ASOCIACIÓN DE CENTROS DE ESTUDIOS GNÓSTICOS, ANTROPOLÓGICOS, PSICOLÓGICOS Y CULTURALES A. C. Matrícula Cámara de Comercio S0-500484 de 2004 Personería jurídica 1294 de 1990. NIT. 800-160659-0 E-mail: asociaciondeestudiosgnosticos@yahoo.com WEB : www.acegap.org BIBLIOTECA DEL SEXO – FASCÍCULO N°. 4 LAS CONCEPCIONES SEXUALES ACTUALES R evisando cuidadosamente la forma de vida sexual occidental a través de los siglos, encontramos rápidamente, cuadros de conducta preocupante a la luz de la Psicología Freudiana y Gnóstica. La insuficiente información en torno a la sexualidad, ha llevado a concepciones equivocadas obstaculizando una sabia conducción de esta energía. Por el contrario, en Oriente, esta marcada desviación hacia caminos absurdos en materia sexual, no proliferó ni en cantidad ni en su forma, como ocurrió en contrapartida en nuestro hemisferio occidental. En el mundo Oriental, el tabú que los occidentales hemos creado acerca de la sexología, no ha existido ni se ha presentado con las configuraciones alarmantes que hemos observado en nuestro hemisferio. Durante la Edad Media, para citar un ejemplo, el sexo era materia pecaminosa y asociada siempre con el Demonio. El sexo se asociaba a los poderes infrahumanos y toda persona que incursionase en dicho terreno, era tomada como pervertida o poseída por influjos inferiores. Recordemos, además, los martirios a los que se sometieron muchos seres humanos, llegando a mutilarse sus órganos creadores con el aparente propósito de acercase más a Dios. Y como nota resaltante, citemos aquí mismo, a esa otra cantidad de personas que utilizaron el sexo par ir “Contra Natura”, buscando ligarse a principios mágicos y los favores de aquello que ellos apodaban: Satán. Lo que sí resulta cierto es que el Sexo ha estado ligado siempre a los distintos renglones de la Vida de los seres humanos. Indudablemente, al lado del SEXO, siempre se ha hablado de AMOR. En tiempos de Roma, por ejemplo, hacia la época de la Roma Imperial, la Sexualidad trascendente fue cultivada en los Templos de Vesta y de Eleusis con marcado acento Religioso y Erótico al mismo tiempo. Lo mismo acusan los vestigios que aún se encuentran en las los Templos en ruinas dedicados a Baco, Dionisio, Pan, etc., etc., etc. Esta tendencia se manifestó igualmente en la Grecia antigua, en donde florecieron gloriosamente los Misterios Sexuales de DIONISIOS. Pasando luego a la época del Romanticismo, el Sexo y el Amor vinieron a estar mezclados dentro de una concepción PLATÓNICA y ANGELICAL. Siempre han existido las dos caras de la moneda en materia sexual. Es decir, eso que llamamos: SEXUALIDAD NORMAL; y eso otro que llamaremos: INFRASEXUALIDAD. El presidente fundador del Gnosticismo Contemporáneo, V. M. SAMAEL AUN WEOR, ha dicho: “Entiéndase por Sexualidad Normal, aquella que es practicada por personas que no tienen conflictos sexuales de ninguna especie. La Energía Sexual se divide en 3 tipos distintos. Primero: La Energía Sexual que se halla relacionada con la Reproducción de la raza y la Salud del cuerpo físico. Segundo: La Energía que se halla relacionada con las esferas del Pensamiento y la Voluntad. Tercero: La Energía que se halla relacionada con el Espíritu del Hombre o sea su parte Divina”. “Toda actitud mental negativa hacia el Sexo, produce filtraciones de esta poderosa energía en otras funciones, provocándose catastróficas consecuencias cuyo resultado fatal es la degeneración sexual o Infrasexualidad”. En nuestros días (en esta edad del “modernismo”), la actitud sexual de las gentes ha adquirido matices de marcada violencia. Para ensombrecer aún más este triste espectáculo, los medios de comunicación: cine, televisión, etc., han dado al sexo descabelladas interpretaciones Los datos que se aportan a los espectadores, lejos de enriquecer la cultura sexual de los mismos, constituyen casi siempre una degradación de la Ética Sexual. Los vicios sexuales cabalgan dentro de las páginas de miles de libros publicados con el aparente propósito de ilustrar la Conciencia del lector... Cantidades enormes de homosexuales y lesbianas se apoyan en sus argumentos, teniendo como base las estupideces que se dicen en