Capítulo 8-2 Historia del Psicoanálisis Antecedentes del Psicoanálisis Mesmerismo (época: segunda mitad del s. 18) Se incluye el mesmerismo como antecedente del psicoanálisis porque ilustra de cierta forma el poder curativo a través de la sugestión, lo cual es también base de la hipnosis, la cual a su vez es antesala de la propuesta de Freud de que lo psicológico va mucho más allá de la experiencia consciente. El mesmerismo es un “movimiento” relacionado con el arte de curar y adquiere su nombre de su proponente: Franz Anton Mesmer Mesmer se graduó como médico de la prestigiosa Escuela de Medicina de Viena en 1766. Su tesis médica fue: La influencia de los planetas en el cuerpo Creía que los planetas podían influir sobre el cuerpo al igual que la luna sobre las mareas. Además de esta fuerza invisible (la gravedad, ya conocida en esa época), también fue influido por otros dos conceptos: el magnetismo y la electricidad (las descargas eléctricas atmosféricas) Mesmerismo (cont.) De todas las anteriores utiliza en su práctica médica el magnetismo. Indica que todos los cuerpos tienen fuerzas magnéticas que pueden influir sobre otros cuerpos. Así mismo, los cuerpos vivos tienen tales campos magnéticos. Aseguraba que la enfermedad se basaba en “disturbios”en esos campos magnéticos (teoría). Personas con cierto poder magnético podían influir el campo magnético de otros y curarlos (aplicación). Mesmer, utilizando el paso de imanes sobre el cuerpo (y en ocasiones solo sus manos, su mirada o una vara de hierro) decía provocar cambios magnéticos que tenían como resultado curar diferentes dolencias. En ocasiones las personas entraban en trances a raíz de los cuales se daba la curación. Luego de varios años de ejercer esta práctica (y de crear cierta fama) la facultad de medicina de la U. de Viena lo expulsa y le ordena que cese de practicar la medicina. Mesmerismo (cont.) Mesmer se va a Paris donde encuentra un ambiente muy favorable para su práctica. Establece una especie de clínica (con apariencia exótica) y muy pronto cobra notoriedad. Sus sesiones de cura se convirtieron en una especie de espectáculo de la influencia de fuerzas místicas y sobrenaturales. Los pases magnéticos eran normales y también la práctica de mesmerizar a las personas (algo parecido a la hipnosis). Mesmerismo (cont.) En 1784 la Academia Francesa de Ciencias nombra una comisión real para que investigue a Mesmer y sus afirmaciones. La comisión estuvo compuesta por personalidades destacadas, entre ellas Benjamín Franklin quien para entonces fungía como embajador estadounidense y ya era conocido por sus demostraciones con la electricidad natural. Los investigadores hicieron varias pruebas con personas y objetos, e incluso el propio Franklin se sometió a ser mesmerizado sin que hubiera éxito en ello La comisión tildó el mesmerismo de inútil y a Mesmer de místico y fanático. Mesmer abandonó Paris y pasó los últimos años de su vida en Alemania. Mesmerismo en Inglaterra (época: primera mitad s. 19) John Elliotson fue el principal seguidor de Mesmer en Inglaterra. Médico y ex presidente de la Real Sociedad Médica y Quirúrgica de Londres. Observó demostraciones de trances inducidos (mesmerismos) y aparentes curas de varias enfermedades. Se convirtió en defensor del mesmerismo y lo utilizó incluso para realizar operaciones. Algunos reportes parecen indicar que tuvo cierto éxito. Sin embargo, sus colegas consideraban que mayormente las curas eran de personas con condiciones imaginadas (psicosomáticas) incluyendo lo que ya para entonces se conocía como pacientes histéricas. Otros cirujanos ingleses también reportaron curas y operaciones exitosas utilizando el mesmerismo. Sin embargo, siempre estuvieron bajo la crítica de sus colegas. Con el desarrollo de anestésicos químicos (ej. óxido nitroso, cloroformo, éter) a partir de la segunda mitad del s. 19, el uso del mesmerismo en operaciones cae en desuso. Hipnosis en Inglaterra y Francia El término hipnosis suele atribuirse al médico y cirujano inglés James Braid quien lo utilizó por vez primera en 1843. Cuando era practicante médico asistió a una demostración de un mesmerista. Braid no creía en el procedimiento. Lo que más le llamo la atención fue que durante la inducción del trance los párpados del sujeto parecían volverse pesados, se iban cerrando hasta quedar como si estuviera dormido. Por su cuenta, Braid intentó mesmerizar a su esposa y un amigo pero sin utilizar los supuestos poderes mesmericos, sino pidiéndoles que se concentraran en