UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES “RESPONSABILIDAD PENAL DEL MEDICO Y CIRUJANO POR DELITOS CULPOSOS EN EL EJERCICIO DE SU PROFESION EN EL MUNICIPIO Y DEPARTAMENTO DE RETALHULEU” TRABAJO DE GRADUACIÓN PRESENTADO POR: BRENDA MAGALY DIAZ CEFERINO PREVIO A OPTAR EL GRADO ACADÉMICO DE LICENCIADA EN CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES Y LOS TÍTULOS PROFESIONALES DE ABOGADA Y NOTARIA Guatemala, junio del año 2014 ii AUTORIDADES DE LA FACULTAD, ASESOR Y REVISOR DEL TRABAJO DE GRADUACIÓN Decano de la facultad: Licenciado LUIS ANTONIO RUANO CASTILLO Secretario de la facultad: Licenciado OMAR ABEL MORALES LURSSEN Asesor: Licenciado LUIS ALBERTO PÉREZ MORÁN Revisor: Licenciado JAIRO RENÉ GALLARDO URBINA iii iv v vi REGLAMENTO DE TESIS Artículo 8º.: RESPONSABILIDAD “…Solamente el autor es responsable de los conceptos expresados en el trabajo de tesis. Su aprobación en manera alguna implica responsabilidad para la Universidad…” vii ÍNDICE INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………………. 01 CAPÍTULO I DERECHO PENAL, TEORÍA DEL DELITO 1.1 DERECHO PENAL…………………………………………………………………………….. 03 1.1.1 Definición de Derecho Penal………………………………………………………….. 03 1.1.2 Contenido del Derecho Penal…………………………………………………………. 04 1.2 TEORÍA DEL DELITO……………..…………………………………………………………… 05 1.2.1 El Delito en general…………………………...……………………………………….. 05 1.2.2 Elementos del Delito……………….…………………………………………………… 06 1.2.3 Elementos Positivos………………………….…………………………………………. 06 1.2.3.1 Acción……………………………………………………………………………. 06 1.2.3.2 Tipicidad…………………………………………………………………………. 06 1.2.3.3 Antijuricidad……………………………………………………………………... 07 1.2.3.4 Culpabilidad…………………………………………………………………….. 08 1.2.3.4.1 El Dolo………………………………………………………………... 08 1.2.3.4.2 La Culpa……………………………………………………………… 09 1.2.3.4.3 Sistematización de la Culpa en la Legislación…………………… 11 1.2.3.5 Punibilidad………………………………………………………………………. 11 1.2.4 Elementos Negativos…………………………………………………………………… 12 1.2.4.1 Falta de Acción…………………………………………………………………. 12 1.2.4.2 Atipicidad………………………………………………………………………... 13 1.2.4.3 Causas de Justificación……………………..………………………………… 14 1.2.4.4 Causas de Ininculpabilidad……………………………………………………. 15 1.2.4.4.1 Eximentes de responsabilidad penal……………………………… 16 1.2.4.5 Falta de Punibilidad……………………………………………………………. 19 1.2.5 Elementos Accidentales…..…………………………………………………………... 19 1.2.5.1 Circunstancias Atenuantes……………………………...…………………….. 20 1.2.5.2 Circunstancias Agravantes……………………………………………………. 21 CAPÍTULO II MÉDICO Y CIRUJANO 2.1 PARÁMETROS DEL EJERCICIO DE LA MEDICINA……………………………………... 24 2.1.1 La Ciencia Médica……………………………………………………………………… 24 3.1.1.1 Deberes concernientes a la norma de atención debida……………………. 24 2.1.2 Consentimiento informado……………………………………………………………... 25 2.1.3 La responsabilidad del médico en las intervenciones quirúrgicas…………………. 26 viii 2.1.4 Fundamento de la Intervención Quirúrgica………………………………………….. 26 2.2 COMPORTAMIENTO ÉTICO DEL MÉDICO……………………………………………….. 27 2.2.1 Generalidades…...……………………………………………………………………… 27 2.2.2 Regulación Legal……………...………………………………………………………… 30 CAPÍTULO III RESPONSABILIDAD PENAL DEL MÉDICO Y CIRUJANO 3.1 DEFINICIÓN…………………………………………………………………………………….. 33 3.2 ANTECEDENTES...…………………………………………………………………………….. 34 3.3 EL EJERCICIO DE LA PROFESIÓN MÉDICA……………………………………………… 35 3.4 TRATAMIENTO MÉDICO QUIRÚRGICO……………………………………………………. 36 3.5 BIEN JURÍDICO TUTELADO……………………………...…………................................... 36 3.6 GRADO DE PARTICIPACIÓN Y ELEMENTO SUBJETIVO DEL TIPO PENAL……...…. 37 3.7 REGULACIÓN LEGAL DE LA RESPONSABILIDAD MÉDICA…………………………... 38 3.8 DEL DELITO CULPOSO……………….……………………………………………………… 46 3.8.1 Generalidades……………………………………………………………………………. 46 3.8.2 El acto y la obligación médica…………………………………………………………... 47 3.8.3 Responsabilidad médica y lex artis…………………………………………………….. 48 3.8.4 El delito médico culposo………………………………………………………………… 50 3.8.4.1 Modalidades de culpa en el delito médico culposo………………………….. 50 3.8.4.2 Elementos de la culpa en el delito médico culposo…………………………. 51 3.8.4.3 Sanción del delito médico culposo…………………………………………….. 52 3.9 MALA PRÁCTICA MÉDICA…………………………………………………………………… 52 CAPÍTULO IV LA PRUEBA EN EL PROCESO PENAL 4.1 EVOLUCIÓN…….…………………………………………………………………………….. 54 4.2 IMPORTANCIA DE LA PRUEBA……………………………………………………………. 54 4.3 DEFINICIÓN DE LA PRUEBA.………………………………………………………………. 55 4.4 OBJETO DE LA PRUEBA…………………………………………………………………… 55 4.5 CLASIFICACIÓN DE LA PRUEBA………………………………………………………….. 57 4.6 VALORACIÓN DE LA PRUEBA...…………………………………………………………... 58 4.7 LA PRUEBA EN LA RESPONSABILIDAD PENAL MÉDICA...…………………………... 58 4.7.1 Problemas jurídicos que enfrenta la prueba en la responsabilidad penal médica ix 59 CAPÍTULO V INCIDENCIAS DE LA RESPONSABILIDAD PENAL DEL MÉDICO Y CIRUJANO POR DELITOS CULPOSOS EN EL MUNICIPIO Y DEPARTAMENTO DE RETALHULEU 5.1 ANTECEDENTES…………………………………………………………………………….. 62 5.2 CASOS PRÁCTICOS DE DENUNCIAS QUE SE HAN INTERPUESTO POR MALAS PRACTICAS QUE REALIZAN LOS MEDICOS Y CIRUJANOS EN EL MUNICIPIO Y DEPARTAMENTO DE RETALHULEU………………………………………………………….. 63 COMPROBACIÓN DE HIPÓTESIS……………………………………………………………… 69 CONCLUSIONES…………………………………………………………………………………… 70 RECOMENDACIONES…………………………………………………………………………….. 72 ANEXOS……………………………………………………………………………………………… 73 1. Análisis e interpretación de resultados…………………………………………………… 73 2. Boleta de encuesta……………………………….…………………………………………. 86 3. Métodos y técnicas de investigación……………………………………………………… 88 BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………………………. 89 x 1 INTRODUCCIÓN La presente investigación es el resultado de un estudio jurídico por medio del cual se ha logrado incluir varios aspectos concernientes a la responsabilidad penal del Médico y Cirujano guatemalteco en el ejercicio de su profesión dentro del proceso penal, tomando en consideración el grado de conocimientos de los profesionales desde el punto de vista jurídico-penal. Durante el desarrollo de este estudio, se trató de determinar los diferentes factores por los cuales el profesional de la medicina causa un resultado dañoso debido a su negligencia en el ejercicio de la profesión, atendiendo al grado de conocimientos que dichos profesionales poseen en la materia. El presente estudio titulado “RESPONSABILIDAD PENAL DEL MEDICO Y CIRUJANO POR DELITOS CULPOSOS EN EL EJERCICIO DE SU PROFESION EN EL MUNICIPIO Y DEPARTAMENTO DE RETALHULEU”, obedece a la siguiente hipótesis: A mayor desconocimiento de la ciencia médica y la falta de deber de cuidado en la práctica por la deficiente formación y aplicación académica por parte de los médicos y cirujanos, mayor riesgo de enfrentar responsabilidades penales dentro de un proceso. Un porcentaje considerable de los médicos y cirujanos, desconocen su responsabilidad legal en el ejercicio profesional de tal modo que como tales corren el riesgo de enfrentar responsabilidades penales por no haber tenido previamente un adecuado conocimiento de la ciencia médica sobre ese aspecto. La hipótesis referida y los problemas jurídicos que enfrentan los profesionales de la medicina fueron los elementos básicos que motivaron y determinaron la escogencia del tema de investigación, ya que se estima que el médico como profesional, tiene el deber fundamental de poner al servicio de la humanidad sus conocimientos Técnico-Científicos y abstenerse de prácticas que comprometan la salud de las personas. En vista de lo anterior, la investigación de mérito persigue los siguientes propósitos: a) Conocer la importancia de la Responsabilidad Penal en que puede incurrir el médico y cirujano guatemalteco derivado de sus acciones u omisiones que constituyan delito doloso y/o culposo; b) Enterarse de la situación actual en nuestro país del ejercicio profesional de la medicina y los avances que ha tenido esta ciencia; c) Determinar cuales son las consecuencias para el médico derivado de la acción u omisión en el ejercicio de su profesión; d) Identificar en que tipo de práctica médica es más frecuente que el éste incurra en acciones u omisiones que provoquen un resultado dañoso para el paciente; e) Establecer si la formación universitaria, permite al médico y cirujano fortalecer sus conocimientos referentes a la responsabilidad penal en el ejercicio de su profesión. 1 2 Es por ello que la investigación desarrolla temas relativos al El Estado, el Médico y Cirujano, el Derecho Penal y Teoría del Delito, la Responsabilidad Penal del Médico y Cirujano, la Responsabilidad Médico-Penal y la prueba dentro del proceso penal. Finalmente, con los cuales se efectúa la comprobación de la hipótesis antes referida por medio del análisis, interpretación y presentación de la información obtenida. LA AUTORA. 3 CAPÍTULO I DERECHO PENAL, TEORÍA DEL DELITO 1.1 DERECHO PENAL 1.1.1 Definición de Derecho Penal El Derecho Penal es la rama del derecho público interno relativa a los delitos, las faltas, las penas y medidas de seguridad, que tienen por objetivo inmediato la creación y la conservación del orden social. El Derecho Penal es un medio de control social, y este último puede ser comprendido como un conjunto de modelos culturales y de símbolos sociales y también de actos, a través de los cuales dichos símbolos y modelos son determinados y aplicados. Con ellos, se trata de superar las tensiones sociales: generales, de grupo y/o de individuos. Cualquiera que sea el sistema político-económico de una sociedad, el Estado tratará de desmontar los elementos conflictivos potenciales y de aceitar la maquinaria de la circulación social.1 “Bramont-Arias Torres”, señala que el Derecho Penal es un medio de control social que se caracteriza por imponer sanciones –penas o medidas de seguridad- cuando, se han cometido acciones graves que atenten contra los bienes jurídicos de mayor valor de la sociedad2. Siguiendo esta misma línea de pensamiento “Mir Puig señala”, es una forma de evitar los comportamientos que juzga especialmente peligrosos –los delitos-. Se trata, pues, de una forma de control social lo suficientemente importante para que, por una parte, haya sido monopolizado por el Estado y, por otra parte, constituya una de las parcelas fundamentales del poder estatal.3 También se dice que es el "Conjunto de normas y disposiciones jurídicas que regulan el ejercicio del poder sancionador y preventivo del Estado, estableciendo el concepto de delito como presupuesto de la acción estatal, así como la responsabilidad del sujeto activo, y asociando a la infracción de la norma una pena finalista o una medida aseguradora." (Luis Jiménez de Asúa). "Rama del ordenamiento jurídico que contiene las normas impuestas bajo amenaza de sanción." (Fontán Balestra). Su objetivo fundamental es mantener el orden social mediante el respeto de los bienes jurídicos tutelados por la ley. Pero tradicionalmente se ha definido el Derecho Penal en forma bipartita, desde el punto de vista subjetivo y desde el punto de vista objetivo, veamos: Desde el punto de vista subjetivo (ius puniendi): Es la facultad de castigar que tiene el Estado como único ente soberano (fundamento filosófico del Derecho Penal); es el derecho del Estado a determinar los delitos, señalar, imponer y ejecutar las penas correspondientes o las medidas de seguridad en su caso. 1 Malhofer, citado por José Hurtado Pozo en Manual de Derecho Penal. Pág. 30. Bramont-Arias Torres, Luis Miguel. Manual de Derecho Penal, Parte General. Pág. 46. 3 Mir Puig, Santiago. Derecho Penal – Parte General. Pág. 05. 2 3 4 Fernández Carrasquilla señala: “el Derecho Penal subjetivo no es otra cosa que una potestad derivada del imperio o soberanía estatal y que dependiendo del momento en que se desenvuelva puede tomar diversas formas, puede ser una potestad represiva –momento legislativo-, una pretensión punitiva –momento judicial-, o una facultad ejecutiva –momento ejecutivo o penitenciario-”.4 Desde el punto de vista objetivo (ius poenale): Es el conjunto de normas jurídico penales que regulan la actividad punitiva del Estado; que determinan en abstracto los delitos, las penas y las medidas de seguridad, actuando a su vez como un dispositivo legal que limita la facultad de castigar del Estado, a través del principio de legalidad, de defensa o de reserva que contiene el Código Penal en el artículo 1 (Nullum Crimen, Nulla Poena Sine Lege), y que se complementa en el artículo 7 del mismo cuerpo legal (exclusión de analogía). Von Liszt, define al Derecho Penal objetivo como el “conjunto de reglas jurídicas establecidas por el Estado, que asocian al crimen como hecho y a la pena como legítima consecuencia”.5 De lo anterior podemos definir al Derecho Penal sustantivo o material (como también se le llama), como “parte del derecho compuesto por un conjunto de normas establecidas por el Estado que determinan los delitos, las penas y/o medidas de seguridad que han de aplicarse a quienes los cometen.”6 1.1.2 Contenido del Derecho Penal Partes del Derecho Penal El Derecho Penal para el estudio de su contenido se ha dividido en dos partes: Parte General del Derecho Penal. Se ocupa de las distintas instituciones, conceptos, principios, categorías y doctrinas relativas al delito, al delincuente, a las penas y las medidas de seguridad, tal es el caso del libro primero del Código Penal. Parte Especial del Derecho Penal. Se ocupa de los ilícitos penales propiamente dichos (delitos y faltas), de las penas y las medidas de seguridad que han de aplicarse a quienes los cometen, tal es el caso del libro segundo y tercero del Código Penal. Ramas del Derecho Penal Desde un punto de vista mucho más amplio (latu sensu), el Derecho Penal se ha dividido para su estudio en tres ramas: Derecho Penal Material o Sustantivo. Se refiere a la sustancia misma que conforma el objeto de estudio de la ciencia del Derecho Penal, como es el delito, el delincuente, la pena y las medidas de seguridad y que legalmente se manifiesta contemplado en el 4 Fernández Carrasquilla, Juan. Derecho Penal Fundamental. Pág 13. Von Liszt, Frank. Tratado de Derecho Penal. Pág. 05. 6 De León Velasco, Héctor Aníbal, De Mata Vela, José Francisco. Derecho Penal Guatemalteco. Pág. 04. 5 5 Decreto 17-73 del Congreso de la República (actualmente el Código Penal) y otras leyes penales de tipo especial. Derecho Penal Procesal o Adjetivo. Busca la aplicación de las leyes del Derecho Penal sustantivo a través de un proceso, para llegar a la emisión de una sentencia y consecuentemente a la deducción de la responsabilidad penal imponiendo una pena o medida de seguridad y ordenando su ejecución. Se refiere pues al conjunto de normas y doctrinas que regulan el proceso penal en toda su sustanciación, convirtiéndose en el vehículo que ha de transportar y aplicar el Derecho Penal sustantivo o material y que legalmente se manifiesta a través del Decreto 51-92 del Congreso de la República (actualmente es el Código Procesal Penal). Derecho Penal Ejecutivo o Penitenciario. “Se refiere al conjunto de normas y doctrinas que tienden a regular la ejecución de la pena en los centros penales o penitenciarios destinados para tal efecto y que por cierto en nuestro país no se encuentra codificado ya que lo único que existe son normas reglamentarias de tipo carcelario.”7 1.2 TEORÍA DEL DELITO 1.2.1 El Delito en general La palabra Delito deriva del verbo latino Delinquere, que significa abandonar, apartarse, del buen camino, alejarse del sendero señalado por la ley 8. Francisco Carrara, principal exponente de la Escuela Clásica del Derecho Penal, define el delito como “la infracción de la ley del Estado, promulgada para proteger la seguridad del ciudadano, resultante de un acto exterior del hombre, positivo o negativo, moralmente imputable y políticamente dañoso”. 9 Por otra parte, Rafael Garófalo, representante del positivismo, define al delito como “la violación de los sentimientos altruistas de probidad y de piedad, en la medida indispensable para la adaptación del individuo a la colectividad”. Garófalo a priori afirmó que “delito es la violación de los sentimientos de piedad y probidad poseídos por una población en la medida mínima que es indispensable para la adaptación del individuo en la sociedad”. 10 Luis Jiménez de Asúa define al delito como “la acción u omisión culpable, típicamente antijurídica, penada por la ley e imputable a un sujeto responsable y sometida a ciertos casos a una condición externa de punibilidad”11. En tal sentido se considera al delito, como la acción u omisión humana, típica, antijurídica, imputable, culpable y sancionada con una pena. 7 De León Velasco, Héctor Aníbal, De Mata Vela, José Francisco. Derecho Penal Guatemalteco. Pág. 07 y 08. http://www.enriquenava.com.ve/2009/11/elementos-del-delito-derecho-penal.html 9 De León Velasco, H. A.. Resúmenes de Derecho Penal. Pág. 80. 10 Cuello Calón, E. Derecho Penal, Parte Especial. Pag. 130. 11 Hurtado Aguilar, H. Op. Cit. Pág. 81. 8 6 1.2.2 Elementos del Delito Hay infinidad de análisis sobre el tema, es decir, cuáles son los elementos del delito y en términos generales entendemos por los elementos del delitos aquellas partes que lo componen, siendo necesario que cada uno de esos elementos esté de tal manera relacionado con los demás que uno sea consecuencia de otro, lógica y obligadamente y viceversa para que de la integración de ellos surja el hecho punible de que se trate. De esta manera, la división o clasificación de elementos del delito que debería aceptarse, según nuestro criterio, sería la siguiente: ELEMENTOS POSITIVOS ELEMENTOS ELEMENTOS ACCIDENTALES NEGATIVOS Acción Falta de Acción Circunstancias Atenuantes Tipicidad Atipicidad Circunstancias Agravantes Antijuricidad Causas de Justificación Culpabilidad Causas de Ininculpabilidad Punibilidad Falta de Punibilidad 1.2.3 Elementos Positivos Son aquellos elementos que al concurrir en la conducta de la persona, se puede considerar como una conducta delictiva, los cuales a continuación se explican. 1.2.3.1 Acción La acción consiste en la ejecución de un movimiento corporal realizado con voluntad y ánimo de causar efecto en el mundo que nos rodea. Existe la posibilidad de que ese efecto no llegue a producirse, pero para que exista la acción debe ésta realizarse voluntariamente. Es un hacer voluntario final. Es sinónimo de acción, de acto, de hecho humano voluntario. Y puede consistir tanto en una comisión (un hacer) como en una omisión (un no hacer). Por su parte, el Dr. Enrique Bacigalupo sostiene que se trata del “comportamiento exterior evitable (cuando el autor habiendo podido actuar de un modo distinto no lo hizo)”. 12 Para que se configure la acción o la omisión, necesariamente debe existir, la voluntariedad, es decir, ejecutarse en forma libre, por determinación del sujeto que la causa y con conocimiento del hecho ilícito que realiza, de ahí que todo hecho punible que se realice, la voluntariedad es el elemento íntimo y fundamental de este elemento. 1.2.3.2 Tipicidad De conformidad con los estudios realizados, la doctrina de la tipicidad fue creada por Beling, quien la consideró como un elemento del delito, independientemente de la 12 Bacigalupo, Enrique. Lineamientos de la Teoría del Delito. Pág. 30. 7 antijuricidad y culpabilidad, entendiendo por tipicidad la adecuación de una conducta con la hipótesis delictiva consignada en la ley. Es la descripción legal de la acción que constituye un delito. La prohibición de una conducta ejercida en forma dolosa o culposa. Por lo tanto, cuando una conducta o acción se adecua a alguno de los tipos legales previstos por nuestro Código Penal, decimos que se trata de una “conducta o acción típica”. Adecuación de la conducta a una norma previamente establecida. Cuando hay concordancia entre la conducta y la figura delictiva. En nuestra legislación la tipicidad la ubicamos en la Constitución Política de la República de Guatemala y el Código Penal, cuerpos legales que establecen respectivamente: “No hay delito ni pena sin ley anterior. No son punibles las acciones u omisiones que no estén calificadas como delito o falta y penadas por ley anterior a su perpetración”13 y “Nadie podrá ser penado por hechos que no estén expresamente calificados como delitos o faltas por ley anterior a su perpetración, ni se impondrán otras penas que no sean previamente establecidas en la ley”. 14 1.2.3.3 Antijuricidad Respecto a este elemento, la mayoría de autores coinciden en que constituye el elemento más relevante del delito y consiste en la acción ejecutada por el hombre contra una norma penal que prohíba u ordene su ejecución. Formalmente consiste en un comportamiento humano típicamente antijurídico, es decir, una relación de contradicción de un hecho con la norma penal. Además el hecho ha de ser antijurídico materialmente, lo cual requiere la lesión o puesta en peligro de un bien jurídico protegido y la ausencia de un interés prevalente que justifique el hecho ( desvalor de resultado ) así como la peligrosidad de la conducta contemplada ¨ex ante¨y la finalidad que la guía (desvalor de la acción). En todo caso, es preciso que el (desvalor) de resultado sea imputable a la conducta. La antijuridicidad es aquel desvalor que posee un hecho típico contrario a las normas del Derecho en general (no sólo al ordenamiento penal). Es lo contrario a Derecho, por lo tanto, no basta que la conducta encuadre en el tipo penal, se necesita que esta conducta sea antijurídica, considerando como tal, a toda aquella definida por el ordenamiento, no protegida por causas de justificación. La antijuridicidad precisamente radica en contrariar lo establecido en la norma jurídica. Para que sea delictuosa, la conducta ha de ser típica, antijurídica y culpable. La antijuricidad es otro de los elementos estructurales del delito. Se le puede considerar como un "elemento positivo" del delito, es decir, cuando una conducta es antijurídica, es considerada como delito. Para que la conducta de un ser humano sea delictiva, debe contravenir el Derecho, es decir, ha de ser antijurídica. Se considera un concepto jurídico que supone la comparación entre el acto realizado y lo establecido por el ordenamiento y que denota como ésta es una conducta contraria a 13 14 Artículo 17 de la Constitución Política de la República de Guatemala. Artículo 1 del Código Penal, Decreto 17-73 del Congreso de la República de Guatemala. 8 Derecho, "lo que no es Derecho", aunque en realidad la conducta antijurídica no está fuera del Derecho, por cuanto éste le asigna una serie de consecuencias jurídicas. 1.2.3.4 Culpabilidad Es la declaración de que una persona o individuo que ha realizado un hecho previsto como delito, es acreedor a la imposición de una pena. En ese sentido, para que un individuo sea declarado culpable es indispensable la concurrencia de dos requisitos: a) Que contra el agente y el hecho punible exista una relación de causalidad material; b) Que entre el agente y el hecho delictivo haya una relación de causalidad psíquica. Bajo la categoría de la culpabilidad, como tercer elemento del concepto de delito “se agrupan aquellas cuestiones relacionadas con las circunstancias específicas que concurrieron en la persona del autor en el momento de la comisión del hecho ya calificado como típico y antijurídico. Se trata del elemento del delito en el que la persona del autor se relaciona dialécticamente con el detentador del ius puniendi”. 15 Es común definir la culpabilidad como la reprochabilidad de un acto típico y antijurídico, fundada en que su autor, en la situación concreta, lo ejecutó pudiendo haberse conducido de una manera distinta, es decir, conforme a Derecho. Algunos códigos penales, como el de Paraguay de 1998 llegaba a hacer desaparecer el término "culpabilidad" que era sustituido por el de reprochabilidad. Sin embargo, la doctrina española pone de manifiesto como el término reprochabilidad se asocia al reconocimiento de la existencia del libre albedrío, algo imposible de probar en el caso concreto, por lo que desde teorías preventivas de la pena se propugna su sustitución por la idea de motivación o de exigibilidad. 1.2.3.4.1 El Dolo El Dolo constituye la más grave de las especies de culpabilidad, por el aspecto moral significa la forma de conducta más reprochable, toda vez que demuestra no solamente el desconocimiento del orden jurídico, sino también, el menosprecio de los derechos ajenos que son sometidos a la voluntad del delincuente. El Dolo, además se presenta como la forma normal en la acción delictuosa, pues que todos los delitos admiten la forma dolosa. Distintas teorías han sido ideadas para explicar el dolo y su contenido; las principales son las que hace relación a la voluntad, a la representación y al fin. Según la teoría de la voluntad, el hecho delictuoso resulta punible tan solo como acto de voluntad, sin que sea necesaria otra consideración. Sin embargo, se arguye en contra, que la voluntad sin conocimiento no es suficiente para deducir culpabilidad; se cita como ejemplo el caso de quien contrae matrimonio con otra persona que ya es casada. A su vez, la teoría de la representación hace consistir el dolo en la representación del resultado por parte del sujeto activo. 15 De la Cuesta Aguado. Culpabilidad, exigibilidad y razones para la exculpación. Pág. 200. 9 Y la teoría del fin “llega a basar en el móvil la esencia del dolo, hasta el punto de que si el agente comete un delito y los móviles no son egoístas, todo queda reducido a una contravención de policía”16. Esta tesis es inaceptable, puesto que la moral enseña que el fin no justifica los medios. Hoy se considera que el dolo está integrado por los elementos representación y voluntad. Basta examinar con un poco de detenimiento cómo se producen los actos humanos para llegar a la conclusión que la determinación, el acto volitivo, está siempre precedido de una conciencia del resultado; a veces, se verifica de manera rápida y en ocasiones de manera lenta y reflexiva, pero señalando siempre un conocimiento previo a la determinación. Actúa dolosamente el que sabe lo que hace y quiere hacerlo, asignándole al saber, un elemento intelectual, intencional y cognitivo, y al querer, un elemento volitivo o emocional. 17 1.2.3.4.2 La Culpa Constituye la segunda forma de la culpabilidad. Es la forma menos grave del aspecto moral del delito, pero en la época actual ha tomado especial auge y causa daños de profunda significación en la vida social. Tal crecimiento obedece, tanto al egoísmo y falta de respeto por los derechos de los demás, como también a factores de incidencia que emergen de la vida moderna, complicada y mecanizada, que ofrece así, no solamente mayores oportunidades materiales para el cumplimiento de la conducta culposa, sino por la existencia de lazos de unión entre las personas que proviene en parte de la densidad de población. 18 Sobre la culpa, si bien es cierto que en general se acepta que está constituida por la omisión de diligencia y cuidados necesarios para evitar el resultado dañoso, son variadas las tesis que se disputan la explicación de por qué se omite. Algunos la explican como un “vicio de la voluntad”; explican que tal omisión ha tenido un carácter voluntario. En contra de esto se ha objetado que como no ha existido voluntad respecto al resultado, éste se encuentra tan distante que no puede imputarse a la conducta, y que no es suficiente a explicar la culpa con representación. Quienes la presentan como un vicio de la inteligencia, indican que como tal no puede servir de base a la punibilidad por falta de voluntad. Admiten sin embargo, que si se castiga al delincuente culposo es para que la pena sirva de amonestación, a fin de que evite en lo futuro acciones de esa naturaleza, y para que conozca que esa falta de reflexión que conduce a dañar a los demás le acarrea daño a sí mismo. De las teorías referidas, es quizás la referente a la que considera la culpa como omisión voluntaria la que puede tener aceptación. Naturalmente que esta voluntariedad no hace relación al resultado, sino que se omite la diligencia, la prudencia, el cuidado, voluntariamente, sin que haya voluntad respecto al resultado, pues en tal caso se encontraría en presencia del dolo. Es necesario que haya voluntad respecto a la omisión, ya 16 Jiménez de Asúa, Luis. Op Cit. Rodríguez Devesa, José María. Derecho Penal Español, Parte General. Pág. 40. 