Neuroimagen funcional en el diagnóstico de pacientes con

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Rev Esp Med Nucl Imagen Mol. 2014;33(4):215–226
Colaboración especial
Neuroimagen funcional en el diagnóstico de pacientes con síndrome
parkinsoniano: actualización y recomendaciones para el uso clínico夽
J. Arbizu a,∗ , M.R. Luquin b , J. Abella c , R. de la Fuente-Fernández c , R. Fernandez-Torrón d ,
D. García-Solís e , P. Garrastachu f , J.M. Jiménez-Hoyuela g , M. Llaneza c , F. Lomeña h ,
C. Lorenzo-Bosquet i , M.J. Martí j , J.C. Martinez-Castrillo k , P. Mir l , M. Mitjavila m ,
J. Ruiz-Martínez n y L. Vela o
a
Grupo de Trabajo de Neuroimagen de la SEMNIM, Servicio de Medicina Nuclear, Clínica Universidad de Navarra, Pamplona, España
Grupo de Trastornos del Movimiento de la SEN, Departamento de Neurología, Clínica Universidad de Navarra, Pamplona, España
Servicio de Neurología, Hospital A, Marcide, Ferrol, España
d
Servicio de Neurología, Hospital Universitario Donostia, Área de Neurociencias, Instituto de Investigación Biodonostia, CIBERNED, San Sebastián, España
e
Servicio de Medicina Nuclear, UDIM, Hospital Universitario Virgen del Rocío, Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades
Neurodegenerativas (CIBERNED), Sevilla, España
f
Servicio de Medicina Nuclear, Hospital San Pedro, CIBIR, Logroño, España
g
Servicio de Medicina Nuclear, Hospital Universitario Virgen de la Victoria, Málaga, España
h
Servicio de Medicina Nuclear, Hospital Clinic, Barcelona, España
i
Servicio de Medicina Nuclear, Hospital Vall d′ Hebron, CETIR-ERESA, Unitat Teknon, Barcelona, España
j
Unidad de Parkinson y Trastornos del Movimiento, Servicio de Neurología, ICN, CIBERNET, Hospital Clinic, Barcelona, España
k
Servicio de Neurología, Hospital Ramón y Cajal, Madrid, España
l
Unidad de Trastornos del Movimiento, Servicio de Neurología y Neurofisiología Clínica, Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS), Hospital Universitario Virgen del Rocío,
Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED), Sevilla, España
m
Servicio de Medicina Nuclear, Hospital Universitario Puerta de Hierro, Madrid, España
n
Unidad de Parkinson y otros Trastornos del Movimiento, Servicio de Neurología, Hospital Universitario Donostia, CIBERNED, Instituto de Salud Carlos III,
San Sebastián (Guipúzcoa), España
o
Servicio de Neurología, Hospital Universitario Fundación Alcorcón, Alcorcón, España
b
c
información del artículo
r e s u m e n
Historia del artículo:
Recibido el 18 de enero de 2014
Aceptado el 4 de febrero de 2014
Las técnicas de neuroimagen funcional se han utilizado tradicionalmente en la investigación de los pacientes que presentan un síndrome parkinsoniano. Sin embargo, la aparición de radiofármacos comerciales
junto a la disponibilidad de equipos de tomografía por emisión de fotón único (SPECT) y más recientemente de la tomografía por emisión de positrones (PET), han permitido su empleo rutinario en la práctica
clínica. Precisamente el desarrollo y grado de evidencia clínica alcanzado por los biomarcadores de neuroimagen durante las 2 últimas décadas ha conllevado que progresivamente se estén incluyendo en los
criterios clínicos de diagnóstico de enfermedades neurodegenerativas que cursan con un síndrome parkinsoniano. No obstante, la diversidad de radiofármacos que permiten evaluar la funcionalidad de las vías
anatómicas involucradas en la neurodegeneración presente en los diferentes síndromes parkinsonianos
(vía nigroestriatal dopaminérgica, actividad neuronal de los ganglios basales y la corteza, inervación simpática miocárdica), junto a las técnicas de neuroimagen (gammagrafía, SPECT y PET) han originado cierta
controversia con respecto a la indicación de las pruebas de neuroimagen como exploración complementaria. En esta revisión realizada por un panel de expertos en medicina nuclear y neurología se analizan
las técnicas de neuroimagen funcional disponibles haciendo especial énfasis en las consideraciones prácticas del diagnóstico de pacientes con un síndrome parkinsoniano de origen incierto y la valoración de la
progresión de la enfermedad de Parkinson.
© 2014 Elsevier España, S.L. y SEMNIM. Todos los derechos reservados.
Palabras clave:
Enfermedad de Parkinson
Parkinsonismo
Gammagrafía
SPECT
PET
Diagnóstico diferencial
Functional neuroimaging in the diagnosis of patients with parkinsonism:
Update and recommendations for clinical use
a b s t r a c t
Keywords:
Parkinson’s disease
Parkinsonism
Scintigraphy
SPECT
PET
Differential diagnosis
Functional Neuroimaging has been traditionally used in research for patients with different parkinsonian
syndromes. However, the emergence of commercial radiotracers together with the availability of single photon emission computed tomography (SPECT) and, more recently, positron emission tomography
(PET) have made them available for clinical practice. Particularly, the development of clinical evidence
achieved by functional neuroimaging techniques over the past two decades have motivated a progressive inclusion of several biomarkers in the clinical diagnostic criteria for neurodegenerative diseases
夽 Este documento de consenso cuenta con el aval científico de la Sociedad Española de Neurología (SEN) y de la Sociedad de Medicina Nuclear e Imagen Molecular (SEMNIM).
Javier Arbizu y M. Rosario Luquin han colaborado de forma similar en la elaboración de este trabajo y deben de considerarse primeros autores.
∗ Autor para correspondencia.
Correo electrónico: jarbizu@unav.es (J. Arbizu).
2253-654X/$ – see front matter © 2014 Elsevier España, S.L. y SEMNIM. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.remn.2014.02.001
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that occur with parkinsonism. However, the wide range of radiotracers designed to assess the involvement of different pathways in the neurodegenerative process underlying parkinsonian syndromes
(dopaminergic nigrostriatal pathway integrity, basal ganglia and cortical neuronal activity, myocardial
sympathetic innervation), and the different neuroimaging techniques currently available (scintigraphy,
SPECT and PET), have generated some controversy concerning the best neuroimaging test indicated for the
differential diagnosis of parkinsonism. In this article, a panel of nuclear medicine and neurology experts
has evaluated the functional neuroimaging techniques emphazising practical considerations related to
the diagnosis of patients with uncertain origin parkinsonism and the assessment of Parkinson’s disease
progression.
© 2014 Elsevier España, S.L. and SEMNIM. All rights reserved.
Introducción al problema clínico
En los últimos años estamos asistiendo a una paulatina inclusión
de diferentes biomarcadores de neuroimagen en los criterios de
diagnóstico clínico de enfermedades neurodegenerativas. Sin duda,
este cambio se debe al notable progreso y avance que las modalidades de imagen han experimentado en la última década. En concreto,
las técnicas funcionales de medicina nuclear como la tomografía
por emisión de positrones (PET) o la tomografía por emisión de
fotón único (SPECT) han mostrado una destacada contribución al
conocimiento de la fisiopatología de las distintas enfermedades
neurodegenerativas, pero también al diagnóstico en las fases más
incipientes de la enfermedad cuando todavía no se aprecian los
cambios estructurales.
El diagnóstico de las enfermedades neurodegenerativas que cursan con un síndrome parkinsoniano puede resultar complejo en sus
fases iniciales, por la similitud inicial de los síntomas en todos ellos.
La precisión diagnóstica mejora con la progresión de la enfermedad,
al hacerse evidentes algunos signos atípicos incompatibles con el
diagnóstico de enfermedad de Parkinson (EP) idiopática. En este
escenario la posibilidad de evaluar in vivo y de forma no invasiva
la integridad de la vía nigroestriatal dopaminérgica, la actividad
neuronal de los ganglios basales y de la corteza, así como la inervación simpática miocárdica puede resultar útil como complemento
al diagnóstico clínico, mejorando la especificidad y facilitando la
toma de decisiones.
Actualmente disponemos de una gran diversidad de técnicas
de neuroimagen funcional con objetivos comunes, pero existe una
cierta controversia sobre la capacidad diagnóstica de cada técnica.