tales o cuales libros de sexología de los que hoy se editan como la mala hierba en todos los confines del globo. En tiempos remotos y aún hoy, en nuestros días, en el Tíbet y en algunos lugares secretos de la India, el Sexo es estudiado en forma rigurosa y de manera respetuosa como un medio de salud corporal y sobre todo: LIBERACIÓN PSICOLÓGICA Y ESPIRITUAL. Conocen, muchos monjes Taoístas y Budistas, técnicas para llegar a controlar y transmutar las secreciones sexuales del organismo humano. Estas técnicas del Budismo Zen o del Tao, son denominadas: TANTRISMO; palabra ésta que designa a la reconciliación con la Fuerza Fohática Serpentina (alegoría Oriental de la Potencia Sexual). Lamentablemente, el Tantrismo que nos ha llegado a veces al Occidente, a través de libros como el Kama Kalpa, el Kama Sutra o el Anagaranga es simplemente una caricatura del verdadero TANTRISMO ORIENTAL. Afortunadamente, la Ciencia Gnóstica, (hoy enseñada por el V. M. SAMAEL AUN WEOR), replantea, una vez más, la Temática Sexual unida a la Temática de la Liberación Interior del hombre y de la mujer, tal y como antiguamente se desarrolló en los templos de Iniciación Tántrica. Con los conocimientos Tántricos Gnósticos, hoy, podemos hablar perfectamente en términos de una SUPRASEXUALIDAD que fue practicada hace miles de años por antiquísimas culturas como lo fueron: la Maya, la Griega, la Egipcia, la Arábiga, la Cultura China en tiempos del Dragón Amarillo y muchas otras que sería muy largo citar. Restos de esta cultura relacionada con la Suprasexualidad la encontramos en los Templos que se edificaron sobre las mismas rocas o excavados entre el seno de las montañas, como es el caso de los Templos de Khajurajo en el Noreste de la India. La potencia sexual es la vida, la fuerza; vemos a un tísico que apenas puede levantarse, un reumático a quien sus dolores no le permiten moverse; basta ponerlo en contacto con una mujer, para que recupere toda su fuerza, toda su agilidad. Con el Arcano, el acto Suprasexual de la pareja, se puede retener la maravillosa potencia sexual. Entonces se despierta el Amor y éste aniquila la pasión sexual que engaña y destruye a los enamorados, y a la salud corporal también. Pero cuando el varón y la mujer derraman sus secreciones sexuales, Cupido, el Amor, se aleja llorando, se cierran las puertas del Edén, el amor se convierte en desilusión, viene el rotundo fracaso en la pareja… ASOCIACIÓN DE CENTROS DE ESTUDIOS GNÓSTICOS, ANTROPOLÓGICOS, PSICOLÓGICOS Y CULTURALES A. C. Matrícula Cámara de Comercio S0-500484 de 2004 Personería jurídica 1294 de 1990. NIT. 800-160659-0 E-mail: asociaciondeestudiosgnosticos@yahoo.com WEB : www.acegap.org BIBLIOTECA DEL SEXO – FASCÍCULO N°. 5 SEXUALIDAD Y MASTURBACIÓN E n un mundo de APARENTE “modernidad y liberalismo sexual extremo”, tocamos un tema antiguo y polémico como lo es la masturbación. Se ha escrito y comentado mucho al respecto de este tema pero aún no se ha dicho la última palabra y seguimos preguntándonos: ¿dónde se halla la verdad? Hoy en día los sexólogos y la APARENTE educación sexual recomiendan la práctica de la masturbación. La Gnosis de ayer y de hoy, conocedora de los misterios de la naturaleza humana, no recomienda la masturbación y va más allá, diciendo que es una práctica que más que ayudar crea perjuicios graves a la humana especie. En este fascículo daremos unas nociones y una introducción al tema y recomendaremos una serie de lecturas para aquél que quiera profundizar en el tema. Empecemos diciendo que la palabra está construida por dos términos: “más” y “turbación”; que ya expresan de forma negativa, las consecuencias que produce esta práctica: más turbación psíquica a largo plazo, auncuando no nos demos cuenta de ello a corto plazo. Todas aquellas personas cultas que conocen la ciencia alquimista de antaño o la ciencia tántrica pura oriental, saben perfectamente que la energía sexual es una energía altamente refinada. La energía sexual contenida en nuestras gónadas, en sí misma, es el producto de muchos refinamientos energéticos que tienen lugar dentro del organismo humano y es la única energía o sustancia corporal capaz de dar nueva vida (entiéndase ésta a nivel físico y espiritual) y darla en abundancia si se sabe trabajar correctamente con ella. De los cientos de células diferentes que forman nuestro organismo, sólo las células sexuales pueden reproducir, dar vida nueva. Este simple hecho ya las convierte en energía o en materia muy especial. Es como la energía nuclear de nuestro organismo y resulta un tanto absurdo que lo único que se nos ocurra es eliminarla, expulsarla absurdamente, intrascendental y sin sentido o con un sentido egoícamente placentero a través de la masturbación. Pero, claro, tenemos que admitir que NUNCA se nos ha dado otra información que resalte la importancia de esta energía sexual y que la masturbación es negativa para nuestra salud. En nuestro organismo tenemos unos centros hormonales y uno de ellos esta relacionado con el centro sexual y la misma energía sexual. Hormona, etimológicamente, viene del griego y quiere decir, entre otras cosas, "ANSIAS DE SER". Nos ayudan a ser y a existir. Indudablemente que los diferentes centros hormonales nos ayudan en la formación y desarrollo de nuestra estructura física, psíquica y emocional y en los diferentes funcionalismos de nuestro ser interior. Además, haciendo ahora un inciso, es conocido que cada uno de los centros hormonales está asociado y relacionado con esos centros electromagnéticos que los orientales llaman “CHACRAS”, y que el cristianismo llamó “IGLESIAS” y, concretamente el centro sexual u hormonas sexuales, están relacionadas con el Chacra Basal o Muladhara, en el cual se habla que está la Base Foática y serpentina de nuestra naturaleza espiritual. Las hormonas, siguiendo el tema, son endocrinas y, por tanto, su energía y efectos se secretan y tienen lugar dentro del mismo organismo humano. Sólo la energía sexual puede ser endocrina o exocrina (cuado la expulsamos al exterior a través del orgasmo) y ahí es donde entra el Tantrismo Oriental y la Ciencia Alquimista y algunos estudios más modernos como el que presenta en el artículo: “La Energía Creadora”, donde nos dice, de una forma clara y científica, que las repercusiones sobre la naturaleza psíquico-física y espiritual del ser humano cuando pierde o expulsa sus energías sexuales, son radicalmente distintas que cuando se conservan. Muchos Médicos, Psicólogos, Educadores, etc., recomiendan la masturbación como puerta de escape a la líbido; permítasenos decirle que “el camino que lleva al Infierno está empedrado de buenas intenciones”. Los manicomios están llenos de masturbadores que dañaron sus sistemas nerviosos abusando de la sexualidad, a través de la masturbación. La masturbación produce, a la larga, eyaculación precoz en el hombre. Porque acostumbró a su sistema sexual a reaccionar mediante imágenes mentales que él mismo fabricó y cuando tiene que enfrentarse a una relación sexual normal, apenas puede mantener la erección, pues sus esfínteres no resisten el contacto sexual y esto produce amarguras en el matrimonio, insatisfacciones e infidelidades. En muchos casos, el hombre que se acostumbró a la masturbación llega a ser más tarde impotente, pues destruye ciertos hilos nerviosos de su cerebro y no logra consumar una relación sexual normal. Así que vea usted: ¿qué tan beneficiosa es la masturbación? Debemos agregar que la masturbación produce daños psicológicos en los jovencitos y en las jovencitas, como trastornos en la personalidad, falta de voluntad, timidez, melancolía y por ello, a veces, ha sido denominada, la masturbación, como “vicio solitario”. El V. M. SAMAEL AUN WEOR en su obra dice así respeto a este tema: ...La bodega energética del centro sexual también es saqueada por los diferentes agregados psicológicos. El niño desde tempranas edades comienza con el vicio de la masturbación, perdiendo elementos tan fundamentales para su desarrollo como la lecitina, la colesterina y los fosfatos. Ahí comienza el vía crucis del ser humano. La profunda ignorancia en la que vive la humanidad hace que este centro sea el más perjudicado”... Además que dicha expulsión inútil provoca, cuando no se trata de usarla para la reproducción de la especie, una serie de efectos secundarios como: un empobrecimiento de