18 Peláez Vargas, Gustavo. Manual de Derecho Penal General. Pág. 81. 17 10 que existe el deber de realizar las actividades permitidas poniendo atención y cuidado de no dañar a los demás, lo que constituye un deber jurídico. La culpa proviene de un obrar lícito, cuyo resultado antijurídico se basa en la negligencia (obrar pasivo), imprudencia (obrar activo) o impericia (falta de experiencia) del sujeto activo. Veamos: La negligencia, proviene de la voz italiana negligo que significa mirar con indiferencia, descuidar; consiste esencialmente en la falta de cuidado requerido para que al obrar se prevee el resultado dañoso y pueda en consecuencia evitarse. La imprudencia, aunque significa no prudencia, es una conducta positiva que consiste en actuar de manera precipitada, temeraria, audaz o con atrevimiento. Es llamada culpa consciente, con previsión o temeraria, por cuanto el sujeto prevé que puede ocasionar daño, y sin embargo actúa confiando que no ocurrirá el resultado dañoso. La impericia, que significa sin pericia, sin experiencia práctica, consiste en actuar sin sujeción a las reglas del arte o profesión a que corresponde la actividad y se funda en la ignorancia, el error y la inhabilidad, pero estas deben ser reprochables. Es de hacer notar, que a partir de los tres aspectos anteriores, pareciera que en los procedimientos y tratamientos médicos se acuda en todo momento a señalar la culpa como atribución de responsabilidad en la obligación contractual del médico y cirujano, y que viene a considerar el juzgamiento de la mala praxis en este campo de la profesión con especial indulgencia, exigiendo para ello el mejor desempeño del cirujano. Se exponen así los disimiles puntos de vista a la hora de examinar los elementos y comportamientos que se juzgan, si bien atendiendo generalmente a los diversos desempeños y clases de prácticas médicas, pues en algunos casos aparecen los jueces con particular lenidad en sus sentencias, dando pie a la graduación de las culpas pero apoyándose en la necesidad de que sea grave y, en otros, atendiendo a los males que han ocurrido en el paciente y como consecuencia o a causa del tratamiento médico, se juzga ese desempeño profesional, muchas veces de especialistas, con mayor intransigencia poniendo a su cargo toda falta, aun la más leve, debido a la preparación académica que se supone le es inherente, especialmente tratándose de los cirujanos. Es claro que esta disparidad de criterios muchas veces tiene fiel reflejo en las circunstancias de la causa y particularmente en las pruebas aportadas, por donde las declaraciones de una u otra postura, sólo reflejan un criterio que se aporta, y no pasan de una subjetiva posición del juzgador, en donde la responsabilidad del médico responde fundamental y concretamente del análisis de la pericial producida. Para efectos de este trabajo de investigación citamos el ejemplo del Médico que confunde una enfermedad con otra por falta de análisis del caso y el cirujano que aunque posea los conocimientos suficientes, ocasiona un resultado dañoso por haber actuado careciendo de la habilidad necesaria para la intervención quirúrgica. En todos los casos se está obligado a atenerse a las regulaciones prescritas. Es así culposa la conducta de quien conduce en contravía y ocasiona la muerte de un transeúnte; de quien al desatender los reglamentos dictados por la empresa ocasiona así una muerte; o 11 quien no se ajusta a las instrucciones para el funcionamiento de un aparato y por tal causa éste explota y ocasiona una catástrofe. 1.2.3.4.3 Sistematización de la Culpa en la Legislación Tres son los sistemas comunes adoptados en los códigos para la estructuración de la culpa. Primero, consignar en la parte general que existe el delito tanto por dolo como por culpa, sin definir la culpa ni expresar los casos en que puede ocurrir. Tal sistema resulta desventajoso toda vez que deja la totalidad del problema a la interpretación y por lo tanto se puede correr el riesgo, no solamente de repetidas decisiones contradictorias, sino también arbitrarias en grado sumo y variantes. Segundo, indicar en la parte general que se incurre en delito a título de culpa sin definirla, pero en la parte especial expresar en forma taxativa los casos en que resulta delictuosa a ese título la conducta. Deja este sistema a cargo del intérprete el concepto de culpa y no indica el fundamento de su punibilidad. Y el tercero, que consiste en señalar en la parte general la punibilidad por culpa y su definición, y en la parte especial indicar en forma determinada los casos en que puede producirse el delito culposo. Es quizás el más seguro, no solamente porque de antemano señala el criterio que ha de seguir el juez y limita su actividad frente al infractor en forma de garantía, sino que establece de manera expresa las conductas prohibidas mediante la especificación que hace, y así las personas tienen conocimientos para ajustar su conducta al precepto. El Código Penal vigente en Guatemala sigue el anterior sistema, ya que en los artículos 11 y 12 se establece que las infracciones de las personas normales son dolosas y culposas, y en los artículos 127, 139 y 150 se señalan los casos en que el delito puede ser deducido como culposo. 1.2.3.5 Punibilidad Esta es la situación en que se encuentra quien por haber cometido una infracción delictiva, se hace acreedor a un castigo, a una pena, es decir, al llevarse a cabo el cometimiento de un delito o una falta se origina la punibilidad de donde deviene que el producirse un hecho punible surge la relación entre el Estado y el sujeto activo del delito o de la falta. Sin embargo, lo que está claro es que la pena viene a ser la realización pública del Estado o como una reacción al hecho punible manifestada a través del Derecho, como una expresión del Ius Puniendi del Estado, cuyo principio lo encontramos en el Código Penal, establece: “El proceso penal tiene por objeto la averiguación de un hecho señalado como delito o falta y de las circunstancias en que pudo ser cometido; el establecimiento de la posible participación del sindicado; el pronunciamiento de la sentencia respectiva, y la ejecución de la misma”. 19 19 Artículo 5 del Código Penal, Decreto 17-73 del Congreso de la República de Guatemala. 12 En consecuencia de lo que reza la normativa anterior, se infiere que la pena no se impone a interés del ofendido por el hecho punible, sino en el interés de la colectividad. La punibilidad no es más que la aplicabilidad de la pena, o sea la posibilidad jurídica de imponer una sanción; constituyendo dicha posibilidad precisamente el efecto característico del delito. La voz "punibilidad" tiene dos sentidos: 1) puede significar merecimiento de pena, en este sentido todo delito es punible; 2) también puede significar posibilidad de aplicar penas; en este sentido no a cualquier delito se le puede aplicar pena. La afirmación de que el delito es punible, en el primer sentido, surge de la afirmación de que es delito, pero la coercibilidad a que da lugar el delito no siempre opera, porque hay una problemática que le es propia y que ocasionalmente impide su operatividad (en el segundo sentido). 1.2.4 Elementos Negativos Son aquellos elementos que al concurrir uno solo de ellos en la conducta de la persona, no se puede considerar como una conducta delictiva, los cuales a continuación se explican. 1.2.4.1 Falta de Acción En teoría del delito se puede definir a la Falta de Acción como aquel elemento negativo de la teoría del delito por medio del cual se realiza los movimientos corporales pero carentes de voluntad por parte del agente. “Cuando se habla de ausencia de acción esto significa que no existe voluntad del sujeto activo para la intervención de determinado acontecer. La falta de acción se manifiesta de la forma siguiente: La fuerza irresistible, movimientos reflejos, y el estado de inconsciencia. Cuando el estado de inconsciencia es buscado por el autor se da la actiones liberae in causa. Esta situación se da cuando una persona para llevar acabo la comisión de un delito ingiere o se suministra alguna sustancia que le haga creer a los demás que el mismo obró en estado de inconsciencia, cuando lo que realmente existe un acto deliberado.” 20 Para que se configure debidamente este elemento, debe concurrir cualquiera de las siguientes circunstancias: Fuerza física irresistible: La fuerza física irresistible puede provenir de la naturaleza o de un tercero, lo importante es que produce que una persona actúe sin capacidad de control. Esta fuerza física irresistible debe ser absoluta, es decir el sujeto no debe tener la posibilidad de actuar de otra forma. Por ejemplo: se produce un terremoto y las personas que viven en un edificio pugnan por salir, al llegar a las escaleras, una resbala y cae sobre otra produciéndole la muerte; en este caso el sujeto que resbaló actuó con fuerza física irresistible – el temblor -, por lo que no hay acción. Un caso diferente se da si fue una persona la que produjo la fuerza física irresistible, pues ésta si responde, por ejemplo: si “A” empuja a “B” para que impulse a “C” que se 20 Arriola Racanac, Noé Miguel. La Responsabilidad Penal de los Menores de Edad. Pág. 13 13 encuentra en el borde de un barco y, efectivamente “C” cae y muere, “A” responde por la muerte de “C”, mientras “B” sólo fue víctima de una fuerza irresistible – empujón – producido por “A”. Actos reflejos: Es una clase de falta de acción que tiene lugar cuando la conducta proviene impulso externo, no motivado por el agente. Ejemplo de movimiento reflejos es: cuando un sujeto efectúa un movimiento brusco al tocar una conducción eléctrica, producto de lo cual hiere a otra persona. Estado de inconsciencia no buscado deliberadamente: Clase de falta de acción en la que se trata de momentos en los que el sujeto que realiza la acción no es plenamente consciente de sus actos. Si A bajo efectos de hipnosis mata a B, A no es responsable por la muerte de B puesto que no tenía control consciente sobre sus actos. 21 22 1.2.4.2 Atipicidad 23 La atipicidad es el aspecto negativo de la tipicidad y da lugar a la inexistencia del delito. La atipicidad es la no adecuación de la conducta al tipo penal, la conducta del agente no se adecúa al tipo, por faltar alguno de los requisitos o elementos que el tipo exige y que pueden ser respecto de los medios de ejecución, el objeto material, las peculiaridades del sujeto activo o pasivo, etc. Por ejemplo: en el robo el objeto material debe ser una cosa mueble, si la conducta recae sobre un inmueble, la conducta será atípica respecto del robo. Estamos en presencia de atipicidad cuando una conducta considerada por la ley como delito, no llena todos los elementos que el tipo exige, por ejemplo: si alguien se le juzga por robo, y se acredita que el bien apoderado no es mueble sino inmueble, entonces existirá atipicidad en la conducta respecto a ese tipo penal. Podemos decir que para encontrar las atipicidades, se deben señalar los elementos negativos del tipo penal, siendo los siguientes: I.- Ausencia del presupuesto de la conducta o del hecho II.- Ausencia de la calidad del sujeto activo exigido en el tipo III.- Ausencia de la calidad del sujeto pasivo exigido en el tipo IV.- Ausencia del objeto jurídico V.- Ausencia del objeto material VI.- Ausencia de las modalidades de conducta, mismas que son: a) De referencias temporales b) De referencias espaciales c) De referencias a otro hecho punible d) De referencia a otra índole exigida por el tipo e) De los medios empleados VII.- Ausencia del elemento normativo 21 http://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_del_delito http://www.monografias.com/trabajos44/derecho-penal-delito/derecho-penal-delito.shtml 23 http://www.monografias.com/trabajos64/teoria-delito/teoria-delito4.shtml 22 14 VIII.- Ausencia del elemento subjetivo del injusto “La atipicidad consiste cuando la ley no regula como delito determinadas conductas. Por lo cual aunque sean muy perjudiciales pero si la misma no se encuentra contenida en una ley anterior al acto, no puede ser calificado como tal. Lo anterior se basa en el Código Penal guatemalteco en su artículo 1 establece: Nadie podrá ser penado por hechos que no estén expresamente calificados, como delito o faltas, por ley anterior a su perpetración; ni se impondrán otras penas que no sean las previamente establecidas en la ley. Existe algo muy importante que tomar en consideración en cuanto que en el derecho penal la analogía no opera, pues esto vulnera el principio de legalidad.” 24 1.2.4.3 Causas de Justificación Las causas de justificación son situaciones reconocidas por el Derecho en las que la ejecución de un hecho típico se encuentra permitida, es decir, suponen normas permisivas que autorizan, bajo ciertos requisitos, la realización de actos generalmente prohibidos. Vienen a ser normas dirigidas a situaciones específicas que excluyen la antijuridicidad de un determinado comportamiento típico, que a priori podría considerarse antijurídico. Cabe destacar que la comprobación del carácter antijurídico de la conducta tiene un carácter negativo, de manera que una vez identificada la conducta típica, habrá de analizarse su eventual inclusión dentro de las causas de justificación, excluyendo el delito si encuadra en ella, y suponiendo antijuridicidad si no encajase. Todas las causas de justificación reguladas en la Parte General del Código Penal, tienen su fundamento en la protección del bien jurídico preponderante. El Código Penal no prevé, en cambio, casos de justificación por ausencia de interés del ofendido. El consentimiento de éste en nuestro derecho penal sólo es una causa de exclusión de los tipos que requieren expresa o implícitamente la falta de consentimiento del ofendido, o es un requisito de otra causa de justificación. Los efectos de las causa de justificación se extienden en razón del principio de unidad de lo antijurídico y exceden el ámbito penal. El efecto penal de las causas de justificación es la impunidad del hecho. Salvo el enriquecimiento sin causa, también excluyen la responsabilidad civil.25 26 “Las causas de justificación son conocidas desde la antigüedad en algunas de sus especies tal es el caso de le legítima defensa, es en estos últimos años que adquiere una exacta significación técnica, que aún no han captado los escritores de Francia e Italia. Las causas de justificación son las que excluyen a la antijuricidad de una conducta que puede subsumirse en un tipo legal, esto es, aquellos actos u omisiones que revisten aspecto de delito, figura delictiva, pero en los que falta, sin embargo, el carácter de ser antijurídicos, de contrarios al derecho, que es el elemento más importante del crimen. 24 Arriola Racanac, Noé Miguel. La Responsabilidad Penal de los Menores de Edad. Pág. 13 http://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_del_delito#Causas_de_justificaci.C3.B3n 26 http://www.robertexto.com/archivo/justif_delito.htm 25 15 Estos elementos concurren a efecto de que no se de la antijuricidad, si fuera el caso que existe acción típica, pero existiera una causa de justificación tal como una legítima defensa, estado de necesidad o un legítimo ejercicio de un derecho. La antijuricidad no podrá nacer a la vida y por lo tanto no pueden nacer los demás elementos positivos que configuran la conducta delictiva, esto basado en el artículo 24 del Código Penal guatemalteco.” 27 1.2.4.4 Causas de Ininculpabilidad Es aquel elemento negativo de la teoría del delito por medio del cual la acción, típica y antijurídica es absuelta en el juicio de reproche de la sociedad porque destruyen el dolo o la culpa. Destruyen el vínculo ético y psicológico que se requiere para la existencia del delito. Para que se configure debidamente la ininculpabilidad, deben concurrir los siguientes aspectos: Inimputabilidad: Son aquellas circunstancias físicas, psicológicas en las cuales se encuentra un sujeto al momento de llevar acabo el delito, por lo cual no tiene conciencia de si. El Código Penal regula en el Artículo 23 que son inimputables: 1º. El menor de edad, 2º. Quien en el momento de la acción o omisión, no posea a causa de enfermedad mental, de desarrollo psíquico incompleto o retardado o de trastorno mental transitorio, la capacidad de comprender el carácter ilícito del hecho o de determinarse de acuerdo con esa comprensión, salvo que el trastorno mental transitorio haya sido buscado de propósito por el agente. Cuando el sujeto activo de la acción es inimputable el mismo no puede ser sujeto responsable penalmente por existir las condiciones ya referidas. Inculpabilidad: Son aquellas situaciones concurrentes para no tener como responsable a un sujeto. El Código Penal regula en el Artículo 25 que son causas de inculpabilidad: El miedo invencible, la fuerza exterior, el error, la obediencia debida, y la omisión justificada. En el caso del miedo invencible se da cuando una persona realiza un hecho inspirado por un miedo que no puede renunciar, el cual puede ser determinado e indeterminado. La fuerza exterior: se da cuando un hecho es violentado por fuerza exterior la cual es irresistible, esta es directa y empleada sobre él. El error: Esta situación se da cuando se ejecuta un hecho en la creencia racional de que existe una agresión ilegitima contra su persona, siempre que la reacción sea en proporción al riesgo supuesto. La obediencia debida: Nace cuando se ejecuta un hecho pues el mismo deviene de una obediencia debida, sin perjuicio de la responsabilidad correspondiente a quien lo haya ordenado. La misma para que exista debe concurrir las siguientes condiciones: a) La existencia de una subordinación jerárquica entre el que ordena y el que ejecuta, b) La orden debe de darse dentro de las atribuciones del que las emite, y debe estar revestida de las formalidades legales, c) Que la legalidad 27 Arriola Racanac, Noé Miguel. La Responsabilidad Penal de los Menores de Edad. Pág. 14. 16 del mandato no sea manifiesta. Y la d) Omisión justificada: Esto nace cuando alguien incurre en alguna omisión hallándose impedido para poder actuar, por causa legítima e insuperable. 28 1.2.4.4.1 Eximentes de Responsabilidad Penal La culpabilidad como se ha visto, se deduce a título de dolo, culpa o preterintencionalidad; se reprocha porque el agente actuó con inteligencia y voluntad, porque sabía el alcance de la conducta que realizaba y sin embargo se determinó y la llevó a efecto. Por eso las causales de in inculpabilidad hacen relación, apuntan o se dirigen una a las falta del elemento intelectivo, del no conocimiento o alcance de la conducta, o de la libre determinación las otras. El Código Penal establece en el artículo 25 las causas de inculpabilidad (no existe el elemento subjetivo, la voluntad). MIEDO INVENCIBLE: Ejecutar el hecho impulsado por miedo invencible de un daño igual o mayor, cierto o inminente, según las circunstancias. FUERZA EXTERIOR: Ejecutar el hecho violentado por fuerza material exterior irresistible, directamente empleada sobre él. ERROR: Ejecutar el hecho en la creencia racional de que existe una agresión ilegítima contra su persona, siempre que la reacción sea en proporción al riesgo supuesto. OBEDIENCIA DEBIDA: Ejecutar el hecho en virtud de obediencia debida, sin perjuicio de la responsabilidad correspondiente a quien lo haya ordenado. La obediencia se considera debida, cuando reúna las siguientes condiciones: a) Que haya subordinación jerárquica entre quien ordena y quien ejecuta el acto; b) Que la orden se dicte dentro del ámbito de las atribuciones de quien la emite, y esté revestida de las formalidades legales; c) Que la ilegalidad del mandato no sea manifiesta. OMISIÓN JUSTIFICADA: Quien incurre en alguna omisión hallándose impedido de actuar, por causa legítima e insuperable. En el artículo 23 del Código Penal se regulan las causas de inimputabilidad y en el artículo 24 del mismo cuerpo legal se regulan las causas de justificación. Como se indicó anteriormente los elementos negativos del delito, tienden a destruir la configuración técnica jurídica del mismo, y como consecuencia tienden a eliminar la responsabilidad penal del sujeto activo. La doctrina del Derecho Penal hace un listado de los mismos, sin embargo, por razones de estudio nos limitaremos a examinar los que específicamente se aplican a la responsabilidad penal del médico y cirujano guatemalteco, como profesional. a) LEGÍTIMO EJERCICIO DE UN DERECHO: El Código Penal establece: “…quien ejecuta un acto, ordenado o permitido por la ley, en ejercicio legítimo del cargo 28 Arriola Racanac, Noé Miguel. La Responsabilidad Penal de los Menores de Edad. Pág. 14 17 público que desempeña, de la profesión a que se dedica, de la autoridad que ejerce, o de la ayuda que preste a la justicia…” 29 Como lo explica el penalista guatemalteco, Hernán Hurtado Aguilar, es indudable que si se ejerce una actividad autorizada o permitida legalmente, no se puede atraer la sanción penal, de tal manera que lo que debe determinarse es cuando jurídicamente está permitida la realización de un acto que tiene perfiles delictivos, ya que al realizarse en el legítimo ejercicio del cargo público que desempeña, de la profesión a la que se dedica, de la autoridad que se ejerce, y aún, de la ayuda que se presta a la justicia, se torna en jurídica al desaparecer la antijuricidad de la conducta realizada. Según se desprende de la norma legal, el presupuesto indispensable para que se produzca la justificación del acto, es la legitimidad de su ejercicio, lo cual significa que la actividad realizada debe necesariamente estar enmarcada dentro de los límites legales, es decir dentro de los derechos, obligaciones y deberes del puesto, señalados por la ley, por los reglamentos. 30 Cuando se extralimita el margen permitido por la ley se incurre en delito con la consecuente responsabilidad penal para el agente. Esta eximente opera también en el ejercicio de los profesionales de la medicina, siempre y cuando los actos realizados, se ejecuten dentro de los límites permitidos y obligatorios por la ley. Tanto profesionales como agentes de autoridad, tienen deberes y derechos qué cumplir en ejercicio de su actividad (legítimo ejercicio) y cuando como consecuencia de ellas se lesiona o se pone en peligro el bien jurídicamente tutelado, surge, el legítimo ejercicio de un derecho como eximente de su responsabilidad. Por ejemplo: Las lesiones que produce un cirujano al intervenir a su paciente quirúrgicamente. b) CASO FORTUITO: El Código Penal establece: “…no incurre en responsabilidad penal quien con ocasión de acciones u omisiones LÍCITAS, poniendo en ellas la debida diligencia, produzca un resultado dañoso por mero accidente…” El caso fortuito, aunque en la doctrina se encuentra frecuentemente igual al alcance de la fuerza mayor, hasta señalarlos como sinónimos, es prevaleciente el concepto de que son diferentes, y tal el sentido que se ausculta en los siguiente: Se ha dicho también que el caso fortuito se caracteriza por su imprevisibilidad y la fuerza mayor por su irresistibilidad, pero ese criterio diferenciador no es lo suficientemente científico y hoy se dice que lo que importa tanto es uno como en otro caso es la inevitabilidad. Se da el caso fortuito cuando el agente realiza una conducta con la cual se produce un resultado que no le era previsible o que previsto le era inevitable. Es un acontecimiento imposible de evitar, que debe identificarse con un mero accidente, donde la responsabilidad penal no es imputable a nadie, por cuanto que el agente actuaba legalmente y a pesar de haber actuado con la debida diligencia, se produjo un resultado dañoso. Quiere decir que en la conducta del sujeto no existió 29 30 Artículo 24 inciso 3º. Del Código Penal, Decreto 17-73 del Congreso de la República De León Velasco. Op. Cit. 18 dolo, culpa ni preterintencionalidad y en consecuencia no queda más que eximirlo de responsabilidad penal. Para la configuración del caso fortuito se requiere: que la conducta sea LÍCITA, es decir, que el comportamiento está sujeto a derecho, que se ejerza la debida diligencia en el actuar y que no obstante tal diligencia, se produzca el resultado. Cabe observar que en el caso fortuito todo lo relativo al desenvolvimiento de la conducta y producción del resultado tiene lugar en el sujeto, sin intervención de otra persona. Ejemplo: Un cirujano que al realizar una apendicectomía en un paciente anciano, éste durante la intervención sufre un paro cardio-respiratorio y a pesar de todos los esfuerzos de reanimación, el paciente fallece. La fuerza mayor existe cuando un suceso, energía, fuerza o circunstancia ajena a la voluntad del sujeto, aunque le sea previsible, lo lleva a la ejecución de algo prohibido por la ley por incapacidad para contrarrestarla. Ejemplo: quien ante la inminente muerte de la madre, salva el recién nacido. La fuerza mayor requiere para su existencia de una fuerza, es decir de algo exterior que lleva, impulsa, arrastra o determina a la realización del hecho; que esa fuerza sea externa, que no actúe por situación suya como el miedo, etc.; y que siendo natural o humana tal fuerza, no pueda ser contrarrestada de manera normal y razonable. c) EXCUSAS ABSOLUTORIAS: En la doctrina se dice que las excusas absolutorias son verdaderos delitos sin pena, porque a pesar de que existe una conducta humana, típicamente antijurídica, culpable, imputable a un sujeto responsable, ésta no se castiga atendiendo a cuestiones de política criminal que se ha trazado el Estado, en atención a conservar íntegros e indivisibles, ciertos valores dentro de una sociedad, de tal manera que cuando habiendo cometido un delito aparece una excusa absolutoria, libera de responsabilidad penal al sujeto activo. Nuestro ordenamiento jurídico penal no define ninguna excusa absolutoria, sin embargo sí las contempla. “Aborto Terapéutico. No es punible el aborto practicado por un médico, con el consentimiento de la mujer, previo diagnóstico favorable de por lo menos otro médico, si se realizó sin la intención de procurar la muerte del producto de la concepción y con el solo fin de evitar un peligro, debidamente establecido para la vida de la madre, después de agotados todos los medios científicos y técnicos.” 31 En esta excusa está comprendido el aborto que practica el médico ginecólogo u obstetra, cuando se le presentan casos de Eclampsia, en relación al vaciamiento del útero, como tratamiento recomendado por los Doctores Duhrssen, Bumm y Stoechel. 32 “Tentativa y Aborto Culposo. La tentativa de la mujer para causar su propio aborto y el aborto culposo propio son impunes.” 33 31 Artículo 137 del Código Penal, Decreto 17-73 del Congreso de la República de Guatemala. Schwarcz, Sala, Duverges. Obstetricia. Pág. 435. 33 Artículo 139 del Código Penal, Decreto 17-73 del Congreso de la República de Guatemala. 32 19 “Extinción de la pena. El perdón de la parte ofendida extingue la responsabilidad penal o la pena en los delitos de calumnia, injuria y difamación contra particulares”. 