Por tanto, resulta necesario determinar la utilidad de todas y cada
una de ellas con la finalidad de establecer unas recomendaciones
de uso en el diagnóstico clínico de los pacientes con parkinsonismo
de origen incierto. Este documento es el resultado del consenso
alcanzado por un panel de expertos en neuroimagen de la Sociedad
Española de Medicina Nuclear e Imagen Molecular y en trastornos de movimiento de la Sociedad Española de Neurología tras una
revisión exhaustiva de la bibliografía.
Características clínicas de los síndromes parkinsonianos
El parkinsonismo se define como un síndrome clínico caracterizado por la combinación de los siguientes síntomas cardinales:
temblor de reposo, rigidez, bradicinesia, pérdida de los reflejos posturales, alteración de la marcha y bloqueos motores o fenómenos
de congelación. El parkinsonismo puede presentarse en enfermedades neurodegenerativas, hereditarias o no, pero también puede
ser secundario a múltiples causas, incluyendo las estructurales,
infecciosas, medicamentosas, tóxicas o traumáticas. La forma más
frecuente de parkinsonismo degenerativo es la EP pero existen otras
causas a las que se les ha denominado parkinsonismos plus o atípicos, y que a diferencia de la EP no responden al tratamiento con
levodopa o lo hacen de forma leve y transitoria. Entre los parkinsonismos atípicos se encuentra la atrofia multisistema (AMS) con
Tabla 1
Características clínicas clásicas de los parkinsonismos degenerativos
Progresión
Respuesta l-dopa
Parkinsonismo
Asimetría
Disautonomía
Piramidalismo
Sd. cerebeloso
Déficits oculomotores
Apraxia extremidades
EP
AMS
PSP
DCB
Lenta
Excelente
Mixto
+
Tardía
-
Rápida
Leve e inicial
R-A
Precoz e intensa
+
+/−
+
-
Rápida
Ausente
R-A
–
+
++
-
Rápida
Ausente
R-A
++
–
+/−
+
+
AMS: atrofia multisistémica; DCB: degeneración corticobasal; EP: enfermedad de
Parkinson; Mixto: con temblor de reposo, bradicinesia con/sin rigidez; PSP: parálisis
supranuclear progresiva; R-A: parkinsonismo con rigidez y bradicinesia.
sus variantes parkinsoniana y cerebelosa, la parálisis supranuclear
progresiva (PSP) y la degeneración corticobasal (DCB) (tabla 1)1 .
Los pacientes con EP pueden presentar diferentes fenotipos clínicos y de progresión de la enfermedad, pero en general presentan
unas características que ayudan en el diagnóstico diferencial con
otros parkinsonismos degenerativos. La EP suele iniciarse en un
hemicuerpo, manteniéndose asimétrica a lo largo de su evolución
y es característica la presencia de temblor de reposo. Aunque con
ciertas diferencias dependiendo de la edad de inicio, la progresión
de la EP es más lenta que en los parkinsonismos atípicos y los trastornos de la marcha y el equilibro suelen presentarse en estadios
avanzados de la enfermedad. Los pacientes presentan una buena
respuesta al tratamiento dopaminérgico y la mayoría desarrollan
complicaciones motoras del tipo de las fluctuaciones de la movilidad y los movimientos involuntarios o discinesias a los pocos años
del inicio del tratamiento con levodopa. Son muy frecuentes los
síntomas no motores del tipo de los déficits cognitivos, que suelen
progresar a franca demencia, y las alteraciones del humor como
la depresión y la ansiedad, pero también lo son las alteraciones
del sueño, las alteraciones disautonómicas, la fatiga y el dolor entre
otras, de las que en su mayoría desconocemos la fisiopatología subyacente y que en algunos casos preceden en muchos años al cuadro
motor clásico.
La AMS se presenta como un síndrome parkinsoniano en combinación variable con síntomas-signos cerebelosos, piramidales y
disautonómicos. La escasa respuesta a la levodopa, la prominencia y precocidad de la disautonomía y una progresión más rápida y
tortuosa, la diferencian de la EP.
La PSP se presenta clásicamente como un síndrome rígidoacinético simétrico, con rigidez axial predominante y alteración
precoz del equilibrio y caídas frecuentes; parálisis de los movimientos oculares de tipo supranuclear, síndrome bulbar y alteraciones
cognitivas de tipo frontal. En los últimos años se han descrito otros
fenotipos tales como el tipo parkinson (PSP-p), en los que inicialmente los pacientes presentan un parkinsonismo con temblor de
reposo y cierta respuesta a la levodopa, una forma con bloqueos de
la marcha o acinesia pura y un síndrome corticobasal o de afasia
progresiva de tipo no fluente2 . Estos diferentes fenotipos dificultan
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Tabla 2
Resumen de las características y diferencias de las técnicas tomográficas SPECT y PET
Características
SPECT
PET
Instrumentación
Radioisótopos
Distribución
Adquisición estática
Adquisición dinámica
Reconstrucción
Resolución espacial
Sensibilidad
Especificidad
Cuantificación relativa
Cuantificación paramétrica
Análisis basado en vóxeles
Multimodalidad
Disponibilidad
Gammacámara
Emisores gamma
Comercial
30-40 min de duración
Equipos neurodedicados
Automatizada
12-16 mm
Inferior a PET
Menos radioligandos. Alta para TDA
Índice captación estriatal (SUR)
Uso muy limitado
Posible, limitado por resolución espacial
Fusión SPECT-TC y SPECT-RM
Todos los servicios de medicina nuclear
Tomógrafo dedicado
Emisores de positrones
Comercial y síntesis radiofarmacia con ciclotrón
10-20 min de duración
Dinámica y modo lista
Automatizada
4-6 mm
Alta
Lista amplia de radioligandos de mayor afinidad y especificidad
SUV. Índice captación estriatal (SUR)
Hardware, software y radioligandos adecuados
Uso amplio, en expansión
Fusión PET-TC y PET-RM
Disponibilidad amplia, pero aún inferior a la de SPECT
SUV: valor de captación estándar en estudios PET; TDA: transportador de dopamina.
el diagnóstico diferencial clínico con entidades como la misma EP
o la degeneración fronto-temporal.
La DCB se presenta con lo que se ha denominado síndrome corticobasal, es decir un síndrome acinético-rígido muy asimétrico
acompañado en general de distonía de las extremidades afectas y de
signos corticales que incluyen apraxia, alteración sensitiva cortical,
mano ajena y mioclono en respuesta a estímulos.
Valoración de la actividad del sistema dopaminérgico
mediante PET y SPECT
Sistema neurotransmisor dopaminérgico estriatal
La vía nigroestriatal se origina en las neuronas dopaminérgicas
de la pars compacta de la sustancia negra y en el área retrorrubral e
inerva el estriado dorsal (caudado y putamen). Su degeneración es
la responsable de los principales signos y síntomas de la EP y otros
parkinsonismos neurodegenerativos3 .
La dopamina se sintetiza a partir de la tirosina en el citosol
de las neuronas dopaminérgicas. La tirosina se metaboliza por la
tirosinahidroxilasa a levodopa y posteriormente es descarboxilada mediante la dopa-descarboxilasa a dopamina. La dopamina
se almacena en vesículas localizadas en la parte terminal del
axón neuronal por la acción de un transportador vesicular de
monoaminas tipo 2 (VMAT-2) y se libera a la sinapsis mediante
exocitosis. La dopamina liberada en la sinapsis se une a los receptores dopaminérgicos postsinápticos y la no unida a receptores es
recaptada de la sinapsis por los transportadores presinápticos y
almacenada de nuevo en las vesículas presinápticas para su posterior reutilización. La dopamina se degradada por la acción de la
catecol-o-metiltransferasa (COMT). Existen 5 tipos de receptores
dopaminérgicos postsinápticos que constituyen 2 familias, el tipo
D1 (receptores D1 y D5) y el tipo D2 (receptores D2, D3 y D4) que
son los comúnmente relacionados con la actividad motora.