un objeto metálico que se movía lentamente y diciéndoles que sus párpados se ponían pesados y que se iban quedando dormidos. De esta forma logró un estado que a su entender era igual al trance del mesmerismo. Desmiente así la importancia del magnetismo y afirma que lo importante es la concentración y sugestión del sujeto. Afirma que el trance es una especie de sueño inducido, por lo que lo llama hipnosis (del griego: adormecer) Hipnosis en Inglaterra y Francia (cont.) Los dos sucesores más inmediatos de Mesmer adoptaron la hipnosis y la comenzaron a utilizar en el tratamiento de diferentes condiciones médicas en el Hospital de Nancy, que pronto se convirtió en un centro importante en el tratamiento de condiciones físicas, aunque muchas de ellas mas de tipo psicosomático. Jean Martin Charcot estableció una segunda clínica de hipnosis en Paris la cual también tuvo mucho éxito. Es a la clínica de Charcot a donde irá Freud buscando aprender sobre hipnosis y tratamiento de casos histéricos. Sigmund Freud y los inicios del psicoanálisis Los primeros años de Freud Primogénito de la tercera esposa de un comerciante próspero. Nace en Moravia pero a los tres años su familia se muda a Viena. Fue forjado en la tradición judía y aunque siempre se reconoció como judío, pronto en su juventud se proclamó ateo. Freud se desempeñó bien en la escuela, amaba la literatura y de joven dominaba varios idiomas. La educación de Freud Tenía la ambición de ser alguien famoso, pero al momento de elegir qué estudiar no había muchas opciones por ser judío. Entre las mejores estaban leyes y medicina. Opta por medicina y entra en la U. de Viena. Aunque intelectual, demora tres años sobre el promedio en alcanzar el título de médico. Estaba entusiasmado con el trabajo de investigación que hacia con profesor de la U. Había desarrollado un importante método basado en cloruro de oro para teñir células nerviosas Su interés decae cuando sabe que no lo nombrarán para el puesto de asistente de investigación. Tras graduarse inicia trabajo como médico en el Hospital General de Viena donde conoce a una persona que le influirá mucho: Josef Breuer Freud y su consumo personal de fármacos Para 1884 Freud comenzó a experimentar con cocaína. Descubrió que la droga aliviaba sus sensaciones de depresión, convertía su mal genio en alegría y lo ayudaba a trabajar. Se hizo un defensor de la cocaína y publicó algunos trabajos describiendo sus efectos benéficos. La recomendó a sus pacientes y amigos. Sin embargo, uno de sus amigos murió aparentemente de una sobredosis. Con el tiempo se reportaron otros casos. El uso de la cocaína fue censurado por la comunidad médica del momento (1885). Freud dejó de usar cocaína, pero nunca pudo dejar de fumar cigarros. Se dice que podía llegar en ocasiones a fumar 20 al día. Reconocía que esto le causaba arritmias, pero aun así no cesaba. A los 67 años comenzó a desarrollar úlceras cancerígenas. De ahí en adelante se sometió a lo largo de su vida a unas 33 operaciones de boca, garganta y paladar. Se le extirpó casi por completo la mandíbula y se le reemplazó por una artificial. Fumó casi hasta su muerte. Josef Breuer y el caso Anna O. Para la época en que Freud conoce a Breuer, este era un neurólogo muy distinguido. Entre otras áreas, se había destacado por sus éxitos en el tratamiento de pacientes histéricas. Breuer entabla amistad con Freud y le cuenta sobre uno de sus casos, quizás el mas destacado de todos. Se trataba de una mujer de aprox. 21 años, proveniente de una adinerada familia judía y con una muy buena trayectoria académica. Su nombre era Bertha Pappenheim, y se le nombra con el seudónimo de Anna O. Al momento de venir a tratamiento llevaba algún tiempo cuidando de su padre quien padecía una enfermedad terminal. Va a tratamiento por mostrar parálisis, perturbaciones lingüísticas, sordera temporal, entre otros síntomas (ver síntomas en el texto). Josef Breuer (cont.) Breuer, quien era el médico de la familia no encontraba ningún fundamento físico para la enfermedad. Sin embargo, a raíz del tratamiento, Breuer encuentra que muchos de los síntomas son expresiones de problemas respecto a la situación de estar cuidando a su padre. (ver síntomas en el texto) Al hablar de estos asuntos, Anna, experimenta alivio de sus síntomas, una descarga de energía a la que Breuer llama catarsis y también llama al proceso hablar curativo o curarse hablando (talking cure). Josef Breuer (cont.) La relación entre Breuer y Anna se fue volviendo conflictiva, sospechándose