ciertas sustancias vitales para el organismo; aumenta la dependencia psicológica de este tipo de práctica (la masturbación); provocará, a largo plazo, trastornos (en el que la practica por largo tiempo) que le producirán problemas posteriores en las relaciones de pareja y también aislamiento, etc. Lejos del fanatismo, hay que entender las palabras que aquí decimos. Todo es criticable y todo es discutible; pero hay una realidad, y es que hay TRES TIPOS DE SEXUALIDAD: Generadora, Degeneradora y Re-generadora. Si nos quedamos siempre en el mismo tipo de sexualidad Degeneradora, no podemos aspirar a una regeneración física, psíquica o espiritual. Esto hay que saberlo. Cada uno es libre de escoger, pero tenemos que atenernos a las consecuencias y ahora, aunque sea superficialmente, ya lo conoces querido lector (a). Entonces, ¿por qué sexualidad te inclinas? ¿Qué es lo que buscas en la vida: degenerarte más o Regenerarte? ASOCIACIÓN DE CENTROS DE ESTUDIOS GNÓSTICOS, ANTROPOLÓGICOS, PSICOLÓGICOS Y CULTURALES A. C. Matrícula Cámara de Comercio S0-500484 de 2004 Personería jurídica 1294 de 1990. NIT. 800-160659-0 E-mail: asociaciondeestudiosgnosticos@yahoo.com WEB : www.acegap.org BIBLIOTECA DEL SEXO – FASCÍCULO N°. 6 EXTREMOS DE LA SEXUALIDAD D esde un punto de vista netamente científico, se debe a Sigmund Freud y sus continuadores los primeros estudios y, principalmente, la primera noción acerca de la importancia de la sexualidad en el comportamiento humano y la obra de este grupo de investigadores ha estimulado el estudio de los tabúes sexuales en forma seria, como así también el de otros aspectos de la vida social que tienden a identificar la vida sexual de los humanos con lo obsceno, degradante y digno de menosprecio, con lo que debe vivirse oculto vergonzosamente en las sombras. El esfuerzo de estos hombres ha dado como resultado un gran adelanto en lo que respecta a la apreciación más natural y decorosa de la función sexual, conducir al estudio de los distintos métodos físicos para alcanzar el placer en el acto sexual. Quienes hayan acusado a Freud de haberse propuesto deliberadamente hurgar y descubrir todas las dimensiones del mundo del sexo no han hecho sino mostrar más objetivamente sus complejos, pasiones, y temores al sentirse de pronto desnudos y descubiertos frente a la irrupción de una ciencia sexual; pero gracias a esta ciencia podemos hoy analizar, como pretendemos hacer en esta obra, el comportamiento sexual del hombre acorde con bio-psicología y la doctrina secreta del Cristo, expresada en la Biblia. Debido a estas investigaciones Freudianas, nuestra sociedad ha ido percatándose cada día más que la sexualidad es una función vital que supera a todas las demás (respiración, alimentación, micción, etc.), en cuanto repercute mas ampliamente sobre la esfera psíquica del individuo. Es imposible negar el gran influjo de la sexualidad en la vida humana, y ninguno de nosotros es ajeno a esa influencia; pero a pesar de ello, a lo largo de nuestra civilización hemos ido encubriéndola y adornándola muchas veces con creencias falsas que han conseguido desvirtuarla. La sexualidad ha sido reprimida a través de los siglos en forma fatal gracias a la absurda concepción de que cualquier estímulo sexual es pecaminoso y se creó en el ser humano el continuo temor de caer en el pecado sexual, hasta el extremo de que el sexo se convirtió en un tabú del que no puede liberarse, que ha originado numerosas desviaciones sexuales que pasaron inadvertidas y que, gracias al puritanismo morboso creado en la psiquis humana ha conducido a reacciones contraproducentes. En esta distorsión del significado de la vida sexual los religiosos tienen que cargar en gran medida con la culpa; no solo los miembros de la religión cristiana, sino de todos los credos importantes que han sido abrazados por la humanidad. Todos ellos, reconociendo la fuerza del sexo como la energía vital de la vida misma, han perseguido el logro de su control absoluto sobre las costumbres sexuales de la humanidad, para con ello controlar a sus adherentes humanos; de ahí la importancia primordial de los tabúes sexuales en toda teología organizada. Auncuando