La síntesis de dopamina se autorregula por la inhibición de la
tirosina hidroxilasa, la liberación de dopamina al espacio sináptico y
la densidad de receptores dopaminérgicos postsinápticos. Este sistema de autorregulación es el responsable de compensar la pérdida
de neuronas dopaminérgicas que ocurre en la EP y en consecuencia
del retraso en la aparición de síntomas en la EP. El incremento en el
número de receptores postsinápticos D2 y el aumento del recambio de dopamina son los 2 mecanismos más importantes que se
inducen para compensar la reducción de los niveles de dopamina
estriatal. El buen funcionamiento de los sistemas de compensación
hace que los síntomas de la EP no parezcan hasta que la degeneración de las neuronas dopaminérgicas de la SN no alcanza el
50-60%.
SPECT y PET
La PET y la SPECT son 2 técnicas de medicina nuclear que permiten obtener una imagen en 3 D del sistema dopaminérgico estriatal
(tabla 2). Ambas requieren de la inyección previa de radiofármacos o radioligandos (tabla 3) y su captación estriatal tendrá un
significado distinto dependiendo del radioligando empleado. Los
radioligandos con afinidad por las moléculas que participan en la
síntesis de dopamina y por los transportadores de dopamina evalúan la neurona presináptica o nigroestriatal. Los radioligandos
con afinidad por los receptores dopaminérgicos valoran la integridad de las neuronas postsinápticas o estriatotelencefálicas. La
información contenida en las imágenes de PET y SPECT es funcional (integridad de la vía nigroestriatal) y molecular (distribución
y concentración de dopa-descarboxilasa, transportadores, receptores). Puede añadirse información anatómica del cuerpo estriado,
empleando imágenes de fusión PET/RM o SPECT/RM4 .
Imagen estriatal PET
La PET dispone de un gran número de trazadores que permiten la evaluación pre y postsináptica dopaminérgica. Mediante
esta técnica podemos estudiar 3 aspectos de la neurona presináptica: 1) la concentración o actividad del transportador de
membrana de aminoácidos, la actividad de la dopa-descarboxilasa
y la reserva dopaminérgica vesicular se estudian con 18 F-DOPA y
18 F-FMT (6-18 F-fluoro-m-tirosina); 2) la densidad del transportador VMAT-2 utilizando 11 C-DTBZ (11 C-dihidrotetrabenazina) y 3)
la concentración o densidad de transportador proteico presináptico
Tabla 3
Principales radiofármacos PET y SPECT que permiten evaluar la actividad dopaminérgica pre y postsináptica
Trazador
Mecanismo
Sinapsis
Síntesis dopamina
Transportador vesicular VMAT-2
Transportador dopamina
Antagonista D2/D3 estriatal
Antagonista D2/D3 estriatal
Antagonista D2/D3 extraestriatal
Antagonista D1 estriatal
Agonista D2 estriatal
Pre
Pre
Pre
Post
Post
Post
Post
Post
Antagonista D2/D3 estriatal
Antagonista D2/D3 estriatal
Transportador dopamina
Transportador dopamina
Transportador dopamina
Post
Post
Pre
Pre
Pre
PET
18
F-DOPA
C-DTBZ
F-FP-CIT
11
C-raclopride
18
F-falipride
11
C-FLB-457
11
C-SCH 23390
11
C-MNPA
11
18
SPECT
123
I-IBZM
123
I-epidepride
123
I-ß-CIT
123
I-FP-CIT
99m
Tc-TRODAT
Post: post-sináptico; Pre: pre-sináptico.
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de la dopamina mediante 11 C-dMP (d-threo-metilfenidato), 11 C o
(2␤-carbomethoxy-3␤-[4-fluoro] tropano), 11 C o 18 F-PE2I,
18 F-FP-CIT.
La integridad de las neuronas postsinápticas puede ser evaluada
utilizando antagonistas de receptores dopaminérgicos estriatales D2/D3 como trazadores, como 11 C-raclopride o 11 C-falipride;
antagonistas de receptores dopaminérgicos D2/D3 extraestriatales como 11 C-FLB-457; antagonistas de receptores dopaminérgicos
D1 estriatales, como 11 C-SCH 23390 y 11 C-NNC 112 y agonistas de
receptores dopaminérgicos D2, como 11 C-MNPA5 .
Todos estos trazadores se emplean casi únicamente en investigación. La 18 F-DOPA es el único radioligando de uso clínico para
diagnóstico diferencial del síndrome parkinsoniano de origen degenerativo.
18 F-CFT
Imagen estriatal SPECT
El número de radioligandos utilizados con la SPECT es más reducido. El 123 I-ioflupano o 123 I-N-3-fluoropropil-2b-carbometoxi3b-(4-iodofenil) nortropano (123 I-FP-CIT) es el radioligando
presináptico para SPECT de uso clínico más empleado.
En el estudio de receptores postsinápticos dopaminérgicos se
emplea la 123 I-IBZM, una benzamida análoga del raclopride con
afinidad por receptores D2 estriatales5 . No está registrado como
radiofármaco en España y se emplea para el diagnóstico diferencial
entre EP y los parkinsonismos atípicos mediante el procedimiento
de medicación extranjera.
PET con 18 F-DOPA
La 18 F-DOPA es el trazador PET más utilizado en el estudio de la
EP y de los parkinsonismos atípicos, con unas cifras muy buenas de
sensibilidad y especificidad y una buena correlación con la severidad y la progresión de la enfermedad, similares al SPECT cerebral
con 123 I-FP-CIT, pero con una mayor resolución espacial de las imágenes estriatales, ya que permite analizar por separado el caudado
y el putamen e identificar el núcleo accumbens (fig. 1).
Para su realización se recomienda suspender la medicación
antiparkinsoniana (L-Dopa entre 6-12 horas, y antagonistas dopaminérgicos 24 horas), y administrar carbidopa (150 mg) 60 minutos
antes de la inyección de la 18 F-DOPA. Esto permite inhibir la acción
de la dopadecarboxilasa periférica y así mejorar la disponibilidad
de la DOPA en las terminaciones dopaminérgicas presinápticas.
La adquisición de las imágenes PET en la práctica clínica se realiza a los 70 minutos de la inyección de 111-185 MBq de 18 F-DOPA
y se puede emplear un modo estático 3 D, con una duración aproximada de 10-20 minutos. En investigación se emplea el modo
dinámico, con una duración de 90 minutos desde el momento de
la inyección, siendo este un requisito obligatorio para la cuantificación absoluta de la constante de decarboxilación (K3 o Ki).
De forma similar a los estudios de SPECT con 123 I-FP-CIT (ver
más adelante), los estudios de 18 F-DOPA se pueden interpretar
Caudado
visualmente atendiendo a su distribución en el estriado. La cuantificación se realiza mediante un análisis de la captación por regiones
de interés. En el caso de la imagen estática, se extrae el promedio
de la actividad en las regiones con captación específica (estriado)
y de una región con captación no específica (occipital), y se calcula
la ratio entre ambas para cada hemisferio (SUR). En el caso de un
estudio dinámico, el parámetro que se cuantifica es la constante de
descarboxilación (Ki) y se obtiene mediante el modelado de un sistema compartimental simplificado (gráfico de Patlak con región de
referencia) a partir del cual se construye una imagen paramétrica
del parámetro Ki.
Actualmente, en nuestro entorno la 18 F-DOPA se encuentra
registrada y comercializada por Cis Bio International (DOPACIS® )
y por Barnatrón SA (NeuroPET® ).
SPECT con 123 I-FP-CIT
FP-CIT o ioflupano marcado con 123 I, registrado como DaTSCAN
(GE Healthcare) es un análogo de la cocaína, que presenta una alta
afinidad por el transportador de la dopamina (ki 3,5 nM), con una
especificidad buena (selectividad TDA/SERT de 2,8/1), por lo que es
un excelente marcador de viabilidad y funcionalidad de las neuronas nigroestriatales. La captación se concentra en la región terminal
del axón de la neurona nigroestriatal, donde existe una alta concentración de DAT, alcanzándose la captación máxima en equilibrio a
las 3-6 horas de su administración endovenosa de 150-250 MBq
(normalmente 185 MBq).
Para su realización se recomienda retirar la toma de cocaína 2
días, anfetamina 7 días, metilanfetamina 3 días, metilfenidato 2
días, dexanfetamina 7 días, mazindol 3 días, fentermina 14 días,
modafinil 3 días, bupropion 8 días y de benzatropina 5 días. Así
mismo se debe de administrar lugol por vía oral para bloquear la
captación tiroidea de 123 I.