de un enamoramiento mutuo. Se habla incluso de un embarazo histérico, pero el asunto no está muy claro. La relación profesional terminó y años mas tarde Bertha se fue a Frankfort. Allá se convirtió en una destacada líder de la comunidad judía. En cierto sentido, podría decirse que logró sublimar sus conflictos. Freud quedó fascinado con el caso de Anna O. y lo utilizará como punto de partida en su interés y estudio de casos histéricos. Freud y Charcot En 1885 Freud consigue un nombramiento como Privatdozent en la U. de Viena. A su vez consigue una beca para estudiar la histeria y la hipnosis con Charcot en Paris. En esa época, Charcot se encontraba en la cúspide de su fama. Su clínica en La Salpetriere era muy reconocida. Allí daba cátedra sobre histeria e hipnosis, y además demostraciones sobre inducción y eliminación de síntomas histéricos bajo sugestión hipnótica. Según Charcot tales síntomas tenían un fundamento orgánico pero una causa psicológica. Freud estab fascinado con Charcot según se refleja en una carta que le enviara a su novia Freud incluso oye a Charcot hablar en una ocasión fuera de la cátedra (una fiesta) de que también existían síntomas histéricos en varones. Freud hizo un primer escrito al respecto pero sus colegas médicos de Viena la rechazaron. Ejercicio de Freud como médico en Viena En 1886 Freud establece un consultorio privado en Viena. El tratamiento de la histeria era su especialidad. Al principio utilizó tratamientos convencionales como baños, masajes, electroterapia, pero no los encontró eficaces. Regresó a Francia a estudiar técnicas hipnóticas en el Hospital de Nancy. Regresó nuevamente a su práctica privada y comienza a utilizar la hipnosis, pero los resultados que obtenía no le satisfacían. No lograba hipnotizar a todos los pacientes, y los que respondían a ese procedimiento mejoraban en distintos grados. En algunos síntomas no lograba ningún cambio y en otros la mejoría era solo temporal. Había notado, sin embargo, que en muchos de los casos los síntomas estaban asociados con el recuerdo de alguna experiencia traumática y que recordar tales eventos ayudaba a aliviar el síntoma. Su encrucijada en cuanto a procedimiento entonces era: cómo lograr sacar esos recuerdos sin tener que recurrir a la hipnosis. Psicoanálisis: Técnica y Teoría Técnicas Psicoanalíticas En busca de sacar los recuerdos reprimidos, Freud comenzó a instruir a sus pacientes a que trataran de recordar sucesos asociados con la primera aparición de sus síntomas histéricos. Encontró que algunos pacientes podían recordar cosas que aparentemente habían mantenido reprimidas por mucho tiempo. Así mismo, muchas de estos recuerdos estaban acompañados por catarsis y resultaban beneficiosos para el paciente. Otros pacientes sin embargo, no lograban tales recuerdos de forma fácil y espontánea. Freud comienza entonces a refinar una estrategia que consiste en pedirle al paciente que diga todo lo que le venga a la mente cuando piensa en la aparición y desarrollo de sus síntomas, aunque le parezca que no tenga sentido. Llamó a esta estrategia libre asociación. Técnicas Psicoanalíticas (cont.) Como parte del proceso el psicoanalista contribuye a ir atando cabos. Freud comparó este proceder con el de un arqueólogo que excava una ciudad enterrada, de la misma forma él trataba de desenterrar las profundidades de la mente. Llamó ese proceder: psicoanálisis Freud convenció a Breuer de que publicara el caso de Anna O. y que discutiera la utilidad que tuvo la llamada cura hablada o hablar curativo junto al proceso de la catarsis en aliviar los síntomas (nótese que esto ya es diferente a la hipnosis). Al principio Breuer se rehusó, porque sabía el cambio que ello implicaba. Finalmente accede y publica junto a Freud: Estudios sobre la histeria (1895). Técnicas Psicoanalíticas (cont.) Comienza a darse entonces una separación teórica entre Freud y Breuer cuando este último cree que en el procedimiento lo mas importante es la catarsis en sí misma, mientras Freud añade la importancia de la relación emocional e imaginaria que se va tramando entre el terapeuta y el paciente. Para Freud esa relación habrá de ser fundamental para el curso de la terapia (citar del texto). Freud llama transferencia a la proyección de emociones a imágenes en el terapeuta; y contra transferencia a la respuesta que ofrece el terapeuta. Posteriormente aclara que esta dinámica se da mayormente de manera inconsciente. Estos conceptos los aclara en el caso Dora, uno muy discutido y polémico. La