LOS TRASTORNOS MOTORES GÁSTRICOS La motilidad gástrica está encomendada al músculo liso que forma parte de su pared y es una de las funciones importantes del estómago. Contribuye de forma esencial al fraccionamiento de las partículas grandes de alimento y a su conversión en partículas pequeñas, de forma que sean mas fácilmente atacables por el jugo gástrico. Así el contenido gástrico, cuando sale al intestino, lo hace como un líquido o una papilla. La musculatura lisa del estómago tiene como misiones: Mantener el tono del estómago, es decir una cierta tensión de su pared, adaptándose el tamaño del estómago a su contenido en cada momento. La peristalsis gástrica, es decir una serie de movimientos que tienen como misiones el deshacer las partículas de alimento más grandes y producir el vaciado gástrico. Los trastornos motores del estómago afectan a la vez al tono y la peristalsis. Los podemos dividir: Teniendo en cuenta la intensidad de los movimientos del estómago, en: Trastornos motores por exceso y por defecto. Según su evolución en el tiempo también los podemos dividir en trastornos motores agudos y crónicos. Causas de los trastornos motores gástricos: 1) De los trastornos motores por exceso del tono y la peristalsis el más importante es el aumento de la motilidad que de forma refleja se produce cuando hay lesiones de la pared gástrica, sobre todo si las mismas producen una obstrucción de la salida del estómago. 2) Los trastornos por disminución de tono y peristalsis son más importantes y sus causas podemos clasificarlas como sigue: a) Reflejas que son las producidas por irritación de órganos vecinos, como pueden ser las vías biliares o las vías urinarias, que pueden alterarse por procesos como pueden ser los cólicos biliares o las infecciones urinarias, que frecuentemente se acompañan de paresia gástrica. b) Irritación peritoneal, como la que ocurre en las peritonitis o en el postoperatorio de las intervenciones abdominales. c) Las alteraciones hidroelectrolíticas, siendo particularmente importantes la hipopotasemia o la acidosis. d) Las infecciones de diversa localización, por ejemplo las amigdalitis, sobre todo en los niños, es fácil que produzcan parálisis de la digestión y el sujeto vomita muchas horas después comidas previamente ingeridas. e) Las alteraciones psíquicas agudas, como son las producidas por una mala noticia durante la digestión, que es frecuente que paralice la misma. También las alteraciones psíquicas crónicas es frecuente que se asocian con indigestión crónica. f) Las alteraciones neurógenas, sobre todo las que afectan al sistema nervioso autónomo, como pueden ser la polineuropatía diabética, pueden llegar a disminuir crónicamente la motilidad gástrica, con malas digestiones crónicas. g) Alteraciones hormonales crónicas, como son el hipoparatiroidismo o la insuficiencia suprarrenal producen también indigestión crónica. Trastornos motores agudos y crónicos: Ejemplos de trastornos motores agudos son los siguientes: Disminución de la motilidad de causa refleja por irritación de órganos vecinos, la inducida por irritación peritoneal o la producida por alteraciones hidroelectrolíticas o por infecciones y también los trastornos psíquicos agudos. Ejemplos de trastornos motores crónicos son los debidos a afectaciones neurógenas, psíquicas, constitucionales u hormonales. Consecuencias de los trastornos motores gástricos: 1 a) El aumento de motilidad del estómago puede producir espasmos del estómago, que si llegan a ser muy intensos producen verdaderos cólicos gástricos. b) La disminución de la motilidad produce un retardo de la digestión debido a que no se fraccionan los alimentos y hay un retraso del vaciado gástrico. Dilatación gástrica aguda. Como consecuencia de la disminución aguda severa de la motilidad gástrica se produce un cuadro que reciben el nombre de dilatación gástrica aguda. Este cuadro se ve en el postoperatorio de la cirugía abdominal y en los trastornos importantes del equilibrio hidroelectrolítico. En estos casos en el estómago se paraliza y se va rellenando con líquido que procede fundamentalmente de las secreciones salivar y gástrica, así como de los líquidos que el paciente pueda beber, llegando a alcanzar un tamaño enorme y el paciente literalmente se deshidrata por acúmulo de líquidos orgánicos en su propio estómago, al tiempo que el desequilibrio electrolítico generado tiende a mantener la parálisis gástrica. Las consecuencias del retraso crónico del vaciado gástrico son diversas. En unos casos vemos el estómago atónico y elongado de forma crónica que conduce al síndrome que denominamos dispepsia funcional. En otros casos la falta del vaciado gástrico es un factor que coadyuva a la producción de ulcera gástrica, debido al mayor tiempo de contacto del ácido con la pared gástrica. Síndrome de estenosis pilórica: Es una alteración de la evacuación gástrica producida por una obstrucción del tracto de salida del estómago de tipo mecánico. El tracto de salida del estómago está formado por la porción distal del antro gástrico, el píloro y el duodeno proximal. Según la causa de la obstrucción la podemos dividir en: 1) Intraluminal: Como la producida por un cuerpo extraño. 2) Parietal: Las lesiones de la pared de la región antral, pilórica o duodenal pueden producir una disminución de la luz en esta zona, ya de por si estrecha, de la salida del estómago, llegando a obstruir parcial o totalmente dicha salida. Ejemplos de lesiones que producen esta obstrucción son las úlceras gástricas, pilóricas o duodenales (a través del edema que producen), los tumores de esta zona, o bien la estenosis pilórica hipertrófica. 