La interpretación visual de las imágenes de SPECT es suficiente
para el diagnóstico (fig. 2). La cuantificación de la captación estriatal respecto a la captación occipital (SUR) puede ser útil de forma
complementaria para detectar diferencias significativas respecto a
sujetos sanos6 .
Los falsos positivos (captación estriatal patológica con vía
nigroestriatal intacta) son poco frecuentes y están relacionados con
interferencias farmacológicas (fármacos que bloquean los transportadores de dopamina) o con artefactos metodológicos7 . Los falsos
negativos (captación estriatal normal con degeneración de la vía
nigroestriada) son aún menos frecuentes, siendo el valor predictivo positivo de la SPECT superior al 90% en casi todas las series. La
SPECT con 123 I-FP-CIT detecta cambios en la captación estriatal en
pacientes con síntomas premotores de EP (trastornos olfatorios, de
conducta del sueño fase REM del sueño) y en sujetos asintomáticos
portadores de mutaciones de genéticas en casos de EP familiar.
Accumbens
Putamen
A
B
C
D
Figura 1. Patrones de normalidad y patológicos del estudio cerebral de PET con 18 F-FDOPA. (A) Patrón normal, corte axial, de PET 18 F-DOPA: captación estriatal conservada
de ambos caudados y putámenes. (B) Patrón normal, corte coronal, de PET 18 F-DOPA: captación estriatal conservada de ambos caudados, putámenes y accumbens. (C) Patrón
patológico asimétrico de PET 18 F-DOPA: hipocaptación putaminal derecha y captación normal del putamen izquierdo y de ambos caudados. (D) Patrón patológico simétrico
de PET 18 F-DOPA: ausencia de captación de ambos putámenes y captación preservada de los caudados.
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Figura 2. Patrones de normalidad y patológicos del estudio SPECT con 123 I-FP-CIT. (A) Corte anatómico axial del encéfalo que muestra los núcleos caudados y putámenes.
(B) Patrón normal de SPECT con 123 I-FP-CIT: captación simétrica de núcleos caudados y putámenes. (C) Patrón patológico asimétrico de SPECT con 123 I-FP-CIT: hipocaptación
del putamen izquierdo y captación normal de ambos caudados y putamen derecho. Corresponde a un paciente con EP unilateral derecho. (D) Patrón patológico asimétrico
de SPECT con 123 I-FP-CIT: falta de captación en putamen izquierdo. Hipocaptación en putamen derecho. Captación en caudados normal. Corresponde a un paciente con EP
unilateral derecho. La SPECT detecta alteración nigroputaminal derecha antes de que aparezcan síntomas motores en hemicuerpo izquierdo. (E) Patrón patológico bilateral
de SPECT con 123 I-FP-CIT: hipocaptación putaminal bilateral, con captación más conservada en caudados. Corresponde a un paciente con EP bilateral unilateral derecho. (F)
Patrón patológico bilateral de SPECT con 123 I-FP-CIT: hipocaptación estriatal global bilateral, que se acompaña de un aumento relativo de la captación extraestriatal. Este
patrón no suele aparecer en la EP, siendo más típico de la demencia de cuerpos de Lewy y de los parkinsonismos atípicos. Cuando aparece este patrón hay que descartar
alguna interferencia medicamentosa.
Valoración de la actividad postsináptica neuronal mediante
poner PET con FDG
El aumento de la actividad neuronal glutamatérgica (actividad
sináptica excitatoria) condiciona un aumento de la utilización de
glucosa cerebral a través de la unidad metabólica neurona-glía. La
2-[18 F] fluoro-2- desoxi-D-glucosa (18 FDG), análogo de la glucosa,
se incorpora a las células por los transportadores de glucosa. Una
vez en el interior de la célula la 18 FDG es fosforilada a 18 FDG-6fosfato por la enzima hexoquinasa. La presencia del átomo de 18 F
impide su isomerización a fructosa-6-fosfato, por lo que la 18 FDG
no sigue las vías metabólicas de la glucólisis ni de la síntesis de
glucógeno. La retención de 18 FDG-6-fosfato es proporcional al consumo tisular cerebral de glucosa. Por tanto, la 18 FDG se emplea
en la valoración del metabolismo glicídico cerebral regional como
un biomarcador de la actividad neuronal y sináptica8 . En el caso
del estudio de enfermedades neurodegenerativas que cursan con
un síndrome parkinsoniano, la 18 FDG permite evaluar la actividad
neuronal en los ganglios de la base. Por todo ello, se ha sugerido
que el estudio PET con 18 FDG es un buen marcador de la actividad
postsináptica de la vía nigroestriada.
La realización de un estudio PET cerebral con 18 FDG requiere
que los pacientes permanezcan en ayunas al menos 4 horas para
disminuir los niveles de glucemia (entre 110-160 mg/dl), ya que
niveles de glucemia elevados disminuyen la relación señal entre la
sustancia gris y blanca, y elevan el ruido estocástico en la imagen
lo que puede conllevar una mayor dificultad a la hora de interpretar el estudio. El empleo de insulina para corregir los niveles
elevados de glucemia no ha demostrado ser eficaz, por lo que
los estudios deben adquirirse en estados euglucémicos controlados previamente9 . Asimismo, es importante conocer la medicación
que está recibiendo el paciente ya que determinados psicofármacos pueden influir en el consumo cerebral de glucosa10 . En el caso
de que la situación del paciente lo permita, es recomendable retirar
los fármacos con acción central con antelación a la prueba. En los
pacientes que presentan parkinsonismo es importante conocer el
estado del paciente ya que la levodopa influye en la captación de la
18 FDG11 .
Tras la administración intravenosa de 125-250 MBq de 18 FDG
(generalmente 150 MBq), el paciente deberá permanecer tumbado
en reposo durante 30-40 minutos en una habitación sin ruido, con
luz tenue evitando hablar, leer o realizar cualquier actividad física.
En el caso de que exista una falta de colaboración por parte del
paciente y se precise sedación, esta debe iniciarse al menos 20
minutos después de la inyección del trazador.
El protocolo para la adquisición del estudio PET 18 FDG consiste
en una imagen estática del cerebro de aproximadamente 10-15
minutos de duración en función de las características del tomógrafo
PET-TC. Las imágenes resultantes se reorientan según el ángulo
orbito-meatal y se procede a la interpretación de forma cualitativa, visual, o cuantitativa. En el análisis visual debemos reconocer
posibles áreas de hipometabolismo y en el caso de sospechar una
alteración estructural es recomendable el corregistro con el estudio
morfológico TC o de RM. Posteriormente se identificará si los hallazgos corresponden a alguno de los patrones descritos en enfermedad
neurodegenerativa (fig. 3). Existen varios programas de análisis
cuantitativos basados en vóxeles que sirven como complemento
al análisis visual.
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J. Arbizu et al / Rev Esp Med Nucl Imagen Mol. 2014;33(4):215–226
18F-FDG
A
B
C
Figura 3. Imagen PET de 18 FDG en un sujeto normal (A) en el que se aprecia una actividad en ganglios basales predominante, homogénea y simétrica; con enfermedad de
Parkinson (B) similar al sujeto normal con una mayor actividad en la región posterior de putamen; y con una AMS-P (C) en el que se aprecia una marcada disminución en la
región posterior de putamen en ambos hemisferios.
Valoración de la inervación simpática mediante
gammagrafía cardíaca con 123 I- metayodobenzilguanidina
La gammagrafía miocárdica de inervación con 123 Imetayodobenzilguanidina (123 I-MIBG) refleja la captación
noradrenérgica neuronal específica, y es un marcador funcional
de la integridad y distribución de las terminaciones presinápticas
posganglionares. La 123 I-MIBG compite con la NA por la captación
en las terminaciones simpáticas posganglionares, permitiendo
visualizar «in vivo» la inervación simpática. La 123 I-MIBG no se une
a los receptores postsinápticos, ni es degradada por las enzimas
COMT y MAO, que metabolizan las catecolaminas endógenas. Tras
la administración de 111-370 MBq de 123 I-MIBG (generalmente
370 MBq) existe una rápida captación miocárdica, reflejando el
mayor flujo a los espacios extraneuronales. En las horas siguientes,
la 123 I-MIBG entra de forma activa en la terminal simpática,
especialmente del ventrículo izquierdo, lavándose del tejido no
neuronal. La acumulación neuronal de 123 I-MIBG es máxima entre
3-4 horas, reflejando la captación neuronal activa sin componentes
pasivos (fig. 4)12 .