relación terapeuta paciente impactó a Breuer por lo que representaba propiamente para él en el caso de Anna O. Quizás de ahí su renuencia en aceptar la idea. Las diferencias teóricas terminaron con el rompimiento de la amistad entre ambos. Teoría de Freud sobre la seducción Esta teoría representa una etapa inicial importante. Es el intento por explicar de forma teórica parte de lo que había descubierto en sus consultas. A raíz de los recuerdos asociados a la aparición de los síntomas histéricos Freud descubre que algunos de los acontecimientos se remontan a experiencias de la niñez. De ahí comienza a elabora su teoría sobre la seducción según la cual las manifestaciones histéricas en el adulto se remontan a traumas sexuales experimentados durante la niñez. Inicialmente, Freud indica que tales traumas o seducción sexuales fueron suscitados por parientes, amistades de los padres o sirvientes. Mas tarde indicó que los padres también aparecían dentro del repertorio de seducciones sexuales Teoría de Freud sobre la seducción La evolución de la formación de esta teoría quedó plasmada en la correspondencia que Freud mantuvo con un médico otorrinolaringólogo llamado Wilhelm Fliess (las 284 cartas fueron publicadas en 1985). Este era un intelectual con ideas un tanto excéntricas. Creía que todos los seres humanos eran bisexuales por naturaleza. Planteaba además que había una relación entre las irritaciones nasales y los síntomas histéricos ya que creía que había puntos genitales en la nariz. De ahí que utilizara un procedimiento de aplicación de cocaína en dichos puntos para tratar síntomas histéricos Es Fliess quien en una ocasión le indica a Freud que hay ciclos sexuales en las vidas de las personas y que tales ciclos se marcan desde la niñez. Posteriormente Freud le indica haber encontrado algo similar en sus pacientes en términos de experiencias sexuales de la niñez que marcan para siempre sus vidas. Teoría de Freud sobre la seducción Freud publica esta explicación teórica de la histeria en su libro Etiología de la histeria. Muchas críticas se hicieron del mismo entonces y aun muchos años después. Entre las críticas principales están: que no hay forma de verificar la veracidad de la información que Freud adujo a favor de esta teoría, que los informes de los pacientes estaban marcados por sugestiones al respecto de parte de Freud, y que Freud interpretaba a su conveniencia la información recopilada. Años más tarde, Freud abandona la teoría de la seducción aduciendo que se había equivocado, pero la cambia por un argumento aun más controversial. Según Freud en casi todos los casos histéricos aparecen memorias de experiencias sexuales traumáticas durante la niñez, pero que la mayoría de estas eran en realidad imaginadas. Eran fantasías, ya fuera de temores o de deseos inconscientes. Algunos han criticado intensamente esta transición teórica de Freud y mucho se ha especulado al respecto. Uno de los críticos mas intensos Masson publicó un libro titulado El asalto a la verdad, en que señala que Freud mintió deshonestamente su descubrimiento sobre la seducción infantil. Según Masson si Freud hubiera permanecido fiel a su descubrimiento la historia del psicoanálisis hubiera sido otra. Algunos otros críticos no apoyan los señalamientos de Masson. La interpretación de los sueños Es otra obra de la época prolífica de principios de 1900. Freud encuentra como parte de sus casos la utilidad de los sueños en develar los conflictos inconscientes, llamándolos la via regia. En su libro de 1900 La interpretación de los sueños habla de cómo el sueño se desenvuelve en dos planos: el contenido manifiesto y el contenido latente. Este último representa el conjunto de información que está inconsciente. Para llegar a la misma hay que hacer un trabajo de interpretación del contenido manifiesto. Aunque inicialmente la venta del libro fue lenta, un par de años después comenzó a venderse aceleradamente contribuyendo a la fama que iba desarrollando Freud. En vida de Freud se publicaron 8 ediciones del mismo. La psicopatología de la vida cotidiana Es el título de un libro publicado en 1901. En el mismo Freud pretende documentar la manifestación de eso que él llama los procesos inconscientes. En libro argumenta y brinda ejemplos de cómo los llamados lapsos del habla reflejan los procesos de elaboración del discurso desde lo inconsciente. El lapso es aquella parte del inconsciente que irrumpe subrepticiamente en el discurso consciente pareciendo distorsionar el mismo, pero siendo a