ORIGINAL Estimulación cerebral profunda del núcleo subtalámico en la enfermedad de Parkinson avanzada: seguimiento de cinco años en un centro portugués Ana Monteiro, Carlos Andrade, Maria J. Rosas, Paulo Linhares, João Massano, Rui Vaz, Carolina Garrett Introducción. La estimulación cerebral profunda (ECP) del núcleo subtalámico (NST) en la enfermedad de Parkinson (EP) es segura y eficaz: en la mayoría de series se describen respuestas motoras duraderas y estables. Objetivo. Informar sobre el desenlace a largo plazo de la ECP del NST en pacientes con EP avanzada atendidos en un centro hospitalario portugués. Pacientes y métodos. El estado motor se valoró con la escala unificada de valoración de la enfermedad de Parkinson, parte III, antes de la intervención quirúrgica –en dos situaciones: sin efecto de la medicación (off) y bajo el mejor efecto (on)–, en el postoperatorio y al cabo de cinco años (medicación y estimulación en on). Se cuantificaron las puntuaciones de cada síntoma axial. La incapacidad se evaluó con la escala de Rankin modificada (mRS). La aparición de demencia se valoró seis meses y cinco años después de la ECP. Resultados. Setenta y uno de los 183 pacientes sometidos a la ECP del NST concluyeron los cinco años de seguimiento. Diez de ellos quedaron excluidos: dos por fallecimiento (cáncer e infarto de miocardio), cinco por pérdida de seguimiento y tres por la retirada del sistema de estimulación. La función motora manifestó una mejora del 78% en el postoperatorio y del 66% a los cinco años. En el postoperatorio se apreció mejoría de los síntomas axiales, pero al cabo de los cinco años habían empeorado de manera significativa (p < 0,001). Las puntuaciones de la mRS también mejoraron en el postoperatorio, pero a los cinco años también habían disminuido, pese a que la mayoría (88,5%) conservaba la capacidad ambulatoria (mRS < 4). Un paciente (1,6%) manifestó demencia a los seis meses, mientras que otros 19 (31,2%) la manifestaron al cabo de los cinco años. La edad de los pacientes dementes era notablemente mayor (56,5 ± 7,8 frente a 63,7 ± 5,9 años; p < 0,001). Conclusiones. En esta serie de casos, la ECP del NST demostró su eficacia en la mejora de los síntomas motores, aunque habían transcurrido cinco años desde la implantación. En ese período hubo un deterioro de los síntomas axiales y de la incapacidad, y surgieron casos de demencia, pero el posible papel de la ECP del NST como factor causal resta pendiente de concretar. Palabras clave. Demencia. ECP. Enfermedad de Parkinson. Estimulación cerebral profunda. Incapacidad. Núcleo subtalámico. Seguimiento a largo plazo. Valoración motora. Introducción La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo común y con frecuencia inca­ pacitante [1,2]. La estimulación cerebral profunda (ECP) del núcleo subtalámico (NST) ha demostra­ do ser eficaz y, en general, segura, con complicacio­ nes bien acotadas [3-9]. La ECP podría ser más efi­ caz en el control de los síntomas motores que el mejor tratamiento farmacológico disponible, sola o en combinación con este [3,10,11]. En la EP se han descrito notables mejoras de la función motora y la calidad de vida gracias a la ECP del NST [11-13]. Y, aunque no abundan los resultados a largo plazo de la ECP en la EP, los estudios describen, en general, respuestas motoras estables con la estimulación del www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 58 (10): 433-440 NST [4,7,13-15]. La bibliografía reciente, empero, pone de relieve posibles efectos sobre la cognición, dado que varios estudios han descrito una situación de deterioro cognitivo tras la ECP, sobre todo cuan­ do la diana era el NST [10,16]. La prevalencia de la demencia en los pacientes con EP se calcula en el 30-40% [2], lo que la convierte en la causa de exclu­ sión más frecuente para la ECP [8]. La valoración de la eficacia y las complicaciones importantes a largo plazo generadas por la estimulación continua es sumamente importante. Esta cuestión ha adqui­ rido recientemente mayor relevancia a raíz de la publicación de datos que avalan el uso de la ECP del NST en