La administración de 123 I-MIBG se realiza en reposo, evitando
sustancias o fármacos que pueda alterar su captación y después
de haber realizado el bloqueo tiroideo mediante la administración
oral de una solución de lugol, o 500 mg de perclorato potásico. Se
adquieren imágenes planares en proyección anterior de tórax, de
manera precoz a los 15-20 minutos y de forma tardía, entre las 3-4
horas, con una duración de 10 minutos por imagen, una ventana
energética de 159 KeV ± 20% y una matriz de 256 x 256.
123I-MIBG
A
B
Figura 4. Estudio de inervación miocárdica mediante gammagrafía planar de tórax
anterior obtenida a las 4 horas tras la administración de 123 I-MIBG, (A) con captación cardiaca normal, (B) con captación cardiaca disminuida en un paciente con
enfermedad de Parkinson.
Se recomienda el uso de colimadores de media energía, ya sean
de propósito general (LEAP) o de alta resolución (LEHR), debido a
la presencia en el 123 I de fotones con fotopico energético más elevado que los del 99m Tc, pero cuestiones de orden práctico inclinan
a algunos centros a realizar el estudio con los de baja energía13,14 .
La captación miocárdica regional de MIBG tiende a ser heterogénea, algo menor en apex y cara inferior. Esta heterogeneidad limita
la valoración cualitativa de las imágenes y ha originado el desarrollo
de parámetros semicuantitativos. La relación de cuentas entre corazón y mediastino se utiliza como un índice de la captación global
de MIBG (ICM, índice corazón/mediastino). Estos ICM se obtienen
dibujando regiones de interés (ROI), tanto en la imagen anterior de
tórax como sobre todo el territorio cardíaco. Para la obtención del
ICM se divide la media de cuentas por píxel del miocardio entre
la media de cuentas por píxel del mediastino. La tasa de lavado o
«washout» se obtiene mediante la siguiente fórmula: (cuentas por
píxel en el miocardio a los 15 minutos – cuentas/píxel en el miocardio a las 4 horas)/cuentas por píxel en el miocardio a los 15 minutos.
El «washout» refleja el tono del sistema nervioso simpático, por lo
que su aumento podría ser un marcador precoz de disfunción simpática, traduciendo no solo un menor número de terminaciones
simpáticas cardíacas, sino también un aumento del «spillover» o
capacidad reducida de mantener la NA en las terminaciones simpáticas. La disminución de los ICM tardíos, junto con un aumento
de la tasa de lavado, son parámetros indicativos de alteración de la
inervación simpática cardiaca. Aunque algunos trabajos concretan
valores de referencia de estos índices (ICM rango de 1,9-2,8, con
una media de 2,2 ± 0,3), cada centro debe ajustar los suyos dependiendo de las circunstancias propias de equipamiento y protocolos
empleados13–15 .
Diagnóstico diferencial del temblor y síndrome
parkinsoniano
Aunque el temblor de la EP y el temblor esencial (TE) son fáciles de diferenciar (tabla 4), en ocasiones ni la anamnesis ni la
exploración clínica permiten hacer el diagnóstico con una certeza
suficiente. A esto se añade la frecuencia con que los pacientes con
TE desarrollan EP. Cuando un paciente con TE presenta temblor
de reposo hay que descartar que además presente una EP. A veces
se trata de un temblor de actitud de gran amplitud que se trasmite al reposo cuando el paciente no se relaja bien. Se complica
más el diagnóstico si el temblor es asimétrico, si el tono muscular
está aumentado, y si los movimientos del paciente están relativamente enlentecidos. En este escenario, los estudios de neuroimagen
funcional pueden ayudar en el diagnóstico diferencial.
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Tabla 4
Diferencias entre el temblor parkinsoniano y el temblor esencial
Hallazgo
Enfermedad de Parkinson
Temblor esencial
Edad de inicio (años)
Historia familiar
Frecuencia del temblor
(Hz)
Características del
temblor
Factores de influencia
Reposo
Acción
Concentración
Escribir
55-75
+/–
4-6
10-80
++
5-10
Pronación-supinación
Flexión-extensión
Aumenta
Disminuye
Disminuye
Disminuye (micrografía)
aumenta (temblorosa)
Aumenta
–
Re-emergente (latencia)
+/–
Asimétrico
Disminuye
Aumenta
Aumenta
Cara, mandíbula, labios,
barbilla
Cabeza, voz
Caminar
Alcohol
Temblor postural
Temblor cinético
Temblor de
extremidades
Otras localizaciones
Disminuye
Disminuye
Sin latencia
Sí
Bastante simétrico
Modificado de Jankovic21 .
Los estudios de la vía dopaminérgica presináptica con PET o
SPECT tienen una sensibilidad del 90% para diferenciar entre EP
y pacientes con TE o controles sanos16 . Sin embargo, el patrón de
referencia para la comparación se ha sustentado en los criterios
clínicos17,18 y no en la anatomía patológica. Con este patrón, la
probabilidad pretest (el grado de incertidumbre clínico) será, como
mucho, igual a la probabilidad postest con lo que queda patente la
debilidad de los estudios diagnósticos en este campo. Como señala
de la Fuente19 se necesitan nuevos estudios neuropatológicos para
evaluar la exactitud diagnóstica de las pruebas de neuroimagen.
Otro aspecto interesante de las pruebas de neuroimagen es que
un 10-15% de pacientes con criterios clínicos de EP evaluados por
neurólogos expertos, tienen estudios normales con 18 F-DOPA o
123 I-FP-CIT. A estos individuos se les ha denominado sujetos sin
evidencia de degeneración dopaminérgica (SWEDD). Estos pacientes suelen presentar un fenotipo de temblor de reposo, que algunos
califican como temblor distónico, y enlentecimiento con dudosa
bradicinesia. La evolución y estudios de imagen de seguimiento
indican que lo más probable es que estos pacientes no presenten
una EP lo que apoyaría la normalidad de las pruebas de neuroimagen funcional20,21 .
Los pacientes con temblor de reposo aislado muestran de forma
«consistente» captación dopaminérgica presináptica anómala en
el estriado (figs. 1 y 2) mientras que en los pacientes con temblor postural aislado la captación es normal. Algunos pacientes
diagnosticados de TE muestran una disminución de la captación
dopaminérgica en el putamen, en el mismo rango que los pacientes con EP, sugiriendo una disfunción nigroestriatal precoz. Sin
embargo, no hay un seguimiento clínico suficiente de estos pacientes que confirmen el desarrollo de una EP típica. También se ha
descrito una disminución de la captación de 18 F-DOPA en el putamen en familiares asintomáticos de pacientes con EP y en pacientes
con temblor postural aislado, los cuales fenomenológicamente son
idénticos al TE. Parece evidente que puede haber un solapamiento
entre la EP y el TE, ya que la EP es más prevalente en familias con
TE y viceversa.
Las pruebas de marcadores de la vía dopaminérgica pueden ser
de utilidad para diferenciar ambas entidades, de hecho la ficha
técnica del 123 I-FP-CIT (DaTSCAN® ) incluye la indicación del diagnóstico diferencial entre TE y enfermedades relacionadas con la
EP.
Es difícil sostener un diagnóstico de EP con una vía dopaminérgica indemne. Del mismo modo, si hubiera alteración de la vía
221
dopaminérgica el diagnóstico de TE es posible, pero con una alta
sospecha de que pueda evolucionar a EP.
Diagnóstico diferencial de los parkinsonismos atípicos
degenerativos
El pronóstico de los parkinsonismos atípicos es muy diferente
al de la EP, por lo que en las fases iniciales en las que puede existir
una mayor incertidumbre diagnóstica puede ser necesario presentar recurrencias a exploraciones complementarias de neuroimagen
funcional.
PET con 18 FDG en los parkinsonismos atípicos
En la EP el estudio de PET cerebral con 18 FDG es normal o muestra un aumento de captación en putamen, mientras que en los
parkinsonismos atípicos se han descrito patrones de hipometabolismo en ganglios basales, tálamo o corteza que varían dependiendo
de la entidad que los cause (tabla 5).