3) Extraparietal: La compresión por órganos vecinos, como el páncreas, de esta zona de la salida del estómago también puede ocluir dicha salida. El tiempo en que se establece la obstrucción es variable. Hay casos en los que se produce una obstrucción rápida como puede ser en el caso de un cuerpo extraño que ocluya la región pilórica. En otros casos la obstrucción que se establece en días, como la producida por la inflamación que acompaña a una úlcera. Finalmente la obstrucción puede producirse a lo largo de bastantes semanas, como la obstrucción producida por un cáncer de antro gástrico. En todos los casos la fisiopatología es similar, aunque el tiempo en que se establecen las fases de lucha y de atonía es variable. Fisiopatología: Fase de lucha o compensada. Es la primera fase, en la que hay un aumento de la secreción gástrica y de la motilidad del estómago, lo que conduce a cólicos gástricos. En esta fase se consigue un vaciado gástrico a expensas del aumento de la motilidad. Fase de atonía o descompensada en la que hay una disminución de la motilidad y se producen los siguientes fenómenos: Retención de alimentos y secreciones en el estómago aumento del contenido gástrico vómitos, que alivian esta dilatación gástrica pérdida de líquidos y electrolitos, por estos vómitos desnutrición y deshidratación y alteraciones electrolíticas (hipocloremia, hipopotasemia, alcalosis metabólica) inducidos por los vómitos y la supresión de la ingestión de líquidos y alimentos que procura el paciente, ya que su ingestión produce dolor e incremento de los vómitos disminución del volumen circulante (por la deshidratación) insuficiencia renal funcional. La alteración hidroelectrolítica y del pH provoca mas atonía gástrica, que agrava mas el cuadro. 2 Sintomatología: Fase de lucha: Cólicos gástricos y movimientos peristálticos visibles, sobre todo tras la ingestión de alimentos. Fase de atonía: Distensión gástrica que produce dolor continuo. Vómitos de retención que alivian el dolor. Anorexia y miedo a comer pues al llenarse el estómago aumenta el dolor. La evolución posterior se caracteriza por: Adelgazamiento, deshidratación y sed y finalmente hipotensión y mala perfusión que finalmente conduce al shock. VOMITO Definición: Expulsión activa del contenido gástrico por la boca, acompañada de nausea y cortejo vegetativo (sudoración, palidez,... etc.) Mecanismos: Estímulo generado en la corteza u otras zonas del encéfalo centro del vómito. Estímulo periférico (fundamentalmente aparato digestivo) centro del vómito. Causas: Centrales: Psíquicas: Emociones. Mecánicas: Hipertensión intracraneal. Tóxicos: Digital, uremia. Vestibulares: Cinetosis. Periféricas: Estómago: Estenosis pilórica. Intestino: Inflamaciones, íleo. Inflamaciones a nivel del hígado, vías biliares, páncreas. Vías urinarias: Inflamaciones, obstrucciones. Tipos de vómitos de interés semiológico: a) Por la forma de desarrollarse: En escopetazo. Es el vómito característico de la hipertensión intracraneal, recibe este nombre por ser un vómito sin nausea previa, que se produce de forma brusca y no esperada. b) Por el momento de aparición: Matutinos en ayunas: Estos vómitos aparecen por la mañana antes de que el paciente desayune, frecuentemente mientras esta en el baño recién levantado o cuando se enjuaga la boca, son muy típicos de los alcohólicos y se atribuyen a la gastritis alcohólica. Tras la ingestión de alimentos: Revelan que el paciente tiene intolerancia al llenado gástrico por alimentos. c) Vómitos que alivian: Si el vómito alivia las molestias en epigastrio, suele indicar que su causa es una afección del propio estómago. d) Aspecto sabor y olor: Alimentarios. Son los vómitos cuyo contenido es la comida ingerida. Biliosos: Indican que no existe estenosis pilórica ya que el contenido duodenal (bilioso) puede pasar al estómago. Fecaloideos: Son vómitos con aspecto de heces. Pese a su nombre no suelen indicar obstrucción baja del intestino grueso, con paso retrogrado de heces ya formadas en este punto hasta el estómago y que luego son eliminados por el vómito. Este tipo de vómitos los vemos en las obstrucciones distales del intestino delgado y su aspecto se debe a la fermentación bacteriana. Hemáticos. Los vómitos con sangre o más o menos digerida (rojiza, negra o en posos de café) indican un sangrado en la parte superior del tubo digestivo, por encima del ángulo duodenoyeyunal. La expulsión por la boca de sangre de color rojo vivo casi nunca se debe a sangrado en tubo digestivo. 3 Consecuencias de los vómitos Los vómitos, sobre todo si son repetidos y forzados, pueden conducir al desgarro de la mucosa esofágica en la región del cardias, con sangrado digestivo producido por la ruptura de vasos sanguíneos en esta zona (síndrome de Mallory Weiss). También puede llegarse a romper toda la pared esofágica, sobre todo en los ancianos, produciéndose un paso de contenido digestivo al mediastino, lo que lleva a una mediastinitis (síndrome de Boerhaave). La perdida hidroelectrolítica por los vómitos repetidos produce deshidratación con alcalosis hipoclorémica e hipopotasémica. Los vómitos crónicos pueden dar lugar a caries dentales. Los vómitos en las personas en estado de inconsciencia pueden aspirarse a vías respiratorias dando lugar a una neumonitis por aspiración. 4