etapas más iniciales de la enfermedad [17]. Por ello, el presente estudio quiso analizar el desenlace a largo plazo de la ECP del NST en pa­ Unidad de Trastornos del Movimiento y Cirugía Funcional; Centro Hospitalar São João; Oporto (A. Monteiro, C. Andrade, M.J. Rosas, P. Linhares, J. Massano, R. Vaz, C. Garrett). Departamento de Neurociencias Clínicas y Salud Mental; Facultad de Medicina; Universidad de Oporto (A. Monteiro, C. Andrade, P. Linhares, J. Massano, R. Vaz, C. Garrett). Servicio de Neurología; Hospital Pedro Hispano/ ULS Matosinhos (J. Massano). Portugal. Correspondencia: Dra. Ana Maria Gonçalves Monteiro. Movement Disorders and Functional Surgery Unit. Centro Hospitalar São João. Alameda Prof. Hernâni Monteiro, 4200-319. Porto, Portugal. E-mail: ana.mg.monteiro@gmail.com Conflictos de interés: J.M. ha ejercido como asesor y ha recibido honorarios y apoyo económico en calidad de conferenciante o asistente a simposios de las empresas Bial, Boehringer Ingelheim, Grünenthal, Lundbeck, Merck y Novartis. Además, ha recibido apoyo formativo de Medtronic. Los demás autores no declaran ningún conflicto de interés. Agradecimientos: R. Fonseca, J. Lima, C. Sousa, C. Chamadoira, M.A. Basto, C. Reis y C. Silveira, por sus contribuciones. Aceptado tras revisión externa: 14.03.14. Cómo citar este artículo: Monteiro A, Andrade C, Rosas MJ, Linhares P, Massano J, Vaz R, et al. Estimulación cerebral profunda del núcleo subtalámico en la enfermedad de Parkinson avanzada: seguimiento de cinco años en un centro portugués. Rev Neurol 2014; 58: 433-40. English version available at www.neurologia.com © 2014 Revista de Neurología 433 A. Monteiro, et al cientes con EP avanzada en el primer centro portu­ gués que puso en práctica la ECP. Pacientes y métodos Muestra Se trata de pacientes con EP tratados con ECP del NST en la Unidad de Trastornos del Movimiento y Cirugía Funcional del Centro Hospitalar São João (Porto, Portugal). Setenta y un pacientes consecuti­ vos recibieron implantes bilaterales en el NST entre 2002 y 2007, y recibieron estimulación continua du­ rante cinco años. Todos cumplían los criterios de admisión del pro­ grama de valoración central de los tratamientos qui­ rúrgicos de la enfermedad de Parkinson (Core Assess­ ment Program for Surgical Interventional Therapies in Parkinson’s disease) [9], a saber: – Diagnóstico clínico de EP avanzada según los criterios diagnósticos del Banco de Cerebros de la Sociedad de la Enfermedad de Parkinson del Reino Unido (United Kingdom Parkinson’s Dis­ ease Society Brain Bank) [18]; fecha del diagnós­ tico ≥ 5 años en todos los sujetos. – Mejoría > 50% de los síntomas motores con la exposición aguda a levodopa. – Fluctuaciones motoras y discinesia intratables a pesar del ajuste óptimo de la medicación anti­ parkinsoniana. – Ausencia de signos clínicos indicadores de par­ kinsonismo atípico. – Edad ≤ 70 años. – Sin demencia ni trastornos psiquiátricos impor­ tantes en curso, según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, cuarta edi­ ción (DSM-IV) [19]. – Sin contraindicaciones neuroquirúrgicas o neuro­ rradiológicas. Intervención quirúrgica La planificación estereotáctica se llevó a cabo antes de la intervención con un equipo de resonancia magnética de 1,5 T, combinada con una tomografía axial computarizada estereotáctica el día de la ope­ ración. A continuación se siguió el procedimiento convencional para la localización de la diana, to­ mando como referencias anatómicas las comisuras anterior y posterior (12 mm lateral, 2 mm posterior y 4 mm inferior al punto medio de la línea interco­ misural), seguido por la ubicación precisa mediante el examen visual de las imágenes de resonancia mag­ 434 nética y el ajuste manual con la FrameLink Stealth­ station ® (Medtronic, EE. UU.). Tras la apertura del acceso quirúrgico intracra­ neal, se introdujeron entre tres y cinco electrodos de microrregistro (normalmente tres) y el neurólo­ go llevó a cabo las pruebas de estimulación intra­ operatorias con el paciente despierto para verificar los beneficios y los efectos adversos sobre la motri­ cidad. A fin