Atrofia multisistema
En la AMS-parkinsoniana, el hallazgo más característico observado es una disminución de captación de 18 FDG en ambos
putámenes con un gradiente rostro-caudal (fig. 3), hallazgo con una
sensibilidad cercana al 95% y una especificidad del 100%22 . En estos
pacientes también puede detectarse un déficit de captación en cerebelo, tálamo, troncoencéfalo y áreas corticales. Por tanto, el segundo
consenso para los criterios diagnósticos de AMS ha establecido que
el hipometabolismo en putamen, mesencéfalo y cerebelo es una
característica adicional para el diagnóstico de una variante parkinsoniana de AMS posible23 . En el estudio de Tang para la generación
de patrones metabólicos mediante el componente principal, este
patrón tiene un valor predictivo positivo del 88% en los primeros 2
años de enfermedad y del 100% a los 5 años24 .
En los pacientes con AMS-cerebelosa, el hipometabolismo de
los hemisferios cerebelosos anteriores y del vermis puede detectarse al año de inicio de los síntomas, aunque también se puede
observar un hipometabolismo putaminal común a las variantes
parkinsonianas25 . La presencia de este patrón metabólico es de
una gran ayuda para diferenciar estos pacientes de otros con
sintomatología cerebelosa predominante, como son las ataxias
espinocerebelosas u otras enfermedades que cursan con ataxia y
síntomas rígido-acinéticos, motivo por el que el segundo consenso
para los criterios diagnósticos de AMS ha establecido que el hipometabolismo en putamen es una característica adicional para el
diagnóstico de una AMS-cerebelosa23 . A diferencia de los pacientes
con fenotipo parkinsoniano, en los que padecen formas hereditarias
de la variante cerebelosa, no se detecta déficit metabólico cortical.
Parálisis supranuclear progresiva
En estos pacientes existe un hipometabolismo de 18 FDG en caudado, putamen (patrón caudo-rostral) y córtex prefrontal25 aunque
el signo que aparece de manera más precoz es la disminución del
metabolismo en el mesencéfalo. Es importante mencionar que el
hipometabolismo frontal no es específico ya que puede observarse
en otras enfermedades neurodegenerativas como la variante de la
demencia frontotemporal con alteración predominantemente del
comportamiento, la enfermedad de Huntington, la EP y pacientes con depresión. Los estudios mediante análisis estadísticos de
imagen de PET con 18 FDG han mostrado una sensibilidad de 88%,
una especificidad del 94% y un 91% de valor predictivo positivo
para el diagnóstico de AMS que puede aumentar hasta el 100%
en fases precoces de la enfermedad24 . Sin embargo, los datos
obtenidos en el último estudio que analiza pacientes con sospecha de parkinsonismos atípicos con seguimiento longitudinal son
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Tabla 5
Resumen de los hallazgos más característicos de las pruebas de neuroimagen funcional en los pacientes con parkinsonismos atípicos
AMS-P
AMS-C
DCB
PSP
DCLewy
PET 18 FDG
↓putamen, pálido,
caudado, cerebelo
↓cerebelo anterior,
putamen, pálido,
caudado, tálamo
↓asimétrica frontal,
parietal, temporal,
tálamo y estriado
↓occipito-lateral,
prefrontal,
parieto-temporal
PET 18 FDOPA
↓putamen, caudado,
globo pálido externo,
núcleo rojo, locus
coeruleus
↓putamen posterior >
caudado
↓estriado
↓putamen, caudado,
globo pálido externo,
núcleo rojo, locus
coeruleus
↓ putamen posterior >
caudado
↓estriado
↓asimétrica caudado y
putamen
↓mesencéfalo, corteza
medial prefrontal,
tálamo, caudado,
cíngulo anterior
↓ caudado, putamen
anterior y posterior
↓asimétrica estriado
↓estriado
↓ putamen, caudado,
áreas límbicas y
asociativas
prefrontales
↓estriado
Normal
↓estriado
↓estriado
SPECT 123 I-FP-CIT
SPECT 123 I-IBZM; PET
11
C-Raclopride
AMS-P: atrofia multisistema variante parkinsoniana; AMS-C: atrofia multisistema variante cerebelosa; DCB: degeneración corticobasal; DCL: demencia por cuerpos de Lewy;
PSP: parálisis supranuclear progresiva.
ligeramente inferiores con una sensibilidad de 73% y una especificidad del 95,2%26 .
Degeneración corticobasal
En estos pacientes la mayor reducción del metabolismo 18 FDG
se produce de manera asimétrica en las regiones frontal posterior,
parietal inferior y temporal superior, junto a un hipometabolismo
en tálamo y el estriado más acusada en el lado opuesto a las extremidades más afectadas25 . Mediante el análisis estadístico de imagen
es posible diferenciar el patrón metabólico de pacientes con DCB
(mayor hipometabolismo parietal) del de los pacientes con PSP
(mayor hipometabolismo mesencefálico y talámico)27 .
Demencia por cuerpos de Lewy
En estos pacientes es característica la disminución simétrica del
metabolismo de 18 FDG en la corteza de asociación incluyendo la
occipital que es inicialmente lateral28 . Este hallazgo tiene una sensibilidad del 83-90% y especificidad del 86-88% para diferenciar una
enfermedad de cuerpos de Lewy de una enfermedad de Alzheimer.
A pesar de ello, esta técnica no ha mostrado ser más específica que
la SPECT con 123 I-FP-CIT.
Estudios de funcionalidad presináptica y del transportador de
dopamina en los parkinsonismos atípicos
Los estudios de la vía dopaminérgica presináptica con PET o
SPECT de pacientes con parkinonismos atípicos muestran una disminución de la captación del trazador en el estriado similar a la
de los pacientes con EP con el mismo tiempo de evolución (tabla
5). Sin embargo, son de gran ayuda para diferenciar la demencia
por cuerpos de Lewy de otras demencias, por lo que se ha incluido
dentro de los criterios diagnósticos29 .
Estudios postsinápticos en los parkinsonismos atípicos
La SPECT con 123 I-IBZM en pacientes con AMS muestra una
disminución de captación estriatal del radioligando en las fases precoces de enfermedad a diferencia de lo que sucede en la EP en los
que la captación está incrementada. Sin embargo, este patrón no
es específico ya que puede observarse también en otros parkinsonismos atípicos y puede no diferenciarse de los sujetos normales
(tabla 5). A diferencia de lo que sucede en la AMS y en la PSP,
la SPECT con 123 I-IBZM suele ser normal en pacientes con DCB30 .
Estudios recientes han mostrado la inferioridad de los estudios de
123 I-IBZM respecto a la 18 FDG en el diagnóstico diferencial de los
parkinsonismos atípicos26 .
Estudios de gammagrafía cardíaca en los parkinsonismos atípicos
En la EP se ha observado una disminución de la captación cardiaca de 123 I-MIBG (fig. 4), con reducción significativa de los ICM y
aumento de la tasa de lavado frente a sujetos controles31 . La sensibilidad de la gammagrafía cardíaca con de 123 I-MIBG en la EP con
menos de 3 años de evolución es inferior a la de pacientes con
más de 3 años de evolución (73,3 y 90% respectivamente)32 , siendo
superior en estos pacientes el estudio con 123 I-FP-CIT (sensibilidad
del 83%). En pacientes con EP de predominio tremórico, la gammagrafía con 123 I-MIBG se encuentra menos alterada que en los casos
rígidos-acinéticos33 .
Aunque la mayoría de los parkinsonismos atípicos muestran un
estudio de 123 I-MIBG cardíaca sin alteraciones significativas, puede
ser patológico hasta en un 30% de los casos, (especialmente la AMSparkinsoniana), por lo que esta técnica podría ser de mayor utilidad
en los casos de fenotipo cerebeloso34 .
Finalmente, esta técnica podría ser de interés en el diagnóstico
diferencial entre la demencia por cuerpos de Lewy, especialmente
en estadios precoces de la enfermedad35 .
Parkinsonismo secundario
Con frecuencia resulta difícil diferenciar la clínica de los parkinsonismos degenerativos de los secundarios, pero su reconocimiento
es importante desde el punto de vista del pronóstico y del tratamiento. Se han descrito numerosas causas de parkinsonismo
secundario o sintomático, pero las más frecuentes en nuestro medio
son el parkinsonismo farmacológico (PF) y el llamado parkinsonismo vascular (PV).
