Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Acta Otorrinolaringol Esp 2003; 54: 533-537 NOTA CLÍNICO- QUIRÚRGICA ANEURISMA DE ARTERIA BASILAR: A PROPÓSITO DE UN CASO A. TOLEDANO. T. ONRUBIA, C. HERRÁIZ, R. TARRIÑO*, G. PLAZA, M. A. MATE, J. M. APARICIO, G. DE LOS SANTOS *UNIDAD DE OTORRINOLARINGOLOGÍA. AUDIOLOGÍA. FUNDACIÓN HOSPITAL ALCORCÓN. ALCORCÓN. MADRID. RESUMEN P resentamos el caso de una paciente que acudió a nuestro servicio de urgencias por episodio de vértigo y gran inestabilidad. La exploración del nistagmo fue fundamental en la orientación diagnóstica hacia un vértigo de etiología central. La resonancia magnética confirmó el diagnóstico demostrando la existencia de un aneurisma fusiforme en el tronco del encéfalo que produjo un infarto isquémico en la zona protuberancial que implicaba los núcleos vestibulares y el facial. Se discute el proceso diagnóstico. PALABRAS CLAVE: Arteria basilar. Infarto. Vertebrobasilar. ABSTRACT W BASILAR ARTERY ANEURYSM: ONE CASE REPORT e present a case of a patient with vertigo, disequilibrium and facial palsy. Nistagmus features pointed to a diagnosis of central vertigo. MRI showed a basilar aneurysm that compressed the brain stem and caused a stroke. We review the diagnosis. KEY WORDS: Basilar artery. Stroke. Vertebrobasilar. Correspondencia: Adolfo Toledano Muñoz. Fundación Hospital Alcorcón. Avda. Villaviciosa s/n. 28921 Alcorcón. Madrid. e-mail: atoledano@fhalcorcon.es Fecha de recepción: 13-12-2002 Fecha de aceptación: 25-2-2003 Acta Otorrinolaringol Esp 2003; 54: 533-537 533 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. A. TOLEDANO ET AL. ANEURISMA DE ARTERIA BASILAR INTRODUCCIÓN La causa más frecuente de infarto cerebral es la arteriosclerosis, que puede afectar tanto a las arterias intracraneales como extracraneales. Pero existen otros trastornos no ateroscleróticos que pueden intervenir en la patogenia del accidente cerebrovascular. En los pacientes jóvenes, la proporción de arteriopatías no ateroscleróticas es grande, ya que son la causa de casi la tercera parte de los accidentes cerebrovasculares en este grupo de edad. Sin embargo, no deben descartarse estas patologías en pacientes en edad avanzada1. El objetivo del artículo es presentar el caso de una paciente con aneurisma de la arteria basilar que produjo un infarto troncoencefálico. Las primeras manifestaciones clínicas fueron otoneurológicas pero esto nunca nos debe llevar a pensar en una causa exclusivamente otorrinolaringológica. Cabe destacar la importancia que tiene la correcta formación en el área de la Otoneurología para detectar cuadros que están a caballo entre nuestra especialidad y la Neurología. CASO CLÍNICO mitos. No permite movilización. Dada la severidad de la clínica se completa la anamnesis preguntando al familiar acompañante. La crisis no parece tener relación con causa alguna desencadenante. La paciente niega cefalea o pérdida de conocimiento. No se aprecia pérdida de fuerza ni sensibilidad. La paciente sufrió una crisis de vértigo de la misma intensidad y características por la que fue atendida en urgencias la tarde del día anterior. En ese momento se diagnosticó de vértigo periférico y fue dada de alta con tratamiento sintomático. Exploración física La exploración en urgencias es limitada dada la severidad de la clínica. Presenta otoscopia normal. Paresia facial izquierda de 24 horas de evolución grado III/VI de House, de características periféricas. Nistagmo horizonto-rotatorio grado III a la derecha. Palpación cervical y parotídea normal. Exploración neurológica normal. Los familiares refieren una gran inestabilidad en la marcha al inicio del cuadro clínico. Diagnóstico La paciente es diagnosticada de neuritis del VII y VIII par. La paciente es ingresada en el Servicio de Otorrinolaringología con tratamiento sintomático intravenoso con sedantes vestibulares. Anamnesis Mujer de 72 años que acude al Servicio de Urgencias por crisis de vértigo de 12 horas de evolución, cortejo vegetativo severo con náuseas y vó- Evolución OÍDO DERECHO 125 250 500 1 2 OÍDO IZQUIERDO 3 4 8 125 -10 -10 -5 -5 0 0 10 10 20 20 30 30 40 40 50 50 60 60 70 70 80 80 90 90 100 100 110 110 120 120 250 Figura 1. Audiometría tonal liminar. 