34 1.2.4.5 Falta de Punibilidad Elemento negativo de la teoría del delito por medio del cual concurren circunstancias personales que impiden la aplicación de la sanción dejando subsistentes todos los elementos del delito por los cuales el autor del hecho deja de ser considerado delincuente por razones de utilidad pública, política criminal y/o oportunidad política aunque conservando su responsabilidad civil. Son causas personales legalmente previstas que, sin eliminar el carácter delictivo a la acción, excluyen la pena, pues para el Estado (por política criminal) no es necesario establecer pena alguna contra tales hechos pues dichas circunstancias revelan una mínima peligrosidad, en miras a causas de utilidad pública. Entre otras se encuentran: Encubrimiento entre parientes, o personas ligadas por sentimientos de amistad, homicidio o lesiones imprudenciales a Parientes próximos, aborto terapéutico, arrepentimiento y mínima peligrosidad del agente, etc.35 Esas circunstancias son las que rodean a la “persona del autor y que, por lo tanto, solo le afectan solo a él y no a los demás participantes del delito.”36. Por eso, en puridad, a estas circunstancias se debe denominar: Ausencia de condiciones objetivas de punibilidad. La ausencia de condiciones objetivas de punibilidad hace que un acto típicamente antijurídico imputable a un autor culpable no se le considere delincuente. La penalidad puede ser excluida en algunos casos en los que el legislador ha considerado conveniente, por razones de política criminal, no imponer una pena, a pesar de darse una acción típica, antijurídica y culpable. Se trata de causas ligadas a la persona del autor y por lo tanto sólo le afectan a él y no a los demás participantes. 37 Ejemplo de ello es la exención de la pena en delitos patrimoniales o a sediciosos cuando se disuelvan o sometan (Artículos 280 y 388 del Código Penal). 1.2.5 Elementos Accidentales 38 Se definen como accidentes, modalidades de tiempo, lugar, modo, condición, estado, edad, parentesco, salud y demás particularidades que acompañan al hecho o acto. Estos elementos nominados o innominados dentro de la estructura del delito influyen en la determinación de la pena. Algunos tratadistas ubican a estas circunstancias como el tercer elemento del delito, o sea como parte del delito en sí, mientras que otros lo toman más como parte del delincuente que del delito y solamente modificativo de la responsabilidad penal. 34 Artículo 172 del Código Penal, Decreto 17-73 del Congreso de la República de Guatemala. http://liccamposhdez.blogspot.com/2010/05/punibilidad-y-excusas-absolutorias.html 36 Muñoz Conde, Francisco, García Aran, Mercedes. Derecho Penal, Parte General. Pág. 405, 406. 37 González Cahuapé-Cazaux, Eduardo. Apuntes de Derecho Penal Guatemalteco. Pág. 104. 38 Salay Folgar, Juan Manuel. Análisis Jurídico Doctrinario de la relación entre las penas y las circunstancias modificativas de la responsabilidad penal. Pág. 32. 35 20 En el Derecho Penal estas circunstancias son de vital importancia, ya que ellas revelarán el pensamiento que tuvo el sujeto en el momento de cometer el delito, para que el Juez tome una relevancia significativa, ya que por medio de estas situaciones, él podrá aproximarse a las condiciones en la que se cometió el delito manifestando a su vez cualidades del delincuente con respecto del delito. Se trata de aspectos accidentales que operan a favor o en contra del sujeto que cometió el ilícito penal. Doctrinariamente, la clasificación que se realiza es desde el punto de vista de los efectos que se producen y estas pueden ser: Atenuantes y Agravantes. Apoyándose en su principal argumento para consideración en el principio de proporcionalidad que debe guardar la pena con el daño causado, principio propio del Derecho Penal Democrático. 1.2.5.1 Circunstancias Atenuantes 39 Se definen como aquellas que disminuyen la responsabilidad del delito cometido. Estas circunstancias contribuyen a la disminución de la pena a aplicarse a persona que ha cometido el ilícito penal. Estas circunstancias logran una consideración del Juez en hacer una rebaja en la pena a imponerse o sea que gracias a ellas se aplica una pena más benigna al sujeto que ha cometido el delito. Esta rebaja en la pena es con relación a su responsabilidad penal y debido a la concurrencia de ciertos actos que modifican el desvalor por el cual actuó. Las circunstancias atenuantes se encuentran definidas en nuestra legislación, en este caso en el Decreto 17-73 del Congreso de la República de Guatemala, Código Penal, veamos: a. Inferioridad psíquica: Las condiciones determinadas por circunstancias orgánicas o patológicas que disminuyeren sin excluirla, la capacidad de comprender o de querer del sujeto. b. Exceso de las causas de justificación: El exceso de los límites establecidos en las causas de justificación. c. Estado emotivo: Obra el delincuente por estímulo tan poderoso que, naturalmente, hayan producido arrebato u obcecación. d. Arrepentimiento eficaz: Si, el delincuente ha procurado, con celo, reparar el daño causado o impedir sus ulteriores perniciosas consecuencias. e. Reparación del perjuicio: Si el delincuente, a criterio del tribunal ha reparado, retribuido o indemnizado adecuada y satisfactoriamente el daño causado antes de dictarse sentencia. f. Preterintencionalidad: No haber tenido intención de causar un daño de tanta gravedad, como el que se produjo. g. Presentación a la autoridad: Si, pudiendo el imputado eludir la acción de la justicia por fuga u otro medio idóneo, se ha presentado voluntariamente a la autoridad. 39 Salay Folgar, Juan Manuel. Análisis Jurídico Doctrinario de la relación entre las penas y las circunstancias modificativas de la responsabilidad penal. Pág. 35. 21 h. Confesión espontánea: La confesión del procesado si hubiere prestado en su primera declaración. i. Ignorancia: La falta de ilustración, dada la naturaleza del delito, en cuanto haya influido en su ejecución. j. Dificultad de prever: En los delitos Culposos, causar el resultado dañoso en circunstancias que lo hacían muy improbable o difícil de prever. k. Provocación o amenaza: Haber procedido inmediatamente de parte del ofendido, provocación o amenaza en proporción al delito. l. Vindicación de ofensa: Haber ejecutado el hecho en vindicación próxima de una ofensa grave causada al autor del delito, su cónyuge, su concubinario sus parientes dentro de los grados de ley, sus adoptados o sus apoderados. m. Inculpabilidad incompleta: Las expresadas en el Artículo 25 cuando no concurran los requisitos necesarios para excluir la responsabilidad en los respectivos casos. n. Atenuantes por analogía. Cualquier otra circunstancia de igual entidad y analogía a los anteriores. 1.2.5.2 Circunstancias Agravantes 40 Se definen como aquellas que aumentan las responsabilidades legales. Estas operan en sentido contrario a las circunstancias atenuantes. Hacen presumir que el delincuente ha obrado de forma consciente y que su ilícito penal está rodeado de circunstancias que agravan su delito, perjudicándolo en juicio, actuando aun así en contra de la ley y consumando el delito. Las circunstancias agravantes están reguladas en el artículo 27 del Código Penal, Decreto 17-73, veamos: a. Motivos fútiles o abyectos: Haber Operado el delincuente por motivos fútiles y abyectos. b. Alevosía: Ejecutar el hecho con alevosía. Hay alevosía, cuando se comete el delito empleando medios, modos o formas que tiendan directa o especialmente a su ejecución, sin riesgo que proceda de la defensa que pudiera hacer el ofendido, o cuando éste por sus condiciones personales o por circunstancias en que se encuentra, no pueda prevenir, evitar el hecho o defenderse. c. Premeditación: Obrar con premeditación conocida. Hay premeditación conocida, cuando se demuestra que los actos externos realizados, revelen que la idea del delito surgió en la mente de su autor, con anterioridad suficiente a su ejecución, para organizarlo, deliberarlo o planearlo y que, en el tiempo que medió entre el propósito y su realización, preparó éste y la ejecutó fría y reflexivamente. d. Medios gravemente peligrosos: Ejecutar el hecho por medios de explosivos, gases, perjudiciales, inundación, incendio, envenenamiento, narcótico, varamiento de nave, 40 Salay Folgar, Juan Manuel. Análisis Jurídico Doctrinario de la relación entre las penas y las circunstancias modificativas de la responsabilidad penal. Pág. 40. 22 accidente de aviación, avería causada a propósito, descarrilamiento, alteración de orden público o por cualquier otro medio idóneo para ocasionar estragos de carácter general. e. Aprovechamiento de calamidad: Aprovechamiento para la ejecución del delito, que ocurra o haya ocurrido un ciclón, terremoto, inundación, naufragio, incendio, descarrilamiento, accidente de tránsito de cualquier clase, explosión, alteración del orden público cualquier otro estrago o calamidad pública. f. Abuso de superioridad: Abuso de superioridad física o mental o emplear medios que debiliten la defensa de la víctima. g. Ensañamiento: Aumentar, deliberadamente los efectos del delito, causado otros innecesarios para su realización o emplear medios que añadan la ignominia a la acción delincuencial. h. Preparación de fuga: Ejecutar el hecho empleando vehículo o cualquier medio, modo o forma que asegure la fuga del delincuente. i. Artificio para realizar el delito: Cometer el delito empleando astucia, fraude, disfraz o cualquier otro engaño suficiente para facilitar la ejecución del delito u ocultar la identidad del delincuente. j. Cooperación de menores de edad: Cometer el delito utilizando la participación o ayuda de persona menor de edad. k. Interés lucrativo: Cometer del delito mediante precio, recompensa o promesa remuneratoria. l. Abuso de autoridad: Prevalerse, el delincuente, de su carácter público o del poder inherente al cargo, oficio, misterio o profesión, o cometerlo haciendo uso de funciones que anteriormente, hubiere tenido. m. Auxilio de gente armada: Ejecutar el delito con auxilio de gente armada o de personas que aseguren o proporcionen la impunidad. n. Cuadrilla: Ejecutar el delito en cuadrilla. Hay cuadrilla cuando concurren a la comisión del delito más de tres personas armadas. o. Nocturnidad y despoblado: Ejecutar el delito de noche o en despoblado, ya sea que se elija o se aproveche una u otra circunstancia, según la naturaleza y accidentes del hecho. p. Menosprecio de autoridad: Ejecutar el delito con ofensa o menosprecio de la autoridad pública o en el lugar en que ésta esté ejerciendo funciones. q. Embriaguez: Embriagarse el delincuente o intoxicarse, deliberadamente para ejecutar el delito. r. Menosprecio al ofendido: Ejecutar el hecho con desprecio de la edad o de la niñez, del sexo, de la enfermedad o de la condición de incapacidad física o penuria económica del ofendido, según la naturaleza y accidentes del hecho. s. Vinculación con otro delito: Ejecutar el delito para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito o para impedir su descubrimiento. 23 t. Menosprecio del lugar: Ejecutar el delito en la morada del ofendido cuando este no haya provocado el suceso. u. Facilidades de prever: En los delitos culposos haber ocasionado el resultado dañoso en circunstancias que lo hacían muy probable o fácilmente previsible. v. Uso de medios publicitarios: Ejecutar el hecho por medio de la imprenta, grabado, cuadros expuestos al público, cinematógrafo, proyecciones luminosas radiotelégrafo, teléfono, televisión o cualquier otro medio de alta difusión. w. Reincidencia: La de ser reincidente el reo. Es reincidente quien comete un nuevo delito después de haber sido condenado, en sentencia ejecutoriada, por un delito anterior al cometido en el país o en el extranjero, haya o no cumplido la pena. x. Habitualidad: La de ser el reo delincuentemente habitual. Se declarará delincuente habitual a quien, habiendo sido condenado por más de dos delitos anteriores, cometiere otro u otros, en Guatemala o fuera de ella, hubiere o no cumplido las penas. El delincuente habitual será sancionado con el doble de la pena. En resumen, las circunstancias modificativas de la responsabilidad penal influyen directamente en la determinación de la pena, en la forma que decide el Juez, tomándola como base para el establecimiento del máximo o mínimo de la pena que establece la ley para cada tipo de ilícito penal. 24 CAPÍTULO II MÉDICO Y CIRUJANO 2.1 PARÁMETROS DEL EJERCICIO DE LA MEDICINA 2.1.1 La Ciencia Médica 41 Podemos considerarlo desde dos puntos de vista: Primero: Existe entre el médico y su paciente un contrato, implícito u oral, y ese contrato conlleva una garantía que por una suma de dinero en concepto de honorarios, el médico proveerá al paciente con un tratamiento médico, y que ese cuidado estará dentro de los parámetros aceptados de la práctica médica. Segundo: Al existir los servicios de salud públicos gratuitos prestados por el Estado o por cualquier otra entidad benéfica social, el médico también proveerá al paciente de un tratamiento médico aceptado por la práctica médica. Los dos aspectos anteriores, refieren a la norma de cuidado o atención. Los médicos, al ejercer su profesión tienen un entrenamiento y condiciones de cuidado de sus pacientes acorde a los últimos avances de la ciencia, profesión ejercida de tal manera que se pueda esperar una determinada calidad del tratamiento. La ciencia de la medicina, señala al médico la forma debida en que éste está obligado a ejercer su profesión, y la norma de atención refiere al deber de cuidado al que el médico se encuentra obligado a cumplir en función de su conocimiento científico, y el apartarse de dicho cumplimiento implica que surja lo que en la práctica forense se conoce como mala práctica o negligencia médica. El fundamento de la necesidad que exista una norma de atención debida, es que a través de los años un cierto número de deberes médicos, han sido extraídos de su deber general de cuidado y atención a los pacientes. La ciencia de la Medicina, provee al Médico y Cirujano los parámetros y estrategias necesarias para auxiliarlo en el ejercicio de su profesión, en el trato de sus pacientes y en la toma de decisiones respecto de los mismos. Aunque estos parámetros se hicieron inicialmente como recurso educativo para los médicos, hoy en día sirven de base para controlar la calidad del ejercicio de la medicina. 2.1.1.1 Deberes concernientes a la norma de atención debida a. Deber de advertir sobre los efectos adversos y obtener consentimiento: Ambos requisitos son con frecuencia fusionados en la práctica, el deber de advertir es la parte práctica de la responsabilidad penal del médico en una simple aplicación de las reglas de negligencia, sin un aviso y sin razón justificada para omitir la advertencia, habrá responsabilidad penal por las lesiones previsibles causadas. Respecto del consentimiento, esta doctrina tiene su origen en la teoría del riesgo creado, puesto que se considera invasión del cuerpo cuando un paciente se somete a 41 Espat Godoy, Shajida Beatriz. La negligencia médica y su necesidad de tipificación en el código penal. Pág. 52. 24 25 un tratamiento sin estar totalmente informado de la naturaleza del mismo, y de allí poder dar su consentimiento al tratamiento. b. Deber de dar instrucciones: Es deber del médico y cirujano informar al paciente, de los cuidados que debe tener después de haberse sometido a un tratamiento o intervención quirúrgica, de los efectos secundarios de los medicamentos. c. Deber de mantenerse al día con los avances científicos: Es deber del médico poseer un aprendizaje razonable y mantenerse al tanto de los cambios y adelantos en su profesión. d. Deber de referir a especialistas: Es un deber correlativo al de aprendizaje del médico y cirujano, cuando percibe que el problema de su paciente está más allá de su capacidad, él está en la obligación de referir al paciente al especialista apropiado. El deber de cuidado, impone al médico examinar su propia capacidad para enfrentar concretamente la situación que se le plantea. Esto puede hacerlo antes de aceptar el caso o luego, cuando ve que el mismo está fuera del límite de sus conocimientos o destreza. De todas formas, el médico debe de interrogarse si se siente capacitado o no de atender y resolver el caso médico que le plantea su paciente y ante la auto respuesta negativa, remitir al paciente hacia otro facultativo. La mera abstención de actuar sin remitir a otro especialista, puede comprometer la responsabilidad del médico por cuanto un retraso en el tratamiento del enfermo puede acarrearle un resultado lesivo. Es esta la obligación deontológica la que integra la lex artis y que supone el ejercicio de la virtud de la humildad, reconociendo oportunamente su in idoneidad para el tratamiento. Se ve claramente, que estamos en el plano de la conciencia personal del médico, invalorable desde un punto de vista objetivo y que confirma la posición respecto de la lex artis, se integra con normas deontológicas o éticas de la profesión. Se conecta asimismo, con el deber ya apuntado de mantenerse actualizado en los conocimientos médicos, para mantener un nivel científico acompañado con el avance de la medicina. 2.1.2 Consentimiento informado El consentimiento informado, lleva implícito el deber del médico de informar, la intervención médica necesaria para su legitimidad el consentimiento; que requiere para su eficacia de la claridad sobre el significado de la intervención, esa claridad debe producirla el médico a través de la información, en el caso que quiera efectuar la intervención y poseer el consentimiento del paciente. Durante el transcurso del siglo XX, el derecho del individuo de tomar decisiones sobre su cuerpo, ha ganado mayor apoyo legal dentro del contexto de la relación médico – paciente, el paciente al tomar una decisión respecto a un tratamiento, antes debe expresar 26 su consentimiento, y el médico tiene la obligación de obtener dicho consentimiento antes de realizar un tratamiento. Los elementos del consentimiento incluyen: información, capacidad, entendimiento, voluntad y toma de decisión. a. Información: Requiere que el médico le explique al paciente el diagnóstico, la naturaleza del tratamiento propuesto, los riesgos y beneficios del mismo, los procedimientos alternos con sus riesgos y beneficios, y las consecuencias de no realizarse el tratamiento. b. Capacidad: Se presume que una persona mayor de edad, es capaz de tomar sus decisiones, salvo que se le haya declarado en estado de interdicción. c. Entendimiento: El único requisito del entendimiento es que la información se dé en la forma que una persona normal puede comprender. d. Voluntad: La voluntad de la persona debe estar libre de coerción o cualquier otro vicio. e. Toma de decisión: Finalmente, el paciente debe decidir si acepta o no el procedimiento o tratamiento. Puede consentir en forma expresa o en forma tácita. El médico le da la información a una persona capaz, quien luego de comprender la información, voluntariamente toma una decisión. Grosso modo, si no se obtiene el consentimiento de la persona o si el proceso difiere del consentido, existe acción de negligencia, y si se obtiene el consentimiento, pero no es informado, o es deficiente, existe acción de negligencia. Se puede resumir diciendo que, el consentimiento informado es un contrato entre el médico y el paciente, en el cual se establece lo que el paciente puede esperar o pueda recibir del médico, protege al médico del paciente, por tener la documentación en la que consta que el médico ha explicado en detalle, los posibles resultados del tratamiento, y protege al paciente del fraude, por tener por escrito lo que el médico le ha explicado. 2.1.3 La responsabilidad del médico en las intervenciones quirúrgicas Doctrinariamente es discutida la naturaleza de la justificación de los actos cumplidos por el médico y el cirujano, pues con frecuencia ellos constituyen externamente la fisonomía de una figura delictiva, no tan sólo cuando el tratamiento no tiene éxito, sino aún cuando lográndose un resultado favorable, se produce la supresión de un miembro o alteración del organismo. Estos actos han sido justificados, ya afirmándose que no constituyen tipos de delitos ya que el médico está cubierto por un derecho profesional, o bien por el consentimiento del paciente. 2.1.4 Fundamento de la Intervención Quirúrgica En las intervenciones quirúrgicas, el tipo legal se halla completo, tanto en su aspecto objetivo como subjetivo. No puede negarse el fin de lesionar en el cirujano, cuando hay fin de amputar una pierna en el cirujano, que lo hace para evitar que el paciente muera, como en el 27 criminal que quiere inutilizar a su odiado enemigo. Bien puede sostenerse que, el médico actúa justificadamente porque quiere salvar al paciente, en tanto que el criminal, lo hace porque quiere hacer daño, y por ende no está cubierto por ninguna causa de justificación. Pero el decir que el cirujano, actúa al amparo de una causa de justificación, es tan poco coherente como afirmar que el oficial de justicia comete un hurto justificado. Por intervenciones con fin terapéutico, se debe entender las que persiguen la conservación o restablecimiento de la salud, o bien evitar un daño mayor o en algunos casos, la desaparición del dolor. En este sentido las operaciones mutilantes, también tienen un fin terapéutico cuando persiguen alguno de esos objetivos. En esos casos el médico está obligado a pedir la autorización del paciente, pero la falta de la misma sólo conlleva responsabilidad administrativa, pudiendo acarrear la penal si configura algún tipo de delito contra la libertad personal. La autorización del paciente, que excluye la responsabilidad del médico y la eventual responsabilidad penal por un posible delito contra la libertad individual, presupone que el médico haya explicado al paciente los alcances de la intervención. La inobservancia de las reglas del arte de la medicina, su ignorancia, el error culposo, la negligencia, o la imprudencia en su aplicación, dan lugar a formas culposas de responsabilidad. Y de allí, con esa responsabilidad que es la vida humana, considero la necesidad de comenzar a proponer posibles soluciones. En este capítulo se hace énfasis en la necesidad de concientizar a los profesionales de la medicina en el sentido que sí existen medios precautorios para evitar incurrir en mala práctica de su profesión. En realidad al estudiar lo que han denominado como parámetros en el ejercicio de la medicina, resulta obvio que si el médico toma un poco de tiempo para reflexionar sobre cada caso que se le presenta desde la primera consulta que efectúe, el riesgo de caer en un actuar negligente se reduce. Pero, los médicos aún han de formar esa conciencia. 2.2 COMPORTAMIENTO ÉTICO DEL MÉDICO 2.2.1 Generalidades 42 Las Academias de Medicina insisten en la necesidad de conferir una acentuada orientación social a las recomendaciones y normas sobre Ética en Medicina. En este sentido, las normas y recomendaciones modernas de ética deberán primordialmente acentuarse en las responsabilidades del médico, el que debe comprometerse solamente a dedicar su vida al servicio del bienestar humano. Es deber del médico acudir al llamado de los pacientes, sin ninguna reserva, cuando se trata de situaciones de emergencia que comprometen la vida, pero puede dejar de hacerlo en casos rutinarios, cuando hay otro profesional idóneo disponible para sustituirlo. 42 http://www.monografias.com/trabajos30/etica-medica/etica-medica.shtml 28 La actualización de los conocimientos es imperativo moral y legal que debe asumir el médico mientras ejerce la profesión. Las organizaciones universitarias y profesionales y las instituciones estatales, deben promover la educación médica continuada y, además, estimular la creación y fortalecimiento de bibliotecas en los centros de trabajo médico. Las instituciones empleadoras deben autorizar la utilización del tiempo de trabajo contratado para el cumplimiento del objetivo anterior. Desde el punto de vista ético, considerando que el cuerpo después de la muerte, por respetable que él sea, es un elemento material desprovisto del carácter de persona humana, es admisible el derecho individual de disponer qué se haga con el propio cuerpo después de la muerte, así como el derecho social para la práctica regular de las necropsias con fines científicos. Las relaciones que se establecen entre el médico y el enfermo se basan en la confianza inspirada no solamente en la competencia técnica profesional, sino también en la probidad moral y la comprensión de los valores humanos. Esto significa que el médico debe esforzarse por lograr, en cuanto sea posible, la comprensión de los patrones espirituales y socioculturales de sus enfermos y, además, proyectar y mantener su presencia más allá de lo estrictamente exigible de su acción profesional. Comprensión y entrega son los requisitos que caracterizan el ejercicio ético de la profesión. Teniendo en cuenta la extensión y complejidad de la medicina contemporánea, el médico está obligado a solicitar la colaboración de los especialistas cuando el caso lo justifique, sin que esto signifique una transferencia de la responsabilidad inicial del médico tratante. Debe también evitarse el exceso de interconsultas. El secreto profesional es una exigencia ética reconocida universalmente. Conspiran contra ella: la intervención de personal auxiliar de diversa formación técnica, los mecanismos administrativos que facilitan la difusión de las informaciones y, otras veces, los imperativos legales. No obstante, el acto médico es una "confianza que se entrega a una conciencia" y debe ser escrupulosamente mantenido dentro de la más severa discreción. Cuando se extienda el uso del sistema computarizado para la confección y el archivo de historias clínicas, deberán adaptarse las medidas que preserven el secreto profesional. En la medicina moderna se observa el desarrollo creciente de las profesiones paramédicas y del personal auxiliar, que resulta hoy imprescindible para la conformación de los equipos de salud, no solamente en la medicina de grupo, sino también en la individual y social. Compete al médico y a las directivas de las instituciones de salud asegurar la idoneidad técnica y moral de los integrantes de estos equipos y contribuir en lo posible a su formación y perfeccionamiento. Las normas sobre Ética Médica están dadas en nuestros países, unas veces como legislación nacional y otras como disposiciones emanadas de las organizaciones profesionales, tales como Colegios Médicos, Federaciones u otras. Por tanto, no es posible homologarlas en un estudio de conjunto. 