la misma vez revelador de otra idea atada a la que se dice, pero que por alguna razón ha querido mantenerse sin decir. Un buen ejemplo es el siguiente. En un brindis el padre dice al novio: Hijo, se besumbra acostar a la novia, por decir, se acostumbra besar a la novia (la implicación inconsciente es obvia) Otros ejemplos que manifiestan la influencia del inconsciente en nuestra vida diaria son: los olvidos involuntarios y los chistes. Teoría de Freud sobre el desarrollo de la personalidad Plantea que la formación de la personalidad se da a raíz del paso por una serie de etapas. Cada etapa está marcada por una experiencia erógena (placentera) asociada a un área del cuerpo. La satisfacción de la necesidad implicada está mediada por el padre o la madre, y contribuye a la estructuración de la realidad psicológica (la cual tienen como base una identidad sexual). De ahí que a la teoría se le conozca como teoría del desarrollo psicosexual. Las etapas son: oral, anal, fálica, latencia y genital. Freud le dio mayor énfasis a la etapa fálica. Según él, al final de la misma ocurre la constitución de una identidad (marcada principalmente por el sentido de identidad sexual, o sea, reconocerse como niño o niña y a raíz de ello crea una identificación con su padre o madre respectivamente). desarrollo de la personalidad (cont.) Freud llamó al conjunto de conflictos emocionales inconscientes a raíz de los cuales se forma la identidad masculina el complejo de Edipo . El mismo se caracteriza por una atracción hacia la madre y temor hacia el padre (ansiedad de castración). El mismo se resuelve a través de la identidad con el padre como forma de acceder inconscientemente a la madre La misma etapa se escenifica en las niñas pero de una manera diferente según Freud. La correspondencia a la ansiedad de castración se da en el complejo de castración o sentido de haber perdido algo y desear recuperarlo (envidia del pene). El conflicto emocional inconsciente se resuelve en los términos de querer ser como la madre con el propósito de algún día tener acceso a lo que tiene el padre (y que le falta a ella). desarrollo de la personalidad (cont.) Este aspecto de la teoría de Freud ha sido intensamente criticado y algunos lo consideran pura mitología. Otros extraen del mismo algunos aspectos principios tales como: la importancia de las experiencias de la niñez en la constitución de la personalidad, la formación de la personalidad como un salto cualitativo que separa al ser humano de los demás animales, el reconocimiento de lo psicológico como un orden con sus propias características el cual se constituye y no nace con la criatura humana. Las estructuras de la personalidad El otro aspecto teórico importante de Freud en cuanto a la personalidad tiene que ver con su propuesta sobre tres instancias: id, ego y super ego. El id representa la parte biológica (las necesidades y su satisfacción y el placer asociado a ello). Se dice que el id es del plano inconsciente y que responde al principio del placer. De otra parte está el ego, que es en parte consciente y una pequeña parte inconsciente. Se dice que responde al principio de la realidad (conoce cómo satisfacer en la realidad las demandas del id). El super ego representa la instancia moral, o sea, aquello de está y lo que no está permitido. Aunque el id tiene gran influencia sobre el ego en términos del placer, el super ego lo tiene también en términos de la ansiedad moral. En cierto sentido Freud considera que lo que somos como instancias conscientes es el resultado de procesos transaccionales entre el placer y el deber, aunque estos procesos se dan mayormente en el plano de lo inconsciente. Los planos de lo consciente y lo inconsciente Según Freud la conciencia o aquello de lo que estamos conscientes representa solo una parte del aparato síquico. Por debajo de la actividad consciente opero lo inconciente. Lo inconsciente es un concepto difícil de tratar. Se refiere a ese conjunto de información de la que no estamos conscientes por razones de que es activamente sacada de la conciencia. De esa información lo más importante es la que es reprimida. La información reprimida es sacada de la conciencia porque le resulta desagradable (básicamente al superego) Dependiendo de cuán intensa sea esa información reprimida podría irrumpir en el plano de lo conciente en la forma del lapsus o el sueño. En otras ocasiones su manifestación se puede dar a través de algún síntoma psicológico como la ansiedad o la neurosis o el síntoma histérico.