de que la medicación no influyera en los cambios motores provocados por la estimula­ ción intraoperatoria, la toma de la levodopa se ha­ bía suspendido 12 horas antes, y la de agonistas do­ paminérgicos, inhibidores de la monoaminooxidasa y amantadina por lo menos una semana antes. El generador de impulsos implantable se colocó en la misma sesión quirúrgica, del modo descrito en otro lugar [20]. Era de la marca Kinetra ® (modelo 7428, Medtronic, EE. UU.). En el postoperatorio se empleó siempre que fue posible la estimulación monopolar continua y sólo se recurrió a la estimu­ lación bipolar en caso de efectos adversos limitan­ tes. Los parámetros de estimulación fueron los si­ guientes: 1,5-3,5 V, amplitud de impulso 60-90 μs; en la mayoría de los pacientes se mantuvo una fre­ cuencia de estimulación de 130 Hz. Tras la opera­ ción, los pacientes reanudaron la medicación dopa­ minérgica con la dosis mínima eficaz. Examen motor Los pacientes fueron examinados en el preoperato­ rio (momento inicial), uno y seis meses después de la operación, y semestralmente a partir de enton­ ces. Los datos incluidos en el estudio corresponden a los recabados en la valoración prequirúrgica ini­ cial, la primera valoración postoperatoria (un mes) y cinco años después de la intervención. En el preoperatorio se evaluaron dos estados: sin efecto de la medicación (off) (≥ 12 h después de la última dosis de levodopa) y bajo el efecto de la mis­ ma (on) (beneficio tras la toma de una dosis líquida de levodopa, que era el 150% de la dosis matinal equivalente de levodopa que el paciente tomaba ha­ bitualmente). Un mes y cinco años después de la operación se valoró a los pacientes con el estimu­ lador conectado y bajo el efecto de la medicación (stimON/medON). La gravedad de los síntomas mo­ tores se analizó con la parte III de la escala unifi­ cada de valoración de la enfermedad de Parkinson (UPDRS) [21]. Los síntomas axiales se estudiaron por separado y se definieron como la suma de las siguientes puntuaciones parciales de la parte III de la escala: habla, alzarse de una silla, postura, estabi­ lidad postural y marcha (ítems 18 y 27-30). www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 58 (10): 433-440 Estimulación cerebral profunda del núcleo subtalámico en la enfermedad de Parkinson avanzada A efectos del análisis, la medicación se unificó, convirtiéndola en la dosis diaria de equivalentes de levodopa (DDEL) [22]. La pauta posológica preope­ ratoria se comparó con la medicación tomada al cabo de un mes y de cinco años de la ECP. Incapacidad La incapacidad se cuantificó con la escala de Ran­ kin modificada (mRS) [23], que comprende puntua­ ciones del 0 al 6. Se compararon las puntuaciones del paciente en estado de medicación on antes de la implantación con las observadas en estado stimON/ medON un mes y cinco años después de la operación. Tabla I. Características iniciales de los pacientes (n = 59). Masculino 37 (63%) Femenino 22 (37%) ≤ 40 años 17 (28,8%) > 40 años 42 (71,2%) Sexo Edad de aparición de los síntomas motores Edad en el momento de la operación Duración de la enfermedad en el momento de la operación 58,6 ± 8,1 años (intervalo: 33-70 años) 14 ± 6,7 años Examen cognitivo Los pacientes fueron sometidos a un examen neu­ ropsicológico exhaustivo antes de la intervención quirúrgica, y seis meses y cinco años después de ésta. La administración de las baterías de tests neu­ ropsicológicos corrió a cargo de un neuropsicólogo con experiencia. Los tests fueron los siguientes: miniexamen cognitivo (Minimental State Exami­ nation), batería de valoración frontal (Frontal As­ sessment Battery), test del dibujo del reloj, fluidez verbal (semántica y fonémica), lapso de dígitos, me­ moria asociativa verbal y visual en la escala de memoria de Wechsler, test de Stroop, test del trazo y test de clasificación de tarjetas de Wisconsin. Los exámenes cognitivos realizados antes y des­ pués de la intervención quirúrgica se llevaron a ca­ bo con los pacientes en situación on definida de ma­ nera pragmática. Los exámenes postoperatorios se efectuaron con los estimuladores