29 En algunos países las Academias han influido, positivamente, en la elaboración de las normas legales, y deberán permanecer atentas a su cumplimiento. La supervisión de la observancia de los códigos de Ética Médica corresponde a la profesión médica. Además, en la mayoría de las universidades y sociedades científicas existen Comisiones de Ética que intervienen en ese control. La auditoría médica, instaurada ya en muchos centros asistenciales, debe serlo necesariamente en todos los casos para cautelar los derechos e intereses de los pacientes, de las instituciones y de la sociedad, garantizando así que el ejercicio profesional se desenvuelva dentro de las más estrictas normas éticas y formulaciones técnicas correctas. En ese sentido, los aranceles médicos deben regularse equitativamente dentro del marco de la justicia distributiva. La llamada dicotomía de honorarios está justamente proscrita en todas partes en forma implícita y también explícitamente en algunos códigos sanitarios. Para preservar la moral médica debiera generalizarse esta condena. Los grupos organizados de trabajo médico para la atención privada disponen de mayores facilidades para seleccionar la afiliación de sus miembros que las instituciones públicas, pero en todas las situaciones deben extremarse los requisitos que garanticen la idoneidad de los integrantes. En las últimas décadas, agencias de países extranjeros han impulsado e incrementado algunos programas relacionados particularmente con la política poblacional, cuyos objetivos y procedimientos se han cuestionado desde diferentes ángulos. Sin embargo, tales medíos y recursos pueden ser aceptados si concuerdan con la política poblacional de cada nación. Cada día se hacen más ostensibles los efectos iatrogénicos de los medicamentos nuevos y de algunos de los antiguos, por lo que es imperativo reforzar la efectividad de los instrumentos legales y técnicos disponibles en nuestros países para controlar adecuadamente los ensayos y usos terapéuticos. El médico se preocupará de los riesgos que representa para la salud la contaminación ambiental, colaborando con las instituciones, personas y comunidades en la promoción y realización de actividades destinadas a eliminar tales riesgos. Las formas que implican normas diferenciadas. Su aplicación debe estar condicionada por las características nacionales. Se hace también énfasis en la obtención del consentimiento informado de los sujetos de la investigación en humanos o el de sus representantes naturales o legales, complementando con una revisión de carácter ético, independiente de los propósitos de la investigación. Con estas limitaciones, es permitida la investigación científica en seres humanos en nuestros países. Los Comités de Ética responsables deben analizar las credenciales de los solicitantes y asegurarse de la importancia y conveniencia de las investigaciones, así como de la ausencia de riesgos previsibles antes de aprobar los proyectos. 30 2.2.2 Regulación Legal A este respecto, el Código Deontológico43, establece que la profesión médica está al servicio del hombre y la sociedad. En consecuencia, respetar la vida humana, la dignidad de la persona, el cuidado de la salud del individuo y de la comunicad, son los deberes primordiales del médico. a. El médico debe cuidar con la misma conciencia y solicitud a todos los pacientes, sin distinción de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra circunstancia personal o social. b. La principal lealtad del médico es la que se debe a sus pacientes y la salud de estos ha de anteponerse a cualquier otra conveniencia. c. El médico nunca perjudicará intencionalmente al enfermo ni le atenderá de manera negligente. Evitará cualquier demora injustificada en su asistencia. Todo médico, cualquiera que sea su especialidad o modalidad de su ejercicio debe prestar ayuda de urgencia al enfermo o al accidentado. En situaciones de catástrofes, epidemia o riesgo de muerte, el médico no puede abandonar a los enfermos salvo que fuere obligado a hacerlo por autoridad competente. Se presentará voluntariamente a colaborar en las tareas de auxilio. Así mismo, en el capítulo IV de dicho código 44 establece que El médico debe concentrar su atención en procurar la recuperación de la salud de sus pacientes, guardando el debido respeto tanto al cuerpo como a la dignidad de los mismos. El médico sólo compromete su asistencia diligente con apego a su ciencia y conciencia. No se compromete, ni puede comprometerse a curar, ni siquiera a ofrecer un resultado preciso. Un ofrecimiento de este tipo le está prohibido al médico La asistencia médica exige una plena relación de confianza entre médico y enfermo. Ello presupone el respeto al derecho del paciente de elegir o cambiar de médico o de centro hospitalaria. El médico ha de facilitar el ejercicio de este derecho, tomando en cuenta las previsiones y necesidades que el caso amerite. Los pacientes tienen derecho a recibir información sobre el diagnóstico, pronóstico y posibilidades terapéuticas de su enfermedad y el médico debe esforzarse por facilitársela con las palabras más adecuadas. Cuando el médico acepta atender a un paciente, se compromete a asegurarle la continuidad de sus servicios, que podrá suspender si llegara al convencimiento de no existir hacia él la necesaria confianza y/o disposición a seguir sus indicaciones. Advertirá entonces de ello al paciente y/o a sus familiares, y facilitará que otro médico, al cual transmitirá la información oportuna, se haga cargo del caso. El acto médico quedará registrado en la correspondiente historia o ficha clínica. El médico tiene el deber, y también el derecho de redactarla. 43 44 Artículo 4, Código Deontológico, El Comportamiento Ético del Médico, Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala. Artículos 26-42, Código Deontológico, El Comportamiento Ético del Médico, Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala. 31 La eutanasia no le está permitida en ningún caso al médico y mucho menos bajo consideraciones tan poco precisas como “el evitar más sufrimiento al enfermo o el derecho a una muerte digna.” Por otra parte, los médicos y cirujanos por imperativo constitucional deben pertenecer al Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala, y respecto del comportamiento ético del médico y cirujano, en los Estatutos del Colegio en mención45, se establece lo siguiente: El Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala, es una asociación gremial de Médicos y Cirujanos no lucrativa, apolítica, con personalidad jurídica y patrimonio propio. Funciona de conformidad a: a) Ley de Colegiación Profesional Obligatoria, b) Los presentes estatutos y c) Los reglamentos respectivos. Tiene por finalidad la superación moral, científica, técnica, cultural, económica y material de sus asociados así como el control del ejercicio profesional médico. Sus fines principales son: a. Promover, vigilar y defender el ejercicio decoroso de la profesión médica en todos los aspectos, propiciando y conservando la disciplina y la solidaridad entre sus miembros. b. Promover el mejoramiento cultural y científico de los profesionales médicos. c. Distinguir a aquellos colegiados profesionales médicos que por sus méritos profesionales y de servicio a la colectividad sean acreedores a la máxima condecoración o distinción del Colegio. d. Promover y vigilar el ejercicio ético y eficiente de la profesión médica en beneficio de la colectividad. e. Velar por la defensa y protección de los intereses de los profesionales médicos que se acojan a la protección del Colegio, por haber sido perjudicados en el ejercicio de la profesión o estar amenazados de serlo, adoptando aquellas medidas que se crean convenientes. Defender y proteger el ejercicio profesional universitario y combatir el empirismo. f. Promover el bienestar de sus agremiados mediante el establecimiento de fondos de prestaciones, contratación de seguros y otros medios que se consideren convenientes. g. Gestionar y promover ante los poderes públicos las leyes y reformas legislativas, que se consideren beneficiosas. h. Velar por la apoliticidad del Colegio y que se mantenga el carácter laico. i. Auxiliar a la administración pública en el cumplimiento de las disposiciones legales que se relacionan con la profesión. Resolver consultas y rendir los informes que soliciten entidades o funcionarios oficiales en materia de su competencia. j. Resolver consultas y rendir los informes que le sean solicitados por personas o entidades privadas en materia de su competencia. 45 Artículos 1 y 4, Estatuto del Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala. 32 k. Contribuir al fortalecimiento de la autonomía de la Universidad de San Carlos de Guatemala y al cumplimiento de los fines y objetivos de todas las Universidades del país. l. Elegir a los representantes del Colegio de Médicos y Cirujanos al Consejo Superior Universitario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Junta Directiva de la Facultad de la misma, a los miembros que integran el Cuerpo Electoral Universitario, así como a quienes deban representarlo en otros cargos y funciones de conformidad con las leyes y reglamentos respectivos. m. Mantener el principio constitucional de la libre emisión del pensamiento, y del derecho de ser informado, debiendo tener especial cuidado en que los mismos no sean menoscabados, vulnerados ni tergiversados bajo cualquier forma. n. Participar en el estudio y solución de los problemas nacionales y propiciar el mejoramiento integral de los guatemaltecos, principalmente en el campo de la salud. o. Promover la organización y mejoramiento de otras asociaciones y agrupaciones afines, siempre que no contravengan los principios contenidos en los presentes estatutos. Para cumplir con los fines del Colegio en los diferentes órganos del mismo, se deberán planificar, impulsar y ejecutar las funciones básicas siguientes: a. Contribuir por todos los medios adecuados, al desarrollo y progreso de la medicina, orientándola por los nuevos cánones de su función social. b. Cooperar en la vigilancia, prevención, protección y mejoramiento de la salud individual y colectiva. c. Mantener relaciones con organizaciones médicas extranjeras de prestigio, a fin de ofrecer y recibir las nuevas adquisiciones de la ciencia médica. d. Sostener estrechas relaciones con las profesiones afines y auxiliares de la medicina y con los Colegios Profesionales. e. Colaborar al progreso científico y perfeccionamiento integral de los estudios de medicina, de acuerdo con las facultades de Ciencias Médicas de las Universidades del país. f. Procurar la unificación de planes de estudio de Medicina en Centroamérica. g. Defender el libre ejercicio de la profesión médica. h. Practicar defensa gremial, efectuando la defensa individual de casos y la obtención de condiciones colectivas de trabajo, que se adecuen a la situación socio- económica del profesional de la medicina. i. Fomentar y desarrollar el sistema de protección y asistencia que sea más adecuado y que permita sobrellevar el trastorno socioeconómico provocado por la incapacidad temporal o definitiva y la ausencia del colegiado conforme a reglamentos que para el efecto se autoricen. 33 CAPÍTULO III RESPONSABILIDAD PENAL DEL MÉDICO Y CIRUJANO 3.1 DEFINICIÓN Es el sometimiento del profesional de la medicina al cumplimiento de las consecuencias del delito, únicamente porque puede emanar de la existencia de la culpabilidad en el ejercicio de su profesión, pudiendo y debiendo actuar en forma distinta. La responsabilidad en sí lleva la idea que impone una obligación como consecuencia de un actuar en forma antijurídica, siendo la conducta o proceder reprochable, lo que lleva a tener, a exigir como presupuesto la existencia de la culpabilidad en el ejercicio médico. Mientras el médico y cirujano actúe con diligencia, celo, con desvelo en la ejecución o desempeño de sus actos profesionales, resulta injusto someterlo a una disminución de sus derechos como un hecho o acto cuyo resultado no puede indicársele como suyo. En el ámbito de estos errores individualmente evitables, la responsabilidad penal se limita a lo que hubiera sido evitable, si se hubiese llevado a cabo una planificación correcta. Existe pues el deber, la obligación de obrar de manera que no se perjudique o que se lesione a la persona, aunque sea por ligereza, imprudencia, negligencia, impericia o inobservancia de normas. Quien desprecie este deber de profesional y de caridad, es moralmente reprensible y jurídicamente imputable. Tras haber hecho referencias a los elementos positivos del delito como un presupuesto común a todas las figuras delictivas, diremos que la acción es una manifestación de la conducta humana consciente o inconsciente algunas veces positiva o algunas veces negativa que causan una modificación en el mundo exterior (mediante un movimiento corporal o mediante su omisión) y que está prevista en la ley. También diremos que la culpabilidad es un elemento positivo del delito cuya función está íntimamente relacionada con el protagonista del crimen, toda vez que se refiere a la voluntad del agente para la realización del acto delictivo. De ahí que para poder juzgar una conducta humana, como ilícita en el campo penal, es menester que además de ser típica y contraria al ordenamiento jurídico, debe ser reprochable o culpable. La culpabilidad radica pues, en la manifestación de voluntad del sujeto activo de la infracción penal que puede tornarse dolosa o bien culposa, dependiendo de la intención deliberada de cometer el delito o bien de la omisión del delito por negligencia, imprudencia o impericia, que es el caso del profesional de la medicina. Conociendo con propiedad estos elementos del delito, diremos que la responsabilidad del médico desde el punto de vista penal siempre será culposa, porque siempre será como resultado de un actuar dentro de lo lícito, jamás dentro de lo antijurídico. Ejemplo de esto es el caso en que se cuestiona el médico si actuó con ignorancia que debía haber vencido, si actuó con error que está obligado a superar o con inhabilidad que le impedía actuar. 33 34 3.2 ANTECEDENTES En el artículo 82 de la Constitución Política de la República de Guatemala se regula lo referente a la creación de las universidades, estableciendo que corresponde exclusivamente a la Universidad de San Carlos de Guatemala dirigir, organizar y desarrollar la educación superior del Estado y la educación profesional universitaria estatal; atribución que también le es conferida a las Universidades privadas, según el artículo 85 de dicho cuerpo legal. Es decir, existe la normativa que fundamenta la educación superior y formación profesional del Médico y Cirujano quien debe apegarse estrictamente a la ley Constitucional y demás leyes ordinarias y reglamentarias. De lo anterior diremos que el profesional de la Medicina por imperativo legal debe pertenecer al Colegio profesional respectivo, según lo establece el artículo 90 de la Carta Magna y apegarse a los estatutos del Colegio de Médicos y Cirujanos, cuya misión es promover, vigilar y defender el ejercicio ético y eficiente de la profesión de todas y todos los colegiados, contribuir a la solución de los problemas nacionales en el campo de la salud y promover el desarrollo integral y solidario de todos los agremiados; así mismo el Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala tiene la visión de ser una institución relevante en la definición de políticas y estrategias en el Sistema Nacional de Salud y Seguridad Social, regulando, promoviendo y defendiendo la práctica de la profesión médica y de otras profesiones integrantes de la institución; en beneficio de los colegiados y de la sociedad guatemalteca. En el artículo 1º. de los Estatutos del Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala se establece que el Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala, es una asociación gremial de Médicos y Cirujanos no lucrativa, apolítica, con personalidad jurídica y patrimonio propio. Funciona de conformidad a la Ley de Colegiación Profesional Obligatoria, sus estatutos y los reglamentos respectivos; teniendo por finalidad la superación moral, científica, técnica, cultural, económica y material de sus asociados así como el control del ejercicio profesional médico. Se estima que el médico como profesional, tiene el deber fundamental de poner al servicio de la humanidad sus conocimientos Técnico-Científicos y abstenerse de prácticas que comprometan la salud de las personas; con el fin de mantenerse al día en sus conocimientos para beneficio de los pacientes, tal y como lo tratan los estudiosos de la culpabilidad en el Derecho Penal. Es menester darnos cuenta que así lo realiza y que su fin primordial cada día y a cada momento es hacer un bien en las personas y no un mal o causarles daños; pues a lo largo de sus estudios y preparación como profesional para ejercer el arte de curar, se debe concientizar y humanizar de tal manera con el objeto de ofrecer la recuperación de la salud del individuo y en otros casos para efectuar procedimientos médico-quirúrgicos cuyo único objetivo es lograr la recuperación de la salud física perdida por el paciente y por ende el bienestar de él y satisfacción de su familia. Tenemos que en el ordenamiento jurídico contenido en la Constitución Política de la República de Guatemala, códigos internacionales, leyes ordinarias y reglamentos, se determinan las directrices fundamentales para los fines antes referidos, en vista de que el 35 Médico y Cirujano, al asumir una actitud en determinado momento, cuando está ejerciendo la profesión y es negligente, imprudente o inexperto estará cometiendo un hecho ilícito con resultados negativos o desastrosos, adquiriendo una responsabilidad penal que tendrá que resolver y atender en los tribunales de justicia. Analizando la responsabilidad penal del Médico y Cirujano en el ejercicio de la profesión, establecemos que todos sus procedimientos deben ser lícitos, positivos; enmarcados en las directrices legales, sociales, profesionales y humanas emanadas del Poder Soberano, manifiestas en los servicios de salud públicos, que son prestados por profesionales de la salud cuyos principios y conocimientos los han adquirido de Universidades, Colegios Profesionales, Procuraduría de Derechos Humanos, entre otros. 3.3 EL EJERCICIO DE LA PROFESIÓN MÉDICA El médico está obligado a prepararse concienzudamente para el buen desempeño de su cometido, siguiendo muy de cerca el avance de las ciencias médicas. Todos los médicos y cirujanos tienen la obligación de practicar los actos, hechos, procedimientos y diligencias propios de su profesión con el celo, esmero, prontitud y diligencia que la naturaleza que el caso exija y asimismo como la justicia lo requiera. La misma Constitución Política de la República de Guatemala reconoce que el goce de la salud es derecho fundamental del ser humano sin discriminación alguna y obliga al Estado a velar por la misma, desarrollando a través de sus instituciones acciones de prevención, promoción, recuperación y rehabilitación, a fin de procurarles a los habitantes el más completo bienestar físico, mental y social, reconociendo, asimismo que la salud de los habitantes de la Nación es un bien público. Todos los habitantes tienen, en relación con su salud, derecho al respeto a su persona, dignidad humana e intimidad, secreto profesional y a ser informados en términos comprensibles sobre los riesgos relacionados con la pérdida de la salud y la enfermedad y los servicios a los cuales tienen derecho. En el Código de Salud, Decreto 90-97 del Congreso de la República, se establece: “Solo podrán ejercer las profesiones relacionadas con la salud, quienes posean el título correspondiente o la incorporación de la Universidad de San Carlos de Guatemala y sean colegiados activos, para el caso de profesiones universitarias. El Ministerio de Salud llevará un registro de dichos profesionales. El Código Deontológico establece: Ejercer decorosamente la profesión, rodeándola de prestigio, consideración y respeto que amerita la misión científica, moral y social del médico, sobreponiendo siempre la salud y el bienestar de los enfermos a cualquier otro interés. El respeto a la persona humana y su vida, es la esencia de los ideales médicos, es el tributo de nuestro arte y nuestra ciencia a la cultura y a la civilización. El médico como protector del hombre sano o enfermo no debe establecer diferencias de índole religiosa, política, social, económica o racial. 36 3.4 TRATAMIENTO MÉDICO QUIRÚRGICO Se ha discutido grandemente el fundamento de la impunidad de aquellos actos cuya apariencia exterior es una lesión corporal o al menos una intervención en el organismo ajeno, ejecutados por médicos, con propósitos curativos o con fines diagnósticos o de embellecimiento. Para comprender mejor esta cuestión, consideraremos algunas teorías. a) Exclusiones del Concepto de atentado corporal: Esta doctrina de Stoos dice que la voluntad de curar excluye la intención de producir lesiones porque el tratamiento curativo es objetivamente, cosa bien distinta del daño a la salud y de las lesiones y malos tratos. b) Derecho profesional del médico: LEGÍTIMO EJERCICIO DE UN DERECHO. El fin de cumplir un deber profesional, que excluye toda idea de dolo sirve a otros escritores para fundamentar la justificación del tratamiento médico quirúrgico. c) Consentimiento del paciente: Los tribunales alemanes han sostenido en varias sentencias que la causa de quedar impune la operación quirúrgica o el tratamiento médico, depende del consentimiento del enfermo. En Francia sostienen ese mismo criterio. d) Fin reconocido por el Estado: El tratamiento médico quirúrgico se justifica porque persigue un objetivo de salud como fin públicamente reconocido constitucionalmente. El médico al operar ejerce su profesión y solo sería punible el tratamiento arbitrario. El médico no lesiona ni mata, sino opera, salvo el caso de que la muerte del intervenido se causa por impericia, negligencia o imprudencia. El Código Español y el nuestro establecen que no es punible el que obra en el ejercicio legítimo de un oficio o profesión. 3.5 BIEN JURÍDICO TUTELADO El Ius Puniendi es una facultad que corresponde única y exclusivamente al Estado que como ente soberano debidamente organizado, tiende a la protección de ciertos valores que son indispensables para el desarrollo y la convivencia social; cuando esa serie de valores humanos, materiales y morales son elevados a categoría jurídica por parte del órgano estatal destinado para ello (Organismo Legislativo), es cuando trascienden en el Derecho Penal como bienes o intereses jurídicamente protegidos o tutelados por el Estado, encontrando cada uno de ellos, acomodo en cada una de las figuras de delito que encierran todos los códigos penales, por tal razón reciben el nombre de Bien Jurídico Tutelado en el delito que doctrinariamente se conoce como el objeto jurídico, o el objeto de ataque en el delito. 46 La importancia del bien jurídico tutelado, radica fundamentalmente en que sirve de base para la constitución de las figuras delictivas, ya que si ésta falta, el bien jurídico tutelado o protegido, se podría decir que no existe. La lesión de los intereses del hombre y la 46 De León Velasco y De Mata Vela. Derecho Penal. Pág. 225. 37 sociedad, derivados de la conducta humana, por reprochable que sea, ninguna consecuencia penal trae el derecho punitivo no ha tomado bajo su tutela el interés afectado. El bien jurídico tutelado o bien jurídicamente protegido, es la vida y la integridad de la persona y sobre el mismo bien debe elevarse a categoría jurídica al organismo respectivo para su protección. 3.6 GRADO DE PARTICIPACIÓN Y ELEMENTO SUBJETIVO DEL TIPO PENAL La participación es la intervención personal y directa en la comisión de un hecho delictivo, aseveración que abarca a todos los protagonistas y colaboradores en las diferentes infracciones penales, tales como autores materiales, inductores, instigadores, cómplices, cooperadores, auxiliadores y encubridores. Por otra parte el encuadramiento de la conducta realizada por la persona supone el aspecto subjetivo, en el presente caso de estudio sería la realización de una mala práctica médica que ocasiona un resultado dañoso. Según lo establece el artículo 35 del Código Penal, la responsabilidad de los sujetos en las infracciones penales, está determinada en dos categorías de participación: La autoría y la complicidad: “Son responsables penalmente del delito, los autores y los cómplices. De las faltas solo son responsables los autores”. A) AUTOR DEL DELITO: Es aquel que toma parte directa en la determinación de la acción u omisión, forza, induce o se concerta o ejecuta un delito; o simplemente, tal comisión se realiza sin su presencia. B) CÓMPLICE DEL DELITO: Doctrinariamente se conoce como cómplice, “el que sin ser autor, coopera a la ejecución de un hecho delictivo por actos anteriores o simultáneos”.47 Como puede apreciarse la actitud del cómplice se puede considerar como accesoria, secundaria en la comisión del delito y como requisito que el delito sea cometido por otra persona. En base a lo anterior podemos indicar que los cómplices son aquellos que auxilian a los autores procurándole medios o formas para la comisión del delito, algo más debe existir la intención de ser cómplices y para el efecto transcribo lo que preceptúa el artículo 37 del Código Penal. “Son cómplices. 1º. Quienes animaren o alentaren a otro en su resolución de cometer el delito. 2º. Quienes prometieren su ayuda o cooperación para después de cometido el delito. 3º. Quienes proporcionaren informe o suministraren medios adecuados para realizar el delito. 4º. Quienes sirvieren de enlace o actuaren como intermediarios entre los partícipes para obtener la concurrencia de éstos en el delito. Por otra parte en el artículo 12 del Código Penal, se establecen los aspectos que se deben tomar en cuenta para considerar que el médico y cirujano ocasiona un resultado 47 Cabanellas G. Diccionario de Derecho Usual. Pág. 180. 38 dañoso por culpa, y al respecto, el artículo en mención regula que “…el delito es culposo cuando con ocasión de acciones u omisiones lícitas, se causa un mal por imprudencia, negligencia o impericia”; es decir, obrar sin la diligencia debida, faltar a un deber de cuidado que da el resultado dañoso en el paciente. 3.7 REGULACIÓN LEGAL DE LA RESPONSABILIDAD MÉDICA Desde un principio ha existido la regulación legal, hay normas que regulan el comportamiento de las personas y como profesionales que ejercen la actividad de curar y velar por la salud y la vida de las personas. A) DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS La Declaración Universal de Derechos Humanos en un ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse con el fin de que todos los individuos e instituciones, inspirándose en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respecto a éstos derechos y libertades. “Artículo 1. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. Artículo 3. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. Artículo 25. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad”. 48 Como podemos apreciar, la salud y la atención médica es un derecho humano que tiene por objeto proteger la existencia y la integridad física, psíquica y moral del ser humano. B) CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA “Artículo 93. DERECHO A LA SALUD. El goce de la salud es derecho fundamental del ser humano, sin discriminación alguna. Artículo 94. OBLIGACIÓN DEL ESTADO, SOBRE SALUD Y ASISTENCIA SOCIAL. El Estado velará por la salud y la asistencia social de todos los habitantes. Desarrollará, a través de sus instituciones, acciones de prevención, promoción, recuperación, rehabilitación, coordinación y las complementarias pertinentes a fin de procurarles el más completo bienestar físico, mental y social. 48 http://www.un.org/es/documents/udhr/ 39 Artículo 95. LA SALUD, BIEN PÚBLICO. La salud de los habitantes de la Nación es un bien público. Todas las personas e instituciones están obligadas a velar por su conservación y restablecimiento. Artículo 100. SEGURIDAD SOCIAL. El Estado reconoce y garantiza el derecho a la seguridad social para beneficio de los habitantes de la Nación. Su régimen se instituye como función pública, en forma nacional, unitaria y obligatoria. El Estado, los empleadores y los trabajadores cubiertos por el régimen, con la única excepción de lo preceptuado por el Artículo 88 de esta Constitución, tiene obligación de contribuir a financiar dicho régimen y derecho a participar en su dirección, procurando su mejoramiento progresivo. La aplicación del régimen de seguridad social corresponde al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, que es una entidad autónoma con personalidad jurídica, patrimonio y funciones propias; goza de exoneración total de impuestos, contribuciones y arbitrios, establecidos o por establecerse. El Instituto Guatemalteco de Seguridad Social debe participar con las instituciones de salud en forma coordinada”. 