Parkinsonismo farmacológico
El PF es la segunda causa más frecuente de síndrome parkinsoniano, solo por detrás de la EP. Puede aparecer por la toma de
fármacos que bloquean los receptores de dopamina o que disminuyen los niveles de dopamina almacenada36 , pero también estos
fármacos pueden poner en evidencia una EP subyacente en situación preclínica. La diferenciación de estas 2 situaciones clínicas es
de suma importancia, ya que en el parkinsonismo farmacológico
requiere la suspensión de la medicación responsable. La desaparición de los síntomas parkinsonianos ocurre en un plazo de tiempo
que es muy variable, (semanas, meses e incluso años). Esta variabilidad puede inducir a un diagnóstico incorrecto de EP y por tanto a
la instauración de tratamiento inadecuado.
En el PF los síntomas son mayoritariamente simétricos pero
aproximadamente en el 50% de los pacientes con PF la asimetría está
presente. Existen otros síntomas como temblor postural, discinesia orofacial, acatisia, distonía, etc., que podrían orientar hacia el PF,
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pero la realidad es que resulta complejo diferenciarlo del producido
por EP.
La PET con 18 F-FDOPA o la SPECT con 123 I-FP-CIT muestran una
actividad dopaminérgica indemne en la mayoría de los pacientes en
los que su sintomatología parkinsoniana es exclusivamente debida
a la acción del fármaco (> 90%), mientras que es patológica en aquellos en los existe una EP subyacente. La sensibilidad de la SPECT con
123 I-FP-CIT para diferenciar estos sujetos es del 100% y su especificidad del 90,6%, constituyendo una herramienta muy útil para el
diagnóstico diferencial37 .
Parkinsonismo vascular
El PV o «parkinsonismo de la mitad inferior» hace referencia
a un cuadro caracterizado fundamentalmente por trastorno de la
marcha, bradicinesia y rigidez que aparece en personas de edad
avanzada con historia de arterioesclerosis e ictus de repetición.
Hasta hace poco ha sido un concepto controvertido, pero en los
últimos años está resurgiendo la idea de considerar el PV como
una entidad con características propias. Se trata de una entidad
heterogénea que puede ser causada por lesiones vasculares difusas
de la sustancia blanca, infartos lacunares y menos frecuentemente,
infartos territoriales38 .
La diferencia entre PV de EP en ocasiones es difícil y representa un reto diagnóstico. Hay diversos rasgos clínicos que se han
asociado a PV como son la afectación simétrica de los miembros
inferiores, trastorno de la marcha, pasos cortos, inestabilidad postural, caídas frecuentes y ausencia de temblor de reposo, junto a
la ausencia de una buena respuesta al tratamiento con levodopa.
Estos síntomas muestran una gran variabilidad en su presentación
y el diagnóstico de PV no se puede confirmar con exactitud basado,
exclusivamente, en las manifestaciones clínicas.
La neuroimagen estructural (TC y RM) tampoco se puede considerar un método exacto para el diagnóstico de PV. Por una parte por
la alta proporción de pacientes con lesiones vasculares cerebrales
que no desarrollan signos de parkinsonismo y por otra, porque no es
infrecuente la existencia de patología cerebrovascular en pacientes
con EP.
La neuroimagen funcional del sistema dopaminérgico con PET
o SPECT permite diferenciar con bastante exactitud el PV de los
parkinsonismos neurodegenerativos39 . No obstante, el patrón de
imagen en el PV es variable y refleja en cierto modo la heterogeneidad de los mecanismos fisiopatológicos que lo originan: 1)
imagen normal en un tercio de los casos; 2) disminución de la
captación de los estriados, siendo la afectación homogénea en caudados y putámenes, de intensidad variable (en general leve) y sin
asimetrías significativas a diferencia de los parkinsonismos degenerativos; 3) hipocaptación homogénea exclusivamente unilateral
o bien como un defecto focal de captación, intenso y bien delimitado
en cualquier localización de los estriados. Cuando estos defectos de
captación afectan a los putámenes (uni o bilateralmente) se puede
confundir con EP y en estas situaciones es necesario comparar con
las de TC o RM, la coincidencia con la imagen de infarto. La SPECT
con 123 I-FP-CIT SPECT presenta una sensibilidad del 83,7% y especificidad del 99,4% en la diferenciación entre PV y EP40 . Las técnicas
de neuroimagen que valoran la integridad del sistema nigroestriado
deben plantearse en pacientes que presentan con un síndrome parkinsoniano con algunas características atípicas, como trastorno de
la marcha precoz y/o una respuesta al tratamiento dopaminérgico
insatisfactoria y que tienen patología cerebrovascular asociada.
Parkinsonismo hereditario (LRRK2)
Las formas hereditarias de EP suponen un 5-10% de los casos
de EP. De entre ellas destacan por su frecuencia, las asociadas a
223
mutaciones en el gen LRRK2, que codifica una proteína denominada
dardarina.
En las primeras publicaciones de estas formas familiares se
describía un fenotipo clínico muy similar a la EP no asociada a mutaciones. De la misma forma, la disfunción nigroestriada demostrada
mediante PET con 18 F-DOPA en los pacientes portadores de algunas
de las mutaciones patógenas como R1441G41 , Y1699C42 , R1441C42 ,
G2019S43 , es indistinguible de la que se observa en la forma clásica
de EP (fig. 1). Teniendo en cuenta esta similitud clínica y de neuroimagen funcional, la presencia de portadores asintomáticos de estas
mutaciones permite contar con un modelo prospectivo de estudio
de progresión de la enfermedad desde fases muy iniciales, en las
que aún no se han desarrollado los síntomas motores clásicos.
El estudio de la vía nigro-estriada mediante PET o SPECT en esta
población de riesgo nos puede proporcionar información relevante
sobre esta fase «premotora» de la EP, y puede ayudar a evaluar
marcadores clínicos y moleculares, de evolución a EP, y futuros
tratamientos de neuroprotección en etapas tempranas de la enfermedad.
Estudios en portadores asintomáticos han detectado una reducción del transportador de dopamina (PET con 11 C-Metilfenidato)
como signo subclínico precoz de disfunción dopaminérgica, y de
progresión hacia la captación anormal de 18 F-DOPA, característica
de la EP44 . También en portadores de mutaciones en LRRK2, los
estudios de PET con diversos radiofármacos han podido determinar
la presencia de mecanismos de compensación previos al desarrollo
de la enfermedad, en forma de aumento del recambio de dopamina,
hallazgo que no aparece en pacientes con la EP ya sintomática45 .
Los estudios con 123 I-MIBG realizados en series cortas de pacientes con EP de base genética y portadores de las mutaciones R1441G
y G2019S en el gen LRRK2 han descrito una mayor o menor afectación en la inervación cardíaca frente a la EP idiopática46,47 . Los
estudios PET o SPECT en la EP asociada a mutaciones en LRRK2, pueden resultar más eficaces que la gammagrafía cardíaca, tanto para
el diagnóstico de la enfermedad, como para el estudio de estadios
preclínicos, por estar dirigidas a áreas donde existe una degeneración neuronal demostrada, que se corresponde con su fenotipo
clínico.
Utilidad en la evaluación de la progresión de la enfermedad
de Parkinson
Estudios neuropatológicos sugieren que la pérdida de neuronas
dopaminérgicas en la EP sigue un curso exponencial negativo48 .
Estos estudios tienen una limitación importante ya que necesariamente ofrecen estimaciones transversales que no tienen
en cuenta la variabilidad intraindividual. Los estudios longitudinales mediante técnicas de neuroimagen funcional evitan esta
deficiencia ya que ofrecen la posibilidad de evaluar in vivo la progresión de la EP, permitiendo objetivar cambios tanto inter como
intraindividuales49 .