534 Acta Otorrinolaringol Esp 2003; 54: 533-537 500 1 2 3 4 8 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ACTA OTORRINOLARINGOLÓGICA ESPAÑOLA Figura 2. Imagen de resonancia magnética de aneurisma de arteria basilar. Al día siguiente del ingreso es valorada por primera vez por el otorrinolaringólogo. La paciente se encuentra mejor y permite una exploración completa. Presenta otoscopia, rinoscopia y orofaringoscopia normal. Exploración vestibular con nistagmo de reojo. La prueba de brazos extendido presenta una desviación de brazo izquierdo a la izquierda. Romberg negativo con gran inestabilidad. Ataxia de la marcha con aumento de la base de sustentación. Audiometría con hipoacusia neurosensorial bilateral simétrica a partir de 4000 Hz (figura 1). Dada las características del nistagmo se decide realizar Resonancia Magnética que permite el diagnóstico de una dolicoectasia de la arteria basilar con imagen de aneurisma fusiforme asociado a compresión del tronco del encéfalo e imágenes isquémicas en la zona protuberancial (figura 2). A las 72 horas del cuadro, la paciente tolera la electronistagmografía que es normal. La exploración del aparato oculomotor es claramente patológica con múltiples y repetidas sacadas hipométricas y un seguimiento sacádico en ambas direcciones de la CH1 +/- 30 des 0,00 2,50 5,00 7,50 10,00 sec CH1 +/- 30 des 0,00 2,50 5,00 7,50 10,00 sec Figura 3. Electrooculografía: seguimiento y sacadas. Acta Otorrinolaringol Esp 2003; 54: 533-537 535 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. A. TOLEDANO ET AL. ANEURISMA DE ARTERIA BASILAR Figura 4. Paresia facial izquierda. mirada. No se observan otros hallazgos patológicos (figura 3). El resto de la exploración neurológica sigue siendo normal salvo que la clínica de vértigo va siendo sustituida por la de cefalea holocraneal. La paresia facial sigue estable (figura 4). Tratamiento La paciente sigue con tratamiento sintomático con clara mejoría de la clínica. El servicio de Neurología trata a la paciente con un antiagregante plaquetario, un comprimido cada 24 horas. Consultado el caso en el Servicio de Neurocirugía del hospital de referencia y dada la mejoría de la sintomatología y la edad de la paciente optan por tratamiento conservador. DISCUSIÓN La incidencia de infarto del territorio vertebrobasilar es aproximadamente 5 ó 6 veces menos frecuente que el infarto del territorio carotídeo. Sólo el 25% de los ictus isquémicos ocurren en el territorio de la circulación posterior. La explicación radica en la anatomía del territorio vertebrobasilar. Existen dos arterias vertebrales, con capacidad de compensación recíproca, y una red de suplencia a través de ramas occipitales de la carótida externa, ramas derivadas de la subclavia y la comunicación con la circulación anterior o carotídea a través del polígono de Willis por las comunicantes posterio- 536 res, configurando un sistema protector del territorio vertebrobasilar frente a la isquemia2. El embolismo es el mecanismo fundamental del infarto en el territorio vertebrobasilar. Otras causas menos frecuentes de isquemia cerebral incluyen: disecciones arteriales intra craneales o extracraneales, displasia fibromuscular, arteriopatías inflamatorias, aneurismas, tortuosidades arteriales, compresiones extrínsecas por osteofitos, homocisteinemia, síndromes de hiperviscosidad (policitemia, leucemia, mieloma, macroglobulinemia, crioglobulinemia) y diversos estados protrombóticos (aumentos de fibrinógeno, anticuerpos antifosfolípido, déficit de antitrombina III y de proteínas C y S)3,4 En nuestro caso, y como informa la RM, se trataba de un aneurisma fusiforme de la arteria basilar que producía una isquemia protuberancial izquierda. La clínica de los infartos vertebrobasilares es variada. El síntoma más frecuente es el vértigo que ocurre en el 80% de los casos. Dicho síntoma va acompañado de sintomatología vegetativa importante y de un nistagmo de características centrales que nos hace orientar el diagnóstico. Sin embargo, es