49 La Constitución Política de la República de Guatemala organiza al Estado para proteger a la persona y a la familia, para alcanzar el fin supremo en la realización del bien común y le asigna, los deberes de garantizarle a los habitantes, la vida, la seguridad y el desarrollo integral de la persona. La Constitución Política de la República de Guatemala reconoce que el goce de la salud es Derecho fundamental del ser humano sin discriminación alguna, y obliga al Estado a velar por la misma, desarrollando a través de sus instituciones, acciones de prevención, promoción, recuperación y rehabilitación, a fin de procurarles a los habitantes el más completo bienestar físico, mental y social, reconociendo así mismo, que la salud de los habitantes de la Nación es un bien público. Para el logro de tales fines se hace necesaria la estructuración de políticas coherentes de Estado en materia de Salud, que garanticen la participación de todos los guatemaltecos en la búsqueda de la salud, sobre la base de las estrategias de descentralización y desconcentración de los programas y servicios, en participación social, promovida en base a los principios de equidad, solidaridad y subsidiariedad. C) LEY DEL ORGANISMO EJECUTIVO “…Al Ministerio de Salud Pública y asistencia Social le corresponde formular las políticas y hacer cumplir el régimen jurídico relativo a la salud preventiva y curativa y a las acciones de protección, promoción, recuperación y rehabilitación de la salud física y mental de los habitantes del país y a la preservación higiénica del medio ambiente; a la orientación y coordinación de la cooperación técnica y financiera en salud y a velar por el cumplimiento de los tratados y convenios internacionales relacionados con la salud en casos de emergencias 49 http://www.mintrabajo.gob.gt/index.php/leyes-y-convenios/leyes-constitucionales/52-constitucion-politica-de-guatemala.html 40 por epidemias y desastres naturales, y, a dirigir en forma descentralizada el sistema de capacitación y formación de los recursos humanos del sector salud…” 50 Por lo anterior, se establece que el Estado, en cumplimiento de su obligación de velar por la salud de los habitantes, desarrollará a través del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, en coordinación con las instituciones estatales centralizadas, descentralizadas y autónomas, comunidades organizadas y privadas, acciones de promoción, prevención, recuperación y rehabilitación de la salud. Este también garantizará la prestación de servicios gratuitos a aquellas personas y sus familiares, cuyo ingreso personal no les permita costear parte o la totalidad de los servicios de salud prestados. D) CÓDIGO DE SALUD “Del Derecho a la Salud. Todos los habitantes de la República tienen derecho a la prevención, promoción, recuperación y rehabilitación de su salud, sin discriminación alguna. Información sobre salud y servicios. Todos los habitantes tienen, en relación con su salud, derecho al respeto a su persona, dignidad humana e intimidad, secreto profesional ya ser informados en términos comprensibles sobre los riesgos relacionados con la pérdida de la salud y la enfermedad y los servicios a los cuales tienen derecho. Definición del Sector Salud. Se entiende por Sector Salud al conjunto de organismos e instituciones públicas centralizadas y descentralizadas, autónomas, semiautónomas, municipalidades, instituciones privadas, organizaciones no gubernamentales y comunitarias cuya competencia u objeto es la administración de acciones de salud, incluyendo los que se dediquen a la investigación, la educación, la formación y la capacitación del recurso humano en materia de salud y la educación en salud a nivel de la comunidad. Funciones y responsabilidades del sector. Las instituciones que conforman el sector tienen las funciones y responsabilidades siguientes: a) El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, que en lo sucesivo y para propósito de éste Código se denominara el Ministerio de Salud, tiene a su cargo la rectoría del Sector Salud, entendida esta rectoría como la conducción, regulación. vigilancia, coordinación y evaluación de las acciones e instituciones de salud a nivel nacional. El Ministerio de Salud tendrá, asimismo, la función de formular, organizar, dirigir la ejecución de las políticas, planes, programas y proyectos para la entrega de servicios de salud a la población. Para cumplir con las funciones anteriores, el Ministerio de Salud tendrá las más amplias facultades para ejercer todos los actos y dictar todas las medidas que conforme a las leyes, reglamentos y demás disposiciones del servicio, compelen al ejercicio de su función. b) El Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, en lo que respecta a las acciones de Salud que desarrolla dentro del régimen de seguridad social del país, según sus leyes y reglamentos propios. En coordinación con el Ministerio de Salud en lo atinente a salud realizará programas de prevención y recuperación de la salud, incluyendo atención materno infantil y prevención y atención de Accidentes. 50 Artículo 39 de la Ley del Organismo Ejecutivo. 41 Ejercicio y registro de las profesiones universitarias. Sólo podrán ejercer las profesiones relacionadas con la salud, quienes posean el título correspondiente o la incorporación respectiva de la Universidad de San Carlos de Guatemala, y sean colegiados activos, para el caso de las profesiones universitarias. El Ministerio de Salud llevará un registro de dichos profesionales…”. 51 E) LEY DE COLEGIACIÓN PROFESIONAL OBLIGATORIA La colegiación de los profesionales universitarios es obligatoria y tendrá por fines la superación moral, científica, técnica y material de las profesiones universitarias y el control de su ejercicio; esto se establece en la carta magna. Respecto a lo anterior la ley específica establece: “La colegiación de los profesionales universitarios es obligatoria, tal como lo establece la Constitución Política de la República y tiene por fines la superación moral, científica, técnica, cultural, económica y material de las profesiones universitarias y el control de su ejercicio, de conformidad con las normas de esta ley. Se entiende por colegiación la asociación de graduados universitarios de profesiones afines, en entidades gremiales, de conformidad con las disposiciones de esta ley…”. 52 Acá podemos señalar que se comete el delito de Usurpación de Calidad por no estar colegiado activo; por lo que debe estar el médico y cirujano debidamente colegiado. También estará cometiendo el delito de Incumplimiento de Deberes, pues su función acarrea, como funcionario público dicha obligación. “Para el ejercicio de las profesiones universitarias es imprescindible tener la calidad de colegiado activo. Toda persona individual o jurídica, pública o privada que requiera y contrate los servicios de profesionales que de conformidad con esta ley, deben ser colegiados activos, quedan obligadas a exigirles que acrediten tal extremo… Se entiende por colegiado activo, la persona que, siendo profesional universitario cumpla los requisitos siguientes: Haber satisfecho las normas de inscripción y registro establecidas en los Estatutos y Reglamentos del colegio respectivo; No estar sujeto a sanción por resolución de autoridad judicial competente, que lo inhabilite para el ejercicio legal de su profesión; Estar solvente en el pago del impuesto sobre el ejercicio de las profesiones universitarias, impuestos gremiales, cuotas de colegiación provisionales, tanto ordinarias como extraordinarias, de acuerdo con lo que estipulado en los Estatutos y los Reglamentos del colegio respectivo…” 53 51 Artículos 1 al 9 y 193 del Código de Salud Artículo 1 del Decreto 72-2001 del Congreso de la República de Guatemala. 53 Artículo 5 del Decreto 72-2001 del Congreso de la República de Guatemala. 52 42 F) CÓDIGO PENAL El Código Penal regula los delitos, y como cuerpo legal, se ha extraído los ilícitos penales los cuales se consideran que puede cometer el profesional de la medicina, haciendo las citas legales y al final un análisis legal y médico de los mismos, veamos. Artículo 127. (Homicidio culposo). Al autor de homicidio culposo se le sancionará con prisión de dos a cinco años. Cuando el hecho causare, además, lesiones a otras personas o resultare la muerte de varias, la sanción será de tres a ocho años de prisión. La causa de la muerte natural puede llamarse a una enfermedad o la acción de los años; causa de muerte violenta es todo factor extraño a la enfermedad o distinto de ella que haya originado la muerte de manera súbita, accidental o culposa. En las muertes violentas interviene el dolo, la culpa, el accidente o el suicidio. Hay culpa cuando la muerte se ocasiona sin intención, pero ocurre por imprudencia, negligencia, impericia o inobservancia de leyes o reglamentos previsores. Tal es el caso del médico que teniendo la obligación de observar un protocolo para tratar alguna enfermedad o realizar un proceso quirúrgico, no lo observa y produce daño. Hay accidentes cuando la muerte sobreviene de manera súbita y fortuita, por causa exterior, pero sin culpa de nadie. En este aspecto concluimos en que el médico puede ocasionar la muerte o lesiones en su paciente, por imprudencia, negligencia o impericia, por lo que debe tomar en consideración estas situaciones que lo hacen vulnerable y que lo conducen quiérase o no a enfrentar la responsabilidad penal. El Código Penal establece, “comete homicidio quien diere muerte a alguna persona…”. 54 Si analizamos lo anterior, podemos determinar, que el Código Penal establece “dar muerte” no dice bajo qué circunstancias, ni causas, por lo que si a consecuencia de un tratamiento médico o por una intervención quirúrgica, fallece una persona, el médico está sujeto a ser sindicado del delito de Homicidio Culposo. Teniendo que demostrar que la muerte se debió a alguna de las causas eximentes ya mencionadas para solventar su situación jurídica. Artículo 135. (Aborto con o sin consentimiento). Quien, de propósito causare un aborto, será sancionado: 1. con prisión de uno a tres años, si la mujer lo consistiere; 2. con prisión de tres a seis años, si obrare sin consentimiento de la mujer. Si se hubiere empleado violencia amenaza o engaño, la pena será de cuatro a ocho años de prisión. Artículo 136. (Aborto calificado). Si a consecuencia del aborto consentido o de las maniobras abortivas consentidas, resulta la muerte de la mujer, el responsable será sancionado con prisión de tres a ocho años si se tratare de aborto o maniobra abortiva 54 Artículo 123 del Código Penal. 43 efectuados sin consentimiento de la mujer y sobre viniere la muerte de ésta, el responsable será sancionado con prisión de cuatro a doce años. Artículo 140. (Agravación específica). El médico que, abusando de su profesión causare el aborto o cooperare en él, será sancionado con las peñas señaladas en el Artículo 135, con multa de quinientos a tres mil quetzales, con inhabilitación para el ejercicio de su profesión de dos a cinco años. Iguales sanciones se aplicarán en su caso, a los practicantes o personas con título sanitario (comadronas), sin perjuicio de lo relativo al concurso de delitos. En medicina se da el nombre de aborto a la expulsión de un feto no viable, es decir que no haya llegado a las veintiocho semanas de evolución intrauterina. Si la expulsión sucede después de ese período, pero antes del tiempo fisiológico, ya no es aborto, sino que se trata de un parto prematuro y si se le da muerte en esas condiciones, existe infanticidio. Se estudian tres clases de aborto: El espontáneo, el terapéutico y el criminal: El aborto espontáneo es el que se viene sin intervención de nadie, por enfermedad de la madre o del feto; este aborto no es punible y se agrega el accidental el cual se produce cuando la mujer sufre, por casualidad un traumatismo (caída). El aborto terapéutico es el que el médico se ve obligado a provocar para salvar la vida de la madre, la cual está amenazada por el embarazo. Tal como ocurre cuando el feto ha muerto en el claustro materno o cuando hay una toxemia gravídica, es decir un embarazo que se vuelve sumamente tóxico para la embarazada. En presencia de alguna de las indicaciones del aborto terapéutico, se recomienda que el médico se acompañe de opinión de otro colega, para salvar su responsabilidad y eximirse de la medida legal que castiga al médico que abusando de su profesión causare el aborto. En nuestro país el aborto criminal es delito impune en una enorme proporción de casos, no tanto por indulgencia legislativa, sino por el poco interés que hay para perseguirlo y castigarlo. El aborto trae consigo, en efecto, serias consecuencias, algunas de las cuales son naturales y obligadas, mientras otras dependen de la clase de maniobras que se haya empleado y son verdaderos índices de delito. Las más importantes entre esas consecuencias son: Las hemorragias, las infecciones y las lesiones de los órganos genitales. En conclusión decimos que legalmente el aborto es punible, cuyas consecuencias jurídicas pueden llegar a ser nefastas para la reputación legal y profesional del médico y cirujano. DELITO DE LESIONES Artículo 144. (Concepto). Comete delito de lesiones quien; sin intención de matar, causare a otro daño en el cuerpo o en la mente. Artículo 145. (Lesiones especificas). Quien, de propósito castrare o esterilizare, dejare ciego o mutilare a otra persona, será sancionado con prisión de cinco a doce años. 44 Artículo 146. (Lesiones gravísimas). Quien causare a otro lesión gravísima será sancionado con prisión de tres a diez años Es lesión gravísima la que produjere alguno de los resultados siguientes: 1. Enfermedad mental o corporal cierta o probablemente incurable; 2. Inutilidad permanente para el trabajo; 3. Pérdida de un miembro principal o de su uso de la palabra; 4. Pérdida de un órgano o de un sentido; 5. Incapacidad para engendrar o concebir. Artículo 147. (Lesiones graves). Quien causare a otro lesión grave, será sancionado con prisión de dos a ocho años. Es lesión grave la que produjere alguno de los resultados siguientes: 1. Debilitación permanente de la función de un órgano, de un miembro principal o de un sentido; 2. Anormalidad permanente en el uso de la palabra; 3. Incapacidad para el trabajo por más de un mes; 4. Deformación permanente del rostro. Artículo 148. (Lesiones leves). Quien causare a otro lesión leve, será sancionado con prisión de seis meses a tres años. Es lesión leve la que produjere en el ofendido alguno de los siguientes resultados: 1. Enfermedad o incapacidad para el trabajo por más de diez días, sin exceder de treinta; 2. Pérdida e inutilización de un miembro no principal; 3. Cicatriz visible y permanente en el rostro. Artículo 150. (Lesiones culposas). Quien causare lesiones por culpa, aun cuando sean varias las víctimas del mismo hecho, será sancionado con prisión de tres meses a dos años. Si el delito culposo de lesiones fuere ejecutado al manejar vehículo en estado de ebriedad o bajo efecto de drogas o fármacos que afecten la personalidad del conductor o en situación que menoscabe o reduzca su capacidad mental, volitiva o física, se impondrá al responsable, además, una multa de trescientos a tres mil quetzales. Si el hecho se causare por piloto de transporte colectivo, la pena respectiva se aumentará en una tercera parte. Comentario: Los traumatismos mecánicos, a los que se da el nombre de heridas, cuando hay pérdida de sustancia o solución de continuidad en el tegumento externo, son lesiones corporales, causadas por un arma, o por un objeto cualquiera usado como arma. Las lesiones graves se aprecian de distinto modo según que, a causa de ellas, quede el ofendido con enfermedad que le imposibilite trabajar, impotente o ciego o mudo. Las discusiones y dificultades de interpretación que se originan en este modo de apreciar los hechos se subsanarían si, a ejemplo de códigos más modernos, el nuestro colocara en un solo capítulo todas las heridas fijando un grado de máxima gravedad para los casos en que de resultas de las lesiones sobreviniere la muerte; pero cerrando la puerta a esas discusiones sobre consecuencias teóricas o abstractas o especulativas, de las heridas, 45 para no aceptar sino las consecuencias reales y verdaderas de lo que ocurrió concretamente. A manera de ilustración podemos mencionar que las heridas mortales pueden ser de dos clases: De causa directa o de causa indirecta. En las primeras la muerte es debida a alguno de los tres motivos siguientes: a) Lesión de un órgano indispensable para la vida: Las lesiones bastante extensas del cerebro, del corazón o de los pulmones, así como las que estén muy próximas a esos órganos y por algún motivo (compresión, embolia u obstrucción de los vasos sanguíneos) pueden suprimir su funcionamiento dan origen a la muerte. En el caso de las lesiones que matan indirectamente están aquellas que dan origen a un proceso patológico grave, pero sin conexión necesaria y fatal con la lesión traumática, sino ocasional o, quizás, evocando y reavivando alguna enfermedad preexistente, de resultas de la cual el individuo sucumbe tardíamente. b) Hemorragia: Las hemorragias mortales no siempre necesitan ser muy abundantes. Algunas causan la muerte, no obstante ser relativamente escasas cuando por ejemplo, la sangre derramada se acumula en el interior del saco pericárdico e imposibilita los movimientos del corazón, o se introduce en el interior de los órganos respiratorios, dando la muerte por hemorragia asfixiante, o se extiende sobre la superficie del encéfalo, originando los fenómenos de la compresión cerebral, o aun sin ser tan abundante que comprima, una pequeña hemorragia que destruye los centros nerviosos produciendo la muerte. En todos los casos la causa inicial de la muerte habrá sido un derrame de sangre; pero la causa determinante y decisiva habrá sido las alteraciones secundarias que ese derrame haya provocado. c) Shock traumático o choque traumático: Cuando no hay lesiones orgánicas ni hemorragias considerables que expliquen la rápida producción de la muerte consecutiva a un traumatismo, se puede determinar el shock traumático primario, que es una gravísima depresión del sistema neurovegetativo y endócrino, ocasionada por las violentas excitaciones que sufren las terminaciones nerviosas en la región traumatizada. El impulso anormal trasmitido a los centros nerviosos llega a ser tan intenso que inhibe (es decir paraliza) las funciones vitales y de ahí que la muerte ocurra en pocos minutos. Resulta conveniente dar algunos conceptos de lo que nuestro Código Penal regula como lesiones y que en el campo de la medicina se conocen como heridas. Atendiendo al medio empleado para ocasionarlas, las heridas se dividen en cortantes o incisas cuando las infiere un instrumento afilado que actúa por el filo; los cuchillos, navajas, tijeras y algunas veces los pedazos de vidrio u otros cuerpos bien afilados, dan lugar a las heridas cortantes. Heridas Corto contundentes: Cuando el arma no actúa exclusivamente por su filo, aplicado al cuerpo directamente, sino que cae desde cierta distancia y a la acción del filo 46 suma la del peso y la de la fuerza con que se hace caer, se produce la herida corto contundente, verbigracia, el sable, el hacha y principalmente el machete. Heridas Punzantes: Son ocasionadas con armas puntiagudas y sin filo, en la mayoría de los casos el punzón, la lezna, el compás, el estilete y el arma da origen a una herida lineal. Contusiones: Son heridas producidas por cuerpos pesados, que careciendo de punta o de filo para penetrar a través de la piel, ejercen una acción más o menos grave en virtud de su peso, de la violencia o del grado de presión con que se aplican sobre el cuerpo o de la resistencia que la oponen cuando es el cuerpo humano el que choca contra esos cuerpos. Excoriaciones: Cuando la lesión interesa la piel muy ligeramente, no haciendo más que rozarla, se produce una simple pérdida de la epidermis, quedando en descubierto la dermis que es su capa profunda. Equimosis: Es una contusión que no arranca la epidermis, pero comprime fuertemente la piel, da lugar a la ruptura de las arteriolas y capilares que corren debajo de ella. La sangre derramada, no pudiendo verterse al exterior, se acumula de tal modo que se le ve por transparencia, formando una mancha amoratada que es la equimosis. Deformidad y Desfiguración: La deformidad permanente, como secuela de un traumatismo, es una circunstancia que lo hace más grave, pero no debe confundirse con la “desfiguración”, ya que esta secuela que significa un cambio (desagradable) en el color, la forma y la expresión del semblante, tiene para el ofendido graves consecuencias sociales que casi nunca tienen las otras deformidades. De lo anterior, deducimos en primer lugar, que en la práctica médico forense de Guatemala pareciera que hay dificultad para entenderse sobre este particular, pero es porque los interesados en agrandar el daño percibido por la víctima, pretenden convertir en desfiguración cualquier cicatriz en la cara, aunque sea imperceptible, desviándose al hacerlo de un criterio universal que es mucho más circunscrito; y en segundo lugar, que en la mente del legislador, únicamente consideró que son lesiones graves, un sinnúmero de heridas que en justicia no lo son, y que debe sancionarse especialmente las lesiones casi mortales, los homicidios frustrados desde el punto de vista de la lesión traumática. 3.8 DEL DELITO CULPOSO 3.8.1 Generalidades Se entiende por culpa, el ejecutar un comportamiento, de acción u omisión, que llega a constituirse en un ilícito penal, pero sin la voluntad ni la intención de causar una consecuencia lesiva. En otras palabras, existe una inobservancia e infracción al deber de cuidado necesario impuesto por las normas. La culpa conlleva para el sujeto que incurre en ella, el deber incumplido o inobservado de haber prestado atención a su entorno, de haber anticipado las eventuales consecuencias de sus acciones u omisiones, y de haber determinado el modo de realizarlas 47 en función del riesgo que de ellas pudiese surgir, adoptando los resguardos necesarios para controlar o reducir el riesgo de daño para los bienes jurídicos. Por tanto, el necesario deber de cuidado que da lugar al surgimiento de la culpa, importa dos deberes insoslayables: un deber de previsión y un deber de precaución. El delito culposo, está contemplado en el Código Penal, el cual establece: "El delito es culposo cuando con ocasión de acciones u omisiones lícitas, se causa un mal por imprudencia, negligencia o impericia. Los hechos culposos son punibles en los casos expresamente determinados por la ley". 55 Por consiguiente, cuando se falta a un deber de cuidado por negligencia, imprudencia o impericia en el obrar de una persona, estamos en presencia de un delito culposo. 3.8.2 El acto y la obligación médica Según la Real Academia de la Lengua Española, la medicina “es la ciencia y arte de precaver y curar las enfermedades del cuerpo humano” 56 , por consiguiente, el acto médico será aquella actividad realizada por las personas, habilitadas legalmente, para prevenir, diagnosticar, tratar, y curar, las enfermedades del cuerpo humano, en la medida en que los conocimientos de su ciencia y los recursos humanos, científicos (medicamentos) y tecnológicos (instrumental) disponibles, así lo permitan. El acto médico tiene cuatro características principales que lo distinguen: La profesionalidad, sólo el profesional médico puede realizarlo. Ejecución típica, se refiere a que su ejecución debe ser de acuerdo a la Lex Artis, es decir, sujeta a las normas de excelencia y calidad imperantes en ese momento. Tener por objetivo la curación o rehabilitación del enfermo. Licitud, concordancia con las normas legales existentes. En el ejercicio del acto médico, el profesional de la medicina, se obliga a emplear todos sus conocimientos y medios suficientes y disponibles de su ciencia y arte con el propósito de precaver, diagnosticar, tratar y curar una determinada enfermedad. Por consiguiente, el médico contrae una obligación de medios para el propósito encomendado, y no una obligación de resultado, por tanto, el objeto de la responsabilidad médica es sólo una obligación de medios que contrae el facultativo. Esta obligación de medios, tiene lugar en las distintas etapas del acto médico, ya sea en la etapa de diagnóstico de la patología, como en la etapa de tratamiento médico, como asimismo en la etapa del acto quirúrgico y en la etapa de pos operatorio del paciente. De esta obligación de medios que contrae el facultativo, puede surgir, eventualmente, su responsabilidad médica, pudiendo ser esta administrativa, civil o penal, según la naturaleza y circunstancias del caso en particular. 55 56 Artículo 12 del Código Penal. Decreto 17-73 del Congreso de la República de Guatemala. http://lema.rae.es/drae/?val=medicina 48 Siendo la obligación que asume el médico una obligación de medios, la culpa consistirá en no haber empleado los medios suficientes con el propósito encomendado, el no haber sido diligente, prudente o hábil o no haber tomado todas las precauciones que hubieran evitado el daño, puesto que, por ejemplo, un error culpable en el diagnóstico normalmente influirá en el tratamiento médico, el cual, por lo mismo, importará a su vez un segundo equívoco, que generalmente será el que origine el cuasidelito médico. De igual forma, pudiera darse el caso de un diagnóstico erróneo y un tratamiento acertado; de un diagnóstico erróneo no seguido de tratamiento y de un diagnóstico acertado seguido de tratamiento equívoco. El verdadero daño al paciente tendrá lugar en el tratamiento indicado como idóneo, que se hizo descansar en el error de diagnóstico. Sin perjuicio de lo anterior, el médico se encuentra obligado a cumplir tres obligaciones de resultado: Obligación de información de resultado, es decir, el deber de informar al paciente que persigue la obtención del consentimiento informado del paciente. Obligación de resultado por los materiales y productos. Obligación de resultado por exámenes y análisis simples: los diagnósticos y exámenes médicos están sujetos a la interpretación que debe hacer el profesional acerca de su alcance y posibles efectos. Pero existen exámenes o análisis de laboratorio que no presentan ningún elemento aleatorio, que no necesitan interpretación y sobre los cuales el paciente puede esperar legítimamente un resultado exento de errores (por ejemplo, la determinación del grupo sanguíneo). 