conectados. La pre­ sencia de demencia se definió como la afectación de dos o más dominios cognitivos y el deterioro de la autonomía en actividades cotidianas (DSM-IV) que no eran atribuibles a la deficiencia motora. Análisis estadístico Los criterios principales de valoración fueron las puntuaciones de la UPDRS-III (puntuaciones axia­ les y puntuación total) en el momento inicial, el postoperatorio (un mes después de la intervención quirúrgica) y a los cinco años. Los criterios secun­ darios consistieron en el grado de incapacidad cuan­ tificado por la mRS, la medicación necesaria y la aparición de demencia cinco años después de la es­ timulación bilateral del NST. Las variables continuas se describieron con esta­ dísticas descriptivas, en tanto que las variables ca­ tegóricas se describieron en porcentaje de indivi­ www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 58 (10): 433-440 duos en cada grupo. Una vez comprobada la nor­ malidad de la distribución de las muestras, los datos continuos que comparaban las puntuaciones moto­ ras y las dosis de levodopa antes y después de la im­ plantación se analizaron con el ANOVA para medi­ ciones repetidas con comparaciones a posteriori con el método de Bonferroni. Los datos comparativos de la mRS se analizaron con las pruebas de Fried­ man y de Wilcoxon. El análisis comparativo de la edad y la progresión de la enfermedad entre los pa­ cientes con y sin demencia a los cinco años se efec­ tuó con la prueba de la t para muestras indepen­ dientes. Todos los valores p son bilaterales y el lími­ te de significación estadística se fijó en p < 0,05. Resultados Análisis descriptivo Ciento ochenta y tres pacientes se sometieron a una ECP del NST bilateral en nuestro centro. De los 71 casos en que habían transcurrido cinco años desde la implantación, sólo se admitió a 61: cinco no acu­ dieron a los exámenes programados y causaron baja por falta de seguimiento, dos fallecieron por causas ajenas al estudio (cáncer de pulmón e infarto de miocardio) y a tres se les retiró el estimulador antes de acabar el período de seguimiento a causa de una infección (Fig. 1). Dos pacientes quedaron exclui­ dos de la valoración motora por la imposibilidad de evaluar la UPDRS-III entera (uno presentó una gra­ ve artrosis coxofemoral y rotuliana que le impedía caminar, y otro sufrió la amputación de las extremi­ dades inferiores a raíz de un intento de suicidio), por lo que el total de pacientes sometidos al exa­ men motor fue de 59. La tabla I ofrece un resumen 435 A. Monteiro, et al Figura 1. Esquema del proceso de selección de los pacientes. Tabla II. Puntuaciones de la escala de Rankin modificada (n = 59). Puntuación 183 pacientes sometidos a ECP-NST de las principales características demográficas de la población del estudio. Examen motor La puntuación total inicial de la escala UPDRS-III ascendió a 48,5 ± 11,2 en el estado de medicación off y a 15 ± 5,7 en el estado on (medON) (Fig. 2). En comparación con el estado inicial en off, la función motora experimentó notables mejoras del 78% en el mes siguiente a la intervención quirúrgi­ ca (puntuación: 10,6 ± 5; p < 0,001) y del 66% al cabo de cinco años (puntuación: 16,6 ± 8; p < 0,001). El estado on inicial valorado en el preoperatorio también mejoró al cabo del primer mes (p < 0,001), pero, en cambio, no manifestó diferencias a los cin­ co años (Fig. 2). En lo que concierne a los síntomas axiales, la puntuación media antes de la operación fue de 9,3 ± 4 en el estado off y 2,9 ± 1,9 en el mejor estado on, 2,4 ± 2 un mes después de la operación y 5,6 ± 3,2 al 436 Inicial Un mes Cinco años 0 0 0 0 1 1 (1,7%) 1 (1,7%) 0 2 45 (76,3%) 52 (88,1%) 30 (50,8%) 3 12 (20,3%) 6 (10,2%) 22 (37,3%) 4 1 (1,7%) 0 6 (10,2%) 5 0 0 1 (1,7%) 6 0 0 0 cabo de cinco años. Así pues, los síntomas axiales mejoraron durante el postoperatorio respecto a la situación inicial, pero empeoraron sustancialmente a lo largo de los cinco años (Fig. 2). Antes y un mes después de la operación no hubo diferencias entre las puntuaciones obtenidas, pero, al término del se­ guimiento de cinco años, se evidenció un