Discurso Graduación Magisterio Primaria (2011-2015) Buenos días; “El tiempo vuela”, eso es algo que todos tenemos claro. Hoy, después de cuatro años, estamos todos aquí para poner fin a otro escalón de nuestro largo camino y, estamos seguras, de que no será el último, pues como futuros maestros que somos, todos sabemos que seguiremos en formación continua, que nunca, nunca hay que dejar de aprender. Hoy miramos atrás, y recordamos aquel primer día de universidad, a principios de septiembre, cuando nos vimos por primera vez las caras, cuando sentíamos miedo a la novedad, cuando todos nos hacíamos aquellas preguntas que ahora pueden parecernos estúpidas; “¿será esta la carrera adecuada?”, “¿realmente quiero dedicar mi tiempo a la formación de niños?”, “¿Haré muchos amigos?”… Estamos seguras que en este momento vuestra respuesta a esas preguntas es afirmativa, porque para nosotras lo es, y, nos sentimos orgullosas de que así sea. Aquel primer año, fue un año intenso y complicado, el primer enero… ¿quién no recuerda el primer enero? Era todo muy nuevo para nosotros, llenos de nervios, a algunos ya no nos quedaban uñas que morder, pero supimos superarlo con creces. Algo que ayudó mucho fueron esas fiestas en las que no perdíamos la oportunidad de hacer amigos que nos acompañasen en nuestra nueva aventura. En segundo y tercero muchos de nosotros pensamos que habíamos vuelto a la ESO; geografía, matemáticas, plástica, educación física, sociales, música… y pensábamos “Y todo esto, ¿para qué me sirve?, si yo ya lo he estudiado”, ahora os respondemos que un docente debe saber de todo porque… ¿Quién no ha escuchado preguntas, por parte de los alumnos, durante las prácticas que le han hecho reflexionar sobre lo importante que es conocer algo de todos los temas posibles? Debemos saciar la curiosidad del alumnado para que siga con sus ganas de aprender, y sin esos conocimientos que pensábamos que no servían para nada nunca lo hubiésemos conseguido. Sin duda, cuarto ha sido nuestro año, o por lo menos el de unos pocos con los que nos identificamos, ha sido un año de unión, hemos compartido momentos increíbles hasta con personas que nunca nos hubiéramos imaginado que hablaríamos, un año de ir y venir de opiniones, y discusiones también unas pocas, pero que al fin y al cabo nos han servido para ponernos en el lugar del otro y comprender que nuestra opinión es tan válida como la de los demás, que en esta vida nos encontraremos con toda clase de personas y que lo más importante es saber convivir. La mayoría de la gente, considera que estudiar magisterio lo puede hacer cualquiera, estamos hartos de escuchar: “¿me vas a regalar un collar de macarrones?” o “en magisterio todo es pinta y colorea”. Pues sí, los maestros pintamos, coloreamos, jugamos y cantamos, pero también, ponemos nuestro empeño día a día en formar a niños con ansias de comerse el mundo, a renacuajos que en un futuro deberán convertirse en ciudadanos respetuosos con todo lo que les rodea y con una visión crítica y propia. Porque lo más importante no es enseñar lengua, inglés ni, mucho menos, matemáticas. Lo más importante para nosotros es crear personas. Así, que podemos decir con orgullo, que hemos estudiado magisterio por vocación, porque la inocencia y la risa de los más pequeños es lo más gratificante que nos podemos encontrar día a día. Y esa vocación de la que os hablamos es la que se refleja cuando un alumnos que tiene nota de sobra para entrar en otras carreras consideradas superiores por la sociedad, elige magisterio porque le gusta, y cuando aquellos que no han podido acceder a lo que querían, han decidido quedarse en magisterio, después de un año, teniendo incluso la posibilidad de cambiar, porque es aquí donde han encontrado su sitio. Esto es una carrera vocacional, y, a quien piense que todo el mundo vale, le decimos que está muy equivocado, que podríamos poner la mano en el fuego afirmando que solo unos pocos estamos hechos de esta pasta que nos incita a enseñar. Que estar al pie del cañón en una clase con veinticinco niños, cada uno con sus diferencias, es una de las tareas más difíciles que el ser humano se puede encontrar y, hay que querer y saber afrontarlo. Queremos continuar recordando el paso por la que, en estos años, se ha convertido en la segunda casa para muchos, otros, no la visitaban tanto. Es muy probable que en esta facultad hayamos formado lazos imposibles de romper, y otros que posiblemente se irán desgastando con el tiempo. También es muy probable, que para muchos, sea hoy el último día que nos veamos las caras… Sólo podemos decir que nos hemos encontrado a personas maravillosas, que no tenemos ninguna duda de que seguirán formando parte de nuestras vidas como un trocito de esa segunda familia a la que elegimos y llamamos amigos, por muchos quebraderos de cabeza que nos hayan dado, o las broncas surgidas a lo largo de estos años, porque lo que no te mata te hace más fuerte, y algunos nos hemos hecho invencibles. También nos llevamos con nosotros a otra tanta gente increíble que… el tiempo dirá. Ahora nos toca poner la vista en el futuro para seguir trabajando en esto que nos hace verdaderamente felices, sin miedo a equivocarnos, porque de los errores se aprende, y de aprender nosotros sabemos bastante. Debemos dejar que la vida nos sorprenda con nuevos retos. Y aunque no sepamos muy bien que es lo que nos vendrá de aquí en adelante, alguien dijo una vez que al final todo sale bien, y si no sale bien es que aún no es el final. Por último, queremos dar las gracias a todas las personas que han hecho posible que llegásemos hasta aquí, que nos han dado ese empujón cuando pensábamos que ya no podríamos más, que nos han hecho creer en nosotros mismos, y con los que hemos podido darnos cuenta de que éste es nuestro sitio, que enseñar y los niños (recordad que las mejores esencias vienen en frascos pequeños) es lo que nos llena de verdad. Gracias a los profesores, ¡qué sería de nosotros sin tantas unidades didácticas planificadas para futuros años!, gracias a los padres, madres, hermanos, hermanas, familia en general y amigos que nos han llevado de la mano por este camino, apoyándonos en nuestros peores momentos y compartiendo los mejores. Hoy finalizamos una etapa, pero, como hemos dicho al principio, no debe acabar aquí, solo es el principio de otra. Queremos concluir con una cita de Walt Disney que dice: “Si puedes soñarlo, puedes lograrlo.” Y creedme cuando os digo que nosotros hemos soñado hasta en voz alta. Muchas gracias a todos.