3.8.3 Responsabilidad médica y lex artis Siendo el objeto de la responsabilidad médica sólo una obligación de medios que contrae el facultativo, sin embargo, el médico debe atenerse y observar en todo momento la LEX ARTIS, locución latina, literalmente "ley del arte" 57 o regla de la técnica de actuación de la profesión médica. En términos generales se define la lex artis como la forma de proceder de un profesional idóneo, profesional que está con su título reconocido legalmente por los organismos universitarios acreditados y que tiene la formación y los conocimientos necesarios para estar ejerciendo. Dicho profesional se encuentra enfrentado a un enfermo que precisa atención médica oportuna y eficaz, basada en la aplicación de medidas terapéuticas que en términos estadísticos corresponde al actuar médico normalmente aceptado, este actuar se circunscribe a lo que es comúnmente aceptado en la comunidad médica nacional e internacional, lo que habitualmente se recomienda hacer en casos similares. Tomando en cuenta el lugar geográfico en la cual se realiza la prestación, los apoyos tecnológicos que se tenga y la oportunidad en que se prestó la atención. 57 http://es.freelang.net/enlinea/latin.php?lg=es 49 El profesional de la medicina, al igual que los de otras ramas del conocimiento, posee una compleja estructura teórica que se integra y asimila luego de muchos años de observaciones y estudios. Esta estructura teórica debe plasmarse en resultados concretos a través del manejo de técnicas especiales. Y quien aplica estas técnicas lo hace imprimiendo su sello personal, su característica individual. Estos tres aspectos integran el ejercicio médico: ciencia, técnica y arte. La Lex Artis, en el caso de los delitos médicos culposos, ha sido empleada para referirse a aquella evaluación sobre si el acto ejecutado se ajusta a las normas de excelencia del momento. Por lo tanto, se juzga el tipo de actuación y el resultado obtenido, teniendo en cuenta las características especiales de quien lo ejerce, el estado de desarrollo del área profesional de la cual se trate, la complejidad del acto médico, la disponibilidad de elementos, el contexto económico del momento y las circunstancias específicas de cada enfermedad y cada paciente. No obstante, no se debe olvidar jamás, que el profesional de la medicina trabaja, según las circunstancias, sobre la base del denominado "Riesgo Permitido", es decir, "se debía correr ese riesgo" como única forma de sanar o salvar al paciente, el cual perfectamente podría haberse realizado a pegado a lex artis y dentro del marco deontológico correcto, sin embargo, el resultado fué de muerte o de lesiones para el paciente. La lex artis impone al médico ciertos deberes, como modalidad de exclusión del riesgo del error culposo, entre otros: a. Seguir los progresos de la ciencia, conocer los nuevos medicamentos y procedimientos quirúrgicos que superen a otros anteriores. b. Mantener una práctica profesional adecuada a los protocolos de actuación del caso en que le corresponda intervenir. c. Obedecer a las reglas generalmente admitidas por la ciencia y el arte de la salud especializada a la cual se dedica. d. Obrar con prudencia, recurriendo a la opinión de otros especialistas en aquellos casos dudosos y que puedan debilitar o exceder su juicio médico. e. Conocer sus personales limitaciones frente al acto que habrá de realizar, a fin de excluir la eventual modalidad de culpa provocada por la impericia, pues solo reconociéndola y evitando una actuación en tal situación, podrá excluir un comportamiento criminal. f. Mantener una observancia de los reglamentos destinados a normar las acciones de salud, los protocolos médicos, quirúrgicos, etc., aspectos de contraloría médica, entre otros. Bajo la lex artis, sólo se estima lícito permitirse alguna audacia en el tratamiento médico o quirúrgico del paciente, ante una enfermedad incurable o de inminente riesgo mortal. 50 Concluyendo, la doctrina asevera en forma unánime que para la existencia de responsabilidad cuasidelictual, y por consiguiente, para la existencia de responsabilidad médica culposa, se requiere de la existencia copulativa de cinco condiciones: a. El autor sea médico cirujano o de otra de las calidades que señala la ley; b. El autor del hecho se encuentre en ejercicio profesional; c. Su conducta cause daño a una persona; d. Haya actuado culpablemente; y, e. Debe existir relación de causalidad entre el acto culposo y el daño resultante. De no concurrir copulativamente tales condiciones, no estaríamos ante la existencia de responsabilidad médica culposa. 3.8.4 El delito médico culposo El delito médico culposo, es el acto médico, de acción u omisión, que constituye un ilícito penal, pero que ha sido realizado sin la voluntad ni la intención de causar una consecuencia lesiva. En otras palabras, existe una infracción al deber de cuidado necesario impuesto por las normas. Un ejemplo de delito de acción culposa lo será, el de un médico que efectúa una operación reductiva de mamas, no logrando resultados satisfactorios por una defectuosa reconstrucción de mamas y por la presencia de cicatrices notoriamente visibles que obligan a efectuar una nueva cirugía reparadora. En este caso en particular, estamos ante un delito de lesiones culposas. Un ejemplo de delito de omisión culposa lo será, el de la enfermera que, por descuido, por conversar con una compañera o por ver una telenovela, olvida la recomendación médica de observar periódicamente al pequeño paciente, el que se asfixia como consecuencia de su propio vómito. En este caso en particular, estamos ante un homicidio culposo. 3.8.4.1 Modalidades de culpa en el delito médico culposo En derecho penal se acostumbra a distinguir tres modalidades de culpa, las cuales son plenamente aplicables al delito médico culposo y que están reguladas expresamente en el artículo 12 del Código Penal: La culpa por negligencia, vale decir, aquella infracción al deber de cuidado que se traduce en una falta de actividad del sujeto. La inactividad no crea el riesgo, pero la actividad puedo haberlo evitado, es decir, se pudo evitar el resultado desplegando más actividad que la desarrollada. Ejemplos de actos médicos negligentes: - Falta de diagnóstico o diagnóstico tardío, o no hay diagnóstico lisa y llanamente - Falta de exámenes - Abandono del paciente - Falla en la asepsia - Inadvertencia de situaciones riesgosas 51 - Olvidos - No informar al paciente de los riesgos que puede involucrar el tratamiento - Dosificación farmacológica insuficiente La culpa por imprudencia, que es la modalidad contraria a la negligencia, pues supone un actuar excesivo, que sobrepasa el límite de riesgo permitido. Normalmente, procede en las acciones y, excepcionalmente, en las omisiones. No siempre que se corre un riesgo, se habla de imprudencia, porque existen actividades licitas que llevan un riesgo inherente. Ejemplo de actos médicos imprudentes: - Transfundir sangre sin establecer el grupo sanguíneo, HIV, VDRL, etc. - Realizar un acto innecesario (histerectomía abdominal con apendicectomía profiláctica) - Uso de fármacos no suficientemente ensayados - Ejecución de técnicas terapéuticas no claramente efectivas - Sobredosis de fármacos - Procedimientos terapéuticos peligrosos - Realizar intervenciones innecesarias, a fin de reparar lesiones insignificantes - Utilizar acciones de menor compromiso - No tener consentimiento del paciente - Resección quirúrgica excesiva La culpa por impericia, que consiste en realizar una determinada actividad sin contar con los conocimientos o la destreza necesarios para su ejecución. No se reprocha el hecho de no saber, sino que se reprocha la conciencia de su falta de habilidad. Ejemplo de actos médicos que importan impericia: - Falta de preparación profesional - Falta de actualización profesional - Error de diagnóstico - Error terapéutico por falta de capacitación - Fármacos mal recetados. 3.8.4.2. Elementos de la culpa en el delito médico culposo En el delito medico culposo, deben concurrir los siguientes elementos de la culpa: a. Relación causal entre el acto u omisión culposa y el resultado lesivo. La relación causal importa el vínculo de hecho, físico, entre el movimiento corporal activo del médico o su omisión pasiva y el resultado lesivo para la salud del paciente. Es decir, el médico procedió de manera negligente, imprudentemente, con impericia, o con inobservancia de reglamentos. b. Previsibilidad del resultado que, sin embargo, no fue previsto por su autor. La previsibilidad del resultado es una condición objetiva de la culpa. El resultado lesivo debe haber sido previsible; pero en el caso concreto, el médico no lo previó. Por ejemplo, es objetivamente previsible por un médico, que se puede concluir lesionando o dando muerte a una persona, si en estado de sopor o sin el 52 instrumental y colaboración adecuados, decide intervenir quirúrgicamente a un paciente. En otras palabras, el medico no previo un resultado normal y regularmente previsible. El verdadero elemento diferencial de los delitos culposos es la previsibilidad de aquello que no se ha previsto. La previsibilidad, en efecto, es límite necesario y suficiente de la culpa; es el límite necesario, porque sin ella se entra en lo imprevisible, esto es, en lo fortuito; y es el suficiente, porque fuera de ello se entra en lo previsto, esto es, en lo voluntario, y todo acto voluntario penado por la ley, constituye un delito doloso. c. La víctima ha de ser una persona. El delito culposo que tiene como víctima a una persona, importa que autor de dicho ilícito, no se encuentra exento de responsabilidad penal, de allí que tratándose de daños a las personas, el comportamiento culposo del hechor se sancione penalmente. 3.8.4.3 Sanción del delito médico culposo El artículo 12 del Código Penal establece que los hechos culposos son punibles en los casos expresamente determinados por la ley. 58 En otras palabras, quién comete un delito culposo que tenga como víctima a una persona, no se encuentra exento de responsabilidad penal. Por consiguiente, la punibilidad culposa a todos los tipos penales establecidos expresamente en el Código Penal. Concluyendo, podemos señalar que la sanción aplicable a un delito médico culposo dependerá de las circunstancias objetivas y la aplicación técnica que se haga de los medios probatorios incorporados al proceso penal. 3.9 MALA PRÁCTICA MÉDICA Casi siempre que se enjuicia a un médico, los medios de comunicación y la mayoría de personas, señalan su actuar como “mala práctica médica”. Es importante recordar que el término “mala práctica” no está regulado en nuestro ordenamiento jurídico. Es un término mal utilizado, pues se comprende que el profesional de la medicina no debe efectuar en su trabajo una mala actividad o practicar de mala forma su profesión, por el contrario, debe ejercer su profesión con toda la diligencia del caso. El Código Penal no regula el delito de “mala práctica”, ya sea médica o que se refiera a otra profesión universitaria. Lo que sí existe es una confusión y para todas las personas que desconocen la ley definen tal situación de una manera equívoca y fuera del contexto jurídico guatemalteco. En todo caso lo que se provoca u ocasiona con respecto a la atención de los pacientes, es un delito culposo, ya sea por negligencia, imprudencia o impericia. Cuando un médico por alguna de las causas mencionadas anteriormente, ocasiona un daño en una persona, el delito que está cometiendo se adecuará, de la conducta concreta, al tipo legal concreto ocasionado. Por ejemplo, durante la intervención quirúrgica, 58 Delitos Culposos: Artículos 127, 139, 150, 152, 285, 293, 312 (301, 302, 303, 304), 332 “C”, 345 (344), 347 “A”, 347 “B”, 347 “C”, 349, 437, 446, 463, 472, todos del Código Penal, Decreto 17-73 del Congreso de la República de Guatemala. 53 en la cual existe un alto índice de éxito y por alguna falta de cuidado de parte del cirujano, el paciente fallece, será demandado o sindicado de Homicidio Culposo; o si lesiona, será sindicado por Lesiones Culposas. Hay que hacer la salvedad que la responsabilidad penal del médico como la de cualquier individuo, será graduada y dependerá de las circunstancias agravantes o atenuantes que como elementos accidentales del delito hacen que la responsabilidad sea modificada. Muchas veces por desconocimiento de la ley, los médicos por el tipo de trabajo que realizan, en el afán de salvar la vida de su paciente, trabaja, estudia y se esfuerza por ofrecerle lo mejor; pero también muchas veces como todo ser humano, tienen errores, se desconcentran o descuidan y como resultado de tal situación provocan lesiones, daño o muerte en sus pacientes, por supuesto, en forma en donde no existe el dolo, o sea la intención de causarlo. En nuestro medio, en lo que respecta a lo legal, el gremio de médicos se ha despreocupado y lo ha tomado como un aspecto de su vida profesional de una manera secundaria y dándole poco interés. En la mayoría de los casos, el médico que es demandado, se ofusca y por desconocer sus derechos y obligaciones, tácitamente acepta el hecho y se siente frustrado y responsable directamente del hecho causado, olvidándose que como ser humano también puede equivocarse y es más, por la actividad, una profesión única y de características especialísimas. Los médicos no son seres súper-dotados (existen excepciones) ni súper-sabios, para poder obtener, resultados positivos al cien por ciento en sus pacientes, amén de que la curación del paciente va a depender de múltiples factores y de la clase y etapa en que se encuentre la enfermedad. Actualmente con la tecnología existen cambios en las diferentes patologías; surgen virus desconocidos e intratables lo cual hace que los tratamientos muchas veces sean negativos. Es por ello que el médico que trabaja diligentemente, no tiene por qué perturbarse y debe sentirse satisfecho con lo que realiza a diario en su clínica, hospital o sanatorio. Debe mantenerse estudiando y dedicando tiempo a la investigación, pero sobre todo realizar su trabajo con toda su técnica, volitivamente íntegro y ofreciendo lo mejor de su intelecto, habilidad y experiencia. 54 CAPÍTULO IV LA PRUEBA EN EL PROCESO PENAL 4.1 EVOLUCIÓN La prueba penal no ha evolucionado siempre acompañando los adelantos de la civilización, sino más bien, superados ciertos estadios de primitivismo, ha seguido los vaivenes de los sistemas políticos vigentes en los distintos momentos de la historia. Sin embargo, a muy grandes rasgos, es posible establecer dos momentos netamente definidos. En el primero se ponía a cargo de la divinidad el señalamiento del culpable, y los tribunales se limitaban a practicar los actos necesarios para que aquella se manifestara. En el segundo, se impuso a los jueces el deber de formarse por sí mismos el convencimiento sobre la culpabilidad del acusado, mediante la utilización de su capacidad intelectual: en este momento aparece la prueba. En el último contexto, la prueba penal de nuestros días puede caracterizarse por la utilización de las novedades técnicas y científicas (especialmente captadas por la prueba pericial) para el descubrimiento y valoración de los datos probatorios, y la consolidación de las reglas de la sana crítica racional en la apreciación de sus resultados. Todo ello, dentro de un marco de respeto por la persona del imputado y de reconocimiento de los derechos de todas las partes privadas. 4.2 IMPORTANCIA DE LA PRUEBA De los institutos procesales que incorporó el Código Procesal Penal contenido en el Decreto 51-92 del Congreso de la República, el de la prueba puede considerarse como verdaderamente revolucionario para nuestra cultura jurídica de marcada tendencia inquisitorial y predominantemente oral y escrita, según el caso. La prueba es el medio más confiable para descubrir la verdad real y, a la vez, la mayor garantía contra la arbitrariedad de las decisiones judiciales. La búsqueda de la verdad, fin inmediato del proceso penal, debe desarrollarse tendiendo a la reconstrucción conceptual del acontecimiento histórico sobre el cual aquél versa. La prueba es el único medio seguro de lograr esa reconstrucción de modo comprobable y demostrable. Esto determina, por ejemplo, que la convicción de culpabilidad necesaria para condenar únicamente puede derivar de la prueba incorporada al proceso. La importancia de la prueba es tal que Bentham dijo: “El arte del procedimiento en esencia no es más que el arte de presentar en juicio las pruebas”; a la vez Carmignani afirmó: “El punto luminoso y el alma que informa todo caso judicial, consiste en la prueba”; Brugnoli considera que “un ordenado sistema probatorio es la piedra angular sobre la cual se 54 55 apoya la justicia punitiva”; finalmente Rupp, considera que “la lucha contra el delito se decide en el campo de las pruebas”. 59 4.3 DEFINICIÓN DE LA PRUEBA En sentido amplio, cabe decir que prueba es lo que confirma o desvirtúa una hipótesis o afirmación precedente; es decir, todo lo que puede servir para el descubrimiento de la verdad acerca de los hechos que en aquel son investigados y respecto de los cuales pretende actuar la ley sustantiva. En su acepción más genérica y puramente lógica, prueba quiere decir, a un mismo tiempo, todo medio que produce un conocimiento cierto o probable acerca de cualquier cosa, y en sentido más amplio y haciendo abstracción de las fuentes, significa el conjunto de motivos que nos suministran ese conocimiento. La primera es una concepción subjetiva y la segunda es objetiva. Probar significa suministrar en el proceso el conocimiento de cualquier hecho, de manera que se adquiera para sí o se engendre en otros la convicción de la existencia o verdad de ese hecho, según Eugenio Florián. 60 En el proceso penal se agita y patentiza un esfuerzo que lo estimula y lo impulsa incesantemente, desde sus comienzos hasta la decisión última; es el esfuerzo dirigido a comprobar la verdad real respecto a determinado hecho, que se revela con características de delito, y en relación con determinada persona, indicada o reconocida como autor o partícipe de aquel. Para lograr este objeto se requiere una serie de múltiples y variadas investigaciones, encaminadas todas a recoger y a presentar los elementos que sirven para reconstruir la historia de los hechos, a fin de que la hipótesis de la imputación se concrete como hecho comprobado o se evapore y desaparezca en el vacío como hipótesis falsa. De ahí la extraordinaria importancia que tiene la prueba, pues ella impregna todo el proceso, le imprime movimiento y llega hasta convertirse en base de la sentencia. Es necesario distinguir esencialmente en esta materia lo relativo a: Objeto de la prueba Libertad de prueba Clasificación de la prueba Valoración de la prueba 4.4 OBJETO DE LA PRUEBA ¿Qué puede probarse en el proceso penal? ¿Cuál es la materia sobre la que puede actuar la prueba? ¿Cuál es el presupuesto fundamental de la prueba penal? En respuesta a estas preguntas se resume la determinación del objeto de la prueba. La sentencia del juez, 59 60 Madrazo Mazariegos, Sergio/Danilo. El Corazón del Proceso Penal. Pág. 10. Ob. Cit. Pág. 11 56 que es la síntesis que pone término al proceso, en cuando resuelve el conocido problema del sometimiento de un hecho concreto a una incriminación abstracta de la ley penal, es decir, la aplicación de esta ley a aquel hecho, se apoya sobre elementos de hecho y de derecho. Estos elementos constituyen, aunque en medida desigual y dentro de diferentes límites y con modalidades diversas, el impulso y la base de la prueba. En la práctica y en cada uno de los casos concretos, el objeto de la prueba se divide en una serie de fragmentos enlazados con el objeto común, pero graduados en una sucesión de mutua dependencia. Por este motivo, el objeto que se encuentra en la base de la prueba se extiende en un campo vastísimo, en el que es necesario proceder a una distinción fundamental. En primer lugar, el objeto de la prueba puede identificarse con los hechos que constituyen el contenido mismo de la imputación; por ejemplo, el hecho del homicidio, el del hurto, etc. Este objeto se llama “objeto fundamental o general de la prueba”, o, más brevemente, objeto de prueba; es lo que en un tiempo, en los libros antiguos, se llamaba, “thema probandum”, y que ahora algunos lo llaman “hecho sobre el cual ha de decidirse”. El posible objeto de prueba llega a ser aquí cualquier parte o momento o modalidad de la realidad material, cualquier aspecto o manifestación de la vida humana, sea individual, sea colectiva, física o inmaterial, con tal que pueda obtenerse su percepción y se puede hacer valer en el proceso penal, veamos: a) Los hechos: Ante todo, pueden ser objeto de prueba los hechos, esto es, los acontecimientos y los estados de la vida individual y colectiva. Pueden probarse hechos o actos humanos individuales o sociales, estados de ánimo de los particulares o de la colectividad. En efecto, los hechos que se han de probar son hechos externos (físicos) y hechos internos (psíquicos). b) Cosas Materiales: Objeto de la prueba pueden ser las cosas, sean materiales (físicas, inanimadas) o animadas (animales), y especialmente las características externas o el contenido interior de las cosas (una escopeta, una prenda de vestir ensangrentada). También pueden ser objeto de prueba los lugares (casa, calle, donde se cometió el hecho). Pueden probarse en juicio acontecimientos y estados de la vida física y para que participen en la vida del proceso, se requiere que sean allegadas a él por medios adecuados, y no llegan a tener importancia respecto a la prueba sino en cuanto se conocen en el proceso. Por ende, se convierten en objeto de prueba. c) Documentos: Como tales forman una categoría aparte por su peculiar naturaleza jurídica y por su importancia. La noción del documento, en lo tocante a los fines procesales de la prueba penal, debe determinarse en sentido propio y restringido. Por este aspecto, documento es el objeto que presenta en sí, recogida y fijada, la manifestación de un pensamiento, de una voluntad, o la enunciación de un hecho propio o la narración de un acontecimiento hecha por una persona. Por lo mismo, no pueden comprenderse entre los documentos en sentido propio los papeles en que, durante el procedimiento, se certifican declaraciones o acontecimientos procesales o 57 en que simplemente se contengan declaraciones; es decir, que no son verdaderos documentos lo que podrían llamarse “documentos procesales”, tales como el dictamen escrito del perito, las actas que contienen declaraciones testimoniales, pues en realidad se trada de la documentación de actos procesales. d) La persona: También pueden ser objeto de prueba, la persona. Y hablamos de persona sin hacer distinción alguna, sea acusado, agraviado o testigo. Tal vez sería mas propio hablar aquí, tratándose del hombre, de sujeto pasivo de la prueba. e) De las normas jurídicas: El problema de la existencia y del contenido de determinadas normas jurídicas tiene que ver en la práctica con el tema de las pruebas penales, en el caso de normas que se ignoran o cuya existencia es incierta. En realidad, no se trata sino del derecho extranjero. 61 4.5 CLASIFICACIÓN DE LA PRUEBA Aristóteles distinguió entre pruebas artificiales y pruebas naturales; y afirmaba que las primeras son aquellas pruebas que se derivan del arte del declamador; y las naturales, aquellas que por sí mismas y sin arte retórica hacen que exista o no exista un hecho. Prueba Genérica es la prueba que se refiere al hecho criminoso en su estructura objetiva, en su efecto material (cuerpo del delito); y prueba específica, es la que se dirige a buscar y a determinar al autor, a los copartícipes y cómplices del delito. Desde el punto de vista conceptual, la primera es un presupuesto de la segunda. También tenemos los medios de prueba primarios y secundarios; éstos exigen el presupuesto de pruebas, tomadas con anterioridad, y aquellos no requieren esas pruebas. Ejemplos de los medios de prueba primarios son el testimonio, el dictamen pericial, y ejemplos de los secundarios son el reconocimiento de personas o de cosas, el careo y la reconstrucción del hecho. Tenemos medios de prueba simples y compuestos; los primeros se manifiestan por sí mismos (testigos); y los segundos exigen o pueden exigir el concurso de otros medios (reconstrucción del hecho mediante testigos). Para concluir, vale dejar constancia que según Eugenio Florián, en cuanto a la libertad de los medios de prueba, que no es posible una enumeración taxativa de los mismos y es por eso que impera el principio de la verdad material, que en el proceso penal brilla con luz propia y constituye el fundamento del sistema probatorio. En verdad, hay medios de prueba que pueden llamarse clásicos y fundamentales como los testimonios, y los peritajes; pero la infinita gama de los hechos humanos puede exigir y ofrecer a la investigación objetos tan variados y nuevos, como nuevos y variados modos e instrumentos de investigación. 61 Artículos 26 numeral 9 y 35 de la Ley del Organismo Judicial. 58 4.6 VALORACIÓN DE LA PRUEBA Es la operación intelectual destinada a establecer la eficacia conviccional de los elementos de prueba recibidos. Tres son los sistemas de valoraciones relevantes, el de la prueba legal, el de la íntima convicción y el de la libre convicción o sana crítica racional. 1. Prueba Legal: En este sistema, es la ley procesal la que prefija de modo general, la eficacia conviccional de cada prueba, estableciendo bajo qué condiciones el juez debe darse por convencido de la exitencia de un hecho o circunstancia, señalando los casos en que no puede darse por convencido. Este sistema es propio del proceso de tipo inquisitivo, denominado como la Teoría de la Certeza Legal (positiva o negativa). 2. Íntima Convicción: En este sistema, la ley no establece regla alguna para la apreciación de las pruebas. El juez es libre de convencerse, según su íntimo parecer, de la existencia o inexistencia de los hechos de la causa, valorando aquellas según su leal saber y entender. Este sistema es propio de los jurados populares y exime a los jueces de la obligación de fundamentar las decisiones, lo que genera en la mayoría de los casos arbitrariedad y autoritarismo. 3. Libre Convicción: Sistema recogido por nuestro Código Procesal Penal, con el nombre de Sistema de la Sana Crítica Razonada. Este sistema establece la más plena libertad de convencimiento de los jueces, pero exige, a diferencia de lo que ocurre en aquél, que las conclusiones a que se llegue sean fruto racional de las pruebas en que se las apoye. 4.7 LA PRUEBA EN LA RESPONSABILIDAD PENAL MÉDICA 62 La finalidad de un proceso debe ser resolver un conflicto, y no simplemente decidirlo, administrar justicia materialmente, que ambas partes queden conformes con la decisión, pero como también debemos aceptar que en no pocos casos el conflicto no se soluciona, en este caso cobra una gran importancia la legitimidad de la decisión que se toma independientemente de quien resultó condenado y quien absuelto, y la legitimidad de la decisión hace referencia al debido proceso, a que sea efectiva la igualdad de las partes, igualdad de armas, y a que la disposición que se toma es la más cercana a la realidad, y no utilizo el termino verdad, porque lo normal en el devenir de la administración de justicia es que se hable de tres verdades: La de las partes, la procesal o la del juez, es decir, la verdad de lo que se demostró en el proceso, concuerde o no con la realidad, y la verdad real, es decir, la que corresponde a lo que en efecto sucedió. En relación con lo anterior es que cobra importancia el tema de la prueba en la responsabilidad penal médica debido a la complejidad de un escenario científico y aleatorio como es éste y las dificultades para que el juez tome una decisión legítima acorde con la realidad y en este caso el juez se encuentra con un dilema ¿Se administra justicia cuando se 62 http://html.rincondelvago.com/responsabilidad-medica_1.html 59 falla en contra de la realidad?, ¿Se administra justicia cuando se falla conforme a la realidad pero violentando el debido proceso? 