empeora­ miento significativo, pese a lo cual la puntuación siguió siendo significativamente menor que al ini­ cio del estudio (p < 0,001). La DDEL media disminuyó de manera significa­ tiva tras la ECP del NST, pasando de una dosis dia­ ria inicial de 1.087 ± 489 mg/día a 464 ± 263 mg/día al cabo de un mes y 594 ± 397 mg/día a los cinco años (p < 0,001). En definitiva, entre el primer mes y el quinto año hubo un pequeño, pero significativo, aumento de la medicación diaria (p < 0,05) (Fig. 2). Incapacidad (Tabla II) Siete pacientes (12%) mejoraron y 52 (88%) mantu­ vieron la puntuación mRS inicial al cabo de un mes (p = 0,011). A los cinco años, 32 (54%) conservaban la misma puntuación inicial, 23 (39%) habían em­ peorado y cuatro (7%) habían mejorado. El aumen­ to de la puntuación mRS resultó estadísticamente significativo a los cinco años (p < 0,001). No obs­ tante, la mayoría (88%) era capaz de caminar sin ayuda (mRS ≤ 3) a los cinco años; sólo seis presen­ taron una puntuación de 4 en la mRS (uno con de­ mencia, otro confinado a una silla de ruedas por ic­ tus, tres con trastornos osteoarticulares graves que les impedían la marcha y otro con prótesis en las extremidades inferiores a raíz de un intento de sui­ www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 58 (10): 433-440 Estimulación cerebral profunda del núcleo subtalámico en la enfermedad de Parkinson avanzada Figura 2. Evaluación de la motricidad. a) Puntuación total de la escala unificada de valoración de la enfermedad de Parkinson III; b) Puntuación axial; c) Dosis diaria de equivalentes de levodopa. a p < 0,05; b p < 0,001; ns: no significativo. a b cidio), y sólo uno presentó una puntuación de 5 (de­ mencia a los cinco años). Examen cognitivo El número de pacientes que cumplieron los crite­ rios diagnósticos de demencia al cabo de seis meses y de cinco años ascendió a uno (1,6%) y 19 (32%), en ese orden. La media de edad de los afectados por la demencia (63,7 ± 5,9 años) era notablemente mayor que la de los no afectados (56,4 ± 8 años; p < 0,001). No hubo diferencias entre los dos grupos en cuanto a la duración de la enfermedad (14,8 ± 5,7 frente a 13,5 ± 7,1 años; p = 0,48). Discusión El presente estudio describe los desenlaces clínicos y la progresión de la EP en pacientes sometidos a ECP del NST bilateral en el Centro Hospitalar São João (Porto, Portugal) hasta cinco años después de la implantación de los electrodos. Los resultados del estudio confirman los efectos positivos de la estimulación del NST sobre los sín­ tomas de la EP que responden a levodopa, efectos que se mantuvieron cinco años después de la ope­ ración. En el postoperatorio se observó una mejora sustancial de las puntuaciones motoras axiales y to­ tales respecto a la valoración inicial. La DDEL tam­ bién se redujo, en gran medida, después de la ope­ ración. Con todo, algunos de los beneficios clínicos de la ECP del NST disminuyeron a lo largo de los cinco años de seguimiento, pese a lo cual las pun­ tuaciones motoras totales siguieron manifestando una mejora sustancial. La mejora motora del 66% y www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 58 (10): 433-440 c la reducción de la medicación logradas a los cinco años en esta serie de pacientes concuerdan con los resultados de otros estudios a largo plazo [4,7,10,1215,24-27]. La mejora de la motricidad posibilitó una reducción media del 55% de los fármacos do­ paminérgicos. A la mejora inicial de los síntomas axiales en el postoperatorio le siguió un empeora­ miento al cabo de los cinco años, pero, pese a ello, el beneficio restante resultó significativo en compa­ ración con el estado off inicial. Los signos axiales suelen responder mal tanto a la levodopa como a la ECP [28], y su empeoramiento durante el segui­ miento a largo plazo también se ha constatado por otros grupos de investigación [4,7,11,14,15,25,2931], un hecho que concuerda con la evolución espe­ rada de la EP [32,33]. El agravamiento se ha atribui­ do a la extensión de los procesos patológicos a los sistemas neuronales no dopaminérgicos y a la im­ posibilidad de revertir esa