Rev Fed Arg Cardiol. 2014; 43(4): 165-166 Los editoriales representan la opinión Editorial de los autores no necesariamente las del Comité Editorial de la Revista FAC. ¿Es el ecg una herramienta útil en el diagnóstico precoz de complicaciones perianulares en la endocarditis infecciosa? Is the ECG a useful tool in the early diagnosis of complications in infective endocarditis periannular? Luciano Citta Instituto de Cardiología del Sanatorio Británico SA. I N F O R M A C I Ó N D E L A RT í C U L O Recibido el 19 de noviembre de 2014 Aceptado el 19 de noviembre de 2014 Online el 30 de noviembre de 2014 www.fac.org.ar/revista El autor declara no tener conflicto de intereses La endocarditis infecciosa (EI) presentó en las últimas décadas modificaciones en su forma de aparición y una mejoría en la morbilidad gracias al diagnóstico temprano, al empleo de la ecografía y al tratamiento quirúrgico de reemplazo valvular cuando fuera necesario. Sin embargo la tasa de mortalidad se mantiene elevada, variando entre 15 y 20 % durante la estadía intrahospitalaria, y llegando al 40% durante el primer año1-2. En nuestro país la mortalidad del estudio EIRA II oscila entre el 16% y el 32%, coincidiendo con la descripta en países desarrollados3-4. La EI se define como una enfermedad en la que el endotelio cardíaco es invadido por organismos infecciosos. A partir de esta llegada de microorganismos por vía hematógena, se inicia un proceso inflamatorio con formación de vegetaciones que son la lesión típica de la EI. Las alteraciones de la conducción son una manifestación poco frecuente de la endocarditis infecciosa, con una incidencia que varía del 1 al 15% según los registros, y conllevan peor pronóstico5. Estos trastornos se deben a la extensión de la infección desde las válvulas al sistema de conducción, generalmente asociada a complicaciones perianulares, relacionándose con mayor frecuencia a la afección de las válvulas izquierdas (aortica 36%; mitral 33%), y en ocasiones menos frecuentes se deben a isquemia miocárdica por embolias6. Esto obedece a las relaciones anatómicas del nodo auriculoventricular, situado en el vértice del triángulo de Koch, en estrecha relación con la valva no coronariana aórtica y la valva anterior mitral. El estudio anatomopatológico de pacientes que presentaron trastornos de conducción en el contexto de una endocarditis mostró la presencia de infección, generalmente con el desarrollo de abscesos, fístulas y pseudoaneurismas que afectaban al sistema de conducción. En los casos en que el trastorno era paroxístico, se observaba inflamación a este nivel, lo que explicaría la reversibilidad del evento7. Ya en el año 1995, Blumberg y col compararon poblaciones con presencia de absceso y sin esta complicación, y hallaron que entre múltiples variables clínicas analizadas (características demográficas, compromiso valvular, presencia de prótesis, infección con organismos virulentos, pericarditis, fiebre persistente, bacteriemia persistente, insuficiencia cardíaca, historia de uso de drogas endovenosas, embolias y parámetros ecocardiográficos transtorácicos), la única va- Autor para correspondencia: Dr. Luciano Citta. Paraguay 40. (2000) Rosario, Argentina. e-mail: chanocitta@yahoo.com.ar 166 L. Citta / Rev Fed Arg Cardiol. 2014; 43(2): 165-166 riable que tuvo correlación estadísticamente significativa con la presencia de absceso perivalvular fue la aparición de trastorno de conducción auriculoventricular o de rama no detectados previamente8. La extensión perivalvular de la endocarditis infecciosa y eventual alteración del sistema de conducción aurículoventricular, podría ser evaluada y precozmente detectada a través de la realización de electrocardiogramas seriados con medición del intervalo PR, como se menciona y recomienda en el trabajo de Popilovsky y col, publicado en este número de la revista, y ya sugerido a partir del año 2002 en consensos de endocarditis infecciosa previamente publicados, recalcando su elevado valor predictivo positivo (88%) pero con baja sensibilidad (45%)9. Véase