4.7.1 Problemas jurídicos que enfrenta la prueba en la responsabilidad penal médica. a) Diferenciar la igualdad formal con respecto a la material La igualdad formal hace referencia a la consagración normativa del derecho, la igualdad material es la aplicación práctica del mismo, a nivel de ejemplo cuando una parte no tiene los medios económicos para aportar una prueba pericial y el Estado está obligado a subsidiarla o a realizarla sin costo para que exista igualdad de armas. Ahora, si en la mayoría de los procesos lo más importante es la prueba, y en materia médica los casos tienen un componente científico, se debe examinar si ambas partes están en las mismas condiciones para aportar las evidencias que acreditan los hechos y fundamentan las pretensiones y a su vez para controvertir las que se alleguen en su contra y en razón de ello es preciso determinar, quien tiene la carga de la prueba. b) Definir quién tiene la carga de la prueba y a quien le corresponde en materia médica. La carga de la prueba es una regla de juicio para el juez, la cual es de carácter imperativo, toda vez que le indica cómo debe fallar, dictar sentencia, cuando no encuentra probados los hechos debatidos en el proceso y sobre los que debe basar su decisión y es una regla de conducta para las partes, la cual es de carácter facultativo, ya que les señala indirectamente cuales son los hechos que a cada una de ellas les interesa resulten probados en el proceso. La tendencia más moderna judicial actual es el principio de la carga dinámica de la prueba, quiere decir que ambas partes están obligadas a probar las circunstancias de hecho que afirma y los presupuestos que invoca, pues es muy difícil para la víctima probar la existencia de culpa del médico, aunque puede probarse por presunciones y el profesional, a su vez, deberá demostrar que actuó como debía actuar según las reglas de su profesión en el caso en particular. Es de vital importancia la prueba constituida por la historia clínica, pues el juez evaluará si la misma está completa, si se han indicado los estudios a realizar, si el diagnóstico ha sido el correcto. También es importante la prueba de peritos médicos, pues es un profesional de la medicina el que informará al juez en el caso particular si el médico demandado cumplió con las reglas de su profesión. c) Debido proceso frente a la igualdad material. El debido proceso contiene las reglas de juego dentro de las cuales se deben desenvolver todos los sujetos procesales, o a que no los tomen por sorpresa, ello quiere decir que se le aplica a todos los actores de éste, independientemente de la función que desempeñen en el mismo, es decir, ya sea demandante, demandado, fiscal, defensor, procesado, victima, juez, ministerio público y demás funcionarios. Esas reglas necesariamente deben ser previas al 60 desarrollo del proceso, porque constituyen la garantía del mismo, en la medida en que con base en ello, los sujetos del mismo podrán ejercitar todos los derechos contenidos en él. d) Dinamismo del Derecho. El derecho como una ciencia social, está sujeto también a los cambios políticos, económicos, culturales por eso puede ser extraño al mismo, la asunción de reglas estáticas y el culto a las mismas, entre otras razones porque algo que diferencia al Estado de Derecho del Estado Social de Derecho, es que en este último se privilegia a la persona como un fin en sí mismo y no como un medio y eso no significa que la persona estará siempre por encima de las normas, pero si implica que éstas sólo son legítimas si están conforme al postulado de la dignidad humana y eso debe relacionarse necesariamente con el proceso en donde se busca materialmente la administración de justicia, para que los derechos dejen de ser simplemente nominales. No obstante lo anterior, también debemos decir que, teniendo en cuenta los problemas jurídicos que puede abordar la prueba en la responsabilidad médica, la aplicación de una teoría jurídica no puede sacrificar el debido proceso, que es pilar fundamental en un estado social de derecho. e) Debilidad material, presunta y aparente de las partes. Está claro y en relación con el referido dinamismo del derecho, que no siempre podemos decir cuál es la parte débil y cuál es la parte fuerte en un proceso, lo que si podemos es proponer una regla general, y la conclusión que se plantea en esta discusión jurídica es que lo normal en los casos de responsabilidad médica, la parte débil es el paciente, por las siguientes razones: 1. Porque no sabe de medicina; 2. Porque en muchos casos está inconsciente mientras se le realizan los procedimientos quirúrgicos respectivos; 3. Porque lo común es que no tenga un equipo de trabajo y tampoco un músculo financiero como los médicos o las entidades de las cuales se predica responsabilidad; 4. Porque no interviene de manera directa en la elaboración de la historia clínica, que es la prueba fundamental en éstos casos, bien sea favor, bien sea en contra. Comentario: No en todos los casos existe historia clínica, o cuando está, no siempre es completa y tenemos que decir algo que aunque suene mal, es real, piénsese en un médico que comete un error en un procedimiento quirúrgico y al terminar debe diligenciar la historia clínica, ¿Qué puede pasar?, por auto – conservación-, puede que no escriba lo que en realidad pasó sino que lo va a tratar de explicar de otra manera, y aunque la gran mayoría son sinceros en esta profesión tan loable, no les podemos pedir que dejen de ser humanos y de sentir miedo frente a un error que cometan en desarrollo de sus funciones, ahora, también y frente a la igualdad de las partes debemos considerar que atendiendo a la importancia como prueba de la historia clínica dentro de una causa judicial, es que el paciente no interviene en el diligenciamiento de la misma, quiero decir, en la elaboración o en la escritura de ésta, ya que si puede intervenir de forma pasiva o indirecta a través de las respuestas a las preguntas que le realiza el galeno. 61 Ahora, pasando el tema de la historia clínica, los jueces comúnmente son legos en materia médico científica, y la decisión que toman, deben formarla con base principalmente en: 1. La historia clínica, que la diligenciaron las personas a quienes se les está haciendo un juicio de responsabilidad. 2. Los dictámenes periciales, solicitados o aportados por las partes. 3. Los testigos técnicos, que normalmente son los amigos o compañeros de los médicos, o empleados de la entidad a quienes se está demandando. 4. Las demás pruebas en general como interrogatorios y testimonios y los indicios. Se puede concluir entonces, que atendiendo la importancia de la historia clínica, los peritajes y los testigos técnicos dentro de los procesos de responsabilidad penal médica, quien tiene mayor facilidad de aportar y controvertir estas pruebas es la parte demandada, es decir, el médico o la institución hospitalaria. Conclusión: Debe consagrarse en nuestro ordenamiento la carga dinámica de la prueba, teniendo en cuenta que por regla general en los procesos de responsabilidad médica la parte débil es el demandante y entendiendo que lo más importante es una verdadera administración de justicia haciendo efectiva la igualdad de las partes, a través de la definición de un proceso que no obstante el juez tiene la obligación de fallar conforme a la verdad procesal es decir, lo efectivamente acreditado en la causa, debe tomar una decisión legítima y que se acerque lo más posible o sea conteste con la verdad real. 62 CAPÍTULO V INCIDENCIAS DE LA RESPONSABILIDAD PENAL DEL MÉDICO Y CIRUJANO POR DELITOS CULPOSOS EN EL MUNICIPIO Y DEPARTAMENTO DE RETALHULEU 5.1 ANTECEDENTES La expresión de mala práctica médica por delito culposo, aplica a médicos, e instituciones médicas como los hospitales que son responsables del daño de un paciente. El daño ocurre cuando el paciente es tratado inexactamente o cuando un médico u hospital se separan de lo que es considerado cuidado razonable del paciente. Cuándo un paciente es herido debido al mal cuido o inadecuado, ellos pueden demandar al médico o al hospital por negligencia médica un término que significa literalmente, la práctica mala o pobre. En esencia, la falta de un deber de cuidado en el paciente, supone que el médico o el hospital pensaran en lesionarlo, pero, sin embargo resultó una herida. Las heridas pueden ser el resultado de una falta de cuidado adecuado, una falta de cuidado apropiado, o un error que ocurre durante el proceso del cuidado de un paciente. Cualquiera que sea el caso, al final el paciente es atascado tratando con una herida, a veces una herida de por vida y ellos merecen y a menudo buscan compensación para su dolor y sufrimiento. Hay muchas maneras diferentes en que ocurre la responsabilidad médica de manera culposa. El concepto más mal entendido de la mal práctica médica es que muchos individuos creen que ese asunto sólo pertenece a la cirugía y errores hechos por el cirujano. Este no es el caso: muchos asuntos de malas prácticas médicas surgen de varios errores diferentes que pueden ocurrir y poder causar subsiguientemente un daño o la pérdida individual. Es de hacer notar que en el municipio y departamento de Retalhuleu, área geográfica objeto de estudio, actualmente la población alcanza más de trescientos mil ciudadanos63, y de ello, aproximadamente menos del dos por ciento ejercen la profesión de Médico y Cirujano en instituciones privadas o públicas quienes tiene la misión de ofrecer a la población un servicio médico eficiente, orientada a no provocar resultados dañosos por culpa. Sin embargo, la información de campo obtenida demuestra que la mala práctica médica consiste principalmente en la falta de deber de cuidado de un médico que tiene como consecuencia una lesión o la muerte de un paciente. Según la muestra encuestada, por lo regular se lesionan culposamente a los pacientes en los siguientes casos: Lesión perinatal, es decir, prácticas de parto incorrectas que provocan lesiones al recién nacido, y que a veces derivan en condiciones médicas como parálisis cerebral. Errores en la medicación, esto puede incluir una sobre medicación o una medicación insuficiente, administración del medicamento equivocado o un diagnóstico incorrecto. Diagnostico incorrecto, es decir, cuando un paciente recibe un tratamiento por una enfermedad que no tiene o cuando una enfermedad no se trata debido a que el médico no reconoció una condición médica amenazante. 63 http://www.deguate.com/artman/publish/geo_deptos/Datos_de_Retalhuleu_393.shtml#.UK7oJ2cXtuY 62 63 Errores en cuanto al seguimiento de protocolo médico, conocido como la lex artis, es decir, que el paciente no recibe un tratamiento médico uniforme en el caso que sea atendido por varios profesionales de la medicina (en el caso de los turnos en los hospitales públicos y privados). Errores quirúrgicos, es decir, la falta de deber de cuidado puede provocar infección o cirugía en el sitio equivocado del cuerpo o en el paciente equivocado. En este sentido cabe preguntarse: ¿el profesional de la medicina estará debidamente instruido y capacitado para atender las necesidades médicas actuales?, ¿el profesional de la medicina en su actuación prioriza el resguardo de los derechos humanos elementales a favor del paciente?, ¿El Estado provee al médico y cirujano de herramientas de actualización debidas, para minimizar el riesgo de causar lesiones en los ciudadanos por mala práctica?; definitivamente la actuación culposa del médico y cirujano implica dejar de observar las garantías y preceptos constitucionales mínimos a favor de los ciudadanos, y sencillamente el Estado respecto de los servicios públicos de salud, aún no ha podido superar esa barrera que impide al profesional de la medicina instruirse, actualizarse correctamente en los avances técnicos y científicos de la ciencia médica; y por el contrario provee al sistema de salud un matiz de avances técnicos y científicos que lo único que ha venido a provocar es lesionar los intereses humanitarios y salubres de la población objeto de estudio. 5.2 CASOS PRÁCTICOS DE DENUNCIAS QUE SE HAN INTERPUESTO POR MALAS PRACTICAS QUE REALIZAN LOS MEDICOS Y CIRUJANOS EN EL MUNICIPIO Y DEPARTAMENTO DE RETALHULEU Según la información obtenida, en el municipio y departamento de Retalhuleu se han detectado dos casos en los cuales se han denunciado a profesionales de la medicina por malas prácticas médicas y las consecuencias que ha repercutido en el paciente agraviado, veamos: PRIMER CASO: Se denuncia al profesional de la medicina JUAN JOSE CIFUENTES RODRIGUEZ, a quien se le atribuye el siguiente hecho: El día 14 de junio de 2010 usted se presentó al Sanatorio de Especialidades Los Olivos ubicado en esta ciudad de Retalhuleu, donde procedió a operar a la menor de edad NANCY MARIELA DIAZ GOMEZ, iniciando la operación a las 20:30 horas y finalizando a las 21:25 horas de ese mismo día, y según su nota operatoria, había consignado que realizó dicha operación por abdomen agudo quirúrgico; hemorragia por quiste ovárico roto derecho; apendicitis aguda perforada e indicó los siguientes hallazgos: líquido inflamatorio sanguinolento +400cc en cavidad abdominal; quiste hemorrágico roto de ovario derecho sin hemorragia activa, tejidos friables; ovario poli quístico izquierdo no sangrante; asas de intestino delgado dilatadas, paréticas, colon ascendente y ciegos dilatados, friables, apéndice congestionada, habiendo realizado los siguientes procedimientos médicos: Laparotomía exploradora, hematosis con puntos continuos en dos planos de quiste ovárico derecho el cual queda sin sangrado, taxis 64 intestinal y se hace apendicetomía profiláctica con invaginación de muñón ya que se observa congestionada, aspirado de líquido intra abdominal, lavado de cavidad abdominal con más o menos 2000cc de solución salina. Luego de dicha operación transcurrieron diez horas con diez minutos para que usted realizara la primera evaluación de la paciente NANCY MARIELA DIAZ GOMEZ, es decir, a las 07:35 horas del día 15 de junio de 2010, encontrando a la paciente con dolor en la herida operatoria y con presión arterial 100/70. Sin embargo, luego de esa evaluación realizada por usted, la paciente presentó los siguientes síntomas: dolor de piernas, no se podía levantar porque se desmayaba, tenía náusea, insistía que le dolían las piernas, sentía que se le dormían las piernas, que le dolían y sentía cosquillas en sus piernas, por lo que la mamá de la paciente solicitó a una enfermera que lo llamara y se presentó el 15 de junio de 2010 a las 11:00 horas aproximadamente, y preguntó por qué no se había levantado esa niña, explicándole la madre de la paciente que no aguantaba el dolor, que le dolían mucho sus piernas, y usted le dijo que había que esforzar a la paciente para que se colocara sobre sus pies, que de plano ella era muy llorona y que por eso no la podían mover, entonces usted mandó a que le colocaran la parte de debajo de la cama de tal forma que las piernas de la paciente quedaran más altas que el resto del cuerpo, pero para ese entonces ya la menor NANCY MARIELA DIAZ GOMEZ estaba demacrada, de eso usted no dejó ninguna nota en el expediente clínico. Ese mismo día 15 de junio de 2010 a las 12:00 horas aproximadamente, la madre de la menor NANCY MARIELA DIAZ GOMEZ optó por llamar a la Doctora DEBORA CELESTE VILLAGRAN, porque estaba preocupada que usted no le ponía la debida atención a los síntomas de su hija, sin embargo logró comunicarse con dicha doctora hasta las 15:00 horas de ese mismo día, a quien le comentó lo mal que se sentía su hija, indicándole la doctora que se comunicaría con usted para que estuviera pendiente de la paciente y por la insistencia de la madre de la menor agraviada, usted regresa al Sanatorio y en nota de evolución del 15 de junio de 2010 anotada a las 16:05 horas, usted indica que la paciente está hemodinámicamente estable, sin signos de irritación peritoneal, que refiere dolor en miembros inferiores y dolor difuso sobre herida operatoria, solicitando exámenes de laboratorio y reevaluación y no indicó nada sobre la presión arterial. Posteriormente, en nota de evolución de ese mismo día a las 19:50 horas se indica que la paciente se encuentra quejumbrosa, con presión arterial de 90/60mmHg frecuencia cardiaca de 72 latidos por minuto, dolor difuso, no irritación peritoneal, ruidos gastrointestinales ausentes, neurológico consciente y orientada en tres esferas parestesias en miembros inferiores, laboratorios de control hemoglobina de control cuatro g/dl, hematocrito 12%, plaquetas 76,000, dengue negativo. Luego a las 19:00 horas con cincuenta minutos, en nota de evolución se indica que se le explica a la familia la necesidad de transfusión pero familia indecisa por ser Testigos de Jehová, se pasan bolus de Hartman 1000cc por estado hemodinámico no se le realiza intervención y se debía continuar en cuidado crítico y apoyo transfusión de paquete globular y apoyo de aféresis plaquetario, notas colocadas por su persona; sin embargo, a las 20:10 horas, la doctora DEBORA CELESTE VILLAGRAN, realiza nota de traslado donde indica que la paciente se encuentra en su primer día post operatorio de hemostasia de quiste ovárico derecho y apendicectomía. 65 Evaluada con distensión abdominal, parestesias en miembros inferiores, deterioro clínico progresivo, por lo que se inician medidas médicas de soporte clínico. Consciente, orientada, se canaliza otra vía periférica para administración de líquidos endovenosos. Reposición de bicarbonato, furosemida a 1mg por kilo, se inicia reposición de potasio con solución, se administra oxígeno en cánula binasal, se administra bolus de solución salina por herglicemia, se solicita adminisión de paciente en Hospital Roosevelt para estabilizar hemodinámicamente y segunda intervención quirúrgica con monitoreo estricto en intensivo. Glucosa al egreso en 106g/d médicos de turno del Hospital Roosevelt enterados del traslado y de acuerdo con el mismo. Paciente fue trasladada en ambulancia de bomberos voluntarios. Presión arterial 100/60 después de mejorar aporte de líquidos, consciente, orientada, llenado capilar de monos de dos segundos. No contamos con unidad de tratamiento intensivo para monitoreo post-segunda vista. Con su actuar negligente al no haber puesto la debida atención en la complicación post operatoria inmediata presentada por la menor NANCY MARIELA DIAZ GOMEZ, ya que se quejaba de dolores abdominales desde el inicio, en cada evolución realizada la presión arterial fue en disminución lo que es un punto de alarma que debe tomarse en cuenta, la menor debía ser monitorizada con exámenes complementarios incluyendo un ultrasonido abdomino pélvico y debía ser intervenida quirúrgicamente de inmediato al notar la baja de presión y que había desmejorado en su evolución, sin embargo usted no lo realiza y decide enviarla al Hospital Roosevelt en ciudad de Guatemala, con la intención de que pudiesen brindarle un tratamiento más especializado, en este caso el tiempo de abordaje era crucial, por lo que un viaje tan largo era de suponerse que pondría en riesgo la vida de la menor agraviada, por lo que llegó en una situación muy crítica al Hospital Roosevelt donde fue intervenida quirúrgicamente por segunda vez, lo que provocó la muerte de la menor NANCY MARIELA DIAZ GOMEZ por las siguientes causas: CAUSA A: EDEMA AGUDO DE PULMÓN; CAUSA B: HEMOPERITONEO; CAUSA C: QUISTE OVARIO ROTO; CAUSA D: POST LAPAROTOMIA EXPLORATORIA. Siendo que el quiste de ovario hemorrágico roto fue la razón por la cual se le realizó la laparotomía exploradora con el fin de detener la hemorragia, sin embargo continuó con hemorragia activa, lo que desencadenó el hemoperitoneo y las subsecuentes complicaciones que conllevaron al edema agudo de pulmón, lo que provocó la muerte de la paciente. Estos hechos atribuibles a su persona constituyen el delito de HOMICIDIO CULPOSO… 64 SEGUNDO CASO: Se denuncia a los profesionales de la medicina ASTRID MARIANA RODRIGUEZ FUENTES y MARIO RENE CIFUENTES FRANCO a quienes se les atribuye el siguiente hecho: El día dieciséis de noviembre de dos mil doce, en el Hospital Nacional de esta Ciudad, el paciente JUAN CARLOS ROSALES ESTRADA fue intervenido quirúrgicamente debido a una Hernia Enguinal Extrangulada, y su hermano JOSE DAVID ROSALES ESTRADA, al darse cuenta de cómo le practicaron dicha operación, manifestó no parecerle cómo quedó su hermano, por lo que en fecha dieciocho de noviembre de dos mil once, el doctor CARLOS FONG TERCERO, decidió efectuarle una segunda intervención 64 Causa penal número C.951-2011, del Juzgado de 1ª. Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente del departamento de Retalhuleu, los nombres han sido cambiados por razones de ética profesional y seguridad de los sujetos procesales. 66 quirúrgica para revisar lo antes efectuado y durante veintitrés días colocó una malla sobre el vientre del paciente JUAN CARLOS ROSALES ESTRADA para solucionar el problema reclamado por el hermano de dicho paciente, pero en vista de que la segunda intervención quirúrgica no funcionó, el día siete de junio de dos mil once, ustedes ASTRID MARIANA RODRIGUEZ FUENTES y MARIO RENE CIFUENTES FRANCO, programaron para el día veintidós de agosto del año dos mil doce, a las siete horas en el quirófano número dos del Hospital Nacional del municipio y departamento de Retalhuleu, realizarle una tercera intervención quirúrgica al paciente JUAN CARLOS ROSALES ESTRADA, la cual se había programado para realizar una Hemoplastia y colocación de una malla a dicho paciente, quien con anterioridad había proporcionado una malla de treinta centímetros por treinta centímetros para que le quedara bien su operación y no sufriera daños posteriores en su cuerpo, pero por negligencia médica manifiesta de ustedes, en dicha intervención quirúrgica, colocaron una malla más pequeña que la que había proporcionado dicho paciente, ocasionándole otra vez la Hernia Incisional, teniendo que ser intervenido quirúrgicamente nuevamente el paciente en mención el día seis de diciembre de dos mil once en el Hospital Roosevelt de la ciudad capital de Guatemala, hecho que se tipifica como el delito de LESIONES CULPOSAS… 65 De las dos causas antes referidas, vemos que es importante darse cuenta de la diferencia entre procedimiento riesgoso y procedimiento culposo. Al igual que con cada procedimiento o tratamiento, un paciente encara varios riesgos. Tales riesgos son definidos generalmente por el propio médico o el hospital mucho tiempo antes que el paciente es tratado. La culpa consiste en un error que es completamente evitable mientras que los riesgos no son enteramente evitables y son sólo algo que puede ser minimizado tomando ciertas precauciones. Haciendo un resumen de la primera causa penal, de la denuncia presentada en el Ministerio Público se citó al sindicado para que prestara su primera declaración, habiéndose decretado a su favor Auto de medidas sustitutivas y auto de procesamiento por el delito de Homicidio Culposo y en la secuela procesal fueron apersonándose los querellantes adhesivos y actores civiles y el tercero civilmente demandado. Al finalizar el período de investigación, en audiencia posterior, ésta causa se abrió a juicio oral y público y en el transcurso del debate, los sujetos procesales arribaron a un arreglo extrajudicial que concluyó con la aplicación de una medida desjudicializadora de Criterio de Oportunidad ya que dicho resarcimiento se estipuló en la cantidad de Q.200,000.00. Seguidamente, de la segunda causa penal, de la denuncia presentada, por imposibilidad material hasta la fecha no se ha podido recibir la primera declaración de los sindicados antes referidos, pero de la secuela procesal, existe un dictamen de la sede local del Instituto Nacional de Ciencias Forenses donde concluye que el tratamiento efectuado en el paciente, no se apartó de la norma de atención debida (lex artis). 65 Causa penal número C.384-2012, del Juzgado de 1ª. Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente del departamento de Retalhuleu, los nombres han sido cambiados por razones de ética profesional y seguridad de los sujetos procesales. 67 De la información obtenida, el médico encargado de la sede local del Instituto Nacional de Ciencias Forenses ha manifestado que como institución no intervino como parte procesal en las causas antes referidas en vista de que la Institución no maneja protocolos específicos para determinar si el actuar del médico y cirujano denunciado ha sido constitutivo de hecho culposo puesto que ellos al tener conocimiento de denuncia penal por delito culposo (en este caso donde se involucra a un profesional de la medicina) únicamente analizan el expediente clínico que el Ministerio Público secuestra y le pone a la vista; y de ello emiten opinión que se incorpora a la secuela procesal, salvo que exista necesidad de un estudio especializado se recurre a la sede central para que designe un profesional de la medicina de determinada rama de la medicina forense, pero que en sí, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses no realiza peritajes respecto a malas prácticas médicas ni tiene procedimientos específicos para determinar por parte de peritos si hubo o no responsabilidad del médico y cirujano en los casos concretos. COMENTARIO: Según la normativa aplicable, el espíritu del proceso penal sugiere la utilización de procedimientos uniformes, revestidos de celeridad y de fundamento fáctico y científico que permita el descubrimiento de la verdad en los hechos constitutivos de delito, por lo que la función jurisdiccional necesita de medios de prueba válidos y fehacientes en los procesos judiciales y en consecuencia es indispensable la cooperación de los expertos y peritos en ciencias forenses, que apliquen los avances tecnológicos, metodológicos y científicos de la medicina legal y criminalística, como elementos esenciales en la investigación criminal y de cualquier otra naturaleza; y según los datos obtenidos, se determina que la sede del Instituto Nacional de Ciencias Forenses ubicada en esta cabecera departamental de Retalhuleu, tiene limitación en ese sentido ya que como indiqué anteriormente, el médico encargado ha manifestado que por lo general no cuentan con expertos y peritos en ciencias forenses que intervengan como tales en las causas penales donde se denuncian a profesionales de la medicina que realizan procedimientos culposos, por lo que no pueden realizar peritajes respecto a malas prácticas médicas, y la función jurisdiccional y los fines del proceso penal también se limitan en ese sentido, ya que al no tener elementos de convicción suficientes para determinar y deducir responsabilidad penal en el médico y cirujano denunciado, da la posibilidad de que entre los sujetos procesales no les quede otra alternativa que negociar (dicho sea en términos vagos) con la vida y la salud de la persona que resulta como agraviada en los casos penales que he referido, supuestamente para dar fin inmediato a la tramitación engorrosa del proceso, pagando una cantidad de dinero para mitigar el daño que han ocasionado por su actuar culposo. En este sentido cabe que los estudiosos del Derecho se pregunten: ¿se hará justicia de esa manera?, ¿estará siendo impartida la justicia donde se resguarden los derechos y principios elementales a favor de la persona agraviada y de los demás sujetos procesales? ¿en dónde quedan las garantías del proceso penal?; definitivamente cuando se presentan denuncias provenientes de procedimientos médicos culposos, la normativa penal vigente no es positiva ya que de las dos causas penales analizadas, al existir un pago económico de por medio entre los sujetos procesales tan solo para finalizar el trámite del proceso penal, se 68 está obviando el derecho de defensa y debido proceso, derechos que de ninguna manera deben ser vulnerados constitucionalmente por la sencilla razón de que la Constitución Política de la República de Guatemala es de observancia general y por el principio de Supremacía Constitucional, no puede menoscabarse la vida, ni dejar de observarse el derecho de defensa, el debido proceso, ni el principio de legalidad. 