no podemos negar que fueron los desviados del cristianismo los que llevaron a extremos grotescos la convicción de que sexo y pecado son expresiones sinónimas. Verdaderamente la actitud de la sociedad frente al problema sexual ha sido de extremismos incontrolables y no ha sabido buscar un justo equilibrio entre la importancia conocida, y fácilmente demostrable, del sexo en nuestra vida y de nuestra actitud hacia él. En efecto, si a fines del siglo pasado y comienzos de este la escasa pedagogía sexual se dirigía a sofocar las manifestaciones del instinto sexual, como si se tratara de una enfermedad maligna y no de la fuente eterna de vida, por el contrario en nuestros días se ha dedicado a exaltar el desenfreno del instinto sexual, induciéndolo desbocadamente por los cauces de la degradación y degeneración con la complacencia de todos los estamentos sociales y de todos los grupos educacionales que, en aras de una justa libertad, conducen a las nuevas generaciones hacia el abismo del libertinaje. Si antiguamente los moralistas nos hablaban solamente que el sexo era pecaminoso y nos señalaban los abismos de degradación a que inducía casi el solo nombrarlo, y los médicos nos pintaban los peligros sobre la salud que representaban las infecciones nacidas a la sombra del comercio sexual, tratando de reprimirlo, hoy le abren las puertas a esos abismos dándoles carta social con tinte moralista al legalizar matrimonios entre homosexuales, asesinatos prenatales (que es el aborto) y prostitución masiva (con la difusión de los anticonceptivos). La educación sexual no existía y aún hoy es difícil hacer notar en nuestros países latinos el error que representa marginar los problemas de educación sexual. Generalmente se supone que el médico es la mayor autoridad en los asuntos relativos al sexo, porque se ha dedicado al estudio físico del cuerpo humano; pero como la sexualidad abarca esferas de influencias diferentes a las meramente físicas, es obvio que la ciencia médica solo podrá hablar con propiedad sobre el aspecto físico del sexo en un campo muy limitado, el de la salud e higiene sexual. Pero los demás aspectos del sexo están completamente fuera del campo de la opinión médica. Como resultado de esta creciente conciencia de los aspectos inmateriales del sexo, las investigaciones sociológicas y psicológicas han sacado el tema del sexo al descampado, donde se discute pública y libremente. El problema que esto ha originado es que los sistemas de comunicación han creado un alud de literatura sobre sexualidad, la cual casi siempre tiene la intención no de educar, sino solamente lucrarse de la pornografía que se incluye con el pretexto de educar sexualmente. Y así ha surgido esta nefasta eclosión de barbarie sexual (homosexualismos, incestos, violaciones, etc.), que ha conducido al extremo opuesto del puritanismo, en aras de una falsa "liberación sexual": se ha caído de la libertad hacia el libertinaje, de la educación sexual a la pornografía, del interés científico al interés morboso; y este camino puede conducir al ser humano a los más denigrantes estados de bestialidad, pues de la importancia del impacto del sexo sobre la masa, tantos siglos reprimida por educadores obscurantistas, son buenos conocedores los que controlan la publicidad y los medios de comunicación social. Nuestra sociedad que erotiza, los anuncios no se conciben sin una alusión al sexo, y las revistas, películas y libros lo convierten en uno de los temas preferidos. Las juventudes necesitan el auxilio inmediato de una correcta educación sexual, para evitar que sean educados a la sombra de la impudicia por los malandrines del libertinaje sexual, y no la reciben. Es por ello una responsabilidad moral y un deber ineludible de los educadores y padres de familia hacerse a una correcta educación sexual que los capacite para orientarse no solamente ellos, sino para enfrentarse también a la educación de sus hijos y educandos, porque es realmente triste que los padres, educadores, y orientadores de esta civilización no sepan responder sino con evasivas y falsías, cuando no con la férula prohibitiva, cada vez que los jóvenes indagan acerca de la vida sexual.