará por primera vez con la obra, y podrá compararla con la imagen creada en su mente con anterioridad por las reproducciones vistas en los libros, quizás a lo largo de muchos años. Muchas veces un cuadro es más impactante que cómo lo imaginábamos o, a la inversa, quizás no era tan grandioso como esperábamos. Lamentablemente, en más de un caso, la relación entre un cuadro y el especta- dor sólo se produce a través de la reproducción. Nunca ocurre el encuentro físico. Es decir, nos enfrentamos al hecho habitual de conocer la mayor parte de la obra de los artistas sólo a través de su reproducción. Pero… ¿Qué ocurre cuando un artista plástico pinta un cuadro especialmente para ser reproducido? A la inversa de la pintura tradicional, creada para ser admirada frente al cuadro colgado en un Museo o en una Sala de Exposiciones y que luego es reproducida en un libro “de arte”, Marta Vicente nos propone unas pinturas creadas expresamente para ser reproducidas en un libro. Pero no nos propone un libro “de artista”. Nos propone un libro ilustrado, un libro infantil. Nos presenta una pintura pensada para ser reproducida, para ilustrar, para acompañar y acrecentar un texto propio o ajeno. Si nos tomamos la libertad de ver sus cuadros sin la intermediación del libro, descubrimos que estas pinturas, pensadas originalmente como ilustraciones, no disminuyen en ningún momento la fuerza de la composición ni la sutileza del color. No disminuyen en su valor plástico. Por el contrario, la multiplicación de la imagen la lleva a lugares donde la pintura tradicional no llega. Podríamos imaginar que cada ejemplar del libro es una pequeña exposición individual que inaugura y cierra con cada lector. La obra de Marta Vicente, sus cuentos pintados, resultan un lujo entre tanta propuesta mediocre para el público infantil. ¿Qué puede ser mejor para un niño que poder disfrutar de la obra de esta delicada artista mendocina junto con un cuento, antes de ir a dormir? 7y8 30 10 SOBRE MARTA VICENTE Y EL CUENTO PINTADO (REGARDING MARTA VICENTE AND THE PAINTED STORY) Pablo Sapia. Artist, Curator of the Comics Space, Centro Cultural Recoleta Mr. A: - Look, I bought the XXX exhibition catalog... It’s great... Mr. B: - I love it. I have a book with all the paintings. This imaginary dialogue might well serve as an illustration of the relationship that the majority of people with an interest in Fine Art have with works by the artists considered to be relatively important in the history of art. This relationship always includes books and reproductions as intermediaries. We find ourselves in a world of museums, public institutions and private collections wherein the work of important artists is distributed across the five continents. As such, it is not surprising to discover that the work of such and such an artist is primarily dispersed among collections in New York, London, Amsterdam, Madrid, San Pablo or Tokyo. Anyone interested in seeing the work of this artist would have to travel to one of these cities and visit the institutions where the works are displayed. Once there, they will find themselves face to face with the work for the first time, and be able to compare it with the mental image they had formed earlier based on the reproductions seen in books, possibly over the course of many years. Many times, the painting is more impressive than imagined, or, on the contrary, it may not be as grandiose as hoped. Unfortunately, more often than not, the relationship between viewer and painting is based solely on a reproduction. The physical encounter never takes place. In other words, we are faced with the fact that the most habitual way of getting to know the majority of artists’ work is by way of reproductions. But what happens when an artist makes a painting specifically in order to be reproduced? Contrary to the process involved in traditional painting, where works are created in order to be admired in person, hung in a museum or exhibition space and later reproduced in an “art” book, Marta Vicente presents us with paintings created with the express purpose of being reproduced for a book. But what she proposes is not an “artist’s book”. She proposes an illustrated book, a children’s book. She gives us paintings that are conceived of in order to be reproduced, to illustrate, to accompany and amplify another’s text or one of her own. If we take the liberty of looking at her paintings without the book as an intermediary, we discover that the compositional strength and subtle color of these paintings, originally conceived of as illustrations, do not diminish at any moment. Their value as plastic images is in no way diminished. On the contrary, the fact that the images are multiplied take them even further, to places not reached by traditional painting. We could think of every copy of the book as a small solo exhibition that opens and closes with every reader who picks it up. Works by Marta Vicente, her painted stories, are a very special treat amidst so much mediocrity in what is offered to our youngest public. What could possibly be better for a child than being able to enjoy a story accompanied by the work of this sensitive artist from Mendoza before going to sleep? Trad.: Tamara Stuby