69 COMPROBACIÓN DE HIPÓTESIS La hipótesis principal planteada, se logró comprobar en el desarrollo del presente trabajo. Se planteó de la siguiente manera: A mayor desconocimiento de la ley penal por la deficiente formación y aplicación académica por parte de los médicos y cirujanos, mayor riesgo de enfrentar responsabilidades penales dentro de un proceso penal. La hipótesis principal planteada es válida puesto que de conformidad con lo escrito, se determinó que la responsabilidad penal del médico y cirujano en el ejercicio profesional, es un aspecto médico-penal que tiene mucha trascendencia tanto profesional como socialmente y hasta el día de hoy, ni las universidades ni el colegio profesional respecto no han promovido mecanismos técnicos de orientación, actualización e información para el gremio de los médicos y cirujanos. La hipótesis de trabajo planteada también fue comprobada plenamente y es válida, en vista de que tanto especialistas como médicos y cirujanos generales, desconocen lo relativo a la aplicación técnica y práctica de las normas penales y las figuras delictivas aplicadas a la lex artis, que conllevan el tener una responsabilidad penal en el ejercicio de su profesión; así mismo que el Instituto Nacional de Ciencias Forenses no puede brindar apoyo técnico a los profesionales de la medicina en vista de que no cuentan con protocolos que permitan determinar el grado de responsabilidad penal en un caso concreto. También se logró determinar que el gremio profesional estudiado, a no ser por excepciones, no ha recibido la orientación de tipo médico jurídico al respecto, como parte de la actividad educativa y superación moral, científica, técnica y material que debe prestar el Estado a través de las universidades y el colegio profesional respectivo. 70 CONCLUSIONES 1. El Estado, en un territorio definido, mediante un sistema jurídico organizado creado por el Poder Soberano (organismos legislativo, judicial, ejecutivo), tiene la finalidad de velar porque cada profesional de la medicina tenga la capacidad suficiente para prestar el servicio, por ende, todos los actos del médico y cirujano en el ejercicio de su profesión, deberían ser jurídicamente lícitos. 2. Los elementos positivos y negativos de la teoría del delito constituyen la base fundamental para el entendimiento de las ciencias penales en todas sus modalidades ya que de esta teoría se desprende los conocimientos de los que debe instruirse el médico y cirujano para el correcto desempeño de su profesión ya que de ello depende que no cometa errores al momento de realizar un procedimiento médico, emitir un diagnóstico y evitar causar un daño por culpa comprobada. 3. En Guatemala, los profesionales de la medicina en el ejercicio de su profesión, desconocen la regulación legal de su actuar desde el punto de vista jurídico, ya que la mayoría de los casos médicos penales, se producen por desconocimiento de la regulación penal vigente. El bien jurídico tutelado, en el ejercicio de la profesión médica es la vida de un ser humano y la integridad del mismo, por lo que es una situación jurídica especialísima. 4. Debido a la falta de programas educativos, talleres de actualización o foros referentes a la responsabilidad penal del médico y cirujano, éste no le da la debida importancia a este aspecto importante de su carrera profesional, tiene la creencia de que no incurre en responsabilidad penal, tan solo por el hecho de ser médico que trata la vida del ser humano, y en consecuencia comete en la mayoría de casos, delitos culposos. 5. Dentro de los medios de prueba regulados en la normativa procesal penal vigente encontramos las peritaciones especiales, los cuales suponen la intervención del Estado a través del Instituto Nacional de Ciencias Forenses como coadyuvante en el esclarecimiento de la verdad en los hechos culposos cometidos por médicos y cirujanos en el ejercicio de su profesión, pero dicha normativa no contempla taxativamente que dicha institución deba intervenir, sino que el Legislador deja la puerta abierta a que el ente investigador se auxilie de profesionales de la medicina particulares para que emitan dictámenes según su entendimiento y experiencia. 6. El Instituto Nacional de Ciencias Forenses no interviene como parte procesal en las causas penales donde se denuncian hechos culposos provenientes de malas prácticas médicas esto en vista de que no poseen protocolos definidos que permitan determinar el grado de responsabilidad sino que simplemente se refieren al expediente clínico que el 70 71 ente investigador les pone a la vista únicamente en aquellos casos donde les soliciten su opinión. 72 RECOMENDACIONES 1. El médico que tome bajo su responsabilidad a un paciente, lo debe evaluar a conciencia y diligencia, ya que el diagnóstico que realice, debe estar conforme a la enfermedad y sin contrariar las disposiciones legales aplicables al bien jurídico tutelado de la persona, la vida. 2. Todo médico en el ejercicio de su sagrada misión, debe permanecer estudiando y capacitándose constantemente, especialmente en todo lo relativo a las ciencias penales y de medicina forense en sus modalidades, ya sea por cuenta propia o por medio de los pocos medios que ofrece el Estado. Quien ejerce esta profesión está obligado a poseer los conocimientos jurídicos necesarios respecto de su vocación, distinguiendo adecuadamente las distintas situaciones que se le presentan y los medios de que se vale; como también a encontrarse en condiciones físicas e intelectuales necesarias para el desempeño de la misma. 3. El Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala, por medio de la entidad correspondiente, debe cumplir los fines del Estado en materia de educación superior, en el sentido de programar y procurar talleres de actualización e información dirigido a profesionales de la medicina, a efecto de que éstos orienten su actuar profesional enmarcado en las directrices y aplicación técnica de las normas médico-jurídicas. 4. El profesional de la medicina, como miembro activo del Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala, debe exigir que se establezcan parámetros de información y actualización sobre la responsabilidad penal en el ejercicio de su profesión, para el efecto podría crearse una comisión médico jurídica, la cual realice una investigación técnica y científica, que determine la verdad histórica de los hechos, cuando el médico sea señalado de la posible comisión de un hecho delictivo en el ejercicio de su profesión. 5. La normativa procesal penal vigente debería regular taxativamente como medio de prueba las peritaciones del Instituto Nacional de Ciencias Forenses, no solo para que emita opinión, sino que como parte interesada intervenga y dictamine en todos los procesos penales donde se denuncien hechos culposos producidos por el médico y cirujano en el ejercicio de su profesión. 6. El Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala y el Instituto Nacional de Ciencias Forenses, deben cumplir los fines del Estado en materia de educación superior, en el sentido de programar y procurar talleres de actualización e información dirigido a profesionales de la medicina, a efecto de que éstos orienten su actuar profesional enmarcado en las directrices y aplicación técnica de las normas médico-jurídicas 72 73 ANEXOS 1. ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS Pregunta Número 1 ¿Sabe usted cómo está regulado penalmente el ejercicio de su profesión? INTERPRETACIÓN: El 35% de la muestra encuestada respondió que saben cómo está regulado penalmente el ejercicio de su profesión. El 65% de la muestra encuestada respondió que no tienen conocimiento acerca de cómo está regulada penalmente el ejercicio de su profesión. 73 74 Pregunta Número 2 Como profesional de la medicina, ¿tiene usted alguna especialidad? INTERPRETACIÓN: Se establece que el 70% de la muestra encuestada tienen una especialidad médica. Por otra parte, el 30% de la muestra encuestada manifestaron no tener alguna especialidad médica. 75 Pregunta Número 3 ¿Recibió en su formación profesional cursos especiales de Derecho Penal? INTERPRETACIÓN: El 90% de la muestra respondió que en la Universidad donde estudiaron, recibieron instrucciones de Derecho Penal, lo cual demuestra que están instruidos acerca de su responsabilidad penal en el ejercicio profesional. El 10% de la muestra encuestada respondió que en la Universidad donde estudiaron, no recibieron cursos especiales de Derecho Penal que fortalezcan sus conocimientos respecto de la responsabilidad penal. 76 Pregunta Número 4 ¿Considera usted que el Colegio de Médicos y Cirujanos debe capacitar periódicamente a sus agremiados en cuanto a la responsabilidad penal? INTERPRETACIÓN: El 65% de la muestra respondió que el Colegio de Médicos y Cirujanos debe programar talleres de capacitación y actualización respecto de la responsabilidad penal en el ejercicio profesional, puesto que ellos anualmente cancelan su respectiva cuota de colegiación. El 35% de la muestra encuestada respondió que no es necesario que intervenga el Colegio de Médicos y Cirujanos en cuanto a capacitarlos periódicamente, ya que ello es responsabilidad propia y personal del médico y cirujano quien debe por sus propios medios mantenerse actualizado de todos los aspectos que tengan relación a su profesión. 77 Pregunta Número 5 ¿Quiénes considera que están más propensos a cometer lesiones y/o daños con motivo del ejercicio profesional? INTERPRETACIÓN: El 28% de la muestra encuestada respondió que el Médico General es el más propenso a cometer daños en sus pacientes. El 31% de la muestra encuestada respondió que el Cirujano General es más propenso a cometer daños en sus pacientes. El 24% de la muestra encuestada respondió que el Cirujano Plástico puede en algún momento ser el más propenso a ocasionar lesiones en la integridad física de sus pacientes. El 7% de la muestra encuestada respondió que el Médico Especialista es el más propenso a ocasionar daños en sus pacientes. Por último el 10% de la muestra encuestada respondió que todo Médico y Cirujano, con especialidad o no está propenso a ocasionar daño a sus pacientes. 78 Pregunta Número 6 ¿Bajo qué circunstancias cree usted que el Médico y Cirujano ocasiona lesiones y/o daños en sus pacientes con motivo del ejercicio profesional? INTERPRETACIÓN: El 5% de la muestra encuestada respondió que el médico y cirujano ocasiona lesiones por dolo. El 50% de la muestra encuestada respondió que el médico y cirujano ocasiona lesiones por negligencia. El 24% de la muestra encuestada respondió que el médico y cirujano ocasiona lesiones por imprudencia. El 21% de la muestra encuestada respondió que el médico y cirujano ocasiona lesiones por impericia. 79 Pregunta Número 7 ¿Considera que todo daño o lesión causada a otra persona en el ejercicio profesional médico, debe ser pagado? INTERPRETACIÓN: El 71% de la muestra encuestada manifestó que es indispensable pagar cualquier daño o lesión que se ocasiona a otra persona con motivo del ejercicio profesional, ya que consideran que el médico debe estar en todo momento capaz y apto para restaurar la salud de las personas. El 21% de la muestra encuestada respondió que en ningún momento debe pagarse cualquier daño o lesión que se ocasiona a cualquier paciente, ya que en la mayoría de casos los daños o lesiones que quedan en los pacientes no se deben propiamente a negligencia, imprudencia o impericia del médico, sino por otros factores externos que se escapan de sus manos. Por último el 8% de la muestra encuestada respondió que es necesario evaluar bajo qué circunstancias se ocasionaron esas lesiones y/o daños y ahí se determinará si el médico debe resarcirlos. 80 Pregunta Número 8 ¿Convendría a los médicos y cirujanos pagar un seguro especial que proteja a sus pacientes en caso de responsabilidad penal? INTERPRETACIÓN: El 5% de la muestra encuestada respondió que sería viable que existiera un seguro que avale a sus pacientes en caso de responsabilidad penal. El 95% de la muestra encuestada respondió que no es necesario que paguen una prima de seguro a favor de sus pacientes, en vista que en algunas ocasiones ellos mismos, posteriormente al tratamiento médico, se ocasionan daños y/o lesiones en su integridad física, no imputable al médico tratante. 81 Pregunta Número 9 ¿Cree usted que en el Colegio de Médicos y Cirujanos deba existir una comisión médico-jurídica, para investigar técnica y científicamente, los delitos culposos que cometan los médicos en el ejercicio profesional? INTERPRETACIÓN: El 90% de la muestra encuestada propone que deba existir dicha comisión, ya que consideran de suma importancia que exista un órgano específico que investigue y esclarezca los casos en que se incurra en responsabilidad penal, en vista que en algunas ocasiones se acusa injustamente a algunos profesionales de la medicina por supuestas negligencias. El 10% de la muestra encuestada considera que no debe existir dicha comisión jurídica, ya que por disposición Constitucional corresponde al Ministerio Público investigar debidamente y esclarecer los casos de responsabilidad penal del médico y cirujano en el ejercicio de su profesión. 82 Pregunta Número 10 ¿Si usted fuese acusado de alguna responsabilidad penal, qué pensaría? INTERPRETACIÓN: El 80% de la muestra encuestada manifestó que en vista de estar regulados los delitos culposos, entonces es procedente acusar al médico que ocasiona un daño por culpa. El 12% de la muestra encuestada manifestó que el hecho de acusarlos de responsabilidad penal, atenta contra sus derechos como persona, puesto que en la mayoría de casos, se ocasionan daños por factores externos ajenos a su voluntad. El 1% de la muestra encuestada manifestó que todas las personas tienen derecho a comparecer a tribunales a demandar daños y perjuicios. El 7% de la muestra encuestada manifestó que es necesario estudiar debidamente el caso para poder determinar si es procedente acusar y deducir responsabilidad penal al médico y cirujano. 83 Pregunta Número 11 ¿Conoce usted el procedimiento y las sanciones disciplinarias que impone el Colegio de Médicos y Cirujanos? INTERPRETACIÓN: El 5% de la muestra encuestada respondió que sí conoce las sanciones que ha establecido el Colegio de Médicos y Cirujanos en el procedimiento disciplinario. El 95% de la muestra encuestada respondió que no sabe qué sanciones impone el Colegio Profesional durante el trámite y fenecimiento del procedimiento disciplinario. 84 Pregunta Número 12 ¿Considera que el procedimiento disciplinario y las sanciones establecidas en el Colegio de Médicos y Cirujanos deben ser reformados? INTERPRETACIÓN: El 40% de la muestra encuestada respondió que es necesario reformar el procedimiento disciplinario en materia de sanciones, puesto que no existe una ley específica que regule el procedimiento disciplinario de los Médicos y Cirujanos. El 60% de la muestra encuestada respondió que no debe reformarse el procedimiento disciplinario que establece el Colegio de Médicos y Cirujanos, en vista que el mismo se adapta a la realidad social. 85 Pregunta Número 13 ¿Considera que el Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala debería intervenir como interesado en las causas penales donde se denuncian hechos culposos cometidos por profesionales de la medicina en el ejercicio de su profesión? INTERPRETACIÓN: El 15% de la muestra encuestada respondió que si es necesario obtener el dictamen del Instituto Nacional de Ciencias Forenses en los procesos penales ya que esto vendría a reforzar o debilitar el grado de responsabilidad del médico y cirujano que se ve involucrado en denuncias penales. El 25% de la muestra encuestada respondió que el Instituto Nacional de Ciencias Forenses no debe intervenir en las causas penales en vista de que dicha institución no cuenta con profesionales de la medicina capaces de debatir y sustentar mediante dictámenes el grado de responsabilidad penal del médico y cirujano. El 60% de la muestra encuestada respondió que el Instituto Nacional de Ciencias Forenses debería intervenir y emitir dictámenes como órganos de prueba, únicamente si de la gravedad el caso concreto resulta imprescindible dicha intervención. 86 2. BOLETA DE ENCUESTA UNIDADES DE ANÁLISIS: Operadores de Justicia y Médicos y Cirujanos del municipio y departamento de Retalhuleu. __________________________________________________________________________ UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES CARRERA DE ABOGADO Y NOTARIO TEMA DE INVESTIGACIÓN: Responsabilidad Penal del Médico y Cirujano por Malas Prácticas Quirúrgicas dentro del Proceso Penal en el municipio y departamento de Retalhuleu.--- La presente boleta de tipo encuesta va dirigida a los operadores de justicia y Médicos y Cirujanos del municipio y departamento de Retalhuleu. RESPONSABLE DE LA INVESTIGACIÓN: Br. Brenda Magaly Díaz Ceferino. El presente cuestionario servirá para completar la investigación del tema antes descrito, el cual forma parte del trabajo de tesis. Los datos serán confidenciales y la información aportada será de uso exclusivo de esta investigación por lo que atentamente le solicito que responda a las siguientes interrogantes: 1. ¿Sabe usted cómo está regulado penalmente el ejercicio de su profesión? Si:____________ No:____________ 2. Como profesional de la medicina, ¿tiene usted alguna especialidad? Si:____________ No:_____________ 3. ¿Recibió en su formación profesional cursos especiales de Derecho Penal? Si:____________ No:_____________ 4. ¿Considera usted que el Colegio de Médicos y Cirujanos debe capacitar periódicamente a sus agremiados en cuanto a la responsabilidad penal? Si:___________ No:____________ 5. ¿Quiénes considera que están más propensos a cometer lesiones y/o daños con motivo del ejercicio profesional? Médico General:_____ Cirujano General:_____ Cirujano Plástico:_____ Especialista:_____ Todos los anteriores:_____ 6. ¿Bajo qué circunstancias cree usted que el Médico y Cirujano ocasiona lesiones y/o daños en sus pacientes con motivo del ejercicio profesional? Dolo:_____ Negligencia:_____ Imprudencia:_____ Impericia:______ 7. ¿Considera que todo daño o lesión causada a otra persona en el ejercicio profesional médico, debe ser pagado? Si:___________ No:____________ Algunas veces:__________ 8. ¿Convendría a los médicos y cirujanos pagar un seguro especial que proteja a sus pacientes en caso de responsabilidad penal? Si:___________ No:____________ 87 9. ¿Cree usted que en el Colegio de Médicos y Cirujanos deba existir una comisión médico-jurídica, para investigar técnica y científicamente, los delitos culposos que cometan los médicos en el ejercicio profesional? Si:______________ No:_______________ 10. ¿Si usted fuese acusado de alguna responsabilidad penal, qué pensaría? Es legal:____ Atenta a sus Derechos Humanos:____ Todos tienen derecho:____ Se debe estudiar el caso:____ 11. ¿Conoce usted el procedimiento y las sanciones disciplinarias que impone el Colegio de Médicos y Cirujanos? Si:______________ No:_______________ 12. ¿Considera que el procedimiento disciplinario y las sanciones establecidas en el Colegio de Médicos y Cirujanos deben ser reformados? Si:______________ No:_______________ 13. ¿Considera que el Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala debería intervenir como interesado en las causas penales donde se denuncian hechos culposos cometidos por profesionales de la medicina en el ejercicio de su profesión? Si:______________ caso:_____________ No:_______________ Según la gravedad del 88 3. MÉTODOS Y TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN La metodología que se utilizó en la presente investigación fue mediante una investigación directa a través de un estudio descriptivo, que permitió analizar los diferentes aspectos y conceptos incluidos en el contenido temático y posteriormente llegar a la síntesis, conclusiones y recomendaciones, así como soluciones al problema planteado. Como método particular se utilizó el método jurídico-social, con el fin de verificar si el profesional de la medicina tiene una correcta y eficaz instrucción respecto de su actuación en el proceso penal y las responsabilidades que debe afrontar por malas prácticas del ejercicio profesional. Como métodos específicos se utilizaron: a) Método Científico: El cual permitió establecer el conjunto de pensamientos universales y necesarios, que hicieron surgir los aspectos referentes a la responsabilidad penal del médico y cirujano en el ejercicio profesional, los cuales conforman un conocimiento sistemático de la realidad; b) Método Inductivo: El cual permitió observar y analizar los aspectos relacionados a la responsabilidad penal del médico y cirujano en el ejercicio profesional dentro de las causas penales y la manera de cómo debe responder por los daños y perjuicios que ocasione; c) Método Deductivo: El cual permitió partir de un marco general de referencia hacia un caso en particular, en este caso la responsabilidad penal del médico y cirujano, sus características y fenómenos; d) Método Analítico: El cual permitió indagar cada uno de los elementos que determinan las causas, la naturaleza y los efectos de la responsabilidad penal del médico y cirujano en el ejercicio de la profesión, permitiéndonos explicar y hacer analogías para establecer nuevas teorías; e) Método Sintético: Que permitió reconstruir los aspectos relacionados anteriormente, referentes a la responsabilidad penal del médico y cirujano los procedimientos disciplinarios aplicables, a partir de la comprensión cabal de sus particularidades. Los anteriores métodos se aplicaron sobre la información recabada y durante el tiempo que duró la investigación. Las técnicas de investigación que se utilizaron en el presente trabajo fueron: a. Investigación documental. Se consultó bibliografía de diferentes autores, leyes vigentes del país y material informático recolectado en internet. b. Investigación Institucional. La cual se realizó en el Ministerio Público, Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala, Instituto Nacional de Ciencias Forenses, Juzgado de Instancia Penal del municipio y departamento de Retalhuleu. c. Elaboración de encuestas. Las cuales se verificaron con los funcionarios laborantes en las instituciones antes referidas y médicos y cirujanos del municipio y departamento de Retalhuleu. d. Elaboración de fichas. Con el objeto de recolectar y almacenar información que permitió citar una serie de datos de extensión variable pero todos referidos al mismo tema. 89 BIBLIOGRAFÍA LIBROS: 1. ALTAVILLA, E. La Culpa. Editorial Básico. Editorial Talleres Disgraf. 2. COUSIÑO MAC, L. Culpabilidad en El Derecho Penal. Editorial Jurídica. 3. CUELLO CALÓN, E. Derecho Penal, Editorial Bosh. 4. GONZÁLEZ CAUHAPÉ CAZAUX, Eduardo. Apuntes de Derecho Penal Guatemalteco, La 5. GUNTHER, J. Derecho Penal y Criminología. Editorial Jurídica Bogotá Colombia. 6. HURTADO AGUILAR, H. Derecho Penal. Editorial Landívar Guatemala. 7. JIMÉNEZ DE ASÚA, L. La Ley y el Delito. Editorial Buenos Aires Argentina. 8. LUSENA G. Tratado de Traumatología Clínica. 9. MORA, Carlos F. Medicina Forense 4ª. Edición. 10. MORGAN SANABRIA, Rolando. Planeación del Proceso de Investigación Científica para Elaborar Tesis de Grado. Teoría del Delito. 11. MUÑOZ RAZO, Carlos. Cómo elaborar y asesorar una investigación de tesis. Editorial Parson. Prentice Hall. México 1998. 12. PILOÑA ORTIZ, Gabriel Alfredo. Guía sobre métodos y técnicas de investigación documental y de campo. Litografía CIMGRA, Centro de Impresiones Gráficas. 13. PELÁZ VARGAS, G. Manual de Derecho Penal General. Colección Jurídica Medellín. 14. QUINTANO RIPOLLES, A. La Culpa en El Derecho Penal. Editorial Reus. 15. SAINZ CANTERO, José. Lecciones de Derecho Penal Editorial Bosh. 16. SIMININ C. Medicina Legal Jurídica 2ª. Edición. 17. TESTUT L, Latarjet. A. Tratado de Anatomía Humana. Editorial Salvat. 18. WELZEL, Hans. Derecho Penal. Ediciones Jurídicas Chile. DICCIONARIOS: 1. DE PINA, Rafael. Diccionario de Derecho. Editorial Porrúa S.A. 2. OSORIO, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales. Editorial Heliasta S.R.L. 3. SALVAT EDITORES. Diccionario Terminológico de Ciencias Médicas. 11ª. Edición. TEXTOS: 1. El Juramento Hipocrático 2. Manual de Ética Médica LEGISLACIÓN: 1. Código Civil, Decreto Ley No. 106. 2. Código de Salud. Decreto 90-97 del Congreso de la República de Guatemala. 3. Código Deontológico del colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala. 4. Código Penal Decreto 17-73 del Congreso de la República de Guatemala. 89 90 5. Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la República de Guatemala. 6. Constitución Política de la República de Guatemala, decretada por la Asamblea Nacional Constituyente el 31 de mayo de 1985. 7. Declaración Universal de Derechos Humanos, Pacto de San José Costa Rica. 8. Decreto No. 91-96 del Congreso de la República de Guatemala. 9. Ley del Organismo Judicial y sus reformas. Decreto 2-89 del Congreso de la República. TESIS DE GRADUACIÓN: 1. Arriola Racanac, Noé Miguel. La Responsabilidad Penal de los Menores de Edad. Tesis de graduación de Abogado y Notario. Universidad de San Carlos de Guatemala, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Guatemala. 2005. 2. Espat Godoy, Shajida Beatriz. La negligencia médica y su necesidad de tipificación en el Código Penal. Tesis de graduación de Abogado y Notario. Universidad Francisco Marroquín, Facultad de Derecho, Guatemala. 1993. 3. Castillo, María de Los Ángeles. La Creación y Modificación de Entidades Descentralizadas y Autónomas. Tesis de graduación de Abogado y Notario. Universidad de San Carlos de Guatemala, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Guatemala. 2005. 4. Lix Martínez, Juana Liseth. La representación que ejerce el Estado de Guatemala a través de la Procuraduría General de la Nación. Tesis de graduación de Abogado y Notario. Universidad de San Carlos de Guatemala, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Guatemala. 2005. SITIOS DE INTERNET: 1. http://www.definicionabc.com/politica/gobierno.php 2. http://www.enriquenava.com.ve/2009/11/elementos-del-delito-derecho-penal.html 3. http://www.robertexto.com/archivo/justif_delito.htm 4. http://www.monografias.com/trabajos44/derecho-penal-delito/derecho-penal-delito.shtml 5. http://www.monografias.com/trabajos64/teoria-delito/teoria-delito4.shtml 6. http://www.monografias.com/trabajos30/etica-medica/etica-medica.shtml 7. http://www.un.org/es/documents/udhr/ 8. http://www.mintrabajo.gob.gt/index.php/leyes-y-convenios/leyes-constitucionales/52constitucion-politica-de-guatemala.html 9. http://www.deguate.com/artman/publish/geo_deptos/Datos_de_Retalhuleu_393.shtml#.U K7oJ2cXtuY 10. http://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_del_delito 11. http://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_del_delito#Causas_de_justificaci.C3.B3n 12. http://liccamposhdez.blogspot.com/2010/05/punibilidad-y-excusas-absolutorias.html 13. http://lema.rae.es/drae/?val=medicina 14. http://es.freelang.net/enlinea/latin.php?lg=es 15. http://html.rincondelvago.com/responsabilidad-medica_1.html