importante recordar que cuando se presenta el vértigo aislado no es suficiente para el diagnóstico de un infarto vertebro-basilar (tabla I). El segundo síntoma más frecuente son las alteraciones visuales que se presentan en el 50% de los pacientes. Pueden revestir formas diferentes: diplopia, hemianopsias, cuadrantanopsias, escotomas, ceguera, etc. Otros datos clínicos que pueden encontrarse en un infarto vertebrobasilar son Acta Otorrinolaringol Esp 2003; 54: 533-537 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ACTA OTORRINOLARINGOLÓGICA ESPAÑOLA Tabla 1: Diagnóstico diferencial del AIT vertebro-basilar AIT vertebro-basilar No AIT vertebro-basilar Disfunción motora que puede cambiar de lado e intensidad en Alteración de la conciencia y síncope diferentes episodios, desde ligera hemiparesia a tetraplejía Alteración sensitiva en un hemicuerpo. Generalmente afecta Sensación de vértigo y mareo uno o ambos lados de la cara, boca o lengua Pérdida de visión, por lo general con pérdida parcial en ambos Trastornos de visión asociados a alteraciones de la conducta campos homónimos Desequilibrio de la marcha, trastornos posturales, ataxia, lateropulsión Amnesia, confusión, vértigo, diplopia, disfagia o disartria aisladas Diplopia, disfagia, disartria o vértigo. Ninguno de estos síntomas Actividad motora tonicoclónica aislados debe considerarse evidencia de AIT vertebro-basilar Combinación de los anteriores Déficit progresivos motores o sensitivos Síntomas focales asociados con migraña Incontinencia esfinteriana las caídas bruscas (drops-attacks), hemiparesias, afasias, disfagia, alteraciones sensitivas (disestesias peilabiales) y cefalea 5. En nuestro caso, la sintomatología estaba dominada por un cuadro vertiginoso con gran inestabilidad y afectación del estado general, sin cefalea ni sintomatología sensitiva o motora salvo la paresia facial. La duración del cuadro vertiginoso y la presencia o no de síntomas neurológicos asociados facilita en numerosos casos el diagnóstico diferencial entre un cuadro periférico y central. Así, en la isquemia vertebrobasilar el cuadro vertiginoso dura minutos en el 80% de los casos, mientras que sólo en el 9% dura segundos y en el 11% restante la duración es de varias horas. Por lo general en la enfermedad de Meniere la sintomatología vertiginosa dura varias horas y el vértigo por laberintitis varios días. Clásicamente el vértigo posicional benigno suele durar menos de un minuto y típicamente menos de 30 segundos. Por otra parte, aunque el aura migrañosa puede durar unos pocos minutos, lo habitual es que se prolongue durante más de cinco. La presencia de sintomatología coclear orienta a un cuadro vestibular periférico pero no es patognomónico. En pacientes con factores de riesgo vascular y aparición de crisis de vértigo brusco debe descartarse el origen vascular del cuadro. Más aún si va asociado a sintomatología neurológica3. CONCLUSIONES El vértigo es consecuencia de la lesión del laberinto, nervio vestibular, de las vías vestibulares, del tronco del encéfalo y el cerebelo. La clínica asociada, fundamentamente neurológica, y las características de un nistagmo central nos deben orientar a una causa neurológica. Si el paciente presenta factores de riesgo vascular, se debe descartar la etiología vascular6. REFERENCIAS 1.- Kasner SE. Tratamiento del accidente cerebrovascular: consideraciones específicas. Otolaryngol Clin North Am 2000; 2: 441-460. 2.- Plaza Macías I. Isquemia vertebrobasilar: diagnóstico y pronós- tico. Rev Neurol 1998; 26: 122125. 3.- Irimia Sieira P, Martínez Vila E, Noé S. Vértigo y patología cerebrovascular. El sistema vestibular y sus alteraciones. Tomo II. Biblio stm 30: 401-408. 4.- Martín R. Isquemia vertebrobasilar de origen trombótico y embólico. Rev Neurol 1998; 26: 118-121. 5.- Martí Masso JF. Insuficiencia vértebro-basilar. El vértigo: actualización y valoración en España. Grupo de Acta Otorrinolaringol Esp 2003; 54: 533-537 vértigo de la SEORL. Aula Médica 1996; 13: 115-120. 6.- Baloh RW, Halmagyi GM. Vestibular disorders due to cerebrovascular disease. Oxford 1996; 34: 418429. 537