evolución con la admi­ nistración de la levodopa y la ECP [33-35]. Otros grupos han señalado que los signos axiales parecen sufrir un deterioro selectivo, a la luz de que la mo­ tricidad global sigue manifestando mejoría. El dete­ rioro de la marcha surgido poco después de la in­ tervención sin estar antes presente no es inédito [29]. Además, los estudios que han comparado la estimulación del NST y la del globo pálido interno han revelado un empeoramiento menos acusado de los síntomas axiales en este último grupo, lo que apunta a la posible implicación de la ECP del NST en dicho deterioro. No obstante, conviene matizar que los pacientes sometidos a la estimulación del globo pálido interno normalmente siguen precisan­ do dosis altas de levodopa después de la operación, a diferencia de lo que sucede con la ECP del NST [30]. Con todo, esta última modalidad de estimula­ 437 A. Monteiro, et al ción parece ejercer algún efecto beneficioso en los síntomas axiales y su contribución a su deterioro no pudo ser evaluada por este estudio. La incapacidad se valoró con la mRS. Se trata de una escala validada de incapacidad general y es una de las principales medidas de resultados en los ensa­ yos clínicos sobre el ictus. Pese a no haber sido vali­ dada en la EP, la mRS ha demostrado una asociación significativa con las mediciones de la deficiencia motora y no motora, la incapacidad y la calidad de vida en la EP, y tiene posibilidades de convertirse en una medida general de la incapacidad causada por esta enfermedad [36]. Pese a la significativa mejora de la incapacidad tras la ECP del NST, el deterioro observado cinco años después de la implantación era sustancial. Este empeoramiento concuerda con el declive de la marcha y de otros signos axiales, que podrían estar relacionados con este deterioro. Más aún, la mayoría de los pacientes con puntuaciones elevadas (mRS > 3) también manifestó otras comor­ bilidades que influían en su estado. Con todo, la ma­ yoría de los integrantes de esta serie (88%) conser­ vaba la capacidad ambulatoria sin ayuda a los 5 años, lo que indica el largo efecto positivo de la ECP del NST en este aspecto. Tales resultados coinciden con la mejora de las actividades cotidianas y de la cali­ dad de vida que han constatado otros estudios tras la ECP [3,4,10,11,13,14,26,27]. En esta serie hubo un deterioro significativo de la cognición, ya que el 32% de los pacientes cumplió los criterios diagnósticos de demencia cinco años después de la intervención, uno de ellos en los seis primeros meses de seguimiento. Algunos grupos han descrito porcentajes de demencia similares, del 28-47%, con dos a cinco años de seguimiento [31,37, 38], aunque otros han descrito valores más bajos [4, 15,39]. Otros grupos también han descrito la apari­ ción precoz de la demencia tras la ECP, con un por­ centaje del 4 al 10% en los primeros tres a seis me­ ses [4,37,38,40]. La demencia aparece con frecuen­ cia en la EP, usualmente pocos años después del inicio de los síntomas motores [2,17]. La incidencia en los pacientes con EP es entre 2,8 y 6 veces mayor que en los pacientes no afectados por la enferme­ dad. El deterioro cognitivo se constata hasta en el 36% de los casos de EP diagnosticados de novo y al menos el 75% de los pacientes que sobreviven más de 10 años a la EP acaba sufriendo demencia [2,41]. La edad de los pacientes que devinieron demen­ tes durante el período de seguimiento era notable­ mente superior a la de los demás integrantes de la serie, pero, a diferencia de lo referido en otros estu­ dios, la duración de la enfermedad aparentemente no influyó en la aparición de la demencia [37,41-44]. 