Los primeros estudios de neuroimagen funcional utilizando
marcadores dopaminérgicos presinápticos aportaron resultados
muy variables en lo que se refiere a la tasa anual de progresión de
la EP, con valores que oscilaban entre el 2-10% de pérdida de terminales dopaminérgicas nigroestriatales49 . Diferencias en la técnica
empleada (PET versus SPECT) así como diferencias en el trazador
utilizado podrían explicar esta variabilidad. En cualquier caso, la
mayoría de los estudios son concordantes en que la progresión del
daño dopaminérgico es sustancialmente mayor durante los primeros años de la enfermedad50–52 . Este hecho apoya el modelo de EP
que ya sugerían los estudios neuropatológicos mencionados anteriormente. Los resultados de un reciente estudio longitudinal de
PET confirman que la progresión de la EP sigue, en efecto, un curso
exponencial negativo53 . En este estudio, pacientes y controles sanos
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J. Arbizu et al / Rev Esp Med Nucl Imagen Mol. 2014;33(4):215–226
Onset = 53 years
Normalized DTBZ data (%)
100
80
60
40
20
0
–30
–20
–10
0
10
20
30
PD symptom duration (years)
Figura 5. Curva de progresión del daño dopaminérgico presináptico de acuerdo a los
resultados obtenidos mediante PET con 11 C-DTBZ. Los datos han sido normalizados
con respecto a los valores normales presentes durante los primeros años de vida, de
modo que la curva expresa el porcentaje de terminales dopaminérgicas presentes
en cada momento. El segmento recto en verde corresponde al declinar propio del
envejecimiento normal. La curva en rojo es específica para la EP (Parkinson’s disease,
PD). Los síntomas motores comienzan al tiempo 0 (en este caso, a la edad de 53
años, que era la media de edad de inicio en el grupo de pacientes analizados) (figura
adaptada de de la Fuente-Fernandez 201153 ).
fueron seguidos durante 8 años, con 3 mediciones de PET (al inicio,
a los 4 años y a los 8 años), utilizando 3 marcadores dopaminérgicos
presinápticos diferentes en cada una de ellas. Se trata por tanto de
un gigantesco estudio, que incluía un total de 679 mediciones de
PET. Esto permitió a los autores desarrollar un modelo matemático
para estimar la pérdida de terminales dopaminérgicas nigroestriatales no solo durante la fase sintomática de la enfermedad, sino
también durante la fase presintomática. La figura 5 muestra la
curva obtenida para uno de los trazadores (dihidrotetrabenazina,
11 C-DTBZ).
En consecuencia se pueden extraer las siguientes conclusiones.
Primero, parece claro que la mayor parte del daño dopaminérgico
ocurre durante la fase presintomática de la enfermedad y después
prácticamente se completa durante los primeros 5-10 años de la
fase sintomática (fig. 5). A partir de ese momento la pérdida de
terminales dopaminérgicas nigroestriatales es muy limitada y, de
hecho, tiende a alcanzar valores asintóticos. Tal y como muestra la
figura 5, cuando aparecen los primeros síntomas motores (duración
de síntomas = 0), solo quedan preservadas un 33% de las terminales
dopaminérgicas. Segundo, la fase presintomática de la enfermedad
parece ser considerablemente más larga de lo que sugerían los estudios neuropatológicos y algunos estudios previos de neuroimagen
funcional48,49 . Así, en pacientes con una edad de inicio de los síntomas motores a los 53 años, se estima que el daño dopaminérgico
nigroestriatal comenzó aproximadamente 17 años antes (esto es, a
la edad de 36 años). Curiosamente, los pacientes más jóvenes tienen un periodo presintomático más largo que los pacientes más
mayores (25 años versus 10 años) y progresan más lentamente53 .
Tercero, incluso en las etapas más avanzadas de la enfermedad (esto
es, 30 años tras el inicio de los síntomas motores), todavía permanecen viables un número significativo de terminales dopaminérgicas
(aproximadamente un 15%).
Además de tener implicaciones conceptuales importantes, estos
hallazgos ofrecen también algunas claves clínicas. Por un lado,
amplían la ventana terapéutica para potenciales tratamientos neuroprotectores durante los 10-25 años de fase presintomática de la
enfermedad. Por otro, indican al clínico que una parte de las complicaciones motoras probablemente no estén relacionadas con la
propia progresión de la EP.
Síndrome parkinsoniano de origen incierto
RM
Secuencias T1 y T2
+
–/+
Parkinson secundario:
- Vascular
- Tumor
- Otros
Neuroimagen de la actividad dopaminérgica presináptica:
SPECT 123I-FP-CIT
PET 18F-FDOPA
+
–
- Temblor esencial
- Parkinson secundario:
- Vascular
- Farmacológico
Síndrome parkinsoniano neurodegenerativo
Cuadro típico o
buena respuesta
farmacológica
Enfermedad de
Parkinson
Síntomas atípicos
o mala respuesta
farmacológica
–
PET 18F-FDG
+
AMS; PSP; DCB
Figura 6. Algoritmo diagnóstico propuesto en pacientes con síndrome parkinsoniano de origen incierto (modificado de Brooks 201054 ).
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Algoritmos diagnósticos
Las técnicas de neuroimagen funcional facilitan el diagnóstico
clínico en determinados pacientes con síndrome parkinsoniano,
especialmente en aquellos que presentan síntomas iniciales, síndromes incompletos o en los que la respuesta farmacológica resulta
compleja de evaluar. La diversidad de técnicas actualmente disponibles en nuestro país puede generar confusión respecto a qué
prueba de neuroimagen complementaria puede resultar más útil
en cada caso. En esta revisión un panel de expertos de medicina
nuclear y neurología hemos realizado una revisión bibliográfica
exhaustiva de la utilidad de las técnicas de neuroimagen funcional en el diagnóstico diferencial del síndrome parkinsoniano que
nos ha permitido consensuar una serie de consideraciones prácticas que se pueden emplear a modo de recomendaciones en la
práctica clínica.
A pesar de que estas recomendaciones prácticas se centran en
las técnicas de neuroimagen funcional, no hay que olvidar el interés
de la neuroimagen por RM, sin duda, una técnica fundamental en el
estudio de los pacientes con síntomas neurológicos. Los 2 aspectos
de la neuroimagen funcional que más pueden contribuir al proceso
diagnóstico clínico son la evaluación del sistema dopaminérgico
presináptico y la actividad neuronal de los ganglios basales, así
como de otras estructuras como tálamos, mesencéfalo, cerebelo y
la corteza54 .
En el caso de un paciente con un cuadro parkinsoniano de origen incierto se plantea en primer lugar el interés de realizar una
prueba de neuroimagen con RM con secuencias T1 y T2 que nos
permitan descartar o considerar que se trate de un parkinsonismo
secundario (fig. 6). Independientemente del resultado puede tener
interés detectar si existe un déficit dopaminérgico estriatal (SPECT
123 I-FP-CIT o PET 18 F-DOPA), puesto que podría ayudar a descartar entidades como el temblor esencial, el parkinsonismo de origen
farmacológico o vascular. En el caso de confirmarse un déficit dopaminérgico estriatal y si el síndrome parkinsoniano tiene rasgos
típicos, el diagnóstico clínico más probable sería una EP, máxime si
el paciente responde al tratamiento farmacológico. No obstante, si
la respuesta al tratamiento es pobre o existen síntomas atípicos la
prueba de imagen que más información puede aportar en el diagnóstico diferencial del síndrome parkisoniano es la PET con 18 FDG.
Dependiendo de las alteraciones del metabolismo cortical o subcortical la causa más probable del cuadro clínico sería una AMS,
PSP o DCB. Si el paciente presenta un cuadro de deterioro cognitivo asociado, la prueba de neuroimagen que más puede ayudar
para diferenciar entre una DCL y una EA es la SPECT 123 I-FP-CIT o
PET 18 F-DOPA. En cualquier caso, los aspectos clínicos deberían ser
siempre los determinantes fundamentales del diagnóstico.
En el Parkinson hereditario, los estudios de SPECT 123 I-FP-CIT
o PET 18 F-DOPA pueden detectar fases incipientes de la enfermedad con un patrón de captación de trazadores similar al de la EP
idiopática. Esto permitiría evaluar marcadores clínicos y moleculares de evolución a EP, y futuros tratamientos de neuroprotección
en etapas tempranas de la enfermedad. También los estudios de
progresión del déficit dopaminérgico estriatal han mostrado que
la ventana terapéutica para potenciales tratamientos neuroprotectores es más amplia de lo que se conocía anteriormente y puede
abarcar los 10-25 años de fase presintomática de la enfermedad.
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