el artículo publicado en páginas 188-191 Si bien el trabajo mencionado me parece muy interesante, debo remarcar que encuentro una importante limitación en el proceso de recolección de los datos (medición de los intervalos PR basales y de seguimiento), ya señalada oportunamente por los autores, herramienta imprescindible para realizar un trabajo de investigación científica; ya que creo es muy difícil obtener semejante precisión en la valoración de estos intervalos utilizando un compas de punta seca, con las consecuencias estadísticas que esto podría suponer. Sin embargo, como correctamente se menciona en el trabajo, en los pacientes con endocarditis es necesaria la vigilancia electrocardiográfica inicial (recomendación Clase I según consensos de endocarditis infecciosa), ya que puede brindar información sobre la presencia de patología de base (estenosis aórtica, hipertrofia ventricular izquierda, etc.), siendo también muy importante la realización de electrocardiogramas seriados con medición del intervalo PR (recomendación Clase II, nivel de evidencia C según consen- sos de endocarditis infecciosa), ya que puede evidenciar la aparición de alteraciones de la conducción, que nos puede alertar de la ocurrencia de una complicación peri-anular, y así poder definir precozmente la conducta diagnóstica mediante un ecocardiograma transesofágico y terapéutica más apropiada9-10. BIBLIOGRAFÍA 1. 2014 AHA/ACC Guideline for the Management of patients with valvular heart disease. A report of the American College of Cardiology / American Heart Association Task Force on Practice Guidelines. Circulation 2014; 129 (23) e651. 2. Pelletier LL Jr, Petersdorf RG. Infective endocarditis: a review of 125 cases from the University of Washington Hospitals, 1963-72. Medicine (Baltimore) 1977; 56: 287-313. 3. Casabe JH, Pellegrini CD, Hershson AR. Endocarditis infecciosa en la República Argentina. Resultados generales. Rev Argent Cardiol 1996; 64 (Suplemento 5): 9-12. 4. Modernesi JC, Ferreirós E, Swieszkowski S, et al, en representación de los Investigadores del estudio EIRA-II, del Área de Investigación y del Consejo de Cardiología Clínica de la Sociedad Argentina de Cardiología. Predictores de mortalidad intrahospitalaria de la endocarditis infecciosa en la República Argentina: resultados del EIRA-II. Rev Argent Cardiol 2005; 73: 283-90. 5. Martinez-Urueña N, Hernández C, Duro IC, et al. Bloqueo trifascicular paroxístico secundario a endocarditis infecciosa sobre válvula tricúspide. Rev Esp Cardiol 2012; 65 (8): 767-8. 6. DiNubile MJ, Calderwood SB, Steinhaus DM, et al. Cardiac abnormalities complicating native valve active infective endocarditis. Am J Cardiol 1986; 58: 1213-7. 7. Wang K, Gobel F, Gleason DF, et al. Complete heart block complicating bacterial endocarditis. Circulation 1972; 46: 939-47. 8. Blumberg EA, Karalis DA, Chandrasekaran K, et al. Endocarditis-associated paravalvular abscesses. Do clinical parameters predict the presence of abscess? Chest 1995; 107: 898-903. 9. Consenso de endocarditis infecciosa Sociedad Argentina de Cardiología. Comisión de diagnostico y evaluación. Rev Arg Cardiol 2002; (suppl 5). 10.Schildberger J. What does the ECG reveal in infectious endocarditis? Vnitr Lek 2002; 48 (Suppl 1): 61-3. Sumario Analítico del Vol 44 (1) del 2015 de la Revista de FAC ARTICULOS ORIGINALES Sustitución valvular aortica por bioprótesis sin sutura en pacientes de alto riesgo: Registro PAVAROTTI (Perceval Aortic Valve Alternative in high Risk aOrTic paTIents) Alba Marigliano y col (Barcelona, ESPAÑA) Diferencias electrocardiograficas entre Takotsubo e infarto agudo de miocardio. Luciano Battioni y col (Buenos Aires, ARGENTINA) Trascendencia de asociar semicuantificación de perfusión e indicadores de función ventricular en la interpretación del Test de Perfusión miocárdic. Lucas Gutierrez y col (Mendoza, ARGENTINA) Utilidad de la escala ACEF para predecir la aparición de complicaciones posoperatorias en la cirugía de revascularización miocárdica. Vladimir Rodríguez Rodríguez y col (La Habana, CUBA)