438 Esta relación con la edad, independiente de la dura­ ción de la enfermedad, indica la posible implicación de otras patologías neurodegenerativas o vascula­ res en el surgimiento de la demencia. Se han obser­ vado cambios cognitivos tanto en los ancianos que presentaban alteraciones cognitivas antes de la ope­ ración como en los que no [45,46]. Así pues, la edad avanzada es un factor de riesgo de deterioro cog­ nitivo tras la ECP, aunque podría ser simplemente fruto de otras comorbilidades que podrían precipi­ tar la aparición de la demencia a una edad más tem­ prana. Éste podría ser un argumento favorable para la aplicación de la ECP antes en el curso de la enfer­ medad, porque podría mejorar más la calidad de vida de los pacientes cuya enfermedad está menos avanzada, y ello con menos riesgo de agravamiento de los signos axiales o de provocar deterioro cogni­ tivo. En este sentido, los resultados publicados re­ cientemente del ensayo EARLYSTIM avalan el uso más temprano de la ECP del NST en el curso de la enfermedad [47]. Cabe destacar que, en nuestro estudio, un pa­ ciente (1,6%) manifestó demencia seis meses des­ pués de iniciar la ECP del NST. Ese rápido deterioro induce a pensar en la implicación del procedimien­ to en el desenlace si se tiene en cuenta la influencia del NST en el procesamiento de la información asociativa y límbica que viaja a las regiones cortica­ les y subcorticales [48]. Asimismo, se ha sugerido que la alteración de las proyecciones que unen los ganglios basales con la corteza prefrontal podría ser una causa de la pérdida de fluidez verbal tras la ECP y la cirugía ablativa [49]. Pero, a pesar de esos ha­ llazgos, la ECP del NST en la EP parece, en general, segura desde el punto de vista cognitivo [16]. En resumen, en esta serie de pacientes, la ECP del NST controló eficazmente los síntomas motores de la EP hasta cinco años después de la intervención. En ese período se observó un deterioro de los sínto­ mas axiales y de la incapacidad, así como demencia de novo, pero no es posible concretar la implicación de la ECP del NST en esta evolución clínica debido a la ausencia de un grupo de control integrado por pa­ cientes tratados con farmacoterapia que mostraran un cuadro clínico similar al de los sometidos a la ECP. Bibliografía 1. Massano J, Bhatia KP. Clinical approach to Parkinson’s disease: features, diagnosis, and principles of management. Cold Spring Harb Perspect Med 2012; 2: a008870. 2. Meireles J, Massano J. Cognitive impairment and dementia in Parkinson’s disease: clinical features, diagnosis, and management. Front Neurol 2012; 3: 88. www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 58 (10): 433-440 Estimulación cerebral profunda del núcleo subtalámico en la enfermedad de Parkinson avanzada 3. Williams A, Gill S, Varma T, Jenkinson C, Quinn N, Mitchell R, et al. 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Motor status was evaluated before surgery (‘off’ medication and best ‘on’), post-operatively, and at five years (‘on’ medication and stimulation) using UPDRS part III. Axial symptoms subscores were quantified. Disability was assessed with the modified Rankin Scale (mRS). Development of dementia was assessed at 6 months and five years post-DBS. Results. Of the 183 patients submitted to STN-DBS, 71 had completed 5 years of follow-up. Ten patients were not included: two died (cancer, myocardial infarction), five were lost to follow-up and three had their stimulation systems removed. Motor function improved by 78% and 66% postoperatively and at five years, respectively. There was improvement of axial symptoms postoperatively, with significant worsening at five years (p < 0.001). mRS scores improved postoperatively, but declined at five years, although most patients (88.5%) remained ambulatory (mRS < 4). One patient (1.6%) and 19 patients (31,2%) were demented at 6 months and 5 years, respectively. Patients who developed dementia were significantly older than non-demented patients (56.5 ± 7.8 vs 63.7 ± 5.9 years-old; p < 0.001). Conclusions. In this series STN-DBS proved its efficacy regarding motor symptom improvement even five years after the procedure. Deterioration of axial symptoms and disability, as well as new onset dementia were observed in this period, but the possible role of STN-DBS as a causative factor is yet to be defined. Key words. DBS. Deep brain stimulation. Dementia. Disability. Long term follow-up. Motor evaluation. Parkinson’s disease. Subthalamic nucleus. 440 www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 58 (10): 433-440